Andrea Carè

Lanzado recientemente por el sello Illiria en todas las plataformas digitales, el tenor italiano se sumerge junto al pianista Vincenzo Scalera en el universo verdiano en su primer disco en solitario, desgranando una cuidada selección de arias de cámara escritas para voz y piano.

El tenor turinés Andrea Carè y el pianista italoamericano Vincenzo Scalera llevaban tiempo tratando de unir sus talentos para colaborar juntos hasta que este deseo se materializó en Ad una Stella, un libro con acceso a un disco alojado en diversas plataformas digitales fruto de un intenso trabajo de selección de arias de cámara y poco divulgadas de Giuseppe Verdi. El compositor ha marcado la carrera del cantante, quien ha interpretado algunos de sus títulos operísticos más emblemáticos por medio mundo. “Tras varias reuniones con el sello discográfico y la decisión tomada de grabar un disco con repertorio de canto y piano, tenía claro que no quería incluir arias de ópera o piezas compuestas para orquesta y voz, ya que las reducciones al piano no hacen justicia a la realidad ni de los compositores, ni de los intérpretes, ni del instrumento”, asegura Carè. “Dada mi trayectoria operística y teniendo a Verdi como uno de los compositores centrales de mi repertorio, concluimos que sería bonito incluir algunas de sus canciones pensadas para piano y voz, un repertorio que se interpreta poco y que sin duda no tiene nada que envidiar a los mejores Lieder del Romanticismo; las de Verdi son piezas que, sin renunciar al intimismo, van más directas a la emoción, a la italiana; pero no fueron creadas para competir con las maravillosas canciones de la época romántica de Schubert o Schumann, ni tienen nada que ver con ellas”.

Giuseppe Verdi es un compositor al que Andrea Carè ama “profundamente”, por la forma elegante en la que el compositor fusiona libreto y música para hablar “sobre el amor, la religión, la política y la psique humana; de hecho, es difícil imaginar un artista más complejo y completo, y por este motivo, con mi primer álbum, he querido rendirle homenaje, pero no con sus grandes arias de ópera, sino con sus obras más íntimas. Estas canciones son pequeñas joyas, páginas de una gran belleza compuestas para veladas musicales propias de los salones de la alta sociedad y de la burguesía de la época, para un público asiduo de los teatros de ópera, motivo por el que en ellas a menudo reconocemos formas similares a grandes escenas y arias operísticas. Antes que Verdi, genios como Rossini, Bellini y Donizetti ya habían probado suerte en este género componiendo obras maestras en miniatura. Verdi solo siguió los mismos pasos, y esas canciones, escritas a lo largo de su carrera artística, dejaron huella de un camino paralelo al de la vía principal de las páginas operísticas que lo catapultaron a la fama”.

Alumno de Luciano Pavarotti y de Raina Kabaivanska, Andrea Carè ha pisado en los últimos años los escenarios más emblemáticos del circuito internacional, desde la Royal Opera House a La Scala de Milán, pasando por la Metropolitan Opera de Nueva York, el Teatro Real de Madrid o el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, y en el álbum Ad una Stella se une junto a una leyenda del piano como es Vincenzo Scalera, que ha acompañado a renombrados cantantes como José Carreras, Montserrat Caballé, Juan Diego Flórez o Andrea Bocelli. Del trabajo conjunto, el tenor italiano comenta que “durante los ensayos cincelábamos cada frase intercambiando ideas interpretativas y comentábamos los excelentes consejos que me daba para conseguir una mejor interpretación; trabajar junto a él ha sido, sin duda, una experiencia inolvidable”.

Ad una stella está disponible en todas las plataformas digitales; también se ha editado un libro que explica con todo detalle la experiencia de la grabación vivida y la brillante carrera del tenor explicada en primera persona, desde sus inicios como estudiante hasta su triunfo en los escenarios más importantes del circuito, siempre con Verdi como hilo conductor. En el libro se puede acceder al disco a través de un código QR que permite escuchar las 17 piezas incluidas, un proyecto que se presenta como un formato que es toda una novedad en el mundo discográfico.

Riccardo Frizza photo credit © Simone Falcetta

Riccardo Frizza, uno de los directores más importantes de la actualidad, continúa reforzando el vínculo con el Gran Teatre del Liceu, sus cuerpos estables y su público, esta vez de la mano de Giuseppe Verdi y su ópera Un ballo in maschera, título al que debutó en la Opéra de Montpellier hace dos décadas. El maestro de Brescia, que tiene una sólida y larga relación con los teatros españoles como el Teatro Real, la temporada de Abao Bilbao Opera o el mismo Liceu, se muestra entusiasmado ante esta nueva lectura de la “enigmática obra maestra de Verdi”, afirma; “el teatro musical y yo mismo hemos cambiado mucho en los últimos años, así que siento que esta será algo así como mi primera vez ante Un ballo in maschera, ya que ahora la afronto desde otra perspectiva tras la experiencia y madurez ganada en estos años. Es una ópera bellísima, pero al mismo tiempo muy complicada y dramatúrgicamente se mueve en ese milagroso equilibrio entre la comedia y la tragedia, tejida de conspiraciones, enredos, romances y supersticiones, pero también con aspectos mágicos y atmósferas de cementerio, para rematar todo con los colores brillantes de un baile de máscaras, espléndido pero fatal”. Para el director, “Verdi tenía razón” al oponerse a los vetos de los censores de la época del estreno, “contrarios a la primera versión de la ópera, ambientada en la corte sueca y que debería haberse estrenado en 1857 en el Teatro San Carlo de Nápoles. La obra finalmente se presentó –continúa Frizza– en el Teatro Apollo de Roma en 1859, pero trasladando la historia al Boston colonial y cambiando los nombres de los personajes (el rey Gustavo III pasa a ser el conde Riccardo) para contentar a los censores pontificios. La transposición, en general, no cambió mucho para Verdi, quien logró mantener el título que aclaraba y resumía el argumento y que, más allá del personaje de Gustavo III, era precisamente el que apareció en la fuente original de Scribe, Le Bal masqué.

En el Liceu la obra subirá a escena del 9 al 20 de febrero –tras el preestreno Under 35 para jóvenes del 7 de febrero– en el montaje “visionario” de Graham Vick, “llevado a cabo por Jacopo Spirei sobre las ideas del director de escena en el Regio de Parma en 2021, estrenada tres meses después de la muerte de Vick”, continúa Frizza. “Se trata de un espectáculo en el que nada es lo que parece y que revela nuestras debilidades y fragilidades. La música de Verdi es una inspiración, un pegamento y un bálsamo. Con la Simfònica y el Coro del Liceu y un doble elenco formidable encabezado por Freddie De Tommaso y Anna Pirozzi y Arturo Chacón-Cruz y Saioa Hernández, estamos haciendo un trabajo de exploración apasionante de una partitura que siempre ha encantado en escenarios de todo el mundo”, concluye el maestro.

Tras este compromiso, el director musical del Festival Donizetti de Bérgamo y de la Orquesta y Coro de la Radio Húngara en Budapest, inicia en marzo una gira de conciertos sinfónicos que lo llevarán a Austria (con conciertos junto a la Tonkünstler-Orchester Niederösterreich en el Musikverein vienés y en el Festspielhaus en St. Pölten y un programa que incluye obras de Glinka, Shostakovich y Martucci) al País Vasco (con la Euskadiko Orkestra y obras de Rachmaninov y Strauss) y a Budapest (con la Sinfónica de la Radio de Hungría y la Octava Sinfonía de Mahler) para, más tarde, dirigir Le Villi, de Puccini, en el Teatro Regio de Turín y Maria Stuarda en su regreso al Teatro San Carlo de Nápoles.

Riccardo Frizza photo credit © Simone Falcetta

Ernani_Les_Arts©MikelPonce

Les Arts clausura su temporada lírica con un título inédito en su repertorio: ‘Ernani’, la primera gran ópera de un joven Giuseppe Verdi, que se estrena el próximo 7 de junio en la Sala Principal.

Jesús Iglesias Noriega ha presentado hoy ‘Ernani’ en compañía de su director musical, Michele Spotti, y de Andrea Bernard, director del nuevo montaje que Les Arts ha coproducido con La Fenice de Venecia, el mismo teatro que encargó y estrenó esta ópera de Verdi.

Según ha indicado el director artístico de Les Arts, ‘Ernani’ supone una apuesta por ampliar el repertorio del compositor de Busseto, pilar fundamental de la programación, “con un título imprescindible en su trayectoria, pero todavía inédito en València, que presentamos con los máximos estándares artísticos”. ‘Ernani’, ha apuntado, es capital en el repertorio de Verdi por muchos motivos: su primera ópera de temática española, la primera basada en la obra de Victor Hugo y el inicio de la fructífera colaboración con el libretista Francesco Maria Piave, autor de algunos de los mayores éxitos del italiano como ‘Rigoletto’ o ‘La traviata’. “Pero, por encima de todo, ‘Ernani’ es una obra maestra. Por un lado, nos encontramos ante una partitura de música exuberante, llena de vigor y frescura, con arias, dúos y escenas corales de extraordinaria belleza, en la que se adivinan obras posteriores como ‘Il trovatore’ o ‘La traviata’. Por otro, es difícil no dejarse llevar por el indiscutible magnetismo de la historia de ‘Ernani’, en la que tres hombres pierden la cabeza por una misma mujer y donde convergen toda la fuerza de los elementos del drama verdiano: honor, pasión, amor, celos y venganza”, ha indicado Iglesias Noriega.

Michele Spotti asume la dirección musical de ‘Ernani’. Con tan sólo 29 años, el joven maestro milanés ostenta la titularidad de la Ópera y la Orquesta Filarmónica de Marsella desde la temporada 2023/24, y está considerado como uno de los directores con más proyección del país transalpino. Con una importante presencia en el circuito de teatros de ópera europeos, destaca por su agenda sinfónica en su Italia natal.

Andrea Bernard es responsable de la puesta en escena, con escenografía de Alberto Beltrame, vestuario de Elena Beccaro e iluminación de Marco Alba. El ascendente ‘regista’, que ha sido colaborador de Pier Luigi Pizzi, Damiano Michieletto y Julia Burbach, emergió en el panorama internacional al obtener el Premio Europeo de Dirección de Ópera en 2016. Entre sus trabajos más destacados se incluyen producciones de ‘Lucrezia Borgia’, ‘Carmen’, ‘L’italiana in Algeri’ o ‘La Cenerentola’.

En su puesta en escena de ‘Ernani’, Andrea Bernard ha optado por mantener una ambientación histórica, pero a través de una reinterpretación contemporánea, para dar más claridad a la identidad de los personajes y al contexto histórico, e incluso político, de sus acciones.

Iglesias Noriega ha subrayado, además, que otra de las particularidades de ‘Ernani’ es el exigente elenco protagonista que demanda. Para su primera representación en València debuta en el teatro de ópera valenciano una de las grandes divas del panorama lírico: la soprano estadounidense Angela Meade, que canta el papel de Elvira. Requerida por los principales teatros para interpretar los roles más temidos del repertorio belcantista del siglo XIX y de las óperas de Verdi, es la indiscutible reina del Metropolitan de Nueva York.

Tras su intervención en ‘Madama Butterfly’ en 2021, regresa a Les Arts Piero Pretti en el rol de Ernani, que ya cantó con éxito en el estreno de este mismo montaje en Venecia. Nombre imprescindible en los repartos de ópera italiana en Milán, Londres, Nueva York, París y Viena, el tenor sardo es uno de los artistas con más proyección de su generación.

Debuta también en Les Arts otro artista de referencia, el italiano Franco Vassallo (Don Carlo), que tras consolidar su carrera como uno de los grandes intérpretes del ‘bel canto’ romántico se erige como uno de los barítonos verdianos más importantes de la actualidad.

Cierra el cuarteto protagonista el bajo Evgeny Stavinsky. El cantante moscovita vuelve a interpretar a Don Ruy Gómez de Silva después de la excelente acogida que tuvo con este papel ante el exigente público de la Ópera de Roma, en la temporada pasada.

El reparto de ‘Ernani’ se completa con las voces de Javier Castañeda (Jago) y la ‘mezzosoprano’ del Centre de Perfeccionament Laura Orueta (Giovanna). Les Arts estrena ‘Ernani’ el miércoles 7 de junio con más representaciones los días 10, 13, 16 y 18 de ese mismo mes. Asimismo, el preestreno para menores de 29 años tendrá lugar el próximo 4 junio.

Ernani_Les_Arts©MikelPonce

Aida

Aida inaugura oficialmente la Temporada lírica 2022-2023, el próximo 24 de octubre a las 19.30 horas, estará precedida por un Preestreno Joven, para menores de 36 años, el 21 de octubre a las 18.00 horas, al término del cual se ofrecerá un After Opera en el Salón de Baile.

En esta ocasión la producción de Aida, concebida originalmente en 1998, está coproduccida con la Abu Dhabi Music and Arts Foundation.

Nicola Luisotti vuelve al foso del Real con Aida, que ya dirigió con gran éxito en 2018. Será su octava producción verdiana al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real

El director de escena, escenógrafo y figurinista Hugo de Ana vuelve a dirigir su histórica producción, con las modificaciones introducidas en 2018 y algunas actualizaciones para la presente reposición.

Coincidiendo con las funciones de Aida se estrenará en la sala principal la nueva producción del espectáculo familiar A.I.D.A – Amistad, Igualdad, Diversidad, Amor, dentro del proyecto de Opera Estudio del Teatro Real.

Radio Clásica, de RNE, retransmitirá la ópera en diferido y la ofrecerá a los países de la UER, Unión Europea de Radiodifusión.

Entre los días 24 de octubre y 14 de noviembre se ofrecerán 19 funciones de Aida con la gran producción concebida por Hugo de Ana para la inauguración de la segunda temporada del ‘nuevo’ Teatro Real, en octubre de 1998, que desvelaba al público las enormes dimensiones y las excepcionales capacidades técnicas de su flamante escenario.

Las 8 funciones de entonces, dirigidas por Luis Antonio García Navarro (1941-2001), se unían a las 353 que tuvieron lugar en las temporadas anteriores al cierre del teatro, en 1925. Durante ese periodo el popular título verdiano fue el más representado en el Real, siendo Giuseppe Verdi (1813-1901) el compositor preferido del público madrileño, como lo demuestra su presencia constante en la programación de cada temporada (muchas veces con dos títulos) y el éxito de ocupación en todas sus óperas.

El Teatro Real mira, pues, a su historia pasada y reciente a través de la reposición de Aida como un simbólico auto-homenaje, después del éxito de esta misma producción en las a lo largo de los últimos 25 años del Teatro Real.

Con el estreno de Aida en El Cairo, en 1871, Giuseppe Verdi, sexagenario y con 25 óperas en su haber, culminaba aparentemente una carrera prolífica (que luego duraría hasta los 80 años), con una partitura muy efusiva, pero también honda e intimista, en la que afloran los temas recurrentes en su obra: el triángulo amoroso, el trasfondo político y social, la prepotencia de los dictadores, la humillación de los oprimidos, los sentimientos paterno-filiales, los celos, los amores prohibidos, la traición, la soledad, la muerte…

Desde el punto de vista compositivo, Aida también refleja la veteranía de Verdi: su dominio de la escritura vocal, ─privilegiando los dúos y números de conjunto, en detrimento de las arias─; la genial utilización de la orquestación para obtener efectos dramatúrgicos; la yuxtaposición de momentos de recogimiento y de esplendor; y la pericia en la articulación de grandes números corales y coreográficos con inspiradas melodías solistas, de gran aliento y profundo dramatismo.

Es precisamente esta dualidad entre la espectacularidad de las escenas de masas ─con el imperio egipcio, ejércitos, faraones, esclavos, sacerdotisas, invasores, prisioneros, ritos religiosos, celebraciones, etc.─ y aquellas, recogidas, en las que afloran los conflictos y dramas de los protagonistas, donde radica la dificultad de la puesta en escena de Aida.

Hugo de Ana opta por una producción de fuerte poder simbólico, dominada por una colosal pirámide que sugiere la magnificencia del poder político y religioso ­y también el triángulo amoroso que vertebra el drama­, contrapuesta a paisajes desérticos que enfatizan la profunda soledad de los personajes, que se debaten entre sentimientos, dudas y contradicciones.

Para la actual reposición de Aida, Hugo de Ana ha introducido pequeñas modificaciones en relación con la revisión de 2018, actualizando algunos elementos, como las proyecciones que se han concebido para trascender la evocación de un Oriente idealizado.

Tres repartos se alternarán en la interpretación de los papeles protagonistas de Aida, con las sopranos Krassimira Stoyanova, Maria Agresta, Roberta Mantegna y Anna Netrebko (Aida); las mezzosopranos Jamie Barton, Sonia Ganassi y Ketevan Kemoklidze (Amneris) ; los tenores Piotr Beczala, Yusif Eyvazov y Jorge de León  (Radamés); los barítonos Carlos Álvarez, Artur Ruciński y Gevorg Hakobyan (Amonasro) y los bajos Alexander Vinogradov; Jongmin Park y Simón Orfila (Ramfis); las sopranos Jaquelina Livieri y Marta Bauzá (La gran sacerdotisa) y el tenor Fabián Lara (Un mensajero).

Con casi 300 artistas ─entre solistas, coro, bailarines, actores y orquesta─ y una escenografía ya histórica, Aida traerá al escenario del Real a grandísimos intérpretes, capaces de dar a la obra de Verdi su verdadera dimensión universal.

AGENDA | ACTIVIDADES PARALELAS

19 de octubre, a las 20.15 horas | Teatro Real, Sala Gayarre

Enfoques: encuentro con Nicola Luisotti (director musical de Aida), Hugo de Ana (director de escena, escenógrafo y figurinista de Aida) y Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real.

Participan: la soprano Maribel Ortega, el tenor Eduardo Aladrén y el pianista Riccardo Bini.

20 de octubre, a las 18.30 horas | Biblioteca Regional Joaquín Turina

Conferencia: “Aida” y Egipto: mucho más que una ópera.

21 de octubre, a las 18.00 horas | Teatro Real, Sala principal

Aida. Preestreno Joven para menores de 36 años, al término del cual se ofrecerá un After Opera en el Salón de Baile.

Hasta el 22 de octubre| Teatro Real, talleres, salas de ensayo y sala principal

Taller: La ópera al descubierto: Aida

A lo largo de ocho sesiones los participantes descubren los detalles técnicos y artísticos que hacen posible una producción de ópera, de la mano de sus protagonistas y con la asistencia a algunos ensayos.

24 de octubre a 2 de noviembre | Teatro Real, talleres, salas de ensayo y sala principal

Curso: La universidad a escenaAida

Los estudiantes –que perciben créditos universitarios en sus respectivos estudios–, descubren las interioridades de una producción operística a través de análisis, talleres, debates y presentaciones con la complicidad de artistas y expertos.

23 de octubre, a las 12.00 y a las 17.00 horas | Teatro Real, Sala Gayarre

¡Todos a la Gayarre! Talleres musicales para toda la familia, con dirección y presentación de Fernando Palacios.

Aida se baña en el Nilo. La esclava etíope se enamora de su enemigo, el egipcio Radamés.

Participan: Sonia Suárez (soprano), Daniel González (tenor) y Cristina Sanz (pianista).

24 de octubre | desde el Teatro Real

Retransmisión de la inauguración de la temporada lírica 2022-2023 con Aida en MyOperaPlayer.

3 de noviembre, a las 18.30 horas | Biblioteca Regional Joaquín Turina

Conferencia: “Aida”. El contexto histórico y cultural de su composición.

7 de noviembre, a las 19.00 horas | Palacio de las Alajas

Conferencia: ‘Aida’, Egipto en la ópera, a cargo de Víctor Sánchez Sánchez

12 y 13 de noviembre, a las 11.00 y a las 13.00 horas | Teatro Real, Sala principal

A.I.D.A – Amistad, Igualdad, Diversidad, Amor

Versión reducida de Aida de Giuseppe Verdi, con libreto de Antonio Ghislanzoni

Nueva producción del Teatro Real | Opera Estudio

Directora musical de Isabel Rubio y dirección de escena de Davide Garattini Raimondi

Adaptación y texto, vestuario y utilería: Davide Garattini Raimondi y Bárbara Palumbo

Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid (JORCAM) con la participación de jóvenes cantantes del Programa Crescendo de la Fundación Amigos del Teatro Real

2 de diciembre, a las 18.00 horas | Museo Nacional del Romanticismo

Cuentacuentos: “Las mil y una noches”: la sensual y exótica fantasía de los cuentos orientales.

Actividad gratuita. Reservas en la página web del Museo: www.museoromanticismo.es

TELEFÓNICA, MECENAS PRINCIPAL TECNOLÓGICO DEL TEATRO REAL

Telefónica, mecenas principal tecnológico del Teatro Real, impulsa su desarrollo digital y la mejor conectividad para optimizar la experiencia de los aficionados a la ópera en todos los canales digitales del Teatro. En estos años Telefónica ha ampliado el número de funcionalidades y servicios de la web, reforzando el carácter interactivo y la comunicación con los usuarios. De este modo, ha permitido crear un catálogo de productos mucho más amplio -abarcando diferentes tipos de música- y accesible, con servicios más ajustados a las preferencias de los seguidores de esta institución. Un paso más dentro de este proyecto global ha sido My Opera Player, plataforma de contenidos audiovisuales que permite a los amantes de la ópera, la danza y la música clásica disfrutar desde casa, con tan sólo un click, de las mejores producciones de éxito internacional.

My Opera Player cuenta con Telefónica como socio tecnológico del Teatro Real, y con el patrocinio de Endesa, que apoyó esta iniciativa como patrocinador único cuando la plataforma se llamaba Palco Digital.

Fotógrafo: © Javier del Real | Teatro Real

Catedral de Burgos

 El próximo domingo, 9 de octubre, el Teatro Real participará en el acto de clausura de la conmemoración del VIII Centenario de la Catedral de Burgos, con la celebración de un concierto en la nave central de la Seo castellana, en el que su Coro y Orquesta Titulares interpretarán el Réquiem de Giuseppe Verdi, bajo la dirección musical de José Miguel Pérez Sierra.

La obra contará con cuatro grandes voces solistas: la soprano Vittoria Yeo, la mezzosoprano Jamie Barton,  el tenor Piotr Beczala, y el bajo Maharan Huseynov.

Este será el tercer concierto que el Teatro Real ofrezca en la icónica catedral. En 2019 el templo se llenó para escuchar el Réquiem de Mozart y en 2020 su orquesta regresó con una formación más reducida para

interpretar el Stabat Mater de Pergolesi. En ambas ocasiones, la emoción y la participación del público llenaron el templo convirtiendo las citas en dos significativos momentos de la programación burgalesa.

Estrenado en la Iglesia de San Marcos de Milán en 1874, el Réquiem es una de las creaciones más conmovedoras de Giuseppe Verdi y su música contiene la expresión inconfundible del compositor de Busseto. Las siete piezas que lo componen plasman su preocupación sobre la muerte, el interrogante que se abre frente a ese misterio y la búsqueda de un sentido sobre la vida que no puede resolver más que a través de la duda. La obra transita de la oscuridad hacia la luz, atravesando sentimientos de piedad, terror, conflicto, alegría e incertidumbre, con una música expresiva en todos sus matices y una estructura dramática muy similar a la de una ópera.

El Teatro Real, vinculado a los actos conmemorativos de la Catedral desde sus inicios, siente una especial gratitud y responsabilidad con este concierto, para el que ha elegido una partitura cargada de belleza y simbolismo, que contará con cerca de doscientos intérpretes.

La Fundación VIII Centenario de la Catedral, cuya Presidencia de Honor ostentan Sus Majestades los Reyes de España, nació con motivo del 800 aniversario de la colocación de la primera piedra en la Catedral de Burgos, que se celebró el 20 de julio de 2021. Desde ese momento, el proyecto, patrocinado por el Consejo Pontificio de la Cultura y declarado acontecimiento de Excepcional Interés Público, ha sido punto de unión de la ciudad de Burgos, y de cuantos amantes del arte y la cultura se han acercado a la ciudad, para celebrar esta efeméride de trascendencia internacional.

Fotografía © Javier del Real | Teatro Real

ABAO Bilbao Opera, Alzira

ABAO Bilbao Opera concluye el titánico proyecto “Tutto Verdi” con el estreno de Alzira, la octava ópera compuesta por Giuseppe Verdi y una de las pocas obras líricas europeas dedicadas al continente latinoamericano. Iniciado en 2006, el proyecto “Tutto Verdi” ha traído a la escena bilbaína 30 títulos del catálogo verdiano, ciclos de conferencias, grabaciones y publicaciones, en un programa cultural sin precedentes en todo el mundo que ha durado 16 años.

Prevista en la programación de 2020, Alzira hubo de ser aplazada debido a la pandemia y reprogramada como un sexto título en la 70 temporada. Se ofrecerán cuatro funciones los días 23, 25, 27 y 30 de abril en el Euskalduna Bilbao. Las representaciones darán comienzo a las 19:00h los dos sábados y a las 19:30h el lunes y el miércoles.

La ópera que culmina el proyecto “Tutto Verdi” suma un aliciente más para los aficionados y curiosos ya que tiene una limitada presencia en los escenarios. Hace 168 años que no se representa en España por lo que estas funciones constituyen un hito y una oportunidad casi única de disfrutar de esta ópera del compositor de Busseto.

POLÍTICA, RELIGIÓN Y UN TRIÁNGULO AMOROSO EN UNA OBRA ÉPICA
Alzira, una de las óperas más breves de Verdi y correspondiente al periodo de “años de galera”, responde al exotismo que tanto fascinó a la Europa de mediados del XIX. Es una tragedia lírica con prólogo y dos actos con libreto de Salvatore Cammarano, basado en el drama Alzire, ou les Américains de Voltaire, en lo que supuso la primera colaboración del poeta napolitano con Verdi, que también escribiría los libretos de La battaglia di Legnano, Luisa Miller e Il Trovatore.

Sitúa la acción en Lima y otras zonas de Perú, e ilustra la resistencia del pueblo indígena a la dominación política, religiosa y cultural durante la época del Virreinato, retratando cómo los nativos se unen para enfrentarse a las fuerzas invasoras y liberar a la princesa Alzira y a su padre Ataliba. En el relato, se enfrentan el inca Zamoro, amado de Alzira y líder de las tribus peruanas, y el tirano español Gusmano, Gobernador del Perú, quien quiere casarse a toda costa con la protagonista.

Encontrar en el compositor más popular y representado del mundo una historia que se refiera al Perú y la época de la Conquista, resulta un atractivo añadido para una obra épica entre conquistadores y sometidos, junto a un devastador triángulo amoroso.

UN SELECTO ELENCO DE ALTO NIVEL
La soprano Carmen Solís acomete el rol protagonista con su personal voz y presencia extraordinaria. Tiene escenas de gran credibilidad dramática como el aria de salida “Da Gusmano sul frágil barca”, precedida por el coro femenino, o la melodiosa “Nell’astro più che fulgido”.

El tenor Sergio Escobar (Zamoro), una voz brillante, clara y contundente, tiene páginas de gran sonoridad como “Un inca, eccesso orribile”, “Irne lungi ancor dovrei” o “Non di codarde lagrime”.

El temperamental barítono Juan Jesús Rodríguez (Gusmano), suma destreza, experiencia escénica y una voz sobradamente conocedora de la paleta verdiana. Algunos de sus mejores momentos son “Eterna la memoria” y “Quanto un mortal può chiedere”.

Junto a este triángulo amoroso al que rodea la trama política y religiosa de lucha contra la opresión y el racismo, se unen David Lagares (Ataliba), Josep Miquel Ramón (Álvaro), Vicenç Esteve (Ovando), María Zapata (Zuma) y Gerardo López (Otumbo).

DANIEL OREN DIRIGE A LA ORQUESTA BILBAOSINFONIETTA
El director artístico del Teatro Verdi de Salerno, Daniel Oren, repite presencia esta temporada con el reto de dirigir una partitura poco explorada pero llena de intensidad y dramatismo. La edición crítica de Stefano Castelvecchi conserva el carácter doble de la ópera: salvaje y efectivo por un lado, sensible y emotivo por el otro. Hay muchos momentos destacables en la ópera como la bella y singular Obertura, el muy emocionante Final o el sexteto y coro del acto I “Nella polve genuflesso”.

Bajo su batuta de experto verdiano estarán 60 maestros de la Orquesta BilbaoSinfonietta, una formación polivalente y flexible capaz de abarcar con solvencia el repertorio sinfónico y operístico. En ABAO Bilbao Opera la orquesta acompañó la “Gala ABAO on Stage” en 2021.

Las brillantes escenas corales corren a cargo de 60 coralistas del Coro de Ópera de Bilbao bajo la dirección de Boris Dujin.

PUESTA EN ESCENA GALARDONADA CON EL PREMIO ÓPERA XXI A LA MEJOR NUEVA PRODUCCIÓN LATINOAMERICANA
La cuidada puesta en escena del debutante en ABAO Jean Pierre Gamarra, es una coproducción internacional estreno en España del Gran Teatro Nacional del Perú, ABAO Bilbao Opera y la Opera Royal de Wallonie-Liége de Bélgica. Se estrenó en 2018 en Perú, como parte de las celebraciones por el Bicentenario de la Independencia del país y en 2019 recibió el Premio Ópera XXI a la Mejor Nueva Producción Latinoamericana.

La puesta en escena traslada la acción a la Lima de inicios del siglo XX con una escenografía de Lorenzo Albani minimalista y melancólica, donde la iluminación cobra especial importancia y otorga una sensación de tragedia y cautiverio, adecuada a esta trama de dominados y oprimidos. Lorenzo Albani presenta también un sofisticado vestuario de corte occidental.

Una propuesta creativa de gran calidad y vigente en los temas que aborda, como las referencias a la violencia con la que se trata a los conquistados, las diferencias de clase, el papel de la Iglesia, la lucha por el poder o la tragedia de una mujer que no puede escapar de las obsesiones de un hombre.

PABLO L. RODRÍGUEZ INTRODUCE LA OBRA VERDIANA EN EL CICLO EL ABC DE LA ÓPERA
El ciclo El ABC de la ópera descubre los aspectos más relevantes de cada título de la temporada en una conferencia la víspera del estreno, en el Auditorio del Museo Bellas Artes de Bilbao.

El viernes 22 de abril, Pablo L. Rodríguez, musicólogo, crítico, divulgador musical y conferenciante, será el encargado de desvelar los entresijos de esta ópera y la obra de su compositor.

Para acceder a esta actividad gratuita se requiere invitación que puede retirarse en las oficinas de ABAO Bilbao Opera o llamando al teléfono 944 355 100, desde el martes 19 de abril. Aforo reducido.

ABAO Bilbao Opera

Tras el anuncio de las nuevas medidas decretadas por las administraciones públicas para el control de la pandemia del COVID-19, que incluyen fuertes restricciones de movilidad y aforo, ABAO Bilbao Opera se ve obligada a aplazar el esperado estreno de la ópera Alzira, previsto para el 21 de noviembre.

La ópera de Giuseppe Verdi iba a cerrar esta temporada el histórico proyecto de la Asociación Tutto Verdi, un programa cultural sin precedentes en todo el mundo, en el que a lo largo de 15 años se han representado en la escena bilbaína los 30 títulos del catálogo verdiano, ciclos de conferencias, grabaciones y distintas publicaciones

Las actuales medidas tomadas para contener la expansión del virus, impiden a más de la mitad de los socios de ABAO y a los aficionados a la lírica en general, acudir a las funciones. Además, estas restricciones afectan también a Europa y complican enormemente poder llevar a cabo las preparaciones previas de la producción, dificultando realizar con garantías de éxito el estreno de una ópera que ha despertado un enorme interés en el mundo de la lírica por su singularidad, y que pondría un broche de oro a este proyecto emblemático de la Asociación y referente lírico a nivel mundial

Para poder dar el cierre apropiado al proyecto Tutto Verdi, la Asociación está trabajando, junto a todos los implicados en la puesta en escena de esta ópera: todo el elenco, orquesta y equipos técnico y creativo, en la búsqueda de una nueva agenda que permita llevar a cabo este extraordinario estreno de una obra tan inusual en la historia de la ópera. Alzira se representará en una próxima temporada pasando a convertirse en el sexto título de abono de la misma.

Desde el inicio de la pandemia, ABAO está trabajando con la clara voluntad de mantener viva la actividad cultural, siempre colaborando con las autoridades y modificando la programación para adaptarse a las circunstancias derivadas de esta situación extraordinaria. Hasta ahora se ha hecho todo lo posible para seguir adelante con la programación prevista pero cada vez es más complicado poder hacerlo con la calidad y excelencia que siempre ha caracterizado a la Asociación, tratando además de minimizar en lo posible el daño económico.

Si las circunstancias lo permiten, ABAO Bilbao Opera retomará la temporada el próximo mes de enero con la puesta en escena de Samson et Dalila de Camille Saint-Saëns, veinte años después de su última reposición en la temporada bilbaína. La Asociación consciente de que la cultura debe ser considerada como un bien esencial para la sociedad, apuesta porque la ópera siga estando presente en la vida social de nuestra comunidad, manteniendo su actividad al igual que lo están haciendo otras disciplinas económicas y sociales siempre que las circunstancias lo permitan.

LaTraviata

Mañana,15 de julio, a las 20.00 h*, vive en directo una Traviata histórica desde el Teatro Real de Madrid.

Disfruta en My Opera Player de La traviata de Verdi en una cuidada versión semiescenificada por Leo Castaldi y con Marina Rebeka y Michael Fabiano en los roles principales.

Con esta emocionante propuesta, adaptada al nuevo contexto actual, el Teatro Real se convierte en uno de los primeros coliseos del mundo en levantar de nuevo el telón.

Una vez emitida, se incorporará al catálogo de My Opera Player para que puedas volver a verla cuando y donde quieras dentro de tu suscripción.

¡Nos vemos en My Opera Player!

Don Carlo, Infante de España

El Palau de les Arts Reina Sofía pone en escena ‘Don Carlos, infante de España’, del dramaturgo alemán Friedrich Schiller, que inspiró el libreto de la ópera de Giuseppe Verdi, ‘Don Carlo’, que actualmente se representa en la Sala Principal.

Les Arts y La Farseria coproducen esta lectura dramatizada con dirección de escena de Andrés Poveda, y adaptación del texto y propuesta escénica del propio Poveda y de Anselmo Alonso, a partir de la traducción de 1881 a cargo de Josep Yxart.

Según explican Alonso y Poveda, han comprimido en 80 minutos la adaptación del texto de Schiller con el fin esperado en una lectura dramatizada: evidenciar rápida y claramente el mensaje:

“Por eso nos hemos enfrentado a los temas de este ‘Don Carlos’, con la tijera de la precisión, para que la idea política, la filosofía, la función del amor, la idea de la patria y la religión hablen con lengua clara”, señalan los autores.

El reparto está formado por Christian Giner (Don Carlo), Jaume Ibáñez (Felipe II), Laura Pellicer (Isabel de Valois), Lucrecia Cervelló (Princesa de Éboli), Miguel Seguí (Inquisidor y Marqués de Posa) y Toni Misó (Duque de Alba).

La actividad, que se incluye dentro de las propuestas del Programa Didáctico, cuenta con una sesión abierta al público este sábado, 16 de diciembre, a las 18.00 h, en el Aula Magistral con entradas a ocho euros.

La ópera de Verdi es el eje vertebrador de un amplio abanico de propuestas educativas. Por un lado, desde el día 12 hasta mañana sábado, el centro de artes ofrece el taller de introducción a la ópera ‘Don Carlo’, organizado de forma conjunta por el departament d’Educació de Les Arts y el centro asociado Alzira-Valencia de la UNED. Además de recibir formación académica, los asistentes presenciarán una función ‘Don Carlo’ de Verdi, en la Sala Principal, así como una representación de la lectura dramatizada de la obra de Schiller. Entre los diferentes ponentes del curso, figuran Jordi Claramonte, profesor de Estética y Teoría del Arte de la UNED, y Mercedes Jorge Serra, catedrática de Historia de la Música en el Conservatori Superior de Música de València.

Asimismo, Les Arts ha albergado talleres como ‘De libro a libreto, sobre las relaciones del texto de Schiller y la adaptación para la partitura de Verdi, y ‘La ópera en construcción’ en el que los más pequeños descubren el proceso de producción de este título, que Les Arts ofrece en un montaje de Marco Arturo Marelli.

Plácido Domingo

El Teatro Real finalizará su temporada con tres funciones de Macbeth, de Giuseppe Verdi, en versión de concierto, los días 11, 14 y 17 de julio, con dirección musical de James Conlon, que ya demostró su sensibilidad y hondura en la lectura de páginas verdianas con Las vísperas sicilianas, en 2014, y Luisa Miller, el pasado año. Será una versión concierto un tanto especial. El propio Plácido Domingo ha explicado en rueda de prensa que los ensayos están orientados para ofrecer una versión no escenificada pero si dramatizada. «Para interpretar a Verdi hay que ser actor», señala Domingo. Quieren con ello evitar que una escenografía que no se entienda distraiga de la verdadera esencia de la obra.

Plácido Domingo, que viene interpretando en los últimos años algunos de los más grandes papeles para barítono de Giuseppe Verdi ─los roles titulares de Simon Boccanegra, Nabucco, Rigoletto y Macbeth; Miller, en Luisa Miller; Francesco Foscari, en I due Foscari; Conte di Luna, en Il trovatore; Giorgio Germont, en La traviata; o Rodrigo, en Don Carlo─ encarnará ahora al atormentado personaje shakespeariano en el Teatro Real, después del éxito, el pasado verano, de su cabal Francesco Foscari. Estará acompañado por Anna Pirozzi, una de las más reconocidas sopranos dramáticas de la actualidad, cuya carrera está muy vinculada a España, aunque no había actuado en el Real. Lo hará ahora con la pérfida Lady Macbeth y volverá la próxima temporada con Aida, dos personajes de gran talla musical y escénica, que demostrarán sus dotes como intérprete verdiana.

Entre los restantes papeles principales cabe destacar al bajo-barítono Ildebrando D’Arcangelo (Banco) ─que interpretó El barbero de Sevilla en el Real en 2004─, al tenor Brian Jagde (Macduff) ─que debuta en Madrid─, y también al Coro Titular del Teatro Real, ya que Verdi consideraba al coro como el tercer protagonista de la ópera, dada su importancia en el desarrollo dramatúrgico de la partitura. Estará preparado, como siempre, por Andrés Máspero, cuya labor perfeccionista es unánimemente aplaudida por público y crítica.

LA ÓPERA

En 1846, Giuseppe Verdi, con apenas 33 años, es obligado, por serios motivos de salud, a hacer una pausa en su frenética carrera creativa. Había compuesto nueve óperas en apenas seis años, arrastrando paralelamente las secuelas de sus sucesivas tragedias familiares: la muerte de sus dos hijos en 1838 y 1839, y de su esposa en 1840.

Después de algunos meses de reposo, el poder arrebatador de Macbeth, de su idolatrado Shakespeare, le impulsa a retomar el trabajo: escribe el esbozo de un libreto, cuya escritura en verso confía a Franceso Maria Piave, con el que había trabajado ya en Ernani e I due Foscari. Las exigencias e intransigencias de Verdi relativas al texto hacen del proceso creativo de la ópera un duro penar para ambos.

La primera versión de la partitura se estrena, con enorme expectación, en el Teatro della Pergola de Florencia, el 14 de marzo de 1847, después de un largo período de ensayos en los que Verdi trabajó obsesivamente, interviniendo en todos los detalles de la dramaturgia y escenificación. El éxito fue tal que el compositor tuvo que salir a saludar al escenario 38 veces.

Sin embargo, para la reposición de la ópera en París, en 1865, Verdi decide escribir una nueva versión de la partitura, en francés, con cambios estructurales y añadidos importantes.

Pese a la indudable mejora de la dramaturgia y de la música en esta segunda versión, el estreno parisino de Macbeth no obtuvo el éxito esperado y la partitura fue perdiendo fuelle poco a poco, pasando a ser la menos glosada de la trilogía shakesperiana, que incluiría años más tarde obras maestras como Otello y Falstaff.

En el Teatro Real Macbeth se presentará por tercera vez desde su reinauguración, siempre con la segunda versión, pero en italiano, como suele ser habitual desde que la ópera se ha instalado en el repertorio de los teatros de ópera. En esta ocasión, sin embargo, se incluirá el aria de la muerte de Macbeth ¨Mal per me”, de la partitura original de 1847.

Con Macbeth Giuseppe Verdi se sitúa en una encrucijada entre la utilización de los convencionalismos estructurales, estilísticos y argumentales que imperaban en la pujante creación operística italiana a mediados del siglo XIX, y la búsqueda y exploración de nuevos caminos que florecerían en obras posteriores.

La fuerza arrebatadora de Shakespeare lleva al compositor a someter su música a la endemoniada tensión dramática de la obra teatral y a la corrosiva tortura interior de los protagonistas. Las líneas de canto pasan a servir la expresión del texto y la instrumentación a enfatizar las diferentes atmósferas que se suceden en el desenlace de la tragedia.

La declamación del canto, las frases entrecortadas, los suspiros a media voz, los silencios y otra serie de efectos vocales confieren a los personajes una veracidad jamás alcanzada en sus obras anteriores y Verdi sube un peldaño más en su camino hacia la quintaesencia del drama musical.

David Afkham

David Afkham, director principal de la Orquesta y Coro Nacionales de España, dirigirá el Réquiem de Giuseppe Verdi en el último concierto sinfónico de la temporada 16/17, programado para el viernes 30 de junio y sábado 1 de julio, a las 19,30 y el domingo 2 de julio, a las 11.30 horas. Tras una temporada exitosa en la que se ha vuelto a cautivar al público y crítica, estos conciertos del próximo fin de semana han generado de nuevo una gran expectación y las entradas para el viernes ya están agotadas.

Asimismo, este mismo programa viajará al 66 Festival Internacional de Música y Danza de Granada el próximo miércoles 5 de julio.

Las solistas Aga Mikolaj, soprano Y Marina Prudenskaya, mezzosoprano, sustituyen a Camilla Nylund y Veronica Simeoni, tras la cancelación de última hora de ambas.

http://ocne.mcu.es/programacion/una-misa-una-opera

ORQUESTA Y CORO NACIONALES DE ESPAÑA

Programa: RÉQUIEM / GIUSEPPE VERDI (1813-1901) 

DAVID AFKHAM DIRECTOR

Aga Mikolaj SOPRANO

Marina Prudenskaya MEZZOSOPRANO

Saimir Pirgu TENOR

Christopher Purves BARÍTONO

El Coro Nacional de España concluirá la temporada con Carmina Burana en la Plaza Mayor de Madrid, el día 12 de julio, a las 21 horas, dirigido por Miguel Ángel García Cañamero. Participará en el ciclo cultural de verano del Ayuntamiento de Madrid, Veranos de la Villa, ofreciendo un concierto gratuito y contribuyendo así a la celebración del IV Centenario de la conocida plaza.

Miguel Ángel García Cañamero dirigirá al Coro Nacional de España para interpretar una versión para dos pianos y percusión de Carmina Burana, de Carl Orff, una de las obras sinfónico-corales más emblemáticas y fascinantes del siglo XX.

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Celso Albelo

Uno de los papeles que han hecho famoso en el mundo entero al tenor canario Celso Albelo es su visión del Duque de Mantua del Rigoletto verdiano, un personaje libertino que tiene a su cargo una de las páginas más célebres de todo el repertorio lírico: «La donna è mobile». «Se trata de un papel que mueve los hilos de toda la ópera», afirma el cantante español. «Es quien empuja a Rigoletto a dejarse llevar por la venganza. El Duque solo quiere divertirse, es un enamoradizo donjuanesco y para él las mujeres son objetos. Su concepto de moral hoy resulta completamente anacrónico».

Celso Albelo vuelve a Oviedo -cantando por primera vez en la temporada operística asturiana- después de haber interpretado hace unas semanas este mismo papel en el Teatro Comunale de Bolonia con un gran éxito. «Todas las producciones de esta ópera presentan un perfil más o menos similar del personaje», apunta Albelo. La que se verá en Oviedo proviene de la Opéra de Saint-Étienne (Francia) y lleva la firma del cotizado regista Guy Joosten, compartiendo escenario con la Gilda de la soprano australiana Jessica Pratt y con el barítono español Juan Jesús Rodríguez. «Me encanta volver a Asturias, donde he cantado varios recitales y recibido dos premios Campoamor, galardones, por cierto, que me apena que se hayan desconvocado ya que eran un aliciente para toda la profesión».

Las funciones ovetenses serán los días 26 y 29 de enero y 1 y 4 de febrero.

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Plácido Domingo como Macbeth en el Palau Les Arts de Valencia

La nueva temporada del Palau de Les Arst de Valencia, se ha iniciado con seis exitosas representaciones del verdiano Macbeth, interpretado por Plácido Domingo, con una masiva asistencia de público, que demuestra el auténtico tirón de este incombustible cantante, dedicado en los últimos años a roles baritonales.

Giuseppe Verdi sentía una especial admiración por las obras teatrales de William Shakespeare, adaptando en su época juvenil el Macbeth, y ya en su brillante senectud: Otello, y un compendio extraído de Las alegres comadres de Windsor y Enrique IV, con el título de Falstaff, que se convierten en sus dos últimas y geniales óperas.

El gran maestro de Busetto, tuvo en mente llevar al mundo de la ópera otros dramas shakesperianos: La Tempestad, Hamlet o El Rey Lear, proyectos que nunca llegaron a materializarse. La composición de Macbeth supuso para Verdi un auténtico reto, ya que en la mitad del siglo XIX, resultaba impensable una obra donde se planteaba la desmedida pasión por el poder y la manera de conseguirlo a cualquier precio, incluso mediante la traición y el asesinato, en contraposición con las historias trágicas de corte romántico, que tanto gustaban al público italiano de entonces. El estreno de Macbeth tuvo lugar en el Teatro Della Pergola de Florencia el 14 de marzo de 1847, con mucho éxito para su autor, quien tuvo que salir al escenario a saludar al público hasta en treinta y siete ocasiones. Verdi revisó ampliamente esta partitura para ser representada en la Ópera de París, en 1865.

Las principales modificaciones incluían una nueva aria para Lady Macbeth “La luce langue” en el Acto II, la reescritura de algunos pasajes de la escena de las apariciones espectrales del Acto III, la inclusión de un ballet en ese mismo acto, un nuevo comienzo del Acto IV, con el coro de exiliados “Patria opressa” y un nuevo final, que incluía una música estructurada en forma de fuga para la batalla, a la que sigue un coro triunfal “Victoria! Victoria”, eliminando la muerte en escena de Macbeth de la primera versión “Mal per me che m’affidai”.

Macbeth desapareció prácticamente de los escenarios después de las funciones parisinas de 1865, con muy escasas representaciones durante la primera mitad del Siglo XX. La recuperación definitiva de esta partitura se produjo en la apertura de la temporada del Teatro alla Scala de Milan el 7 de diciembre de 1952 con la extraordinaria e inigualable creación de Lady Macbeth realizada por María Callas, con una magistral concertación y dirección musical de Victor de Sabata. Aquella función scalígera fue grabada en directo y se mantiene desde entonces como auténtica referencia de esta ópera. También cabe señalar, las grandes aportaciones realizadas a partir de los años setenta del pasado siglo, por directores como Riccardo Muti y el desaparecido Claudio Abbado, quienes nos han legado grabaciones discográficas y tomas en video altamente representativas de este atractivo título verdiano.

La versión representada en el Palau de les Arts es la de 1865, excluyendo el ballet del Acto III, y el coro triunfal conclusivo de la ópera “Victoria! Victoria”, y recuperando el final de la versión de 1947, con el aria del Macbeth “Mal per me che m’affidai”.

Es una verdadera lástima que esta producción no incluya ese brillante coro final y el ballet del Acto III, teniendo en cuenta que el Palau de les Arts dispone de un excelente cuerpo de baile.

Esta producción fue realizada conjuntamente por el Teatro dell’Opera di Roma y el Festival de Salzburgo, donde se produjo su estreno en 2011, con dirección del prestigioso regista Peter Stein.

En esta reposición valenciana ha asumido la dirección escénica Carlo Bellamio, quien resuelve con pericia el montaje escénico de la batalla final, donde los contendientes utilizan espadas auténticas que al golpearse llegan a producir chispas. También, resulta auténticamente novedoso representar a las tres brujas por bailarines que actúan y simulan cantar, labor que realizan miembros del coro femenino disfrazados de árboles. Los cuatro asesinos de Banquo, también aparecen disfrazados de bailarines, y en este caso, son las voces masculinas del coro las que cantan ocultándose bajo grandes capas negras. Sin embargo, Carlo Bellamio descuida el control de los movimientos en escena de cantantes y coro, en muchos momentos, auténticamente erráticos.

La escenografía de Ferdinand Wögerhauer resulta minimalista a ultranza, con poquísimos objetos, entre ellos, el panel que se desliza por el escenario, con una puerta por la que sale Lady Macbeth en el comienzo de su actuación, y donde penetra Macbeth para asesinar al Rey Duncan, reapareciendo en el desarrollo de la escena del sonambulismo de Lady Macbeth. Destacar el excelente diseño de iluminación a cargo de Joachim Barth, con unos fondos de escenario proyectados en diferentes colores, siempre en función del desarrollo dramático de la acción. Y, esa iluminación zonal, cuando emerge del suelo, una gran marmita, en la escena de las brujas del Acto III. Muy atractivo el diseño de vestuario a cargo de Anna María Heinreich, totalmente adecuado -es muy de agradecer- a la Escocia del Siglo XI, en que se desarrolla la acción.

La Orquesta de la Comunidad Valenciana, volvió a demostrar su excelente calidad, con una dirección el húngaro Henrik Nánási, flexible, contrastada, de gran fuerza dramática y bien concertada, facilitando la labor de los cantantes. La orquesta exhibió un sonido brillante y compacto. Todo ello, ya se puso de manifiesto en la interpretación de la obertura inicial, donde se alternan contundentes sonoridades, con una secuencia orquestal recurrente y de gran belleza, que volverá a reaparecer en la escena del sonambulismo de Lady Macbeth del Acto IV.

Destacar la interpretación de esa música brillante, en forma de marcha cuando aparece el rey Duncan y su comitiva, en el Acto I, o de esos momentos musicales llenos de ligereza y colorido durante el banquete del Acto II, en contraste con los lúgubres e inquietantes sonidos de la escena anterior , en la que se produce el asesinato de Banquo. Gran actuación orquestal en los concertantes conclusivos de los dos primeros actos, en la introducción musical del coro “Patria oppressa!”, al comienzo del Acto IV, así como de la brillante fuga en la batalla final. Dentro de la magnífica prestación de todos los miembros de la orquesta, cabe destacar las excelentes intervenciones solistas de Cristina Montes al arpa, el corno inglés de Ana Rivero; y, especialmente, del oboe de Christopher Bowman, el clarinete de Joan Enrinc Lluna y la flauta de Alvaro Octavio.

Extraordinaria prestación del Coro de la Generalitat Valenciana, muy bien dirigido por su titular Francesc Perales, en sus numerosas intervenciones a lo largo de toda la representación, con ese sonido chirriante y mórbido del coro femenino en las escenas donde aparecen las brujas, y en especial en el coro del Acto III “Tre volte miagola la gatta in fregola”. Componentes del coro masculino, también tienen una gran actuación en la escena del asesinato de Banquo, en el Acto II cantando “Chi v’impone unirvi a ni” con esa sombría y amenazadora frase “Trema, Banquo! Nel tou fianco”. El coro en pleno, realiza brillantes intervenciones en los concertantes, destacando sobremanera, la imponente coral “L’ira tua formidabile e pronta” del concertante que cierra el Acto I. De impresionante fuerza dramática resultó su interpretación de “Patria oppresa!” en el arranque del Acto IV.

Las apariciones escénicas de Plácido Domingo, se convierten en verdaderos eventos que mueven a una ingente cantidad de público, para escuchar a un artista que ha sabido conjugar su excelente calidad vocal e interpretativa, con una tremenda capacidad para potenciar su imagen a través de los medios de comunicación y convertirse en uno de los grandes fenómenos mediáticos de los últimos cincuenta años. En junio de 2009 tuve ocasión de escucharle, precisamente en este Palau de les Arts, una de sus últimas intervenciones como tenor, en su notable interpretación del Siegmund de La Walkiria, con dirección de Zubin Metha, donde el cantante ya con sesenta y ocho años, mostraba una ostensible merma de su registro agudo, conservando aún su bello centro y gran capacidad interpretativa.

Ese mismo año inició una segunda y exitosa carrera como barítono: Domingo canta papeles de barítono, con voz de tenor, y por mucho que quiera oscurecer la emisión, no tiene impostación baritonal, lo que desvirtúa sus interpretaciones de roles verdianos como Simón Boccanegra, Rigoletto, Il conte di Luna de Il Trovatore, Giorgio Germont de La Traviata o Francesco Foscari de I due Foscari. En estas funciones valencianas se le ha podido escuchar en el papel de Macbeth, su última creación baritonal verdiana, con desiguales resultados dadas las dificultades de este personaje. Ya, con casi setenta y cinco años, Domingo se mostró corto de fiato, lo que le causaba auténticos problemas para ligar largas frases, como en el caso de ese extenso soliloquio “Sappia la sposa mia” que realiza antes de asesinar al rey Duncan en el Acto I. También, resultó ostensible una disminución de volumen, que le hacía perder presencia vocal en los dúos junto a la poderosa Lady Macbeth de Ekaterina Semenchuk, y hacerle prácticamente inaudible en los concertantes.

Su actuación mejoró sensiblemente en los dos últimos actos, ofreciendo una buena interpretación en la escena de las apariciones espectrales del Acto III, y cantar de manera muy notable el aria “Pietà, rispetto amore” del Acto III, aunque lejos de las interpretaciones de voces baritonales italianas de esplendida línea de canto, como Renato Brusson, Piero Capuccilli o Leo Nucci, por no citar a los norteamericanos Sherrill Mines, y sobre todo a Leonard Warren, quienes se permitían, incluso, concluir este aria con un monumental agudo. Domingo realizó su mejor intervención, cantando, más bien recitando, el aria conclusiva de la ópera “Mal pe me che ma’affidai”. Es preciso señalar, que a pesar de las limitaciones expuestas en su interpretación de Macbeth, Domingo sigue mostrando -milagrosamente a sus años- una gran belleza tímbrica, unida a una magnífica actuación escénica, siendo intensamente aplaudido al final de la representación.

Ekaterina Semenchuk como Lady Macbeth, mostró un gran poderío vocal, junto a una notable actuación teatral, que ya se puso de manifiesto en su entrada escénica recitando con verdadero estilo “Nel dì della vittoria io le incontrai” para derivar al canto con una excelente interpretación del recitativo-aria “Ambizioso spirto tu sei, Macbetto……Vieni! T’afretta!”, cantado con auténticos acentos verdianos y concluir con la cabaletta “Or tutti sorgete”, moviéndose bien en el registro central y agudo, aunque mostrando cierta inconsistencia en la gama de graves y algunos problemas en las agilidades de la cabaletta, que también vuelven a producirse en ese reiterado brindis de marcado carácter belcantista “Si colmi il calice”, durante la escena del banquete con la que finaliza el Acto II. La mezzo rusa realizó una buena interpretación del aria “La luce langue” en el inicio del Acto II, aunque con dificultades en la emisión al si natural agudo en la parte final del aria, y faltándole incisividad en el fraseo para mostrar la maldad intrínseca del personaje. Notable fue su interpretación de la gran escena del sonambulismo, en el Acto IV, dotando a su interpretación de patéticos acentos, con una matizada línea de canto, aunque cortando feamente la ascensión al re sobreagudo final. Señalar sus magníficas intervenciones en los dúos con Macbeth, sobre todo el conclusivo del Acto III “Ove son io?” finalizado con la vibrante stretta “Ora di morte e di vendetta”. Cabe destacar sus intervenciones en los concertantes, donde su voz emergía con fuerza, por encima de coro y orquesta emitiendo en forte.

El papel para tenor de MacDuff, resulta secundario en esta ópera, pero tiene una intervención de auténtico lucimiento en el recitativo-aria “O flgli miei…..Ah, la paterna mano” una de las páginas más bellas compuestas por Verdi e interpretada de manera notable, aunque con algún problema de afinación por Giorgio Berrugi, quien exhibe una bonita voz, aunque en exceso lírica, para un personaje que requiere un tenor lírico-spinto, como es el caso del gran Carlo Bergonzi, quien nos ha legado una extraordinaria y referencial interpretación de esta página.

El bajo Alexander Vinogrador cantó de manera correcta el papel de Banquo, mostrando una voz de cierta rotundidad pero con una poco refinada línea de canto, en su dúo con Plácido Domingo, en el arranque de la ópera, mejorando su actuación en el aria “Studia il passo, o mio figlio….Come dal ciel precipita” que precede a su asesinato en el Acto II. Bien el resto de los interpretes secundarios, destacando Federica Alfano, en su corta intervención como Dama de Lady Macbeth en la Escena de sonambulismo.

Texto: Diego Manunel García Pérez
Fotografía: Tato Baeza

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