Ainhoa Arteta y Ramón Vargas

La soprano Ainhoa Arteta y el tenor Ramón Vargas, que la pasada temporada protagonizaron el concierto de regreso a los escenarios de la cantante tras unos meses complicados que la mantuvieron forzosamente alejada del público, vuelven ahora un año después al mismo escenario del Teatro de la Zarzuela para ofrecer el próximo lunes 6 de febrero un recital íntegramente de música española.

Como era de esperar, la nueva cita con estas dos figuras mundiales de la lírica, que de nuevo contarán con Javier Carmena como pianista, ha desatado una extraordinaria expectación que les llevará a cantar, una vez más, ante un teatro abarrotado y a todas luces entregado al arte de ambos intérpretes.

Sonarán páginas indispensables de nuestra lírica: de ‘La Gran Vía’ de Federico Chueca y Joaquín Valverde, a ‘La isla de las perlas’ de Pablo Sorozábal, de ‘Luisa Fernanda’ de Federico Moreno Torroba a ‘Mirentxu’ o ‘El caserío’ de Jesús Guridi, de ‘La Dolorosa’ de José Serrano o ‘La Tempranica’ de Gerónimo Giménez a la ópera ‘El gato montés’ de Manuel Penella, pasando incluso por el reciente estreno absoluto de ‘El orgullo de quererte’ del propio Javier Carmena.

Todo indica que volverá a ser una noche difícil de olvidar.

Entre Aevilla y Triana
Ángel Ruiz, como Angelillo, junto a Alejandro del Cerro,
como José María

En su labor de recuperación de nuestro patrimonio lírico, el Teatro de la Zarzuela lleva estos días a escena Entre Sevilla y Triana. Un sainete andaluz con música de Pablo Sorozábal y libreto de Luis Fernández de Sevilla y Luis Tejedor. Esta obra en dos actos, estrenada en el Teatro Circo Price de Madrid, el 8 de abril de 1950, no había vuelto a representarse hasta 2012 en una coproducción del Teatro Arriaga, Teatro de la Maestranza, Teatros del Canal y Teatro Campoamor, con la dirección de escena de Curro Carreres y que ahora llega al Teatro de la calle Jovellanos.

Es este un sainete muy popular, escrito por el maestro Sorozábal para toda clase de público, en un momento social muy necesitado de divertimento, sin más complicaciones ni elaboraciones. Una obra costumbrista y divertida que pone sobre la mesa un tema delicado para la época, la de las madres solteras. Y Sorozábal presenta a Reyes, la protagonista, como una mujer con carácter y poco dispuesta  a seguir las costumbres de la moral de la época. Un personaje creado por el compositor para su mujer, Enriqueta Serrano, que regresaba en aquellos momentos a los escenarios.

El resto de los personajes  son también los habituales en las obras de Sorozábal. Muy bien retratados en sus perfiles, tanto los dramáticos como los cómicos. En esta ocasión se han adaptado con el mayor respeto al libreto original, resaltando la personalidad de cada uno.

Berna perles, en el papel de Reyes y Javier Franco,
como Fernando

El cuadro de cantantes ha estado compuesto en esta ocasión por dos excelentes repartos. Ángel Ódena y Javier Franco en el rol de Fernando; Carmen Solís y Berna Perles, como Reyes;  Andeka Gorrotxategi y Alejandro del Cerro, como José María, el pretendiente de Reyes; el aspirante a torero Anjelillo, interpretado por el siempre solvente Ángel Ruiz; Micaela, la pizpireta prima de Reyes, a cargo de Ana Gomá; Gurutze Beitia como Señá Patro; Lara Chaves como Esperanza Moreno, la cantante que pretende a Fernando; Manuel de Andrés y Rocío Galán, que interpretan al matrimonio vecino de Glosopeda e Isidora y el Mister Older de José Luis Martínez, el dueño del barco, de origen sueco

La música es la que consigue el mayor protagonismo. La localización andaluza de la historia permite una variada representación de géneros musicales, desde las sevillanas y coplas, hasta el más puro flamenco, pasando por las habaneras.

La dirección musical del maestro Guillermo García Calvo estuvo a un muy nivel. Hay que tener en cuenta que el foso sigue estando ocupado por apenas veintiséis maestros, debido alas restricciones por covid, lo que merma muchísimo los resultados finales. Esperemos que esta circunstancia pase pronto y tengamos ocasión de escuchar en plenitud la Orquesta de la Comunidad de Madrid.

Un acierto más programar estas obras casi desconocidas y presentarlas al público con la solvencia de esta producción.

Texto: Paloma Sanz
Imágenes: Elena del Real


Sorozábal

El Teatro de la Zarzuela prosigue el ciclo ‘A propósito de…’: El maestro Guillermo García Calvo indaga en esta ocasión en el entorno musical e intelectual de Sorozábal.

Con obras de Mateo Albéniz, Falla, Usandizaga, Guridi, Ravel, Margarita Blancafort y Kapustin

Guillermo García Calvo, director musical del Teatro de la Zarzuela, proseguirá este próximo domingo, 30 de enero (12h00) en el ambigú del coliseo, con el ciclo ‘A propósito de…’. En esta ocasión estará dedicado al entorno musical e intelectual de Pablo Sorozábal, con motivo del estreno en estos días de la zarzuela ‘Entre Sevilla y Triana’ dirigida por el propio maestro.

García Calvo introducirá y explicará al piano las relaciones que existen entre el músico de San Senastián, sus obras y las de sus coetáneos, tendiendo puentes entre nuestros autores más importantes y las corrientes nacionales e internacionales de cada periodo.

En este segundo concierto casi iniciático, al que se le ha añadido el explicativo título de ‘Música vasca, música «ligera» y jazz’, el director de orquesta y pianista conectará el universo Sorozábal con el de Mateo Albéniz, Manuel de Falla, José María Usandizaga, Jesús Guridi, Maurice Ravel, Margarita Blancafort y Nikolái Kapustin, argumentando con la palabra y con la música.

Próxima cita del ciclo:

‘A propósito de Albéniz’ · Virtuosos y poetas del piano romántico, domingo 3 de abril de 2022

foto by © david bohmann photography

Entre Sevilla y Triana

Pablo Sorozábal es, siempre lo fue, un músico todo terreno  que aborda con inusitado éxito y aparente facilidad cualquier estilo que se le ponga por delante y, lo que es más difícil, siempre logrando o rozando la excelencia. Un canto ilustrado y sabio contra la monotonía musical y teatral es su obra, y buena prueba de ello es ‘Entre Sevilla y Triana’, la «zarzuela sevillana» del maestro donostiarra que en los casi 72 años transcurridos desde su estreno, sube por primera vez al escenario del Teatro de la Zarzuela, templo del género por antonomasia. Mucha culpa ha tenido en esta sorprendente ausencia el hecho de que este sainete lírico en dos actos (como lo denomina la propia partitura) haya estado perdido durante más de 50 años. Y llegado ahora el momento de enmendar, el público podrá disfrutar de este título en toda su esencia con las diez funciones programadas entre el 26 de enero y el 6 de febrero.

Y el remedio no puede tener mejores protagonistas: la siempre esperada dirección musical del maestro Guillermo García Calvo –director musical del Teatro de la Zarzuela, Generalmusikdirektor de la Ópera de Chemnitz en Alemania, director titular de la Robert-Schumann-Philharmonie y sin duda uno de nuestros pesos pesados de la dirección de orquesta–, la escena de Curro Carreres, rociada de conocimiento, significado, coherencia y poesía, así como dos repartos que incluyen muchas de las voces españolas más aclamadas del momento.

Se mire por donde se mire, tiene todo el sentido la expectación que ha levantado la presentación de ‘Entre Sevilla y Triana’ en el Teatro de la Zarzuela. La obra fue estrenada el 8 de abril de 1950 en el Teatro Circo Price de Madrid (en el antiguo, el de la Plaza del Rey que ocupaba justamente el emplazamiento en que hoy se levanta el Ministerio de Cultura y Deporte). Antes de su recuperación, sus últimas funciones databan del año 1955. Más de medio siglo en el olvido. Su partitura original, que se creía perdida desde aquellas últimas funciones, fue recuperada en 2007 por el director musical Manuel Coves y el propio Curro Carreres en los archivos de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) con anotaciones manuscritas del propio compositor como valor añadido. Es a partir de ese momento cuando se recobra esa joya escondida de Sorozábal que culminaría con el montaje de la producción que ahora se presenta en La Zarzuela. Fue en 2012 en el Teatro Arriaga, coproducida con el Teatro de la Maestranza de Sevilla, los Teatros del Canal de Madrid y el Teatro Campoamor de Oviedo.

Todo un acontecimiento
Su llegada al Teatro de la Zarzuela es por tanto todo un acontecimiento, y como tal sin duda se vivirá en las tablas del escenario y en las butacas de la sala. García Calvo volverá a ocupar el podio del foso del coliseo que compartirá con la Orquesta de la Comunidad de Madrid, Titular del Teatro, y estará también al frente del Coro Titular del Teatro de la Zarzuela y de un memorable doble reparto; si no, al tiempo:

El papel de Fernando, ese Marino que dejó Sevilla y con el que un año atrás Reyes vivió una historia de amor de la que sigue prendada, lo interpretan los barítonos Ángel Ódena y Javier Franco; las sopranos Carmen Solís y Berna Perles encarnan a la joven Reyes, que sin que Fernando llegara a saberlo, dio a luz a un niño fruto de aquella relación; los tenores Andeka Gorrotxategi y Alejandro del Cerro hacen las veces de José María, enamorado de Reyes y rechazado una y otra vez por esta, que despechado desvela públicamente la existencia del hijo de aquella; el tenor-actor Ángel Ruiz y la mezzosoprano Anna Gomà dan vida a Angelillo –aspirante a torero–, y Micaela –prima de Reyes–, que mantienen una relación amorosa alegre, fresca y hasta saludable; la emoción llega como un torbellino con el cantaor Jesús Méndez, quien precisamente interpreta a un cantaor vecino del barrio donde la acción se desarrolla; la cantante y actriz Gurutze Beitia asume el rol de la madre de Micaela y tía de Reyes, viuda para más señas; el actor José Luis Martínez es Míster Olden, dueño del barco en el que un año después regresa Fernando a Sevilla sin saber lo que allí le espera; el actor Manuel de Andrés será el glosopeda, vecino casado con Isadora; los actores Antonio MM y Resu Morales, el Señor Mariano y Doña Benita que han criado como suyo al hijo de Reyes, ocultando la verdad al vecindario; también tendrán presencia y voz en el relato los actores Rocío Galán, como Isadora, David Sigüenza, como ese mozo jovenzuelo que es Escardillo; Lara Chaves, que se meterá en la piel de la cantaora Esperanza Moreno, la nueva amante de Fernando; o el actor Alberto Caballero, que será el laborioso alfarero.

Y todos ellos se moverán, se emocionarán, se divertirán y sufrirán a lo largo y ancho de la espectacular escenografía de Ricardo Sánchez Cuerda, con el no menos extraordinario vestuario de Jesús Ruiz, la iluminación siempre ensoñadora de Eduardo Bravo y la mágica coreografía de Antonio Perea que desarrollarán los propios protagonistas junto con 13 figurantes bailarines.

Respecto a la recuperación
Respecto a la recuperación, Curro Carreres señala que “el trabajo dramatúrgico con las versiones originales ha sido escrupuloso […] y se ha hecho con el mayor respeto y amor […]. El resultado es un melodrama o comedia dramática de grandísimo interés”. Para Carreres, esta historia de una madre soltera estrenada en plena dictadura franquista nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre los avances vividos en nuestra sociedad hacia la igualdad entre hombres y mujeres, “de ahí que el machismo imperante, las masculinidades tóxicas del pasado, sean presentados desde la perspectiva actual de las necesarias lecturas de género”.

En cuanto a la música, Guillermo García Calvo sostiene que “desde la primera nota del preludio –un si natural en trémolo–, Sorozábal nos trasporta a una Andalucía de ensueño. Cuerdas y vientos entonan justo después al unísono la melodía que más tarde Reyes cantará con las palabras: «¡Que sepa todo el mundo / la verdad bien clara! / ¡Ese niño es mío; / es de mis entrañas!»”. El maestro argumenta el hecho de que Sorozábal impone su genio artístico y musical siempre mimetizado con el ambiente que le propone cada libreto: de esta manera, el director de orquesta explica que “si en ‘Katiuska’ enseguida nos seducían los giros melódicos de la música rusa interrumpidos por los números de cabaret parisino, en ‘La del manojo de rosas’ el carácter castizo de Madrid se hace música y en ‘La tabernera del puerto’ escuchamos las olas del mar, en este nuevo título encuentra para sí mismo un lenguaje andaluz con ritmos y armonías flamencas. Las sevillanas, el zorongo, la farruca y el pasodoble nos cuentan la historia bailando, con una poesía y una autenticidad increíbles, como si las hubiera escrito un García Lorca”.

Entre las grandes de Sorozábal
El título está, sin lugar a dudas, entre las grandes creaciones de Sorozábal. Con un texto de Luis Fernández de Sevilla y Luis Tejedor, de una poética y un lirismo muy avanzado, y un extraordinario valor que entre otras muchas cosas radica en la innegable originalidad de su argumento o la fidedigna ambientación de Sevilla y Triana. Es extraño y significativo que una obra con tantos valores y de un autor tan popular y exitoso cayera como cayó en un olvido casi completo. Posiblemente esta circunstancia tan difícil de comprender esté íntimamente relacionada con la época en la que se estrenó y con un argumento extremadamente moderno para entonces: una madre soltera que se reivindica a pesar de las leyes y la sociedad del momento.

La musicóloga Consuelo Pérez Colodrero recoge algunas de las crónicas de los estrenos de ‘Entre Sevilla y Triana’ en ciudades tan concluyentes como Madrid o Barcelona, donde el sainete de Sorozábal fue saludado con palabras muy semejantes, considerando la obra, por ejemplo, como «una nueva muestra del valer» del compositor por «su inspiración cautivadora y su fuerte temperamento musical», que «brillan de nuevo en unos fragmentos llenos de empaque y donaire».

Premio Ruperto Chapí: ascenso y caída
La experta también extrae de aquellos escritos que tanto en Madrid como en Barcelona «la mayoría de los números se repitieron entre grandes aplausos, de los que también participaron, en estricta justicia, los artistas». Parecía que la obra marchaba de manera triunfal por los escenarios nacionales. “El éxito obtenido por el sainete, su magnífica factura, así como la paulatina rehabilitación del compositor en la vida musical del país —había sido depurado en 1939— llevaron, además, a que ‘Entre Sevilla y Triana’ recibiera el Premio Ruperto Chapí, que convocaba la Delegación de Cinematografía y Teatro, a la mejor producción lírica de la temporada 1949-1950, “lo que suponía el definitivo reconocimiento oficial al trabajo del músico vasco como compositor lírico y como empresario teatral”, indica Pérez Colodrero.

Sin embargo, recuerda la estudiosa, a partir de su presentación catalana (1953), ‘Entre Sevilla y Triana’ apenas fue mencionada por la crítica a su paso por ciudades como Granada, Sevilla, Salamanca o Zamora, en las que la obra se presentó entre 1953 y 1954, de tal suerte que, tras el fugaz éxito de su reestreno en Madrid, en enero de 1955, se retiró del circuito, “acaso porque su trama no terminaba de encajar en la estricta moral de la época”. Consuelo Pérez Colodrero también señala que el escaso rédito económico —que no artístico— de sus producciones escénicas llevó a Sorozábal a abandonar paulatinamente la composición de zarzuelas y sainetes y a retomar su trabajo como compositor de obras corales de temática vasquista, como director de orquesta e incluso haciendo una próspera incursión en el cine con ‘Marcelino, pan y vino’ (Ladislao Vajda, 1955), en compañía de su hijo.

Y rubrica que tras el inmerecido silencio de más de medio siglo, el regreso de ‘Entre Sevilla y Triana’ a la escena no solo restituye esta página, último sainete del compositor, al lugar que le corresponde por méritos propios, sino que constituye un nuevo argumento para mostrar el corpus sorozabaliano como un neto ejemplo de cómo llegar a la entraña y al espíritu de lo popular por una honda comprensión, manteniéndose siempre en el estrecho y difícil equilibrio entre la renovación estética, la transgresión y la inteligibilidad para el público general.

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La del manojo de rosas
Pablo Sorozabal
Libreto de Francisco Ramos de Castro y Anselmo Cuadrado Carreño
Estrenado en el Teatro Fuencarral de Madrid, el 13 de noviembre de 1934
Producción del Teatro de la Zarzuela
D. musical: Guillermo García Calvo
D. escena: Emilo Sagi
Escenografía: Gerardo Trotti
Vestuario: Pepa Ojanguren
Iluminación: Eduardo Bravo
Coreografía: Goyo Montero
Reposición coreográfica: Nuria Castejón
Orquesta de la Comunidad de Madrid Titular del Teatro de la Zarzuela
Coro Titular del Teatro de la Zarzuela
Director Antonio Fauró
Reparto: Ruth Iniesta, Carlos Álvarez, Vicenç Esteve, David Pérez Bayona, Sylvia Parejo, Ángel Ruiz, Milagros Martín, Enrique Baquerizo, César Sánchez, Eduardo Carranza, Joseba Pinela, Daniel Huerta, Alberto Ríos, Francisco José Pardo, Rodrigo Álvarez, Alberto Camón, Román Fernández-Cañadas, Francisco José Rivero.
Bailarines-figurantes: Begoña Álvarez, Cristina Arias, Ariel Carmona, Lara Chaves, Emmanuel Chita, Sarah Croft, María Ángeles Fernández, Alberto Ferrero, Antonio Gómiz, Rafael Lobeto, María López, Helena Martín, Xavi Montesinos, Daniel Morillo, Luis Romero, Esther Ruiz, Lara Sagastizabal, Natán Segado, Rosa Zaragoza.Estrenada en el Teatro Fuencarral hace 86 años, La de manojo de rosas refleja el Madrid moderno de los años treinta, con los modos y modas más característicos y novedosos de la época. La presencia e importancia del papel de la mujer, representadas por los personajes de Asunción y Clarita, y una hilarante crítica social que no ha perdido actualidad desde entonces. Esta producción de Emilio Sagi, que se estrenó en este teatro hace ya tres décadas, es además, la más viajada y representada en España. Ha llegado incluso, y con gran éxito, a los escenarios de París y Roma. Pero siempre ha tenido un especial vínculo con el Teatro de la Zarzuela.El director del Teatro, Daniel Bianco, opina que esta producción de Sagi marcó un antes y un después en las escenografías del género. Ciertamente está llena de actualidad, es elegante y funcional y representa ese Madrid castizo y atemporal que refleja cualquier momento y lugar de la ciudad. Una calle cualquiera y real de Madrid, como encargó Sagi a su escenógrafo Gerardo Trotti, representa y acoge a todos sus personajes, perfectamente reflejados y descritos por un ingenioso y brillante Pablo Sorozabal, gran conocedor de la realidad social y de como representarla a través del carácter de sus personajes.

Sobre el escenario todo fluye con gran naturalidad y acierto. Es una obra entretenida y dinámica. Se intercalan los números como en un musical. Bailes, diálogos, dúos y romanzas se suceden con una frescura que hacen que las dos horas sin descanso se hagan cortas.

El director musical Guillermo García Calvo hace milagros con los 23 maestros que pueden estar en el foso. Una lástima no poder disfrutar de toda la orquestación, pero el rigor de García Calvo al frente de la Orquesta sabe generar las atmósferas que contiene la obra, que no son pocas, y llenar de lirismo los momentos más intensos vividos por los protagonistas.

El barítono Carlos Álvarez, que debutó con esta producción en 1990 con este mismo personaje de Joaquín, fue el auténtico dominador de la escena durante toda la noche. Se notaba que para él estaba siendo un momento especial, profundo y evocador, que logró transmitir al público. La nobleza de su canto, su perfecta dicción y fraseo, su hermoso timbre y su dominio del drama le hicieron protagonista de los momentos más brillantes. Su interpretación de la romanza “Madrileña bonita”, llevó al público a pedir insistentemente un bis que se negó, pero que habría sido de justicia. Obtuvo los mayores aplausos de la noche, de manera merecida.

La soprano aragonesa Ruth Iniesta debutaba el rol de Ascensión, después de haber sido Clarita en este mismo teatro. La evolución de su voz es indudable. Ha ganado en volumen y musicalidad y, aunque le falta un poco de naturalidad en la interpretación, su Ascensión estuvo a la altura de las circunstancias.

La Clarita de Sylvia Parejo estuvo llena de frescura y desparpajo. Se nota su paso por el teatro musical por sus buenas dotes interpretativas. Hizo buena pareja con David Pérez Bayona, un correcto Capó, algo menos suelto sobre escena. Ambos vienen del Proyecto Zarza, que tan buenos resultados está dando.

El personaje más entrañable y que, aunque a veces lo parezca, no está sobreactuado, sino ajustado, es el Espasa de Ángel Ruíz. Su extraordinaria dicción, necesaria para entender su retaila de palabros absurdos, y sus tablas en escena, hacen que este personaje sea uno de los más originales queridos.

El resto de comprimarios estuvo a gran altura. Los experimentados y bien conocedores de la obra Enrique Baquerizo, como Don Daniel y Milagros Martín, como Doña Mariana, poseen una profesionalidad y buen hacer que son una garantía para este teatro y para el género. Muy bien también el Ricardo de Vicenç Esteve, el otro pretendiente de Ascensión, que prefirió dedicarse a la aviación.

Una noche especial en el Teatro de la Zarzuela, otra más. Con unos cantantes y un público con los sentimientos a flor de piel, por el momento tan especial que estamos viviendo y por que es Madrid la única ciudad europea donde se pueden tener este tipo de emociones. Afortunados somos.
Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real

La del manojo de rosas

El Teatro de la Zarzuela emitirá en directo y en abierto a través de “streaming” la función de ‘La del manojo de rosas’ del jueves 12 de noviembre. La transmisión podrá seguirse a partir de las 20h00 (hora peninsular española) en el canal de YouTube, la cuenta de Facebook y la página web del Teatro.

Esta reposición de la conocida zarzuela de Pablo Sorozábal, obra maestra del género, no solo es la producción más emblemática y aplaudida del coliseo de la madrileña plazuela de Jovellanos, sino que además estos días conmemora los 30 años del montaje de Emilio Sagi, quien a su vez cumple 40 como director de escena.

En el podio del foso estará Guillermo García Calvo, director musical del Teatro, que tendrá a su cargo a la Orquesta de la Comunidad de Madrid -Titular de la casa-, a cantantes del Coro Titular del Teatro de la Zarzuela y a un reparto de campanillas encabezado por la soprano Ruth Iniesta en el papel de Asunción, el barítono Carlos Álvarez, que también celebra su debut como solista hace tres décadas en el estreno de esta misma producción en el papel de Joaquín que ahora vuelve a asumir, el tenor Vicenç Esteve como Ricardo, o los jóvenes intérpretes Sylvia Parejo y David Pérez Bayona en los roles de Clarita y Capó respectivamente.

Teatro de la Zarzuela:

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Emilio Sagi

‘La del manojo de rosas’, la producción más emblemática y popular del Teatro de la Zarzuela, cumple 30 años. En su estreno fue muy bien recibida por el público y la crítica, y así ha seguido siendo durante las tres décadas transcurridas desde entonces. No es fácil adivinar la suerte que en el futuro le espera a un montaje teatral. Se puede intuir si funcionará. Si gozará de la aprobación del público. Pero no saber a ciencia cierta si con el paso de los años (de muchos años) seguirá levantando telones y pasiones. Esto último es precisamente lo que le ocurre a la producción que el director de escena Emilio Sagi presentó en septiembre de 1990. La composición de Pablo Sorozábal con libreto de Francisco Ramos de Castro y Anselmo Cuadrado Carreño es en sí misma irresistible, y la propuesta escénica de Sagi llegó para marcar la diferencia: un antes y un después en los planteamientos teatrales del género. Un regalo para el público que sigue conservando la frescura y la alegría.

El Teatro de la Zarzuela revivirá estos éxitos con doce funciones entre el 10 y el 22 de noviembre, que servirán para celebrar los 30 años de su montaje más aplaudido, de la producción que más ha viajado. Varias generaciones de cantantes, artistas, técnicos y público han participado o disfrutado del que es ahora el título más conocido de Pablo Sorozábal y el que él mismo ha vinculado de forma especial con el recinto de la calle Jovellanos.

El acontecimiento de esta nueva reposición servirá también para evocar los 40 años de carrera que el director de escena cumple también este año.

Y como no hay dos sin tres, con estas presentaciones viviremos otra extraordinaria conmemoración: la de los 30 años de carrera como solista del barítono Carlos Álvarez, uno de nuestros grandes intérpretes líricos de las últimas décadas, que comenzó precisamente con el estreno de esta producción. Y para celebrarlo, qué mejor que volver a meterse en la piel del personaje con el que comenzó todo: Joaquín, ese falso mecánico.

Los ingredientes son muchos para que esta nueva presentación de ‘La del manojo de rosas’ sea una fiesta de las que difícilmente se olvidan. Pero aún hay más: el Maestro Guillermo García Calvo, director musical de la casa, ocupará el podio del foso al frente de la Orquesta Titular del Teatro de la Zarzuela -Orquesta de la Comuni­dad de Madrid-, del Coro Titular del Teatro de La Zarzuela y de dos repartos extraordinarios.

La más emotiva y emocionante

Emilio Sagi no es ajeno a la emoción. La siente profundamente y sabe que estos días tienen algo nuevo, distinto: “Para mí cada reposición ha sido como la primera vez. Es tremendamente emocionante ver cómo los personajes van adquiriendo vida. Y ahora —a pesar de los malos tiempos que nos toca vivir— verlos renacer me hace pensar, me lleva a sentir que en esta ocasión no se trata de una reposición más, sino de la más emotiva y emocionante de las reposiciones al cumplirse 30 años de aquella primera vez…”

No en vano, ‘La del manojo de rosas’ tiene, por muchas razones, un significado muy especial para él. Fue su primer trabajo de zarzuela en España —ya había montado ‘La Revoltosa’ y ‘La verbena de La Paloma’, pero curiosamente había sido en La Habana y Buenos Aires—. Aunque fue un encargo del entonces sobreintendente de este teatro, José Antonio Campos, con este montaje se acercaba más, si cabe, a la figura de su tío Luis Sagi Vela, para quien Sorozábal, Ramos de Castro y Cuadrado Carreño, crearon expresamente el personaje de Joaquín.

Y como todo en estas jornadas son emociones a flor de piel, Guillermo García Calvo no le anda a la zaga a Sagi. Para el director de orquesta ‘La del manojo de rosas’ es una obra “llena de poesía. De melodías y armonías sencillas capaces de expresar las más variopintas emociones”. El maestro sostiene que Sorozábal “tiene el raro talento de que cualquier nota que escribe le suena ‘carismática’. La inspiración musical, la chispa del libreto y lo perfectamente retratados que están los personajes… Todo eso se transmite al público desde el primer compás –añade– y hace que la obra sea entrañable y cercana. Después de venir a verla vamos a estar más enamorados de la vida”.

Repartos de fuste

Los dos repartos que intervienen en esta sexta presentación del montaje en el Teatro de la Zarzuela (donde se ha podido disfrutar en 1990, 1991, 1999, 2004, 2013 y ahora en 2020) están cargados de artistas de fuste.

En la piel de Ascensión, florista soñadora y moderna, orgullosa de su origen obrero que no quiere oír hablar de amores más que con un hombre de su clase, se meterán en esta ocasión las sopranos Ruth Iniesta (que en la reposición de 2013 en La Zarzuela asumió el papel de Clarita) y Raquel Lojendio. El personaje de Joaquín, ese joven señorito que simula ser mecánico y que pretende a aquella, será interpretado por Carlos Álvarez (que como se ha visto regresa así al rol que le vio nacer como primer cantante y que le regaló sus primeros éxitos) y por el también barítono Gabriel Bermúdez. Vicenç Esteve encarnará a Ricardo, aviador que también bebe los vientos por la chica de ‘El manojo de rosas’, y que por ello está en constante disputa con Joaquín. En contraste con este conflicto amoroso a tres bandas, surge otro entre Clarita –una coqueta y «superculta» manicura–, Capó –aprendiz de mecánico– y Espasa –camarero del bar de la plaza–. Aunque novia del primero, ella se deja querer por el segundo para así poner a prueba el cariño de Capó. David Pérez Bayona y Joselu López y Sylvia Parejo y Nuria Pérez, darán vida a Capó y a Clarita; se da el caso de que los cuatro intérpretes son asiduos participantes en esa valiosa iniciativa del Teatro que es Proyecto Zarza, y alguno de ellos ya ha hecho sus radiantes pinitos en grandes producciones de pasadas temporadas. Por su parte, del pomposo y divertido Espasa se encargará el polifacético cantante y actor Ángel Ruiz.

Y llegados a este punto, hay que hacer un merecido inciso, ya que la madre de Joaquín, Doña Mariana, estará interpretada por Milagros Martín, una de las artistas que en las últimas tres décadas más ha pisado las tablas del Teatro de la Zarzuela. En la primera reposición del montaje de Sagi, en 1991, ella era Asunción (papel que representó durante años) y Carlos Álvarez su pretendiente. Ahora, en la presentación de 2020, son madre e hijo.

Completan el reparto Enrique Baquerizo y César Sánchez como Don Daniel y Don Pedro, padres de Ascensión y Joaquín respectivamente; los actores Eduardo Carranza y Joseba Pinela, los integrantes del Coro Titular del Teatro, Daniel Huerta, Alberto Ríos, Francisco José Pardo, Rodrigo Álvarez, Alberto Camón, Román Fernández-Cañadas y Francisco José Rivero; además de 19 bailarines-figurantes.

En cuanto al equipo artístico, lo rematan el escenógrafo Gerardo Trotti, la añorada diseñadora de vestuario Pepa Ojanguren, el iluminador Eduardo Bravo y la coreografía, de cuya reposición se encarga Nuria Castejón, es del también desaparecido y admirado Goyo Montero.

Larga vida viajera

A nadie se le escapa que con ‘La del manojo de rosas’ Emilio Sagi, realizó uno de los mejores trabajos de su larga y muy productiva carrera. En todos estos años ha llevado la producción a otros doce escenarios del país —Valencia, Málaga, Oviedo, Bilbao, Santander, Barcelona, Sevilla, Jerez de la Frontera, San Sebastián, Valladolid, Santiago de Compostela, Pamplona—, así como a otras dos capitales europeas —Roma y París—, y siempre ha cosechado éxitos de público y crítica por igual. Porque, como los autores explicaron en su estreno en 1934, “el sainete debe ser como un reflejo sentimental y gracioso de la vida popular”, aclarando que cambia lo externo: atuendo, diálogo, lugar de acción, “aunque los sentimientos del pueblo no varían”.

‘La del Manojo de Rosas’, que ya cuenta con más de 85 años (se estrenó en el Teatro Fuencarral de Madrid el 13 de noviembre de 1934), es el título que mejor refleja el Madrid moderno de aquellos años. Después de todo, esa fue la intención de Sorozábal, «hacer una música, sencilla, espontánea, garbosa, que tuviera salero y sentimiento, con sabor popular». Es el momento en el que las mujeres tuvieron la libertad de aprender y de decidir, así lo muestran en escena Ascensión y Clarita, dos chicas sacadas de uno de esos ateneos femeninos del momento, ya sea el Lyceum Club o La Cívica, porque hablan de sus sueños y deseos sin sentimentalismos, y dicen con claridad lo que saben y lo que piensan.

La Zarzuela es, en definitiva, como todas las artes, algo vivo que evoluciona con los autores que viven en la Sociedad; eso se refleja en la adaptación de sus obras a cada época y lugar. En ese sentido, ‘La del Manojo de Rosas’ sirve de modelo de una época, la República, en la que se fusionan géneros musicales e ideologías en un Madrid cambiante y moderno. Y esta producción de hace “solo 30 años” ya se ha convertido en el mejor legado del escenario del Teatro de la Zarzuela al Madrid de entonces y de ahora.

Y todo con las más extremas medidas de seguridad.

El Palau de les Arts estrena ‘La tabernera del puerto’, de Pablo Sorozábal, el domingo, 27 de octubre, en la Sala Principal, dentro del apartado de la programación ‘Les Arts és Sarsuela’

El director artístico de Les Arts, Jesús Iglesias Noriega, ha presentado hoy este título, acompañado de Guillermo García Calvo, director musical; Mario Gas, director de escena, y el tenor valenciano Antonio Gandía.

“Tal y como anuncié en mi presentación, la zarzuela va a tener una presencia constante en esta etapa, de ahí que tenga epígrafe propio en la temporada. Se trata de un género nuestro, que debemos recuperar, promover y dignificar”, ha explicado Iglesias Noriega.

“Por ello —ha continuado— se ha escogido un título muy representativo y que está considerado como una de las últimas grandes zarzuelas de la historia, que les presentamos, además, con los mejores mimbres artísticos”.

La dirección musical recae en Guillermo García Calvo, una de las batutas con mayor presencia en la Ópera de Viena, donde ha dirigido más de 200 representaciones. El madrileño se pone al frente de los cuerpos estables de Les Arts, el Cor de la Generalitat y la Orquestra de la Comunitat Valenciana, y un reparto de especialistas en el género.

García Calvo, que ya trabajó con la OCV en 2013, ha subrayado la alta calidad de la partitura, “comparable a Ravel y Debussy, en la que cada compás es una auténtica joya”. En este sentido, el director madrileño ha señalado también la genialidad de la música, capaz de cautivar tanto al espectador novel como al público más erudito.

Mario Gas, uno de los grandes nombres de la escena nacional, firma esta producción del Teatro de la Zarzuela, que ha recibido elogios de público y crítica desde su estreno el pasado año en Madrid.

Profesionales de trayectoria internacional conforman el equipo creativo, con Ezio Frigerio y Riccardo Massironi en el diseño de la escenografía, la ganadora de un Óscar Franca Squarciapino en el vestuario, Vinicio Cheli en la iluminación, Aixa Guerra para el movimiento escénico y Álvaro Luna como responsable de las proyecciones.

El actor, director y también gestor cultural ha recordado su relación con esta zarzuela, a la que está vinculado incluso desde antes de nacer, ya que su padre se encontraba interpretando el papel de Simpson cuando él nació.

“Se trata de un libreto aventurero, fantástico, que transcurre en un lugar marino y lóbrego, escenario perfecto para las maledicencias, que contrasta con las ansias de libertad de la pareja protagonista, y donde tampoco faltan las notas de humor”.

Los valencianos Marina Monzó (Marola) y Antonio Gandía (Leandro) debutan en Les Arts con este título, en cuyo elenco también figuran reconocidos cantantes que regresan, como Àngel Òdena (Juan de Eguía) y Rubén Amoretti (Simpson).

La exigencia para los intérpretes es máxima, según apunta Mario Gas, puesto que no solo necesitamos cantantes que sean actores, sino también actores que sean cantantes.

La soprano Ruth González (Abel), la actriz Vicky Peña (Antigua), los actores Ángel Ruiz (Ripalda) y Pepe Molina (Chinchorro), el bajo Abel García (Verdier) y los también actores Gaizka Ugarte (Fulgen), Vicent Domingo (Senén) y Ángel Burgos (Valeriano) completan el elenco de la producción.

Además del estreno, el día 27 de octubre, las próximas representaciones tendrán lugar el 29 y 31 octubre, así como el 2 y 3 de noviembre. Las entradas, dentro de las representaciones con precios populares, varían entre 8 y 60 euros.

 En Cantabreda

‘La tabernera del puerto’ está ambientada en la imaginaria ciudad costera de Cantabreda, en pleno puerto, donde se encuentra la taberna de Marola. Nadie conoce su origen, tan solo saben que su negocio fue costeado por el bandido Juan de Eguía, a quien todos creen su marido.

Leandro, un pescador local, se enamora de Marola. Al mismo tiempo, Abel, un acordeonista, también queda prendado de sus encantos, aunque no se ve correspondido. Las mujeres del pueblo se hartan y reprochan a Marola que vuelva locos a los hombres de la ciudad ante la mirada furiosa de Juan de Eguía

‘Preestreno para menores de 29’

El Palau de les Arts reserva el preestreno de esta zarzuela, el viernes 25 de octubre, a menores de 29 años, dentro de la nueva propuesta ‘Preestrena fins a 28’, que comienza este fin de semana.

Según ha explicado el director artístico del teatro, Jesús Iglesias Noriega, el propósito de esta iniciativa es que “el público joven se reconozca como parte de Les Arts, por eso le dedicamos exclusivamente una función. A excepción del personal de atención al público, no habrá nadie mayor de 28 años ese día en la Sala Principal”.

Les Arts introduce en València una propuesta que goza de gran aceptación en los grandes teatros de ópera europeos y que, con un precio simbólico de diez euros por localidad, pretende incorporar la lírica en la agenda de actividades de ocio de los más jóvenes.

‘Perspectives’

El próximo lunes, 28 de noviembre, Les Arts pone en marcha un nuevo ciclo de tertulias alrededor de las producciones líricas de la temporada 2019-2020. Bajo el nombre de ‘Perspectives’, y con la colaboración de Amics de l’Òpera i de les Arts, Guillermo García Clavo y Mario Gas mantendrán una tertulia con el público asistente a esta iniciativa gratuita en el Aula Magistral.

Fotografía: Miguel Lorenzo

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