La vida breve

Después de ganar el concurso organizado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1905, Manuel de Falla, harto de esperar el estreno de La vida breve en el Teatro Real, decidió viajar a París con su premiada partitura.

Tras su adaptación al francés como La vie breve por Paul Millet, se estrena el 1 de abril de 1913 en el Casino Municipal de Niza. El éxito fue rotundo y el interés por representar La vida breve se extendió por los teatros parisinos. Sin embargo, Manuel de Falla muere en 1946 sin haber visto el estreno de La vida breve en el Teatro Real, que permanecía cerrado por obras desde 1925. No será hasta la reapertura en 1997 cuando es estrenada, por fin, en este teatro.

Aunque la vida breve es una obra que bien puede representarse en solitario, pues tiene identidad propia, en esta ocasión se ha recurrido a un estreno absoluto y también breve, Tejas verdes, de Jesús Torres. Ambas tienen en común, por buscar algo, el sufrimiento, por distintas razones, de sus dos mujeres protagonistas. Para establecer una especie de vínculo entre ellas, alguno de los personajes transita de una obra a otra, a modo de figurantes. La fusión de ambas óperas está un poco forzada y se adapta mejor a Tejas verdes que a La vida breve.

La escenografía de Rafael Villalobos y Emanuele Sinisi es inquietante. De esa oscuridad conceptual tan de moda que sirve para un roto y un descosido. Si Villalobos pretendía resaltar la parte opresiva que contienen ambas obras, lo ha conseguido. Esto es un acierto para Tejas verdes, pero en La vida breve se echa en falta el colorido en la fiesta y en las danzas. Tampoco se identifica Granada, lugar emblemático en el que ocurren los hechos.

El vestuario, también de Villalobos, no favorece nada a los protagonistas, los afea, sobre todo al cuerpo de baile, que ya tenían suficiente con las coreografías de Estévez /Paños y Compañía, parecían bailarines acompañantes de la estrella pop de moda. La danza española de Falla merece algo más digno.

Pero sí hubo algo que estuvo por encima de los elementos escénicos, las voces de sus protagonistas.

En La vida breve, brilló por encima del resto la voz de la soprano guatemalteca Adriana González, en el rol de Salud. Posee un material vocal de gran calidad. Tiene una emisión limpia, redonda, con gran capacidad para el matiz y muy expresiva. Sabe resolver los agudos con sobrada convicción, regula con eficacia y frasea con emoción, sobre todo en los pianísimos, que emite con gran facilidad y calidad.

Salud ha estado acompañada en la réplica por el tenor aragonés Eduardo Aladrén, que estuvo voluntarioso en su interpretación de Paco. Posee buena potencia de voz, mejor expresaba en los agudos que en la zona media y baja.

El barítono Rubén Amoretti supo dar al Tío Salvador el carácter vocal e interpretativo que se espera del personaje. A buen nivel estuvo también Alejandro del Cerro, como una voz de la fragua, dando siempre solidez a sus intervenciones. Al igual que Gerardo Bullón, otro valor seguro, en esta ocasión como Manuel. A destacar la mezzosoprano Ana Ibarra, que estuvo muy convincente como la abuela.

Tejas Verdes sitúa la acción en el centro de detención de Tejas verdes, en el Chile de Pinochet. Es la segunda ópera de Jesús Torres con libreto basado en la obra de teatro del dramaturgo Fermín Cabal, fallecido hace apenas dos años.

El compositor ha dado a la partitura y a su nudo gordiano, la intolerancia, un carácter universal, para lo que ha prescindido de cualquier elemento descriptivo que indique tiempo o lugar.

El director musical Jordi Francés, que ya se encargó del estreno de Tránsito, la primera ópera de Jesús Torres, ha demostrado en Tejas verdes su dominio en la dirección de obras contemporáneas, tratándose además de un estreno absoluto, lo que supone un plus de dificultad que el director barcelonés resuelve con brillantez y variedad de matices.

En Tejas verdes destacó la soprano madrileña Natalia Labourdette como Colorina, joven enamorada de un opositor a Pinochet que es detenida, torturada y asesinada en Tejas verdes. Posee una potente voz y adecuado timbre, algo imprescindible en este tipo de repertorio, en el que la soprano se está afianzando.

María Miró, como hermana, defendió el rol con su solvencia y elegancia habitual. Solo se echó en falta un poco más de expresividad. El resto del reparto, encabezado por Ana Ibarra como Doctora, estuvieron a buen nivel, tanto en la parte vocal como en la interpretativa, resaltando Alicia Amo, como delatora y Sandra Fernández en el papel de madre.

Una obra de referencia en el repertorio español como La vida breve y un estreno mundial, el de Tejas verdes, que no levantó el entusiasmo del público, poco receptivo al repertorio contemporáneo. No así La vida breve, pues su música continúa enamorando al público.

Adriana González

Aclamada por su voz lírica y extraordinaria musicalidad, la soprano Adriana González es una de las cantantes más destacadas de su generación. Regresa al Teatro Real para interpretar Salud en La vida breve de Manuel de Falla.

Adriana ha hablado para Brío Clásica sobre este nuevo rol de Salud y de sus experiencias en estos primeros años de carrera. Una voz de la que vamos escuchar hablar mucho en los próximos años.

Durante sus años en la Ópera Estudio de París, Adriana González se alza con numerosos premios en concursos internacionales. En la temporada 2017/2018, se incorpora al Internationales Opernstudio de la Ópera de Zúrich por invitación de la directora Brenda Hurley.

Adriana González ha cantado numerosos roles, entre los que destacan: Pamina (Die Zauberflöte) en el Festival de Gars, Corinna (Il viaggio a Reims) en el Gran Teatro Liceu de Barcelona, Sapho e Iphise (Les fêtes d’Hébé) en la Opéra Bastille de París y en la Royal Academy of Music de Londres, Lia (L’Enfant Prodigue de Debussy) en concierto en la Ópera de Nancy, Micaela (Carmen) en el Grand Théâtre de Genève, Giannetta (L’Elisir d’Amore) en la Opéra National de París y en el Teatro Real de Madrid, Mimì (La bohème) en el Liceu de Barcelona, Liù (Turandot) y Mimì (La bohème) en la Opéra de Toulon, y la Contessa Almaviva (Le Nozze di Figaro) en la Opéra National de Lorraine, el Grand Théâtre de la Ville de Luxemburgo y la Oper Frankfurt.

Su primera grabación dedicada a las melodías de Robert Dussaut & Hélène Covatti, con Iñaki Encina Oyón al piano, publicada en 2020 por Audax Records, recibió el aplauso unánime de la crítica internacional y obtuvo el “Preis der deutschen Schallplattenkritik”. Además, Le Monde la seleccionó como una de las grabaciones más valiosas de la temporada. Tiene otros dos discos de canciones en el sello Audax Records (integral de canciones de Albéniz, y dúos de compositoras y compositores franceses junto a la mezzosoprano Marina Viotti). Próximamente, saldrá al mercado su nuevo trabajo discográfico con arias de Mozart y contemporáneos, junto al Ensemble Diderot, dirigido por Iñaki Encina Oyón, en el sello Audax Records.

La vida breve

El Teatro Real presentará, entre el 13 y el 22 de febrero, 6 funciones de una nueva producción que une dos óperas cortas españolas: La vida breve, de Manuel de Falla (1876-1946), en la primera parte, y el estreno mundial de Tejas verdes, de Jesús Torres (1965), en la segunda.

La vida breve, que Manuel de Falla no pudo estrenar en el Teatro Real como era su deseo, fue la obra elegida para su reinauguración, en 1997, junto con el ballet El sombrero de tres picos. La obra vuelve ahora al Real, 28 años después, con la puesta en escena profunda, poética y descarnada de Rafael R. Villalobos, que rehúye el costumbrismo y se acerca al complejo universo de las mujeres lorquianas que el drama de Carlos Fernández Shaw -autor del libreto- anticipó, ya que la ópera se estrenó en 1913, mucho antes de que nacieran Bernarda Alba, Yerma o Mariana Pineda.

La lucha de clases que late, como en la fragua, a lo largo de toda la ópera -Malhaya quien nace yunque en vez de nacer martillo– impide a la protagonista, Salud, vivir su gran amor, cautiva de un estrato social del que jamás se podrá liberar, como el pajarito moribundo en su jaula o las rejas desde las que ve, con la mirada y el alma entrecortadas, la boda de su amor, Paco, con una mujer del mismo rango.

Del cautiverio de la primera parte, con muros que evocan las calles de Granada -escenografía de Emanuele Sinisi a partir las obras Insomnios y Leche y Sangre, de Soledad Sevilla- se pasa a la cárcel de la segunda ópera, Tejas verdes, cuyo nombre designa un campo de prisioneros creado en 1973 en Chile, tras el golpe de estado del general Pinochet, destinado a la detención, tortura y desaparición de presos políticos.

Partiendo del libro de Fermín Cabal (1948-2023) -un collage de relatos de mujeres que sobrevivieron a las experiencias traumáticas en el centro de detención Tejas Verdes- el compositor Jesús Torres, con la ayuda del escritor como libretista, trasciende el lugar y el tiempo de la obra, concentrándose en la universalidad del drama de los perseguidos y asesinados por razones políticas.

La ópera, escrita para seis solistas femeninas -tres sopranos y tres mezzosopranos- y dos coros -de mujeres y de hombres- narra, en líneas temporales que se cruzan y superponen, las vicisitudes de la “desaparecida” Colorina, joven con nombre de pájaro a la que recluyeron y torturaron en Tejas Verdes únicamente por la relación amorosa que mantenía con un insurgente revolucionario.

La protagonista, entre la realidad y la ensoñación, comparte los recuerdos, miedos, anhelos y angustias que vivió en Tejas Verdes, interactuando con otras mujeres llenas de zonas grises y contradicciones, victimas todas ellas, de una dictadura que legitima la tortura, el asesinato, la calumnia, el terror y la impunidad.

Un coro femenino, que actúa como un desdoblamiento de los pensamientos de la protagonista, alivia la dureza de los relatos, que se expanden a través de la bella y lacerante poesía carcelaria de Miguel Hernández, cuyos versos ahondan la carga emocional del drama. Como contrapunto, un potentísimo coro de hombres encarna las fuerzas del orden y de la represión, ya sean militares, policías, juristas o funcionarios adscritos a los perversos mecanismos de control del régimen.

La orquesta tiene un papel preponderante en la trama, llegando a donde no alcanzan las palabras, o reforzándolas cuando a la voz le falta aliento. Para ello Jesús Torres ha añadido a la plantilla sinfónica estándar un piano, una celesta, un acordeón, un saxofón y una amplísima sección percusión -que incluye, además de cuatro sets y timbales, también una campana japonesa, platos chinos, planchas metálicas, cencerro, bloques de metal suspendidos, cadenas o un Steel Drum- que deberán tocar siete músicos.

Esta paleta orquestal permite una riquísima riqueza tímbrica y armónica, a la que se unen algunos efectos dramatúrgicos como la compleja textura heterofónica con voces grabadas que se emiten por 24 altavoces, en la escena del cementerio, o la grabación de las campanas que se funden con la orquesta en la primera escena.

La música de Jesús Torres, libre de etiquetas y al margen de clasificaciones limitadoras, nace de las necesidades dramatúrgicas de la trama y acompaña la prosodia del castellano con un lenguaje mayoritariamente tonal, alejado de las corrientes estructuralistas y experimentales. En sus páginas afloran elementos de la polifonía ibérica, de la tradición europea finisecular e, incluso, aromas hispánicos que le unen a Manuel de Falla.

Así, también musicalmente, gana sentido la dramaturgia concebida por Rafael R. Villalobos al presentar ambas óperas en un díptico que incide en las relaciones semióticas representadas en la jaula, las rejas, o la cárcel, alrededor del concepto de libertad y de su privación, y donde los personajes de una y otra fábula se entremezclan creando un hipertexto.

Las dos óperas están unidas por sus protagonistas, cuyo amor les conduce a la muerte: Salud, la ingenua gitana de La vida breve, se enamora de un hombre de diferente clase social que la traiciona y es víctima de una sociedad inclemente; Colorina, la joven desaparecida de Tejas verdes, ama a un militante revolucionario terminando devorada por la dictadura.

Los personajes transitan de una a otra ópera, destacando en La vida breve la soprano Adriana González (Salud), el tenor Eduardo Aladrén (Paco), la mezzosoprano Ana Ibarra (La abuela), el bajo Rubén Amoretti (El tío Sarvaor) y la cantaora María Marín; y en Tejas verdes las sopranos Natalia Labourdette (Colorina) y Alicia Amo (Delatora), y la mezzosoprano Ana Ibarra (Doctora) -única solista que canta en ambas óperas-, secundadas por la soprano Maria Miró (Hermana) y las mezzosopranos Sandra Ferrández (Madre) y Laura Vila (enterradora).

La producción cuenta con coreografía de Estévez / Paños y Compañía y la participación de los bailarines José Alarcón, Adrián Gómez, Sara Jiménez, Pol Martínez, Jorge Morera y Yoel Vargas.

La dirección musical de ambas óperas, con distintos lenguajes musicales y expresivos, será de Jordi Francés, que tiene en su haber varios estrenos mundiales de óperas españolas. Estará al frente de la Orquesta y del Coro Titular del Teatro Real preparado por su director, José Luis Basso.

AGENDA | ACTIVIDADES CULTURALES

9 de febrero a las 11.00 y a las 13.00 horas REAL TEATRO DE RETIRO, Sala Pacífico

TALLER MUSICAL EN FAMILIA: ¡Todos al Real Teatro!

Encuentro lúdico y participativo dirigido por Fernando Palacios.

Esta sesión se titula Ritmos y sonidos del sur y explora el universo sonoro de la ópera La vida breve, de Manuel de Falla. Entre cantes flamencos, nos perdemos por el barrio del Albaicín de Granada.

Participan los bailarines Marta Gálvez y Juan Carlos Avecilla 

11 de febrero, a las 19.00 horas | MUSEO NACIONAL CENTRO DE ARTE REINA SOFÍA*

*Se emitirá también en la Sala de Actividades Culturales del Teatro Real por streaming.

ENFOQUESLa vida breve y Tejas verdes

Participan: Manuel Segade (director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía) Jesús Torres (compositor), Jordi Francés (director musical), Rafael R. Villalobos (director de escena y figurinista) y Joan Matabosch (director artístico del Teatro Real).

13 de febrero a las 17.00 horas, mayores de 14 años | MUSEO DE ARTES DECORATIVAS

22 de febrero, a las 10.45 horas, de 9 a 14 años

22 de febrero a las 12.30 horas, de 5 a 9 años

TALLER DE MANUALIDADES: Un jardín empapelado

La escenografía de Rafael R. Villalobos en Tejas verdes sirve de inspiración al Museo para realizar tres talleres de creación de flores de papel destinados a todas las edades. Tras una visita a la colección para descubrir las flores de porcelana, concha, tela o papel que se esconden en lámparas, relicarios, escaparates devocionales…

Los participantes aprenderán a hacer sus propios ramos con papel.
Actividad gratuita previa reserva en este enlace hasta completar aforo

16 de febrero, 1 y 8 de marzo, a las 11.00 horas | REAL JARDÍN BOTÁNICO – CSIC

23 de febrero a las 12.30 horas

TALLER: La ciencia y el arte de los pétalos

La obra de Soledad Sevilla, asesora plástica en Tejas verdes, sirve de excusa para conocer desde un punto de vista científico las flores, y más concretamente los pétalos. Su disposición, color, forma, textura y tamaño serán el punto de partida para que los participantes de este taller terminen dando rienda suelta a su creatividad con una técnica de estampación natural.

8 de marzo a las 19.30 horas | FUNDACIÓN SGAE, Sala Berlanga

CICLO MUSICAL: A propósito de Tejas verdes

La Fundación organiza un concierto que acogerá el estreno absoluto de Oda, una pieza de Jesús Torres, compositor de Tejas verdes, inspirada en el poema de Vicente Aleixandre Oda a los niños de Madrid muertos por la metralla (1937).

La actuación correrá a cargo de PluralEnsemble y el tenor Pablo García-López, dirigidos por Fabián Panisello, quienes también interpretarán Pentesilea, de Jesús Torres y otras obras de autores contemporáneos como César Camarero, Alicia Díaz de la Fuente, Luis de Pablo y el propio Panisello.

2 de marzo, a las 12.00 horas | TEATRO REAL, Sala Principal

LOS DOMINGOS DE CÁMARA: concierto con solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real con un programa en torno a las óperas Eugene OneguinLa vida breve y Tejas verdes.

Fecha por determinar | INSTITUTO DE CULTURA GITANA

CONFERENCIA: El espíritu gitano de Falla

Con motivo de la puesta en escena de La vida breve, de Falla, el director del Instituto, Diego Fernández, realizará una conferencia sobre la gran influencia de la cultura gitana en la obra del compositor gaditano. El acto, que se enmarca dentro de las actividades que se realizan con motivo del 600º aniversario de la llegada en 1425 de los gitanos a España, descubrirá la esencia romaní que rezuma el trabajo de Falla.

Natalia-Labourdette

La soprano madrileña Natalia Labourdette será Colorina, la protagonista del estreno absoluto de la nueva creación de ópera Tejas Verdes. En un programa compartido con la Vida Breve, estas dos óperas con heroínas trágicas del siglo XX, podrán verse en el Teatro Real del 13 al 22 de febrero.

Desde su debut en el Teatro Real como Tebaldo en Don Carlo en septiembre de 2019, Natalia ha tenido el privilegio de participar en diversas producciones, como Peter Grimes, La Cenerentola y  Orphée. “Protagonizar ahora Tejas Verdes en la Sala Principal del Teatro Real representa para mí no solo la oportunidad de interpretar un rol protagónico, sino también el reconocimiento y el fruto de años de esfuerzo, además del gran desafío que implica abordar la música de nueva creación” afirma Labourdette.

Tejas verdes es una ópera con música de Jesús Torres y libreto de Fermín Cabal, basado en su obra homónima, con poemas intercalados procedentes del Cancionero y romancero de ausencias de Miguel Hernández. Comparte cartel con La Vida Breve, un drama lírico en dos actos con música de Manuel de Falla y libreto de Carlos Fernández Shaw.

Para Natalia Labourdette, “cuando se recibe una propuesta para un rol en una ópera escrita hace más de 100 años, generalmente uno sabe qué lenguaje compositivo enfrentará. Sin embargo, las obras de nueva creación son diferentes. A mí me fascina ese desafío: comprender esta música viva, dialogar directamente con su compositor o compositora, y, aunque las complejidades técnica, rítmica y musical son enormes, el esfuerzo vale la pena.”

La dirección musical corre a cargo de Jordi Francés, al frente de la Orquesta y Coros titulares del Teatro Real. Rafael R. Villalobos está al frente de la dirección de escena y ligará la partitura de Jesús Torres y la obra de Manuel de Falla a través de la escenografía y sus personajes.

Colorina, la protagonista de Tejas verdes, comparte con la Salud de La vida breve una muerte temprana en trágicas circunstancias: su título hace referencia al centro de detención Tejas Verdes erigido en San Antonio (Chile) tras el golpe de estado de Pinochet. La ópera de Jesús Torres es una aproximación al tema universal de la tiranía y la represión, al margen de cualquier época y lugar.

Además de en la preparación de estas funciones, en los últimos meses Labourdette ha estado inmersa en desafiantes proyectos, entre otros, su reciente debut en la Opernhaus Wuppertal y en Gelsenkirchen con la ópera Hänsel y Gretel – en el rol protagonista de Gretel.

Natalia Labourdette

La soprano madrileña Natalia Labourdette es uno de los talentos al alza del panorama operístico actual. Desde su debut en 2016 Natalia ha cantado, entre otros, en teatros como el Teatro Real de Madrid, Gran Teatre del Liceu de Barcelona, Teatro dell’Opera di Roma, Festival Castell de Peralada, Teatro de la Maestranza de Sevilla, Ópera de Tenerife, Deutsche Oper Berlin, Theater Dortmund, Aalto Musiktheater Essen, Dante Alighieri di Ravenna, Comunale di Ferrara and Municipale di Piacenza, bajo la batuta de Jordi Savall, Ivor Bolton, Riccardo Frizza, Corrado Rovaris, Michele Mariotti, Iván López-Reynoso, Nicola Luisotti, Elda Laro, Pedro Halffter, Donato Renzetti, Miquel Ortega y Jordi Francés; y ha obedecido directrices escénicas de Deborah Warner, Emilio Sagi, Calixto Bieito, Barbara Lluch, Stefan Herheim, David McVicar, Leo Nucci, Marco Gandini, Michal Znaniecki, Frank Hilbrich, y Rafael R. Villalobos.

Invitada a diversos festivales de Lied, en 2022 lanzó ‘Petite MORT’, su primer proyecto discográfico en este género junto a la pianista Victoria Guerrero. También ha cantado repertorio puramente sinfónico con diversas orquestas (Orquesta de RTVE, ROSSevilla, Orquesta Ciudad de Granada, Real Filharmonia de Galicia, etc).

Cautivada por el mundo de los musicales modernos y el pop, a los dieciocho años entró en el Conservatorio, en la especialidad de canto, donde descubrió la riqueza histórica, lingüística y estilística de la ópera. El siguiente paso fue estudiar canto en la Universidad de las Artes de Berlín y, desde entonces, su introducción al mundo profesional ha sido natural.

Fotografía Natalia Labourdette: Irene Garmtz

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Granada
La vida breve y La TempranicaLa Tempranica
Música: Gerónimo Giménez
Diálogos: ALberto Cronejo
Cantados: Julián Romea
Adaptación musical: Miguel Ortega
D. musical: Miguel Ángel Gómez Martínez
D. escena: Giancarlo del Monaco
Escenografía: William Orlandi
Vestuario: Jesús Ruiz
Iluminación: Vinivio Cheli
Iluminación: Vinivio Cheli
D. coro: Antonio Faur
Ana Ibarra, Javier Franco, Ruth González, Gustavo Peña, Gerardo Bullón, Miguel Sola, Ricardo Muñiz, Andrés Merino, María Luisa Corbacho, Jesús Méndez, Alicia MArtínez, Felipe Nieto, Thais Martín de la Guerra, Jesús Castejón, Carlos Hipólito y Juan Matute
Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid

La vida breve
Música: Manuel de Falla
Libreto: Carlos Fernández Shaw
D. musical: Miguel Ángel Gómez Martínez
D. escena y escenografía: Giancarlo del Monaco
Iluminación: Vinivio Cheli
Iluminación: Vinivio Cheli
Versión del texto: Alberto Cornejo
Ainhoa Arteta, Jorge de León, María Luisa Corbacho, Rubén Amoretti, Anna Gomá, Gerardo Bullón, Jesús Méndez, Gustavo Peña, Rafael Aguirre, Milagros Poblador, PAula Alonso, PAtricia Illera, Francisco Díaz

Granada es un espectáculo que surge de la unión de dos obras, la vida breve, de Manuel de Falla y La Tempranica, de Gerónimo Giménez. Dos obras que comparten como escenario la ciudad de Granada y los dramas amorosos de sus protagonistas. Dos maestros que se admiraban y que no se conocieron. Pero la magia del teatro y de Alberto Cornejo han reunido a los dos compositores en el escenario, representados por Jesús Castejón y Carlos Hipólito.

El covid, que todo lo ocupa, ha sido el responsable de que el Teatro de la Zarzuela haya tenido que separar las dos obras que componen Granada, La vida breve y La Tempranica, y ofrecerlas en días alternos para evitar los intermedios y acortar los tiempos de permanencia en el teatro.

Esto ha supuesto además un escfuerzo de adaptación. La vida breve requiere una orquesta de 96 profesores. Algo imposible en el pequeño foso del Teatro de la Zarzuela en estos momentos, pues no se podrían mantener las distancias entre músicos. En el mes de junio empezó a buscarse solución a la situación que se planteaba. Se habló para ello con la presidenta de la Fundación Falla, Elena García de Paredes, que mostró sus dudas ante la posibilidad de representar la obra con apenas 24 profesores. Accedió con tres condiciones, que se hiciera como estaba originalmente escrita, que la adaptación la hiciera el maestro Gómez Martínez y que solo se podía estrenar en este teatro y bajo estas circunstancias.

El maestro Gómez Martínez se puso manos a la obra. Reescribió toda la partitura, a mano, en tiempo record. Se han respetado las plantillas que el propio Falla utilizaba para sus representaciones en lugares reducidos. Y el resultado final es magnífico, teniendo en cuenta la drástica reducción de efectivos, la música de Falla apenas pierde espectacularidad y la orquesta, aunque reducida, sabe extraer, de la mano de Gómez Martínez, toda la musicalidad de la partitura original.

Cuando Daniel Bianco se puso en contacto con Giancarlo Del Monaco, éste no conocía La Tempranica. Se encontró, además, con que no existían grabaciones de esta obra. Lo que explica una cierta desconexión de La Tempranica con su escenografía. No ocurre así con La vida breve, a la que el color granada le sienta muy bien. Tanto como la iluminación de Vinicio Cheli. Ambas escenografías comparten sencillez de elementos, apenas unos paneles que se mueven, pero son, como casi todo en Del Monaco, elegantes y sugerentes. Unas escenografías centradas en los aspectos psicológicos de las dos protagonistas, en su sufrimiento y desengaños amorosos. Pero es La vida breve la que sale mejor parada en el reparto estilístico de Del Monaco.

El espectacular elenco de voces de La vida breve no defrauda. Ainhoa Arteta está en un buen momento de forma, tanto en lo vocal como en la parte interpretativa. Resolvió con oficio y soltura la tesitura alta en la que se desarrolla el personaje de Salud. Mantiene su hermoso timbre y una presencia escénica que cautivó a un público que la ovacionó largamente.

A Jorge de León le tocó el ingrato, por breve, papel de Paco. Apenas interviene en la obra, pero compuso un personaje perfectamente despreciable, como debe ser, y dejó algunos apuntes de la calidad de su voz.

María Luisa Corbacho lució un volumen de voz que permitía escucharla desde el fondo del escenario como si estuviera en la corbata. Con una zona central poderosa y una dramatización en el fraseo que salvó su quietud en escena.

Más expresivo sobre el escenario estuvo Rubén Amoretti. Siempre es una garantia en cualquier papel y circunstancia y se lució en ambos papeles, tanto en el Don Luis de La Teampranica como en el más dramático de el tío Salvador, de La vida breve.

La primera consecuencia de tener que separar las dos representaciones es la falta de continuidad del espectáculo. Eso, unido al hecho de haber eliminado muchos de los textos y pasajes más costumbristas de La Tempranica, han conseguido que esta pieza en soledad haya quedado un poco desamparada. Supongo que esta reducción también se debe a su adaptación al momento, pero me temo que la han mutilado demasiado. Se notaba incluso en los intérpretes. Aunque hay que alabar el buen oficio, no solo de los cantantes Ana Ibarra, Javier Franco, Ruth González, Gustavo Peña, Gerardo Bullón o Miguel Solá, entre otros, sino de los actores Jesús Castejón, Carlos Hipólito y Juan Matute, que sirvieron de hilo conductor a través de los diálogos de Alberto Cornejo.

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real

Ópera Nacional de Taiwán

El pasado mes de septiembre, con motivo del estreno en Taiwán de la doble producción del ballet “El amor brujo” y la ópera “La vida breve” de Manuel de Falla, la ópera Nacional de Taiwán presentó un original sistema de live streaming en resolución 4K, que ofrece cuatro veces más píxeles que el formato HD. Se trata de un innovador sistema audiovisual con varias cámaras simultáneas en formato 4K, conocido también como Ultra-HD. 

Con el objetivo de mostrar en detalle el exhaustivo trabajo de vestuario inspirado en la cultura andaluza, y confeccionado enteramente en Taiwán para el estreno en Asia y Asia-Pacífico del doble título “El amor brujo” y “La vida breve”, la empresa Rexcel Group LLC diseñó un innovador formato de live streaming, que combina dos canales e incorpora nuevas formas de visionado para el espectador.

 

Ren Egawa, CEO de la empresa Rexcel Group LLC y reconocido ingeniero con más de treinta años de experiencia en el sector audiovisual: “el uso de un canal con cuatro cámaras de vídeo en HD permite mostrar de forma simultánea varios ángulos del escenario, en perfecta sincronización. Este tipo de live streaming ofrece al espectador la posibilidad de seleccionar qué planos le interesa visualizar, en lugar de que sea el realizador de la transmisión quien seleccione por él. Se trata de una experiencia pionera en el ámbito del streaming de ópera y música clásica, ya que no la había hecho hasta ahora ningún teatro en el mundo” 

La retransmisión en 4K de “El amor brujo” y “La vida breve” de Falla la National Taiwan Symphony Orchestra dirigida por Manuel Busto, en una producción firmada por Dau-Hsiong TSENG, desde la Ópera Nacional de Taiwán (National Taichung Theater) está disponible en el siguiente enlace:

Granada

El Teatro de la Zarzuela vivirá el próximo jueves 1 de octubre una noche que no es exagerado considerar histórica. Después de ocho meses sin subir el telón, obligado por los desastrosos estragos de una pandemia infinita, este escenario único volverá a ser el centro mundial del género que le da nombre y que contiene muchas de las más brillantes páginas de nuestro patrimonio lírico. Y para un momento tan sumamente especial, el espectáculo programado y quienes lo levantarán cada día, no podía ser menos.

‘Granada’ es el título genérico escogido para reunir dos composiciones cruciales en la obra de sus autores. Granada es ‘La Tempranica’ de Gerónimo Giménez, y Granada es asimismo ‘La vida breve de Manuel de Falla de la que aquella es referente musical y escénico directo. Históricas serán las 14 funciones (7 por título), también por la prolongada ausencia de estas tablas: El tren de ‘La Tempranica’ no para en esta estación desde hace la friolera de 36 años. ‘La vida breve’, ocho.

Y aunque, debido una vez más a las restricciones de la crisis el montaje se verá de forma diferente a como en un principio fue concebido (ambas obras escenificadas en una misma función), la apuesta preserva la fuerza escénica y musical de la idea originaria. No en vano, son pesos pesados de la música y el teatro quienes se enfrentan a la genialidad de estos dos compositores andaluces: Por un lado será el Maestro Miguel Ángel Gómez-Martínez quien asuma la dirección musical desde el podio del foso (un granadino dirigiendo ‘Granada’), que estará al frente de la Orquesta Titular del Teatro de la Zarzuela -Orquesta de la Comuni­dad de Madrid-, del Coro Titular del Teatro de La Zarzuela y de unos extraordinarios repartos.

Y por otro lado, el director de escena veneciano Giancarlo del Mónaco se hará cargo, como en él es norma, de sacar los sentimientos recónditos, las emociones escondidas, las pasiones inesperadas; exprimirá el alma herida de los personajes, de los intérpretes, del público en busca de verdades en ocasiones desconocidas y no felices, que a ninguno nos son ajenas.

Una trilogía española

Con esta producción de ‘Granada’ Del Monaco concluye en el Teatro de la Zarzuela lo que él mismo considera como una trilogía española que incluye ‘Las golondrinas’ -con las que se abrió la temporada 2016/2017 de este coliseo-, y ‘La Tempranica’ y ‘La vida breve’ (esta última la estrenó en 2010 en el Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia, a quien pertenece la producción). Centrándonos en estas dos últimas, la primera reflexión del director italiano gira en torno a cuál es el nexo que une las obras de Giménez y de Falla, y llega “irremediablemente” a la conclusión de que “ambas están ligadas por una atmósfera, una dramaturgia, una composición teatral de la psicología de la mujer abandonada”.

Gómez-Martínez, por su parte, se sumerge en las emociones de los dos compositores y las ejecuta con suma fidelidad para que sean ellos a través de dos mujeres gitanas y granadinas -María y Salud- quienes conmuevan al público.

En el escenario se sufre, y mucho. Y también se goza. Eso sin duda. Y hay artistas a los que estas ocasiones dicotómicas los hace crecer, elevarse, transformarse en lo que la emoción exija en cada momento. Por extrema que esta sea. De esa naturaleza son los intérpretes que estos días, en estas funciones, recalan en la plazuela de Jovellanos. De una integridad escénica conmovedora, de un dramatismo contagioso y un talento musical diferente. Nancy Fabiola Herrera y Ainhoa Arteta serán respectivamente María en ‘La Tempranica’ y Salud en ‘La vida breve’, igual que Ana Ibarra y Virginia Tola. Jorge de León será ese Paco contradictorio de la obra de Falla, y le acompañará en el papel Francesco Pio Galasso. Rubén Amoretti hará de Don Luis en una, que alternará con Javier Franco, y de Tío Sarvaó en la otra. Y Ruth González será Grabrié en la de Giménez, y Maria Luisa Corbacho también hará doblete encarnando a Salú en una y a la abuela en la otra. Y no paramos de contar. También harán de estos montajes una experiencia por momentos épica y siempre conmovedora, voces y actitudes como las de Gustavo Peña, Gerardo Bullón, Ricardo Muñiz, Miguel Sola, Anna Gomà, Andrés Merino y Jesús Méndez.

Y en ‘La Tempranica’, el guiño viene a ser pefecto. El Premio Nacional de Literatura Dramática de 2019, Alberto Conejero, ha ideado un sueño. Una fantasía que se hace realidad en el prodigioso encuentro sobre el escenario de los propios Gerónimo Giménez, que interpretará Jesús Castejón, y Manuel de Falla, a quien dará vida Carlos Hipólito. Y los compositores tendrán una réplica en Julián Romea, autor del librero original de ‘La Tempranica’, a que encarnará el también actor Juan Matute.

La musicóloga Dácil González Mesa señala en sus notas al programa que “ciertamente las dos obras que aquí nos ocupan constituyen géneros distintos dentro de la música escénica, pero la deuda de Falla con ‘La Tempranica’ de Giménez es evidente. Buena muestra de ello es que una y otra tienen en común, además de su temática -ambientada en la Granada gitana-, tipos de personajes, formas y recursos musicales”.

Streaming en directo

Como viene siendo habitual en el Teatro de la Zarzuela desde hace varias temporadas, ambas producciones se emitirán en directo a través de YouTube, Facebook y la página web del coliseo: ‘La Tempranica’ el viernes 16 de octubre a las 20h00, y ‘La vida breve’ un día después, el sábado 17 a la misma hora.

Y todo con las más extremas medidas de seguridad.

Ópera Nacional de Taiwán

Los próximos días 26 y 27 de septiembre, la Taipei Opera estrenará una doble producción del ballet “El amor brujo” y la ópera “La vida breve” de Manuel de Falla. Un programa especial que rinde tributo a una de las figuras musicales más importantes del siglo XX español, en la gala de inauguración de la nueva temporada 2020/2021, y que contará con el director de orquesta sevillano Manuel Busto al frente de la legendaria National Taiwan Symphony Orchestra (NTSO).

Será la primera vez que se represente una doble producción de estos dos títulos de Falla en Asia y Asia-Pacífico, y el estreno de “La vida breve”, una ópera nunca vista en Taiwán. Un acontecimiento musical que se hará realidad, gracias al incansable empeño de Dau-Hsiong Tseng, barítono, director de orquesta y Director Artístico de la compañía de la Taipei Opera, por presentar esta ópera de Falla al público de Taiwán. Tseng, que también firma la dirección escénica, fundó la Taipei Opera en 1971 con el fin de acercar la ópera occidental a la sociedad taiwanesa, y desde entonces ha estrenado más de cincuenta títulos, labor por la que en 2011 recibió la prestigiosa Medalla Nacional de las Artes y la Cultura. Experto en la vida y obra del conocido compositor andaluz, de quien escribió un libro monográfico en mandarín, Dau-Hsiong Tseng cumple así la promesa que hizo ante la tumba de Manuel de Falla durante su estancia en España en 1969 para disfrutar de una beca en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid.

Con “La vida breve”, Manuel de Falla pretendía componer una ópera “española”, y Dau-Hsiong Tseng quiere ser lo más fiel posible al deseo del compositor en esta producción diseñada enteramente en Taiwán, pero totalmente respetuosa con la cultura española; para ello, ha querido contar con el joven director y compositor andaluz Manuel Busto, reconocido especialista en la obra de Falla y gran conocedor del flamenco. Además, el escenógrafo y el diseñador de vestuario pasaron un mes en Andalucía para conocer de primera mano sus costumbres y poder plasmarlas en esta producción, que cuenta con la colaboración de la Fundación Archivo Manuel de Falla.

Esta ambiciosa producción, con la que la Taipei Opera quiere mostrar el triunfo de la sociedad taiwanesa en su lucha por combatir la COVID-19, será transmitida internacionalmente a través de un innovador Live Streaming 4K desarrollado por Rexcel Group LLC.

Enlaces a los dos canales 4K a través de los cuales se podrá seguir el Live Streaming:

https://youtu.be/_Ijve2_GBy4

https://youtu.be/kxGjNI15X4M

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