La clemenza de Tito en el Teatro Real de Madrid

«Apartemos de nuestra vida todo lo que no sea amor…”, cantan a dúo Annio y Servilia en uno de los momentos de mayor romanticismo de esta ópera. Y muy enamorado hay que estar para adentrarse con éxito en el hielo escenográfico que proponen Ursel y Karl-Eenst-Rousset en su propuesta de la última ópera compuesta por Mozart escrita para los fastos de coronación de Leopoldo II como Rey de Bohemia.

El tiempo pasa para esta producción que resultó un éxito en su estreno, allá por 1982. Ya había envejecido cuando se llegó a este mismo teatro en 2012, y ahora ha envejecido aún más. Sigue pareciendo la sala de espera de un geriátrico de la antigua Unión Soviética, como contamos en 2012.

Una caja escénica de un blanco radiantemente iluminado que no permitía a los espectadores de patio de butacas leer los subtítulos, terminó aburriendo y enfriando, no solo al público, también a unos cantantes a los que les costaba seguir el ritmo de la obra. En parte por el contagio del ártico escenario, y en parte por los eternos silencios para realizar mínimos cambios escénicos en los que Roma, una de las protagonistas del libreto, apenas se insinúa con la aparición de alguna columna. No es mala la intención de los directores de escena al querer resaltar los aspectos más psicológicos de los personajes potenciando la ausencia de elementos en el escenario, pero no era necesario llegar a tanto.

Los recitativos se convierten en rutinarios cuando no existe nada en lo que apoyarse, ni visual ni escénicamente. Menos mal que Mozart acudía permanentemente al rescate de todos, público y cantantes, quedando inmediatamente confortados por la música del genio.

La dirección musical de Christophe Rousset, buen conocedor de este repertorio y experto clavecinista, fue haciéndose lenta tras una buena obertura. Los recitativos, acompañados por el propio Rousset al fortepiano, resultaban pobres, si tenemos en cuenta su virtuosismo, y se hacían eternos. Sobre todo en una segunda parte algo tediosa.

Sin duda el conjunto vocal de esta producción mejora el de 2012. Bernard Richter es un tenor lírico con un buen volumen de voz y la agilidad suficiente para construir un Tito resuelto. Sus medios y agudos son potentes y brillantes. Más dificultades tuvo con los graves y con el tempi de los recitativos.

La canaria Yolanda Auyanet estuvo espléndida en su papel de Vitellia. Una voz que está madurando con gran calidad. Limpia y sin artificios. Buen fraseo que recorría con agilidad su particella. Pero brilló aún más en la parte interpretativa. Puso la chispa y la intención en el desangelado escenario.

También brilló la pamplonesa Maite Beaumont como Sesto. Se esforzó sobremanera para que se escuchara su voz. Mejor en boca de escenario.

Anna Palimina, nacida en Moldavia, se desenvolvió muy bien en el papel de Servilia. La pena fue el vestuario que le pusieron, sobre todo los zapatos.

Otra sorpresa agradable de la noche fue la mezzosoprano canadiense Sophie Harmsen como Annio. Voz ligera y de hermoso timbre. Sus agudos bien podrían hacerle pasar por soprano.

El barítono italiano Guido Loconsolo tiene una buena presencia escénica, pero su Publio se sentía muy incómodo fuera de los registros más graves. Como al resto, los lentos y aburridos recitativos fueron más un problema que un desahogo.

El Coro Titular del Teatro Real como siempre, magnífico. Se esperaba su participación como agua de mayo para romper la rutina escenográfica.

Una reposición que ha servido para rendir homenaje al recordado Gerar Mortier, quien encargó esta producción. Fuera de esta conmemoración, esta Clemenza no da para mucho más.

LA CLEMENZA DE TITO
Wolfgang Amadeus Mozart
Ópera seria en dos actos
Libreto de Pietro Metastasio, adaptado por Caterino Mazzolà
Estrenada en el Teatro Nacional de Praga el 6 de septiembre de 1791
Estrenada en el Teatro Real el 12 de marzo de 1999
D. musical: Christophe Rousset
D. escena: Ursel y Karl-Ernst Herrmann
Escenógrafo, figurinista e iluminador: Karl-Ernst Herrmann
D. coro: Andrés Máspero
Reparto: Bernard Richter, Yolanda Auyanet, Maite Beaumont, Anna Palimina, Sophie Harmsen, Guido Loconsolo
Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real
Vídeos: Teatro Real

La clemenza de Tito

El Teatro Real estrenará el próximo sábado, 19 de noviembre, la ópera La clemenza di Tito, último título de Wolfgang Amadeus Mozart, que regresa al Teatro Real con la mítica producción creada y dirigida por el matrimonio Ursel y Karl-Ernst Herrmann, procedente del Festival de Salzburgo y precedida por el éxito que la acompañó en su presentación en el Real en 2012 programada por Gerard Mortier.

En esta ocasión, La clemenza di Tito contará con la dirección musical del reputado director Christophe Rousset, gran experto en este repertorio, que se colocará frente a un doble reparto y el Coro y la Orquesta Titulares del Teatro Real.

En la interpretación de los papeles principales se alternarán los tenores Jeremy Ovenden y Bernard Richter (Tito), las sopranos Karina Gauvin y Yolanda Auyanet (Vitellia), las mezzosopranos Monica Bacelli y Maite Beaumont (Sesto) y las sopranos Sylvia Schwartz y Anna Palimina (Servilia).

La clemenza di Tito fue escrita con motivo de la coronación de Leopoldo II como rey de Bohemia y se estrenó el 6 de septiembre de 1791, en el Teatro Nacional de Praga, horas después de la ceremonia. Fue la última creación del compositor de Salzsburgo, pero no en ser estrenada, pues unos días después, el 30 de septiembre, vería la luz La flauta mágica.

La ópera cuenta la historia del emperador Tito, al que retrata como hombre recto y justo, pero también clemente, capaz de perdonar a su amigo íntimo, Sesto, y a su prometida, Vitellia, que habían intentado asesinarle. Basada en la obra original de Pietro Metastasio, adaptada por Caterino Mazzolà, seis personajes se enfrentan a una partitura tan hermosa como difícil, en la que la voz es un instrumento más, y donde cada uno ofrece al espectador sus más íntimos sentimientos, como en una tragedia griega.

Ursel y Karl-Ernst Herrmann conciben un espacio escénico desnudo, blanco y luminoso que consigue realzar el conflicto de pasiones que teje el argumento. La acción interior se concentra en un lugar único, “frío y casi abstracto”, en el que los sentimientos contradictorios del drama, con su mensaje atemporal, resultan aún más desgarradores. La acción exterior abre las puertas sobre una imaginada Roma imperial.

Mortier amaba de forma especial esta ópera y sentía gran predilección por la puesta en escena de los Herrmann, a quienes se la había encargado cuando dirigía el Teatro de La Monnaie en Bruselas y que supuso el inicio del tándem como codirectores de escena, diseñadores de escena y vestuario. De La clemenza afirmaba: “es el ejemplo de una inspirada narración moderna del siglo XVIII sobre la grandeza de la clemencia por parte de los gobernantes. Una grandeza que se refleja en el espacio blanco de la escena en el que los personajes son desmenuzados hasta el más pequeño detalle“.

Así, con la reposición de esta producción, el Teatro Real quiere rendir homenaje al que fue su director artístico.

Más información.

Joel Prieto

Joel Prieto, nacido en Madrid y criado en Puerto Rico, continúa imparable con su carrera internacional, muy centrado en la obra de su compositor predilecto, Wolfgang Amadeus Mozart. Después de ser Tamino (Die Zauberflöte) en Madrid y Ferrando (Così fan tutte) en el Festival de Aix-en-Provence (Francia), el Mostly Mozart de Nueva York, en los Proms de Londres y en el Festival de Edimburgo (Escocia), este afamado cantante formado entre Puerto Rico y Estados Unidos ha realizado una pausa en su agenda mozartiana para encarnar a Bénédicte de la ópera de Berlioz Béatrice et Bénédicte en el Théâtre du Capitole de Toulouse (Francia) durante septiembre y octubre.

En diciembre debutará en el Teatr Wielki, el Gran Teatro de Varsovia (Polonia), para volver a meterse en la piel del Príncipe Tamino de Die Zauberflote, y lo hará en la misma producción en la que triunfara en el Teatro Real de Madrid el pasado mes de enero, firmada por Suzanne Andrade y Barrie Kosky, y en la que la obra del genio de Salzburgo se presenta como un homenaje a las películas del cine mudo (días 11, 13, 15  de diciembre).

Más tarde viajará a Tokio (Japón) para interpretar la Novena Sinfonía de Beethoven junto a la NHK Symphony Orchestra y al coro de los Tokyo Opera Singers (21, 23, 24, 25, 27), bajo la  dirección del maestro Herbert Blomstedt; este compromiso marcará su  debut en el país asiático y será la primera vez que cante la  monumental composición del maestro de Bonn.

Joel Prieto comenzará 2017 con un nuevo e importante paso en su carrera: su debut en la Ópera de Los Ángeles (Estados Unidos), siempre con Mozart, esta
vez con Belmonte de El rapto en el Serrallo.

http://joelprieto.com/

San Sebastián

La Quincena Musical de San Sebastián inicia su 77º edición, que se celebra entre el 4 y el 31 de agosto, con 16.000 entradas vendidas y siete citas con cartel de no hay billetes o a punto de llenar todas las localidades. «La Quincena 2016 empieza con buen pie: a pocos días del comienzo tenemos agotados dos de los grandes conciertos del Kursaal -¡el de clausura se vendió en menos de dos horas!- y hay otros cinco que están al borde del lleno. Además, la renovación de abonos ha sido del 100%”, ha señalado Patrick Alfaya, director artístico del festival. Según el responsable de la programación, esta edición resalta como la más coral de los últimos años. Además de las agrupaciones habituales (Orfeón Donostiarra, Andra Mari o Easo), también estarán Monteverdi, Collegium Vocale Gent, Balthassar Neumann y Orfeón Pamplonés.

El ciclo del Auditorio Kursaal arranca el 5 de agosto con “La Pasión según San Mateo”, de J.S. Bach, a cargo de sir John Eliot Gardiner, que dirigirá a English Baroque Soloist, Monteverdi Choir y la veintena de jóvenes que componen el Easo Eskolania. Las entradas para este concierto ya están agotadas. Así como las del espectáculo de clausura el 31 de agosto, un cierre histórico que reunirá por primera vez sobre el escenario a 400 músicos de la Orquesta Sinfónica de Euskadi y la de Bilbao para interpretar el “Te Deum” de Berlioz, además de los orfeones Donostiarra y pamplonés junto a la Escolanía Easo.

Otras citas que han despertado el interés del público son la ópera “Don Giovanni”, ofrecida en versión semi – escenificada con un reparto que incluye al barítono Christopher Maltman (13 de agosto); también la actuación del conjunto de Budapest Festival Orchestra y el Orfeón Donostiarra (21 de agosto); y la de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt con la agrupación de música coral Andra Mari Abesbatza (27 de agosto).

El festival más antiguo de música clásica en España es además, el más sostenible y en esta edición dedica un especial protagonismo a W. A. Mozart. Busca ampliar su público a través de iniciativas como #conversanDO. Gracias a este proyecto, la Quincena invita a ocho personas de edades comprendidas entre 18 y 30 años (en las jornadas del 13, 23, 24 y 27 de agosto), y de entre 30 y 55 años (21, 23, 24 y 31 de agosto), para que acudan por primera vez a un concierto de música clásica. Hasta el momento, cerca de 200 personas han disfrutado de su primer contacto con este género. De esta manera, la cita se ha convertido en una referencia esencial, reforzando la imagen de San Sebastián como ciudad cultural.

Davinia Rodríguez

Davinia Rodríguez continúa desarrollando su carrera profesional con grandes éxitos en el extranjero. La soprano canaria regresará a Italia este verano para inaugurar el Festival de Spoleto encarnando el personaje de la Condesa en la obra maestra de Mozart Le nozze di Figaro. «Se trata de un personaje al que le tengo mucho cariño», afirma Davinia Rodríguez, «un papel que ya interpreté en Sassari en 2012 y al que me encanta poder regresar después de un período en el que he estado muy concentrada en mi nuevo repertorio, con papeles de mucha envergadura. Siempre es saludable para la voz volver a Mozart».

La cantante española acaba de obtener un gran éxito como Amelia de Simon Boccanegra en su debut en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona junto a Plácido Domingo. «Además se trató de unas funciones muy especiales, ya que Plácido celebraba los 50 años de su debut en España y para mí fue todo un honor acompañarle».

Más adelante le espera uno de los debuts más importantes en la carrera de toda soprano: el del personaje de Lady Macbeth del Macbeth verdiano, con el que inaugurará la temporada del Theater an der Wien en Viena (Austria), siempre junto a Plácido Domingo.

Info: http://www.daviniarodriguez.com

Idomeneo, Mozart

El Palau de les Arts de Valencia ha realizado una fuerte apuesta, al poner en escena con producción propia, una ópera de Mozart como Idomeneo, re di Creta, poco conocida del público español, a pesar de su altísima calidad musical, ya que se suele representar en muy contadas ocasiones, al menos en comparación con otros famosos títulos mozartianos como: Las bodas de Fígaro, Don Giovanni , Così fan tutte o La flauta mágica. Las cinco representaciones programadas de Idomeneo, han resultado todo un éxito, por la masiva asistencia de público, que ha aplaudido con fuerza al final de las mismas.

Mozart recibió en el verano de 1780, el encargo del elector Karl Theodor de Baviera, de componer una ópera seria escrita en italiano, que finalmente llevaría el título de Idomeneo, re di Creta, para ser estrenada en el carnaval de Munich de 1781. El abate Giambattista Varesco fue el encargado de elaborar el libreto, donde se narraba el drama mitológico del rey de Creta Idomeneo, a su regreso de combatir en la Guerra de Troya. El prolijo y extenso libreto elaborado por Varesco ofrecía a Mozart un amplio campo para escribir música, pero pronto empezó a tener dudas sobre su estructura dramática, teniendo que revisarlo a fondo, en un intento de adecuar al máximo texto y música. Mozart estaba especialmente interesado en mostrar los contrastes entre las dos parejas de interpretes femeninos y masculinos: la dulce y bondadosa Ilia, en contraposición con la malvada y manipuladora Elettra, con sus estallidos de odio, celos e ira; el vacilante Idomeneo en contraposición con la sinceridad e idealismo que siempre muestra su hijo Idamante. Mozart comenzó la composición de la partitura a fines del verano de 1780 y, una vez terminados los dos primeros actos, en noviembre de ese mismo año, marchó a Munich donde concluyó el tercer y último acto, que le costó un gran esfuerzo, con continuas revisiones, hasta muy poco antes del estreno en el Teatro de la Corte de Munich el 29 de enero de 1781. Mozart eliminó en ese estreno muniqués varias arias ya compuestas para el Acto III: de Idomeneo “Torna la pace al core”, de Idamante “No, la morte”, la muy compleja de Elettra “D’Oreste, d’Aiace”y la de Arbace (consejero de Idomeneo) “Se colà en fati è scrito”. En el estreno de Munich, también se incluía una brillante música de ballet.

Mozart realizó una revisión de Idomeneo que se presentó de forma privada el 13 de marzo de 1786 en el Palacio del príncipe Johans Adam Auersperg de Viena. Los cantantes eran todos aficionados y pertenecientes a la nobleza. En esa versión de Viena, el papel de Idamante lo cantaba un tenor, mientras que en la de Munich lo había hecho un castrato. Mozart introdujo algunas modificaciones en la partitura: la escena de Idomeneo y Arbace en el comienzo del Acto II, es cambiada por otra donde intervienen Ilia e Idamante. En el Acto III, se incluye un nuevo dúo de Ilia e Idamante, que sustituye al escrito para el estreno de Munich.

Idomeneo cayó en el más profundo de los olvidos, y su recuperación se produjo en el Festival de Glyndebourne de 1951, con una serie de representaciones dirigidas por Fritz Busch, siendo su ayudante John Pritchard, quien se convierte en el gran avalista de esta ópera, que dirigirá en muchas ocasiones, fundamentalmente la Versión de Viena: puede escucharse el Idomeneo grabado en estudio, en 1956, con John Pritchard al frente de la Orquesta del Festival de Glyndebourne, e interpretada por Sena Jurinac (Ilia), Leopold Simoneau (Idamante), Richard Lewis (Idomeneo) y Lucilla Udovick (Elettra). También, con dirección de Pritchard, existe una toma en directo realizada en el Festival de Glyndebourne de 1964, con el Idamante, muy bien cantado por un joven Luciano Pavarotti, junto a Gundula Janowiz (Ilia), Richard Lewis (Idomeneo) y la soprano catalana Enriqueta Tarrés como Elettra. Ya, a partir de los años setenta del pasado siglo, se empezó a representar, fundamentalmente, la “Versión de Munich”, donde el papel de Idamante es cantado por una mezzo lírica. Esta es la versión que ha podido escucharse en Valencia, con la inclusión de la dificilísima aria de Elettra del Acto III “D’Oreste, d’Aiace”, que como ya se ha indicado fue suprimida por Mozart en el estreno de Munich.

Esta nueva producción de Idomeneo realizada por el Palau de les Arts, tiene como director escénico y escenógrafo a su actual Intendente Davide Livermore, quien realiza una propuesta escénica de fuerte componente visual, que se manifiesta desde el mismo comienzo de la ópera, cuando se está ejecutando la obertura, mostrándose al mismo tiempo, la imagen del rostro partido de una estatua, que se va convirtiendo en la cara de un Idomeneo, que envejece con gran rapidez, y en uno de cuyos ojos se adentra la cámara para mostrar a un astronauta vagando por el espacio (claramente inspirada en la famosa película 2001, una odisea del espacio de Stanley Kubrick) para, seguidamente, mostrarse otra imagen en cuyo fondo aparece una plataforma de lanzamiento espacial, y en un primer plano, la figura de Idomeneo despidiéndose de un niño ¡su hijo Idamante! Esta serie de imágenes coinciden con la ejecución de la obertura de la ópera, y ello -es una opinión personal- puede distraer al espectador de concentrarse en la audición de la brillante música que se está interpretando.

Esa fuerte componente visual se mantiene durante toda la representación, con proyecciones, un tanto reiterativas, de un mar en calma, o embravecido con grandes olas que rompen contra acantilados y llegan a una playa, que tiene su continuación en el propio escenario, con una lámina agua presente durante toda la representación. La escenografía se completa con plataformas metálicas que se transforman en pasarelas donde deambulan personajes como Elettra, o esos modernos atriles utilizados por Idamante e Idomeneo para dirigirse a sus súbditos.

La estética de 2001, una odisea del espacio, vuelve a estar presente en la parte final de la ópera: en primer lugar, cuando se escucha la voz del Oráculo y aparece una elegante sala dieciochesca, que vuelve a verse en el momento final de la ópera, ya con toda la simbología utilizada por Kubrick en su película: el monolito, las bolsas fetales y un personaje que avanza hacia Idomeneo para ambos fundirse en un mortal abrazo. Aunque, en realidad, Idomeneo no muere en la historia, solamente abdica en favor de su hijo Idamante. La acertada iluminación creada por Antonio Castro, produce bellos efectos que aumentan el atractivo visual escénico.

Resaltar la labor de Mariana Fracasso como diseñadora de un variopinto e intemporal vestuario, que incluye trajes espaciales, vestimentas de míticos guerreros griegos, en contraposición con modernos uniformes de soldados y policías. Y, en el caso de Elettra, el suntuoso modelo que exhibe en su entrada escénica, en comparación con ese otro vestido con minifalda y botas que utiliza en el Acto II.

Pero, la parte esencial de Idomeneo es su brillantísima música, servida por un suntuoso entramado orquestal. Aquí tuvo una muy destacada actuación Fabio Biondi al frente de la Orquesta de la Comunidad Valenciana, que volvió a demostrar su gran calidad ya desde la misma ejecución de la obertura, con el espléndido sonido de la cuerda elaborando un tema que asemeja el violento oleaje marino, y que reaparecerá de manera recurrente en diferentes momentos de la ópera. Gran labor de Biondi en los recitativos: muchos de ellos con acompañamiento orquestal que los convierten en auténticos ariosos. El sonido orquestal luce de sobremanera en las brillantes marchas y en sus diversas intervenciones junto al coro, sobre todo, en el intermedio de los dos primeros actos, en el imponente final del Acto II, y el conclusivo de la ópera. Resaltar la labor concertadora de Fabio Biondi, ya que la orquesta no se limita a subrayar y complementar a las voces, sino ir por encima y por delante de ellas. Finalmente, señalar la gran actuación orquestal en la ejecución de la brillante música de ballet (Chaconne), que cierra la representación, así como de otro pequeño ballet: “Il ballo delle donne cretesi”, que en esta producción se interpreta al reanudarse la representación, después de intermedio que se produce, durante el Acto II, al concluir el aria de Idomeneo “Fuor del mar”.

Destacada actuación de Gregory Kunde como Idomeneo, que ya se pone de manifiesto en su entrada escénica, en el Acto I, con el recitativo “Eccoci salvi alfine” seguido del aria “Vendromi intorno” muy bien cantada, alternando momentos de intenso lirismo con otros llenos de bravos acentos. Magnífica resulta su actuación en la preciosa cavatina con coro, marcada por sonido de la cuerda en pizzicato “Acogli, oh re del mar” perteneciente al Acto III, o en ese cálido discurso final “Popoli, a voi l’ultima legge”. Kunde afronta de manera notable la famosa aria del Acto II “Fuor del mar”, sobre todo en los pasajes que requieren un canto lleno de bravura, o luciendo su magnífico registro agudo en la escala ascendente con la que finaliza el aria, donde emite un si natural seguido de un do4. Tiene ciertas dificultades en los pasajes profusamente adornados que salpican este aria y que requieren una gran agilidad vocal. La joven soprano brasileña Lina Mendes, resulta excesivamente ligera en su papel de la princesa troyana Ilia, aunque ofrece su agradable timbre, junto a una buena proyección y excelente dominio de las agilidades; y, ello se puso de manifiesto, en cada una de sus líricas intervenciones: en el mismo arranque de la ópera, al interpretar con expresividad y delicados acentos “Padre, germani, addio”. Mostrando una excelente línea de canto en su aria del Acto II, “Se il padre perdei”. Su mejor momento se produce al afrontar la preciosa y delicada aria “Zeffirelli lusinghieri” del Acto III. En el papel de Idamante, la veterana mezzo Monica Bacelli, mostró un alto grado de expresividad, aunque la voz resultaba pequeña y con poca proyección, y ello se hace ostensible en sus dúos con la Ilia de Lina Mendes. Solo correcta resultó su interpretación de la primera de sus arias del Acto I “Non ho colpa, e mi condani”, mejorando su actuación en la segunda “Il padre adorato”, cantada con fuertes acentos marcados por el ritmo vertiginoso de la orquesta. Bacelli consiguió sus mejores momentos en el recitativo-dúo con Idomeneo del Acto III “Padre, mio caro padre”.

Elettra es el personaje de mejor definición dramática de toda la obra, y encontró una excelente interprete en la soprano valenciana Carmen Romeu, de bella y rotunda voz, muy bien manejada. Realizó una gran actuación, llena de teatralidad en su gran escena del Acto I, que arranca con el recitativo “Estinto è Idomeneo”, cuyo acompañamiento orquestal le da un carácter de arioso, con un canto lleno de furia y crispación, cuyo tono va in crescendo en el aria llena de dificultad “Tutte nel cor vi sento”, resolviendo con pericia los saltos de octava y con excelente dominio de las agilidades. Ya en el Acto II, su voz mostró cálidos acentos en el recitativo-aria “Chi mai del mio provo piacer piu dolce……Idol mio, se ritroso”, con una bella música en forma de danza, donde la cantante mostró un fraseo lleno de intencionalidad, en una perfecta simbiosis con la música orquestal. La actuación de Carmen Romeu tuvo su momento culminante en el aria “D’Oreste, d’Aiace” del Acto III, donde volvió a ofrecer ese canto salvaje y enloquecido del Acto I, dominando una endiablada coloratura, con muy complejas inflexiones vocales, donde mostró un amplio fiato. Algunos agudos un tanto tirantes no empañaron la excelente actuación la soprano valenciana.

Esta ópera contiene dos páginas de bella factura: el terceto del Acto II “Pria di partir, oh Dio” donde intervienen Idomeneo, Idamante y Elettra, junto al cuarteto del Acto del Acto III “Andrò ramingo e solo”, cantado por Idomeneo, Idamante, Ilia y Elettra, bien resuelto en ambos casos por los cantantes, aunque con desequilibrio entre las voces grandes de Gregory Kunde y Carmen Romeu en comparación con las más pequeñas de Lina Mendes y Monica Bacelli. Emmanuelle Faraldo en el papel de Arbace, mostró en su aria del Acto II “Se il tuo duol”, una voz en exceso ligera y de feo timbre, aunque con facilidad en el registro agudo. Las actuaciones de Alejandro López y Michael Borth, interpretando respectivamente La Voz y el Gran Sacerdote de Nettuno, no pasaron de discretas.

Gran actuación del Coro de la Generalitad en sus numerosas intervenciones: en el Acto I “Godiam la pace” de marcado tono festivo y “Pieta! Numi pietà!” con hermosísimos efectos al dividirse el coro en dos partes que producen sonidos cercanos y lejanos. Ya en el Acto II, el bellísimo “Placido è il mare” y los imponentes “Qual nuovo terrore” y “Corriamo, fuggiamo». En el Acto III, el impresionante “Oh voto tremendo” y el conclusivo de la ópera “Scenda Amor, scenda Imeneo”, con magnífica concatenación de coro y orquesta. La actuación del Ballet de la Generalitad en la “Chaconne” que cierra la representación, quedó algo deslucida, al tener sus componentes que bailar, con evidentes dificultades, sobre la lámina de agua existente en el escenario.

Estas representaciones de Idomeneo se han dedicado a la memoria del director Nikolaus Harnoncourt, recientemente fallecido, y gran estudioso de esta partitura.

Por Diego Manuel García Pérez

IDOMENEO, RE DI CRETA
Wolfgang Amadeus Mozart
Dramma per música en tres actos, K 366
Libreto de Giambattista Varesco, adaptado de un texto francés de Antoine Danchet
Estreno: Múnich, 29 enero 1781,
Residenztheater Edición: Alkor Edition Kassel GmbH
D. musical: Fabio Biondi
Dirección de escena y escenografía: Davide Livermore
Vestuario: Mariana Fracasso
Iluminación: Antonio Castro
Videocreación: D-WOK
Coreografía: Leonardo Santos
Nueva producción Palau de les Arts Reina Sofía
Ballet de la Generalitat
Cor de la Generalitat Valenciana
Francesc Perales, director
Orquestra de la Comunitat Valenciana
Reparto: Gregory Kunde, Monica Bacelli, Lina Mendes,
Carmen Romeu, Emmanuel Faraldo, Michael Borth
y Alejandro López

Mapping del Teatro Real de Madrid

El próximo fin de semana se celebrarán los Días Europeos de la Ópera. El Teatro Real ha querido sumarse este año a las conmemoraciones desde su lado más innovador,  el uso de las nuevas tecnologías para la difusión del arte, la cultura y, sobre todo, la música. Así, desde el viernes 6 y hasta el próximo domingo 8 de mayo,  la plataforma de retransmisión online del Teatro Real, Palco Digital (www.palcodigital.com) tendrá acceso gratuito y pondrá a disposición de todos los públicos los títulos de su videoteca.

El Teatro Real se ha convertido en una de las instituciones más destacadas del mundo de la lírica en el plano tecnológico gracias a un equipamiento audiovisual de alta calidad, su adhesión a los proyectos de grabación y transmisión de espectáculos musicales a través de todos los canales a su alcance (web, televisión, cine…) y una exigente política de producción audiovisual. El pasado mes de abril, el Teatro Real se convertía en uno de los primeros teatros de ópera de Europa en utilizar la realización 4K para la grabación y emisión de una ópera.

Hace justo un año, el 8 de mayo, nacía en el Teatro Real The Opera Platform, una plataforma completamente dedicada a la ópera de acceso libre, rico en información, con actuaciones completas y extractos de ópera, sinopsis y material histórico, entrevistas con artistas y documentales backstage, a través del enlace www.theoperaplatform.eu.

El Teatro Real, a través del Google Cultural Institute, cuenta también con una exposición online  que permite realizar un paseo virtual por las entrañas del Teatro y acceder tanto a las zonas públicas como a las técnicas, para conocer en detalle lo que sucede en los talleres, espacios escénicos y mucho más. Así, el público que visite este espacio puede acceder a exposiciones virtuales que permitirán conocer su historia, el edificio en detalle y su proyecto cultural y artístico www.google.com/culturalinstitute/u/0/collection/teatro-real?hl=es.

Uno de los principales atractivos para aficionados y curiosos es el de acceder, por primera vez y con un sólo clic, a un visita virtual que explora gran parte de los 65.000m cuadrados del edificio, gracias a la tecnología Street View de Google, que captura imágenes 360º de alta calidad y ofrece experiencias online como si fueran la realidad misma.

Adjuntamos imágenes de algunos de los títulos disponibles en Palco Digital, todas ellas de  @Javier del Real/Teatro Real

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COSÌ FAN TUTTE (W.A. Mozart)

Director musical: Sylvain Cambreling

Director de escena: Michael Haneke

Reparto: Fiordiligi, Anett Fritsch; Dorabella, Paola Gardina; Guglielmo, Andreas Wolf; Ferrando, Juan Francisco Gatell; Despina, Kerstin Avemo;Don Alfonso, William Shimell 

J36

LA TRAVIATA (G. Verdi)

Director musical: Jesús López Cobos

Director de escena: Pier Luigi Pizzi

Reparto: Violetta Valery, Norah Amsellem; Alfredo Germont, José Bros; Giorgio Germont, Renato Bruson

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IOLANTA (P.I. Tchaikovski)

Director musical: Teodor Currentzis

Director de escena: Peter Sellars

Reparto: Iolanta, Ekaterina Scherbachenko; Robert, Alexej Markov; Conde Vaudémont, Pavel Cernoch,; Ibn-Hakia, Willard White. 

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LUISA FERNANDA (F. Moreno Torroba)

Director musical: Jesús López Cobos

Director de escena y diseñador de elementos escénicos: Emilio Sagi

Reparto: Luisa Fernanda, Nancy Herrera; Vidal, Plácido Domingo; Javier Moreno, José Bros, y La duquesa Carolina, Mariola Cantarero

Idomeneo

El Palau de les Arts Reina Sofía estrena el próximo 21 de abril “Idomeneo”, de Mozart, “un viaje del hombre hacia el interior de su alma”, como ha señalado el Intendente y director de escena de esta producción, Davide Livermore, en conferencia de prensa.

Davide Livermore incardina este título en la apuesta por diversificar y ampliar el relato artístico de Les Arts, después de la excelente acogida de la ópera de Mozart con títulos como “Don Giovanni”, “Le nozze di Figaro”, “Così fan tutte” o “Die Zauberflöte” (“La flauta mágica”) en sus montajes tanto en la Sala Principal como en el Teatro Martín i Soler desde la primera Temporada del teatro.

La primera nueva producción de Les Arts en 2016 cuenta con escenografía del propio Davide Livermore, vestuario de Mariana Fracasso, iluminación de Antonio Castro, videocreación de D-WOK y coreografía de Leonardo Santos, que ejecuta el Ballet de la Generalitat.

Livermore se ha inspirado en un conjunto de simbolismos que responden a tres preguntas que plantea la obra: “quién es Dios, dónde está el hombre y quién es el monstruo”.

Según explica el ‘regista’ turinés, “Mozart compone una obra profundamente masónica, en una época en que la masonería aportó conceptos fundamentales en el desarrollo del hombre, como libertad, fraternidad e igualdad”.

“Cuando Mozart da voz a Neptuno –prosigue Livermore- está hablando de un dios arcaico que dice al hombre: Idomeneo, tú te salvarás pero para ello tendrás que sacrificar a tu hijo. Es una lectura iluminista porque el único que puede salvar al hombre es el propio hombre. El hombre puede ser a la vez un dios y un monstruo, somos capaces de acciones crueles y también tenemos la capacidad de cambiar”.

La dirección escénica propone una contextualización contemporánea, con elementos y referencias a joyas cinematográficas como “2001 Una odisea del espacio”, de Stanley Kubrick, u otros largometrajes que desarrollan descubrimientos y acciones ‘on the road’. Todo ello, con una importante carga de efectos visuales, como el mar, la lluvia, la tormenta y el huracán… “es una superproducción con supermilagros en el presupuesto, ha señalado Livermore”.

Primera ópera de Fabio Biondi en la Sala Principal

Fabio Biondi debuta en la Sala Principal con su tercer Mozart en Les Arts. El director titular de la OCV dirigió por primera vez a la formación con “Davidde Penitente” en el Auditori, y recientemente, en la misma sala, con su “Sinfonía Júpiter”.

Para Biondi, “Idomeneo” es “la más deslumbrante de las partituras de Mozart a nivel de orquesta” y una “magnífica propuesta para la calidad de la OCV”. El maestro ha apuntado también que la inclusión de los ballets en el montaje, a cargo del Ballet de la Generalitat, permite, además “la confluencia de las fuerzas de Les Arts”.

“Era la primera ópera en su corazón”, ha proseguido Fabio Biondi, que asimismo ha explicado que habrá en el foso “un pianoforte y un clave, dos instrumentos de continuo, que galvanizan la operación en el sentido musicológico”.

Davide Livermore ha recordado que la dirección musical de la representación del 28 de abril recae en José Ramón Martín. Asistente a la dirección musical y clave de “Idomeneo”, el músico valenciano se estrena en el foso de la Sala Principal.

Ha sido maestro repertorista para Lorin Maazel, Zubin Mehta, Nicola Luisotti o Plácido Domingo, labor que ha compatibilizado con incursiones en la asistencia a la dirección musical de maestros como Roberto Abbado, Fabio Biondi, Riccardo Chailly, Ottavio Dantone u   en el centro de artes valenciano.

El centro de artes reúne a consolidadas estrellas, ascendentes intérpretes y jóvenes cantantes en “un reparto de máximo nivel y equilibrio”, en palabras de Davide Livermore.

Gregory Kunde protagoniza su segunda ópera en la X Temporada de Les Arts. El tenor estadounidense, “uno de los pilares del proyecto artístico del teatro”, como ha apuntado el Intendente, encarna el rol de Idomeneo.

Su papel permite al tenor usar la experiencia que ha tenido en esta vida, “pues aborda cuestiones muy frecuentes a alguien de mi edad, la relación con tu dios y tus hijos”.

La mezzosoprano Monica Bacelli, una de las grandes damas del repertorio mozartiano canta por primera vez en Les Arts. Premio Abbiati de la crítica italiana ha trabajado para los principales teatros italianos e internacionales con un repertorio que comprende desde la ópera barroca, Mozart, hasta la lírica francesa de los siglos XIX y XX.

El papel de Idamante, el hijo de Idomeneo, como ha matizado Bacelli, estaba escrito para los ‘castratti’, pero es muy frecuente que hoy en día recaiga en las mezzosopranos. Tras su paso por esta producción, la diva italiana, que ha cantado esta obra en numerosas ocasiones, “dice que ha trabajado en la profundidad del fraseo y de la expresión como nunca”.

Carmen Romeu, Premio Campoamor por su Musetta en “La Bohème” en 2012 en Valencia, regresa como Elettra. Artista con destacada trayectoria en los teatros españoles, es “una de las sopranos valencianas con mayor proyección internacional”, ha subrayado el Intendente de Les Arts.

Preguntada por su personaje, Romeu ha destacado que “en Elettra se pueden ver todas las miserias del ser humano, la música se torna tormentosa cada vez que aparece en escena. Es una mujer que vive en una fantasía, su único vínculo con la historia de “Idomeneo” es querer conseguir el poder a través del amor de Idamante. Es, sin duda, la antagonista de la ópera”.

La soprano Lina Mendes encarna a Ilia. Artista de la anterior promoción del Centre Plácido Domingo, la cantante brasileña interpreta su segundo papel en la Sala Principal tras su Musetta en “La Bohème” que inauguró la primera Pretemporada de Les Arts en 2015.

El reparto se completa con los actuales artistas del Centre Plácido Domingo Emmanuel Faraldo (Arbace), Michael Borth (Sumo Sacerdote) y Alejandro López (La voz).

El estreno de “Idomeneo” es el próximo 21 de abril. Las restantes funciones tendrán lugar los días 24 y 28 de este mismo mes, y el 1 y 4 de mayo.

Les Arts per a tots, entradas al 50%

Las localidades para “Idomeneo” oscilan entre los 15 y los 135 euros. En este sentido Les Arts recuerda que el próximo día 19 tendrá lugar una jornada de venta especial ‘Les Arts per a tots’, con descuentos del 50% para colectivos beneficiarios del programa ‘Un espacio para todos los públicos’: titulares del carnet Joven, ISIC, jubilados, personas en situación de desempleo, familias numerosas o ciudadanos con un grado de minusvalía superior al 33%.

El centro de artes recuerda también que mantiene el descuento “Last Minute” para este título, con una rebaja del 50% sobre el precio de todas las localidades en compras efectuadas 2 horas antes del inicio de la función el mismo día de representación, de lunes a viernes, y 1 hora antes los sábados, domingos y festivos.

Una mañana con ‘Idomeneo’

El domingo, 17 de abril, a las 12.00 h, Les Arts propone su primera actividad orientada al público familiar e intergeneracional: “Una mañana con Idomeneo”, un taller práctico que explica a jóvenes y no tan jóvenes el proceso de construcción de un montaje operístico desde el corazón del teatro, el escenario de la Sala Principal. La duración prevista es de 1 hora y 45 minutos.

El precio de las entradas es de 15 euros para el público general, 12 para abonados y 7 euros para jóvenes hasta 20 años. Como principal novedad Les Arts introduce la tarifa Mentor (10 euros) para quienes acompañen a un joven de su entorno en esta actividad.

Los asistentes a “Una mañana con Idomeneo” se beneficiarán de un descuento del 50% en la compra de localidades para esta ópera que se estrena el próximo 21 de abril.

Además los participantes en esta actividad, si realizan reserva previa, pueden disfrutar de un menú especial en el restaurante “Contrapunto” por 20 euros presentando su localidad de “Una mañana con Idomeneo”.

Sobre “Idomeneo”

Estrenada el 28 de enero de 1781 en el Residenztheater de Múnich, dos días después de que Mozart cumpliera 25 años, “Idomeneo” fue un encargo de Carlos Teodoro, duque de Baviera, para el carnaval de la capital bávara.

Giambattista Varesco, sacerdote de la corte de Salzburgo, se responsabilizó de la elaboración del texto –a partir de la tragedia lírica francesa “Idoménée”, de Antoine Danchet, con música de André Campra, al que dotó de un final feliz para cumplir con la tradición imperante en aquella época.

La trama narra el retorno de Idomeneo, rey de Creta, de la Guerra de Troya. En la travesía, sus barcos se enfrentan a una terrible tormenta. Idomeneo pide el favor del dios Neptuno para que salve su flota, a cambio sacrificará al primer ser que se encuentre al llegar Creta, que, para su desgracia, será su hijo Idamante.

Palau les Arts

Roberto Abbado y Fabio Biondi, directores musicales del Palau de les Arts Reina Sofía, comparten el podio en el Concierto Abbado-Biondi que acoge el Auditori el 7 de abril con obras de Mozart, Beethoven y Vitali.

Según ha explicado el Intendente Davide Livermore en conferencia de prensa, se trata de una propuesta inédita para ambos maestros, además de una muestra del funcionamiento de la doble titularidad de la Orquestra de la Comunitat Valenciana que ostentan Roberto Abbado y Fabio Biondi desde su nombramiento en 2015.

“Sé que hubo dudas cuando presenté una dirección musical compartida, pero a falta de dos títulos –Idomeneo, de Mozart, en el caso de Fabio Biondi, y A Midsummer Night’s Dream, de Britten, para Roberto Abbado- el éxito de los dos maestros con la formación titular de Les Arts es una realidad innegable”, ha señalado Livermore.

Antes de cederles la palabra, el Intendente les ha agradecido también su compromiso con Les Arts y sus propuestas, cuerpos estables y excelencias: el Cor de la Generalitat Valenciana, la OCV y el Centre Plácido Domingo.

Según ha indicado Roberto Abbado, el concierto se divide en tres partes. Comienza con Fabio Biondi en el podio con la Sinfonía número 41 en Do mayor, ‘Júpiter’ de Mozart. Tras el descanso, Roberto Abbado ofrece la Quinta sinfonía de Beethoven. Cierra la velada la Ciaccona para violín, órgano y cuerda de Tomaso Antonio Vitali en la orquestación de Ottorino Respighi con Fabio Biondi como solista y Roberto Abbado como director.

Se trata de dos grandes obras del repertorio sinfónico -como ha recordado Abbado- que tienen como clausura una pieza de gran profundidad y espiritualidad “con sabor a principios del S. XX y la estética decadentista predominante”.

Según ha abundado Fabio Biondi, supone también un punto de encuentro entre los repertorios de ambos maestros, pues “se trata una mirada a cómo se ha desarrollado el interés por el Barroco a finales del S. XIX”.

La Cicaccona, ha apuntado Biondi, es una obra que se conoce en 1860 con la publicación de las sonatas de Vitali y de la que el Respighi violinista se enamora y finalmente orquesta en 1908. El compositor italiano, miembro de la ‘generazione dell’Ottanta’”, fue uno de los motores primarios en la recuperación de la música barroca.

Teatro Real

El Teatro Real se prepara para un nuevo estreno de su temporada más familiar, con la puesta en escena de La flauta encantada, un espectáculo creado a partir de La flauta mágica, de W.A. Mozart, en el que los más pequeños de la casa disfrutarán con las aventuras y la música de una de las óperas más conocidas del compositor alemán, los días 27 y 28 de febrero y 5 y 6 de marzo, en sesiones dobles, a las 12.00 y a las 17.00h.

Para llevar a cabo este proyecto, en el que el video, la música y la palabra se integran creando una atmósfera mágica, el Teatro Real ha contado con un equipo artístico encabezado por la polifacética actriz Pilar Massa, responsable del guión, la puesta en escena y la creación videográfica, cuya interpretación es la columna vertebral de este “cuento”. Pilar relata las peripecias de Tamino y Papageno en busca de la princesa Pamina, representados en los coloristas dibujos de Ximena Maier.

El espectáculo transita a través de los momentos musicales más conocidos de La flauta mágica, entre la obertura y un originalísimo final, versionados por el quinteto de cuerda Wiener Kammersymphonie, en directo, con dirección musical de Sergio Mastro. Se suceden, a lo largo de una hora, algunas de las arias más famosas de la ópera de Mozart, que sirven de guía “para que la Reina de la Noche recuerde la historia de esta Flauta encantada tal y como ‘suena’. Su música tiene tanta emoción que las fieras del bosque, los niños, y hasta la Reina de la Noche se acercan a escucharla como por encantamiento”, tal y como nos describe la guía didáctica del espectáculo.

El Programa Pedagógico de La flauta encantada cuenta con el patrocinio de La Caixa y con el apoyo del Banco de España.

Más información en la guía didáctica del espectáculo, disponible en la web del Teatro Real, con acceso libre y gratuito.

La flauta encantada

Espectáculo musical con proyecciones

Nueva producción en el Teatro Real

INTÉRPRETES

Wiener Kammersymphonie (Quinteto de Viena)

Dirección Musical: Sergio Mastro

Guión, puesta en escena e interpretación: Pilar Massa

Diseño de dibujos: Ximena Maier

Diseño de luces: Paco Ariza

Edición de proyecciones: Insuel SL

Duración:  60 minutos aproximadamente

Público preferente: a partir de 4 años

Teatro Real. Sala Gayarre

*Entradas agotadas para todas las funciones, todos los días

Flauta mágica

Acreditado está que las situaciones más críticas extraen de cada persona su “yo” más extraordinario. Trasladada esta teoría a un genio como Mozart y mezcladas con sus ideales masónicos, el resultado es una de las más sublimes obras de arte de la música. Una obra que, lejos de ser un cuento para niños, navega en los sueños más profundos de la ilustración.

Con La flauta mágica Mozart elevó el Singspiel, la música más popular, a su máxima expresión. Estrenada en 1791 en el Theater auf der Wieden, un teatro de segunda de la ciudad de Viena, la composición resultó ser una obra maestra. Con libreto de Emanuel Schikaneder, amigo de Mozart y masón como él, e influenciados ambos por los vientos de cambio que llegaban de Francia, crearon una obra llena de dualidades. El tránsito entre la oscuridad que representan las ideas religiosas, y la luz de los nuevos ideales de la ilustración del siglo XVIII.

Partiendo de este concepto general que La flauta mágica representa, Barrie Kosky y Suzanne Andrade han sabido captar magistralmente la esencia de la ópera del compositor alemán. Del mismo modo que Mozart recupera el Singspiel como forma más popular e inteligible de llegar al público de los suburbios de Viena, Barrie Kosky recurre a otro método también popular e inteligible como es el cine mudo. La compañía de Teatro 1927, acostumbrada a trabajar con las claves del relato fílmico, fue la inicialmente encargada de transformar esta obra en magia cinematográfica. Una perfecta recodificación con las mismas claves operísticas que llevaron a su composición y que harían que Mozart disfrutara al máximo esta producción.

No es fácil sorprender al público con una ópera tantas veces representada, pero es ahí donde reside el éxito de esta versión de Barrie Kosky. Mantiene siempre el interés del público.

La escenografía no existe. Es sustituida por una gran pantalla donde se proyectan animaciones con las que los cantantes-actores interactúan en un engranaje milimétricamente perfecto evocando el cine mudo de los años 20. Los recitativos, de los que en tantas producciones de esta ópera se prescinde, en esta son sustituidos por la proyección de un conciso texto que los cantantes interpretan mímicamente. A esos textos pone música un piano, que hace las veces de continuo, interpretando las Fantasías en Do menor y en Re menor del propio Mozart. El resultado no puede ser más seductor. Magnífica la agudeza de quien ha sabido integrar todos estos complejos elementos y cuya consecuencia es la sencillez más estimulante. La disposición de la pantalla en el escenario facilita la proyección de las voces por su cercanía al foso.

El único pero en esta producción puede ser su exceso de protagonismo. El espectáculo es tan intenso que puede distraer de las voces o incluso la música.

El cuadro de cantantes tiene una importante cualidad, el equilibrio. Dos potentes repartos en los que hay que destacar que 13 de ellos son españoles. Y como muy bien dijo Joan Mataboch, “están aquí no por españoles, sino por extraordinarios cantantes”.

El reparto brilló más en conjunto, pero también hubo muy buenas individualidades. El debutante en el Real Joel Prieto, como Tamino, fue de los más destacados. Su hermoso timbre, lleno de tersura, se suma a una elegante y homogénea línea de canto, perfecta dicción, notable volumen y gusto en la interpretación. Sobre todo en el aria “Dies Bildnis ist bezaubernd schön”.

La inglesa Sophie Bevan, ejerció de Pamina-Louise Brooks con soltura. Fue de menos a más y regaló al público una sentida “ach, ich fühl´s”.

Otro destacado de la noche fue el barítono Joan Martín-Royo, interpretando un Papageno-Buster Keaton de gran comicidad, sin caer nunca en la exageración. Una voz amplia y fresca, con un perfecto fraseo, llenó de acertada intención todas sus intervenciones.

Christof Fischesser, en su doble papel de Sarastro y orador, sorprendió por su timbre y tesitura. Una voz extensa y redonda, alcanzando unos graves oscuros y consistentes. No alcanza las tesituras abisales de los bajos de otra época, pero tampoco es habitual ya escuchar graves profundos.

Mikeldi Atxalandabaso, como Monostatos-Nosferatu, fue otra agradable sorpresa. Tuvo una brillante interpretación interactuando con las imágenes de manera magistral y divertida. Una voz caudalosa y brillante que imprimió un acentuado carácter al personaje.

La gaditana Ruth Rosique nos dejó con la miel en los labios pues su papel de Papagena no da para más. Su pizpireta interpretación estuvo a gran altura y esperamos volver a escucharla pronto en un papel más extenso.

La soprano de Macedonia Ana Durlovski interpretó a una malvada Reina de la noche caracterizada de gran araña. Fue la más aplaudida, como lo es casi siempre este personaje. Sus cualidades pirotécnicas para interpretar sus dos arias son innegables. Mejor la segunda que la primera. Pero en ambas le faltó emoción. Sus sobreagudos fueron endiabladamente ágiles.

Muy bien las tres Damas, interpretadas por Elena Copons, Gemma Coma-Alabert y Nadine Weissmann. Dan vida a unas Damas llenas de carisma y simpatía que en lo vocal estuvieron a la altura del potente reparto.

Si hay un “personaje” que es siempre una garantía en sus interpretaciones, tanto en el empaste, la homogeneidad y la expresividad, ese es, sin duda, el Coro del Teatro. Impecable.

Ivor Bolton desde el foso estuvo toda la noche muy inspirado. Posee una especial sensibilidad para este tipo de repertorio. Su entusiasmo dirigiendo contagia a la Orquesta. Pendiente de los cantantes les dirigía incluso vocalizando sus textos. Se notó una notable presencia de las trompetas, al gusto de la obra y también del director, pero que en algún momento eclipsaron la sutil interpretación del resto de instrumentos.

Sin duda esta flauta mágica ha sido, hasta el momento, lo mejor de la temporada. También ha sido acertada la política de captación de nuevos públicos invitando a los ensayos a jóvenes y niños. Energía estimulante que nos lleva al Teatro como quien acude a un templo.

La flauta mágica
(Die Zauberflöte)
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)
Singspiel en dos actos
Libreto de Emanuel Schikaneder
Producción de la Komische Oper de Berlín
D. musical: Ivor Bolton
Directores de escena: Suzanne Andrade, Barrie Kosky
Concepto: 1927 (Suzanne Andrade, Paul Barrit),Barrie Kosky
Escenografía y figuración: Esther Bialas
Iluminador: Diego Leetz
D. coro: Andrés Máspero
D. pequeños cantores: Ana González
Reparto: Christof Fischesser, Joel Prieto, Ana Durlovski, Sophie Bevan, Joan Martín-Royo, Mikeldi Atxalandabaso,
Ruth Rosique, Elena Copons, Gemma Coma-Alabert,
Nadine Weissmann, Catalina Peláez, Celia Martos,
Patricia Ginés, Airam Hernández, David Sánchez,
Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real,
Pequeños Cantores de la ORCAM

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real
Vídeos: Teatro Real

Heras-Casado

El director granadino Pablo Heras-Casado (Granada, 1977) debutará el 30 de enero 2016 con la Filarmónica de Viena dentro de la programación de la Semana de Mozart en Salzburgo (Mozartwoche). Se presentará con un repertorio dedicado a Mendelssohn – Bartholdy como el primer español que lo hace frente a la orquesta en la historia, después de que Plácido Domingo la dirigiera en un Concierto para Europa en los jardines de Schönbrunn hace diez años. Heras-Casado es un invitado habitual de la fiesta que se celebra en la cuna del genio austriaco, donde previamente (hoy día 26) dirigirá también la Camerata Salzburg.

Antes de su debut con la Filarmónica, el músico andaluz actuó junto a la Sinfónica de Viena en el Concierto de Año Nuevo con la Novena de Beethoven, donde se presentó los días 30 y 31 de diciembre y el primero de enero en la capital austriaca. Al tiempo, acaba de aparecer en el sello harmonia mundi su último disco con la Tercera y Cuarta Sinfonías de Mendelssohn.

Considerado el director de orquesta del año 2014, según Musical America, Pablo Heras-Casado, disfruta de una inusual y variada carrera que abarca desde la gran música sinfónica hasta el repertorio operístico, alternando interpretaciones bien fundadas históricamente y partituras de vanguardia. Fue nombrado Director Principal de la Orquesta de St. Luke’s de Nueva York en la temporada de 2012/13, así como Principal Director Invitado del Teatro Real de Madrid en 2014.
Heras-Casado es un invitado habitual de las orquestas sinfónicas de Chicago y San Francisco, la Filarmónica de Los Ángeles,la Orquesta Estatal de Berlín, la Orquesta Filarmónica de Múnich, la Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera, la Orquesta Mariinsky y la Ópera Metropolitana.

En 2015/16 regresó a la Orquesta Philharmonia, la Sinfónica de Londres, la de la Academia Nacional de Santa Cecilia y la Filarmónica de Rotterdam. Hizo su debut con la Orquesta de Filadelfia, la Filarmónica de Israel y la Sinfónica de Viena; continuó colaborando con el Ensemble Intercontemporain parisino, la Orquesta Barroca de Friburgo y el Balthasar Neumann Chor & Ensemble. Aparece regularmente en el Mozarteum de Salzburgo, donde es invitado cada año para la Mozartwoche.
Sus proyectos de ópera para esta temporada incluyen Rigoletto en la Ópera Metropolitana de Nueva York (Octubre/Noviembre 2015) además de I due Foscari en el Teatro Real en Julio 2016.

En temporadas anteriores ha dirigido la Orquesta del Gewandhaus de Leipzig, la Concertgebouw de Amsterdam, la Tonhalle-Orchester de Zúrich, la Filarmónica de Nueva York, la Sinfónica de Boston, la Orquesta de Cleveland y la Mahler Chamber. También ha estado presente en la Festspielhaus Baden-Baden, el Festival de Salzburgo y el de Aix-en-Provence, además de regresar regularmente al de Lucerna.

Heras-Casado graba con harmonia mundi, así como con Deutsche Grammophon’s Archiv Produktion, sello del cual es Embajador Archiv. Ha recibido numerosos premios por sus discos, incluyendo tres premios ECHO Klassic, un Preis der deutschen Schallplattenkritik, dos Diapason d’Or y un Grammy Latino.

Sus recientes lanzamientos con harmonia mundi incluyen Conciertos de Piano y Violín de Schumann, con Isabelle Faust y Alexander Melnikov. Según The New York Times se trata de una de las mejores grabaciones del año mientras que la Revista Forbes la colocó en su top 10. Además publicó las Sinfonías de Schubert Nos. 3 y 4 con la Orquesta Barroca de Friburgo y la Sinfonía No. 2 de Mendelssohn con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera. Ha grabado un disco para Archiv con los trabajos de Jacob, Hieronymus y Michael Praetorius, y un álbum para conmemorar al legendario cantante castrato y maestro Farinelli. También ha aparecido en el lanzamiento de las arias de barítono de Verdi para Sony con Plácido Domingo y en un DVD de la Deutsche Grammophon del Elixir de Amor de Donizetti de la Festspielhaus Baden-Baden.

Pablo Heras-Casado posee la Medalla de Honor de la Fundación Rodríguez Acosta. En febrero de 2012 recibió la Medalla de Oro al Mérito del Ayuntamiento de Granada, su ciudad natal, de la cual es también un Embajador Honorario y este noviembre fue nombrado el hijo predilecto por la Diputación de Granada. En junio de 2014 se unió a la organización benéfica española Ayuda en Acción para apoyar la causa de la erradicación de la pobreza y la injusticia del mundo.

http://pabloherascasado.com

http://www.harrisonparrott.com/artist/profile/pablo-heras-casado

http://www.mozarteum.at/en/program-tickets.html?block=1970#1970

La flauta mágica

Entre los días 16 y 30 de enero el Teatro Real ofrecerá doce funciones de La flauta mágica, de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), en una producción procedente de la Komische Oper de Berlín, que desde su estreno en 2012 se ha presentado en varios teatros y festivales de manera casi ininterrumpida: Óperas de Los Ángeles y de Minnesota, Óperas de Düsseldorf y Duisburgo, Festivales de Edimburgo y de Sankt Poelten y una gira por las ciudades chinas de Cantón y Xiamen. Después de Madrid la producción seguirá su andadura por París y Barcelona.

El éxito de esta propuesta escénica y dramatúrgica radica en su enorme facilidad para comunicar con el público, su humor, su derroche de creatividad y los guiños cómplices al espectador a través de un universo visual tan conocido como el cine mudo de los años 20, en el que desfilan desde un galán tipo Rodolfo Valentino (Tamino) a una Pamina que recuerda a Louise Brooks en Lulu, o el Nosferatu evocado por la figura del malvado Monostatos. El inconfundible lenguaje corporal de Buster Keaton (Papageno) aflora en la gestualidad de muchos de los personajes en su diálogo con la pantalla, transformada en una escenografía virtual realizada con las más sofisticadas técnicas del cine de animación por Suzanne Andrade, Paul Barritt y su compañía 1927, creada por ambos en Londres en 2005.

La ausencia de un decorado tradicional propicia también la movilidad de la producción, que vive del talento actoral de los intérpretes, cuyos movimientos deben tener la frescura del gag y una precisión de relojería en su coordinación con la proyección de los dibujos de la pantalla.

Dos repartos corales -con Joel Prieto y Norman Reinhardt (Tamino), Sophie Bevan y Sylvia Schwartz (Pamina), Joan Martín-Royo y Gabriel Bermúdez (Papageno), Ana Durlovski y Kathryn Lewek (la Reina de la Noche), Christof Fischesser y Rafal Siwek (Sarastro) y Ruth Rosique (Papagena), entre otros- han trabajado meticulosamente bajo la dirección de Tobias Ribitzki, asistente de Barrie Kosky y encargado de todas las reposiciones de la producción.

En esta evocación del cine mudo los diálogos hablados de La flauta mágica aparecen proyectados en cartelas y acompañados al pianoforte por Luke Green, que interpretará fragmentos de la Fantasía en Do menor de Mozart.

En el foso estará el Director Musical del Teatro Real, Ivor Bolton, titular desde 2004 de la Orquesta del Mozarteum de Salzburgo, donde ha dedicado más de 10 años a la interpretación del repertorio clásico en la cuna del compositor. Bolton volverá a dirigir el Coro y Orquesta titulares del Teatro Real en uno de los títulos operísticos más populares, que se presentará por tercera vez en el reinaugurado Teatro Real después de haberlo hecho en enero de 2001 (Frans Brüggen / Marco Arturo Marelli) y julio de 2005 (Marc Minkowski / La Fura dels Baus).

Coincidiendo con las funciones de La flauta mágica el Teatro Real ha organizado una serie de actividades paralelas relacionadas con la ópera de Mozart y con el cine mudo de los años 20 que inspiró la dramaturgia y propuesta escénica de la producción que se verá en su escenario.

‘LA FLAUTA MÁGICA’

ACTIVIDADES PARALELAS

Círculo de Bellas Artes – Proyecciones

Ciclo de películas dedicado a Buster Keaton

http://www.circulobellasartes.com/ciclos-cine/generacion-keaton-3/

Coincidiendo con la representación en el Teatro Real de La flauta mágica con una escenografía y una puesta en escena tomada de Buster Keaton y de los pioneros de la comedia americana, el Cine Estudio realiza un amplio ciclo dedicado al slapstick. En él tienen cabida Buster Keaton, Charles Chaplin, Stan Laurel, Oliver Hardy y Fatty Arbuckle, pero también muchos cómicos (y cómicas) hoy olvidados que rescatamos para nuestros espectadores.
7 a 31 de enero.

Círculo de Bellas Artes – Cine Estudio

Filmoteca Española
La flauta mágica (Trollflöjten), de Ingmar Bergman, 1975

http://www.mecd.gob.es/cultura-mecd/areas-cultura/cine/mc/fe/cine-dore/programacion.html

Adaptación televisiva de la ópera de Mozart, desde la visión personal del director sueco.
21 y 31 de enero de 2016

Cine Doré

Los domingos de cámara

De Mozart a Wagner

Actividad paralela a La flauta mágica y La prohibición de amar

http://www.teatro-real.com/es/espectaculos/1976

Programa

Parte I

Serguéi Prokofiev: Sonata para dos violines en do mayor Op. 56
Richard Wagner / Karl Stiegler: Lohengrin – Fantasía para 8 trompas

Parte II

Wolfgang Amadeus Mozart: Quinteto para clarinete y cuerda en la mayor, K 581

Solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real

17 de enero, a las 12.00 h.

Teatro Real. Sala principal

¡Todos a la Gayarre! 

La flauta mágica
Cita con la Reina de la Noche y Papageno, en la que se interpretarán canciones,

 cuentos y juegos de muy distintos estilos.

http://www.teatro-real.com/es/espectaculos/1982

Taller concebido y presentado por Fernando Palacios

Con la participación del pianista Federico Lechner

17 de enero, a las 12.00 y a las 17.00 h.

Teatro Real. Sala Gayarre

Entrada por la calle Felipe V

Bejun Mehta

Che puro ciel es el título del recital que ha ofrecido el pasado 16 de diciembre el contratenor Bejun Mehta en el ciclo Grandes Voces del Teatro Real. También es el título de un aria de Orfeo de Gluck. Tristemente no la pudimos escuchar. Pero el repertorio que preparó para este recital y sobre todo, la música de la Akadamie für Alte Musik Berlin, colmaron con creces las expectativas del público que ocupaba no mucho más de la mitad del aforo del Teatro.

Una de las orquestas más prestigiosas de su género, la Akadamie für Alte Musik Berlin, dirigida por Elfa Rún Kristinsdóttir, interpretó con sus instrumento de época obras de Mozart, Bach y Hasse de manera exquisita. Alcanzó su culmen en la obertura de Ezio, de Adolph Hasse, que entusiasmó a un público ya entregado.

La elegancia de Bejun Mehta en sus interpretaciones le sitúa entre los mejores de su cuerda. Con obras de Gluck y Bach, Mehta se fue creciendo a medida que avanzó el recital. Sus mejores arias fueron las de la ópera Ezio, de Gluck. Brilló en las coloraturas, pero tuvieron mayor intención las obras dramáticas. El público, sin embargo, sigue prefiriendo el estrépito de la coloratura frente a la calma del aria dramática, mucho más elaborada y compleja.

Joel Prieto

El tenor de Puerto Rico Joel Prieto desembarca en Madrid con toda la ilusión que le depara debutar en su ciudad natal. Considerado como el más importante tenor mozartiano del momento, el cantante madrileño será el Príncipe Tamino en el Teatro Real los días 16, 19, 22, 24, 26, 28 y 30 de enero de 2016 en la aclamada producción de Barrie Kosky de La flauta mágica. Después de sus últimas actuaciones -Narraboth en la Salome de Richard Strauss en Lyon (Francia) y Timonel en El Holandés errante en la Staatsoper de Berlín (Alemania)-, Prieto vuelve a España tras su aplaudido regreso al Gran Teatre del Liceu barcelonés el curso pasado como Ferrando de Così fan tutte. En Madrid el joven ganador de Operalia actuará bajo la dirección de Ivor Bolton, con quien ya ha trabajado anteriormente: «Nos llevamos muy bien con el maestro y siempre nos da buenos consejos a los cantantes», afirma el tenor. «Además estaré junto al Papageno de Joan Martín Royo, a quien también conozco mucho, o sea que en el Real nos vamos a sentir como en casa».

Respecto de su debut madrileño, confiesa que está muy emocionado: «Me llena de alegría cantar en la ciudad en que nací y pasar un tiempo con mi familia española». El tenor debutó profesionalmente como Tamino en 2006 en la Deutsche Oper de Berlín, papel que retomó en 2011 para su debut en la Staatsoper Unter den Linden berlinesa y con el que regresó a ese mismo escenario en 2013 junto a estrellas como Anna Prohaska y René Pape. Saludado por su amplio dominio del repertorio mozartiano, es uno de los artistas más solicitados de su generación sobre todo desde que en 2008 ganara el prestigioso concurso Operalia creado y presidido por Plácido Domingo.

JD. Flórez

Un relajadísimo Juan Diego Flórez ofrecía el pasado 16 de noviembre un recital en el Teatro Real de Madrid. Un Real abarrotado, para el que no quedaban entradas desde hacía tiempo, recibió al tenor peruano con la ansiedad que solo produce una adicción.

El recital comenzó con tres canciones de Henri Dupartc que dedicó a las víctimas de los recientes atentados de París. Esta nueva incursión en el repertorio francés es una esperanzadora oportunidad de ampliar horizontes bocales.

La primera parte brilló con obras de Mozart como “Il mio tesoro”, de Don Giovanni, en la que hizo gala de un extraordinario fiato. Siguieron obras de Donizetti y Rossini. La segunda parte, algo más inconsistente, finalizó con un más que aceptable “T´amo qual s´ama”, de Lucrezia Borgia.
Regaló al público, a esas alturas ya enardecidamente entregado, cinco propinas. La primera, su ya célebre “Ah! mes amis” de La Fille du Régiment de Donizetti. Después, guitarra en mano, una canción popular peruana, “José Antonio”, magistralmente interpretada. Una simpática “Au Mont Ida”, de La bella Hélène, de Offenbach, «Una furtiva lagrima» de L´elisir d´amore de Donizetti, para terminar con “La donna e mobile”.

A una voz como la de Juan Diego Flórez y a un Teatro como el Real hay que exigirle un programa más exigente y equilibrado que el que nos han ofrecido. Se notaba cierta improvisación. También en la coordinación con el pianista Vincenzo Scalera, que subsanó, con maestría y unas poderosas tablas, las idas y venidas de Flórez en escena. Unas ausencias tal vez motivadas por la sequedad de los aires de Madrid, tan de moda últimamente, que le obligaron a utilizar un inhalador.

Posee sin duda uno de los mejores instrumentos de su cuerda. A su hermoso timbre se unen un fraseo perfecto, un brillo metálico en los agudos que multiplica los armónicos y un gusto exquisito en la interpretación. Aunque mucho más suelto y relajado que en otras ocasiones (se le ve feliz) sigue siendo la rigidez una de sus dificultades en escena. Su voz no es grande, pero si suficiente. Aunque fue necesario mantener el piano casi cerrado.

Seguimos esperando su participación en Madrid en una ópera representada. El éxito está ya asegurado.

Juan Diego Flórez

El próximo lunes 16 de noviembre, a las 20.00 horas, el Teatro Real ofrecerá el segundo concierto de su ciclo VOCES DEL REAL: un recital de Juan Diego Flórez, acompañado al piano por Vincenzo Scalera.

Desde su actuación en la temporada 2012-1013 del Teatro Real, en la que interpretó el papel de Nadir en Les pêcheurs de Perles, de Georges Bizet, Juan Diego Flórez sigue ampliando su catálogo, estrenando dos nuevas óperas cada año e incorporando en sus conciertos canciones y arias que le permiten explorar y profundizar en un repertorio cada vez más rico y diversificado.

El programa que ofrecerá en el Real refleja esa búsqueda de diferentes estilos y formas de expresión. La primera parte comenzará con las delicadas y sofisticadas canciones de  Henri Duparc (Chanson triste, Phidylé y L’invitation au voyage), continuará con las maravillosas arias amorosas de Wolfgang Amadeus Mozart “Il mio tesoro”, de Don Giovanni, y “Un aura amorosa”, de Così fan tutte,en las que el tenor podrá lucir su elegante fraseo y su célebre legato, y concluirá con arias y canciones de los compositores que lo han consagrado: Gioachino Rossini, del que interpretará “Intesi, ah tutto intesi”, de Il turco in Italia, y Gaetano Donizetti,  cuya aria “Tombe degli avi miei”, de Lucia di Lammermoor,pondrá de manifiesto sus excepcionales dotes para el belcanto.

Estos dos compositores volverán en la segunda parte, que será un homenaje al melodismo italiano, en las que no faltarán las conocidas canzioni de Ruggero Leoncavallo y Paolo Tosti.

Al término de su recital Juan Diego Flórez estará a disposición del público para la firma de autógrafos en el foyer del Teatro Real.

http://juandiegoflorez.com/es/

NikolaiLugansky

El próximo martes día 19 tendrá lugar la masterclass del pianista ruso Nikolai Lugansky con los alumnos del Real Conservatorio Superior de Música y al día siguiente, 20 de Octubre, ofrecerá su recital en ciclo de Grandes Intérpretes de Scherzo a las 19:30 horas en el Auditorio Nacional de Música.
Según ‘The Guardian’ Lugansky es «una mezcla de lirismo, brillantez y buen sentido de la audacia». Nikolai Lugansky se ha revelado como un pianista de extraordinaria intensidad y versatilidad. Demuestra sensibilidad y refinamiento interpretando a Mozart y a Schumann, al tiempo que hace gala de un virtuosismo impresionante con Rachmaninov y Prokofiev.

Aparece regularmente en algunos de los festivales más prestigiosos del mundo, entre ellos los Proms londinenses de la BBC, La Roque d’Anthéron, Verbier, y el Festival Internacional de Edimburgo. Ha actuado con la Filarmónica de Nueva York, la Orquesta de París, la Sinfónica de Bamberg, Sinfónica de Londres y Sinfónica de San Petersburgo, entre otras muchas. En el formato de música de cámara, sobresale como habitual acompañante de Vadim Repin y Leonidas Kavakos. Sus discos han logrado el premio Echo Classic, así como el Diapason D’or y el Excepcional de Scherzo.

Ha actuado anteriormente en tres ocasiones en el Ciclo de Grandes Intérpretes, durante las ediciones de 2003, 2004 y 2013.
Para muchos, se trata del pianista que más y mejor ha crecido en los últimos años. Su poderoso virtuosismo y sus programas representan una suma coherente de redescubrimientos y nuevo repertorio.

Programa 20 de Octubre 2015 – Auditorio Nacional de Música – 19:30h
FRANCK (transcr. BAUER) Preludio, Fuga y Variación, Op. 18
SCHUBERT Sonata en do menor, D. 958
GRIEG Tres Piezas Líricas
CHAIKOVSKI Gran Sonata

Segovia

Del 15 al 26 de julio, el Festival de Segovia (FS) cumplirá 40 años. 40 años de recorrido en los que los mejores intérpretes del panorama internacional han dejado su huella con conciertos inolvidables. Un Festival que, avalado por las 46 ediciones de su característica Semana de Música de Cámara y los 20 de su Festival Joven, que lo integran, apuesta por los grandes y jóvenes valores del panorama de la música actual, con un programa que este año es todo un homenaje a la esencia de las músicas del mundo.

Rincones históricos y llenos de referencias donde la acústica es espectacular, como la Plaza de San Martín, el Jardín de los Zuloaga, el Jardín del Mudo, el Jardín y el Patio del Colegio de Arquitectos, San Juan de los Caballeros-Museo Zuloaga, la Catedral, la Iglesia de San Nicolás, el Patio de Armas de El Alcázar y, por primera vez, su Sala de La Galera, se vestirán de música para hacer descubrir al público auténticas joyas de la música de cámara y sinfónica y al mismo tiempo ofrecer conciertos de música latina, zarzuela, fado, flamenco o incluso la característica música de barbería.

Inaugurando el Festival, el jueves 16 de julio la Plaza de San Martín se llenará de música afro-cubana, armonías tropicales y ritmos latinos gracias a una de las bandas latinas más destacadas del mundo -y la primera banda auténticamente afro-cubana en los Estados Unidos-: Tiempo libre. Nominada tres veces a los Grammy, ha compartido cartel y escenario con figuras como Celia Cruz, Aretha Franklin, Gonzalo Rubalcaba o Paulito FG y Su Elite, y es célebre por su sofisticada música tropical y una irresistible y excitante combinación de armonías de la música jazz, de sonidos contemporáneos y de seductores ritmos latinos.

Dedicada a Guillermo Pastrana, chelista excepcional y músico de sensibilidad exquisita que ya ha formado parte del Festival de Segovia en ediciones pasadas, la Orquesta de Castilla y León (viernes 17 a las 22.30h.), dirigida en esta ocasión por el joven Eduardo Portal, uno de los directores más activos y demandados actualmente, interpretará un repertorio para disfrutar de una noche colorista en el Jardín de los Zuloaga, encabezada por la obra de David de Puerto “Campos de Tauro”, que celebra el renacimiento de la vida en los campos y dos de cuyos cinco movimientos provienen de dos de las piezas para guitarra más íntimas y queridas del autor. Además, los espectadores podrán disfrutar de la Suite Sinfónica más conocida de Rimsky- Korsakov y la obra insigne del orientalismo ruso: Scheherazade, inspirada en Las mil y una noches. “Un caleidoscopio de imágenes de cuentos de hadas de carácter oriental”, como el propio autor escribió y se recoge en su Diario de mi vida musical.

Además, en su afán por elaborar un programa ecléctico y lleno de géneros diferentes, el FS ofrecerá también una Antología de la Zarzuela de manos de Luis Olmos (sábado 18 a las 22.30h. en el Patio de armas de El Alcázar). Un recorrido por las maravillas del musical español por excelencia repleto de joyas como Luisa Fernanda, El Barberillo de Lavapiés, Los Cláveles, Doña Francisquita, etc., entrelazadas desde la dramaturgia implícita en sus textos y en su música, con el fin de que el espectador vuelva a degustar la Zarzuela en toda su esencia.

Desde la música tradicional portuguesa, llegarán también los fados de una de las voces más bellas de este género, con una capacidad vocal inusual y una de las embajadoras internacionales del fado en todo el mundo: Katia Guerreiro (domingo 19 a las 22.30h. en el Patio de Armas de El Alcázar), que presentara su último disco, “Até ao Fim” (Hasta el fin) realizado con la ayuda de Tiago Bettencourt. Su fado se caracteriza por una gran riqueza lírica y el homenaje a escritores portugueses contemporáneos, cantando a António Lobo Antunes o a los poetas Vasco Graça Moura y Sophia de Mello Breyner, con un fado fresco, lleno de referencias contemporáneas.

Otra de las músicas poco habituales que se podrán escuchar en el 40 FS es la música de barbería (“Barbershop style”), que floreció entre 1895 y 1930 en Estados Unidos, contribuyendo a la configuración de la música popular americana junto a otros géneros como el jazz, el blues o el góspel. Un estilo exclusivamente vocal y a cuatro voces no mixtas, con una sonoridad y una presentación especialmente atractivas y divertidas para el espectador. De ello se encargará Aftershave Quartet (viernes 24 a las 22.30h. en el Jardín de los Zuloaga), la mejor referencia del género en el ámbito nacional, que se adentra en el estudio del repertorio más característico del Barbershop, en un programa muy original y de gran dificultad técnica.

Desde el flamenco, el bailaor Manuel Fdez. Montoya “El Carpeta” y el cantaor Miguel Flores Quirós “Capullo de Jerez” deleitarán al público con su espectáculo “Fuego & Tierra” (sábado 25 a las 22.30h. en el Patio de Armas de El Alcázar), concebido con el propósito de unir y realzar las cualidades de dos grandes artistas. Una fusión de cante, baile y prosa con una puesta en escena brillante. Asimismo, llegará una de las voces más relevantes de los últimos años, con una solidez que asusta de tanta premura y consistencia y con una espiritualidad que, según se dice, toca el cielo entre quejíos y rotundo grito flamenco: Argentina (domingo 26 a las 22.30h.), en un viaje por el cante junto a las guitarras de José Quevedo, El Bola y Eugenio Iglesias y la gran bailaora María Canea como artista invitada.

Desde el Barroco al Romanticismo en la 46 Semana de Cámara

Una mirada diferente para un público que también podrá pasear a través de la música de cámara, por la que se define desde hace ya 46 años el FS, y que en esta edición apostará por la música más esplendorosa del Barroco, encabezada por el Brillant Magnus Quintet (lunes 20 a las 22.30h. en la Catedral), un quinteto que conjuga el brillo del metal con la energía de la percusión, arropado por la majestuosidad del órgano. Una original formación instrumental que permite crear un ambiente sonoro que sorprende por la combinación de los instrumentos, el virtuosismo de sus componentes y la frescura de sus interpretaciones, con obras de J. S. Bach, Handel, Pachelbel, Mouret y Purcell. A través de 4 pianos históricos pertenecientes a la Colección Serrato, los espectadores podrán experimentar los mismo que los hombres y mujeres del Clasicismo o del Romanticismo sintieron al escuchar obras de J. C. Bach, Haydn, Beethoven, Mozart, Liszt, Brahms y Granados, en un recorrido histórico por ambas épocas (martes 21 a las 22.30h. en la Sala La Galera de El Alcázar).

Obras de J. S. Bach, Corelli, Handel y Vivaldi se podrán escuchar de la mano del grupo Da Kamera (miércoles 22 a las 22.30h.), una formación integrada por violín, clave y cello cuya manera de interpretar se centra en el componente emocional (o emocionante) de la música, que existe (y que hacen existir) para mover los afectos, para conmover, para emocionar. Con “Molto affettuoso”, que promete una velada llena de candorosa pasión, demostrarán que 300 años después de su estreno, estas sonatas siguen vivas y siguen conmoviendo a quien las escuche en la Iglesia de San Juan de los Caballeros.

Clausurando la Semana de Cámara (jueves 23 a las 22.30h. en San Juan de los Caballeros), y regresando a J. S. Bach, una mirada de Bach hacia el futuro y del futuro hacia Bach con “Bach to the future”, gracias al Camelot Ensemble. Un homenaje a la libertad del Barroco, en el que el intérprete daba rienda suelta a su personalidad al interpretar una obra, (re)creándola al mismo tiempo, con un plantel de músicos excepcionales encabezado por el violín de Lina Tur Bonet y con un repertorio integrado por dos obras barrocas significativa, los conciertos de Brandemburgo n. 5 y n. 6, y obras inspiradas en Bach: la Sonata de Ysäye para violín solo, inspirada en la Partita en mi mayor de Bach; el Trío para flauta, violonchelo y piano de Kapustin; una obra de Earl Wild, pianista del siglo XX que tradujo en su personal estilo la Sarabanda de la segunda Partita de Bach para clave, y experimentos como el de Varèse, para flauta sola.

Vibrando en familia

Para el público infantil acompañado de adultos, el característico y tradicional Concierto en Familia (domingo 20 a las 20.00h. en San Juan de los Caballeros) también se centrará en las músicas del mundo, pero como nunca las hemos escuchado, interpretadas con instrumentos insólitos, no convencionales y fabricados con materiales de desecho: recogedores cromáticos de los que salen melodías milenarias, regaderas en clave de jazz y con mucho swing, latas convertidas en guitarras y panderos, botellas, embudos, peines, tubos… Vibra-tó es un concierto didáctico interactivo en el que dos músicos-pedagogos multi-instrumentistas (Joaquín Sánchez y Miguel Iroshi) interpretan composiciones propias y músicas del folclore universal demostrando que todo suena…

La apuesta por las jóvenes promesas

Pero una de las características del FS es su apuesta por las jóvenes promesas del panorama musical español, y el FS no sería tal sin su Festival Joven, que cumple 20 años, un apartado a través del cual dará a conocer el talento de los ganadores del 18 Premio de Piano Santa Cecilia de la Fundación Don Juan de Borbón y los ganadores de los certámenes Intercentros Melómano, Pedro Bote y Premio Jóvenes Promesas del Violoncello Jaime Dobato Benavente, con conciertos de acceso libre. Además, el Festival Joven se cerrará con un concierto del Curso de Clarinetes que ofrece este año el FS, dirigido por Mariano Delgado, y con la Orquesta Infantil y Juvenil EOS.

Actividades paralelas como la exposición “La Dance, ça tourne… La danza que gira…”, producida por la Casa de la Danza de Logroño y comisariada por Perfecto Uriel en el Patio del Colegio de Arquitectos, con fotografías de bailarines famosos en lugares conocidos, completará uno de los festivales españoles con mayor tradición y solidez que se celebran en España, que ofrece pequeños y grandes conciertos para todo tipo de público ávido de disfrute de la buena música, con precios que oscilan entre la gratuidad (el 40% de los conciertos son gratuitos), 3€ y 20€.

Cartel

El próximo uno de agosto arranca en el Kursaal donostiarra la Quincena Musical de San Sebastián con la Mahler Chamber Orchestra (días 1 y 2) y obras de Prokofiev, Beethoven y Mozart. Será el inicio de una nueva edición centrada en consolidar un novedoso modelo que sin renunciar al rigor, la variedad y la calidad de sus propuestas, ha conseguido una total y muy sana sostenibilidad en tiempos de crisis.

Con los abonos confirmados al 100% para la edición de 2015 y algunas funciones agotadas a un mes de su inauguración con el 78% de la previsión de venta de localidades cubierta, el interés que ha despertado cuenta con el apoyo de un público que ve como platos fuertes la ‘Tosca’ que se representará los días 13 y 15, con Ainhoa Arteta como protagonista y el espectáculo ‘Voces’, de Sara Baras, con las entradas agotadas.

La serie sinfónica, con la Mahler Chamber en la apertura y sucesivamente la Filarmónica de San Petersburgo, la Orquesta de Cadaqués, la Sinfónica de la Radio de Colonia –estas tres con el Orfeón Donostiarra- y la Filarmónica de Oslo para el cierre el 30 de agosto, también han sido favorablemente acogidas por el público con los programas que serán dirigidos, por este orden, por batutas como la de Yuri Termikanov, Alberto Zedda, Jukka-Pekka Sarastre o Vasily Petrenko.

La presencia de solistas como Grigori Sokolov (día 10 en el teatro Victoria Eugenia), para muchos el mejor pianista del mundo, o Javier Perianes, el español con más presencia internacional, al lado de la Filarmónica de San Petersburgo, así como propuestas líricas, de música antigua, barroca o programas pedagógicos y solidarios de amplia presencia dentro del calendario –como el previsto cada año con los fondos del Ciclo de Música Antigua, que destina esta temporada el dinero recaudado de las entradas a la asociación ADELA-Gipuzkoa para la Esclerosis Lateral Amiotrófica-, conforman al donostiarra como uno de los festivales más señeros pero mejor adaptados a la modernidad de Europa.
www.quincenamusical.eus/programa/

Così

Llegaba el Così fan tutte al Liceu, del que dicen no es un teatro mozartiano. Como no sabemos muy bien qué es ser o no mozartiano, tratándose de un teatro, nos quedaremos con la duda. Quien no parece muy mozartiano es el director de escena de esta producción, Damiano Michieletto. Este joven veneciano empieza a ser conocido por sus discretas extravagancias escénicas. Unas más acertadas que otras. Y no es este Così fan tutte, que viene de La Fenice, una de sus más celebradas producciones.

La escenografía ideada por Michieletto banaliza la trama de Da Ponte. Basada nada menos que en obras de Bocaccio, Shakespeare y Cervantes. No se trata de una ópera buffa, sino de un dramma giocoso. O como bien definió René Leibowitz, una “tragedia en forma de juego”. Pero el director de escena ha creado esta vez un juego demasiado básico. No ha sabido ver la inteligente propuesta del compositor, tan dado al juego y al divertimento. Ha situado la trama en un decadente hotel de 5 estrellas del que ha calcado, esta vez con gran acierto, esa mortecina y desalentadora luz que invita siempre a salir de la habitación.

Tampoco acierta al situar sobre el escenario pequeñas tramas paralelas que lo único que hacen es distraer de la principal y de la acción de los cantantes.

Desde el foso, el inicio de la obra es prometedor. ¡Es Mozart! La obertura, siempre vigorosa, lo llena todo. Pero tras los primeros compases empieza a notarse la falta de espíritu. Ese espíritu que el compositor, maestro del juego de la infidelidad, reflejó de manera tan acertada. No existe una línea orquestal, una narración musical de la historia.
Pons no presta suficiente atención a los cantantes ni al coro. El resultado es el desamparo de los intérpretes y la desconexión entre el foso y el escenario. Sobre todo en las arias de grupo, tan importantes en esta obra. Entradas a destiempo y poca coordinación entre cantantes. Queda ausente el magistral juego de enredos e intercambios que propone Mozart en su partitura. En el segundo acto se pasa de la falta de espíritu al tedio. La mala resolución del final, que queda a medias entre la alegría y el desastre amoroso, no ayuna a dejar entre el público un buen sabor de boca.

A Juliane Banse le tocaba interpretar uno de los papeles más completos y complejos escritos por Mozart, Fiordiligi. Se requiere una soprano spinto d´agilità, con voz robusta para el abordaje de arias como Per pietà. Posee Juliane Banse un buen registro central, pero sufrió en las notas más graves. También tuvo sus dificultades en la complicada Come Scoglio. Aria con grandes demandas técnicas para la que no tuvo el aliento ni apoyos suficientes. Fue de menos a más, llegando al segundo acto con un sonido menos estridente y más ajustado.
Dorabella, contrapunto vocal de Fiordiligi, estuvo interpretada por Maite Beaumont. Una voz mucho más equilibrada y homogénea. De timbre agradable y buena línea de canto. Fue tapada en varias ocasiones por su hermana artística, pero le dio al personaje el carácter adecuado, más tímido y recatado.

Despina fue interpretada por Sabina Puértolas. Una soprano de tonalidades más agudas que las anteriores. Animó la escena con su descaro, exagerado a veces, pero le dio frescura a toda la obra. Voz amplia y expresiva. Recorría el escenario mientras sus compañeras permanecían estáticas.

La sorpresa agradable de la noche fue el joven tenor Joel Prieto, interpretando a Ferrando. Su tesitura de lírico pleno, cercano al spinto, es la más adecuada para este rol mozartiano. Cantó con notable gusto, sobre todo su aria principal, Un aura amorosa, que abordó con finura. Resolvió muy bien la cavatina Tradito, schernito, teatralmente más exigente y para la que se requieren unos buenos graves. Muy bien en el dúo con Fiordiligi en el segundo acto. Dada su juventud y la calidad de su instrumento, se adivina una brillante evolución.

Joan Martín-Royo compuso un Guglielmo sólido. Su tesitura baritonal se refuerza con unos buenos graves, que se corresponden con el personaje que describió Mozart. Su labor actoral fue meritoria y brilló en las arias. Como al resto de intérpretes, no les favoreció demasiado el vestuario ni la escenografía.

A Pietro Spagnoli le encargaron un Don Alfonso algo casposo y con poca chispa, cuando lo que requiere el personaje es una intención casi buffa. Vocalmente estuvo muy bien resuelto por Spagnoli. Un magnífico fraseo y una muy buena declamación en los recitativos. Se notan sus tablas.

Sonó estupendamente el coro del Liceu, de la mano de Conxita García, a pesar de la escasez de elementos.

Un Così fan tutte algo pobretón y desigual el que ha presentado el Liceu en esta ocasión. Mejorable en cualquier caso, pero siempre extraordinario tratándose de Mozart. No pensemos que el Liceu no es mozartiano. Démosle otra oportunidad.

Cossí

Così fan tutte, tercera y última colaboración entre Wolfgang Amadeus Mozart y el libretista Lorenzo Da Ponte, llega al Gran Teatre del Liceu bajo la dirección de Damiano Michieletto, que debuta en el Liceu con una propuesta arriesgada que se ambienta en un hotel de lujo. El dramma giocoso, que se podrá ver del 20 al 30 de mayo, está inspirado en textos de Boccaccio, Shakespeare y Cervantes, y cuenta con la dirección musical del maestro Josep Pons.
Così fan tutte es una obra con una aguda visión social de la época que aborda de una forma directa la lucha entre sexos, y específicamente la infidelidad femenina. Mozart plasmó en esta ópera un juego inmoral sobre los sentimientos y emociones de los protagonistas: las hermanas Fiordiligi y Dorabella, y los respectivos prometidos Guglielmo y Ferrando. Sin olvidar el maquiavélico Don Alfonso que enreda toda la trama con una apuesta irreverente, y su aliada Despina, criada de las dos hermanas.

Michieletto presenta, después de haber trabajado los dos otros títulos Mozart-Da Ponte, Le nozze di Figaro y Don Giovanni, un Così fan tutte revisado, con una puesta en escena actual y majestuosa, un vestuario atrevido y una escenografía que destaca por el movimiento giratorio que traslada al espectador a diversas estancias de un hotel donde se producen todos los enredos posibles. El director veneciano hace recaer sobre Don Alfonso todo el peso del elemento metateatral (el teatro dentro del teatro) y le hace estar presente durante toda la obra sentado en un lateral del proscenio, aunque el libreto no lo requiera.

Così fan tutte se estrenó en enero de 1790 en el Burgtheater de Viena y no fue hasta después de ciento cuarenta años que llegó al Liceu, aunque se pudo ver en el Teatre de la Santa Creu en 1798. La última función del Così fue el 30 de enero de 2004 con las direcciones de Bertrand de Billy (musical) y Josep Maria Flotats (escénica). Le nozze di Figaro y Don Giovanni son las dos óperas que también cuentan con el talento de Mozart y Da Ponte, una trilogía que el genio vienés inició en 1786 y que concluyó con Così.

Este Così fan tutte presenta dos repartos. Como Fiordiligi Juliane Banse y Maite Alberola; Dorabella, Maite Beaumont y Gemma Coma-Alabert; Ferrando, Joel Prieto y David Alegret; Guglielmo, Joan Martín-Royo y Borja Quiza; Despina, Sabina Puértolas y Anna Tobella; y como Don Alfonso, Pietro Spagnoli y William Berger.

Actividades complementerias:

El Gran Teatre del Liceu propone dos experiencias únicas durante las representaciones de Così fan tutte. Con la colaboración de la ginebra Hendrick’s se instalará en el Saló dels Miralls una reproducción del bar de la escenografía de la ópera para que los asistentes puedan sentirse protagonistas durante el entreacto, y una vez finalizada la función. Hendrick’s ofrece al público que se inscriba con antelación, una degustación de cócteles y gin-tonics sorprendentes al terminar la representación. Por 20 euros se podrá disfrutar de una velada única en un «bar de lujo». Las entradas estarán a la venta en las taquillas del teatro y en la web del Liceu.

El ilustrador argentino Eduardo Relero, todo un gurú del 3D y el streetart, después de haber expuesto sus obras por las calles de Nueva York, Tokio, Roma, México, entre otras muchas ciudades, propone una instalación en el vestíbulo histórico del Liceu para que la gente interactúe durante su estancia en el Gran Teatre. La obra, original de Relero, se inspira en el mundo operístico y está construida mediante vinilos dispuestos de una forma concreta bajo el concepto de anamorfosis, una técnica utilizada para ocultar o dirigir la atención específicamente sobre algo. La composición, que se verá sobre una superficie de 6×6 metros en el suelo del vestíbulo y el mostrador, se podrá visualizar gracias a las lentes de los teléfonos móviles y de una cámara situada a 1,75 metros que permitirá a los usuarios ver el relieve de la instalación en una pantalla de plasma.

Joel Prieto

El tenor Joel Prieto, nacido en Madrid y ganador del primer premio del Concurso Operalia de Plácido Domingo, regresará a la temporada del Gran Teatre del Liceu barcelonés después de su Fenton de Falstaff ahora interpretando uno de sus papeles favoritos, el de Ferrando de Così fan tutee (Mozart), rol que debutó en 2009 en el Palau de les Arts de Valencia. Posteriormente también lo ha interpretado en la Washington National Opera, en Les Théâtres de la Ville de Luxembourg, en la Palm Beach Opera y en la Bayerische Staatsoper de Múnich. «Ferrando es probablemente mi papel mozartiano favorito, y también el más que he cantado durante mi carrera», afirma el joven tenor. «El personaje vive una gran evolución durante la ópera: al principio es un muchacho inocente y está ciego de amor por su amada Dorabella; es un romántico empedernido y cree firmemente que Dorabella le será siempre fiel. Es un papel que enmarca un cuadro muy diverso de emociones, desde una faceta cómica y de juego, hasta dolor, confusión y pasión. Vocalmente es un papel muy completo (es como un Mozart a la italiana), con una línea vocal muy expuesta. No es un papel para todo el mundo por la dificultad que conlleva en el pasaje de la voz; su balance entre registros y los matices que el rol requiere».

Poseedor de un amplio repertorio, en la trayectoria de Joel Prieto destacan papeles belcantistas y mozartianos, habiendo debutado, precisamente, como Príncipe Tamino de Die Zauberflöte en la Deutsche Oper de Berlín en 2006, ciudad a la que regresó con ese mismo personaje a la Staatsoper Unter den Linden en 2011. En este ámbito también ha interpretado a Don Ottavio en el Don Giovanni del Festival de Salzburgo de Claus Guth y Yannick Nezet-Seguin (2010 y 2011). Con Fenton (Falstaff, Verdi) se presentó en la Royal Opera House del Covent Garden de Londres en una producción de Robert CarsenDaniele Gatti retransmitida por televisión (2012), papel con el que debutó tanto en el Théâtre du Capitole de Toulouse (2011) como en el Gran Teatre del Liceu en Barcelona (2010).

La producción de Così fan tutte que podrá verse en el Liceu lleva la firma del aclamado regista italiano Damiano Michieletto, uno de los innovadores de la ópera de hoy. «La música de Mozart siempre me tocó de manera muy profunda», continúa Joel Prieto. «Fue uno de los motivos que me hicieron dedicarme a esto. No es coincidencia que mi carrera haya empezado con esta maravillosa música. Los personajes mozartianos me han ayudado a conocer mi propio instrumento y a desarrollarlo no solo en la técnica, sino también en su potencial interpretativo. Además estos papeles me han dado la oportunidad de trabajar con muchos de los mejores directores de escena del mundo de la ópera: el trabajo actoral, además, es una de las razones que le da sentido a la música de Mozart. Hoy en día mi repertorio sigue expandiéndose en el repertorio italiano y francés, pero Mozart siempre estará en mi calendario de actuaciones. Es como volver a casa».

Joel Prieto estrenará este espectáculo en el Liceu de Barcelona el 20 de mayo, interpretando además las funciones de los días 22, 24, 26, 28 y 30 de ese mismo mes.

Real

El Teatro Real ha presentado esta semana la nueva temporada 15-16. Una temporada equilibrada en cuanto a títulos de repertorio y aquellos más desconocidos. Realiza una clara apuesta por las coproducciones con otros teatro y no tanto las propias. Lo que contribuye al cumplimiento del objetivo de ajustar el presupuesto al máximo. Mayor número de representaciones. la eliminación del gasto de gestión al adquirir las entradas a través de internet. La programación, vertebrada por los títulos operísticos, articula diferentes líneas conceptuales y temáticas con variadas propuestas interdisciplinares. Se ofrecerán cinco nuevas producciones, cuatro producciones invitadas, tres óperas en versión de concierto y dos óperas de cámara. Se mantienen en la próxima temporada las líneas estructurales de la programación, con la ampliación de los ciclos VOCES DEL REAL y SESIONES GOLFAS, y la creación del ciclo BAILANDO SOBRE EL VOLCÁN. El Teatro Real se une a la Conmemoración del IV Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes y William Shakespeare. Se afianza el vínculo con instituciones culturales y artísticas, con múltiples y atractivas actividades. Y se amplían las modalidades de abonos (16 en total), se anticipa y agiliza su venta y se flexibilizan los procedimientos para cambio de fechas.

En la 19ª temporada del Teatro Real desde su reapertura, en 1997, se presentarán cinco nuevas producciones operísticas —todas en coproducción con importantes teatros, cuatro producciones invitadas, tres óperas en versión de concierto y dos óperas de cámara que se ofrecerán en los Teatros del Canal. La programación se completa con tres espectáculos de danza y dieciséis conciertos integrados en los ciclos Voces del Real, Sesiones golfas y el recién creado Bailando sobre el volcán.

Cabe destacar el estreno en Madrid de la versión escenificada de Moisés y Aarón, de Arnold Schönberg, sin duda una de las obras señeras del repertorio lírico del siglo XX, que llegará en una coproducción entre el Teatro Real y la Ópera de París, con dirección de escena Romeo Castellucci —uno de los creadores más brillantes de la actualidad que debutará en Madrid. En estrecha sintonía con el argumento y las circunstancias históricas de esta ópera, se estrenará también El emperador de la Atlántida, de Viktor Ullmann, discípulo de Schönberg y uno de los grandes compositores de la época, cuya carrera quedó truncada por el ascenso del nazismo. La ópera se compuso en el campo de concentración de Terezín. Ambas obras esbozan un eje temático que se extenderá a espectáculos del Programa Pedagógico, como la pequeña ópera juvenil Brundibár, de Hans Krasa, estrenada también en Terezin. En el mismo marco conceptual, pero con otra atmósfera, se ofrecerán en el Auditorio Sony de la Fundación Albéniz cuatro conciertos (uno de ellos escenificado) dentro del ciclo Bailando sobre el volcán, que incluyen referencias al cabaret judío que tanta influencia ejerció sobre Schönberg, Kurt Weill y otros compositores coetáneos.

Entre las novedades de la temporada figuran los estrenos de Alcina —una de las mejores óperas del extenso catálogo de Händel, con dirección escénica de David Alden— y, sobre todo, La prohibición de amar, de Richard Wagner, obra juvenil injustamente relegada, que el Teatro Real y la Royal Opera House rescatarán del olvido con la complicidad de Kasper Holten, responsable de la dirección de escena, e Ivor Bolton, director musical del Teatro Real. La ópera de Wagner está basada en Medida por medida, de William Shakespeare, de quien se conmemora el cuarto centenario de su muerte. En el marco de esta efeméride se ha programado en los Teatros del Canal la obra Dos delirios shakesperianos, de Alfredo Aracil.

El Teatro Real se ha unido también a la Conmemoración del IV Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes programando El retablo de Maese Pedro, de Manuel de Falla, y El caballero de la triste figura, de Tomás Marco.

Además de La prohibición de amar, que Wagner consideraba un “pecado de juventud”, la temporada incluye la última ópera del compositor, Parsifal, que dirigirá musicalmente Semyon Bychkov y que supondrá el debut en el Real de Claus Guth, otro de los nombres más cotizados de la dirección escénica actual.
Mariella Devia, Gregory Kunde, Mariusz Kwiecien y Silvia Tro Santafé conformarán el cuarteto estelar que protagonizará el regreso de Roberto Devereux, de Gaetano Donizetti, que inaugurará la temporada lírica el 22 de septiembre. Otro título crucial del belcantismo romántico, I Puritani, de Vincenzo Bellini, reunirá algunos de los mejores cantantes de este repertorio: Diana Damrau, Javier Camarena y Ludovic Tezier, dirigidos por Evelino Pido, en el foso, y Emilio Sagi, en la escena.
También Rigoletto, de Giuseppe Verdi, con dirección musical de Nicola Luisotti y escénica de David McVicar, unirá a cantantes tan reconocidos como Olga Peretyatko, Lisette Oropesa, Stephen Costello o Leo Nucci, que también protagonizará Luisa Miller de Giuseppe Verdi, en versión de concierto, bajo la dirección de James Conlon.
Plácido Domingo interpretará junto a Ainhoa Arteta y Michael Fabiano, I due Foscari, de Giuseppe Verdi, bajo la batuta de Pablo Heras-Casado, Principal Director Invitado del Teatro Real. También en versión de concierto se presentará Written on Skin, que dirigirá el propio compositor, George Benjamin.

Entre los títulos más populares del repertorio lírico destaca asimismo el regreso de La flauta mágica, con dirección musical del experto mozartiano Ivor Bolton, con magistral puesta en escena de Barrie Kosky, que debutará en el Teatro Real. El Programa Pedagógico incluirá, a su vez, La flauta encantada, una magnífica introducción a la ópera de Mozart para niños, y una versión para adolescentes de Dido y Eneas, de Henry Purcell, con dirección de Rafael Villalobos.
En la programación de conciertos y recitales figuran nombres de tanto prestigio como Measha Brueggergosman, Natalie Dessay, Angela Denoke, Renée Fleming, Karina Gauvin, Venera Gimadieva, Barbara Hannigan, Anja Kampe, Susan Graham, Juan Diego Flórez, Francesco Meli, Bejun Mehta, Andreas Scholl, Simon Keenlyside, Christopher Maltman, Peter Mattei y Franz Josef Selig, entre otros.

Tres compañías de danza se darán cita en la temporada: Nacho Duato presentará su versión de La bella durmiente con el Staatsballett de Berlin, y un triple programa con coreografías suyas y de Marco Goecke. Sasha Waltz traerá, junto con su compañía, la aclamada versión de La consagración de la primavera, de Igor Stravinsky. Finalmente, José Carlos Martínez propondrá un homenaje a Enrique Granados con la Compañía Nacional de Danza finalizando en julio del próximo año, la 19ª temporada del nuevo Teatro Real.

Las Bodas de Figaro

El Teatro Real ha comenzado su temporada teniendo que dar explicaciones a las numerosas modificaciones que está teniendo la anunciada nueva temporada. Vaya por delante el hecho de que el Teatro ha vivido en los últimos meses una situación complicada. El fallecimiento de su anterior director artístico, Gerard Mortier, y el nombramiento como sustituto del actual, Joan Mataboch, no son una anécdota. Como tampoco lo es preparar una temporada con apenas seis meses en un mundo en el que se trabaja con márgenes mucho más amplios.
Los diferentes cambios en la programación se deben a distintos motivos. El estreno mundial de La ciudad de las mentiras, de Elena Mendoza, basada en textos de Julio Cortazar, se aplaza hasta el 2017 sin que hayan quedado claros los motivos. Se cae del cartel Fidelio, en esta ocasión el responsable es Alex Ollé, de la Fura dels Baus. Gollescas se ofrecerá en versión concierto, y no con la puesta en escena de José Luis Gómez y el pintor Eduardo Arrollo. En Hänsel und Gretel se sustituye la dirección escénica. Inicialmente iban a ser Joan Font, de Els Comediants, y Agatha Ruiz de la Prada los encargados, pero finalmente será Laurent Pelly.
También se cae del cartel la soprano Natalie Dessay en La fille du régiment. Aquí el Teatro no tiene nada que ver, ha sido la propia cantante quien anunció su retirada de los escenarios operísticos para dedicarse al recital. A cambio la sustituye Aleksandra Kurzak, que viene de tener un apoteósico triunfo en Viena con este mismo papel.
Esperemos que no se produzcan nuevas bajas en una temporada que puede denominarse de transición, dados los acontecimientos y dificultades que la han marcado.

Comienza la temporada con una reposición (y van tres en cinco años) de la producción que de Las bodas de Figaro realizó Emilio Sagi.
Esta obra, inspirada en un texto del polémico Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais, que gracias a su maestría en el manejo de la sátira, estaba considerado como el azote de la nobleza. La misma que caería durante la Revolución Francesa y a la que tenía soliviantada con sus obras y escritos políticos.
La trilogía de Figaro escrita por Beaumarchais trata de representar el momento socio-político que vivía Europa. La caída de la aristocracia, representada en la figura del Conde y la Condesa de Almaviva, y el ascenso de las clases populares, con el criado Figaro como protagonista. Estos textos sirvieron de inspiración tanto para la composición de El barbero de Sevilla a Rossini, que se interesó más por la primera parte de la trilogía, como Las bodas de Figaro a Mozart, que se inspiró en la segunda parte.

Mozart decidió encargar a su nuevo libretista, Lorenzo Da Ponte, la adaptación del texto para su ópera. No fueron pocos los cambios que Da Ponte introdujo en la obra, sobre todo para conseguir rebajar el elevado tono crítico y transformarlo en una obra bufa. La ópera se estrenó en Viena en 1786, apenas tres años antes de iniciarse la Revolución Francesa. Compositor y libretista colaboraron más tarde en Cosí fan tutte y Don Giovanni.

La escenografía de Sagi es clásica y convencional. En algunos momento resulta desangelada, pero la responsabilidad de llenar un escenario aunque en éste escaseen los elementos, no es tanto del director de escena, sino de los propios artistas.

Al clasicismo y romanticismo que sí tiene la escenografía, contribuyen en gran medida el hermoso vestuario de Renata Schussheim, y la adecuada iluminación de Eduardo Bravo. Emilio Sage sabe dotar a sus obras de brillo y vistosidad. En esta ocasión, la incorporación de un cuerpo de baile y sus castañuelas, dan a la obra un toque castizo que dio vida a la obra.

Si bien Ivor Bolton es un excelente director, en estas bodas de Figaro no se puede decir que haya acertado con el tempo y mucho menos con el carácter de la obra. Su dirección careció de chispa y brío desde la apagada obertura. No tenía espíritu, lo que es imperdonable en una ópera bufa como es esta. Decir en su favor que estuvo pendiente en todo momento de los cantantes.

Con Andreas Wolf hemos asistido a la representación del Figaro más insípido y tieso que se ha visto. Un personaje tan chispeante como Figaro no puede ser solventado con tanta rigidez. Su voz es agradable, hermosa a veces, pero un personaje con tanta importancia teatral requiere, no solo un esfuerzo en la interpretación, también cualidades para ello.
Sylvia Schwartz fue una Susana a la altura de Figaro, no se si por convencimiento o por influencia de éste, pero hicieron buena pareja en la falta de expresividad en la interpretación. La solidez de su voz no acierta en esta ocasión con el personaje.
Luca Pisaroni, como Conde de Almaviva, fue de lo mejor de la noche junto a la Condesa, Sofia Soloviy. Ambos hicieron gala de buen oficio sobre el escenario, pero sobre todo, dotaron a sus personajes de empaque y distinción. Soloviy fue aplaudida en algunas de sus arias, sobre todo en “Dove sono”, por su calidad musical y extraordinarios legatos.
Elena Schneiderman tampoco se lució con su Cherubino. Lejos también, como el resto del reparto, de la comicidad que caracteriza a esta obra y la chispa traviesa de su personaje que casi pasa desapercibido.
El resto del reparto se perdió en medio del aburrimiento de la representación. Los intentos de José Manuel Zapata por recrear un Don Basilio jocoso y gracioso, no fueron suficientes.
Unos intérpretes sin soltura, rígidos, sin dar pie al más mínimo detalle teatral, ofrecen como único resultado el aburrimiento para un público que llega al Teatro predispuesto al disfrute.

LE NOZZE DI FIGARO
Wolfgang A. Mozart (1756-1791)
Ópera buffa en cuatro actos
Libreto de Lorenzo da Ponte, basado en la comedia La folle journée, ou Le mariage de Figaro (1784) de Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais.
D. musical: Ivor Bolton
D. escena: Emilio Sagi
Escenógrafo: Daniel Bianco
Figurinista: Renata Schussheim
Iluminador: Eduardo Bravo
Coreografía: Nuria Castejón
D. coro: Andrés Máspero

Reparto: Luca Pisaroni, Dofia Soloviy, Sylvia Schwartz, Andreas Wolf,
Elena Tsallagova, Helene Schneiderman, Christophoros Stamboglis,
José Manuel Zapata, Gerardo López, Khatouna Gadelia, Miguel Sola,
Pilar Moránguez, Celine Kot.
Coro y Orquesta titulares del Teatro Real

Interpretar más de 500 veces a un mismo personaje sin caer en lo rutinario, es más que un mérito, es arte, oficio y pasión. Y Leo Nucci, sobrado de facultades, a estas alturas de su vida está lleno de recursos en escena, y también fuera de ella. Sabe muy bien como gestionar las emociones de un público, el de Bilbao, que le esperaba con entusiasmo después de sus últimas cancelaciones en I Due Foscari y Nabucco.

Su interpretación de Rigoletto fue de menos a más. El calentamiento de su voz y del público llegó con el dúo Ah!, solo per me l´infamia, que fue el preámbulo a un magnífico Cortiggiani vil raza y una impecable y dramática vendetta que fue bisada. A pesar de alguna carencia en el fiato, que le llevó a acortar alguna frase, la capacidad vocal de Leo Nucci es prodigiosa en un hombre de 71 años. Demostró gran conocimiento de la partitura y del concepto de drama verdiano. Su voz conserva su color y características casi intactas a pesar de los años. Y Rigoletto es sin duda su personaje. No interpreta a Rigoletto, se transforma en él.

Y si Leo Nucci se había llevado todo el protagonismo inicial, la noche reservaba una gran sorpresa, la soprano rumana Elena Mosuc en el personaje de Gilda. Era su debut en Bilbao y eso siempre genera una cierta expectación, más bien esperanza, esa que nunca se pierde. Y tuvimos la ocasión de asistir a un acontecimiento cada vez más escaso, sobre todo tratándose de una obra tan clásica. Una de esas obras que cada uno tiene referenciadas en la cabeza con sus cantantes, director, escenario… y que difícilmente hacen hueco a ninguna otra versión.
Apareció Elena Mosuc, con esa discreción y delicadeza escénica con la que Verdi describió al personaje de Gilda. Llegó entonces Caro nome, y empezaron a temblar los recuerdos para dejar paso a este momento. Elena Mosuc posee unos recursos canoros que dificilmente se despliegan ya sobre un escenario. Bien por falta de ellos, por miedo o por vergüenza. La facilidad para el legatto. Apianar una nota con lánguido abandono y terminarla con un sutil crecendo. Todo ello con una finezza y un gusto exquisito.  Se permitió algún sobreagudo y agilidades como regalo a un público que en ese momento estaba absolutamente entregado.  El oficio y experiencia tanto de Leo Nucci como de Elena Mosuc, se observó también en el perfecto empaste de las dos voces protagonista.

La interpretación de Ismael Jordi, como Duca di Mantova, bajó algún escalón el nivel interpretativo respecto a los otros dos protagonistas. Empezó algo destemplado y mejoró en el segundo y tercer acto. Su voz ha mejorado en los últimos años pero no termina de convencer. Su color cambia con facilidad y es muy evidente el cambio de pasaje que desestabiliza algunos agudos. Pero su canto es refinado y elegante. No tiene mala presencia en escena, pero quizá el porte es escaso para el personaje de Duca. Sobre todo cuando apareció en el escenario María José Montiel con una Magdalena temperamental, exuberante y, sobre todo, castiza. Muy bien en el cuarteto, equilibró y redondeó el magnífico cuadro de cantantes. No estuvieron a su altura sus compañeros de correrías, ni Felipe Bou, como Sparafucile, ni Javier Galán interpretando a Marullo.
Ainhoa Zubillaga, como Giovanna, tampoco convenció. No posee una bonita voz. La sensación es de pesadez, de un angustioso dolor en la emisión. La nitidez en el fraseo es inexistente.

La dirección musical ha sido con diferencia lo más flojo durante toda la representación. Sorprendió la cancelación del director Daniel Oren, que ha sido sustituido por Miguel Ángel Gómez Martínez. La dirección de éste último ha pecado de una lentitud excesiva. Unos tiempos dilatados en exceso, que no favorecían el dramatismo pero sí el hastío en algunos momentos.

Hay escenografías que envejecen muy mal. Tal es el caso de la que nos ocupa, de Emilio Sagi, que se estrenó en este mismo teatro hace siete años. Su reposición ha estado a cargo de Ricardo Sánchez-Cuerda y el resultado es oscuro y pobre. No se reconocen en él elementos clásicos o conocidos. Los cambios y transiciones se realizan a la vista del público mediante plataformas móviles. Obligaba a los cantantes a moverse entre los elementos como en un laberinto. La dirección de actores falla en algunos momentos en los que Rigoletto queda fuera de escena siendo el protagonista. Quiere ser una escenografía sencilla, pero se queda en simple.
La iluminación, a cargo de Eduardo Bravo, quiere ayudar a crear una atmósfera tenebrosa, pero resulta tacaño y la luz, escasa.

La Bilbao Orkestra Sinfonikoa tuvo una actuación discreta, más por carencias de la dirección musical que de recursos de los maestros que la forman.
El coro brilló y contribuyó al éxito de la representación. Bien en las entradas y contundente en los cuadros de conjunto.

Habrá quienes opinen que el éxito del estreno de este Rigoletto es exagerado, que en la sala se encontraba mucho tiffosi nucciniano. La realidad es que la ópera y quienes participan en ella solo tienen una obligación, encender pasiones. Misión cumplida.

Con las funciones de Die Zauberflöte, termina la presente temporada de otoño, invierno y primavera en el valenciano “Palau de Les Arts”, que ha sabido conjugar los inevitables recortes presupuestarios, con una programación a base de cinco títulos de diferentes repertorios: La Bohème y El barbero de Sevilla, junto a dos óperas de Verdi   –estamos en el 200 aniversario del compositor de Busetto-  una popular y superconocida como Rigoletto,  y otra mucho menos representada, pero de indudable atractivo como I due Foscari, con la siempre carismática presencia de un Plácido Domingo, metido en roles baritonales, pero conservando su atractivo timbre, y una línea de canto verdaderamente impensable para sus setenta y dos años.

Pues bien, todas esas producciones contaban con magníficas escenografías, a las que se suma la minimalista pero muy atractiva propuesta escénica de la mozartiana Die Zauberflöte.
A pesar de la reducción de títulos con respecto a años anteriores, el Palacio de la Ópera Valenciano, ha cuidado al máximo los resultados musicales, vocales y escénicos de cada una de sus óperas programadas, a las que Brío Clásica está dedicando extensas y didácticas reseñas.
Die Zauberflöte es una obra a la que podría denominarse de diferentes maneras: gran ópera, como la llamó Mozart, también podría adscribirse al género de la opereta vienesa o también a un “singspiel” como en el caso de El rapto en el serrallo. También como un cuento de hadas.
Sin embargo, su manifiesta iconografía masónica resulta evidente, ya que de principio a fin, toda la temática de esta ópera nos remite a la francmasoneria. Ténganse en cuenta que Wolfgang Amadeus Mozart era masón, y su ópera resulta un encendido canto a la fraternidad universal. Sus dos protagonistas principales el príncipe Tamino junto con su amada Pamina, son introducidos en el rito iniciático masónico.
Podría pensarse que esta ópera es sólo una parábola de la lucha entre el bien y el mal, de lo ridículo y lo sublime, de elementos masculinos y femeninos. Sin embargo, Die Zauberflöte puede considerarse una obra genial que reúne todas estas contradicciones, ensalzando el amor asociado a la búsqueda de la verdad, la solidaridad mutua, la justicia, la fraternidad y la tolerancia.

Como en todas las grandes creaciones operísticas mozartianas, el canto debe prevalecer en su estado más puro: depurada técnica, calidad vocal, gran expresividad.
Dentro de la tipología vocal que requiere La Flauta Mágica, el personaje de La Reina de la noche precisa una soprano dramática  de absoluto dominio de la coloratura, unido a empuje y bravura. Ese tipo sopranil existente en los tiempos de Mozart, y retomado en algunas óperas de Bellini y Donizetti, por sopranos como Giuditta Pasta, Giulia Grisi, y en tiempos más recientes por la gran María Callas: ya no existe. Por tanto, el rol de La Reina de la noche lo desempeñan lírico-ligeras de gran extensión y fácil dominio de las agilidades.
En cuanto a los dos papeles principales de Pamina y Tamino, requieren respectivamente: una soprano lírica de cierta anchura, buen legato, dominio de las regulaciones dinámicas; y, sobre todo, una muy depurada línea de canto; y un tenor lírico de suficiente anchura para afrontar momentos heroicos y dramáticos.
Y, el personaje de Sarastro, de gran importancia durante toda la ópera, requiere un bajo profundo con un canto de gran nobleza.
Finalmente, citemos, el personaje baritonal del pajarero Papageno, que debe conjugar una actuación cómica y desenfadada, con momentos más serios y de cierto dramatismo.

Dicho todo esto, para poner al lector en antecedentes, quiero realizar un comentario siempre constructivo de esta producción del Teatro Regio di Parma de La Flauta mágica,  que se representó en el transcurso de seis funciones el pasado mes de abril en el Palacio de Ópera Valenciano: en primer lugar, que se puede realizar una puesta en escena –atractiva- de matizado minimalismo, creada por Simon Corder, también responsable del muy acertado diseño luminotécnico que le saca tremendo partido al muy sencillo montaje escénico. Destacar, los expresivos números de ballet,  excelentemente resueltos por acrobáticos bailarines, con la magnífica coreografía de Duncan Macfarland.
El Coro de la Generalitat Valenciana (como siempre) realiza una sobresaliente actuación dirigido por su titular Francesc Perales, destacando, sobre todo en el impresionante y muy emotivo coro del Acto II.
Siempre es preciso comentar la gran calidad de la Orquesta de la Comunitat Valenciana, plagada de magníficos profesionales capaces de adecuarse a variopintos repertorios: en este caso la música de Mozart, siempre de gran altura sinfónica, y que el director   supo exponer con absoluta brillantez.
En el plano vocal habría que resaltar la actuación vocal y escénica de la joven soprano italiana Grazia Doronzio, quien realizó una sobresaliente actuación como Pamina, estando magnífica en todas sus intervenciones, sobre todo, en su muy complicada aria del Acto II, “Ash, ich fühl’s (¡Ay, tengo el sentimiento)”, cumpliendo en un amplísimo porcentaje, todas las bondades vocales que requiere este personaje, ya apuntadas más arriba; y, mostrándose –pese a su juventud- en la línea de otras grandes Paminas como, por ejemplo: Elisabeth Schwarzkopf, Gundula Janowitz, Annaliese Rothenberger o nuestra Pilar Lorengar.
Cabe también destacar el magnífico Sarastro del bajo coreano In-Sung Sim, con una bella y noble línea de canto. Su actuación resulta muy brillante a lo largo de toda la ópera, destacando en su aria del Acto II “In diesen heil’gen Hallen.
Notable y graciosa actuación como Papageno del barítono Thomas Tatzl, junto a la Papagena bien cantada y actuada de Helen Kearns, quien muestra una gran flexibilidad corporal, al estar totalmente encorvada durante bastante tiempo, para luego aparecer como una chica joven y esbelta que embelesa a Papageno.

Dejo para el final lo que considero más flojo de todo el reparto: La Reina de la noche de la soprano Mandy Fredrich, quien cantó muy discretamente su aria del Acto I “O zittre nich, mein lieber sohn! (Este retrato es encantadoramente bello)” para mejorar en su endiabladamente difícil aria del Acto II “Der Hölle Rache..” (¡La venganza del infierno..)”
El Tamino de Daniel Johansson, está, más o menos aceptable, en sus intervenciones con Pamina, Papageno y Sarastro.
Ya, los resultados son más discretos en su gran escena del Acto I “Dies Bildnis ist bezubernd schón (¡Este retrato es encantadoramente bello)”, si le comparamos con un Fritz Wunderlich (el mejor Tamino de la historia), o con la elegantísima creación del joven Nicolaï Gedda, junto a la Pamina de Elisabeth Schwarzkopf, y el Papageno de Giuseppe Taddei, en la magnífica toma en directo de 1953, dirigido por la flamígera batuta de Herbert von Karajan; e, incluso, la excelente creación, en tiempos más recientes, del mejicano Francisco Araiza, en la toma en video de 1991, dirigida por James Levine desde Metropolitan de Nueva York.
En fin, una notable Flauta mágica, sobre todo por algunos de los cantantes.

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