Peter Grimes

La nueva producción de Peter Grimes, de Benjamin Britten, actualmente en escena en el Teatro Real, con gran éxito de público y crítica, se podrá seguir en toda España el próximo fin de semana.

My Opera Player emitirá la penúltima función de la ópera, el viernes, 7 de mayo, a las 19.00 horas. Se trata de una ocasión única, ya que la ópera solamente se podrá ver en directo, tanto por los suscriptores como por quienes adquieran el ‘Ticket directo’. Una vez finalizada la función, la grabación no formará parte del catálogo de la plataforma.

Al día siguiente, sábado, 8 de mayo, a las 19.00 horasPeter Grimes llegará a los países de toda Europa a través de la grabación realizada por Radio Clásica, de RNE el pasado 24 de abril, que será emitida en España y ofrecida a través de la UER  (Unión Europea de Radiodifusión).

La nueva producción del Teatro Real, coproducida con la Royal Opera House de Londres, la Opéra national de Paris y el Teatro dell’Opera di Roma, y estrenada el pasado 19 de abril, está teniendo una enorme repercusión nacional e internacional, no solo por su gran calidad artística como por el desafío que supuso llevarla a cabo en el actual contexto de pandemia.

Su equipo artístico ­­­-con Ivor Bolton en la dirección musical, Deborah Warner en la dirección de escena, Michael Levine en la escenografía y Kim Brandstrup en la coreografía- es el mismo que triunfó en 2017 con Billy Budd, también de Britten, convertida en la producción más premiada del Teatro Real.

En el reparto coral de esta ópera destacan, en sus respectivos papeles, el tenor Allan Clayton como Peter Grimes, la soprano Maria Bengtsson como Ellen Orford, y el barítono Christopher Purves como Capitán Balstrode, secundados por Clive Bayley (Swallow), Jacques Imbrailo (Ned Keene), Catherine Wyn-Rogers (Auntie), John Graham Hall (Bob Boles), Rosie Aldridge (Mrs. Sedley), James Gilchrist (Rev. Horace Adams), Barnaby Rea (Hobson), Rocío Pérez (sobrina primera) y Natalia Labourdette (sobrina segunda).

El Coro Titular del Teatro Real, preparado, como siempre, por su director Andrés Máspero, tiene en esta ópera un importante cometido tanto musical como dramatúrgico, así como la Orquesta Titular del Teatro Real, que vuelve a sumergirse en la colosal música de Benjamin Britten bajo la batuta de su director musical, Ivor Bolton.

En esta ópera magistral, los habitantes de un pequeño pueblo costero, cuya dura vida transcurre bajo el influjo implacable del mar, se enfrentan, sentencian, calumnian y humillan a un pescador hosco y violento que anhela torpemente integrarse en esa sociedad que lo desprecia. La pregunta que late a lo largo de todo el drama -¿es Peter Grimes el asesino de un niño?- desencadena muchas otras, de gran hondura, a las que Britten no contesta, aunque su música trata siempre con una conmovedora compasión a los seres marginados y solitarios.

Para mostrar en toda su crudeza el drama de Peter Grimes, estigmatizado en una sociedad que crea sus propios monstruos, Deborah Warner, con la complicidad del escenógrafo Michael Levine, ha situado el drama en una población muy pobre de la costa de Suffolk. Ahí permanecen la misma línea del horizonte, la furia del mar y la playa de guijarros que inspiraron la poesía de Crabbe y la ópera de Britten. Pero la miseria y el desamparo de sus gentes en la actualidad son fundamentales en la puesta en escena, en la que sobresale el meticuloso trabajo de Warner, que explora siempre la hondura psicológica de los personajes.

© Javier del Real | Teatro Real

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Peter Grimes, del rumor a la destrucción
Peter Grimes
Benjamin Britten (1913-1976)
Ópera en un prólogo y tres actos
D. musical: Ivor Bolton; D. escena: Deborah Warner; Escenógrafo: Michael Levine; Figurinista: Luis Carvalho; Iluminador: Peter Mumford; Diseñador de vídeo: Will Duke; D. coro: Andrés Máspero
Reparto: Allan Clayton, Maria Bengtsson, Christopher Purves, Catherine Why-Rogers, Hohn Graham-Hall, Clive Bayley, Rosie Aldridge, James Gilchrist, Jacques Imbrailo, Barnaby Rea, Rocío Pérez, Natalia Labourdette, Saúl EsguevaLas teorías de masas han sido siempre un atractivo objeto de estudio para sociólogos y psicólogos. Pero no solo despiertan la curiosidad de investigadores en la materia. Como punto de partida para los movimientos de masas, existe un elemento que funciona como catalizador, el rumor. Los rumores se asocian a la defensa de la identidad social (Rouquette, 1997). Generalmente evocan consecuencias o resultados negativos o temidos y su puesta en circulación es una forma de validar prejuicios y estereotipos. Cuando existe una situación crítica, nace la necesidad de construir una referencia afectiva común, siendo el rumor un vehículo eficaz de cohesión social. Participar en la difusión de un rumor y validarlo, aumenta la percepción de pertenencia al grupo.
Peter Grimes es el personaje ideal para poner en marcha la rumorología cohesionadora de uno de los protagonistas de la obra, Borough. El pueblo imaginario de la costa del condado de Suffolk, lugar de nacimiento del compositor, y cuya situación socioeconómica puede ayudar a explicar el comportamiento de una sociedad en contra del diferente, que en este caso no es precisamente un personaje con el que se pueda empatizar. Es oscuro, atormentado, desconfiado, solitario y desabrido, que vive al margen de toda norma social y despierta la desconfianza de los que le rodean.Esta obra fue un encargo realizado por Sergei Koussevitzkt, director de la Orquesta Sinfónica de Boston, durante la estancia de Britten en EEUU, entre 1939 y 1942. Está basada en el libreto de Montagu Slater, inspirado a su vez en el poema de la colección de The Borough (1810) de George Crabbe.De regreso a Inglaterra, tras su decepcionante estancia en EEUU, Britten se puso manos a la obra con su nuevo proyecto que se estrenó apenas un mes después del final de la Segunda Guerra Mundial, en un ambiente de euforia por la victoria. En esta obra Britten trata un tema recurrente en muchas de sus óperas, el drama de personajes marginales que se enfrentan a sociedades hipócritas. Una situación que el propio Britten conocía muy bien.

Peter Grimes no se estrena en el Teatro Real hasta noviembre de 1997, tras su reapertura. Aunque es una ópera que ya forma parte del repertorio en muchos teatros, su programación sigue siendo una decisión valiente, pues supone un desafío incómodo por la crudeza de los temas que trata.

Ahora llega de nuevo al Real el título más conocido de Britten, después de haber dedicado a este compositor un importante espacio en los últimos años, desde Muerte en Venecia, pasando por Gloriana y el premiado Billy Budd. Y lo hace escénicamente de la mano maestra de Deborah Warner.

Warner ha situado la escenografía en la actualidad. Como siempre en los trabajos del tándem Warner – Levine, la elegancia está presente incluso en los más sórdidos decorados. La escena inicial del pueblo con sus linternas buscando a Grimes es magistral. La dirección de actores y los movimientos que se desarrollan sobre el escenario a cargo de Kim Brandstrup están muy cuidados, son perfectos. Igual que la extraordinaria iluminación de Peter Mumford. Todas las atmósferas que crean resultan emotivas y turbadoras. Nada está situado al azar ni de manera frívola o gratuita. Todo tiene sentido para describir el puerto, lleno de aparejos y cajas en perfecto desorden. O la taberna, un lugar caótico y cochambroso en el que los habitantes del pueblo van entrando a oleadas, al ritmo que marca la tormenta y donde, por supuesto, tampoco es bien venido el protagonista que, de cara a la puerta y de espalas a todos, interpreta “now the great bear and pleiades”, creando uno de los momentos más emotivos.

Los famosos seis interludios tienen su protagonismo, tanto en lo musical como en lo escénico. Sirven para reflexionar, a veces sobe los personajes, a veces sobre la acción, pero siempre creando una atmósfera especial.

Al frente de la Orquesta, un Ivor Bolton que, como ya hizo en Gloriana y Billy Budd, demuestra ser un gran especialista en Britten. Supo poner a la orquesta al servicio del drama, en una perfecta coordinación con la escenografía. Tal vez ese equilibrio entre foso y escenario fuera la causa de la lentitud orquestal en algunos momentos. Pero la calidad del sonido, sobre todo en alguno de los interludios, estuvo a un nivel muy alto.

El Coro, uno de los personajes principales en esta obra, tiene una participación brillante en esta producción. Además del esfuerzo que viene haciendo al tener que cantar con mascarilla, realiza de manera intachable su papel depredador y amenazante. Tiene momentos sobresalientes, como en la última escena.

El cuadro de cantantes ha estado a una altísimo nivel. La calidad de todos ellos ha creado un conjunto muy equilibrado y compacto, combinando magníficos cantantes con asombrosos actores.

Allan Clayton interpretó un Peter Grimes excepcional. El dramatismo de su actuación construyó el personaje más idóneo, sin excesos ni histrionismos. Su voz fresca acompañó con gran sensibilidad los momentos de mayor intimidad de Grimes, que fueron los más destacados. Supo resaltar esa parte más vulnerable e íntima del rudo personaje. A este lirismo tal vez le ayuden sus orígenes barroquistas. Sin duda fue el triunfador de la noche.

Maria Bengtsson fue una conmovedora Ellen Orford, la recién llegada y también diferente y extraña a ojos del pueblo. Su voz ligera dotó al personaje de una gran delicadeza. Destacó también en la parte dramática, enamorada de Grimes y siempre atenta y tierna con el malogrado aprendiz.
Otra de las voces más destacadas ha sido la de Christopher Purves. Un Capitán Balstrode que entiende perfectamente a Grimes y le aprecia, pero sabe también que no debe traspasar la delgada línea que haría ponerse en contra a todo el pueblo. En el plano vocal estuvo a un nivel muy alto. Con una voz homogénea y un timbre cálido, como su personaje.

Catherine Wyn-Rogers como Auntie, la irritante dueña de la taberna cuya voz estuvo perfectamente ajustada al rol y su interpretación fue impecable.

La Sedley de Rosie Aldridge también brilló en la interpretación. Creó el personaje perfecto de cotilla del pueblo, de donde parten casi todos los rumores. Tan solo en algunos momentos quedó tapada por la orquesta.

James Gilchrist dio vida al reverendo Adams, el desagradable representante de la iglesia con un comportamiento impostado y ampuloso. Su timbre tenoril encajaba bien en el personaje. También fue acertada la interpretación de John Graham-Hall como Bob Boles, el histriónico personaje que supo caracterizar de manera impecable. Resaltar también a Jacques Imbrailo, que fue el flamante Billy Budd de 2017 y aquí ha interpretado a Ned Keene.

Las dos únicas españolas del reparto, pues todos eran británicos, has sido Rocío Pérez y Natalia Labourdette, como las sobrinas de la dueña de la taberna. Ambas supieron estar al nivel del resto del reparto.

Nuevo éxito del Teatro Real con este Peter Grimes, una ópera nada fácil, ni para los que la llevan a cabo, ni para el público, que salió entusiasmado del Teatro. Pero nada es fácil en estos tiempos. Y para desafíos y aciertos, el Teatro Real.

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real
Vídeos: Teatro Real

Peter Grimes

Entre el 19 de abril y el 10 de mayo, el Teatro Real ofrecerá 9 funciones de Peter Grimes, de Benjamin Britten, nueva producción del Teatro Real en coproducción con la Royal Opera House de Londres, la Opéra national de Paris y el Teatro dell’Opera di Roma.

En esta ópera magistral, los habitantes de un pequeño pueblo costero, cuya dura vida transcurre bajo el influjo implacable del mar, se enfrentan, sentencian, calumnian y humillan a un pescador hosco y violento que anhela torpemente integrarse en esa sociedad que lo desprecia. La pregunta que late a lo largo de todo el drama -¿es Peter Grimes el asesino de un niño?- desencadena muchas otras, de gran hondura, a las que Britten no contesta, aunque su música trata siempre con una conmovedora compasión a los seres marginados y solitarios.

Cuando en 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, Benjamin Britten (1913-1976) y su inseparable pareja, el tenor Peter Pears, se encontraban en California, descubren la obra del poeta inglés George Crabbe (1754-1832) que, como Britten, había nacido en un pueblo de la costa de Suffolk, escenario de todas sus historias. Fue tal la identificación y empatía de Britten con ese mundo tan cercano y añorado, que decide volver a Inglaterra impulsado por un revelador sentimiento de pertenencia y arraigo que lo llevan a fijar su residencia, para siempre, en esas tierras a orillas del mar del Norte. Allí mismo vive también el desdichado Peter Grimes, personaje del poema The Borough, de Crabbe, que Britten decide transformar en una ópera, esbozada, con la ayuda de Pears, durante la travesía en barco que los dos hicieron de vuelta a su patria.

En Inglaterra, donde la homosexualidad estaba penalizada, les esperaba una vida difícil en la que tendrían que esconder su amor de la sociedad bien pensante. Este hecho subyace en la ópera y en casi toda la producción operística de Britten, protagonizada por seres insondables, oscuros, a los que se contraponen generalmente víctimas inocentes.

Para mostrar en toda su crudeza el drama de Peter Grimes, estigmatizado en una sociedad que crea sus propios monstruos, Deborah Warner, con la complicidad del escenógrafo Michael Levine, ha situado el drama en una población muy pobre de la costa de Suffolk. Ahí permanecen la misma línea del horizonte, la furia del mar y la playa de guijarros que inspiraron la poesía de Crabbe y la ópera de Britten. Pero la miseria y el desamparo de sus gentes en la actualidad son fundamentales en la puesta en escena, en la que sobresale el meticuloso trabajo de Warner, que explora siempre la hondura psicológica de los personajes.

Para ello cuenta con un reparto en el que destacan el debut, en sus respectivos papeles, del tenor Allan Clayton (Peter Grimes) y de la soprano Maria Bengtsson (Ellen Orford), y la vuelta al Teatro Real del barítono Christopher Purves (Capitán Balstrode), protagonista del estreno mundial de The Perfect American, de Philip Glass, en 2013 y de Written on Skin, George Benjamin, en 2016.

También vuelven al Real dos intérpretes que actuaron en Billy Budd en 2017: Jacques Imbrailo, protagonista de la ópera en 2017 y que ahora interpreta el papel de Ned Keene, y Clive Bayley como Swallow. Les acompañan Catherine Wyn-Rogers (Auntie), John Graham Hall (Bob Boles), Rosie Aldridge (Mrs. Sedley), James Gilchrist (Rev. Horace Adams), Barnaby Rea (Hobson), Rocío Pérez (sobrina primera) y Natalia Labourdette (sobrina segunda).

El Coro Titular del Teatro Real, preparado, como siempre, por su director Andrés Máspero, tiene en esta ópera un importante cometido tanto musical como dramatúrgico. Actuará junto a la Orquesta Titular del Teatro Real, bajo la dirección de su director musical Ivor Bolton.

Benjamin Britten ha ocupado un lugar privilegiado en la programación del Teatro Real desde su reapertura. En 1997, dos meses después de la reinauguración, Peter Grimes obtuvo un gran éxito, en una producción con dirección escénica de Willy Decker procedente del Teatro de La Monnaie de Bruselas, con su coro y orquesta titulares dirigidos por Antonio Pappano. Le han seguido el Sueño de una noche de verano (2005/2006), La violación de Lucrecia (2007/2008), Otra vuelta de tuerca (2010/2011), Muerte en Venecia (2014/2015), Billy Budd (2016/2017), Gloriana (2017/2018) y las obras infantiles El pequeño deshollinador (2004/2005, 2005/2006 y 2007/2008) y El diluvio de Noé (2007/2008).

Todas estas obras dan fe del inmenso talento musical y dramatúrgico de Benjamin Britten como compositor operístico, que ha expresado a través de sus personajes los dramas, sueños, traumas, pasiones e inquietudes más hondas e inconfesables del individuo, con una profunda compasión por las miserias de la condición humana.

Fotografía © Javier del Real | Teatro Real

Teatro Real

Tras el esfuerzo de presentar simultáneamente Siegfried y Norma, llega al Teatro Real, el próximo 19 de abril, el esperado estreno de la nueva producción de Peter Grimes, de Benjamin Britten, coproducción con la Royal Opera House de Londres, la Opéra national de Paris y el Teatro dell’Opera di Roma.

 

El cambio de fechas del estreno –del 8 al 19 de abril– se ha debido a distintos factores: al retraso en la incorporación de los artistas a los ensayos provocado por las restricciones de movilidad y las trabas burocráticas del Brexit (la mayoría son británicos) y también a un reajuste completo de todos los ensayos.

 

Así, las 9 funciones de Peter Grimes tendrán lugar los días 19, 22, 24, 27 y 29 de abril y 2, 5, 7 y 10 de mayo, a las 19 horas (domingos, a las 18 horas), lo que afectará a la siguiente ópera, Lessons in Love and Violence, de George Benjamin, que será trasladada a otra temporada.

 

Aunque durante 3 semanas los ensayos de Peter Grimes se han desarrollado en la sala de puesta en escena, la sala de ballet y la sala de coro, el único espacio que se ha considerado idóneo para reunir a todos los artistas y al equipo técnico de la producción –y hacer el máximo de ensayos posibles– es el escenario.

 

Este hecho ha obligado a suspender los ensayos en las distintas salas del Teatro hasta tener montado en el escenario el decorado de la ópera, después del desalojo de las escenografías de Norma Siegfried.

 

Una vez más el Teatro Real se ha visto obligado a  reorganizar toda su actividad para adaptarse a las directrices de su Comité Médico y a las limitaciones de movilidad de los artistas.

 

Peter Grimes, con dirección musical de Ivor Bolton, dirección de escena de Deborah Warner y escenografía de Michael Levine –el mismo equipo artístico de Billy Budd, también de Benjamin Britten, que triunfó en 2017–es la más importante nueva coproducción internacional desde el inicio de la pandemia, no solo por la excelencia de su equipo artístico, sino porque está coproducida con tres de los más relevantes teatros europeos, que presentarán la ópera posteriormente.

 

La producción será protagonizada por un selecto reparto, mayoritariamente británico, en el que destaca el debut del tenor Allan Clayton en el rol titular. A su lado tendrá un papel importantísimo el Coro Titular del Teatro Real preparado, como siempre, por su director, Andrés Máspero, que actuará junto a la Orquesta Titular del Teatro Real.

Teatro Real 20/21

«No podemos esperar que la normalidad llegue sola, tenemos que ser valientes». Estas palabras del director del Teatro Real, Joan Matabosch, que son toda una declaración de intenciones, han acompañado la presentación de la próxima temporada del coliseo madrileño. Una programación que, como ha apuntado Matabosch, apenas ha sufrido variaciones con respecto a la que estaba prevista. Muchas novedades, óperas de repertorio y un buen número de artistas nacionales, son alguna de las características de esta nueva temporada.

En su 24ª temporada después de la reinauguración, el Teatro Real presenta una ambiciosa programación, capitaneando coproducciones con los más importantes teatros europeos, impulsando la creación actual, defendiendo el patrimonio musical español y ofreciendo grandes títulos del repertorio lírico con algunos de los cantantes más aclamados mundialmente en sus respectivos repertorios.

Entre los 15 títulos de la PROGRAMACIÓN DE ÓPERA, que se extiende  del  siglo XVII a la  actualidad, habrá 7 nuevas producciones del Teatro Real ─Rusalka, Peter Grimes, Lessons in Love and Violence, Norma, Viva la Mamma! y los 2 estrenos mundiales Marie y Tránsito─; 4 producciones invitadas ─Un ballo in maschera, Don Giovanni, Siegfried y Tosca─;  y 4 óperas en versión de concierto: El nacimiento del Rey Sol, Elektra, Don Fernando, el emplazado y Orlando Furioso.

Esta temporada es posible gracias al apoyo de todos los patrocinadores del Teatro Real y en especial a Telefónica, como mecenas principal tecnológico; a Endesa, como mecenas principal energético; y a Fundación BBVA y a Fundación Santander, como mecenas principales.

Nuevas producciones del Teatro Real

  • Por su proyección internacional, destacan dos nuevas e importantes coproducciones europeas que se estrenarán en el Teatro Real antes de presentarse en los demás teatros coproductores: Rusalka, de Antonin Dvořák (Ivor Bolton/Christof Loy), coproducida con los teatros de ópera de Dresde, Bolonia, Barcelona y Valencia; y Peter Grimes, de Benjamin Britten (Ivor Bolton/Deborah Warner), coproducción con la Royal Opera House de Londres, Ópera de París y Ópera de Roma.

 

  • La popular ópera romántica checa Rusalka se presentará por primera vez en el reinaugurado Teatro Real con dirección de escena de Christof Loy, artífice del gran triunfo de Capriccio, de Richard Strauss, la pasada temporada. Con la complicidad de Ivor Bolton, responsable de la dirección musical, Loy volverá a explorar un universo mítico y misterioso teñido de trágicas resonancias y poblado por ninfas, duendes, príncipes y princesas que entonan bellas melodías y a los que darán vida dos repartos encabezados por Asmik Grigorian y Olesya Golovneva, que estarán acompañadas por Karita Mattila y Alexandra Deshorties; Eric Cutler y David Butt Philip; Katarina Dalayman y Okka von der Damerau, Maxim Kuzmin-Karavaev y Steven Humes.

 

  • Peter Grimes volverá a reunir a Ivor Bolton (dirección musical), Deborah Warner (dirección escénica) y Michael Levine (escenografía), después del grandísimo éxito obtenido con la premiada producción de Billy Budd, también de Britten, en la que trabajaron juntos. Contarán nuevamente con un reparto coral encabezado por Allan Clayton, Maria Bengtsson y Christopher Purves, en esta obra maestra que habla del poder destructivo de una sociedad hipócrita e inclemente.

Peter Grimes volverá al Teatro Real después de 23 años, ahora con la participación de su Coro y Orquesta Titulares, ya que en 1997 la ópera fue presentada con los cuerpos estables del Teatro de La Monnaie.

  • Otra importante coproducción internacional, Lessons in Love and Violence, de George Benjamin ─encargo conjunto y coproducción del Teatro Real con las Óperas de Londres, Ámsterdam, Hamburgo, Lyon, Chicago y Barcelona─ culminará la presentación en Madrid de las óperas de este genial compositor, después del enorme éxito de Written on Skin (2016) e Into the Little Hill (2019).

La ópera, creada como las anteriores en parcería con el dramaturgo Martin Crimp, parte del drama isabelino Edward II, de Christopher Marlowe, para adentrarse en el sórdido y tortuoso camino de ascenso al poder como una perversa espiral de la que nadie se salva, reflejada con agudeza en la puesta en escena de Katie Mitchell, muy elogiada por la crítica internacional en su estreno en la Royal Opera House de Londres hace dos años. Josep Pons, director musical del Gran Teatre del Liceu de Barcelona, dirigirá la ópera en ambos teatros. Entre los solistas destacan Stéphane Degout, Gyula Orendt y Georgia Jarman.

  • Dos estrenos mundiales de compositores españoles de distintas generaciones reafirman el compromiso del Teatro Real con la creación actual. Marie, de Germán Alonso, con libreto y dramaturgia de Lola Blasco, indaga sobre la lucha de una mujer por su libertad sexual partiendo del personaje de Woyzeck de Georg Büchner, presente en la ópera de Alban Berg. Se presentará en el Teatro de la Abadía, con puesta en escena de Rafael Villalobos y la participación de los cantantes Xavier Sabata, Jordi Domènech, Nicole Beller Carbone y Valentina Coladonato, que actuarán con el Ensemble Proyecto Ocnos bajo la dirección del compositor.

Tránsito, con música y libreto de Jesús Torres, es una incursión al universo de los exilados republicanos españoles después de la segunda guerra mundial, en un tiempo de dudas y decepciones evocadas en el desgarrador drama homónimo de Max Aub. La ópera se estrenará en Naves Matadero, con Lydia Vinyes-Curtis, Isaac Galán, María Miró, Javier Franco y José Manuel Sánchez; dirección de escena de Eduardo Vasco y dirección musical de Jordi Francés, al frente de la Orquesta Titular del Teatro Real.

  • El Teatro Real estrenará una nueva producción de Norma, de Vincenzo Bellini, con dirección musical de Maurizio Benini y dos repartos de grandes voces en el que se alternarán en el rol titular Yolanda Auyanet y Hibla Gerzmava, secundadas por Clémentine Margaine y Annalisa Stroppa; Michael Spyres y John Osborn; y Roberto Tagliavini y Fernando Radó, en los papeles principales.

La dirección de escena será de Justin Way, quien, junto con el reputado escenógrafo Charles Edwards, ha concebido un montaje minimalista y de fuerte poder simbólico preparado para una fácil itinerancia. El Real pasará así a contar con una producción propia de esta ópera icónica del belcantismo romántico, con flexibilidad para ser adaptada a diferentes espacios, como el del Festival de Ljubljana, donde subirá a escena cinco meses después de su estreno en Madrid, en una gira del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real.

  • Viva la Mamma!, nueva producción del Teatro Real en coproducción con las Óperas de Lyon y Ginebra, es el nombre acuñado por el director de cine Helmut Käutner al dramma giocoso de Gaetano Donizetti Le Convenienze ed Inconvenienze Teatrali, que se estrenará en Madrid con una puesta en escena hilarante e ingeniosa firmada por Laurent Pelly y aclamada por público y crítica desde su estreno. En su satírico enredo, que desvela la trastienda de un ensayo de ópera donde desfila una galería de personajes caricaturescos, destaca el de la histriónica Mamma Agata, madre de la seconda-donna, cuyo disparatado papel Donizetti adjudicó a un barítono y que será interpretado en el Real por Carlos Álvarez y Luis Cansino, al frente de ambos repartos. Le acompañarán Sabina Puértolas, Borja Quiza, Gabriel Bermúdez, Sylvia Schwartz, Xabier Anduaga, Carol García y Enric Martínez-Castignani, bajo la dirección musical de Evelino Pidò.

Producciones invitadas

  • Un ballo in maschera, de Giuseppe Verdi, inaugurará la temporada con una producción procedente del Teatro de la Fenice, en la que el director de escena Gianmaria Aliverta reivindica la ambientación estadounidense ideada por los libretistas de Verdi para sortear la censura.

Nicola Luisotti, principal director invitado del Teatro Real, dirigirá dos repartos de grandes voces verdianas, que se alternarán en los papeles protagonistas: Michael Fabiano, Ramón Vargas, Anna Pirozzi, Tatiana Serjan, Artur Rucinski, George Petean, Daniela Barcellona, María José Montiel, Elena Sancho Pereg e Isabella Gaudí.

  • Don Giovanni, de Wolfgang Amadeus Mozart traerá al Real la aclamada puesta en escena de Claus Guth, en la que Don Giovanni, asestado desde el inicio de la ópera por un golpe mortal, rememora, agonizante, los episodios de su vida disoluta en un ambiente tenebroso e inquietante.

Ivor Bolton, eximio director mozartiano, estará al frente de dos repartos con Christopher Maltman y Adrian Erod; Brenda Rae, Adela Zaharia y María José Moreno; Mauro Peter y Airam Hernández; Anett Fritsch y Federica Lombardi; Erwin Schrott y Marko Mimica; en los papeles protagonistas.

  • Con Siegfried proseguirá la tetralogía El anillo del nibelungo, de Richard Wagner, con dirección musical de Pablo Heras-Casado y la perturbadora y reivindicativa producción de Robert Carsen y Patrick Kinmonth protagonizada por un selecto reparto wagneriano: Andreas Schager, Andreas Conrad, Tomasz Konieczny, Martin Winkler, Ricarda Merbeth y Ronnita Miller, entre otros.

 

  • Tosca, de Giacomo Puccini, con Nicola Luisotti en la dirección musical, cerrará la temporada con una producción concebida por Paco Azorín, responsable de la dirección de escena y escenografía del drama pucciniano, que fluye de manera directa y eficaz, dejando espacio a la expresión de los personajes, que serán encarnados por tres repartos de estrellas y que traerán a Madrid a Sondra Radvanovsky, Maria Agresta, Anna Netrebko, Joseph Calleja, Michael Fabiano, Yusif Eyvazof, Jonas Kaufmann, Carlos Álvarez y Luca Salsi.

Óperas en versión de concierto

  • En el marco de la defensa del patrimonio musical español se rescatará del olvido una ópera romántica que triunfó en el Teatro Real en el siglo XIX, Don Fernando, el emplazado, de Valentín de Zubiaurre con revisión del gran experto verdiano Francesco Izzo y la colaboración del ICCMU, Instituto Complutense de Ciencias Musicales. José Miguel Pérez Sierra será el encargado de dirigir la partitura al frente de un reparto en el que destacan José Bros, Miren Urbieta Vega, Damián del Castillo, Fernando Radó y Cristina Faus, entre otros.

 

  • La ópera barroca estará representada por dos propuestas muy diversas, ambas en versión de concierto y con cantantes y orquestas especializadas en ese repertorio. El nacimiento del Rey Sol (Le Ballet Royal de la Nuit), deliciosa ‘miscelánea’ de ópera y danza del siglo XVII concebida por varios compositores, será recreada por el Ensemble Correspondances dirigido por el clavecinista Sébastien Daucé. Orlando Furioso, de Antonio Vivaldi, será interpretada por la versátil agrupación griega Armonia Atenea, con la impronta de su multifacético y premiado director George Petrou, reconocido experto en el universo barroco.

 

  • Finalmente, se ofrecerá una única función de Elektra, de Richard Strauss, con la Philharmonia Orchestra, que actuará junto a un impactante trío femenino ─Irene Theorin, Lise Davidsen y Anna Larsson─, bajo las órdenes del célebre director finlandés Esa-Pekka Salonen.

 

  • La PROGRAMACIÓN DE DANZA traerá al Teatro Real 3 compañías que representan a diferentes universos coreográficos y estilísticos. El Ballet de Múnich interpretará Giselle, en la versión de Peter Wright revisada por su actual director, Igor Zelensky. La Compañía Nacional de Danza presentará tres obras: Apollo, de George Balanchine; Concerto DSCH, de Alexei Ratmanski; y White Darkness, de Nacho Duato. Y el Real Ballet de Flandes ofrecerá el estreno absoluto de una nueva versión de la obra In memoriam, concebida por su director, Sidi Larbi Cherkaoui.

 

 

  • Completan la programación musical el ciclo de 7 conciertos los DOMINGOS DE CÁMARA protagonizados por solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real; el Concierto de la Fundación Amigos del Teatro Real en conmemoración del 250º aniversario de Ludwig van Beethoven, en el que la Mahler Chamber Orchestra y el Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana, bajo la dirección de Gustavo Dudamel, interpretarán la arrebatadora 9ª Sinfonía; y el Concierto del Concurso tenor Viñas, protagonizado por los ganadores de su 58ª edición, junto a la Orquesta Titular del Teatro Real bajo la dirección de Álvaro Albiach.

 

  • ÓPERA EN CINE, con una programación articulada con las producciones de la temporada, ofrecerá en la sala principal 4 óperas grabadas en su escenario: Faust, de Charles Gounod (Dan Ettinger/Àlex Ollé); Il travatore, de Giuseppe Verdi (Maurizio Benini/Francesco Negrín); y las premiadas producciones de Benjamin Britten Billy Budd (Ivor Bolton/Deborah Warner) y Gloriana (Ivor Bolton/David McVicar).

 

  • Conforman la programación infantil y juvenil de EL REAL JUNIOR 8 espectáculos de distintos formatos ─música, danza, cine, títeres, marionetas, teatro de sombras, cuentos musicales, etc.─ concebidos para diferentes edades, de los cuales 3 son producciones propias y 5 nuevas producciones que se verán por primera vez en el Teatro Real y un total de 83 funciones destinadas al público familiar y a centros escolares.

 

  • La temporada de EL REAL JUNIOR arranca con la Gala ¡Todos a la Gayarre!, esta vez en la Sala principal, que evocará los momentos estelares de los 70 talleres infantiles realizados durante 9 años con este exitoso ciclo concebido por Fernando Palacios, que ofrecerá otras nuevas 18 funciones familiares en la acogedora Sala Gayarre, íntimamente relacionadas, como siempre, con las óperas programadas. Le seguirán una inspirada versión de la Historia de un soldado, de Igor Stravinsky, con coreografía y dramaturgia de Ferran Carvajal e interpretación de los solistas de la JORCAM; el mágico espectáculo de títeres y circo Totolín-Entredós, creación de la compañía Etcétera Teatro; la celebrada versión cinematográfica (premiada con un Oscar en 2011 a la mejor película de animación) de Pedro y el Lobo, de Serguéi Prokofiev, con interpretación de la Orquesta Titular del Teatro Real dirigida por Luis Miguel Méndez; los Cuentos al calor del hogar, creación para marionetas y teatro de sombras sobre cuentos de los hermanos Grimm concebida por la compañía Karromato de Praga; el concierto Al piano… ¡Johann Sebastian Jazz! con un diálogo a dos pianos entre Alexis Delgado e Iñaki Salvador en la Sala de orquesta; la poética propuesta Una sonrisa sin gato (suite) inspirada en Alicia en el país de las maravillas de Lewis Caroll, con música del compositor José Luis Greco e interpretación de los solistas de la JORCAM; y, finalmente, el divertido Festival Real Junior para celebrar por todo lo alto el inicio de las vacaciones de verano, con la complicidad del Coro y Orquesta de la JORCAM y de invitados sorpresa, bajo la dirección de Rubén Gimeno.

 

  • El PROGRAMA DE FORMACIÓN se incrementa y diversifica notablemente en la próxima temporada, y abordará tanto formación presencial como online.

En el apartado de La Ópera al Descubierto, que desvela el proceso de montaje de una producción operística desde dentro, se han organizado 6 talleres: Un ballo in maschera, Siegfried, Peter Grimes, Lessons in Love and Violence, Viva la Mamma! y Tosca. Asimismo, también en estrecha relación con la temporada, se ofrecerán 4 cursos monográficos: Comprender a… Mozart, Benjamin Britten, George Benjamin y el teatro musical norteamericano.

  • Para aquellos que quieran iniciarse o ampliar su cultura operística, el Teatro Real ofrece 4 cursos de conocimientos sobre la ópera, 1 sobre Historia de las voces y 3 alrededor de Conceptos fundamentales: Desde el inicio hasta el siglo XIX, La ópera romántica y La ópera contemporánea; y también 3 cursos interdisciplinares: El papel de las mujeres en la historia de la ópera, Didáctica de las artes escénicas y Música e inteligencia emocional.

 

  • Proseguirán los cursos para estudiantes de educación superior dentro del programa La Universidad a Escena y se han diseñado 3 cursos de formación en artes escénicas y gestión empresarial desde la cultura: Ópera y liderazgo: el arte de trabajar con equipos de alto rendimiento, Fotografía de escena y Regiduría y protocolo.

 

  • Además de estas propuestas formativas, el Teatro Real ha creado EL REAL JOVEN, programa de dinamización cultural y fidelización del público joven con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años, que contará con espacios exclusivos, canales de venta preferente y eventos diseñados para este colectivo en colaboración con un comité propio compuesto por representantes de distintos ámbitos de la sociedad civil.

 

  • Paralelamente a estos programas, el Real ha ideado, como en las temporadas precedentes, una riquísima programación de ACTIVIDADES PARALELAS a cada producción operística, con la colaboración de prestigiosas instituciones culturales como (por orden alfabético): ACNUR, Biblioteca Nacional, Biblioteca Regional de Madrid, British Council, Centro Checo de Cultura, Círculo de Bellas Artes, Fundación SGAE, Instituto Internacional, Instituto Polaco de Cultura, Museo Arqueológico Nacional, Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, Museo de Artes Decorativas, Museo Lázaro Galdiano, Museo Nacional de Escultura, Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Museo Naval, Museo del Romanticismo, Residencia de Estudiantes, Rutas del Emperador Carlos V y Universidad Nebrija.

 

  • Dentro de este permanente diálogo con diferentes formas de expresión artística y lenguajes musicales, tendrá lugar la sexta edición del UNIVERSAL MUSIC FESTIVAL, en verano, y la tercera edición del ciclo FLAMENCO REAL, con actuaciones a lo largo de toda la temporada en el Salón de Baile del Teatro Real.

 

  • El Teatro Real incrementará la difusión nacional e internacional de su programación a través de nuevas grabaciones y retransmisiones y la ampliación del catálogo de MyOperaPlayer, plataforma audiovisual internacional creada y tutelada por el Teatro Real, que ofrece grabaciones procedentes de un gran número de teatros de Europa, América y Asia.

 

  • Finalmente, en el marco de su AULA SOCIAL, el Teatro Real sigue acogiendo durante todo el curso a niños en situaciones desfavorables, ya sean físicas, psíquicas o sociales, con un programa que utiliza la música como vehículo integrador y terapéutico, desarrollado con el apoyo de la fundación Acción Social por la Música.

DATOS Y CIFRAS

PROGRAMACIÓN 

  • FUNCIONES | Se ofrecerán un total de 234 funciones: 122 funciones de ópera, repartidas entre 15 títulos; 12 funciones de danza con 3 diferentes espectáculos; 13 conciertos de distintos formatos; 5 conciertos de Voces del Real; 6 conciertos de Los domingos de cámara, 2 conciertos extraordinarios; 83 funciones de El Real Junior y 4 proyecciones de Ópera en Cine.

 

  • PRODUCCIONES DE ÓPERA | Se ofrecerán 7 nuevas producciones del Teatro Real ─Rusalka, Peter Grimes, Lessons in Love and Violence, Norma, Viva la Mamma!, incluyendo los 2 estrenos mundiales, Marie y Tránsito─; 4 producciones invitadasUn ballo in maschera, Don Giovanni, Siegfried y Tosca─; y 4 óperas en versión de concierto: El nacimiento del Rey Sol, Elektra, Don Fernando, el emplazado y Orlando Furioso.

 

  • PRODUCCIONES OPERÍSTICAS PATROCINADAS | Telefónica patrocina Un ballo in maschera; Fundación Santander patrocina Rusalka; Endesa patrocina Don Giovanni y Norma; la Junta Amigos del Teatro Real patrocina Elektra y Viva la Mamma!; y la Fundación BBVA patrocina Peter Grimes y Tosca.

 

  • ÓPERAS POR SIGLOS | Habrá 1 ópera del siglo XVII (El nacimiento del Rey Sol); 2 óperas del siglo XVIII (Orlando Furioso y Don Giovanni); 5 óperas del siglo XIX (Viva la Mama!, Norma, Un ballo in maschera, Siegried y Don Fernando, el emplazado); 4 óperas del siglo XX (Rusalka, Tosca, Elektra y Peter Grimes); y 3 títulos del siglo XXI (Lessons in Love and Violence, Marie y Tránsito).

 

  • ÓPERAS POR ÁREAS GEOGRÁFICAS | Se presentarán 4 óperas italianas; 3 óperas españolas, 3 óperas germánicas (1 de ellas, Don Giovanni, en italiano); 2 óperas inglesas, 1 ópera francesa y 1 ópera checa.

 

  • DANZA | Habrá 12 funciones protagonizadas por 3 compañías, con 4 funciones para cada una.

 

  • EL REAL JUNIOR | La programación infantil y juvenil del Teatro Real está composta por 83 funciones, divididas entre 26 escolares y 57 familiares, incluyendo 18 talleres ¡Todos a la Gayarre!.

 

  • PROGRAMA DE FORMACIÓN | Se ofrecerán 6 talleres de Ópera al Descubierto, 4 cursos monográficos, 4 cursos de conocimientos generales sobre la ópera, 1 curso de Historia de las voces, 3 cursos sobre Conceptos fundamentales de la historia de la ópera, 3 cursos interdisciplinares, 3 cursos de formación en artes escénicas y gestión empresarial desde la cultura y 1 edición del programa La Universidad a Escena.

 

  • ACTIVIDADES PARALELAS | En torno a cada producción de ópera se han organizado 75 actividades con la colaboración de 20 instituciones culturales, que serán ampliadas a lo largo de la temporada

LOCALIDADES Y ABONOS

LOCALIDADES Y ABONOS | Se pondrán a la venta cerca de 255.000 localidades (incluyendo las de los abonos) de la próxima temporada.

CATEGORIAS DE ABONOS DE ÓPERA | Se ofrecen 2 turnos de abonos de 10 óperas, 5 turnos de abonos de 9 óperas (uno en fin de semana), 1 turno de abono de 7 óperas, 3 turnos de abonos de 6 óperas (uno también en fin de semana), 2 turnos de abonos de 5 óperas y 2 turnos de abonos (Selección I y II) de 3 títulos populares.

ABONOS DE DANZA | Se ofrecen 4 turnos de abonos de danza con 3 espectáculos cada uno.

ABONO DE ‘VOCES DEL REAL’ | Se ofrece 1 turno de abono de 3 conciertos.

ABONOS DE ‘DOMINGOS DE CÁMARA’ | Se ofrece 1 turno de abono de 7 conciertos (incluye el Concierto Viñas)

ABONOS DE ‘ÓPERA EN CINE’ | Se ofrece 1 turno de abono de 4 proyecciones.

ABONOS DE ‘EL REAL JUNIOR’ | Se ofrecen 3 modalidades de abonos distintos con funciones de fin de semana: 2 turnos para la sala principal en sábado y domingo con 3 espectáculos; 2 turnos para la Sala Gayarre y Sala de Orquesta con 4 espectáculos también en sábado y domingo; y el abono dominical ¡Todos a la Gayarre! en turno matutino y vespertino.

EL REAL JOVEN | El compromiso con los jóvenes se refuerza con nuevas y ampliadas iniciativas como la primera Gala inaugural de la temporada para jóvenes con Un ballo in maschera a precios especiales el 16 de septiembre. También se crea la Butaca Joven, con más de 5.000 entradas en butacas para jóvenes distribuidas en Platea, Principal y Entresuelo, que tendrá una venta preferente para Amigos jóvenes y para resto de jóvenes hasta 35 años antes de la salida a la venta al público. Los menores de 26 conseguirán estas entradas por 20 € y aquellos hasta 35 años por 30 €. Asimismo, se abrirá la venta online del Último Minuto, en la que los menores de 26 años podrán adquirir una entrada por 20 euros y los jóvenes de entre 26 y 35 años podrán adquirir entradas por 35 euros.

AMIGOS DEL TEATRO REAL | A partir de 60 euros por año ya se podrá disfrutar de las ventajas de ser Amigo del Teatro Real, con un 75% de la donación deducible.

AMIGOS JÓVENES DEL TEATRO REAL | A partir de 25 euros por año ya se podrá disfrutar de las ventajas de ser Amigo Joven del Teatro Real.

Fotografía: Javier del Real

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Las cinco representaciones de Peter Grimes que han tenido lugar en el Palau de les Arts, se han saldado con un importante triunfo, debido a la excelente conjunción de escenografía, dirección escénica, un magnífico rendimiento orquestal, magníficas prestaciones de las voces solistas, bien complementadas por unas notables intervenciones del resto de interpretes que componen el extenso reparto de esta ópera. Y, sobre todo, una muy brillante actuación –como siempre- del Coro de la Generalitad Valenciana, verdadero protagonista de la obra. Destacar, el interés del Palau de les Arts, por alternar títulos del repertorio más tradicional, con otros como este Peter Grimes, que se complementa con otras dos óperas de Britten: El sueño de una noche de verano y Otra vuelta de tuerca, representadas en pasadas temporadas. Sin duda, en el transcurso de estas representaciones de Peter Grimes, el interés del público por asistir a ellas ha ido en aumento, sobre todo por la excelente acogida que tuvo la primera de las funciones.

Edward Benjamin Britten, Baron de Britten (Lowestoft, Condado de Suffolk, Inglaterra, 22 de noviembre de 1913 – Aldeburgt, Condado de Suffolk, 4 de diciembre de 1976) fue uno de los músicos más importantes y singulares del Siglo XX, con una importante producción sinfónica, concertística y sobre todo de óperas con trece títulos, que le sitúan como un gran compositor del género, durante el pasado siglo, junto a Richard Strauss, Leos Janacek y Giacomo Puccini. Peter Grimes surgió como encargo de Sergei Koussevitzky, director de la Orquesta Sinfónica de Boston, durante la estancia de Britten en EEUU, entre 1939 y 1942. Con un libreto de Montagu Slater a partir del poema The Borougt (El Pueblo) de George Crabbe, donde también intervinieron de manera importante, el propio Britten junto al tenor Peter Pears (colaborador y compañero sentimental de Britten) para quien estaba destinado el papel de Peter Grimes. El estreno tuvo lugar en el londinense Teatro Sadler’s Wells el 7 de junio de 1945, solo un mes después de concluida la Segunda Guerra Mundial. A la euforia del triunfo conseguido por Britten y Pears, se añadió el orgullo que representaba el nacimiento de una nueva ópera inglesa, la primera desde la muerte Henry Purcell en 1695 o desde la última obra teatral de Häendel en 1741. Peter Grimes es un pescador solitario, soñador y a la vez primitivo y brutal, totalmente marginado por el entorno social donde habita, y al que solo tratan y respetan la maestra del pueblo Ellen Orford, enamorada de él y el capitán Balstrode, viejo marino ya jubilado. Grimes a perdido de manera sucesiva y accidental a tres de sus grumetes, lo que le conduce a la locura y a un trágico final. Britten trató un tema recurrente en la mayoría de sus óperas: el drama de personajes marginales enfrentados a una sociedad hostil, hipócrita y cruel que acaba exterminándolos. Musicalmente es una obra prodigiosa, plena de imaginación, ingenio y eclepticismo, en el que se dan la mano influencias diversas: Verdi, en la fusión de orquesta, voz y situación dramática; Debussy, Mahler y Richard Strauss, en la pintura armónica y el colorido orquestal; Stravinsky, en la imponente fuerza rítmica; Puccini, sobre todo de su Fanciulla del West. También, cabe señalar ciertas influencias de la Lady Macbeth de Dimitri Shostakovich, quien fue gran amigo de Britten, dedicándole su Sinfonía nº 14. En su estructura formal, se muestran las claras divisiones entre recitativos, arias, dúos y números de conjunto, con una unidad dramática admirable y un protagonismo orquestal que agita la tensión dramática y une las siete escenas de la ópera con seis interludios sinfónicos de poderoso efecto.
Después de sus primeras funciones londinenses, y en solo tres años, Peter Grimes se estrenó en Estocolmo, Amberes, Zurich, París, Milán, Nueva York y Los Ángeles. Su muy tardío estreno en España tuvo lugar en el Teatro de La Zarzuela de Madrid en 1991 y posteriormente fue representada en el Teatro Real de Madrid, en 1997. Después de su fuerte impulso inicial, la ópera fue representada escasamente en los años cincuenta del pasado siglo. A partir de 1963, volverá al escenario de su estreno en el londinense Teatro Sadler’s Wells, dirigida por Colin Davis, quien se convertirá desde entonces y durante más de cuarenta años, en el gran avalista de Peter Grimes. Existen diferentes grabaciones tanto en CD como DVD, que permiten una aproximación a esta ópera. En 1958, se realizó la primera grabación de estudio para el sello DECCA, con la Sinfónica de Londres dirigida por el propio Benjamin Britten y un excelente Peter Pears como Peter Grimes. En 1969, la BBC realizó una filmación, magníficamente ambientada, con dirección de Brian Large, en la actualidad comercializada en DVD por DECCA, de nuevo con Britten al frente de la Sinfónica de Londres, el Coro Ambrosiano y un Peter Pears, que une a su gran actuación vocal una extraordinaria creación escénica, junto a la Ellen Orford, magníficamente interpretada por la soprano Heather Harper, quien durante bastantes años será el autentico referente de este personaje. El tenor canadiense John Vickers interpretó por primera vez Peter Grimes, en enero de 1967, en el Metropolitan de Nueva York, con dirección musical de Colin Davis, convirtiéndose desde entonces, en un papel esencial de su repertorio, llegando a interpretarlo durante el resto de su carrera, en más de cien funciones, en los grandes teatros de todo el mundo. La creación de Vickers resulta excelente en el plano vocal, exhibiendo un contrastado e incisivo fraseo y dotando a su actuación de gran expresividad, resaltando la faceta salvaje y enloquecida del personaje. Vickers realizó una grabación de estudio para el sello PHILIPS, en 1978, junto a Heather Harper, con dirección de Colin Davis al frente de la Orquesta del Covent Garden. Existe una toma en video comercializada en DVD por WARNER MUSIC, de 1981, realizada en el Covent Garden, de la famosa producción con dirección escénica de Elijah Moshinsky y musical de Colin Davis, donde Vickers realiza una creación antológica de Peter Grimes, de nuevo en compañía de Heather Harper. Peter Pears o John Vickers, son los más grandes Peter Grimes de la historia, sus creaciones son muy diferentes pero complementarias para dar una imagen completa de ese complejo personaje.

En estas funciones valencianas se ha utilizado la histórica producción de 1994, para el Théâtre de Monnaie de Bruselas, dirigida por Willy Decker, que ya pudo verse en el Teatro Real de Madrid en 1997. En esta reposición han sido François de Carpentries y Rebekka Stanzel, los responsables de la dirección escénica, con excelentes resultados. La sencilla escenografía consta de un suelo en pendiente donde se mueven unos grandes paneles que van acotando los diferentes espacios: la Iglesia, la cabaña de Grimes; y, la lúdica taberna, con tonalidades rojas que le dan un inquietante aspecto, realzado por la magnífico diseño de iluminación de Trui Malten, sobre todo cuando se abre la puerta y una gran sombra distorsionada de Grimes se proyecta sobre la pared, con un tono claramente expresionista. Y, sobre todo, ese fondo marino, más intuido que visualizado, que domina toda la obra. En esta escenografía juegan un papel muy importante los numerosos figurantes (protagonistas y miembros del coro) que se mueven sobre el escenario en compactos grupos, dando auténtico realce al desarrollo de la acción dramática. Resaltar escénicamente toda la parte final de Acto II, donde, se van mezclando espacios visibles con otros en off: la comitiva que se forma a la puerta con todos los notables del pueblo, conducida por el arriero Hobson tocando el tambor, en dirección a la cabaña de Grimes, y que desaparece de escena, donde solo quedan, en un primer plano, cuatro mujeres: La tabernera Auntie, sus dos sobrinas y Hellen Orford; y, al fondo del escenario pueden verse ascender a derecha e izquierda las oscuras siluetas, a modo de aves de rapiña de otras mujeres, que finalmente conforman un oscuro y acechante grupo, que actúa como contrapeso al de las cuatro mujeres situadas en primer plano perfectamente visibles. La acción dramática continua en el arranque del Acto III, en otro espacio visible: la cabaña donde se encuentran Peter Grimes y su grumete, quienes comienzan a escuchar el sonido de tambor que anuncia la llegada de la comitiva antes citada, lo que produce gran alteración a Grimes, quien obliga al grumete a bajar hacia el mar por un acantilado, donde acaba despeñándose; Grimes va a auxiliarlo (otra escena en off.) quedando la cabaña vacía, en la que irrumpe la comitiva, ya de nuevo visualizada. Destacar también, el impresionante final de la primera parte del Acto III, muy bien resuelta escénicamente, mostrando a una vociferante y enloquecida multitud, en compacto grupo, que pretende linchar a Grimes. En suma, una magnífica escenografía de John Macfarlane, también responsable del diseño de vestuario (a base de colores negros y rojos) adecuado al tiempo –hacia 1830- en que se desarrolla la acción.

La Orquesta de la Comunitat Valenciana brilló a gran altura, dirigida por el norteamericano Christopher Franklin, a quien se le puede reprochar no cuidar debidamente las dinámicas, con propensión a ofrecer, por momentos, una línea sonora un tanto plana, utilizando en demasía los sonidos en forte. Ello se puso de manifiesto, sobre todo en los grandes “tutti orquestales”, donde se percibía cierta dificultad en la diferenciación de planos sonoros, con preponderancia de los metales sobre el resto de las secciones. Ello no es óbice para destacar el magnífico rendimiento de todas las secciones orquestales, con una magnífica cuerda, y el gran lucimiento de diferentes instrumentos, sobre todo en esos preciosos “Interludios marinos”: en el primero de ellos “Dawn (El Alba)” a modo de preludio del Acto I, de naturaleza descriptiva, donde brilla de sobremanera el sonido de las flautas y de los violines en registro agudo (muy presente durante el desarrollo de toda la escena primera del Acto I) que sugiere el vuelo y los gritos de las gaviotas o la conjunción de clarinetes, violas y arpa para mostrar el fluir de las olas. En el cuarto interludio el famoso “Passacaglia”, situado entre las dos escenas del Acto II, con las destacadas intervenciones de los metales en conjunción con la cuerda, y de las trompas junto al arpa o ese brillantísimo final donde confluyen el sonido de viola y celesta que va desvaneciéndose hasta desaparecer. Muy brillante la ejecución del quinto interludio “Moonligh (Claro de luna)” con el que comienza el Acto III, con ese imponente sonido de la cuerda a modo de marcha fúnebre donde se insertan, por momentos, flautín y flauta y se van incorporando los metales en un gran crescendo, para concluir con el sonido conjunto de xilófono y arpa. Destacar también, en la conclusión del Acto II, el sonido conjuntado de fagots y celesta. Impresionante sonido orquestal en conjunción con el coro, en el concertante con el que concluye la primera escena del Acto III.

Gregory Kunde interpretaba por segunda vez Peter Grimes, la primera fue en la Ópera de Roma en 2013, y su prestación resultó muy notable en el plano vocal y sobre todo en el dramático, penetrando en la psicología de este complejo personaje. Muy bien en su soliloquio del Acto II “Now the Great Bear (Ahora la Osa Mayor)” donde, mirando a las estrellas, medita sobre su desgraciado destino. Interpreta de manera notable en el Acto II el aria “In dreams l’ve built (En mis sueños había construido)” donde alterna momentos de gran lirismo, con esas típicas inflexiones muy puccinianas, con otros donde el canto adquiere agresividad y violencia. Y, está muy brillante, con una muy matizada y teatral interpretación, de su soliloquio final “Steady! There you are……What harbour scheters peace (¡Calma! ¡Estás aquí!……¿En que puerto es posible encontrar la paz?)” Donde ya, completamente enloquecido piensa, de nuevo, en ese triste destino del que no puede escapar, y acaba sollozando y lleno de desesperación. Kunde está magnífico en los dúos Ellen Orford: el que interpretan a cappella, en el Prólogo, lleno de esperanza, donde ambos hacen planes de futuro, con una delicada línea de canto; y, sobre todo, el del Acto II, donde contrastan la serenidad y cordura de Ellen con el comportamiento violento e irracional de Peter. Notable su interpretación en el gran dúo del Acto I, con el capitán Balstrode (bien interpretado por el barítono Robert Bork) donde Grimes manifiesta todos su sueños y esperanzas y las grandes contradicciones de su personalidad, en contraste con la visión realista y atinada de Balstrode, quien con sus consejos a Grimes, muestra el gran aprecio que siente por él. La soprano norteamericana Leah Partrigge muestra ciertas carencias en los registros grave y central, pero está en posesión de unos excelentes agudos y de la gran teatralidad que confiere a su interpretación. Está magnífica en su enfrentamiento con la multitud, en el Acto I, y realiza una magnífica y matizada interpretación con una exquisita línea de canto, en su aria del Acto III “Embroidery in chilhood (cuando era pequeña)”, seguida del dúo con Balstrode. Destacar también su gran interpretación en el precioso cuarteto –una aguda reflexión del papel de las mujeres en su relación con los hombres- con la tabernera Auntie (discretamente interpretada por la mezzo Dalia Schaechter) y sus dos sobrinas bien interpretadas por las sopranos Giorgia Rotolo y Marianna Mappa, ambas pertenecientes al Centro de perfeccionamiento Plácido Domingo. Rosalind Plowright realizó una importante carrera como soprano en los años setenta y ochenta del pasado siglo, aunando una buena vocalidad y una magnífica presencia escénica. Aquí como mezzo y sensiblemente envejecida, realiza una notable interpretación de la chismosa y malévola Mrs. Sedley. Bien el resto del extenso reparto.

Mención especial merece el Coro de la Generalitad Valenciana, brillando a un altísimo nivel durante sus numerosas intervenciones a lo largo de toda lo ópera. Cabe destacar su interpretación en el transcurso de la primera escena del Acto I, y que, en una perfecta estructura simétrica, también cierra la ópera, cuando Ellen Orford y el Capitán Balstrade, después de la tragedia, vuelven a integrarse en la dinámica de la comunidad. En fin, un excelente Peter Grimes.

Peter Grimes de Benjamin Britten.

El Palau de les Arts Reina Sofía estrena el jueves, 1 de febrero, ‘Peter Grimes’, de Benjamin Britten, una de las obras maestras del siglo XX, además de la mejor ópera inglesa desde ‘Dido and Aeneas’ de Henry Purcell (1689). Christopher Franklin, en el foso, y Willy Decker, como director de escena de esta producción del Teatro de La Monnaie (Bruselas), abordan la primera ópera de Les Arts en 2018. Un acontecimiento que supone, además, el debut escénico de Gregory Kunde en el rol del atormentado marinero, estigmatizado, perseguido y abocado al suicidio por un supuesto maltrato a sus aprendices.

Especialistas en el repertorio inglés lo acompañan sobre el escenario: Leah Partridge (Ellen Orford), Robert Bork (Balstrode), Dalia Schaechter (Auntie), Andrew Greenan (Swallow), Charles Rice (Ned Keene), Ted Schmitz (Reverend Adams), Richard Cox (Bob Boles) y Lukas Jakobski (Hobson), junto con la legendaria diva Rosalind Plowright en el papel de Mrs. Sedley.

Benjamin Britten aborda en ‘Peter Grimes’ dos temas recurrentes en su legado: el enfrentamiento de un individuo con la sociedad y también la pérdida de la inocencia. A través de la figura del protagonista, el compositor inglés explora los efectos psicológicos de la exclusión en quienes contravienen los códigos convencionales.

Así lo apunta el director musical, Christopher Franklin, que destaca la “contemporaneidad” de la obra. “No es una ópera sobre mitos, ni sobre dragones, princesas, cortes o reyes… sino que trata un tema que, hoy en día, sigue siendo muy actual, el modo en que la sociedad, como un todo, reacciona contra un individuo”.

Musicalmente, Benjamin Britten hace gala de un gran instinto dramático al aglutinar en el pentagrama los diferentes ambientes por los que transita ‘Peter Grimes’, desde los delirios a los arrebatos del pescador, las canciones populares en la posada de Auntie, la tormenta o los cantos dominicales en la iglesia, otorgándole al mar un inusitado protagonismo como personaje encarnado por la orquesta, testigo continuo y presente del drama humano.

Franklin, que dirige su segunda obra del compositor inglés en València después de ‘The Turn of the Screw’ en 2017, añade que se trata de una “ópera casi wagneriana, en el sentido de que se usa el coro como el coro en el teatro griego: es el reflejo de la sociedad”.

Tras su celebrada ‘Traviata del reloj’, que cautivó en el Festival de Salzburgo y que el centro de artes programó dentro del bicentenario del nacimiento de Verdi, Willy Decker presenta ‘Peter Grimes’. Un montaje del consagrado director, con escenografía y vestuario de John Macfarlane, iluminación de Trui Malten y coreografía de Athol Farmer, que ha recibido el elogio unánime de crítica y de público desde su estreno en 1994.

Decker enfatiza el papel del mar en su propuesta, un mar que “determina en su violencia el comportamiento de los hombres”. Su violencia se refleja en la violencia de los hombres y de sus actos: la tierra firme y el mar, el hombre y la naturaleza, se encuentran atrapados en las garras el uno del otro… En todos los sentimientos, principalmente en la angustia y en los deseos, siempre está presente”.

Para su puesta en escena, el ‘regista’ alemán recurre a imágenes de “su inmensidad y violencia y representa los efectos que produce el mar en el alma de los hombres”.

“Un papel con el que sueña todo tenor”

Desde que cantara su primer ‘Otello’ en España bajo la dirección de Zubin Mehta en el Festival del Mediterrani de 2013, Gregory Kunde es uno de los artistas de referencia en la programación de Les Arts, con destacados debuts en València, como Don Álvaro en ‘La forza del destino’ o el rol protagonista en ‘Samson et Dalila’.

El tenor estadounidense ya cantó en 2013 la versión en concierto de esta ópera bajo la dirección de Antonio Pappano. Una actuación que le valió la comparación con el mismísimo Sir Peter Pears, el tenor y amante de Benjamin Britten para el que el genio inglés compuso este papel, y quien estrenó la obra el 7 de junio de 1945 en el Teatro Sadler’s Wells de Londres.

Ante su primera representación de ‘Peter Grimes’, Kunde equipara el personaje con otro determinante en su carrera actual. “Para mí es como el ‘Otello’ de Verdi: un papel con el que sueña todo tenor”.

“Es el mejor trabajo de Britten –prosigue–. Le conocemos muchos otros títulos: ‘Death in Venice’, ‘Billy Budd’… pero, en mi opinión, esta es la obra maestra de sus óperas. Y si hablamos del siglo XX, diría que es una de las cinco mejores de ese siglo. Ya nadie la considera ópera moderna, porque se ha convertido en pieza de repertorio, lo que es fantástico”.

Leah Patridge encarna a Ellen Orlford, la maestra del pueblo y la más ferviente defensora de Grimes. Se trata de su segunda visita a Les Arts tras cantar el papel de Helena en ‘A Midsummer Night’s Dream’ en 2016 con Roberto Abbado.

La soprano estadounidense considera que cantar la obra de Britten supone “experimentar un cambio de vida”. “Una vez que con tus habilidades musicales logras apreciar y trabajar a Benjamin Britten, sientes como si accedieras a otro mundo de expresión”, explica.

“Cada vez que escucho esta obra me sorprende cómo pudo pensar en escribirla… El modo en que capta el mar, la mañana, cómo plasma la escena en la posada de Auntie… En su música, todo es muy visual. Hay momentos verdaderamente espeluznantes y otros provocadores. Nunca me canso de escuchar esta música, ni de cantarla”.

Rosalind Plowright interpreta a la Señora Sedley, “la mala de la historia”, en palabras de la propia diva, que aborda con este papel lo que ella denomina su “tercera carrera” tras 35 exitosos años sobre los escenarios.

Brillante soprano ‘spinto’, reconvertida posteriormente en ‘mezzosoprano’ y actualmente especializada en papeles de carácter, califica a la Señora Sedley como “alguien desagradable, muy desagradable”.

“Ella lo exagera todo mucho más, y quiere realmente que Peter Grimes se hunda”, apostilla.

Les Arts estrenará el 1 de febrero ‘Peter Grimes’, el segundo título de Britten que se presenta en la Sala Principal, después de ‘A Midsummer Night’s Dream’. Las restantes funciones tendrán lugar los días 4, 7, 10 y 13 de ese mismo mes.

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