Celso Albelo

El papel de Alfredo Germont es uno de los primeros roles verdianos que el tenor español Celso Albelo incorporó a su repertorio tras su inigualable Duque de Mantua de Rigoletto. Los próximos días 28 y 30 de junio el cantante canario volverá a meterse en la piel del protagonista de La Traviata para inaugurar el festival de verano Camp de Mart de Tarragona. Una ópera, tres conciertos sinfónicos, un montaje teatral, cuatro espectáculos de circo y once conciertos de música moderna conforman la cartelera de la edición 2024 del certamen tarraconense organizado por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Tarragona, y es precisamente la popular ópera de Verdi –que se enmarca dentro del Festival Lirica-T– la encargada de levantar el telón del certamen de la mano de la Asociación Amics del Teatre Líric de Tarragona en el Teatro auditorio Camp de Mart.

El tenor tinerfeño regresa a un rol verdiano que debutó en 2013 en la Guangzhou Opera House (China) y que también ha cantado en la Ópera de A Coruña, la Arena de Verona, la Ópera de Las Palmas de Gran Canaria o en el Teatro San Carlo de Nápoles. Ante un papel tan emblemático como es el amante de Violetta Valéry, Albelo se siente «encantado de retomarlo con más experiencia verdiana en mis venas que hace unos años, y que siempre me ha parecido apasionante; es además un verdadero placer cantar junto a un gran equipo de intérpretes que son compañeros y amigos, y en el histórico e impresionante escenario del Auditorio Camp de Mart», asegura.

Junto al Alfredo Germont de Celso Albelo se podrá escuchar a la soprano Sofia Esparza como Violetta, al barítono Ángel Ódena como Giorgio Germont y a la mezzosoprano Mireia Pinto como Flora Bervoix, entre otros. El montaje estará dirigido escénicamente por el valenciano Emilio López y contará con la colaboración de la orquesta Camerata XXI, el Coro de Ópera de Tarragona y el Ballet de la Escuela de Danza ATGN, todos bajo la dirección musical del maestro Óliver Díaz.

Entre los compromisos de la temporada 2024-2025 de Celso Albelo destacan La Bohème, de Puccini, en la inauguración de la temporada de la Ópera de A Coruña, su regreso al Teatro de La Zarzuela con Marina, de Arrieta, y La Tabernera del Puerto, Sorozábal, y al Gran Teatre del Liceu de Barcelona con Madama Butterfly de Puccini, entre otros.

Sergio Alapont

Ya había dirigido Nabucco en el Teatro Real de Madrid en 2022, y los días 13, 16, 19 y 22 de junio Sergio Alapont retoma la “impresionante” ópera de Verdi, como el maestro la califica, esta vez en el Teatro de La Maestranza de Sevilla, un título que, en palabras del músico castellonense, es “heredera directa del bel canto romántico, de la música italiana de Donizetti o Bellini, pero la belleza de la línea vocal ya no es lo único que importa en Nabucco, ya que, además, la orquesta también tiene aquí un gran protagonismo”. Sergio Alapont asegura que a Verdi se le conoce como “un gran hombre de teatro y, aunque trabajaba con libretistas de excepción, tenía la capacidad de imaginar y de trazar la relación entre la palabra y la música; en Nabucco la acción es tan rápida que la palabra toma un significado y una relevancia sin precedentes; en muchos sentidos, Verdi es sin duda el compositor italiano más importante de la historia”. En Sevilla el maestro Alapont se pondrá al mando de una nueva producción del Maestranza en coproducción con el Grand Théâtre de Genève, los Théâtres de la Ville de Luxemburgo y la Opera Ballet Vlaanderen, con dirección de escena de Christiane Jatahy (en una reposición de Marcelo Buscaino) y un reparto de lujo que incluye a Juan Jesús Rodríguez (Nabucco), María José Siri  (Abigaille), Simón Orfila (Zaccaria), Alessandra Volpe (Fenena) y Antonio Corianò (Ismaele), entre otros, junto a la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y al Coro del Teatro de la Maestranza.

En la temporada 2023/2024, en el calendario de Sergio Alapont han destacado conciertos con la Orquestra Clássica do Centro –con sede en Coimbra, Portugal, de la que es su director principal–; La Bohème en la Irish National Opera que se ha grabado para el sello londinense Signum Classical; también ha llevado al estudio una selección de obras de Juan José Colomer con la Sinfónica de RTVE (IBS Classical) y ha dirigido conciertos con la Orquesta y Coro de RTVE y la Orquestre National des Pays de la Loire; y Don Giovanni en Coimbra con la Orquestra Clássica do Centro.

Entre otros compromisos, en la temporada 2024/2025 dirigirá un concierto en el Festival Respighi de Bolonia y La Rondine, de Puccini, en la Opéra-Théâtre de Metz.

Rigoletto ABAO

ABAO Bilbao Opera, continúa la 72ª Temporada con una de las óperas más universales del genio italiano Giuseppe Verdi y su obra favorita: Rigoletto, que le otorgó el reconocimiento internacional, y cuya presencia en los teatros ha sido continua desde su estreno en 1851. ABAO ha programado cuatro funciones para los días 17, 20, 23 y 26 de febrero en el Euskalduna Bilbao, con el patrocinio exclusivo de la Fundación BBVA. La representación del sábado 17 de febrero dará comienzo a las 19:00h y el resto de las funciones se iniciarán a las 19:30h.

Este viaje dramático en tres actos de fuerza innegable, desbordante de pasión, engaño, amor paternofilial y venganza, está basado en la pieza teatral Le Roi s’amuse de Victor Hugo. La historia habla de un bufón que lucha por equilibrar los elementos enfrentados de belleza y perversidad que existen en su vida. Es una obra universal, tremendamente popular, que se mantiene entre las preferidas de todos los públicos y que destaca por sus melodías inolvidables y emociones intensas.

Es la sexta ópera que Verdi compuso con el libretista Francesco Maria Piave, que tuvo numerosos problemas de censura en la adaptación del libro original de Victor Hugo. No obstante, Rigoletto estableció la fama mundial de Verdi y constituye, junto con Il trovatore y La Traviata, la llamada “trilogía popular” que el maestro compuso entre 1851 y 1853, protagonizadas por antihéroes, y que supusieron un giro en la creación verdiana hasta ese momento.

Rigoletto es una de las óperas fetiche de ABAO Bilbao Opera, que suma con estas funciones 33 representaciones, siendo la más escenificada a lo largo de su historia y que han cantado, entre otros, Ettore Bastianini, Alfredo Kraus, Cristina Deutekon, Piotr Beczala o Leo Nucci, que en 2013 bisó “Si… vendetta, tremenda vendetta” en todas las representaciones.
PERSONAJES DOMINADOS POR EL PRESAGIO DE LA MALDICIÓN

Verdi tuvo un auténtico flechazo con la obra de Hugo y su protagonista. En 1950 escribía a Piave: “Hay un libro que, si la policía lo permitiese, sería una de las más grandes creaciones del teatro moderno. La obra es grande, inmensa y tiene un personaje que es una de las más grandes creaciones del teatro de todas las épocas y de todos los países”.

Rigoletto, que un principio Verdi quiso titular La maledizione, constituye una propuesta musical y teatral insólita, profundamente innovadora en su época, con personajes fascinantes y destacadas escenas vocales, dúos, tríos y cuartetos.

Por su presencia en escena y su complejidad psicológica llena de aristas, el personaje de Rigoletto tiene todos los colores posibles del barítono verdiano. Debuta en ABAO Amartuvshin Enkhbat, un artista de raza encumbrado por la crítica como uno de los barítonos más completos en la actualidad. Esta temporada ha cantado este rol en Londres y Palermo. En esta ópera las emociones intensas se suceden: “Pari siamo”, “Si… vendetta, tremenda vendetta”, “Cortigiani, vil raza dannata”, “Povero Rigoletto” o “Piangi, fanciulla”, mostrando la ira, venganza, desesperación, humillación o resignación que dibujan el carácter del atormentado personaje.

La soprano navarra Sabina Puértolas, una artista con habilidades técnicas, carisma y dominio del escenario, encarna a Gilda, la desventurada hija de Rigoletto. Un personaje de evolución, que pasa de la inocencia y candidez infantil a la madurez dramática del amor no correspondido. Desde el ingenuo “Caro nome” al traumático “Tutte le feste al tempio”, además de dúos, “V’ho ingannato colpevole fui”, tercetos y cuartetos, “Bella figlia d’amore”, con gran personalidad musical y vocal.

El depravado y narcisista Duca di Mantova está interpretado por el tenor jerezano Ismael Jordi, quien ya lo representó en ABAO en 2013 con un gran éxito de público y crítica. Elegante, frívolo y egoísta, tiene escenas destacadas como el aria “Questa o quella”, una declaración de principios de lo execrable del personaje, “Ella mi fu rapita”, o la celebérrima “La donna è mobile”.

Acompañan al trío protagonista Carmen Topciu, como Maddalena; Emanuele Cordaro, que debuta en ABAO en el rol de Sparafucile; Fernando Latorre como el noble Conte di Monterone; Marifé Nogales en el papel de Giovanna; Josu Cabrero en el rol de Mateo Borsa; José Manuel Díaz como Marullo; y Gexan Etxabe y Ana Sagastizabal, como el Conte y la Contessa di Ceprano.

REGRESO DE DANIEL OREN AL FRENTE DE LA BILBAO ORKESTRA SINFONIKOA

Conocido por su riguroso trabajo para obtener de orquesta y cantantes la máxima calidad musical, el prestigioso maestro Daniel Oren, quien ya ha dado muestras de su buen hacer en pasadas temporadas bilbaínas, se hace cargo de la dirección musical al frente de la Bilbao Orkestra Sinfonikoa para conducir una partitura llena de dinamismo, melodías inolvidables y emociones intensas.

El complejo drama de Victor Hugo inspiró a Verdi una partitura poderosa, intensa y dramática, con una escritura musical llena de fuerza y belleza, que envuelve a personajes y trama en una tensión compulsiva desde la obertura oscura de la maldición, hasta el trágico final.

El Coro de Ópera de Bilbao, exclusivamente con voces masculinas y dirigido por Boris Dujin, completa el apartado musical.

NUEVA COPRODUCCIÓN DE ABAO BILBAO OPERA IMPACTANTE Y REIVINDICATIVA

La dirección de escena viene firmada por el polifacético Miguel del Arco. Director de teatro, cine, actor y dramaturgo, cuenta con varios premios Max y otros galardones y reconocimientos, y se caracteriza por su audacia a la hora de exponer, con estilo actual, el carácter de los personajes y las atmósferas de las distintas escenas.

Miguel del Arco propone una nueva lectura dramatúrgica centrada en la mujer, con una efectiva puesta en escena de estética contemporánea que actúa de vehículo para explicar la trama, en la que lobos y escorts, representan las expresiones de la naturaleza humana, el sexo, la violencia, el amor o el odio en una sociedad deshumanizada. Con un montaje de gran complejidad técnica, los momentos más intensos se realzan con proyecciones expresionistas y juegos de luz y volúmenes.

Nueva coproducción de ABAO Bilbao Opera, el Teatro Real, el Teatro de la Maestranza y New Israeli Opera Tel Aviv, con una espectacular escenografía de Sven e Ivana Jonke, con efectos innovadores llenos de fuerza conmovedora, un sugestivo diseño de luces de Juan Gómez-Cornejo que iluminan y oscurecen la pasiones y sentimientos de los personajes, y un innovador, sugerente y metafórico vestuario de la bilbaína Ana Garay.

PROGRAMA DE ACTIVIDADES PARALELAS CON ENTRADA LIBRE

El programa de actividades culturales paralelas que ABAO Bilbao Opera lleva a cabo con carácter abierto y para todos los públicos ofrece distintas oportunidades de acercarse a la ópera, conocer el título representado o la obra de su compositor, como sucedió el 6 y 7 de febrero en los centros municipales de Castaños y Santutxu con Carlos Imaz, el 8 de febrero en la Biblioteca Bidebarrieta con la grabación en directo y con público del podcast Concierto Desorden donde Gonzalo Lahoz entrevistó a Ismael Jordi, y en el Nuevo Casino de Pamplona, con una conferencia sobre Rigoletto de la mano de Carlos Imaz.

Las próximas citas son:

  • 14 de febrero. Conferencia en San Sebastián: “El montaje de una ópera. Anécdotas entre bambalinas”. Ponente: Carlos Imaz.
    Donostia. Koldo Mitxelena Kulturunea. 19:00h. Entrada libre hasta completar aforo.
  • 15 de febrero. Conferencia: “El montaje de una ópera. Anécdotas entre bambalinas”. Ponente: Carlos Imaz.
    Centro Municipal de San Ignacio. 19:00h. Entrada libre hasta completar aforo.
  • 16 de febrero. El ciclo de conferencias El ABC de la Ópera en colaboración con DeustoBide presenta la ópera Rigoletto y la obra de Verdi de la mano del periodista, crítico y divulgador cultural Rubén Amón. La conferencia se retransmite en directo a través del canal de YouTube de ABAO.
    Auditorio Universidad de Deusto. 18:30h. Entrada libre previo registro en la web de ABAO.
  • 19 febrero. Encuentro en el Aula de Cultura de El Correo con César Coca, periodista y director del Aula, Juan Carlos Matellanes, presidente de ABAO Bilbao Opera, Pablo Romero, asistente de la dirección artística, y la soprano Sabina Puértolas, que debatirán sobre: “La ópera, entre el arte y la polémica”.
    Sala BBK. Gran Vía Bilbao. 19:00h. Entrada libre hasta completar aforo.
  • 21 febrero. Santander acogerá una conferencia sobre el título en cartel con una presentación del argumento y los mejores momentos musicales. Ponente: Aitziber Aretxederra.
    Santander. Real Club de Regatas. 19:30h. Entrada libre hasta completar aforo.
FUNDACIÓN BBVA: IMPULSO AL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO Y CULTURAL

La Fundación BBVA, cuyo rasgo diferencial es el impulso al conocimiento tanto científico como cultural, articula su programa de Música como un recorrido completo por las distintas formas en que la sociedad puede beneficiarse y disfrutar de esta manifestación artística. Así, promueve la creación de obra nueva con encargos de composición y hace posible su preservación y difusión por medio de grabaciones en colaboración con sellos e intérpretes de primera línea.

Fomenta la música en directo a través de ciclos de conciertos que, de forma gratuita, ponen al alcance del público el mejor repertorio clásico y contemporáneo con ensembles y solistas de referencia. Organiza ciclos de conferencias y edita publicaciones para comprender mejor el trabajo de ciertos autores o sumergirse en el estudio de determinados períodos compositivos. Las Becas Leonardo posibilitan proyectos de investigación y creación altamente innovadores con resultados de muy variada índole: desde la composición y estreno de piezas musicales, escénicas y operísticas hasta la recuperación de patrimonio musical y su recopilación en primeras grabaciones mundiales. Colabora con formaciones musicales y teatros de todo el país y reconoce la excelencia a través del Premio Fronteras del Conocimiento en Música y Ópera. El esfuerzo sostenido de la Fundación en este ámbito ha sido reconocido con el Premio Ópera XXI a la Mejor Iniciativa de Mecenazgo.

Las representaciones de Rigoletto están patrocinadas en exclusiva por la Fundación BBVA, principal patrocinador de ABAO Bilbao Opera, que contribuye de esta manera a fomentar la cultura operística y a llevar al público espectáculos de la máxima calidad.

La Fundación BBVA ha sido reconocida con el premio a la Mejor Institución en los Tutto Verdi International Awards por su impulso al conocimiento científico y la creación cultural de excelencia. Por su apoyo a la música y a la ópera con una categoría propia en los Premios Fronteras del Conocimiento. Por su apoyo constante y decidido como patrocinador principal, sin interrupción durante dieciocho años, a todas las actividades de ABAO Bilbao Opera y en especial el Proyecto Tutto Verdi.

Sabina Puértolas - Nano Cañas

La soprano Sabina Puértolas, reconocida por su intensidad dramática y su voz excepcional, se enfrenta al desafiante papel de Gilda en la ópera Rigoletto de Verdi. Esta nueva producción, contemporánea y audaz, de Miguel del Arco para la ABAO tiene un enfoque moderno y crítico que promete una reinterpretación de este clásico, con escenografías de Sven Jonke y vestuario de Ana Garay.

‘Rigoletto’, una de las obras más emblemáticas de Verdi, está basada en ‘Le roi s’amuse’ de Victor Hugo. Una obra que se adentra en el complejo mundo de un bufón que vive sumergido entre la belleza y la perversión de su entorno, mientras lucha por proteger a su hija Gilda. Esta historia, llena de pasión, engaño, amor paternofilial y venganza sigue siendo una de las favoritas del público.

Sabina Puértolas, conocida por ser una “soprano de raza” por sus impactantes interpretaciones, compartirá escenario con el barítono Amartuvshin Enkbat quien debutará en el papel del bufón Rigoletto y el tenor Ismael Jordi, en el rol del Duca di Mantua. La dirección musical estará a cargo del maestro Daniel Oren, quien liderará a la Bilbao Orkestra Sinfonikoa.

La dirección de escena de Miguel del Arco propone una visión impactante, contemporánea y expresionista de la ópera, destacando la naturaleza humana en sus

formas más crudas y reales. Esta producción de Rigoletto se centra en el cortejo y secuestro de Gilda (Sabina Puértolas), hija del protagonista, para explorar la indefensión que puede sentir una mujer frente a un grupo de hombres. La obra aborda también temas contemporáneos como el papel de la masculinidad en la sociedad actual.

Sabina Puértolas, cuya carrera ha estado marcada por interpretaciones memorables en algunos de los escenarios más prestigiosos del mundo, dotará al papel de Gilda de un matiz especial con la interpretación conmovedora y apasionada que le caracteriza. La soprano se convertirá en el eje central de esta producción explorando el complejo y delicado papel de Gilda.

Sabina Puértolas
Sabina Puértolas es una de las sopranos españolas más internacionales, reconocida por su talento y entrega para unir perfección técnica e intensidad interpretativa y ponerlas al servicio de los grandes papeles del bel canto, la ópera barroca y el repertorio de zarzuela.

Ha actuado en teatros como la Royal Opera House de Londres, el Carnegie Hall de Nueva York, el Real de Madrid, el Liceo de Barcelona, el Teatro Municipal de Santiago de Chile o la Ópera de Seattle.

Ha interpretado roles como Manon, Gilda (Rigoletto), Marie (La fille du régiment), Adina (L’elisir d’amore), Partenope y Rodelinda, Poppea (L’incoronazione di Poppea), Amina (La sonnambula) o Susanna (Le nozze di Figaro), entre otros.

Fotografía Sabina Puértolas: Nano Cañas

Rigoletto
Crónica de función de Rigoletto, de Verdi, en el Teatro Real el 5 de diciembre de 2023. Don dirección de Nicola Luisotti y Miguel del Arco
Rigoletto, hasta aquí llegó la manada Melodramma en tres actos Música de Giuseppe Verdi (1813-1901) Libreto de Francesco Maria Piave, basado en la obra de teatro de Le roi s’amuse (1832) de Victor Hugo Teatro Real, 5 de diciembre de 2023 D. musical: Nicola Luisotti D. escena: Miguel del Arco Escenografía: Sven Jonke / Ivana Jonke Vestuario: Ana Garay Iluminación: Juan Gómez-Cornejo Coreografía: Luz Arcas D. coro: José Luis Basso Reparto: Javier Camarena, Ludovic Tézier, Adela Zaharia, Simon Lim, Marina Viotti, Cassandre Berthon, Jordan Shanahan, César San Martín, Fabián Lara, Tomeu Bibiloni, Sandra Pastrana, Inés Ballesteros Orquesta y Coro Titulares del Teatro Real Sobre la percutiente y obsesiva nota que protagoniza la dramática obertura de Rigoletto, se produce la primera escena inquietante. Una mujer recorre aterrada el patio de butacas perseguida por una “manada” de hombres hasta que le dan alcance, ya en el escenario. El desenlace de esta escena es de imaginar. La hija de Monterone ha sido violada. Así empieza este Rigoletto navideño y heteropatriarcal en el Teatro Real.No vamos a entrar en la variedad de aristas psicológicas y filosóficas de esta gran obra y de los personajes de una ópera tan conocida. Una obra que oculta, tras la más hermosa de las partituras, una historia y una realidad que sigue siendo terrible y por la que Verdi nos sigue planteando, de manera incómoda, todo tipo de interrogantes.Rigoletto es producto de un encargo que la Fenize de Venecia realizó al maestro Verdi. Éste propone a su libretista, Francesco Maria Piave, que consiga los permisos para poder llevar a escena una adaptación de la obra de teatro Le roi s´amuse (1832), de Victor Hugo, que había sido prohibida nada más ser estrenada, acusada de inmoralidad. Verdi pensaba haber encontrado en esta obra, el tema con mayor potencial dramático de su carrera. Tras múltiples negociaciones con la censura, un inteligente Verdi consiguió llegar a un acuerdo sibilinamente ventajoso, cambiarían los nombres de todos los personajes, que aludían a sagas familiares que aún existían, y retirarían las escenas más escabrosas. Una vez obtenido el permiso, apenas unas semanas antes del obligado estreno, Verdi terminó la obra y fue estrenada el 11 de marzo de 1851 con un éxito arrollador.En esta nueva producción del Teatro Real, en coproducción con la ABAO Bilbao Ópera, el Teatro de la Maestranza de Sevilla y The Israel Opera, la música y la escenografía no llegan a encontrarse en casi ningún momento de la obra.Miguel del Arco es un gran director teatral, pero aceptar el encargo de su primera ópera, a cargo del Teatro Real, con una de las obras más consagradas del género y 22 funciones durante la navidad, puede ser un regalo envenenado. Verdi es uno de los grandes genios de la teatralidad, capaz de llevar la dramaturgia incluso a la vocalidad. Por eso es tan arriesgado tratar de buscarle las vueltas interpretativas a una ópera que viene de fábrica con todo incluido.Su escenografía es desconcertante, yo diría que un poco desafiante. Con ese ánimo de escandalizar que tienen algunos que se creen eso, con capacidad de escandalizar por poner a todas las figurantes de la obra realizando felaciones. Alguien debería haberle dicho que esas cosas en la ópera ya no son ni originales. El Duque de Mantua es ese persinaje capaz de interpretar las más bellas arias, al tiempo que es el mayor de los canallas. Del Arco profundiza en la parte infame del Duque, de la manera más descarnada. Para ello ha utilizado pocos elementos y muchos figurantes que aparecen distribuidos sobre el escenario, sin aparente criterio, pero con orden. A veces se mueven, a veces ¿bailan? En cualquier caso, las coreografías de Luz Arcas son demasiado simples y faltas de imaginación.El gran lupanar en el que se convierte la escena, está lleno de mujeres presentadas como entes ausentes, desprovistas de identidad y dignidad que deambulan por el escenario. Que solo sirven para distraer durante las arias más representativas de la obra. Si la intención era presentar una ópera feminista o, al menos, de reivindicación de la mujer, el intento es fallido.La parte positiva en esta escenografía, que la tiene, se centra en el uso que hace del telón, tanto al inicio, con una deslumbrante caida, como a lo largo de la obra, en la que los telones delimitan las estancias y alfombran algunas escenas. La combinación de los colores, tanto de los elementos escénicos, diseñados por Sven Jonke e Ivana Jonke, como los del vestuario de Ana Garay, crean por si mismos efectos visuales de gran belleza estética. Otro elemento cautivador es la iluminación de Juan Gómez-Cornejo, capaz de generar distintas atmósferas con gran precisión. A veces una buena iluminación es suficiente para describir o presentar una escena.Menos mal que en esta ocasión, lo más importante ha sido también lo mejor, la música. En el foso, un Luisotti en momento dulce, atento a todo y cuidando a los cantantes, que escénicamente estaban un poco desguarnecidos. Su dirección estuvo llena de detalles, dando continuidad a la música, que en todo momento daba sensación de fluidez y dinamismo.Muy bien también el coro de hombres del Teatro. Los cambios siempre son estimulantes. En la parte vocal hubo una terna algo desigual. El Duque de Mantua estaba interpretado por el tenor Javier Camarena. Ya desde el principio no se le veía muy cómodo. En Questa o quella tenía problemas con el fiatto. Entre volumen o agilidad, se decidió por volumen. Pero la cosa no mejoró con el avance de la obra. Los agudos quedaban un poco justos, pero los graves tampoco eran mejores. Una lástima que Camarena no se haya lucido como en otras ocasiones. Esperemos que su amplio repertorio no le pase factura y volvamos a escuchar el magnífico instrumento que tiene. El francés Ludovic Tézier dio vida a un notable Rigoletto. Con buena presencia escénica, aunque sin joroba y con pantalones al inicio de la obra, no con corpiño y medias como marcaba la escenografía, que uno tiene su dignidad. Se mostró algo frío en la interpretación, no así en la parte vocal, matizando y dramatizando vocalmente. No es Leo Nucci, pero convenció al público con su buen hacer. Tuvo uno de sus mejores momentos en el dúo con Gilda y en Vendetta. Bien en el fraseo y en lo más complejo del personaje, el legatto y las tesituras altas.Pero sin duda la más aplaudida de la noche fue la soprano rumana Adela Zaharia. Su Gilda fue excelente. Llena de dramatismo, pero sin el remilgo de otras intérpretes. Con agudos limpios y un registro central poderoso y delicado a la vez. Su Caro nome, de una bellísima factura, fue muy celebrado por el público. En la parte escénica también brilló, ofreciendo una Gilda con la candidez justa. El surcoreano Simon Lim resultó un Sparafucile muy creíble, con todo lo siniestro que puede llegar a ser este personaje. Muy bien en lo vocal, dramático y profundo y generando inquietud cada vez que salía a escena.La mezzosoprano suiza Marina Viotti estuvo magnífica en el breve, pero importante papel de Maddalena. Su presencia escénica, aumentada por unas impresionantes plataformas, y su imponente voz, otorgaron carácter y personalidad a este personaje un tanto frívolo.Rigoletto siempre es un regalo, en este caso, de Navidad. La partitura de Verdi y la dirección musical de Nicola Luisotti nos devuelven a la magia de la ópera.Texto: Paloma Sanz Fotografías © Javier del Real | Teatro Real
Rigoletto

El Teatro Real estrenará el próximo 2 de diciembre una nueva producción de Rigoletto, de Giuseppe Verdi -en coproducción con la ABAO Bilbao Ópera y el Teatro de la Maestranza de Sevilla- de la que se ofrecerán 22 funciones, hasta el 2 de enero de 2024.

El estreno de Rigoletto, en el Teatro de La Fenice, en 1851, fue precedido de varios encontronazos con la censura veneciana, que se opuso a la descarnada visión de la vida cortesana patente en el libreto de Francesco Maria Piave -a partir de Le Roi s’amuse, de Victor Hugo-, con un protagonista contrahecho y perverso, que desenmascara, con su risa diabólica, la podredumbre de una sociedad corrupta, cruel y degenerada, que él mismo encarna con su deformidad física y moral.

La trama de la ópera, terrible, se centra en la maldición que lanza el Conde de Monterone a Rigoletto por burlarse de la deshonra de su hija. Esta premonición -cuyo tema, la maledizione, late del principio al final de la ópera- será el tormento del bufón y el preludio de su desgracia: su hija, la inocente Gilda, que él aísla y protege, será seducida por las artes amatorias de su amo, el libertino Duque de Mantua, y raptada por los cortesanos, muriendo por amor, en una maquinación fatídica que él mismo engendró.

El potente drama de Victor Hugo, de tintes shakespearianos, inspiró una partitura de grandísima intensidad dramática, unidad estructural y una genial escritura musical, capaz de describir con impresionante concisión y belleza, la complejidad y ambivalencia de los personajes y el devenir de la trama, que transcurre con tensión y fluidez del primer al último compás.

Miguel del Arco, responsable de la puesta en escena, ha creado una producción que indaga en la angulosa personalidad del personaje titular, víctima y verdugo, maltratado y maltratador, convirtiendo la obra en un descorazonador retrato de nuestra sociedad actual, complaciente con las actitudes más espurias y crueles.

La sed de poder -voraz, cegadora e insaciable- crea monstruos que aglutinan a su alrededor, con avasalladora fuerza centrípeta, una sociedad servil y gregaria que normaliza las situaciones más atroces, aceptando, enmascarando y hasta aplaudiendo la crueldad, la humillación, el estupro, la calumnia, la violencia o la venganza. Solamente el amor puede sobreponerse a la deshumanización del alma, abriendo una brecha de luz y esperanza en el mundo oscuro del Rigoletto verdiano, que Miguel del Arco nos acerca.

La espectacular escenografía de Sven Jonke y el sugerente diseño de luces de Juan Gómez-Cornejo acompañan las tensiones del drama y las contradicciones, pasiones y sentimientos de los personajes, retratados con los potentes figurines de Ana Garay.

Nicola Luisotti, que ya dirigió este título en el Teatro Real en 2015, volverá a hacerlo al frente de tres repartos estelares y del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real.  Christoph Koncz dirigirá cuatro funciones.

Darán vida al quinteto protagonista los barítonos Ludovic Tézier, Étienne Dupuis y Quinn Kelsey (Rigoletto), los tenores Javier Camarena, Xabier Anduaga y John Osborn (Duque de Mantua), las sopranos Adela Zaharia, Julie Fuchs y Ruth Iniesta (Gilda), los bajos Simon Lim, Peixin Chen y Gianluca Buratto (Sparafucile) y las mezzosopranos Marina Viotti, Ramona Zaharia y Martina Belli (Maddalena).

Rigoletto, una de las óperas más queridas y representadas a lo largo de toda la historia del Real, volverá en su cuarta producción desde la reapertura del Teatro, después de las de Daniel Lipton y Graham Vick (2001), Roberto Abbado y Monique Wagemakers (2009) y Nicola Luisotti y David McVicar (2015).

La producción del Teatro Real que ahora se estrena será una nueva lectura dramatúrgica y escénica de la genial partitura de Verdi, cuya visión desalentadora e inquietante de nuestra sociedad sigue cuestionándonos, incomodándonos y confrontándonos con lo más oscuro de nuestras almas.

Fotógrafo: © Javier del Real | Teatro Real

AGENDA ACTIVIDADES PARALELAS

28 de noviembre, a las 20.15 horas | Teatro Real, Sala Gayarre

Enfoques: encuentro con Nicola Luisotti (director musical de Rigoletto), Miguel del Arco (director de escena de Rigoletto), Ricardo de Cala (director del programa Maestros cantores, de Radio Clásica) y Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real.

 

3 de diciembre, a las 12.00 horas | Sala principal del Teatro Real

Los Domingos de cámara: concierto con solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real

Programa:

Joseph Haydn: Trío para barítono, viola y violonchelo

Darius Milhaud: Sonata para dos violines y piano, op.15

Max Bruch: Piezas para viola, clarinete y piano (selección)

Astor Piazzolla: La calle 92, para viola y violonchelo (arreglo de N. J. Hillmann)

Arnold Schönberg: Noche transfigurada, op. 4, para sexteto de cuerda

16 de noviembre al 12 de diciembre | Teatro Real, talleres, salas de ensayo y sala principal

La universidad a escena: Rigoletto

A lo largo de 4 sesiones los estudiantes –que perciben créditos universitarios en sus respectivos estudios–, descubren las interioridades de la nueva producción a través de una visita técnica, asistencia a ensayos, presentaciones y encuentros con trabajadores y artistas involucrados en esta producción.

8 al 30 de noviembre | Teatro Real, talleres, salas de ensayo y sala principal

La ópera al descubierto: Rigoletto

A través de 8 sesiones los integrantes del curso asisten a todo el proceso de montaje de Rigoletto, asistiendo a distintos tipos de ensayos y participando en encuentros con trabajadores y artistas involucrados en esta producción.

3 de diciembre a las 12.00 y a las 17.00 horas | Real Teatro de Retiro, Sala Pacífico

¡Todos al Real Teatro!

Talleres musicales para toda la familia, con dirección y presentación de Fernando Palacios.

La chica del móvil protege tanto a su hija que la mantiene oculta en casa para que no la vean. Un taller de introducción a la música para familias, con Fernando Palacios, en ocasión de Rigoletto, de Verdi, programado en el Teatro Real.
Con el barítono Gabriel Más y la pianista Alicia Hernández.

22 de enero, a las 19.00 horas Círculo de Bellas Artes, Sala Ramón Gómez de la Serna

Conferencia: Un personaje ridículo, pero apasionado y lleno de amor: Rigoletto

Por: Massimo Giuseppe Bonelli director de la Escuela Italiana de Madrid, historiador de Arte y director de escena de ópera italiana. Entrada libre hasta completar aforo.

Julie Fuchs

La soprano francesa Julie Fuchs, se embarca en un nuevo y emocionante desafío, su primera interpretación de Gilda en el Rigoletto de Verdi en el prestigioso Teatro Real de Madrid. La dirección escénica está a cargo de Miguel del Arco, director de la impactante obra teatral Jauría, en la que está inspirada esta nueva versión cargada de emoción y crítica social.

Esta producción de Rigoletto se centra en el cortejo y secuestro de Gilda (Julie Fuchs), hija del protagonista, para explorar la indefensión que puede sentir una mujer frente a un grupo de hombres. La obra aborda temas contemporáneos como el papel de la masculinidad en la sociedad actual.

Esta ópera originalmente inspirada en la obra de teatro ‘Le roi s’amuse’ de Victor Hugo es una obra multifacética y compleja que aborda temas como el amor paternofilial, la sobreprotección y la emancipación de los hijos.

Julie Fuchs estará acompañada en el escenario por otras destacadas voces como Javier Camarena, Xabier Anduaga, Ludovic Téizer y Adela Zaharia bajo la dirección musical de Nicola Luisotti y escenografía de Sven Jonke. El vestuario está diseñado por Ana Garay.

La trama de Rigoletto se sumerge en la historia del Duque de Mantua, un seductor despiadado, y a su bufón Rigoletto, quien es cómplice de sus crímenes. Sin embargo, Rigoletto guarda un oscuro secreto que lo cambiará todo: ha estado criando en secreto a su hija Gilda, a quien protege con amor.

NOTA DE PRENSA
“Rigoletto” es una ópera en tres actos compuesta por Giuseppe Verdi con un libreto de Francesco Maria Piave. Se estrenó por primera vez en el Teatro La Fenice de Venecia el 11 de marzo de 1851 y hoy en día se ha convertido en una de las obras más icónicas del repertorio operístico italiano.

En esta nueva versión el público podrá deleitarse con la emotiva aria de Gilda “Caro Nome” interpretada por una espectacular Julie Fuchs. Virtuosismo vocal Julie Fuchs se ha consolidado como una de las sopranos más solicitadas en la escena internacional. Con una voz de "clara y brillante tonalidad" (Libération), "timbre sensual y virtuosa coloratura&quot (Diapason), y un arrollador carisma en escena, Julie es hoy por hoy una de las cantantes de ópera más completas de su generación, entusiasmando al público de los principales teatros de ópera y salas de concierto de todo el mundo.

Ganadora de tres premios Victoires de la Musique (los Oscar de la música clásica en Francia), incluido el de Cantante de Ópera del Año en 2021, y del segundo premio en Operalia, su repertorio abarca desde el barroco hasta la música contemporánea, con especial énfasis en las heroínas de Mozart y en el Bel Canto.

En la temporada pasada 2021/22, Julie Fuchs deslumbró al público en su papel principal en L'incoronazione di Poppea en la Opernhaus Zürich, encarnando a Mélisande en Pelléas et Mélisande en el Gran Teatre del Liceu y deslumbrando como Susanna en Le Nozze di Figaro en el Teatro Real. Cerró la temporada en París con una actuación brillante como La Folie en el Platée de Rameau en la Ópera de París.

Entre los papeles de ópera más destacados de su carrera se encuentran Marie en La fille du régiment en la Wiener Staatsoper, Norina en Don Pasquale en la Opernhaus Zürich, Leïla en Les pêcheurs de perles en el Théâtre des Champs-Elysées, Comtesse Adèle en Le Comte Ory en la Opéra Comique, Giunia en Lucio Silla en el Teatro Real de Madrid, Musetta en La bohème en la Bayerische Staatsoper, Pamina en Die Zauberflöte, La Folie en Platée y Nannetta en Falstaff en la Ópera Nacional de París, el papel principal de L'incoronazione di Poppea, Fiorilla en Il turco in Italia y Angelica en Orlando en la Opernhaus Zurich, Susanna en Le Nozze di Figaro en el Festival de Aix en Provence y Aspasia en Mitridate en el Palau de les Arts de Valencia.

Julie Fuchs lanzó su último álbum, "Amadè", bajo el sello discográfico de Sony en noviembre de 2022. Previamente, la cantante había publicado dos grabaciones en solitario, ”Yes!" y "Mademoiselle", con Deutsche Grammophon.

Su discografía incluye también una grabación de las primeras canciones de Mahler y Debussy con Alphonse Cemin, un disco de Canciones para piano y voz de Poulenc (Atma Classique), una grabación en vivo de Leïla en Les pêcheurs de perles (Pentatone) y una grabación en estudio de Aspasia en Mitridate (Warner Classics).

#OperaIsOpen, abrir la ópera a nuevos públicos

En 2018, Julie Fuchs puso en marcha un proyecto internacional que pretende demostrar que la ópera es un espectáculo abierto a cualquier persona que desee acercarse a ella, independientemente de sus ingresos, educación previa o edad. Aunque la mayoría de los teatros de ópera han hecho grandes esfuerzos para hacer que la ópera sea asequible a nuevos públicos, especialmente a los más jóvenes, los que nunca han ido a la ópera siguen sintiendo a menudo que esta forma de arte está “cerrada” para ellos. Conocida en Francia como la "diva con los pies en la tierra", procedente de una familia modesta y sin formación en música clásica, Julie es la embajadora perfecta para este proyecto, ya que la ópera se le abrió a ella a una edad muy temprana.

@juliefuchssoprano en Instagram, Facebook, Twitter y TikTok está considerada como una pionera por su uso de las redes sociales, utiliza su presencia como vehículo para promover el concepto #OperaIsOpen publicando contenidos para "abrir" el proceso operístico a sus seguidores y a los seguidores de la cuenta @operaisopen, ofreciéndoles una mirada diferente, entre bastidores, y respondiendo a preguntas en sus posts e historias.

También publica información sobre las iniciativas que derriban determinadas barreras financieras y que tratan de incluir a un público más amplio en cada lugar donde ella canta (informa a sus seguidores sobre las entradas para estudiantes, grupos, personas
mayores, entradas de última hora, etc.) También organiza concursos en sus redes sociales para conseguir un par de entradas.

Para ganar, uno de sus seguidores debe llevar a un invitado que nunca haya asistido a la ópera. Después, ella conoce al ganador y comparte su opinión en las redes sociales sobre su experiencia. Julie Fuchs también anima a sus compañeros de profesión y a las compañías en las que canta a utilizar el hashtag #operaisopen para ayudar a difundir el mensaje de que la ópera está realmente abierta a todos.

Fotografía: Gérard Uféras

Piero Pretti

Piero Pretti es sin duda un artista coherente y comprometido con su profesión: tras estudiar Ernani durante 15 años no ha sido hasta 2020 que decidió debutarlo –primero, en forma de concierto– en la cuna verdiana, el Festival Verdi del Teatro Regio de Parma (Italia). Dueño de una carrera que le ha llevado a cantar en los teatros más importantes del mundo, el cantante se siente en óptimo estado para afrontar uno de los papeles más complejos del repertorio: “Es ahora cuando he sentido la madurez necesaria para afrontar Ernani en un escenario”, afirma Piero Pretti, “un rol que llevo frecuentando muchos años en el plano de estudio y que estoy disfrutando en escena desde hace un par de temporadas; me sedujo el personaje casi desde el inicio de mi carrera, un bandido de origen noble cuyo fuerte sentido del honor, como sardo que soy, me sugiere la combinación con el código bárbaro. ¡Creo que los españoles, como pocos en el mundo, pueden comprender a un hombre dispuesto a sacrificar su vida por honrar su palabra!” Pretti estrenó el pasado mes de marzo, en el Teatro La Fenice de Venecia –precisamente donde tuvo lugar la primera representación de esta maravillosa ópera en 1844–, la producción que se verá entre el 7 y el 18 de junio en el Palau de Les Arts de Valencia. “Más allá de una trama apasionante”, continúa Pretti, “la música de Ernani es muy bella y poderosa, y los personajes están dibujados con gran olfato psicológico. El montaje veneciano funciona muy bien y es muy efectivo. Para mí la tarea más importante está en centrar la atención en la palabra cantada, siempre ciñéndome a la escritura de Verdi y potenciando su significado belcantista; aunque se trata de una obra del primer período del compositor, ya se percibe la impronta de su genialidad de obras futuras. Como intérprete siento la necesidad de considerar el estilo belcantista como una solución, como una característica del canto italiano que Verdi nunca abandona, donde el foco está siempre en el canto sobre la palabra y el legato que se funden en el fraseo típico del compositor”, asegura el tenor.

En el Palau de Les Arts, Piero Pretti compartirá escenario con Angela Meade como Elvira, Franco Vassallo como Don Carlo y Evgeny Stavinsky como Don Ruy Gomez de Silva, entre otros intérpretes, en una producción con dirección de escena de Andrea Bernard y  con Michele Spotti en el podio al frente de la Orquestra de la Comunitat Valenciana y del Cor de la Generalitat. Las funciones serán los días 7, 10, 13, 16 y 18 de junio.

Pretti debutó en Les Arts con el rol de Pinkerton de Madama Butterfly en diciembre de 2021, coliseo al que regresa en una temporada en la que ya ha cantado Norma, de Bellini, en el Concertgebouw (Amsterdam), Simon Boccanegra en el Festival Verdi de Parma, Rigoletto en el Hessisches Staatstheater Wiesbaden, Madama Butterfly en el Teatro Verdi de Salerno, el Requiem de Verdi con la Dallas Symphony Orchestra, I vespri siciliani en el Teatro alla Scala de Milán, Ernani en el Teatro La Fenice de Venecia e I Lombardi alla Prima Crociata con la Münchner Rundfunkorchester en el Müpa de Budapest.

Este verano le esperan Madama Butterfly en el centenario del Festival Arena de Verona y Rigoletto en Caracalla (Roma). En la temporada 2023-24, entre otros compromisos, destacan La Traviata en La Fenice, Don Carlo en Piacenza, I vespri siciliani para celebrar el 50º aniversario del Teatro Regio de Turín y en el Teatro San Carlo de Nápoles, Madama Butterfly en Oslo y Turandot en Zúrich. 

Il Trovatore

ABAO Bilbao Opera, clausura la 71ª Temporada de ópera de Bilbao con un título imprescindible del repertorio, y de los más aplaudidos por el público: IL TROVATORE, con el patrocinio de la Fundación BBVA. Estrenada en 1853, es la segunda ópera de la denominada “trilogía romántica” de la producción verdiana que forman Rigoletto (1851), el propio Il Trovatore (1853) y La Traviata (1853). ABAO ha programado cuatro funciones para los días 20, 23, 26 y 29 de mayo en el Euskalduna Bilbao. La representación del sábado 20 dará comienzo a las 19:00h, y el resto de las funciones se iniciarán las 19:30h.

Basada en el drama El Trovador de Antonio García Gutiérrez, el momento histórico reflejado es entre los años 1412 y 1416, y la acción se traslada de Zaragoza a las montañas de Bizkaia. La ópera desarrolla dos líneas argumentales: la venganza de la gitana Azucena, cuya madre e hijo mueren en la hoguera, y el triángulo amoroso en el que Leonora es disputada por dos pretendientes enemigos que representan a familias enfrentadas. Pugnas, venganza, celos y muerte en una historia apasionada y brutal.

En ABAO Bilbao Opera se ha representado en 14 ocasiones, siendo uno de los títulos que iniciaron las temporadas de ópera en el Festival de 1953. La última vez fue en 2008, con el proyecto Tutto Verdi.

MELODÍAS CAUTIVADORAS Y EXCELENCIA VOCAL
Ópera romántica y emotiva, posee espléndidas y cautivadoras melodías, así como escenas de conjunto y arias de gran efecto dramático. Es además una “ópera de cantantes” que requiere un elenco de auténticos especialistas tanto musical como teatralmente.
Interpreta el difícil rol de Leonora, Anna Pirozzi, una soprano en pleno apogeo de sus extraordinarias facultades y una fulgurante carrera internacional, para encarnar un personaje lleno de pasión. La soprano tiene abundantes momentos de lucimiento, como las arias “Tacea la notte placida” y “D’amor sull’ali rosee”, elegantes y de gran finura.

Ekaterina Semenchuk, una mezzosoprano de enorme inteligencia vocal, profundos matices y de referencia en el dramático rol de Azucena, la gitana que maneja la trama de la ópera y en la que confluyen los móviles del odio y la venganza, tiene su gran momento en “Stride la vampa”, una pieza espectacular para cualquier mezzo dramática.

El reconocido tenor Celso Albelo, es Manrico, un personaje que requiere lirismo pero también tonos heroicos, con momentos sublimes como la cabaletta “Di quella pira, l’orrendo fuoco…” junto al coro, o el recitativo “Ah si ben mio”, de melancólica belleza.

El Conte di Luna, es el personaje malvado de la ópera, lujurioso, celoso y vehemente, interpretado por Juan Jesús Rodríguez, una de las voces de barítono más atractivas del panorama actual. Su aria “Il balen del suo sorriso” ofrece momentos de emocionada nobleza. Juan Jesús Rodríguez ha recibido el pasado mes de abril el premio a la Mejor Voz Masculina en los Tutto Verdi International Awards por el rotundo éxito que ha tenido en cada una de sus intervenciones dentro del proyecto Tutto Verdi y por
ser uno de los barítonos verdianos más importantes del mundo.

Acompañan a este cuarteto protagonista un conjunto de conocidas voces con solidez y armonía: Riccardo Fassi como Ferrando, Belén Elvira como Inés, Gerardo López encarnando a Ruiz, y David Aguayo y Martín Barcelona como Gitano y Mensajero, respectivamente.

FRANCESCO IVAN CIAMPA, UN EXPERTO VERDIANO AL FRENTE DE LA BOS En el apartado musical, Francesco Ivan Ciampa, experto verdiano y asiduo de los grandes coliseos líricos internacionales dirige a la Bilbao Orkestra Sinfonikoa en una partitura arrolladora, tan melódica como enérgica, impregnada de cambios de tono violentos, fuertes emociones, ritmo vigoroso y fuerza expresiva.

El Coro de Ópera de Bilbao, dirigido por Boris Dujin, completa este apartado y cuenta con dos momentos singulares con el “Miserere” y el conocido y popular “Coro di Zingari” uno de los momentos más esperados de la ópera. El COB ha sido galardonado con el Premio Especial de los Tutto Verdi International Awards de ABAO Bilbao Opera por su compromiso con la asociación a lo largo de los últimos 30 años, sin cuya presencia y excelencia artística no habría sido posible llevar a cabo las
temporadas de ópera en Bilbao ni el proyecto Tutto Verdi, en el que han participado en todos los títulos del programa.

UNA PRODUCCIÓN INTIMISTA Y TEMPESTUOSA, ESTRENO NACIONAL
La producción procedente de La Fenice di Venezia es una propuesta de Lorenzo Mariani, estreno nacional. La puesta en escena, con un diseño intimista, bello y armonioso, está inspirada en la película “El séptimo sello” de Ingmar Bergman, y refleja todos los elementos del drama con fortaleza y brío escénico.

Toda la escenografía de William Orlandi se presenta dominada por una gran pantalla donde se proyectan diferentes fondos e imágenes de alta calidad, que recrean una atmósfera nocturna y tempestuosa. La iluminación de Fabio Berettin y el trabajo de video proyección de Mattia Diomedi, contribuyen a la espectacularidad del conjunto escénico.

EVA SANDOVAL INTRODUCE LA ÓPERA DE VERDI EN EL CICLO EL ABC DE LA ÓPERA
El ciclo “El ABC de la Ópera” tiene como objetivo promover el conocimiento de la ópera en sentido participativo, construyendo a través de conferencias y encuentros con expertos, una red de experiencias culturales innovadoras, en espacios de participación asequibles a toda la sociedad. El programa descubre los aspectos más relevantes de cada título de la temporada, en una conferencia la víspera del estreno en el auditorio de la Universidad de Deusto, en colaboración con DeustoBide.

El viernes 19 de mayo, la musicóloga y divulgadora cultural Eva Sandoval, será la encargada de desvelar los entresijos de esta ópera y la obra de su compositor. Informadora de Radio Clásica de RTVE desde 2008, ha presentado programas como “Té para tres”, “Grandes ciclos”, “Música viva” o “Estudio 206”. En la actualidad dirige junto a Clara Sánchez el magazine “Café Zimmermann”, con entrevistas y actuaciones musicales en directo, y el espacio de cultura contemporánea “Miramondo múltiplo”, junto a José Luis Besada. Participa como presentadora de los conciertos de la Orquesta Sinfónica y Coro RTVE en “Los conciertos de La 2” y de óperas en “El palco”, así como en otros eventos musicales televisados. Colabora en revistas de divulgación musical,
escribe regularmente notas al programa para las principales instituciones musicales españolas, presenta conciertos, imparte conferencias, ejerce como moderadora o participante de mesas redondas y presenta discos de música clásica.

Para acceder a esta actividad gratuita es necesaria acreditación previa llamando al teléfono 944 355 100. La conferencia será retransmitida en directo a través del canal de ABAO Bilbao Opera en YouTube.

CONGRESO VERDI FOR THE AGES: PASADO, PRESENTE Y FUTURO
Coincidiendo con las funciones de Il Trovatore, ABAO Bilbao Opera presenta una nueva actividad cultural de carácter y repercusión internacional, el Congreso Verdi for the Ages: Pasado, Presente y Futuro.

Este encuentro que reunirá a algunas de las figuras más relevantes del universo verdiano para debatir los diversos aspectos de las obras del compositor, celebrar y reflexionar sobre el éxito y el significado del ciclo Tutto Verdi, lo que ha aportado a la ciudad de Bilbao y a dónde ir a continuación, tendrá lugar los días 27, 28 y 29 de mayo en el Bizkaia Aretoa de la Universidad del País Vasco, será de acceso gratuito, y se retransmitirá por streaming.

Durante tres días, una treintena de musicólogos, críticos, historiadores, sociólogos, agentes, directores artísticos e intérpretes, debatirán sobre el pasado, el presente y el futuro de la obra verdiana, desde documentos históricos, contexto cultural o género, a prácticas escénicas, marketing o tecnología, hasta el sector lírico en el contexto actual y futuro. Serán seis sesiones temáticas en
formato de ponencia libre, mesa redonda o talleres, y se espera una amplia participación de aficionados, curiosos y público en general.

El comité del congreso está formado por Roberta Montemorra (Universidad de Massachusetts), Alessandro Roccatagliati (Universidad de Ferrara) y Víctor Sánchez Sánchez (Universidad Complutense Madrid), bajo la coordinación y presidencia de Francesco Izzo (Universidad de Southampton).

FUNDACIÓN BBVA: IMPULSO AL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO Y CULTURAL
La Fundación BBVA, cuyo rasgo diferencial es el impulso al conocimiento tanto científico como cultural, articula su programa de Música como un recorrido completo por las distintas formas en que la sociedad puede beneficiarse y disfrutar de esta manifestación artística. Así, promueve la creación de obra nueva con encargos de composición y hace posible su preservación y difusión por medio de grabaciones en colaboración con sellos e intérpretes de primera línea.

Fomenta la música en directo a través de ciclos de conciertos que, de forma gratuita, ponen al alcance del público ensembles y solistas de referencia en el repertorio contemporáneo. Organiza ciclos de conferencias y edita publicaciones para comprender mejor el trabajo de ciertos autores o sumergirse en el estudio de determinados períodos compositivos y lleva a la práctica proyectos de investigación y creación altamente innovadores con las Becas Leonardo en Música y Ópera.

Organiza simposios especializados sobre gestión de orquestas, colabora con formaciones musicales y teatros de todo el país y reconoce la excelencia a través del Premio Fronteras del Conocimiento en Música y Ópera y el Premio de Composición AEOS-Fundación BBVA, en colaboración con la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas. El esfuerzo sostenido de la Fundación en este ámbito ha sido reconocido con el Premio Ópera XXI a la Mejor Iniciativa de Mecenazgo.

Las representaciones de Il Trovatore están patrocinadas en exclusiva por la Fundación BBVA, principal patrocinador de ABAO Bilbao Opera, que contribuye de esta manera a fomentar la cultura operística y a llevar al público espectáculos de la máxima calidad.

La Fundación BBVA ha sido reconocida con el premio a la Mejor Institución en los Tutto Verdi International Awards, por su rasgo diferencial en la búsqueda de la excelencia con impulso al conocimiento tanto científico como cultural. Por su apoyo a la música y a la ópera con una categoría propia en los Premios Fronteras del Conocimiento. Por su apoyo constante y decidido como patrocinador principal, sin interrupción durante diecisiete años, a todas las actividades de ABAO Bilbao Opera y en especial el Proyecto Tutto Verdi.

© Foto di Michele Crosera

ADRIANA GONZÁLEZ

La conocida soprano guatemalteca, que fue la encargada de inaugurar la última edición del “Concurso Tenor Viñas” de Barcelona el pasado mes de enero, regresa a nuestro país para cantar la Messa da Requiem de Verdi los días 30 y 31 de marzo junto a la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias bajo la dirección de su actual titular, Nuno Coelho. Adriana González, que cantará por primera vez en Asturias, compartirá escenario con la mezzosoprano Silvia Tró, el tenor Bekhzod Davronov y el bajo Shenyang, en el Concierto Extraordinario de Semana Santa, que la OSPA ofrecerá en el Teatro Jovellanos de Gijón y en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, junto al Coro de la Fundación Princesa de Asturias.

“El Requiem de Verdi es, sin duda, una de las obras más perfectas que he cantado, y lo abordo con enorme respeto. Su gran dificultad reside en el extraordinario control de la respiración que se necesita para poder afrontar la amplia extensión y la gran variedad dinámica que exige esta obra; tiene partes muy dramáticas que requieren intensidad y potencia, y luego están esas secciones devocionales en las que se implora, y en las que hay que cantar, por tanto, en piano y con dinámicas más suaves”, señala González, que ya ha protagonizado la monumental partitura sinfónico-coral del compositor italiano en escenarios de renombre internacional como la Fundación Gulbenkian de Lisboa, junto a la Orquestra y Coro Gulbenkian dirigidos por Lorenzo Viotti o acompañada por la Dallas Symphony Orchestra a las órdenes de Fabio Luisi en el americano Morton H. Meyerson Symphony Center.

Apreciada por su excelente técnica y extraordinaria musicalidad, Adriana González ha actuado en conocidos teatros de ópera del circuito internacional como la Nationale Opera de Ámsterdam, la Houston Grand Opera, la Oper Frankfurt, la Staatsoper Hamburg, la Opéra Bastille de París, el Teatro Real de Madrid o el Liceu de Barcelona, entre otros, trabajando con destacados nombres de la dirección musical como Fabio Luisi, Hervé Niquet, Eun Sun Kim, Giampaolo Bisanti, Lorenzo Viotti o Giacomo Sagripanti, además de Regisseurs de la talla de Robert Carsen, Robert Wilson, Damiano Michieletto, Laurent Pelly y Calixto Bieito, entre otros.

Su agenda más inmediata incluye los roles de Micaëla (Carmen) en la Opéra de Toulon y Liù (Turandot) en la Opéra national du Rhin, así como su debut en el famoso Festival de Salzburgo con el rol mozartiano de la Contessa di Almaviva, en una nueva producción de Le nozze di Figaro firmada por Martin Kušej, junto a la Filarmónica de Viena con Raphaël Pichon a la batuta.

Tutto Verdi International Awards

El lunes 17 de abril a las 19:30 horas, el Teatro Arriaga acogerá la ceremonia de entrega de premios Tutto Verdi International Awards, y una Gala-recital con cuatro voces, coro y piano, con un programa especialmente diseñado para disfrutar de aspectos inéditos de la obra del compositor. Los actos programados cuentan con la colaboración del Ayuntamiento de Bilbao y la Cadena SER en el 90 aniversario de Radio Bilbao.

Estos premios impulsan la proyección internacional de un proyecto único que nació en 2006 para reivindicar la figura y la obra de uno de los grandes compositores de todos los tiempos: Giuseppe Verdi. Un programa que se ha desarrollado a lo largo de 16 años y que ha traído a Bilbao 30 títulos operísticos, 124 funciones, trece estrenos, nuevas producciones y coproducciones, diez Semanas Verdi con la participación de 56 ponentes de distintas disciplinas, además de libros, grabaciones, premios y reconocimientos.

Han sido muchos los artistas, instituciones y personalidades ligadas al universo verdiano que han participado y proporcionado repercusión internacional a esta experiencia inédita. En su consideración, agradecimiento y distinción, ABAO Bilbao Opera crea los Tutto Verdi International Awards en un acto conmemorativo que combina la entrega de galardones a las personas e instituciones que han contribuido de forma especialmente significativa al emblemático proyecto Tutto Verdi, con una Gala-recital con la actuación de jóvenes cantantes internacionales, poniendo el énfasis en las últimas tendencias, más fidedignas desde el punto de vista histórico, de la interpretación verdiana.

La idea central de este acto es premiar a los artistas más veteranos, pasado, y mostrar el camino que empiezan a transitar cantantes jóvenes, prometedores y de gran talento, el futuro.

ABAO Bilbao Opera consolida de este modo su aportación a la sociedad, reivindica el alcance de su actividad como institución lírica, y restituye el papel de la cultura y la ópera como bien esencial.

DOS MAESTROS DE CEREMONIAS DE EXCEPCIÓN
Los encargados de conducir la ceremonia y la participación artística son: Iñaki Gabilondo, miembro del Comité de Honor Tutto Verdi y uno de los profesionales de la información más populares y con más reconocimientos a su carrera profesional; y Udane Goikoetxea, periodista de larga trayectoria, investigadora y docente en la Universidad del País Vasco y en la George Washington. Ambos se encargarán de presentar la entrega de las distinciones de los Premios con el espíritu de Verdi en el centro del espectáculo.

Además, la guionización de la Gala ha contado con la colaboración de dos conocidas y respetadas figuras en el ámbito de la cultura y la lírica. El editor, autor y crítico musical Luis Gago, y el catedrático y editor especialista en Verdi, Francesco Izzo, director científico del Festival Verdi de Parma y una de las voces más autorizadas internacionalmente sobre el compositor de Busseto.

TUTTO VERDI INTERNATIONAL AWARDS
Las distinciones, distribuidas en ocho categorías, nacen con vocación de homenaje y agradecimiento a personas e instituciones por su significativa contribución al desarrollo y consecución del proyecto Tutto Verdi de ABAO Bilbao Opera.

Premio a la Mejor Institución
FUNDACIÓN BBVA. Por su rasgo diferencial en la búsqueda de la excelencia con impulso al conocimiento tanto científico como cultural. Por su apoyo a la música y a la ópera con una categoría propia en los Premios Frontera del Conocimiento. Por su apoyo constante y decidido como patrocinador principal, sin interrupción durante diecisiete años, a todas las actividades de ABAO Bilbao Opera y en especial el Proyecto Tutto Verdi.

Premio a la Trayectoria profesional como cantante
LEO NUCCI. Por su larga carrera sobre los escenarios más importantes del mundo y sus siempre exitosas apariciones en las temporadas de ABAO Bilbao Opera, entre las que destaca su inolvidable Rigoletto en octubre de 2013, dentro del proyecto Tutto Verdi, en el que el público pidió bisar el “Si, vendetta” en todas las representaciones.

Premio a la Trayectoria profesional en la dirección de escena
PIER LUIGI PIZZI. Por su gran aportación a la ópera a través de la belleza de sus producciones, por las que es reconocido como uno de los directores de escena, escenógrafo y diseñador de vestuario más importantes de nuestro tiempo. Algunas de sus legendarias creaciones, han sido vistas en ABAO Bilbao Opera dentro y fuera del proyecto Tutto Verdi.

Premio a la Mejor Voz Femenina
DANIELA BARCELLONA
. Por su inolvidable interpretación de la Princesa de Éboli en el primer Don Carlos visto en ABAO Bilbao Opera dentro del proyecto Tutto Verdi.

Premio a la Mejor Voz Masculina
JUAN JESÚS RODRÍGUEZ.
Por el rotundo éxito que ha tenido en cada una de sus intervenciones dentro del proyecto Tutto Verdi y por ser uno de los barítonos verdianos más importantes del mundo.

Premio a la Mejor Dirección Musical
RICCARDO FRIZZA
. Por su versatilidad, estudio y conocimiento del repertorio operístico italiano y en particular, de las partituras verdianas, que le han llevado a ser uno de los directores de orquesta más demandados del momento.

Premio a la Mejor Dirección de Escena
EMILIO SAGI
. Por su excelente creatividad, su sentido estético y su capacidad para reflejar la sociedad, encontrando un equilibrio perfecto entre tradición y modernidad, que supo plasmar en la producción de Rigoletto estrenada en Bilbao en 2006, y repuesta en multitud de escenarios internacionales.

Premio Especial
CORO DE ÓPERA DE BILBAO.
Por su compromiso con ABAO Bilbao Opera a lo largo de los últimos 30 años, sin cuya presencia y excelencia artística no hubiera sido posible llevar a cabo el proyecto Tutto Verdi, en el que han participado en todas las óperas del programa. Y, muy especialmente, en su excelente actuación en el Concierto Tutto Verdi 2022 con la interpretación de “Va, pensiero” de la ópera Nabucco.

GALA-RECITAL: ESCUCHAR LAS VOCES DEL FUTURO
Las voces de jóvenes cantantes se dan cita en esta Gala-recital como homenaje a “aquellas personas que nos han hecho y continúan haciéndonos descubrir y amar a Verdi”, afirma Luis Gago, guionista del evento junto a Francesco Izzo, y “es además una oportunidad para despertar nuestra curiosidad y ampliar nuestros horizontes, proponiéndonos vislumbrar cómo ABAO Bilbao Opera, junto con otras instituciones operísticas de todo el mundo, pueden no sólo seguir interpretando a Verdi, sino también introducir nuevas y emocionantes aproximaciones a su música”.

Cuatro jóvenes artistas internacionales que se encuentran en los primeros estadios de sus respectivas carreras y que van a contribuir a la excelencia de la interpretación operística en los próximos años, serán los encargados de poner voz a un programa seleccionado y centrado en las óperas de Verdi hasta 1853, y que está concebido para celebrar la creatividad y el estilo musical verdiano, con pasajes que en ocasiones han sido suprimidos o modificados, o con tempos y dinámicas, adornos y cadencias que han sido preparados específicamente para este recital.

Las sopranos Fan Zhou y Alessia Panza, el tenor Davide Tuscano y el barítono Gabriel Alonso, acompañados al piano por el maestro Francesco Izzo, interpretarán escenas de I masnadieri, I Lombardi alla prima crociata, Ernani, Rigoletto, Stiffelio, La Traviata, I due foscari e Il Trovatore.

ENTRADAS DESDE 5 EUROS
Las entradas para la ceremonia, entre 5 y 40 euros, ya están disponibles en la web de ABAO Bilbao Opera y en todos sus canales de venta. Hay precios especiales y periodo de venta preferente para los socios de ABAO. Más información a través de la web, en las oficinas o llamando al 944 355 100.

José Miguel Pérez-Sierra

Regresa a lo mejor de Verdi. José Miguel Pérez-Sierra, uno de los directores españoles más importantes de la actualidad, vuelve este mes a la Ópera de Las Palmas de Gran Canaria, con la que tiene una duradera relación y ahora lo hace para debutar una de las óperas más divulgadas y complejas del catálogo verdiano, Aida. La cita es los próximos días 14, 16 y 18 de marzo ante un elenco que incluye a María José Siri (en el rol protagonista de la princesa etíope), Sergio Escobar (como Radames), Judit Kutasi (como Amneris), Ariunbaatar Gambaatar (Como Amonasro) y Manuel Fuentes (como Ramfis), en los roles principales. La dirección de escena de esta nueva producción corre a cargo de Daniele Piscopo y recupera el único proyecto que Amigos Canarios de la Ópera no pudo llevar a cabo a causa de la pandemia.

Es un título inmenso de Verdi que llevaba tiempo estudiando para debutarlo”, comenta el director español. “Se trata de una ópera que me impactó ya desde niño y que más tarde, durante mis años de formación, tuve el privilegio de estudiarla en Valencia con el gran Lorin Maazel, cuya versión me ha entusiasmado siempre; algo de ella ha quedado probablemente en mi actual visión de la partitura, pero lógicamente con la experiencia de los años lo he ido madurando. Sin menospreciar la dificultad técnica de la partitura, lo cierto es que es muy compleja en el aspecto estilístico; hay que tener muy en cuenta la evolución que experimentaba Verdi cuando la compuso, ya al final de su carrera, para impregnarle el sentido adecuado. Estoy muy contento de debutar este título en Las Palmas contando con un elenco extraordinario y con una Filarmónica de Gran Canaria en plena forma. Se trata de un conjunto versátil, de gran ductilidad y con el que siempre he sentido afinidad”.

Tras las funciones de Aida en Las Palmas –donde dirigió por última vez L’elisir d’amore en marzo de 2020– a Pérez-Sierra le esperan su regreso a la Opéra de Marseille (Francia) con Les Huguenots de Meyerbeer, Il Signor Bruschino en el Festival Rossini de Wildbad y en el Royal Opera Festival de Cracovia, y un concierto junto a la soprano Lise Davidsen en el Turku Music Festival de Finlandia.

Maratón Mozart

Les Arts presenta la ‘Maratón Mozart’, un proyecto multidisciplinar centrado en celebrar la obra y vida del compositor austríaco Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791). Realizada en colaboración con Turisme de la Comunitat Valenciana, incluye más de 30 actividades culturales desde el 27 de febrero hasta el 12 de marzo.

Después de la excelente acogida de las ediciones dedicadas a Rossini y a Verdi, las representaciones de la ópera ‘Don Giovanni’ en la Sala Principal, con la que Les Arts culmina la ‘Trilogía Da Ponte’, que inició en 2019, son el punto de referencia de la ‘Maratón Mozart’.

Durante dos intensas semanas, la figura del genio de Salzburgo y su trascendencia en la cultura occidental, serán el eje vertebrador de las propuestas de 2023, con una agenda en Alicante, Castelló y València con ópera, conciertos, recitales, conferencias, coloquios, talleres, actividades familiares y proyecciones cinematográficas.

Además de los artistas del Centre de Perfeccionament y de la Orquestra de la Comunitat Valenciana (OCV), la programación musical se nutrirá de la participación de otros activos artísticos de la Comunitat como los estudiantes de los conservatorios superiores de Música de València y de Castelló, los alumnos los conservatorios profesionales de Música de València, Torrent y de Requena,  la Orquestra Filharmònica de la Universitat de València (OFUV) y los pianistas Carlos Apellániz, Claudio Carbó, José Songel y Juan Songel.

Los diversos programas musicales abarcarán la rica producción de Mozart, con especial atención a su música de cámara y para piano.

Les Arts y sus diferentes salas compartirán la sede de la ‘Maratón Mozart’ con diferentes escenarios de las tres provincias, La Nau, la Filmoteca, La Beneficiència, el Auditori de CaixaForum València, el Centro Penitenciario de Picassent, el Auditori-Escola de Guardamar del Segura, la Universitat Jaume I de Castelló o la Iglesia Santa María de Requena.

La programación musical tendrá como complemento una amplia actividad divulgativa y didáctica, a la que se sumarán propuestas habituales de Les Arts. Ramon Gener, ofrecerá la conferencia ‘MÚSICA=MOZART’, el próximo 1 de marzo a las 19.30 h en el Auditori de Les Arts, con el acompañamiento musical de las voces de los cantantes del Centre de Perfeccionament.

Por su parte, ‘Perspectives’, la charla-coloquio que propone Amics de l’Òpera i de les Arts de la Comunitat Valenciana (AOA) sobre los diferentes títulos de la programación operística, analizará, el miércoles, 8 de marzo, la producción de ‘Don Giovanni’ con los protagonistas del montaje. En esta ocasión, el encuentro irá precedido del recital ‘Fantasía Mozartiana’ a cargo de la violinista Susanna Gregorian de la OCV y del pianista y coordinador musical de Les Arts, Stanislav Angelov.

Paralelamente, ese mismo día, a las 19.00 h, se celebrará el evento ‘Les dones i Mozart’ en el Centre Cultural La Beneficència, donde se procederá a una lectura de cartas escritas por el compositor a diversas mujeres de su entorno, como su hermana mayor Maria Anna, conocida como ‘Nannerl’, a cargo del Institut Lluís Vives. Complementan esta propuesta los profesores de la OCV, Samuel Espinosa y Carles Civera.

En colaboración con Les Arts, los días 3 y 9 de marzo, a las 20.00 h y 18.00 h respectivamente, la Filmoteca de València proyectará también el film musical ‘Don Giovanni’ (1979) del director estadounidense Joseph Losey. Esta adaptación, que respeta tanto partitura y libreto originales, está protagonizada por el mítico barítono Ruggero Raimondi con el acompañamiento musical de la Orquesta de la Ópera de París.

También cabe destacar las actividades que se enmarcan en el programa didáctico de Les Arts y que forman parte de la maratón. Además de los habituales talleres ‘Ópera en construcción’ y ‘Una mañana con…’, la nueva propuesta familiar ‘El misterio de Leporello’, que tendrá lugar el viernes 3 de marzo a las 19.30 h, aproxima este personaje de Mozart y reivindica la figura de su rol como pieza fundamental dentro de las tramas de la ópera.

La retransmisión en ‘streaming’ de la última función de ‘Don Giovanni’, el próximo 12 de febrero, clausurará la ‘Maratón Mozart’. Les Arts ofrecerá de forma gratuita la señal de la ópera a los municipios y asociaciones musicales de la Comunitat Valenciana que quieran adherirse a esta iniciativa.

Para más información sobre la adquisición de localidades, los interesados pueden consultar el apartado dedicado a la ‘Maratón Mozart’ en la página web de Les Arts a partir del 20 de febrero.

Fotografía: Miguel Lorenzo

Piero Pretti

Piero Pretti, uno de los cantantes más importantes de su cuerda, volverá a subirse este sábado, 28 de enero, al emblemático escenario de La Scala de Milán, esta vez para asumir el difícil rol de Arrigo en una nueva producción de I Vespri Siciliani, emblemática ópera de Verdi ambientada en el convulso período de la unificación italiana (Risorgimento), con dirección de escena, escenografía y vestuario de Hugo de Ana y con Fabio Luisi en el podio.

El tenor italiano afirma sentirse “entusiasmado de poder cantar el rol en esta nueva producción de la obra maestra de Verdi, más teniendo en cuenta que no se representa en La Scala desde la apertura de la temporada 1989/1990”, hace ya más de 30 años.

Pretti opina que se trata de un papel “conmovedor, complejo, desafiante, que exige tanto fuerza dramática como lirismo y un bel canto tan exigente como irresistible; Arrigo es un joven apasionado y enamorado, convencido de que es inmune a ciertos lazos como los de sangre y de que ha tomado sus propias decisiones, siguiendo solo a su corazón, a su amor por Elena y a sus ideales políticos. Sus instintos lo impulsarán a tomar decisiones precipitadas que afectarán a su amada y a sus amigos, confiando en su recién descubierto padre que intentará utilizarlo en sus juegos de poder”.

El tenor ha estado estudiando la partitura desde 2010 y, asegura, le encantan “tanto la versión francesa como la italiana. He tenido el privilegio de cantar ambas (la italiana en Turín y Madrid y la francesa en Nápoles y Berlín), y ahora siento una gran emoción y orgullo de debutarlo en La Scala. Tengo unas enormes ganas de volver a sumergirme en este drama imbuido de honor, amor, remordimiento y esperanza. ¡Puro Verdi!”, concluye.

Además del estreno programado para el 28 de enero, Piero Pretti cantará otras cinco funciones los días 8, 11, 14, 17 y 21 de febrero y compartirá escenario con Marina Rebeka, Dmitry Beloselskiy, Adriano Gramigni y Andrea Pellegrini, entre otros.

Tras su compromiso en Milán, le esperan Ernani en La Fenice de Venecia, I Lombardi alla prima crociata en el Müpa de Budapest, Ernani en el Palau de Les Arts de Valencia y Turandot en el Teatro Real de Madrid.

A.I.D.A.

El próximo fin de semana, el Teatro Real ofrecerá 4 funciones matinales de su nueva producción  A.I.D.A.,  espectáculo de aproximadamente una hora de duración que incorpora los fragmentos más populares de Aida, de Verdi, con una dramaturgia adaptada a las inquietudes de los niños y jóvenes de hoy.

El director de escena Davide Garattini y la actriz, coreógrafa y figurinista Barbara Palumbo explican así la dramaturgia del espectáculo, creado a partir de la versión reducida de Aida de Francis Griffin: “Estamos en Egipto bajo las grandes pirámides. Allí, donde una vez reinaron los faraones, hoy ejércitos de turistas acuden a las dunas en busca de un selfie inolvidable o un recuerdo para amigos y familiares.

Un simpático guía turístico (el actor Raúl Peña) lleva a una joven pareja a descubrir estos maravillosos tesoros, los acomodados jóvenes Radamés (el tenor José Antonio Tejero) y Amneris (las mezzosopranos Beatriz Oleaga y Yeraldin León Acosta)  ¡Todavía no saben que este simple viaje cambiará su vida para siempre! Entre foto y foto, Radamés conoce a la joven Aida (las sopranos Sonia Alexandra Suárez y Rosa Gomariz Gavira), una humilde vendedora ambulante de souvenirs, que trabaja junto a su padre Amonasro (el barítono Rajiv Cerezo) ¡Es amor a primera vista!

¿Estallará el amor entre dos jóvenes de orígenes sociales tan distintos?

Sobre la música de Giuseppe Verdi, y jugando con las palabras de Antonio Ghislanzoni, reviviremos el triángulo de amor y odio entre Amneris, Radamés y Aida… pero con un nuevo desenlace y con un nuevo enfoque.

Los cuatro personajes principales nos contarán una historia de diversidad, inclusión y amor. El mensaje a transmitir a las generaciones más jóvenes es que la diversidad es una oportunidad y que solo el amor debe ser el motor de nuestras acciones. Por eso, también nos permitimos jugar con el título: A. I. D. A. (Amistad, igualdad, diversidad, amor) Aprender a incluir la diversidad es amar; apreciar la individualidad y la diversidad es arte.”

A.I.D.A.,  concebida como ‘ópera estudio’, cuenta con un elenco de cantantes que han participado de la II Edición de Crescendo, programa de la Fundación Amigos del Teatro Real. Encabeza el reparto el actor  Raúl Peña, que actuará con las sopranos Sonia Alexandra Suárez y Rosa Gomáriz Gavira (que se alternan en el papel de Aida), las mezzosopranos Beatriz Oleaga y Yeraldin León Acosta (intérpretes de Amneris), el tenor José Antonio Tejero (Radamés) y el barítono Rajiv Cerezo (Amonasro).

La joven directora musical murciana Isabel Rubio debuta en el Teatro Real al frente de la Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid, en una producción que pretende acercar a los más pequeños la música de Giuseppe Verdi en un contexto más próximo y familiar.

  1. I. D. A. (AMISTAD, IGUALDAD, DIVERSIDAD, AMOR)

Ópera estudio inspirada en Aida, de Giuseppe Verdi

Edición reducida a cargo de Francis Griffin

Nueva producción del Teatro Real

Dirección musical: Isabel Rubio

Dirección de escena: Davide Garattini Raimondi

Asistencia de dirección: Barbara Palumbo

Adaptación y texto, vestuario y utilería: Davide Garattini Raimondi y Bárbara Palumbo

Diseño de iluminación: Eduardo Bartrina

Coordinación de vestuario: Gabriela Hilario

Pianista: Eve Kerloc’h

Asistencia musical y traducción al español: Cristina Presmanes

REPARTO

El guía turístico: Raúl Peña, actor

Aida, joven vendedora ambulante:  Sonia Alexandra Suárez*y Rosa Gomariz Gavira*, sopranos

Amneris, joven influencer:  Beatriz Oleaga* y Yeraldin León Acosta*, mezzosopranos

Radamés, joven influencer: José Antonio Tejero*, tenor

Amonasro, padre de Aida, vendedor ambulante: Rajiv Cerezo, barítono

*Cantantes del programa Crescendo de la Fundación de Amigos del Teatro Real

Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid (JORCAM)

FECHAS Y HORARIOS

Funciones escolares: 11, 14 de noviembre a las 10.30 y 12.00h

Funciones familiares: 12, 13 de noviembre a las 11.00h y 13.00h

Piotr Beczala

El próximo martes 15 de noviembre el famoso tenor polaco Piotr Beczala ofrecerá un recital único en el Auditorio Kursaal Donostia de San Sebastián. Acompañado al piano por Camillo Radicke, el conocido tenor vuelve al Kursaal después de su primera visita en 2018 para interpretar obras de Tchaikovsky, Moniuszko, Gounod, Massenet, Meyerbeer, De Curtis, Verdi y Giordano.

Considerado uno de los grandes cantantes de ópera del panorama internacional, Beczala es uno de los tenores más aclamados de nuestro tiempo, además de uno de los más demandados por los principales teatros de ópera del mundo.  Nacido en Polonia en 1966, el artista no solo es aplaudido por la increíble belleza de su voz, si no también por su ferviente compromiso con cada personaje que interpreta, como acaba de demostrar en el Teatro Real de Madrid en el papel de Radamés en Aida, la ópera que ha abierto la temporada 2022/2023 del coliseo madrileño.

Además de su trabajo operístico, Beczala ha interpretado muchas de las obras vocales corales y orquestales más icónicas de la música clásica, trabajando junto con los directores y orquestas más reconocidos de la actualidad. Su singular estilo y potencia vocal se encuadra dentro de la tradición interpretativa de los grandes tenores líricos de la historia, con un color vibrante y atractivo, sostenido por una depurada técnica.

Después de su paso por España, Beczala actuará en Múnich y Viena. A partir de diciembre de 2022 iniciará una gira por Estados Unidos que le llevará a escenarios como la Metropolitan Opera de Nueva York o la Palm Beach Opera de West Palm Beach.

Aida
AIDA
Música Giuseppe Verdi (1813-1901)
Libreto de Antonio Ghislanzoni, basado en un guion (1869) de Auguste Mariette y Camille du Locle
Estrenada en la Ópera de El Cairo el 24 de diciembre de 1871
Estrenada en el Teatro Real el 12 de diciembre de 1874
Producción del Teatro Real
En coproducción con Abu Dhabi Festival, basada en la original del Teatro Real de 1998
D. musical: Nicola Luisotti
D. de escena, escenógrafo y figurinista: Hugo de Ana
Iluminador: Vinicio Cheli
Coreógrafa: Leda Lojodice
Diseñador de proyecciones: Sergio Metalli
D. del coro: Andrés Máspero
Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real
Reparto 26 de octubre de 2022: Deyan Vatchkov, Sonia Ganassi, Roberta Mantegna, Jorge de León, Simón Orfila, Gevorg Hakobyan, Jacquelina Livieri y Fabián Lara

El Teatro Real celebra siempre por todo lo alto cualquier fecha digna de serlo. Algo que se agradece, siempre,, y más en estos tiempos algo oscuros. En esta ocasión la excusa es que se cumplen 25 años desde su reapertura. Por tal motivo abre la temporada un clásico para este Teatro, la Aida de Hugo de Ana. Una de sus producciones fetiche, que ya se repuso en 2018 y que está basada en la original que el Teatro Real estrenó en 1998.

Aida fue una de las últimas composiciones de Verdi, después de Don Carlo y antes de sus dos últimas obras, Otello y Falstaff. En aquel momento el compositor italiano había reunido ya la fortuna y fama suficiente para poder elegir entre los encargos que le llegaban, rechazando muchos de ellos.

Uno de esos encargos fue el de Ismail Pachá, una especie de gobernador egipcio, amante de la cultura europea, especialmente de la ópera italiana, que tenía el capricho de construir un teatro de ópera en El Cairo. Para la inauguración de la que sería la Ópera Real del Cairo, había encargado que se contratase a uno de los más importantes compositores del momento, ofreciendo para ello la cantidad de 150.000 francos de la época. El motivo de la obra estaba claro, debía tener como protagonista Egipto, pero a Verdi no terminaba de convencerle.

Uno de los colaboradores contratados para el proyecto, el director de la Ópera Cómica de París, Camille Du Lucle, hizo llegar a Verdi parte del argumento de Aida en el que había participado Auguste Mariete, uno de los llamados padres de la egiptología. A Verdi le gustó la historia que le proponía Du Lucle y decidió aceptar el encargo eligiendo para elaborar el libreto definitivo a Antonio Ghislanzoni. Una de las primeras decisiones que tomó el compositor sobre el libreto fue la de sustituir la letra T, de Aita, por la A de Aida, para facilitar la dicción de los cantantes.

El estallido de la guerra Franco-Prusiana impidió que la escenografía y vestuario, fabricado en París, llegase a tiempo para el estreno. En su lugar, la inauguración de la Ópera Real del Cairo se llevó a cabo con una producción de Rigoletto. No fue hasta meses después, concretamente el 24 de diciembre de 1871, cuando se pudo estrenar Aida con algunos de los mejores intérpretes de la época, Antonietta Pozzoni Anastasi, como Aida, Eleonora Grossi, como Amneris, Pietro Mongini, como Radamés, Francesco Steller, como Amonasro y Paolo Medini, como Ramfis. La escenografía resultó fastuosa y estuvo firmada por Philippe Chaperon, Edouard Despléschi, Jean Baptiste Lavastre y Auguste Rubé.

El éxito de este estreno no fue disfrutado por Verdi, que no asistió. No soportaba los viajes en barco. Pero si saboreó el triunfo dos meses después en la Escala de Milán. En el que tuvo que salir a saludar hasta en 32 ocasiones. En su estreno italiano la protagonista fue la soprano Teresa Stolz. Seguro que no influyó en esta decisión que la Stolz fuese la amante de Verdi en aquellos momentos.

Desde entonces son muchas las Aidas que han protagonizado una de las ópera más conocidas y representadas del repertorio. Y muchas las escenografías, a cual más espectacular, que han dirigido los mejores escenógrafos. Precisamente una de las, se puede decir cualidades, de esta ópera es que no puede ser pasto de las versiones de algunos directores de escena. Su localización en un lugar y en una época muy concreta, hacen muy difícil su descontextualización.

La escenografía de Hugo de Ana es de largo recorrido y tiene una gran capacidad para admitir cambios y actualizaciones. Madura con los años y sabe aprovechar los recursos tecnológicos más novedosos. Se han incorporado nuevas proyecciones, a cargo de Sergio Metalli, que realzan la trama y la dramaturgia de los figurantes. Todos los detalles están cuidados al máximo, tanto en los elementos escénicos como en el vestuario y los espectaculares maquillajes. Y todo ello, potenciado por la iluminación de Vinicio Cheli. El resultado final ha ganado en elegancia, prescindiendo de elementos que oscurecían y pesaban en la producción anterior.

A la limpieza sobre el escenario ha contribuido la simultaneidad de los figurines y bailarines en escena con las proyecciones de esos mismos personajes. Creando escenas de gran teatralidad con sus lentos movimientos.
En esta ocasión los entreactos has discurrido de manera fluida, gracias a la rapidez en los cambios y a la entretenida belleza de los telones, por lo que el ritmo de la obra no se ha perdido en ningún momento.

Nicola Luisotti ha vuelto a estar al frente de la orquesta. Profundo conocedor del compositor y del tema de la obra, sabe extraer de la orquesta los sonidos más destacados y voluminosos, que no son pocos en Aida. Pero los mejores momentos llegaron en las narraciones musicales más delicadas. La obertura inicial, los preludios del II y III acto y sobre todo el final, donde la tensión dramática de las cuerdas resume todos los colores que Verdi utiliza en la orquesta para describir los momentos más íntimos. Y son estos momentos los que marcan la diferencia de calidad de la obra, frente al volumen de las marchas.

En la parte vocal el público puede elegir entre tres repartos. El personaje principal de Aida ha sufrido algunos ajustes por la cancelación de María Agresta y será interpretada por Krassimira Stoyanova, Anna Netrebko, Roberta Mantegana y Vittoria Yeo. También cuenta con un magnífico reparto para Radamés, Piotr Beczala, Yusif Eyvazov y Jorge de León.

La ahora soprano Roberta Mantegana ha sido una Aida de canto fluido pero algo falto de equilibrio. Su zona central es poderosa, pero tiene dificultades cuando llegan los agudos, se nota su paso por la cuerda de mezzo. Ha ido de menos a más y ha compuesto un personaje con carácter en el primer acto, que iba creciendo en delicadeza y romanticismo con la historia.

Como Amneris estaba prevista la actuación de mezzosoprano georgiana Ketevan Kemoklidze, pero por un cambio de última hora fue Sonia Ganassi la encargada de afronta un rol en el que no pareció encontrarse muy cómoda. Buena dramatización, pero no parece que la princesa egipcia forme parte de su repertorio habitual.

El Radamés de Jorge de León fue correcto. Mejoró con el desarrollo de la obra, nunca es fácil abordar una de las arias más complejas del repertorio nada más salir a escena. Tampoco ayudó un vibrato que ensució un poco sus primeras intervenciones. Resolvió bien los momentos de mayor delicadeza como el final de la obra.

El barítono armenio Gevorg Hakobyan estuvo muy acertado en su rol de Amonasro, tanto en lo vocal como en la parte interpretativa.

El Ranfis de Simón Orfila vibró en exceso en algunos momentos, pero su voz tiene gran presencia en cuanto a volumen y timbre y muy buenas cualidades para el personaje. También su presencia escénica, acentuada por el maquillaje, compusieron un Ranfis con mucha personalidad.

El rey de Egipto estuvo interpretado por el bajo búlgaro Deyan Vatchkov. No tuvo una buena actuación, parecía que en cualquier momento se iba a quebrar su voz, que no parecía suficiente para un rey.

El resto de comprimarios estuvo a muy buen nivel, Fabián Lara como Mensajero y la soprano Jacquelina Livieri como Sacerdotisa.

Otro personaje importante siempre en las obras de Verdi es el Coro, que en Aida tiene una presencia muy importante y que tuvo momentos de mucha inspiración y emoción. Y son además buenos actores.
Un buen inicio de temporada para el Teatro Real con una de las grandes obras del repertorio.

Ketevan Kemoklidze

La conocida mezzosoprano georgiana regresa al Teatro Real para cantar el rol verdiano de Amneris, la hija del rey de Egipto, en la producción de Aida con firma escénica de Hugo de Ana, que inaugura la nueva temporada del coliseo madrileño. Ketevan Kemoklidze actuará los días 26 y 30 de octubre, así como el 4, 10 y 13 de noviembre, y durante sus funciones, compartirá escenario con las sopranos Roberta Mantegna y Anna Netrebko, en el rol de Aida, y el tenor Jorge de León, que será Radamés. En la dirección musical, se alternarán las batutas de Nicola Luisotti, Diego García Rodríguez y Daniel Oren.

Invitada habitual del cartellone del Teatro Real, donde ha cantado numerosos títulos desde su debut en 2009 (Le nozze di Figaro, El árbol de Diana, Norma, Don Carlo), Ketevan Kemoklidze cantará por primera vez el rol de Amneris (Aida) en un escenario español, tras su reciente y exitoso debut  en la Ópera de Montpellier, que cosechó el aplauso unánime  de la crítica francesa: “Su magnífico registro grave y sus brillantes agudos le permiten mostrar llamativos acentos así como sutiles matices”, señaló OperaOnline; “la mezzosoprano georgiana es una Amneris muy convincente, soberbia como valiente seductora, con una bella articulación del texto en todo el registro grave de su tesitura”, destacó Wanderer.

“Para mí, interpretar el rol de Amneris es un punto de llegada en mi carrera; he decidido enfrentarme por primera vez a este rol en este momento, tras haber abordado anteriormente  otros roles; mi experiencia como cantante rossiniana y mozartiana me han permitido desarrollar mi voz, mi técnica y mis capacidades interpretativas, y toda esa experiencia ha sido, sin duda, fundamental para poder llegar a este momento”, confiesa Ketevan Kemoklidze, que lleva varios años preparando este rol verdiano con distintos maestros y pianistas, consciente de que “la conocida princesa egipcia es un rol muy importante en el repertorio de mezzosoprano, y también un rol muy exigente, tanto a nivel vocal como a  nivel escénico”.

Esta temporada, Ketevan Kemoklidze cantará de nuevo Aida en el Teatro Filarmonico de Verona. Además, entre otras importantes citas, su agenda incluye también Carmen en versión de concierto en Zaragoza, y en la Opéra de Toulon, con puesta en escena de Henning Brockhaus.

Fotografía: Giorgi Tsaava

Manuel Busto

Tras el exitoso estreno de su ópera de cámara La mujer tigre en una nueva producción del Teatro de la Maestranza y el Teatro Lope de Vega, Manuel Busto regresa a la capital hispalense el próximo 22 de julio para dirigir La Traviata de Verdi en la producción de David McVicar, que ya se presentó en la Scottish Opera de Glasgow, la Welsh National Opera de Cardiff, el Teatro Real de Madrid y el Liceu de Barcelona. Busto, que hace cuatro años dirigió el famoso título de la trilogía popular verdiana en el Teatro Lirico Giuseppe Verdi de Trieste, se pondrá al frente de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS), el Coro del Teatro de la Maestranza, y un cast encabezado por la soprano Ashley Galvani Bell (Violetta), Antoni Lliteres (Alfredo Germont) y Carlos Arámbula (Giorgio Germont).

Entre los próximos compromisos del director sevillano cabe destacar su debut con la Orquesta Ciudad de Granada en el Auditorio Manuel de Falla, así como importantes engagements en el extranjero, como su regreso al Teatro Comunale di Bologna y La bohème de Puccini en el International Festival of Opera and Ballet “María Biesu” de Kishinev. Además, como compositor estará presente en la temporada del Bellas Artes de México con sus obras Jauleña e Invocación bolera, realizadas por encargo del Ballet Nacional de España.

Manuel Busto se ha convertido en uno de los directores de orquesta más solicitados  de su generación, con un amplio currículum nacional e internacional en el ámbito de ópera y ballet, colaborando con destacadas orquestas como la Taiwan National Symphony Orchestra, la Orquesta de la Comunidad Valenciana (OCV), I Pomeriggi Musicali di Milano, la BBC Symphony Orchestra, la Orquesta de la Academia Barenboim-Said, la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid (ORCAM), la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS), y actuando en teatros de renombre como el Palau de Les Arts Reina Sofía de Valencia, el Teatro de la Zarzuela, el Teatro de la Maestranza, el Teatro Giuseppe Verdi di Trieste, el Teatro Comunale di Bologna o la Dutch National Opera de Ámsterdam, entre otros.

Nabucco
Nabucco en el Teatro Real, casi un estreno
Nabucco
Giuseppe Verdi (1813-1901)
Dramma lírico en cuatro actos
Libreto de Temistocle Solera, basado en la obra Nabuccodonosor (1836)
de Auguste Anicet-Bourgeois y Francis Cornu, y en el ballet Nabuccodonosor (1838) de Antonio Cortesi
Estrenada en el Teatro Alla Scala de Milán, el 9 de marzo de 1842
Estrenada en el Teatro Real el 27 de enero de 1853
Producción de la Opernhaus de Zürich, en coproducción con el Teatro Real
D. musical: Nicola Luisotti – Sergio Alapont (13, 16, 20 jul)
D. escena: Andreas Homoki
Escenógrafo: Wolfgang Gussmann
Figurinistas: Wolfgang Gussmann, Susana Mendoza
Iluminador: Franck Evin
Dramaturgo: Fabio Dietsche
D. coro: Andrés Máspero
Reparto: Nabucco: Luca Salsi, George Gagnidze, Gabriele Viviani, Luis Cansino;
Ismaele: Michael Fabiano, Eduardo Aladrén; Zacaria: Dmitry Belosselsky, Roberto y Tagliavini Alexander Vinogradov; Abigaille: Anna Pirozzi, Saioa Hernández y Oksana Dyka;
Fenena: Silvia Tro Santafé, Elena Maximova y Aya Wakizono; El Gran Sacerdote: Simon Lim y Felipe Bou; Abdallo: Fabián Lara y Anna Maribel Ortega

Nabucco se estrena en el Teatro Alla Scala de Milán, el 9 de marzo de 1842. Llegó a España muy pronto, en el Teatro de la Santa Creu de Barcelona en 1844 (aún no se había inaugurado el Liceu). Al frente del reparto estaba Antonio Superchi, uno de los barítonos más importantes de la época.

En Madrid se estrena apenas dos meses después en el Teatro Circo, con Giogio Ronconi, otro grande, en el rol de Nabucco. Desde 1844 hasta 1850, Nabucco estuvo en cartel casi todas las temporadas. Desde que se inauguran el Liceu en 1847 y el Teatro Real en 1850, se convierte en una de las obras más representadas y de mayor éxito. Siempre en cartel y siempre de la mano de los mejores intérpretes.

El 9 de febrero de 1871, Nabucco se representa por última vez en Madrid. Desde entonces, y a pesar de la enorme popularidad de esta obra, no había vuelto a subir al escenario del Real hasta ahora.

Cuando Verdi recibe el encargo de Nabucco, está pasando por uno de los peores momentos de su vida. Su mujer y sus hijos habían fallecido y estaba valorando la posibilidad de abandonar la música. Al principio rechaza el proyecto pero, tras pensar que puede ser la oportunidad para salir adelante, acepta el trabajo. Verdi no sabía que gracias a esta obra se convertiría en un héroe nacional.

Con tan solo doce días desde el primer ensayo al piano hasta el día del estreno, Verdi tiene que trabajar duro con una partitura que introduce varias novedades en su orquestación. La primera es la utilización de numerosos metales, como trompas y cornetas, elevando el volumen de sonido, algo que no era muy habitual en el resto de óperas. Como contrapunto al volumen de sonido, crea momentos de gran intimidad en las arias, como el sexteto de violonchelos que acompañan a Nabucco, o el aria de Abigaile, acompañada solo por un violonchelo y un corno inglés, creando uno de los momentos más sublimes d esta obra, junto a las intervenciones del coro.

Para este casi reestreno en el Teatro Real, se ha elegido la producción de la Opernhaus de Zürich, en coproducción con el propio Real. Al frente de la orquesta Nicola Luisotti, un maestro del repertorio verdiano que sabe mantener como nadie los equilibrios sonoros de la orquestación de una obra como esta.

La escenografía de Andreas Homoki y Wolfgang Gussmann es casi inexistente. Como la obra se divide en cuatro actos, y cada acto en dos cuadros, se hace muy difícil montar ocho escenografías diferente por lo que, según los propios directores de escena, “decidimos que la mejor manera de reflejar los cambios y que las escenas fluyeran y tuvieran continuidad era, simplemente, que no hubiera escenografía”. Y así es, bajo la presencia absoluta de un elegante color verde carroza, sobre el escenario solo aparece una especie de encimera de mármol gigantesca que se mueve generando los espacios en los que se desarrollan la acción. Lo único que viste la escena y la ambienta, son los figurines de Wolfgang Gussmann y Susana Mendoza, junto a la iluminación, siempre acertada, aunque muy oscura (algo que se ha puesto de moda) de Franck Evin.

Para las voces no se han escatimado esfuerzos, hasta cuatro Nabuccos participan en esta producción, Luca Salsi, George Gagnidze, Gabriele Viviani y Luis Cansino. Para Ismaele dos opciones, el siempre impecable Michael Fabiano y Eduardo Aladrén. A Zacaria le dan vida Dmitry Belosselsky, Roberto Tagliavini y Alexander Vinogradov.
Abigaille cuenta con la participación de Anna Pirozzi, Saioa Hernández y Oksana Dyka. Fenena corre a cargo de Silvia Tro Santafé, Elena Maximova y Aya Wakizono. Como grandes sacerdotes, Simon Lim y Felipe Bou. Y no podemos olvidar la participación del gran protagonista de esta ópera, el Pueblo, representado por el Coro Titular del Teatro, Coro Intermezzo que, en el momento de escribir esta crónica, ya ha tenido un primer bis en el estreno con “Va pensiero”. Y es que este coro, bajo la dirección de Andrés Máspero, demuestra por qué está entre los mejores del mundo y con todo merecimiento.

Un impresionante elenco de voces para elegir al gusto en esta obra para la que ha habido que esperar 151 años, pero que ha merecido la pena.

Con motivo de la Semana de la Ópera, los días 14 y 15 de julio, a las 21.00 horas, Nabucco podrá ser vista en una pantalla instalada en la Plaza de Isabel II (Plaza de Ópera) con dos repartos distintos. Habrá 1000 sillas disponibles para el público, por orden de llegada, hasta completar aforo.

El 15 de julio a las 21.00 horas, Nabucco será retransmitida gratuitamente en MyOperaPlayer para todo el mundo y en plazas, centros culturales, museos, auditorios y teatros de toda España.

Sergio Alapont

El director de orquesta español Sergio Alapont vuelve este mes de julio al Teatro Real de Madrid –alternándose en el podio con el maestro Nicola Luisotti– para ponerse al mando de Nabucco, de Verdi, en el que será su debut dirigiendo ópera en ese escenario. “Estoy encantado y muy emocionado de dirigir por primera vez en el Real una obra maestra de uno de los compositores de los que he dirigido más representaciones de sus diferentes títulos y al que he proferido admiración y devoción por su grandeza”, comenta el músico nacido en Benicàssim (Castellón). “Además a Verdi le debo el premio de la revista italiana GBOpera como mejor director de 2016 por Aida”. Alapont regresa al coliseo madrileño tras debutar en ese escenario dirigiendo una gala lírica en 2018, “y al año siguiente regresé con el Stabat Mater de Pergolesi, siempre al frente de la Sinfónica de Madrid, una orquesta con una rica versatilidad sonora y de una calidad extraordinaria. Estoy muy contento de volver ahora con esta ópera tan llena de significado para la literatura operística. Verdi la escribió gracias a la insistencia del gerente de La Scala ya que el compositor había decidido dejarlo todo al estar devastado emocionalmente por la pérdida de sus dos hijos y de su mujer, Margherita. Además acababa de sufrir dos fracasos en sus óperas anteriores. Con Nabucco anuncia los grandes trabajos y roles que completarán su catálogo en años venideros. La obra representa el inicio del drama verdiano y de esa humanidad tan característica que otorga a los personajes que solo Verdi sabía plasmar en la partitura y que han quedado en el imaginario del público. La música de Nabucco y la espectacular narración que consigue el compositor es soberbia y dirigirla es uno de los mayores placeres para un director”, añade.

Sergio Alapont se pondrá al mando de las funciones programadas los días 13, 16 y 20 de julio en una producción firmada escénicamente por Andreas Homoki y teniendo en el reparto a Luis Cansino (Nabucco), Oksana Dyka (Abigaille), Eduardo Aladrén (Ismaele), Alexander Vinogradov (Zaccaria), Aya Wakizono (Fenena), Felipe Bou (Gran Sacerdote), Fabián Lara (Abdallo) y Maribel Ortega (Anna).

En los últimos años, la carrera del director castellonense se ha consolidado en el panorama internacional, habiendo sido nombrado en 2022 director titular de la Orquestra Clássica do Centro en Coimbra, Portugal, con la que tiene una intensa actividad cada temporada.

Entre sus compromisos más recientes destaca un concierto sinfónico en el National Concert Hall de Dublín con la RTÉ Concert Orchestra (Orquesta de la Radio Televisión Irlandesa, en febrero de 2022), además de la presentación del CD de La Bohème para el sello británico Signum Classics grabada en 2021 en la Irish National Opera y con la que ha conseguido excelentes críticas.

Tras estas funciones de Nabucco y de su actividad junto a la Orquestra Clássica do Centro, durante el verano Sergio Alapont dirigirá un concierto con obras de Beethoven en el Festival das Artes en Coimbra (24 de julio), otro de música española con la popular cantaora Estrella Morente y la Orquestra Clássica de Espinho en el Auditório de Espinho (Portugal, 30 de julio) y abrirá el Festival de Pollença (Mallorca) con la Simfònica de les Illes Balears y el pianista Kris Bezuidenhout con un programa con obras de Beethoven, Schumann y Dvořák (6 de agosto). Más tarde inaugurará la temporada 2022 / 2023 del Teatro Comunale de Sassari con un concierto sinfónico y con la ópera Don Giovanni de Mozart –en el que será su sexto retorno al teatro italiano, en el que debutó en 2010– y actuará por primera vez en Canadá a cargo de un concierto junto a la Orchestre Symphonique de Longueuil en la Maison Symphonique de Montréal.

Nabucco

Entre el 5 y el 22 de julio se ofrecerán 15 funciones de la ópera Nabucco, de Giuseppe Verdi, con dirección musical de Nicola Luisotti y puesta en escena de Andreas Homoki, en una nueva producción del Teatro Real y la Ópera de Zúrich, donde se estrenó en 2019 y se repondrá en septiembre.

Más allá de la cualidad intrínseca de Nabucco, que pertenece todavía al primer período creativo de Giuseppe Verdi, esta ópera fue muy importante en su vida personal y su carrera artística. El compositor atravesaba una gran crisis existencial tras el fallecimiento de sus dos hijos y su esposa y del estrepitoso fracaso de Un giorno di regno, que lo hizo cavilar sobre la idea de abandonar la composición. Un encuentro fortuito con el director de La Scala, que le propuso la creación de una ópera con libreto bíblico de Temistocle Solera, sobre la resistencia del pueblo judío a la invasión de las huestes babilonias bajo la égida de Nabucco, inspiró al compositor, que escribió la partitura sin apenas descanso.

El clamoroso éxito del estreno de Nabucco el 9 de marzo de 1842 en La Scala de Milán y la inmediata asociación de la opresión de los judíos con la de los italianos, bajo el yugo del imperio austrohúngaro, dio a la ópera una enorme popularidad, transformando a Verdi, involuntariamente, en uno de los héroes del Risorgimento, que desembocaría en la unificación de los territorios italianos.

Este inesperado triunfo y la participación en la ópera de la soprano Giuseppina Strepponi, su futura pareja, en el endiablado papel de Abigaille, fue el acicate necesario para que Verdi retomara su fecunda y genial carrera creativa, cuyo germen está también en Nabucco. Aunque la ópera sea deudora de Donizetti y Rossini y de la tradición operística italiana, en la partitura sobresalen sus maravillosas melodías, su enorme facilidad para la caracterización musical de los personajes (destacando, sobre todo, Nabucco y Abigaille) y la eficacia dramatúrgica de la orquestación, que no dejaría de progresar hasta su extraordinaria Falstaff.

El director de escena Andreas Homoki, que debuta en el Teatro Real, traslada el conflicto entre judíos y babilonios, en el siglo VI a.C., al enfrentamiento entre italianos y austríacos, en el siglo XIX, donde “al sistema politeísta de los babilonios se contrapone, como utopía, un sistema nuevo y moderno, encarnado en la visión monoteísta del mundo de los hebreos”. Las dos hermanas hijas de Nabucco encarnan el trasfondo de dos mundos que se contraponen: “Abigaille, la primogénita, intenta desesperadamente salvar el antiguo sistema derrocando a su padre y asumiendo ella misma el poder. Fenena, la otra, percibe el momento de transición en el que se encuentran y quiere salvarse cambiando de bando. En el proceso de relevo de lo antiguo por lo nuevo, también la familia acaba rompiéndose”.

El drama transcurre en un decorado austero, minimalista y conceptual diseñado por el escenógrafo Wolfgang Gussmann, que también firma el suntuoso vestuario junto a Susana Mendoza.

Nabucco fue el primer título verdiano que sonó en el recién construido Teatro Real, en las pruebas acústicas previas a su inauguración, en 1850. La ópera se estrenó en su escenario en 1853 y se presentó en temporadas sucesivas, siempre con grandísimo éxito, hasta 1871. Desde entonces no ha vuelto a ofrecerse en su sala.

Ahora, 151 años después de la última función, regresa con tres repartos de grandes voces verdianas, que se alternarán en la interpretación de los papeles protagonistas: Nabucco, los barítonos Luca SalsiGeorge GagnidzeGabriele Viviani Luis Cansino; Abigaille, las sopranos Anna PirozziSaioa Hernández Oksana Dyka; Ismaele, los tenores Michael Fabiano y Eduardo Aladrén; Fenena, las mezzosopranos Silvia Tro SantaféElena Maximova Aya Wakizono; Zaccaria, los bajos Dmitry BelosselskiyRoberto Tagliavini Alexander Vinogradov; y El Gran Sacerdote, los bajos Simon Lim Felipe Bou.

Nicola Luisotti dirigirá su séptimo título verdiano al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, después del enorme éxito obtenido con Il trovatore (2007), Rigoletto (2015), Aida (2018), Don Carlo (2019), La traviata (2020) y Un ballo in maschera (2020). Sergio Alapont dirigirá tres de las 15 funciones.

En Nabucco el coro ocupa un papel primordial, tanto del punto de vista estructural como dramatúrgico. El Coro Titular del Teatro Real preparado, como siempre, por su director, Andrés Máspero, entonará el célebre Coro de los esclavos, Va pensiero, dando voz a los oprimidos, como en la mítica Babilonia del siglo VI a.C., la Italia del siglo XIX o Ucrania en la actualidad.

Las funciones de Nabucco están patrocinadas por la Fundación BBVA, cuyo programa de actividades contempla la música como una manifestación artística prioritaria.

Fotografía: Javier del Real

ABAO Bilbao Opera

El sábado 24 de septiembre, un espectacular concierto inaugura la 71º Temporada de ABAO Bilbao Opera y despide con honores el emblemático proyecto Tutto Verdi, tras 16 años de actividad. La nueva temporada trae numerosas propuestas, actividades culturales, programas sociales, y una programación artística que incluye cinco títulos en el Euskalduna Bilbao y cuatro espectáculos en el Teatro Arriaga. Voces legendarias, grandes maestros, producciones inéditas y una apuesta permanente por la máxima calidad en todo su ámbito de actuación, vertebran la nueva temporada de ópera en Bilbao, inspirada en las claves del Romanticismo musical.

La 71º temporada propone a los aficionados y público en general, una programación emocionante, diversa, sugestiva y de incuestionable calidad artística.

PRINCIPALES MAGNITUDES DE LA NUEVA TEMPORADA
ABAO Bilbao Opera y la Fundación BBVA, principal patrocinador de la temporada, contribuyen a fomentar la excelencia y la cultura operística y a llevar al público espectáculos de la máxima calidad.

El repertorio italiano protagoniza la temporada con títulos muy conocidos como Tosca, Così fan tutte e Il Trovatore, y otros menos frecuentes como I puritani y Anna Bolena.

Entre las óperas y espectáculos programados, hay una producción propia, estreno absoluto: Così fan tutte y dos producciones estreno en España, Il Trovatore y la coproducción internacional de ABAO: Anna Bolena.

Se ofrecen un total de 44 funciones: 26 en la temporada general en el Euskalduna Bilbao, 17 para el público infantil y juvenil en la temporada Abao Txiki en el Teatro Arriaga, y una función del Concierto Tutto Verdi también en el Euskalduna.

Seis grandes batutas visitan la nueva temporada: Daniel Oren, Giacomo Sagripanti, Jordi Benacer, Óliver Díaz, Pedro Halffter y Francesco Ivan Ciampa para dirigir a la Bilbao Orkestra Sinfonikoa y la Euskadiko Orkestra, que junto al Coro de Ópera de Bilbao, amplían su repertorio reforzando el prestigio artístico de los colaboradores estables de ABAO.

Debutan 9 cantantes junto a importantes y destacados intérpretes que triunfan en los principales teatros de ópera del mundo.

ABAO Txiki ofrece 4 espectáculos para diferentes edades. Tres de ellos tendrán sesiones escolares revalidando el compromiso de ABAO con la formación y el público infantil y juvenil.

Tres estrenos en la temporada ABAO Txiki: Historia de una semilla, Hansel & Gretel e Itsasotik.

El programa didáctico y formativo ofrece mu ltitud de actividades gratuitas en distintos programas de actuación que incluyen charlas pedagógicas, talleres, coloquios y ciclos de conferencias para colectivos de distintas edades y procedencias.

Continúa con éxito el programa Gazteam con actividades e incentivos económicos para los menores de 25 y 30 años.

El programa “Ópera y +” en el Hospital Universitario Cruces consolida su actividad con actividades tanto dentro como fuera del Hospital, para pacientes, familiares y profesionales sanitarios de las u nidades de Nefrología, Hospital de Día, Digestivo, Pediatría y Neonatología. El programa cuenta c on la colaboración de la Fundación EDP, Fundación “la Caixa” y Zabalgarbi.

71º TEMPORADA DE ÓPERA
La nueva temporada incluye cinco títulos, más un gran concierto y se inspira en los postulados del Romanticismo musical, entre los años 1810 y la primera década del siglo XX y la aparición del verismo. Las óperas y las propuestas artísticas resaltan la cualidad de la expresión de los sentimientos y las emociones íntimas y personales con un estilo imaginativo, novelesco y lleno de cromatismo musical.

Cinco compositores: Verdi, Bellini, Donizetti, Mozart y Puccini traen a la escena bilbaína conocidos títulos del repertorio italiano como Tosca, Così fan tutte e Il Trovatore, y otros menos frecuentes como I puritani y Anna  Bolena. El Concierto Tutto Verdi presenta algunos de los pasajes más conocidos del compositor con piezas de
Macbeth, Il trovatore, Don Carlos, Un ballo in maschera, Aida y Nabucco, y una pieza inédita en ABAO: el Himno de las Naciones.

Una nueva temporada en la que debutan nueve cantantes y dos directores de escena y seis grandes batutas estarán al frente de la Bilbao Orkestra Sinfonikoa y la Euskadiko Orkestra. El Coro de Ópera de Bilbao, dirigido por Boris Dujin, se ocupa de la parte coral de la temporada.

Haciendo gala de su merecida fama de institución de grandes voces, ABAO reúne algunas de las más solicitadas en los principales teatros del mundo como: Jessica Pratt, Xabier Anduaga, Silvia Tro Santafé, Marko Mimica, Vanessa Goikoetxea, Oksana Dyka, Roberto Aronica, Mikeldi Atxalandabaso, Anna Pirozzi, Ekaterina Semenchuk o Celso Albelo, entre otros.

La Fundación BBVA cuyo rasgo diferencial es el impulso al conocimiento científico y la creación cultural, colabora con ABAO Bilbao Opera como patrocinador principal de la temporada.

Macbeth

El Palau de les Arts estrena el próximo 31 de marzo ‘Macbeth’, de Giuseppe Verdi, con dirección musical de Michele Mariotti y escénica de Benedict Andrews.

Jesús Iglesias Noriega, director artístico de Les Arts, ha presentado hoy en conferencia de prensa esta producción, acompañado por sus dos directores, Michele Mariotti y Benedict Andrews, y por los intérpretes protagonistas, el barítono Luca Salsi y la soprano Anna Pirozzi.

“A partir de una obra maestra como ‘Macbeth’, Verdi firmó una de sus grandes óperas. Compuesta en sus ‘años de galera’, sería preludio de éxitos de referencia como ‘Rigoletto’, ‘Il trovatore’ y ‘La traviata’, además de anticipo de sus otras celebradas óperas shakespearianas ‘Falstaff’ y ‘Otello’”, señala el director artístico de Les Arts.

“Nuestro propósito es buscar acciones, colaboraciones e iniciativas para que todo el mundo encuentre su lugar en Les Arts. Por eso, hoy, dentro de nuestra propuesta transversal para ‘Macbeth’, hemos venido a la Biblioteca Pública de València para poner en valor los múltiples vínculos que permiten crear un género como la ópera y quiero agradecer a su director, Romà Seguí, su acogida”.

Michele Mariotti, una de las grandes batutas verdianas, con trabajos en los principales teatros del circuito internacional, debuta con ‘Macbeth’ en Les Arts. Actual director musical del Teatro dell’Opera di Roma, ha dirigido con éxito en Les Arts ‘La Cenerentola’, de Rossini, y un concierto sinfónico-coral con el Cor de la Generalitat y la Orquestra de la Comunitat Valenciana.

Según explica el director de Pésaro, en su primera incursión en esta ópera ha buscado mostrar con los cuerpos estables de Les Arts los colores, los ambientes, las oscuridades y corruptelas en las que se sumerge la adaptación de Verdi de la tragedia shakespeariana.

Benedict Andrews firma esta producción de la Royal Danish Opera, con escenografía de Ashley Martin-Davis, vestuario de Victoria Behr, iluminación de Jon Clark y dirección de movimientos coreográficos de Ran Braun.

“Verdi ha escrito un drama inmenso, potente, duro y cargado de erotismo sobre el deseo y la necesidad. Sigue a los protagonistas durante todo el trayecto hasta el abismo, de la misma manera que Shakespeare, pero en la ópera podemos sentir que hay una especie de coloso en la música y quizá eso sea lo que Verdi realmente añade: su sentido del destino. Ese gran interés por el destino es lo que Verdi aporta a ‘Macbeth’”, explica el director.

Les Arts presenta un reparto excepcional para el estreno de esta obra, con Luca Salsi, en el papel protagonista que ofrece en València tras inaugurar con él la temporada de ópera en La Scala de Milán, para cantarlo después en la Ópera de Viena.

Aclamado por sus interpretaciones en la ópera verdiana y verista, el barítono italiano es un cantante de reconocimiento internacional, que ha actuado, entre otros, en el Metropolitan de Nueva York, el Festival de Salzburgo, la Ópera de París y la Bayerische Staatsoper.

Luca Salsi dará vida al noble escocés los días 31 de marzo, 3 y 10 de abril. Mientras que el georgiano George Gagnidze, otro de los nombres imprescindibles en los repartos de los grandes teatros para la obra de Verdi, cantará Macbeth los días 5 y 8 de abril.

Después de su arrollador éxito con el temido rol de Abigaille en ‘Nabucco’ en 2015 y 2019, regresa a Les Arts Anna Pirozzi, una de las sopranos más cotizadas en la actualidad. La diva napolitana presenta otro de los papeles más complejos y exigentes escritos por Verdi, Lady Macbeth, con el que ya ha cosechado incontestables éxitos en la Ópera de Viena y en el Covent Garden de Londres.

El bajo-barítono croata Marko Mimica (Banco) y el joven tenor italiano Giovanni Sala (Macduff) completan los papeles principales de este reparto, en el que también figuran: Rosa Dávila (Dama di Lady Macbeth), Jorge Franco (Malcom), Luis López Navarro (Medico/Sicario), Marcelo Solís (Domestico) y Juan Felipe Durá (Araldo).

Público joven

Las representaciones de ‘Macbeth’, de Verdi, se benefician de la nueva tarifa de precios asequibles para los menores de 35 años, con un descuento del 50 % en todas las localidades.

‘Macbeth’ en ‘streaming’

Según ha explicado Iglesias Noriega, ‘Macbeth’, además de uno de los puntales artísticos de la temporada, es, así mismo, el eje vertebrador de la ‘Maratón Verdi’, un calendario transversal y de ámbito autonómico de conciertos, recitales, ópera, coloquios, cine, talleres y gastronomía alrededor del compositor de Busseto y su primera incursión en la obra de William Shakespeare.

Dentro de su apuesta por desarrollar una programación accesible para todo el territorio, Les Arts cerrará el ciclo de representaciones de ‘Macbeth’ el próximo 10 de abril con la retransmisión gratuita en ‘streaming’ de la ópera de Verdi, para los municipios y sociedades musicales de la Comunitat Valenciana que así lo hayan solicitado.

Esta iniciativa, que clausura las actividades de la ‘Maratón Verdi’, se realiza dentro de las acciones de colaboración que el teatro de ópera desarrolla con Turisme de la Comunitat Valenciana.

Matins a Les Arts

Por cinco euros el público puede disfrutar del recital y de una exposición de vestuario de las óperas ‘Il trovatore’ e ‘Il corsaro’.

Los artistas del Centre de Perfeccionament dedican el programa a ‘Verdi y la canción romántica’.

El Palau de les Arts vuelve a abrir sus puertas este domingo, 27 de marzo, a las 12.00 h, con una nueva sesión de ‘Matins a Les Arts’, con los artistas del Centre de Perfeccionament como protagonistas.

La Sala Principal es, una vez más, el escenario de esta actividad, con la que Les Arts invita a la ciudadanía a descubrir al edificio diseñado por Santiago Calatrava y conocer ‘in situ’ su actividad artística de la mano de sus principales activos por tan solo cinco euros.

Los pianistas José Alberto Sancho e Ignacio Aparisi acompañan a los cantantes del Centre de Perfeccionament: las sopranos Rosa María Dávila y Pilar Garrido, las mezzosopranos Laura Orueta y Mariana Sofía García, los tenores Xavier Hetherington y Jorge Franco y los barítonos Carlos Reynoso, Marcelo Solís y Alejandro Sánchez.

Les Arts dedica esta matiné de ‘Matins a Les Arts’ a ‘Verdi y la canción romántica’, con páginas de algunos de los autores más relevantes, contemporáneos del compositor de Busseto. Obras de Fauré, Chausson, Duparc, Liszt, Albéniz y el propio Verdi conforman el programa de esta sesión.

El recital se integra dentro del Maratón Verdi, que llevará la obra del genio italiano a todos los rincones de la Comunitat Valenciana mediante actividades participativas en colaboración con artistas, asociaciones e instituciones de toda nuestra geografía.

En esta línea, y como complemento a la actuación, el vestíbulo principal acoge también una exposición del vestuario de las óperas ‘Il trovatore’ e ‘Il corsaro’, ambas de Giuseppe Verdi, que podrá visitarse antes del recital.

Macbeth

El centro de artes suma a los lectores de las principales librerías independientes de València con
un sorteo para disfrutar de una de las obras maestras de Verdi.

El Palau de les Arts pone en marcha una acción promocional de la ópera ‘Macbeth’ a través de la lectura, en la que participarán las principales librerías independientes de la ciudad de València.

‘Macbeth’ supuso la primera incursión de Giuseppe Verdi en la obra de William Shakespeare, a la par de una sus grandes obras maestras. Compuesta en sus ‘años de galera’, sería preludio de sus grandes éxitos ‘Rigoletto’, ‘Il trovatore’ y ‘La traviata’ además de anticipo de sus otras celebradas óperas shakespearianas ‘Falstaff’ y ‘Otello’.

A partir de la célebre frase de Shakespeare: “La vida de un hombre se compone de muchos actos”, Les Arts canaliza este vínculo entre dos genios universales, dos obras maestras y lectores y melómanos con un sorteo de diez pases dobles para las funciones de ‘Macbeth’ entre todos aquellos que adquieran un libro en cualquiera de los establecimientos adheridos a esta iniciativa.

La promoción estará vigente hasta el 31 de marzo, fecha del estreno de la ópera de Verdi en la Sala Principal, en las librerías Bartleby, La Primera, París-Valencia, Railowsky, Soriano y Viridiana.
Les Arts ha programado ‘Macbeth’, de Giuseppe Verdi, del 31 de marzo hasta el 10 de abril. Michele Mariotti, una de las grandes batutas italianas, asume la dirección musical de esta compleja partitura, de gran fuerza dramática, que se representa en un aclamado montaje del australiano Benedict Andrews por su impactante y poderoso retrato de la codicia y ambición de Lord y Lady Macbeth.

Les Arts presenta un reparto excepcional para la ópera de Verdi, que estrenará con el barítono italiano Luca Salsi, Macbeth de referencia en la actualidad, y la cotizada soprano Anna Pirozzi en el temible y exigente rol de Lady Macbeth.

María José Montiel

María José Montiel inicia 2022 con un repertorio que le apasiona, el verdiano. Será en el Baluarte de Pamplona y con dos funciones –los días 4 y 6 de febrero– de Un ballo in maschera, interpretando a Ulrica, un rol que la mezzo madrileña tiene en repertorio desde que el maestro Zubin Mehta se lo propusiera para debutarlo en Tel-Aviv bajo su dirección y junto a la Filarmónica de Israel. “Fue una de esas cosas maravillosas que te ocurren en la vida. El maestro Mehta me invitó a cantarlo y desde el primer momento me enamoré de la fuerza vocal y dramática del personaje”, comenta la cantante española. “Se trata de un rol verdiano de tesitura grave, pero al mismo tiempo tiene subidas a la zona aguda, y aunque no es excesivamente largo, es tremendamente exigente; siempre lo he sentido muy cómodo porque me permite desarrollar la voz a través de la respiración, resaltando la redondez y riqueza de toda la tesitura; además me entusiasma lo que el genio de Verdi creó en esta maravillosa partitura, con momentos verdaderamente gloriosos, en los que el compositor, con una elaboradísima orquestación, dejó volar la imaginación imprimiendo un despliegue melódico impresionante; fue en realidad una ópera con la que el propio Verdi hizo una gran progresión estilística, dejando atrás la estructura clásica del recitativo, aria y cabaletta para jugar con un discurso musical más desarrollado y algo más cercano a la grand opéra de Meyeerber, eso sí, sin renunciar ni un ápice a su italianidad; es verdaderamente apasionante”, afirma la mezzosoprano, quien desde finales de 2018 compagina su actividad profesional sobre los escenarios con la docencia como catedrática de canto de la Universität der Künste Berlin. “Me hace una especial ilusión llevar este personaje ahora a Pamplona, donde canto a menudo y me siento siempre como en casa”, concluye.

La propuesta del popular título verdiano que se verá en el auditorio navarro es una coproducción de la Opéra National de Lorraine, Théâtres de la Ville de Luxembourg, Opéra Zuid et Angers-Nantes Opéra, con dirección de escena firmada por Waut Koeken y con Yves Abel al frente de la Sinfónica de Navarra y del Coro Lírico AGAO. Montiel compartirá escenario con la soprano Maria Pia Piscitelli como Amelia, el tenor Sergio Escobar como Riccardo-Gustavo III y el barítono Artur Rucinski como Renato-Conde Anckarström.

Tras las funciones de Un ballo in maschera en Pamplona, a María José Montiel le esperan otros compromisos como el estreno absoluto del Stabat Mater de Moreno-Buendía junto a la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia dirigida por Manuel Hernández-Silva, un recital acompañada por la pianista Laurence Verna para la Sociedad de Conciertos de Alicante y la ópera contemporánea María Moliner, de Parera Fons, en el Festival de Teatro Lírico Español de Oviedo.

Baluarte

José Miguel Pérez-Sierra

El consagrado director español José Miguel Pérez-Sierra arranca su curso 2021-2022 el 4 de septiembre en la Cité Musicale Metz con un concierto de sabores brasileños junto al virtuoso compositor e intérprete de mandolina Hamilton de Holanda, gran figura del panorama artístico brasileño que se mueve entre el jazz, la samba y la música clásica. En el programa, dentro de la temporada de la Orchestre national de Metz, se incluyen las Saudades do Brasil, de Milhaud, las Bachiana brasileira N°8, para orquesta, de Villa-Lobos, y la Symphonie monumentale compuesta por el mismo Hamilton de Holanda.

El 11 de septiembre volverá a la Programación Lírica de Amigos de , en la que ha dirigido en numerosas ocasiones, ahora para ponerse al mando de un concierto junto a la soprano noruega Lise Davidsen en el que interpretarán arias y escenas de óperas Beethoven, Verdi, Wagner y Strauss junto a la Sinfónica de Galicia. Más tarde, los días 24 y 26 de septiembre y siempre en el Teatro Colón de la capital gallega, dirigirá la ópera Pagliacci, de Leoncavallo, con un cast en el que figuran Alejandro Roy (Canio), Vanessa Goikoetxea (Nedda), Zeljko Lucic (Tonio), Enrique Alberto Martínez (Peppe) y César San Martín (Silvio), con la Sinfónica de Galicia en el foso y en una imaginativa producción del Teatro de La Zarzuela dirigida escénicamente por Ignacio García.

Entre otros compromisos y en lo que queda de temporada, el maestro José Miguel Pérez-Sierra celebrará el bicentenario del “Mozart español”, Emilio Arrieta, dirigiendo su ópera Marina en el Auditorio Baluarte de Pamplona, regresará a la Opéra de Marseille (Francia) con Armida de Rossini, ofrecerá un concierto junto a la Orquesta Sinfónica de Navarra, debutará en el Théâtre de La Monnaie/De Munt de Bruselas al mando de la popular ópera Carmen, de Bizet, un título que también dirigirá en Grand Théâtre de Luxemburgo. Este curso el director madrileño también volverá al Teatro de La Zarzuela de Madrid para volver a revisar la comedia de Barbieri El Barberillo de Lavapiés, título que ya ha paseado por varios escenarios líricos españoles.

Fotografía: Pedro Aijón

Cité Musicale Metz

Amigos de la Ópera de A Coruña

ABAP Bilbao Opera

La Gala ABAO on Stage reunirá el sábado 24 de abril en el Euskalduna Bilbao a las 19:00h, a ocho grandes artistas como homenaje a la cultura y como acto de reconocimiento a los cantantes que se han visto afectados por la imposibilidad de celebrar algunas de las óperas de la temporada. Carmen Solís, Itziar de Unda, Silvia Tro Santafé, Celso Albelo, Sergio Escobar, Moisés Marín, Juan Jesús Rodríguez y  Simón Orfila, cantarán en ABAO por primera vez un programa combinado de ópera y zarzuela, con el patrocinio de la Fundación BBVA.

La Gala nace de la voluntad de apoyar a los artistas que están sufriendo de manera singular las consecuencias de la pandemia, con un mensaje inequívoco de defensa de la cultura y el talento de los profesionales que colaboran la Asociación.

TRECE ESCENAS DE CONOCIDOS TÍTULOS DE ÓPERA Y ZARZUELA

  • Siete dúos y arias de ópera y seis de zarzuela.
  • Una velada inédita en ABAO, que sólo ha representado zarzuela en dos ocasiones con El Caserío y Marina, ambas en 1980.

Títulos de Saint-Saëns, Bellini, Bizet, Verdi y Donizetti, ponen música a la primera parte, dedicada a la ópera. El extenso y variado programa dará comienzo con la delicada obertura de La princesse jaune de Camille Saint-Saëns, que se interpreta por primera vez en ABAO, y destaca por su calidad sinfónica e instrumental.

Carmen Solís y Silvia Tro Santafé comenzarán con el dúo “Mira o Norma… Si, fino all’ore estreme” de Norma. Una pieza de repertorio para soprano y mezzosoprano, de gran fuerza dramática y una de las más conocidas de la ópera de Bellini.

Celso Albelo tomará el relevo con “Je crois entendre encore” de Les pêcheurs de perles, el difícil aria para tenor más emblemática de la ópera de Bizet, que conmueve por su mágica belleza.

El bajo Simón Orfila comenzará con “Mentre gonfiarsi l’anima parea… Oltre quel limite, t’attendo, o spettro” de la ópera Attila de Giuseppe Verdi. El aria del protagonista de la ópera que sueña que en su avance hacia Roma, un anciano alto y fuerte le impide el paso.

Otro dúo, esta vez formado por el tenor Sergio Escobar y el barítono Juan Jesús Rodríguez, darán cuenta de la pieza “È lui! Desso! L’infante!… Dio che nell’alma infondere” de la versión italiana de Don Carlo de Giuseppe Verdi, con gran riqueza musical y profunda sonoridad.

Continúa Verdi en el programa con el barítono Juan Jesús Rodriguez interpretando “Eri tu” de Un ballo in masquera. Una de las arias más bellas del compositor de Busseto para barítono, que canta Renato al inicio del tercer acto de la ópera, y que descubre los fuertes sentimientos del personaje. El arpa juega un papel fundamental en esta pieza.

Las dos últimas escenas de esta parte del programa son para obras de Gaetano Donizetti. En la primera, el dúo protagonizado por Silvia Tro Santafé y Simón Orfila interpretará “Tutta in voi la luce mia” de Anna Bolena, un tema de gran lirismo y brillante sonoridad sinfónica.

Itziar de Unda y Moisés Marín pondrán fin a la primera parte con “Caro elisir! sei mio!… Esulti pur la barbara” de L’elisir d’amore, una de las óperas más representadas de todos los tiempos.

La segunda parte del programa está dedicada a la zarzuela con obras de Jacinto Guerrero, Ernesto Lecuona, José Serrano, Pablo Sorozábal y Manuel Fernández Caballero.

La vitalidad, el colorido, la música popular y contagiosa y la alegría, vendrán de la mano de dúos y solistas en las piezas seleccionadas de: La Montería, Maria de la O, La alegría del batallón, La tabernera del puerto, La del manojo de rosas y El dúo de la Africana.

ÓLIVER DÍAZ, UNO DE LOS DIRECTORES ESPAÑOLES MÁS RENOMBRADOS

Tras cursar sus estudios de piano en el Peabody Conservatory of the John Hopkins University, fue el primer español premiado con la prestigiosa beca «Bruno Walter» de dirección de orquesta para estudiar en la Juilliard School of Music de Nueva York.

Su carrera le ha llevado a dirigir la mayoría de las orquestas españolas de primera línea y ha trabajado en importantes teatros de ópera españoles. Entre 2015 y 2019 ha sido el Director Musical titular del Teatro de la Zarzuela.

Dirige a la Bilbao Sinfonietta, una orquesta de cámara integrada por instrumentistas de larga trayectoria que avalan el talento de esta enérgica y sólida formación.

Grandes artistas queridos por el público bilbaíno

CARMEN SOLÍS

Una de las voces españolas de soprano más destacadas del panorama actual. Ha actuado en los principales escenarios nacionales, destacando sus interpretaciones en óperas como Un Ballo in Maschera, Il trovatore, Tosca, Cavalleria rusticana, Pagliacci, La Bohème, Le nozze di Figaro o la zarzuela El gato montés. En ABAO Bilbao Opera actuó en 2010 con Le nozze di Figaro.

ITZIAR DE UNDA

En el repertorio de la soprano bilbaína destacan: La Bohème, Jenufa, Il viaggio a Reims, Der Schauspieldirektor, Parsifal, Le nozze di Figaro, Otello, Carmen, entre otras. También destaca en zarzuela y oratorio con actuaciones en El barberillo de Lavapiés o La costurerita. En la temporada 2015-2016 participó en el estreno absoluto de la ópera Txanozuritxu en la temporada Abao Txiki. En ABAO Bilbao Opera ha colaborado desde 2003 en más de una decena de títulos, la última vez en Semiramide en 2019.

SILVIA TRO SANTAFÉ

La valenciana mezzosoprano canta en los mejores teatros y festivales del mundo donde destaca con títulos como Il barbiere di Siviglia, L’italiana in Algeri, Così fan tutte, La cenerentola, I Capuleti e i Montecchi, Werther, Maria Stuarda, Lucrezia Borgia, entre un amplio repertorio. En ABAO Bilbao Opera ha actuado en Roberto Deverux en 2015 y en Norma en 2018.

CELSO ALBELO

El internacional tenor tinerfeño canta en los grandes teatros del mundo en títulos como, I Puritani, L’elisir d’amore, Lucia di Lammermoor, La Favorite, Roberto Devereux, Lucrezia Borgia, Maria Stuarda, Anna Bolena, Werther o Rigoletto. En ABAO Bilbao Opera debutó en 2012 con L´elisir d´amore protagonizando el primer bis en el Euskaluna. Posteriormente ha actuado en el Concierto de ABAO junto a Patrizia Ciofi en 2013, I puritani en 2014 y Lucrezia Borgia en 2016.

MOISÉS MARÍN GARCÍA

Intérprete habitual en las principales temporadas líricas del país, el tenor destaca en roles de carácter como Goro, Jaquino, Albazar, Incredibile, Steuermann, Monostatos, Pang, Remendado, Don Curzio, Abdallo, Normanno o Spoletta. En ABAO Bilbao Opera debutó la temporada pasada en el Jerusalem de Verdi.

SERGIO ESCOBAR

Desde su debut en 2012 con Don Carlo, el tenor nacido en Toledo ha actuado en Europa y América en títulos como Tosca, Macbeth o Madama Butterfly, entre otros, con gran éxito. En ABAO Bilbao Opera debutó en 2019 con el rol de Arvino en I Lombardi alla prima crociata.

JUAN JESÚS RODRÍGUEZ

Considerado uno de los mejores barítonos verdianos en la actualidad, ha desarrollado una importante carrera internacional en los grandes teatros de ópera del mundo con títulos como: Rigoletto, Simon Boccanegra, l Trovatore, La Traviata), Otello, Nabucco, Macbeth,  Don Carlo, Un Ballo in Maschera, Attila, I Vespri siciliani, Falstaff, Luisa Miller, Cavalleria Rusticana, Pagliacci, Lucia di Lammermoor, I Puritani, Roberto Devereux, o La Boheme. Gran amante y defensor del repertorio español es invitado habitualmente en el Teatro Nacional de la Zarzuela. En ABAO Bilbao Opera ha actuado en cinco ocasiones, la última la pasada temporada como Lord Enrico Ashton en Lucia di Lammermoor.

SIMÓN ORFILA

El repertorio del bajo-barítono Simón Orfila incluye títulos como Don Giovanni, Le nozze di Figaro, La Clemenza di Tito, Norma, I Puritani, Anna Bolena, L’elisir d’amore, Maria Stuarda, Lucia di Lammermoor, La Favorita, Lucrezia Borgia, La Donna del Lago, La Cenerentola, Il barbiere di Siviglia, Guglielmo Tell, Semiramide, L’Italiana in Algeri, Don Carlo, Carmen o La Bohème. Canta regularmente en los mejores teatros con los directores de orquesta más reputados. En ABAO Bilbao Opera ha interpretado cuatro títulos: Lucia di Lammermoor, I puritani, Don Giovanni y Semiramide.

Entradas A PRECIOS ASEQUIBLES

Las localidades para el recital pueden adquirirse con tarifas asequibles para todos los públicos: 25€ los socios de ABAO hasta 35 años, y 50€ el resto de socios de ABAO; y 35€ el precio de venta al público joven hasta 35 años y 70€ el público adulto.

Se pueden adquirir en las oficinas de ABAO, a través de www.abao.org y en el teléfono: 944 355 100

Daniele Rustioni

Daniele Rustioni dirigirá las representaciones de ‘Falstaff’, de Verdi, que el Palau de les Arts ha programado en los días 2, 7, 11 y 14 de marzo.

Rustioni es uno de los jóvenes directores con mayor proyección en el circuito operístico. Premiado en los Opera Awards de 2013 como artista revelación, ha trabajado en los teatros más respetados como la Ópera de Baviera, la Scala de Milán, el Covent Garden de Londres, la Bastilla de París, el Metropolitan de Nueva York o las óperas de Zúrich y Stuttgart.

El ascendente director milanés toma el relevo en el foso al neoyorquino James Gaffigan que, por cuestiones de agenda, no ha podido atender el nuevo periodo de funciones de esta ópera, que tuvo que ser aplazada el pasado mes de enero por motivos sanitarios.

Rustioni comenzará esta próxima semana los trabajos con el elenco y los cuerpos estables de Les Arts: el Cor de la Generalitat y la Orquestra de la Comunitat Valenciana, a los que dirige por primera vez en su carrera. En este sentido, Les Arts informa de que se mantienen los principales intérpretes que se anunciaron para este título.

Ambrogio Maestri se pondrá una vez más en la piel de Sir John Falstaff, papel de referencia en su currículo. El barítono italiano se erige como el gran intérprete de su generación del ‘bon vivant’ que retrató Shakespeare y que ha encarnado en La Scala, el Festival de Salzburgo, el Metropolitan y la Ópera de París, además de en Zúrich, Múnich y Tokio.

Ainhoa Arteta hará finalmente su debut operístico en Les Arts como Alice Ford. La soprano guipuzcoana interpretará ante el público valenciano uno de los roles que más éxitos le han brindado en la escena internacional, en teatros como la Ópera de San Francisco o el Covent Garden de Londres.

Regresa también para este nuevo ciclo de representaciones Violeta Urmana, una de las divas predilectas de la platea de Les Arts por sus trabajos en ‘Parsifal’, ‘Iphigénie en Tauride’, ‘Medea’ o ‘Don Carlo’. La estrella lituana presenta una nueva incursión en su repertorio de ‘mezzosoprano’ con un rol inédito en su dilatada carrera, Mrs. Quickly.

El barítono italiano Davide Luciano, que recientemente debutó en València con ‘Così fan tutte’, da vida a Mr. Ford. Reconocido por sus incursiones en la ópera clasicista y belcantista, se ha revelado como uno de los nuevos valores en su tesitura con trabajos en Nueva York, Milán, Berlín o Moscú. Davide Luciano sustituye a Mattia Olivieri, que por motivos artísticos no podrá estar en València para las nuevas fechas.

Contrastados intérpretes completan el elenco de la producción, con Sara Blanch (Nanetta), Chiara Amarù (Mrs. Meg Page), Juan Francisco Gatell (Fenton), Jorge Rodríguez-Norton (Dr. Cajus), Antonio Di Matteo (Pistola) y el cantante del Centre de Perfeccionament Joel Williams (Bardolfo).

Les Arts presentará la comedia crepuscular de Verdi en la misma producción de la Staatsoper de Berlín que presentó el pasado mes de enero, con dirección escénica de Mario Martone, con escenografía de Margherita Palli, vestuario de Ursula Patzak, iluminación de Pasquale Mari y coreografía de Raffaella Giordano y Anna Redi.

La propuesta de Martone traslada la acción a la actualidad, en una gran metrópoli, con sus grafitis, clubes de dudosa reputación y personajes anacrónicos. Sir John Falstaff se convierte en un espíritu rebelde, fiel a su chaqueta de cuero y a sus patillas, que envejece pasando su tiempo en una especie de centro comunitario junto con turbulentos personajes.

Fotografía de Davide Cerati

Sala principal del Palau de Les Arts. Fotografías Miguel Lorenzo / Mikel Ponce

El Palau de les Arts ajusta su programación más inmediata con el fin de garantizar la más estricta seguridad, así como la excelencia artística de los espectáculos programados, ante la situación pandémica.

Les Arts recuerda que, desde su reapertura al público tras el confinamiento, el pasado 12 de junio, ha desarrollado y adaptado los protocolos de protección contra la COVID-19 a las restricciones y recomendaciones de las autoridades según la evolución sanitaria.

El centro de artes ha mantenido así su programación y actividad al público de manera ininterrumpida, tanto en el propio edificio como en otros espacios, con las máximas garantías para espectadores y trabajadores.

De acuerdo con el contexto actual, la dirección de Les Arts ha decidido reorganizar sus espectáculos más inmediatos atendiendo a los requisitos de contención de la COVID-19 y de las particularidades artísticas de cada uno de ellos.

Debido al importante número de cantantes y de músicos en el escenario, se aplaza para el 1 de julio el debut de Daniele Gatti al frente del Cor de la Generalitat y la Orquestra de la Comunitat Valenciana con el ‘Réquiem’ de Verdi.

Se recupera para el mes de marzo la producción de ‘Falstaff’, de Verdi, que se había suspendido. La Sala Principal de Les Arts acogerá cuatro funciones de este título, los días 2, 7, 11 y 14 de ese mes, en los mismos términos escénicos y musicales que se anunciaron en su momento.

Las nuevas funciones de ‘Falstaff’ sustituyen en la programación a las representaciones previstas de ‘Tristan und Isolde’. La dirección de Les Arts emplaza por seguridad el drama musical de Richard Wagner a futuras temporadas, ante sus necesidades musicales y la envergadura de la obra, de más de cinco horas de duración con dos descansos incluidos.

En ese sentido, se cancelan todas las actividades previstas alrededor de la obra: ‘Preestrena fins a 28’, la conferencia de Ramon Gener y Perspectives.

Asimismo, con motivo del cierre perimetral en fin de semana, la primera sesión de ‘Bandes a Les Arts’ se desplaza al domingo 28 de febrero.

Programación de febrero

Tras estas modificaciones, Les Arts comunica que mantiene el resto de su programación prevista para el mes de febrero, que comienza el día 7 con el tercer concierto de ‘Matins a Les Arts’ en la Sala Principal.

Los artistas del Centre de Perfeccionament ofrecen para esta matiné dominical un programa dedicado a Verdi y a la canción romántica, con localidades con un precio único de cinco euros.

El ciclo ‘Les Arts és Lied’ recibe el 12 de febrero la visita de uno de los tándems más respetados del género: el barítono Christian Gerhaher y el pianista Gerold Huber con obras de Schumann y Debussy en el atril. Les Arts informa de que, con motivo del toque de queda, el recital del barítono alemán comenzará a las 19.00 horas.

El día 13 de febrero, el Teatre Martín i Soler acoge el estreno de ‘L’isola disabitata’, del español Manuel García, una ópera de cámara concebida para cuatro cantantes y acompañamiento pianístico protagonizada por los jóvenes talentos del Centre de Perfeccionament. Les Arts ofrecerá tres funciones para el público general (13, 19, 21) y dos educativas (16 y 24) de este título que se representa en un montaje de Emilio Sagi. Les Arts comunica que la función del día 19 comenzará a las 19.00 horas.

Cambios y devoluciones
En los próximos días, Les Arts informará a los afectados por la reorganización de los espectáculos sobre los procedimientos de canje o devolución de las localidades.

‘Falstaff’, Les Arts

El Palau de les Arts suspende las representaciones de ‘Falstaff’, de Verdi, ante la aparición de casos de coronavirus en el equipo de la producción. La detección ha sido posible debido a los controles sanitarios establecidos en Les Arts, por los cuales los integrantes de cada espectáculo de la programación reciben un seguimiento adecuado de prevención y detección. Además de las pertinentes medidas de seguridad: toma de temperatura, medidas de distanciamiento y uso de elementos de protección, Les Arts tiene establecido un protocolo de cribado por PCR semanal para los solistas, director de orquesta, equipo creativo y figuración.

Ante esta situación, Les Arts ha activado los pertinentes protocolos de seguridad sanitaria y someterá a control a todo el personal vinculado con este montaje operístico. De esta forma, se suspenden las representaciones previstas para los días 21, 24, 27, 29 y 31 de enero. En función de la evolución de la situación y dentro de los plazos estipulados por los protocolos sanitarios, Les Arts decidirá sobre la posible reubicación de dichas funciones dentro de la programación de la presente temporada.

En los próximos días, las taquillas de Les Arts informarán a los afectados por la suspensión de las funciones de las diferentes opciones para la devolución o canje de las localidades para ‘Falstaff’.

Fotografía: Miguel Lorenzo

‘Falstaff’, Les Arts

El Palau de les Arts se adentra en el Verdi bufo con su última ópera, ‘Falstaff’, que se estrena el próximo jueves, 21 de enero, en una producción de Mario Martone con dirección musical de James Gaffigan.

Les Arts ha presentado en conferencia de prensa su primera incursión operística en 2021 con la presencia de Jesús Iglesias Noriega, director artístico; James Gaffigan, director musical; el director de la reposición, Raffaele di Florio; y los cantantes Ambrogio Maestri y Ainhoa Arteta.

“La obra de Verdi es uno de los ejes en los que se fundamenta el proyecto artístico que presentamos hace dos años, en el que no podía faltar un título como este, imprescindible en el repertorio de los grandes teatros”, ha explicado Iglesias Noriega. Iglesias ha apuntado que “con ‘Falstaff,’ el compositor de Busseto culmina su testamento musical, que ya proyectó con ‘Otello’: una exquisita partitura, de sofisticada orquestación y de suma exigencia musical y dramática para los cantantes, con un libreto magistral de Arrigo Boito, en el que humor y poesía fluyen en perfecta unión con la música”.

Por todo ello, ‘Falstaff’, según el director artístico, es un ejercicio de dificultad para cualquier teatro, que requiere de unos sólidos cuerpos estables, como el Cor de la Generalitat y la Orquestra de la Comunitat Valenciana, así como de un reparto y de un director musical de primer nivel. Tras su debut en el Auditori con ‘Un réquiem alemán’ la pasada temporada, el neoyorquino James Gaffigan dirige su primera ópera en Les Arts. Considerado como uno de los directores de orquesta estadounidenses más relevantes del panorama musical, es un nombre habitual de las temporadas operísticas del Metropolitan de Nueva York, de la Ópera de París o de la Staatsoper de Múnich, entre otras.

Les Arts presenta la comedia crepuscular de Verdi en una producción de la Staatsoper de Berlín con dirección escénica de Mario Martone, con escenografía de Margherita Palli, vestuario de Ursula Patzak, iluminación de Pasquale Mari y coreografía de Raffaella Giordano y Anna Redi.

Martone, director, guionista y productor italiano cultiva tanto el teatro como la ópera junto con una relevante carrera cinematográfica. Vinculado en los años 90 a la nueva ola del cine napolitano, junto a figuras como Antonio Capuano, Pappi Corsicato, Toni Servillo y Paolo Sorrentino, destaca en sus trabajos por un discurso muy personal sobre su país natal.

La propuesta de Martone traslada la acción a la actualidad, en una gran metrópoli, con sus grafitis, clubes de dudosa reputación y personajes anacrónicos. Sir John Falstaff se convierte en un espíritu rebelde, fiel a su chaqueta de cuero y a sus patillas, que envejece pasando su tiempo en una especie de centro comunitario junto con turbulentos personajes.

Un reparto coral
Ambrogio Maestri regresa a Les Arts seis años después de su debut en ‘Nabucco’ para ponerse una vez más en la piel de Sir John Falstaff. Barítono de presencia habitual en los grandes teatros de Europa, Asia y Estados Unidos, se erigió como el gran intérprete del papel protagonista tras encarnarlo con éxito en La Scala, Festival de Salzburgo, el Metropolitan y la Ópera de París, además de en Zúrich, Múnich y Tokio.

Tras su celebrado recital de ‘Lied’ el pasado mes de noviembre, Ainhoa Arteta canta su primera ópera en Les Arts. La soprano guipuzcoana, una de las voces españolas con mayor proyección internacional, interpreta el papel de Alice Ford, con el que ha cosechado grandes éxitos en teatros como la Ópera de San Francisco o el Covent Garden de Londres.

Violeta Urmana, una de las grandes damas de la escena lírica, además de una de las divas predilectas del público de Les Arts, debuta con este rol en esta producción. Urmana, que ha encarnado anteriormente en València papeles como Kundry (‘Parsifal’), Iphigénie (‘Iphigénie en Tauride’), Medea o Eboli (‘Don Carlo’) presenta una nueva incursión en el repertorio de ‘mezzosoprano’ para encarnar a Mrs. Quickly.

Mattia Olivieri, uno de los alumnos más brillantes que se ha formado en el Centre de Perfeccionament del Palau de les Arts, da vida a Mr. Ford. El barítono italiano ha destacado en Les Arts por sus trabajos en títulos como ‘La Bohème’, ‘L’elisir d’amore’, ‘Così fan tutte’ y el dúo de ‘La Africana’. En la actualidad, es uno de los artistas imprescindibles en los repartos de La Scala de Milán.

Contrastados intérpretes completan el elenco de la producción, con Sara Blanch (Nanetta), Ana Ibarra (Mrs. Meg Page), Juan Francisco Gatell (Fenton), Jorge Rodríguez-Norton (Dr. Cajus), Antonio Di Matteo (Pistola) y el cantante del Centre de Perfeccionament, Joel Williams (Bardolfo).

Les Arts representará ‘Falstaff’ los días 21, 24, 27, 29 y 31 de enero en la Sala Principal. Con el fin de cumplir con las medidas decretadas, todas las funciones comenzarán a las 18.00 horas.

Preestrena fins a 28
Por otra parte, el próximo martes, la Sala Principal de Les Arts acogerá la primera ‘Preestrena fins a 28’ del año, después del éxito de ‘La Cenerentola’, de Rossini, para la que se agotaron todas las localidades el pasado mes de diciembre. Jesús Iglesias Noriega ha valorado “de manera muy positiva” la aceptación de esta actividad que permite a los jóvenes, de hasta 28 años inclusive, disfrutar de una función de ópera por tan solo 10 euros. “Las entradas para ‘Falstaff’ también están prácticamente vendidas -ha apuntado-, lo que supone una inmejorable noticia, no sólo por la llegada de nuevos públicos a Les Arts sino también por el creciente interés de los más jóvenes por la ópera”.

Fotografía: Miguel Lorenzo

Un ballo in maschera

Después de analizar las posibles causas de la protesta de un grupo de espectadores que ha acudido ayer, 20 de septiembre, a representación de Un ballo in maschera, que finalmente no ha podido llevarse a cabo, el Teatro Real lamenta mucho lo sucedido y expresa su comprensión con todos los espectadores que no se han sentido seguros en sus butacas, aunque se cumpliera escrupulosamente con la normativa sanitaria vigente en la actualidad, comprobada por la Policía que se ha desplazado anoche al Teatro.

Quizás el origen de la disconformidad de una parte del público con la distribución de sus localidades en la sala se deba a los cambios en el protocolo de seguridad sanitaria adoptado para las funciones de Un ballo in maschera, que no son los mismos que se aplicaron en las representaciones de La traviata en julio: se ha eliminado el precintado de las sillas y la obligatoriedad de dejar dos butacas vacías al lado de otras dos ocupadas, ya que ha variado también la normativa sanitaria de la Comunidad de Madrid.

En las funciones de La traviata no salieron a la venta las localidades previamente bloqueadas y en Un ballo in maschera se ha dejado venta libre hasta completar el 65% del aforo total de la sala, cuando el máximo autorizado por la Comunidad de Madrid era ayer de un 75%. Así, el público que ha comprado sus entradas ha podido elegir libremente sus localidades en la sala, sin límite por zonas, estando contemplada por el teatro, dentro de la normativa sanitaria vigente, la posibilidad de que los espectadores se sentaran en butacas consecutivas –tal como pasa en los transportes públicos- protegidos por su mascarilla y en una sala en que están en silencio escuchando la ópera.

Quizás este hecho haya sido el desencadenante de las protestas, ya que el público esperaba encontrar la sala con una distribución de las butacas similar a la de las funciones de julio, pero el protocolo sanitario de entonces y el de ahora es distinto, como lo ha sido en el escenario, en el que se está ofreciendo ya una producción operística completa, con escenografía, figurines, y los solistas, coro y bailarines con una mayor movilidad en el escenario.

El Teatro Real quiere reiterar su compromiso con la seguridad sanitaria del público, artistas y trabajadores, en el que lleva trabajando con ahínco, responsabilidad y mucha energía, desde el mes de abril, con un Comité Médico proprio y el seguimiento escrupuloso de la normativa del Gobierno de España y de la Comunidad de Madrid.

Después del incidente de anoche el Teatro Real adoptará todas las medidas necesarias para que los espectadores se sientan más seguros, reforzando igualmente su comunicación con el público.

El Teatro Real agradece, como siempre, a los artistas y trabajadores toda su implicación y entrega para hacer la ópera posible en estos días de incertidumbre. Una vez más este agradecimiento es extensivo a todo el público, incluyendo también a los espectadores que anoche no se han sentido cómodos en la sala. A todos pedimos confianza, comprensión y generosidad para afrontar juntos estos días difíciles, en los que el arte y la música son más necesarios que nunca.

Fotografía: Javier del Real

Teatro Real

Teatro Real

Hoy, 20 de septiembre, antes del inicio de la función de Un ballo in maschera, en la que había 905 localidades ocupadas (51,5% del aforo total de la sala), un grupo de espectadores ha expresado con aplausos y gritos su disconformidad con el emplazamiento de sus localidades.

La protesta se ha prolongado pese a los avisos de megafonía que ofrecían a los espectadores la posibilidad de recolocarles o devolverles el importe de las entradas.

Después de la reubicación de una gran parte de los espectadores que protestaban, y de dos intentos de interpretar la ópera por parte del director de orquesta y de todos los artistas y técnicos que participaban en la función, un reducidísimo grupo insistió en proseguir con sus protestas para boicotear la representación, por lo que la misma tuvo que suspenderse, cerca de las 21.10 horas.

La dirección del Teatro Real abrirá una investigación para averiguar esta lamentable incidencia y tomará las medidas necesarias para para que las sucesivas funciones se desarrollen con normalidad.

Teatro Real

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Un Especial baile de máscaras

Un ballo in maschera

Giuseppe Verdi (1813-1901)

Pocas veces un título es tan acertado para describir una situación. Y es que el Teatro Real estrena esta extraña e incierta temporada 20/21 con ‘Un ballo in maschera’, de Verdi.

Para entrar en el Teatro hay que dedicarle ahora un poco más de tiempo. No puede una saltarse ninguno de los pasos de la nueva liturgia de seguridad contra el covid-19 que en este Teatro es especialmente minuciosa. Todo perfectamente ordenado para evitar cualquier tipo de aglomeración y un solícito personal de sala que da todo tipo de información e indicaciones.

Esta temporada el Teatro Real pone en marcha una iniciativa que ya se viene realizando en otros teatros europeos con gran éxito. Se trata de un preestreno dedicado exclusivamente a los jóvenes. El 16 de septiembre, dos días antes del estreno oficial, ha tenido lugar esta estimulante premier que ha tenido una respuesta extraordinaria. Una magnífica iniciativa muy celebrada por una joven afición que normalmente, bien por razones de aforo o por el elevado precio de las localidades, no acude a estos espectáculos con la asiduidad que le gustaría.

Hemos hablado con alguno de estos jóvenes que han venido a esta primera gala y han compartido con nosotros sus puntos de vista. Hoy ellos son los protagonistas.

No es la primera vez que Cristina asiste a una ópera. De hecho, ha trabajado como maquilladora en el Teatro. ”Me parece muy buena la iniciativa, me gusta mucho y si hoy, que vengo sola, me gusta, me voy a traer a todos mis amigos. Por 35€ me parece brutal poder venir y disfrutar de todo esto”.

Manuel y José Ignacio, son músicos que vienen por primera vez al Teatro Real desde Sevilla y Aracena, Huelva. “Nuestras expectativas son muy altas. Siempre nos ha gustado la música de Verdi y venimos con ganas. La propuesta del Teatro nos parece muy interesante, sobre todo para el acercamiento de la ópera a los jóvenes. Generalmente no nos lo podemos permitir y estos son unos precios muy razonables. Siempre nos teníamos que conformar con verla por internet y ahora estamos aquí.”

Gonzalo y Eduardo es la primera vez que vienen a la ópera y se encuentran un poco perdidos. “Venimos con ganas, es una experiencia nueva y creo que nos va a gustar. Desde fuera tiene muy buena pinta. La primera vez, ¡a ver qué tal!”.

A diferencia de la Traviata del mes de julio, este Ballo in Maschera es escenificado. Ante la imposibilidad de trasladar a Madrid la producción inicialmente programada de David Alden, se ha optado por la escenografía de Gianmaria Aliverta. El esfuerzo realizado para adaptar esta producción, estrenada en 2017 en el Teatro La Fenice de Venecia, a los estrictos protocolos sanitarios ha sido importante. La escenificación es casi completa. Evitando el contacto o la cercanía entre los intérpretes y en el que solo los bailarines llevan mascarilla, por cierto, tan discreta que apenas se deja ver.

La escenografía resulta anticuada y sosa. Todos los elementos son muy estáticos, a excepción de una gran roca en el segundo acto que gira (para tormento de Amelia, que tiene que cantar a la vez que trepa por ella). Nada en el escenario proporciona el dinamismo al que no llegan los cantantes, por la necesaria falta de movimientos. Tampoco ayudan los largos cambios de escénicos durante la representación.

La coreografía del cuerpo de bailes tampoco es muy estimulante, no parece muy elaborada. Desconcierta también el hecho de situar la obra en la América de la esclavitud, con una bandera americana con excesiva presencia, por lo gigantesca.

Pero la ausencia de proximidad entre los cantantes, sobre todo en el dúo de amor, es compensado por la música. El maestro Luisotti lo describe muy bien: “La experiencia de la ópera es una experiencia personal. La posibilidad de cerrar los ojos e imaginar lo que está ocurriendo nos lo proporciona la música. En el dúo de amor, aunque no lo estuviera viendo, puedo imaginar el abrazo de los dos amantes.” Verdi consigue transmitir, a través de su música, las palabras exactas para describir una acción.

Un Ballo in maschera es sin duda la más italiana de las óperas de Verdi, y la batuta de Nicola Luisotti, gran conocedor de este repertorio, lo pone de manifiesto a lo largo de toda la representación. Si uno se abandona a la música y el color y detalle que Luisotti extrae de la orquesta, nada de lo que ocurre en el escenario altera la esencia de la obra.

Hay que reconocer el gran trabajo desarrollado por el escenógrafo Massimo Checchetto y por los cantantes. No es fácil desenvolverse en un escenario manteniendo distancias con todo el mundo. Lo que afecta también, no solo a la interpretación, sino a la proyección sin referencias cercanas.

Este Ballo in maschera cuenta con dos repartos y cuatro Amelias. La representación de la gala joven estuvo a cargo de un segundo reparto encabezado por el veterano Ramón Vargas, como el Conde Ricardo, que conserva la clase y el fraseo que hicieron de él uno de los más grandes tenores. La madrileña Saioa Hernández, como Amelia, que demostró una gran sensibilidad con la expresividad de su voz. Geroge Petean, con una profunda voz de barítono que dio vida al amigo y después rival de Ricardo. Silvia Beltrami, que construyó un oscuro personaje de la hechicera Ulrica. Elena Sánchez Pereg, que interpretó al joven Oscar, Tomeu Babiloni, como Silvano, Daniel Giulianini, como Samuel, Goderdzi Janelidze, como Tom y Jorge Rodríguez Norton.

El coro estuvo asistido en todo momento por la técnica para poder guardar las distancias sobre plataformas móviles.

Un comienzo de temporada esperanzador en medio de esta situación distópica y llena de incertidumbre pero, como recordó Vargas Llosa la noche del estreno “La cultura está hecha para enfrentar tiempos difíciles”. Por eso estamos aquí, rodeadas de jóvenes…

Texto: Paloma Sanaz
Fotografías: Javier del Real
Vídeos: Teatro Real

Ballo in maschera
  • La inauguración oficial de la presente temporada, el próximo 18 de septiembre, será precedida, por primera vez, de un preestreno sólo para menores de 35 años ─la Gala Joven─ el 16 de septiembre.
  • Se ofrecerán 16 funciones de Un ballo in maschera con un aforo máximo del 75% de las localidades y con las  medidas de seguridad sanitaria implementadas en las 27 representaciones de La traviata el pasado julio, modificadas de acuerdo con la normativa aprobada recientemente por la Comunidad de Madrid.
  • El director de escena Gianmaria Aliverta y el escenógrafo Massimo Checchetto han introducido importantes modificaciones en la producción original del Teatro de La Fenice de Venecia para adaptarla al protocolo sanitario del Teatro Real, manteniendo intacto su concepto dramatúrgico. 
  • Nicola Luisotti, primer director musical invitado del Teatro Real, dirigirá su sexto título verdiano al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, después del enorme éxito obtenido con Don Carlo y La traviata en la pasada temporada. 
  • Dos repartos (con cuatro Amelias) se alternarán en la interpretación de los papeles protagonistas: los tenores Michael Fabiano y Ramón Vargas (Riccardo); las sopranos Anna Pirozzi, Saioa Hernández, María Pia Piscitelli y Sondra Radvanovsky (Amelia); los barítonos Artur Ruciński y George Petean (Renato); las mezzosopranos Daniela Barcellona y Silvia Beltrami (Ulrica) y las sopranos Elena Sancho Pereg e Isabella Gaudí (Oscar).
  • Está previsto que el estreno de Un ballo in maschera, el 18 de septiembre a las 20.00 horas, sea retransmitido en directo en pantallas instaladas en la Plaza de Oriente y en la Plaza de Isabel, con aforo limitado y de acuerdo con la normativa relativa a la COVID 19 de la Comunidad de Madrid.
  • En torno a Un ballo in maschera se han organizado actividades paralelas en el Teatro Real y en colaboración con la Fundación SGAE, Museo de Artes Decorativas y Universidad Nebrija, destacando la sesión de Enfoques, el 14 de septiembre a las 20.15 horas, con un aforo del 75% de las localidades presenciales y retransmisión, por primera vez, en el canal de Youtube del Teatro Real.
  • Las funciones de Un ballo in mascheracuentan con el patrocinio de Telefónica.

  • La retransmisión en directo de la ópera en las pantallas exteriores está patrocinada por Telefónica, Endesa, Loterías y Apuestas del Estado, Mutua Madrileña, Fundación Redexis y Fundación EDP.
  • La Gala Joven contará con la colaboración de la firma de servicios profesionales EY.

El Teatro Real inaugurará la Temporada 2020-2021 ─la 24ª desde su reapertura─, con Un ballo in maschera, de Giuseppe Verdi, que se ofrecerá en una producción procedente del Teatro La Fenice de Venecia y repuesta en colaboración con el Teatro de la Maestranza de Sevilla.

El libreto de la ópera, algo trasnochado para la época, parte de uno anterior, de Agustin Eugène Scribe, inspirado tangencialmente en el asesinato del rey Gustavo III de Suecia durante un baile de máscaras en la Ópera de Estocolmo, víctima de una conspiración. Sucesivos problemas con la censura romana y napolitana obligaron al libretista Antonio Somma a trasladar el trasfondo político de la ópera de la corte sueca a Boston, a finales del XVII, entonces bajo gobernación británica.

El director de escena Gianmaria Aliverta mantiene la trama de la ópera en Estados Unidos, pero desplaza la acción al siglo XIX, cuando las violentas luchas fratricidas enfrentaban los estados del Norte y del Sur, que se resistían a abolir la esclavitud y a perder otras prerrogativas abusivas adscritas a los propietarios de los grandes latifundios.

En este contexto de enfrentamientos se enfatiza la tensión política que subyace en el libreto, que tiene, en  primer plano, un funesto triángulo amoroso, en el que las vicisitudes de los protagonistas son descritas musicalmente con el afilado sentido dramático de Verdi y su inagotable inspiración melódica. El compositor entrelaza arias, dúos y escenas corales en bloques que conforman grandes cuadros, articulando con extrema habilidad el drama y la comedia, los números de conjunto y los momentos íntimos, el bullicio palaciego y el drama interior de los personajes, manteniendo siempre la tensión en “el más melodramático de los melodramas”, en las palabras de Gabrielle D’Annunzio.

Nicola Luisotti, primer director invitado del Teatro Real, estará al frente de dos repartos de grandes voces verdianas, en los que el papel protagonista femenino (Amelia), será interpretado por cuatro distintas sopranos: Anna Pirozzi, Saioa Hernández, María Pia Piscitelli y Sondra Radvanovsky. Completan los elencos los tenores Michael Fabiano y Ramón Vargas (Riccardo); los barítonos Artur Ruciński y George Petean (Renato), las mezzosopranos Daniela Barcellona y Silvia Beltrami (Ulrica) y sopranos Elena Sancho Pereg e Isabella Gaudí (Oscar).

Tal como ocurrió con las funciones de las La traviata, los solistas, coro, actores y trabajadores del teatro cumplirán rigurosamente con el Protocolo de Seguridad Sanitaria diseñado por el Comité Médico del Teatro Real, en conformidad con las directrices de la Comunidad de Madrid.

Está previsto que el estreno de Un ballo in maschera, el 18 de septiembre, sea retransmitido en directo en pantallas instaladas en la Plaza de Oriente y, por primera vez, en la Plaza de Isabel II, donde se colocarán 450 sillas separadas entre sí por 2 m., en un área acotada de 4000 m2 con 320 m. de vallado de seguridad y 8 entradas y salidas debidamente señalizadas y dotadas de hidrogel.

TELEFÓNICA, MECENAS PRINCIPAL TECNOLÓGICO DEL TEATRO REAL

Telefónica, mecenas principal tecnológico del Teatro Real, impulsa su desarrollo digital y la mejor conectividad para optimizar la experiencia de los aficionados a la ópera en todos los canales digitales del Teatro. En estos años Telefónica ha ampliado el número de funcionalidades y servicios de la web, reforzando el carácter interactivo y la comunicación con los usuarios. De este modo, ha permitido crear un catálogo de productos mucho más amplio -abarcando diferentes tipos de música- y accesible, con servicios más ajustados a las preferencias de los seguidores de esta institución. Un paso más dentro de este proyecto global ha sido My Opera Player, plataforma digital que permite a los amantes de la ópera, la danza y la música clásica disfrutar desde casa, con tan sólo un click, de las mejores producciones de éxito internacional.

MyOperaPlayer, , cuenta con Telefónica, como socio tecnológico del Teatro Real, y con el patrocinio de Endesa, que apoyó esta iniciativa como patrocinador único cuando la plataforma se llamaba Palco Digital.

AGENDA | ACTIVIDADES PARALELAS

11 de septiembre, a las 20.15 horas | Teatro Real, Sala Gayarre

Enfoques: encuentro con Nicola Luisotti y Gianmaria Aliverta -directores musical y de escena de Un ballo in maschera- y Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real. Interpretación de arias de óperas de Mercadante y Auber basadas en el libreto de Eugene Scribe.

18 de septiembre, a las 20.00 horas | Retransmisión en la Plaza de Oriente y Plaza de Ópera

Retransmisión en directo de Un ballo in maschera en las pantallas situadas en la Plaza de Oriente y Plaza de Isabel II.

8 de octubre, 19:00 h. | Universidad Nebrija

Conferencia en streaming: primera de cuatro las conferencias del ciclo Hilvanes de ópera, que a lo largo de toda la temporada del Teatro Real quiere ahondar en el fascinante mundo de la moda a través de la ópera.

Actividad gratuita previa inscripción en actos.nebrija.es

11 de octubre, a las 12.00 horas | Teatro Real, Sala Principal

Los domingos de cámara I: los Solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real ofrecerán un concierto con afinidades con la ópera Un ballo in maschera.

18 de octubre, a las 12.00 y a las 17.00 horas | Teatro Real, Sala Gayarre

Todos a la Gayarre:  talleres musicales para toda la familia, con dirección y presentación de Fernando Palacios.

Un baile con suspense. Nos colamos con un paje en un baile de disfraces.

Sábados y domingos de octubre a diciembre | Museo de Artes Decorativas

Recorridos en familia: bajo el título Un baile de máscaras, Mitos clásicos el museo ofrece itinerarios autoguiados para descubrir en familia la multitud de héroes de la mitología clásica que se esconden en sus salas. Héroes que en muchas ocasiones la máscara del tiempo ha convertido en figuras anónimas y de los que ahora podremos conocer su nombre y su historia.  Actividad gratuita previa inscripción en difusion.mnad@cultura.gob.es

Fotografía: Javier del Real

Fabio Parenzan

La famosa mezzosoprano italiana Daniela Barcellona regresa al escenario del Real para su debut como la maga Ulrica de la ópera de Verdi “Un ballo in maschera”, ópera que el próximo 18 de septiembre inaugura la nueva temporada lírica del coliseo madrileño. La cantante nacida en Trieste y aclamada como una de las grandes figuras de la lírica internacional en los teatros de ópera más importantes del mundo, vuelve al Teatro Real, con la que será su primera actuación operística tras su reciente éxito como solista de la Novena de Beethoven en el concierto de reapertura del mítico Teatro San Carlo, celebrado en la Piazza del Plebiscito.

Considerada como la mezzosoprano rossiniana de referencia de las últimas décadas, y una de las voces más importantes del circuito operístico internacional, tanto por su calidad vocal como por sus dotes escénicas, que la convirtieron en la primera cantante italiana galardonada con el prestigioso premio “Olivier Award”; Daniela Barcellona, que ha cantado bajo la batuta de maestros como Claudio Abbado, Colin Davis, Lorin Maazel, James Levin, Georges Prêtre, Kent Nagano, Valery Gergiev, Daniel Barenboim o Riccardo Muti, ha decidido seguir la evolución natural de su voz y en los últimos años ha incorporado nuevos roles a su repertorio. A su amplio catálogo de personajes ha añadido otros nuevos, como Baba la Turca en The rake’s progress de Stravinsky, su aplaudida  Didon de Les Troyens de Berlioz, Santuzza (Cavalleria rusticana), Laura Adorno (La Gioconda) y los verdianos, Princesa de Éboli (Don Carlo), Ámneris (Aida) – tras su memorable interpretación en la Arena di Verona, la crítica italiana la saludó como “Grandissima Daniela Barcellona! Abbiamo finalmente trovato l’Amneris areniana che aspettavamo da anni!”- o la Mrs Quickly de Falstaff, rol que ha cantado en Chicago con Riccardo Muti, en la Opéra National de París, La Scala de Milán, Dutch National Opera de Holanda, la Staatsoper de Berlín con Daniel Barenboim y Zubin Mehta, o la primavera pasada en el Teatro Real de Madrid, en la nueva producción de Laurent Pelly.

Sus compromisos más inmediatos incluyen, de nuevo, Falstaff en Bruselas, su debut como Azucena (Il trovatore) en la Opéra National de París, y el Requiem de Verdi junto a la Staatskapelle Berlin y Zubin Mehta en la Staatsoper Unter den Linden y la Philharmonie de Berlín.

Fotografía: Fabio Parenzan

https://www.danielabarcellona.com/

 

La Traviata, «ritorno alla vita»
La Traviata
Giuseppe Verdi (1813-1901)
Ópera en tres actos
Libreto de Francesco Maria Piave, basado en la novela y la obra de teatro La Dame aux camélias de Alexandre Dumas hijo
Estrenada en el Teatro La Fenice de Venecia el 6 de marzo de 1853 y el el Teatro Real el 1 de febrero de 1855. Ópera en versión de concierto semiescenificada
D. musical: Nicola Luisotti
Concepto escénico: Leo Castaldi
Iluminación: Carlos Torrijos
D. Coro: Andrés Máspero
Reparto: Marina Rebeka, Michael Fabiano, Artur Rucinski, Sandra Fernández, Marifé Nogales, Albert Casals, Isaac Galán, Tomeu Bibiloni, Stefano Palatchi, Emmanuel Faraldo, Elier Muñoz y Carlos García
Habían pasado cuatro meses desde que todo se suspendió. Al principio parecía que sería por poco tiempo, pero a medida que pasaban las semanas y los acontecimientos, la incertidumbre pasó a ocuparlo todo.
En este período ha habido tiempo para pensar en muchas cosas. También en que solo un milagro me devolvería a esta butaca. Pero los milagros existen, y los hacemos nosotros. En este caso, el Teatro Real. Y ha obrado un milagro que cubre varios aspectos. El primero, tener la valentía y determinación de volver a la actividad operística de la forma más segura, y el segundo, y no por ello menos importante, tener la capacidad de demostrar que, por difíciles que sean las circunstancias, se puede hacer una buena gestión, incluso, muy buena.La apuesta es arriesgada, mantener este frágil equilibrio cuando todo el mundo operístico está mirando, no es fácil. Durante un mes completo, en el que se han multiplicado las representaciones para compensar la limitación del aforo, se presenta esta adaptación escénica que ha realizado Leo Castaldi, como quien dice, con cuatro cositas que ha encontrado por el teatro, para crear una escenografía que no puede ser más eficaz. En ella aparecen los elementos imprescindibles, no falta ni sobra nada. Un escenario parcelado delimita los dos metros cuadrados de los que dispone cada cantante para moverse. Un espacio reducido, pero en el que caben todas las emociones de los protagonistas. El coro, que ocupa la mitad posterior de la caja escénica, permanece disciplinadamente recluido, cada uno de ellos, en su terreno, lo que no le resta un ápice de su sonoridad y profesionalidad. Todo ello iluminado con gran acierto por Carlos Torrijos.No era fácil sumergirse en la historia en un ambiente tan diferente al que estamos acostumbrados. Demasiados elementos nos distraen en la sala, en el escenario, la distancia, la mascarilla… Pero entonces, apareció él, como un héroe sin capa para rescatarnos del silencio, Nicola Luisotti. Uno de los hombres que más debe estar trabajando en las últimas semanas y que se mostraba exultantemente feliz ante este reto, tal vez por haber vivido las circunstancias dramáticas que nos han tocado con la intensidad que solo tiene un apasionado como él. Fue el primero en suspender el estreno de Il Trovatore en la Scala de Milán y ahora es el primero en levantar el telón en lo que llama “ritorno alla vita”.Fue entonces cuando empezó a sonar uno de los fragmentos de ópera más elaboradamente románticos y evocadores que se han escrito, la obertura del primer acto de La Traviata. La Orquesta, que ocupa todo el espacio del foso, aparece también con sus mascarillas, a excepción del viento, que está separado por mampara, como el propio Luisotti. El maestro italiano fue el vínculo perfecto entre lo que sucedía en el alejado escenario y el amplio foso, generando confianza y equilibrio en esta novedosa y extraña forma de interpretación. Después de una obertura profunda, sobria y sentida, por quien es gran conocedor de este repertorio, supo transmitir al escenario la teatralidad que le faltaba. Su dirección estuvo por encima de algunos sonidos más apagados provocados por las distancias físicas y técnicas. La orquesta sonó empastada y con la delicadeza que a veces algunos abandonan cuando se trata de Verdi.La distancia a la que se mantenían los cantantes no resulto perturbadora. Siempre atentos al maestro que les acompañaba, más que dirigía. A pesar de no acercarse ni tocarse, Violetta y Alfredo fueron capaces de demostrar su pasión.La letona Marina Rebeka es la primera de las cinco sopranos que abordan el personaje de Violetta Valéry. Posee una extensa y voluminosa voz de soprano lírica, un preciosos timbre y gran sonoridad que se apreció muy bien en las partes más dramáticas y en unos bien delineados pianos. Demasiado contenida quizá, lo que afectaba a la parte más teatral del personaje, algo muy importante en este rol del que Rebeka es gran conocedora y amante. Si dejara que el personaje se apoderara de ella, unido a su excepcional técnica, sería la mejor de las Violetas.El Alfredo de Michael Fabiano fue de menos a más. Tuvo momentos de gran inspiración, aunque se le notó un poco inseguro al inicio, algo que puede ser normal dadas las circunstancias, y que desapareció a partir del segundo y tercer acto, en el que brilló con un Alfredo inspirado e intenso.El más aplaudido de la noche fue el Artur Rucinski y su Giorgio Germont. Una buena dicción y un fraseo elegante y muy cuidado para su estirado Germont. Muy bien en el Di Provenza.

El resto de comprimarios estuvieron a gran altura. Estupenda la participación Marifé Nogales en su rol de Annina. Perfecta también Sandra Fernández, con una frívola Flora Bervoix, ambas intervienen en todas las funciones. Al igual que Albert Casals, como Gastone, Isaac Galán, como el Barón Douphol, Tomeu Bibiloni, como Marqués de Obigny, Stefano Palatchi, como el Doctor Grenvil y Emmanuel Faraldo, como Giuseppe y el criado de Violetta.

Un éxito sin duda del Teatro Real demostrando una gran valentía y capacidad. Todo ello servido con una seguridad que se palpa. Si se produce un brote importante, yo me voy al Teatro Real. Y es que la normalidad no viene sola, hay que conquistarla.
Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real
Vídeos: Teatro Real

lisette-oropesa

Tras su extraordinario éxito como Lucia (Lucia di Lammermoor, Donizetti) en la temporada 2017-2018, la soprano estadounidense de origen cubano regresa al coliseo madrileño los próximos días 18, 22, 25 y 28 de julio para protagonizar uno de los títulos operísticos más conocidos, La Traviata de Giuseppe Verdi. Después de haber sido galardonada con dos de los más grandes premios de la ópera en Estados Unidos, el Premio Richard Tucker y el Premio Beverly Sills, y de sus aplaudidos debuts como Marguerite de Valois (Les Huguenots, Meyerbeer) en la Opéra national de París, Rodelinda (Rodelinda, Haendel) en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, Amalia (I masnadieri, Verdi) en la Scala de Milán o Manon (Manon Lescaut, Massenet) en la Metropolitan Opera de Nueva York, la soprano vuelve a Madrid para interpretar a la desdichada heroína de La traviata, la primera ópera postconfinamiento del Teatro Real. Se da la circunstancia de que Lisette Oropesa, en su primera actuación post-Covid, vuelve al escenario del Real para ponerse en la piel de Violetta Valery, el mismo rol con el que estaba cosechando un gran éxito en la Metropolitan Opera de Nueva York, tal y como reflejó The New York Times: “Lisette Oropesa hace suya La Traviata”, Anthony Tommasini (critic’s pick), cuando cerró sus puertas en plena emergencia mundial por el coronavirus.

Lisette Oropesa está nominada en la categoría de mejor Female Singer en la edición 2020 de los prestigiosos International Opera Awards, que se celebrarán en septiembre, y entre sus próximos compromisos destacan: la “Rossini Gala” de la Arena de Verona, Konstanze en Die Entführung aus dem Serail de Mozart en la Wiener Staatsoper, en una nueva producción de Hans Neuenfels, recitales en el Wexford Festival Opera, el Théâtre des Champs Elysées y el Smetana Hall de Praga, La Traviata de Verdi en la Metropolitan Opera de Nueva York, y la Premiere de Lucia di Lammermoor de Donizetti en la Opernhaus Zürich, con firma escénica de Tatjana Gürbaca.

https://lisetteoropesa.com/

La Traviata

La traviata, de Giuseppe Verdi, estaba prevista en la presente temporada ─con la célebre producción del Festival de Salzburgo dirigida por Willy Decker─ en dos períodos: del 9 a 24 de mayo (10 funciones) y del 7 al 19 de julio (9 funciones).

Debido al estado de alarma decretado por el Gobierno de España, las representaciones de mayo no han podido realizarse, por lo que el Teatro Real está intentando reubicar en julio a las personas que habían adquirido sus entradas para esas fechas. Paralelamente, se recolocará a los espectadores de las funciones de julio afectados por la restricción del aforo, que será de 869 localidades, en cumplimiento de la normativa de seguridad sanitaria.

De las 19 funciones programadas se ha pasado a 27 con aforo reducido, que se ofrecerán del 1 al 29 de julio (el 6 y el 20 de julio no habrá función), con cuatro distintos repartos en la interpretación del trío protagonista: como Violeta, las sopranos Marina Rebeka, Ruth Iniesta, Ekaterina Bakanova, Lana Kos y Lisette Oropesa; como Alfredo Germont, los tenores Michael Fabiano, Ivan Magrì, Matthew Polenzani y Ismael Jordi; y como Giorgio Germont, los barítonos Artur Rucinski, Nicola Alaimo, Luis Cansino y  Javier Franco.

Debido a las restricciones de movilidad provocadas por la crisis del coronavirus tanto en España como en los diversos países de procedencia de los cantantes ─que viajaron desde Estados Unidos, Austria, Croacia, Italia, Letonia, Polonia, etc.─, los ensayos han comenzado el 19 de junio con todos los solistas, con excepción de la soprano Lisette Oropesa, que llegará a Madrid el 13 de julio para participar en las funciones finales de la ópera.

Junto a los solistas actuarán el Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, bajo la dirección de Nicola Luisotti, que dirigirá su quinto título verdiano en el Teatro Real ─después de Il trovatore (2007), Rigoletto (2015), Aida (2018) y Don Carlo (2019)- y que volverá en septiembre con el sexto, Un ballo in maschera, que inaugurará la próxima temporada.

La producción de La traviata que se ofrecerá a lo largo del mes de julio ya no será la que estaba anunciada, con dirección de Willy Decker, ya que los cantantes, coro y orquesta deberán adecuarse a las directrices de seguridad sanitaria vigentes en la actualidad.

Para presentar una versión de la ópera que respete estas normas y que se pueda realizar con apenas 10 días de ensayos, pruebas de vestuario y caracterización, el director de escena Leo Castaldi ha ideado una versión de concierto semiescenificada, en colaboración con el iluminador Carlos Torrijos y el equipo técnico del Teatro Real, utilizando elementos de atrezzo, vestuario y caracterización procedentes de los fondos del Teatro.

Partiendo precisamente de la contundencia con la que la distancia de seguridad se está interponiendo entre nosotros, Leo Castaldi ha concebido una ‘escenografía’ marcada por un reticulado de cuadrados de 2 por 2 metros dibujados en el suelo y proyectados sobre los muros del escenario, ‘aprisionando’ psicológicamente a los personajes en sus espacios limitados. Los solistas, que guardarán una distancia mínima de 2 m. entre ellos se moverán en 100 m2, compartiendo el escenario con el coro, que ocupará 260 m2, y con la banda interna (grupo de 16 músicos que toca en el escenario), que utilizará, durante su actuación, 60 m2.

Para unificar y cohesionar la propuesta dramatúrgica sin un diseño previo de vestuario ni tiempo material para realizarlo, Castaldi ha optado por crear una atmósfera vintage, de mediados del siglo XX, en la que se utilizarán trajes del Teatro y de los propios intérpretes y elementos de atrezzo del mismo período.

En el foso, con su máxima dimensión de 140 m2, estará la orquesta con la plantilla completa de la partitura para interpretación de La traviata: 56 músicos tocarán con mascarilla, atril individual y con 1,5 m. de distancia entre ellos. Los instrumentistas de viento tendrán paneles de metacrilato estratégicamente colocados delante de sus instrumentos. Sobre el escenario tocará la banda interna con 16 profesores.

Para que los músicos puedan tener jornadas de descanso entre las 27 funciones, la Orquesta Titular del Teatro Real se desdoblará en dos tocando cada formación por períodos de 3 días consecutivos.

El Coro Titular del Teatro Real, con 51 cantantes, interpretará la ópera sobre tarimas, lo que permitirá la optimización del sonido, pese a la distancia de seguridad de 2 m. entre sus miembros. Ocuparán un área de 260 m2, con aproximadamente 24 m. de ancho por 11 m. de fondo.

La traviata se presentará en el Teatro Real en el contexto singular que todos estamos viviendo. La ópera se presentará con menos ensayos de los normales y con una propuesta escénica diseñada para adaptarse a las circunstancias. Todo el equipo del Teatro Real, así como los artistas y el Coro y Orquesta Titulares, asumen el reto con un enorme sentido de responsabilidad, mucha imaginación y una gran ilusión por dar un paso más hacia la normalización de la vida artística, animando al público y a la ciudadanía a afrontar con ánimo y espíritu positivo la nueva realidad en la que nos encontramos. Eso sí, todo se hará respetando escrupulosamente las directrices de las autoridades sanitarias del Gobierno de España y de la Comunidad de Madrid.

Traviata
Traviata

TELEFÓNICA, MECENAS PRINCIPAL TECNOLÓGICO DEL TEATRO REAL

Telefónica, mecenas principal tecnológico del Teatro Real, impulsa su desarrollo digital y la mejor conectividad para optimizar la experiencia de los aficionados a la ópera en todos los canales digitales del Teatro. En estos años Telefónica ha ampliado el número de funcionalidades y servicios de la web, reforzando el carácter interactivo y la comunicación con los usuarios. De este modo, ha permitido crear un catálogo de productos mucho más amplio -abarcando diferentes tipos de música- y accesible, con servicios más ajustados a las preferencias de los seguidores de esta institución. Un paso más dentro de este proyecto global ha sido My Opera Player, plataforma digital que permite a los amantes de la ópera, la danza y la música clásica disfrutar desde casa, con tan sólo un click, de las mejores producciones de éxito internacional.

AGENDA | ACTIVIDADES PARALELAS

7 y 8 de julio, a las 18.30 y 21.00 horas | Fundación SGAE, Sala Berlanga

Cine: la Fundación SGAE programará un ciclo titulado Modelos de mujer en el que se proyectarán Yo soy la Juani de Bigas Luna y Nadie quiere la noche de Isabel Coixet. Dos películas sobre mujeres que, como Violetta Valèry, han transgredido los “roles femeninos” a los que por su condición social y/o momento histórico estaban abocadas.

Del 1 al 31 de julio | Museo del Romanticismo

Exposición: dentro de la iniciativa Una obra, una ópera, el Museo expondrá una maravillosa edición ilustrada de 1857 de La dama de las camelias, la novela que inspiró La traviata. De esta forma, el público que visite las salas podrá ver esta joya impresa que se custodia en la biblioteca del Museo.

A partir del 10 de julio | Museo Lázaro Galdiano

Audioguía: el Lázaro Galdiano ofrece al público del Teatro Real la posibilidad de descargarse un podcast exclusivo con el que conocerá las historias y leyendas que rodean a algunas de las mujeres que aparecen representadas en sus salas. Mujeres que, como la protagonista de La traviata, lucharon contra el destino que les dibujaron. Solicitud de código de descarga en educación@museolazarogaldiano.es

Fotografía: Javier del Real

giuseppe-verdi

ABAO Bilbao Opera presenta una nueva experiencia: #ABAOenCasa. Una iniciativa digital que vamos poner en marcha a través de la web de ABAO para ayudar a toda la sociedad a sostener esta situación y seguir disfrutando de la cultura que es un bien esencial.

Presentamos un amplio programa cultural para todos los gustos. Con acceso a los mejores títulos de ópera, a conferencias magistrales, a momentos inolvidables de nuestra temporada, a iniciativas lúdicas y formativas, llamadas a la participación, y por supuesto, no nos olvidamos de los más pequeños con una programación específica para ellos

TE QUEDARÁS SIN EXCUSAS PARA NO DISFRUTAR DE LA ÓPERA

Queremos invitar a toda la sociedad a disfrutar de la ópera en cualquier momento, a cualquier hora y desde la comodidad de su hogar, de forma totalmente gratuita, sin condiciones y sin registros. El amplio programa de #ABAOenCasa incluye:

ÓPERAS PARA EL RECUERDO

ABAO vuelve a programar una temporada de un concierto y ocho títulos: Messa da Requiem de Verdi, Eugene Onegin de Chaikovski, Rigoletto de Verdi, Rusalka de Dvořák, La Bohème de Puccini, Billy Budd de Britten, Fidelio de Beethoven, Les pêcheurs de perles de Bizet y Lucia di Lammermoor de Donizetti.

Este programa comenzará mañana domingo 12 de abril cuando ya se podrá disfrutar de la Messa da Requiem, El gato con botas y el podcast de ABAO Bilbao Opera. El lunes se incorporará la ópera Eugene Onegin y el martes Horizontes de Excelencia con Pedro Halffter y Ainhoa Arteta.

Todas las semanas los lunes, miércoles y viernes se podrá disfrutar de un nuevo estreno de ópera que permanecerá accesible durante diez días.

CRÓNICAS DE ABAO

Para disfrutar de momentos inolvidables de la historia operística de la Asociación. La serie está compuesta por varios vídeos de una duración aproximada de 80 minutos, con las mejores escenas de óperas imprescindibles. Se divide en tres grandes colecciones:

Momentos Fundación BBVA

Esta colección recoge las mejores escenas de algunas de las óperas patrocinadas por el patrocinador principal de la temporada y actividades de ABAO, la Fundación BBVA, desde la temporada 2012-2013.

Momentos Tutto Verdi

Un proyecto icónico de ABAO iniciado en 2006 no podía faltar en esta experiencia virtual. Esta colección recoge actuaciones singulares de algunos de los 29 títulos del repertorio verdiano que ABAO ha puesto en escena en este gran proyecto cultural único en todo el mundo.

Horizontes de Excelencia

Fruto de la colaboración entre la Fundación BBVA y ABAO se podrá disfrutar también de los extraordinarios encuentros exclusivos que se han realizado con artistas como Ainhoa Arteta y Pedro Halffter en torno a la ópera La Bohème..

JUGAR, DIVERTIRSE Y APRENDER CON ABAO TXIKI

En #ABAOenCasa no podía faltar una propuesta para que los más jóvenes puedan seguir disfrutando del proyecto Abao Txiki, el programa de ABAO especialmente diseñado para disfrutar en familia y transmitir valores esenciales de convivencia y educación.

El programa se compone de cinco títulos: Txanozuritxu, ópera original en euskera basada en la conocida historia de Caperucita; los inolvidables cuentos El gato con botas de Perrault y El Sastrecillo valiente de los Hermanos Grimm; el clásico de Dickens Cuento de Navidad, y el original y divertido Ni fú ni fa sostenido.

EL CICLO “EL ABC DE LA ÓPERA” EN CLAVE PODCAST

Para aquellos que quieran completar la programación anterior tenemos una propuesta: el podcast ABAO Bilbao Opera.

Aquí, además de otros contenidos, se podrá acceder al ciclo de conferencias “El ABC de la Ópera”. Un programa para conocer todas las claves de los compositores, voces y títulos de las dos últimas temporadas de ABAO con la musicóloga Eva Sandoval, los críticos Luis Gago, Rubén Amón y Andrea Merli, la directora de orquesta y soprano Pilar Jurado y los periodistas Mariela Rubio y Rafael Bernardo.

¿CÓMO SE PUEDE ACCEDER A TODOS ESTOS CONTENIDOS?

Para el Escenario Virtual, ABAO Bilbao Opera ha diseñado un acceso gratuito, cómodo, fácil y sin registros, en tres sencillos pasos:

1.        Acceder a www.abao.org desde cualquier dispositivo.

2.       Clicar en el botón negro de la parte superior: Disfruta de la ópera #ABAOenCasa

3.       Acceder directamente al contenido que más te guste.

Para disfrutar del podcast de ABAO, el proceso es igual de sencillo:

1.        Descargar una aplicación de podcast en el móvil o tableta, si no hubiera una instalada

2.       Buscar “ABAO Bilbao Opera”

3.       Reproducir el archivo audio que más te interese.

Pero esto no va a ser todo…. Es importante estar en contacto con ABAO y visitar la web para conocer las nuevas iniciativas y los estrenos del programa #ABAOenCasa.

NO TE CONTAMOS TODO…DESCÚBRELO.

En ABAO en casa te ofrecemos nuevos estrenos, actividades…y alguna sorpresa. Consulta en nuestra página web www.abao.org la programación y novedades de cada semana.

ABAO ACCESIBLE

Con esta iniciativa ABAO Bilbao Opera quiere en estos momentos ofrecer y compartir gratuitamente con toda la sociedad lo mejor de su videoteca y contenidos. Un esfuerzo más de su labor de divulgación artística y didáctica, y su compromiso con la cultura, que defiende como un bien esencial. #YoSoyABAO ahora es también #ABAOenCasa.

Entrevista Franco Vassallo

 

Entrevista Franco Vassallo

 

Entrevista Franco Vassallo

 

Entrevista Franco Vassallo

 

Entrevista Franco Vassallo

 

Entrevista Franco Vassallo

 

Entrevista Franco Vassallo

 

Entrevista Franco Vassallo

 

Entrevista Franco Vassallo

Era apenas un niño cuando un profesor le escuchó cantar por los pasillos del colegio. Inició entonces sus estudios de música y su interés por las artes y las humanidades, las grandes pasiones de Franco Vassallo. Meticuloso hasta el extremo preparando sus personajes, llega al Liceu de Barcelona con Aida y nos brinda un Amonasro lleno de intensidad y dramatismo. Nos habla de ello en esta entrevista para
Brío Clásica.
ENTREVISTA FRANCO VASSALLO / BRÍO CLÁSICA
B.C: Sus comienzos fueron muy originales: le escuchó un profesor cantar de manera casual en los pasillos de la escuela. Si no hubiera sido así, ¿se habría decidido igualmente por la música y el canto? ¿Cómo fue ese inicio?
F.V: A estas alturas, con la experiencia de estos años a mis espaldas, es difícil decir lo que hubiera hecho si aquel entrañable episodio ocurrido en la escuela no hubiera sucedido, pero con toda seguridad hubiera encontrado otro camino para focalizar mi pasión por el arte, la cultura, la literatura y la filosofía. Ante todo, digamos que me considero un humanista.
B.C: ¿Podría describir las características de su voz?
F.V: Es siempre difícil hablar de la propia voz en una grabación, ya que desgraciadamente los cantantes no podemos escucharnos a nosotros mismos en vivo. Diría que la mía es franca, sincera, directa. Creo que siempre ha tenido una cierta dulzura, que aún conserva, aunque lógicamente con los años ha madurado y ha ganado en rotundidad, tomando un color más bronceado que me ha permitido afrontar un repertorio más dramático.
B.C: Sabemos de su interés y conocimiento por la dramaturgia, pieza fundamental en la ópera. Cuando se interpreta un rol en muchas ocasiones, ese personaje, ¿lo hace suyo y le imprime un determinado carácter para siempre o tiene más peso la producción y el director de escena?
F.V: La dramaturgia en el género operístico es fundamental porque la ópera es teatro y música, por lo que no puede prescindir de su parte teatral. Pero la verdad escénica de la ópera se obtiene encontrando la llave justa del personaje, que no está solo en la parte actoral sino que se obtiene también y, sobre todo, a través de la partitura, porque el compositor lo deja todo muy claro. ¡Todo está en la partitura! De hecho, estos compositores, como Verdi, no han sido nunca olvidados porque eran verdaderos genios; crearon unas obras maestras que aún hoy escuchamos y por eso se han convertido en inmortales. Tenían una capacidad intuitiva e innata de plasmar en la partitura la verdad escénica del personaje. Cuando te lo haces tuyo –en mi caso además me ha ayudado el método Stanislavski, que he estudiado– lo haces revivir a través tuyo. En el período de estudio pensamos el personaje para construirlo y darle forma, pero una vez subimos al escenario dejamos de pensar para simplemente ser él y vivir como él, es decir, en mi caso trato de mirar y sentir como el personaje; lo dejo fluir. Los intérpretes racionalmente sabemos qué está sucediendo en la escena y lo que pasará después, en cambio el personaje no lo sabe, por eso hay que vivirlo y reaccionar de forma verdadera ante todo lo que le está sucediendo. Es algo complejo, pero al mismo tiempo apasionante, muy parecido a lo que siente un actor, aunque nosotros, los cantantes, tenemos además la ventaja de apoyarnos en la columna sonora, la música, que describe la situación que estamos viviendo y ofrece a nuestra actuación una fuerza expresiva increíble. Por otro lado, también tenemos la desventaja de que si estamos acatarrados no nos queda otro remedio que salir y cantar [risas].
B.C: A partir del 13 de enero está participando en la producción del Liceu de Aida, de Verdi, con la dirección musical de Gustavo Gimeno y la escenografía de Mestres Cabanes. ¿Qué Amonasro vamos a ver en el Liceu?
F.V: Cuando llego a los primeros ensayos naturalmente ya siento que el personaje corre por mis venas; lo siento mío y me he hecho una idea completa del rol que obviamente tengo que contrastar con el director de escena; trato siempre de encontrar un equilibrio entre la idea que tiene él del personaje y la que tengo yo. Obviamente siempre hay algunos directores con los que conecto más que con otros, pero a veces me presentan una visión del rol que, aunque de entrada no concuerde con ella, si la idea es inteligente, simplemente me dejo llevar por sus indicaciones hasta acabar haciendo mía su propuesta. En todo caso, nosotros, los intérpretes, como los directores musicales o de escena, debemos estar al servicio de la música y del compositor. Me viene a la mente una frase bellísima que Verdi le dijo al barítono Felice Varesi, que estrenó varias de sus óperas: “Te pido que por favor sirvas antes al poeta que al músico”; viniendo de Verdi me resulta fascinante, porque quiere decir que tenía un gran respeto a la realización escénica, porque era como decir: si hacemos un buen teatro la música viene sola, por eso creo que hay que tener un gran respeto por el libreto. En cuanto al Amonasro que interpreto, lo siento como un personaje intensísimo, trágico y doloroso; es un rey que Verdi nos describe e invita a interpretar con “impeto selvaggio” (ímpetu salvaje), un dato que está ahí, en la partitura; pero a veces nos olvidamos de su inmensa humanidad. En su gran momento escénico, en el dúo con Aida, su carácter práctico y determinante que debe tener como político se topa con los afectos y sentimientos; vemos a un padre que se ve obligado a pedirle a su hija un sacrificio enorme, obligándola por su pueblo a traicionar al hombre que ama. De ahí su rabia, que no es otra cosa que una reacción humana al dolor interno que siente por tener que pedirle algo tan cruel a una hija. Es un personaje que vive intensamente el dolor; al final del dúo le dice a su hija algo increíble: “Pensa che un popolo, vinto, straziato, per te soltanto risorger può” (“piensa que un pueblo conquistado, desgarrado, solo gracias a ti puede levantarse de nuevo), es decir, “todo está en tus manos y por nuestro pueblo debes hacer este sacrificio, que sé que es infame, pero no hay otro camino”. Es sin duda uno de los momentos más bellos de toda esta escena. Por otro lado, Amonasro demuestra ser un gran rey, inteligente y guerrero pese a haber sido derrotado en la batalla. Vive situaciones extremas desde el inicio al fin, ya que desde que entra en escena está casi condenado a muerte y en muy poco tiempo debe hacer de todo para conseguir sus objetivos, salvar a su pueblo y su propia vida. En resumen, estamos ante un personaje absolutamente trágico por todo lo que le sucede, pero a la vez fascinante aún siendo relativamente breve.
B.C: En 2004 interpretó a Zurga, en Les pêcheurs de perles en Bilbao, en 2008 fue Fígaro en Il barbiere di Siviglia en la Ópera de Las Palmas, en 2014 participó en I vespri siciliani en el Teatro Real interpretando a Guido di Monforte, y ahora llega al Liceu de Barcelona con Amonasro. ¿Por qué han sido tan espaciadas sus actuaciones en España?
F.V: Además de los compromisos que usted cita, en realidad debuté en España con I vespri siciliani en la Ópera de Bilbao en 2001 y también canté Ernani en Las Palmas de Gran Camaria en 2005 e I Puritani en Menorca en 2008. En todo caso, y en comparación a la carrera que he hecho en otros países, es cierto que mi presencia en España ha sido escasa, pero no ha sido por mi voluntad, porque lo cierto es que adoro este país y me encanta trabajar aquí; simplemente ha sucedido lo habitual en estos casos: a veces llegan ofertas en épocas en las que estás ocupado y el tiempo va pasando sin que coincidan las agendas.
B.C: ¿Cómo se siente más cómodo, con la intensidad expresiva y vocalidad contundente de Amonasro o la ligereza y brillantez de Fígaro? ¿Cómo se abordan técnicamente roles tan diferentes?
F.V: Como la antigua escuela del “canto sul fiato” decía, no están reñidas estas dos formas de cantar e interpretar, es decir, es importantísima la ductilidad vocal; hay que poder pasar de un rol brillante a uno dramático y viceversa, sobre todo cuando el instrumento te lo permite. Cuando la voz con la experiencia y madurez está lista para afrontar el repertorio dramático, es importante regresar de vez en cuando al repertorio belcantista para mantener la elasticidad y el squillo, así evitamos que la voz se vuelva pesada. Recordemos que los cantantes del pasado cambiaban del repertorio ligero al pesado con una rapidez pasmosa; creo simplemente que teniendo un mínimo de tiempo, si mantienes la voz en el lugar adecuado, sin forzar, puedes cambiar sin mayores problemas. Este año felizmente he vuelto a interpretar a Figaro (Il barbiere di Siviglia) en la Ópera de Hamburgo viniendo de interpretar Rigoletto, y me he encontrado rápidamente cómodo en la frescura y la elasticidad adecuada casi naturalmente y sin ningún trabajo previo. Lo que llamamos “memoria muscular” funciona siempre. En definitiva, no hay que forzar nada porque el sonido se vuelve pesado, solo hay que mantener la voz siempre alta y en la máscara.
B.C: Parece que cada vez cuesta más encontrar voces verdaderamente graves. De ser así, ¿a qué cree que es debido?
F.V: Creo que la voz que ciertamente es difícil de encontrar es la del verdadero bajo profundo; hoy en día predomina más el bajo-barítono, pero no sabría decir un motivo preciso. Las voces graves –a veces, no siempre– tienden a cantar de forma natural porque la voz ya suena por sí misma, sin necesidad de aplicar toda la técnica que sin duda sí necesitan las voces más agudas para que suenen bien. Esto a veces hace que las carreras de las voces más graves sean ligeramente más cortas, a no ser que trabajen la técnica con un buen maestro. En cualquier caso, el trabajo técnico es imprescindible para todas las cuerdas, y no siempre es gracias a contar con un buen profesor. Como decía el mío, no es solo importante un gran maestro, sino que ese gran maestro debe encontrar al gran alumno.
B.C: Teniendo en cuenta la evolución de su voz y de su canto, ¿qué nuevos roles tiene en mente para temporadas futuras?
F.V: Me gustaría seguir explorando el verismo y el repertorio pucciniano, como La fanciulla del West, Gianni Schicchi, Paglicci o Cavalleria rusticana, por ejemplo, pero al mismo tiempo mantener el repertorio verdiano que para el barítono es básico, y por supuesto el bel canto. Próximamente cantaré Il pirata, Lucia di Lammermoor y Roberto Devereux, un repertorio que para mí es fundamental para seguir manteniendo la voz dúctil.
B.C: ¿Habrá que esperar cuatro años más para volver a escucharle en España?
F.V: ¡Ojalá que no! Espero de corazón estar por lo menos cada año en algún teatro español.
Nabucco de Plácido Domingo en Les Arts

 

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El Nabucco de Pácido Domingo triunfa en El Palau Les Arts de Valencia
Por Diego Manuel García Pérez.En el valenciano Palau de Les Arts, han tenido lugar seis representaciones de Nabucco, las cuatro primeras interpretadas por el incombustible Plácido Domingo. Ya, hacía meses que las entradas estaban agotadas. El tenor madrileño es un verdadero fenómeno mediático, que moviliza a cantidad de publico en cada una de sus actuaciones. Un público venido de todo el mundo, con japoneses incluidos, donde podían verse señoras vistiendo kimonos. El estado vocal del tenor madrileño, ya frisando los setenta y nueve años, importa poco a estos grupos de entusiastas admiradores, que vienen con la idea premeditada de aplaudirlo y mostrarle su admiración. A todo ello se añadía la circunstancia de que Domingo volvía a cantar en España, después de ser sometido a una ola de acusaciones por acoso sexual hace más de treinta años, no habiéndose producido ninguna denuncia judicial, pero que han deteriorado la figura de este mito de la ópera, hasta el punto de tener que renunciar a sus actuaciones en EEUU y abandonar la dirección artística que ostentaba desde 2001 de la Ópera de Los Angeles. En la representación a la que asistí, tuve la ocasión de conversar con un crítico venido de Argentina, quien me comentó con verdadera tristeza que el famoso teatro Colón de Buenos Aires, también había vetado su presencia. Los grandes centros operísticos europeos siguen apoyándole, como ha sido en el pasado Festival de Salzburgo, interpretando Miller de Luisa Miller de Verdi, donde fue intensamente aplaudido, y también en el homenaje que ha recibido en el Teatro alla Scala de Milán, en el cincuenta aniversario de su debut en ese teatro, pocos días después de las representaciones de Nabucco en Valencia, donde la polémica alrededor de Domingo estuvo servida, ya que, en contraste con el entusiasmo del público en el interior del Palau de les Arts, por su presencia y actuación, exteriormente tenían lugar manifestaciones de colectivos femeninos que portaban grandes pancartas, con la frase “Nabucodonosor acosador”. Independientemente de estas circunstancias, cabe señalar que estas funciones de Nabucco, aparte de la presencia de Plácido Domingo, tuvieron como gran triunfadora a la Abigaile interpretada por soprano napolitana Anna Pirozzi, quien ya había impresionado al público valenciano con este mismo papel, en las representaciones de Nabucco que tuvieron lugar en mayo de 2015. La Orquesta de la Comunitat Valenciana, bien dirigida por Jordi Bernàcer, también brilló a gran altura. Y, como siempre, el Coro de la Generalitat Valenciana obtuvo un gran éxito, en una ópera como esta donde tiene una muy importante presencia, incluido el coro “Va pensiero” el más famoso y popular de toda la Historia de la ópera Italiana.Nabucco es la tercera ópera compuesta por Verdi, con libreto de Temistocle Solera, y su estreno tuvo lugar en el Teatro alla Scala de Milán, el 9 de marzo de 1842, constituyendo un gran éxito, hasta el punto de ser representada en aquella temporada y la siguiente, en 57 ocasiones, algo que nunca había ocurrido anteriormente. En Nabucco pueden verse influencias de Donizetti y Bellini, pero sus vigorosas melodías, junto a un apasionado lenguaje vocal, son ya típicamente verdianos. En esta ópera, y por primera vez, Verdi le da gran relevancia a la voz de barítono, asignándole el papel protagonista de Nabucco. Y, el de Abigaille -de una dificultad extrema- a una soprano drammatica d’agilità, siendo interpretada en su estreno por Giuseppina Strepponi, destinada a convertirse en compañera sentimental de Verdi y su futura esposa. El papel de Zaccaria (Gran pontífice de los hebreos), es también muy importante y requiere un bajo de voz rotunda y de gran extensión. Después de unos años en que esta ópera fue masivamente representada en teatros italianos y europeos, cayó en cierto olvido, programándose en muy escasas ocasiones. Su estreno americano tuvo lugar en el Teatro Colón de Buenos Aires, en 1914. La verdadera recuperación de Nabucco fue realizada por el maestro Vittorio Gui, en 1933, en el Teatro alla Scala de Milán, y también, ese mismo año, en transcurso del primer “Maggio Musicale Fiorentino”, en ambos casos con dos grandes cantantes Carlo Galeffi (Nabucco) y Gina Cigna (Abigaile). Vittorio Gui también dirigió las famosas representaciones -con una grabación en directo- que tuvieron lugar en diciembre de 1949, en el Teatro San Carlo de Nápoles, con la extraordinaria creación de Abigaile realizada por María Callas. Los principales fragmentos de esta grabación se pueden escuchar en YouTube. Ya, en 1951, con ocasión del cincuenta aniversario de la muerte de Verdi, la RAI realizó una grabación de estudio, dirigida por Fernando Previtali, con la magnifica Abigaile de la soprano Caterina Mancini, que puede escucharse integra en Youtube. En 1960, Nabucco fue representado por primera vez en el Metropolitan neoyorkino, interpretado por la soprano austriaca Leonie Rysanek, con la vocalidad que demanda Abigaile, aunque un tanto alejada del estilo de canto verdiano. Junto a Rysanek intervenían dos importantes voces plenamente verdianas: el barítono Cornell MacNeill (Nabucco) y el bajo Cesare Siepi (Zaccaria). Elena Suliotis de impresionante vocalidad y efímera carrera, interpretó Abigaile en los años sesenta y setenta; también la búlgara Ghena Dimitrova, fue una excelente Abigaile entre finales de los años sesenta hasta los noventa. En 1968, interpretó por primera vez el personaje de Nabucco, el gran barítono Renato Bruson, un verdadero estilista del canto, como puede comprobarse en su interpretación realizada en el Teatro Regio de Parma, en enero de 1979, junto con la impresionante Abigaile de nuestra Angeles Gulin, fallecida prematuramente en 2004 (este año 2019 se ha cumplido el ochenta aniversario de su nacimiento). Resulta extraordinario escuchar el gran dúo de Nabucco y Abigaile en las voces de Gulín y Bruson, disponible en YouTube. Renato Bruson será el más importante interprete de Nabucco, durante más de treinta años. La soprano ucraniana María Guleghina se convertirá a partir de mediados de los años noventa, en todo un referente del personaje de Abigaile, por vocalidad y gran temperamento dramático. Lo interpretó por primera vez en la parisina Ópera de la Bastilla en 1995, alternándose con Julia Varady, junto a un gran elenco que incluía al gran bajo Samuel Ramey (Zaccaria), Jean François Lafont (Nabucco), Violeta Urmana (Fenena) y José Cura (Ismaele); y, al año siguiente, en la Arena de Verona junto a Renato Bruson (versión completa en video disponible en YouTube). Desde entonces hasta la más reciente actualidad, lo ha interpretado en muchísimas ocasiones por todo el mundo. Cabe resaltar la toma en video comercializado en DVD por DEUTSCHE GRAMMOPHON en el Metropolitan neoyorkino, en 2001, con dirección de James Levine, donde Guleghina compartía reparto con Joan Pons (Nabucco) y Samuel Ramey. Fragmentos de esta grabación pueden escucharse en Youtube. Solapándose con Guleghina, surgen en 2013, dos excelentes interpretes de Abigaile: Anna Pizozzi en el Festival de Salzburgo, dirigida por Riccardo Muti (gran avalista de esta partitura), y la ucraniana Liudmyla Monastyrska, en el Teatro alla Scala, junto al magnífico Nabucco de Leo Nucci, y ese mismo año 2013, en el Covent Garden, con Placido Domingo como Nabucco, existiendo una toma en directo comercializada en DVD por SONY. Desde entonces Pirozzi y Monastyrska, están interpretado con bastante frecuencia el personaje de Abigaile. La Deutsche Ópera de Berlín ha programado Nabucco en la temporada 2019-2020, con la alternancia de María Guleghina, Anna Pirozzi y Liudmila Monastyrska.

La producción de Nabucco que ha podido verse en el Palau de les Arts, proviene de la Washington National Opera en coproducción con The Minnesota Opera y la Opera de Philadelphia, y cuenta con la dirección escénica y escenografía de Thaddeus Strassberger y el vestuario de Mattie Ullrich. Esta producción pretende reproducir lo que pudo ser el montaje de Nabucco cuando se estrenó en el Teatro alla Scala, aquí aderezado con una propuesta de teatro dentro del teatro. Mediada la larga obertura inicial vemos a una serie de parejas de nobles austriacos bailando muy en la estética de la película El Gatopardo de Luchino Visconti, y que posteriormente van ocupando unos palcos habilitados a la izquierda del escenario para contemplar la representación. También pueden verse soldados vigilando cualquier reacción hostil del público italiano hacia la nobleza austriaca que entonces ocupaba Milán y toda la Lombardia. Una escenografía con unos decorados de cartón piedra, con frisos, mosaicos y grandes columnas, que reproducen en el Acto I, el Templo de Salomón en Jerusalem y en el Acto II, el Palacio de Nabucco en Babilonia, con una serie de telones superpuestos que producen una auténtica sensación de profundidad escénica. En el Acto III, antes de comenzar el famoso coro “Va pensiero”, la acción puede verse desde detrás del escenario como si los espectadores estuviesen entre bambalinas. Al final de la representación los interpretes recogen ramos de flores lanzados por el público austriaco sobre el escenario, devolviéndolos con furia hacia los palcos y desplegando dos pancartas con los colores de la bandera italiana y las inscripciones, en una de ellas la “W”, y en la otra la palabra VERDI, siglas que en su conjunto formaban las palabras: Viva Victor-Enmanuele Rey de Italia (verdadero símbolo de los patriotas italianos contra la dominación austriaca). El diseño de vestuario de Mattie Ullrich resulta en exceso colorista para los babilonios en contraste con las tonalidades blancas de los hebreos.

Dirección contrastada y enérgica, con gran capacidad concertadora de Jordi Bernàcer, al frente de la Orquesta de Comunidad Valenciana, que vuelve a demostrar ser un conjunto de altísima calidad, y ello se hace patente desde la magnífica ejecución de la obertura: una página larga, bien articulada y llena de contrastes, donde ya se exponen diferentes motivos musicales que irán reapareciendo a largo de la ópera, entre ellos, el que acompaña -con algunas pequeñas modificaciones- al famoso coro “Va pensiero”. La orquesta tiene una destacada actuación, en el transcurso de toda la representación, brillando en los momentos de mas intenso lirismo: introducción y acompañamiento de las arias de Abigaille, respectivamente del Acto II y la conclusiva de la ópera, o en el aria de Fenena del Acto IV. Y, en contraste, muestra una incontenible fuerza, en el vibrante final del Acto I, cuando Nabucco irrumpe en escena, cuyo tema musical recurrente ya expuesto en la obertura, es retomado en la introducción orquestal del Acto III, y en la coda final de la cabaletta interpretada por Nabucco, en su gran escena del Acto IV. Señalar también, la magnífica intervención orquestal en el dúo de Nabucco y Abigaille del Acto III, y en la obertura del Acto IV. A la dirección de Jordi Bernàcer, se le puede reprochar cierta tendencia a utilizar sonidos en forte. Finalmente, y dentro del alto nivel ofrecido por los integrantes de la orquesta, cabe destacar la espléndida actuación de la cuerda grave en especial los violonchelos, así como de las maderas donde brillan la flauta y el oboe solistas.

La gran triunfadora de estas representaciones, ha sido la soprano napolitana Anna Pirozzi, quien compone una Abigaille de gran estatura vocal y dramática. Voz voluminosa y de luminoso timbre, buen fiato, excelente capacidad para regular el sonido, y unos agudos y sobreagudos anchos y bien emitidos, (algunas notas extremas algo forzadas), siendo su punto más débil una limitada gama de graves. Su voz sobresale con fuerza en los momentos de mayor contundencia orquestal: los concertantes conclusivos de los Actos I y II. Ofrece un buen dominio de la coloratura belcantista, y resuelve con pericia los endiablados saltos de octava que jalonan gran parte de sus intervenciones. Realiza una gran actuación en su gran escena del Acto II, iniciada con el violento recitativo “Ben io t’inventi”, para pasar al canto lírico e intimista del aria “Anch’ dischiuso un giorno” y, seguidamente, mostrar una fuerza arrolladora en la cabaletta “Salgo già del trono aurato”. Destaca también, su gran interpretación en el dúo con Nabucco del Acto III, insertando en sus diálogos con un implorante Nabucco, una vibrante cabaletta, cuyo tema musical aparecía expuesto en la obertura inicial. Anna Pirozzi luce de nuevo su vocalidad y fuerza interpretativa, en su bellísima aria final “Su me, morente, essanime” con exquisitas medias voces, y emitiendo delicadas notas en “pianissimo”.

Desde que inició su etapa como barítono, he tenido ocasión de escuchar a Plácido Domingo, en el Palau de Les Arts, en varios papeles verdianos: Francesco Foscari de I due Foscari, en 2013, Macbeth, en 2015 y Rodrigo Marques de Posa de Don Carlo, en 2017, al que se añade este Nabucco. Domingo no es un barítono sino que canta con voz de tenor papeles baritonales. En el transcurso de esos seis años que median entre su creación de Francesco Foscari y Nabucco, la voz se ha ido –lógicamente- deteriorando, con una cada vez con mayor falta de fiato, que le impide construir debidamente las largas frases verdianas. Sin embargo mantiene su bello timbre, milagrosamente juvenil, y una gran capacidad teatral que compensa sus limitaciones vocales. Su entrada escénica en el Acto I, resultó titubeante, con la voz casi inaudible en el gran concertante que cierra el Acto I, al lado de voces tan contundentes como las de Anna Pirozzi y Alisa Kolosova. Mejoró bastante en el final del Acto II, cantando en el mejor estilo verdiano “S’appresan gl’istante”. Afrontó notablemente su gran dúo del Acto II con la poderosa Abigaile de Anna Pirozzi, alternando momentos plenos de fuertes acentos “Donna, chi sei”, “Oh, di qual’onta aggravasi”, con otros llenos de patetismo en sus reiteradas frases ”Ah, miserando veglio…L’ombra son io del re”, en contraste con la agresividad de Abigaile. Ya, en su gran escena del Acto III, se producen sus mejores momentos en el aria “Dio di Giuda”, donde canta con delicados acentos, tendido en el suelo boca abajo, (algo verdaderamente insólito para una persona casi octogenaria), e interpreta con fuerza y expresividad la cabaletta “O Prodi miei, seguitemi”.

El papel de Zaccaria de gran exigencia vocal y escénica, fue interpretado por el bajo Riccardo Zanellato, con buen estilo de canto verdiano, aunque falto de volumen y con dificultades en los registros grave y agudo, que se ponen de manifiesto en los frecuentes saltos de octava, que debe realizar en sus muchas intervenciones a lo largo de la ópera. Su actuación no pasó de discreta, en escenas de autentico lucimiento como el aria “Sperate, o figli…” seguido de la cabaletta “Come notte a sol fulgente” del Acto I y al final del Acto III “Oh,chi piange?…Del futuro nel buio discerno”. Su mejor momento estuvo en la interpretación del aria del “Tu sul labro” perteneciente a la Preghiera, en el Acto II.

La mezzo rusa Alisa Kolosova en el papel de Fenena, lució una voz voluminosa de bello timbre. En su única intervención solista, el aria “Oh dischiuso è il firmamento” del Acto IV, muestra una delicada y elegante línea de canto plena de líricos acentos. Destacar también, su intervención en el “terzettino” del Acto I, junto a Abigaille (ambas compiten en volumen vocal) y el Ismaele interpretado por el tenor mejicano Arturo Chacón-Cruz, de voz poco voluminosa, aunque canta con estilo y musicalidad, sobre todo en su vibrante arioso “Per amor del Dio vivente dall’anatema cessate”, perteneciente al Acto II. Entre los papeles comprimarios cabe destacar la magnífica actuación del bajo coreano Dongho Kim (El gran sacerdote), con unos medios vocales bastante superiores a los de Riccardo Zanellato. Bien en sus breves intervenciones Sofia Esparza como Anna, la hermana de Zaccaria, y el tenor ucraniano Mark Serdiuk como Abdallo (fiel oficial de Nabucco).

“El Coro de la Generalitat Valenciana”, dirigido por Francec Perales, brilló a gran altura, destacando -obviamente- en su extraordinaria interpretación del famosísimo “Va pensiero”, que vuelve a escucharse una vez finalizada la ópera, después de los desplantes de los interpretes a los nobles austriacos. También, señalar sus magníficas interpretaciones de otros grandes momentos corales: “Gli arredi festivi giù cadona infranti”, de muy bella factura, con el que arranca la ópera. También, el coro de los Levitas del Acto II “Il maledetto non ha fratelli”, cuyo vibrante tema musical, ya aparecía expuesto en la obertura inicial. Y, las intervenciones en los concertantes conclusivos de los Actos I y II, o su importante presencia en todo el final del Acto III. En esta producción, la ópera concluye con el magnífico coro “Immenso Jeovha”, que habitualmente antecede al recitativo-aria “Oh! chi vegg’io…..Su me, morente esanime”, donde se produce la muerte de Abiagaile.

Franco Vassallo

Después de consolidar su carrera como uno de los grandes intérpretes del bel canto romántico, Franco Vassallo se ha convertido en uno de los más importantes representantes del repertorio verdiano de la actualidad. El barítono italiano debuta en enero en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona con su inigualable Amonasro, el padre de la protagonista de la popular ópera Aida de Verdi.

Es precisamente en el repertorio verdiano en el cual Vassallo concentra su actividad en la actualidad, siendo considerado como una referencia en títulos como Simon Boccanegra, Attila, Un ballo en maschera, Don Carlo, Rigoletto, Macbeth, Nabucco, Otello, Il Trovatore, Luisa Miller y La forza del destino, obras que ha interpretado en algunos de los teatros más importantes del mundo, de Nueva York a Milán.

Amonasro es un papel muy complicado de interpretar”, explica Vassallo, “sobre todo porque hay que dar credibilidad a la frustración de un rey destronado y humillado que, además, descubre que su hija ama al líder del ejército que devastó a su propio pueblo. Hay que saber medir la entrega y la emoción que todo ello conlleva, siempre junto a una orquesta importante que es la que Verdi imaginó para Aida”. También afirma que “Aunque el papel no es muy largo, es una de las partes más intensas y dramáticas de los grandes personajes para barítono de Verdi, con largos pasajes densos y demandantes, que requieren un gran canto legato, fraseo, robustez y un amplio rango vocal”.

Franco Vassallo actuará en el Liceu los días 14, 17, 20, 23, 28 y 31 de enero y 2 de febrero en la histórica producción de Mestres Cabanes realizada a mediados del siglo XX, una joya de la escuela catalana de escenografía.

Entre otros, más adelante le esperan una nueva producción de Don Carlo en el Festival de Pascua de Salzburgo y en la Semperoper de Dresde dirigido por Thielemann y Otello y Luisa Miller en el Comunale de Bolonia.

Web Franco Vassallo 

Don Carlo
Giuseppe Verdi (1813-1901)
Ópera en cinco actos
Libreto de Joseph Méry y Camile du Locle, basado en la obra Don Carlos, infant von Spanien (1787) de Friedrich Schiller, traducida al italiano por Achille de Lauzières y Angelo Zanardini.
2 de octubre, Teatro Real de Madrid
D. musical: Nicola Luisotti
D. escena: David McVicar
Escenógrafo: Robert Jones
Figurinista: Brigitte Reiffenstuel
Iluminador: Joachim Klein
Coreógrafo: Andrew George
Dramaturgo: Maite Krasting
D. coro: Andrés Máspero
Reparto: Michele Pertusi, Andrea Caré, Simone Piazzola, Rafal Siwek, Fernando Radó, Ainhoa Arteta, Silvia Tró Santafé, Natalia Labourdette,
Moisés Marín, Leonor Bonilla, Mateusz Hoedt, Cristian Díaz,
David Sánchez, Francis Tójar, David Lagares y Luis López NavarroLas intrigas palaciegas de la corte española han sido siempre fuente de inspiración para escritores y músicos. Sobre todo aquellas alimentadas por la “leyenda negra” que llegaba principalmente de Inglaterra, la potencia rival de la corte española en aquel momento. Y a Friedrich Schiller, autor de la obra en la que se basa el libreto de Joseph Méry y Camille du Locle le interesó más la fabulada leyenda que la historia real.Verdi no escapó a esta fascinación. Interesado por el tema tras una visita al Escorial durante su estancia en Madrid, pensó que con Don Carlo podía responder al encargo de la Ópera de París para la celebración de la Exposición Universal de 1867. Una temática como esta era perfecta para el público de París, amante de la gran opéra francesa, con escenografías espectaculares y de gran intensidad dramática.Pero, a pesar del despliegue de medios durante su composición, Verdi no estaba satisfecho con el resultado. Introducía constantes modificaciones. Hasta tal punto, que la primera versión de Don Carlo nunca llegó a estrenarse. Tras el primer ensayo general y antes del segundo, la gran cantidad de modificaciones realizadas en la partitura desembocaron en una segunda versión, que fue la que se estrenó en 1867, conocida como “la versión de París”.Había llegado el momento de estrenar la ópera en Italia y, ni el gusto del público italiano, poco acostumbrado a obras casi interminables, ni la capacidad de los teatros, respondían a las exigencias de la versión parisina de Don Carlo. Verdi decidió entonces realizar un drástico recorte a la obra, cediendo así al pragmatismo italiano. Nació entonces la “versión de Milán” de 1884, en la que se prescinde de los ballets y del primer acto, el de Fontainebleau. Esta ha sido hasta la fecha, la versión más representada en España.En 1886 Verdi revisa de nuevo la obra. La supresión del primer acto dejaba algunos vacíos en la narrativa. Decidió entonces volver a incluir Fontainebleau. No en vano es en este acto en el que se plantea el tema principal de la obra, los sentimientos más íntimos de los personajes, frente a sus responsabilidades públicas. Nace entonces, “la versión de Módena”. La que recupera el Teatro Real en esta temporada.

La escenografía es abstracta, muy típica de David McVicar, del que recordamos su Vuelta de tuerca y la más reciente Gloriana, ambas de Britten. La reposición escénica ha estado a cargo de Axel Weidauer, que justifica la escenografía citando al autor del libreto, Friedrich Schiller: “los más bellos sueños son los que se tienen en la cárcel”. Y sin duda esta frase ha inspirado la escena hasta conseguir una atmósfera opresiva y claustrofóbica. Compuesta únicamente por estructuras de ladrillo gris cuyo ligero movimiento crea nuevos espacios en los que nada cambia. Solo algunos elementos simbólicos nos trasladan de escenario.

McVicar utiliza siempre el vestuario como elemento fundamental de contextualización de la obra. Su rigor histórico y el de los extraordinarios figurines de Brigitte Reiffenstuel son absolutamente evocadores del momento histórico que viven los personajes. Es un vehículo perfecto entre la historia que narra la obra y la moderna y ecléctica escenografía.

La dirección musical estuvo a cargo de Nicola Luisotti. Con él la orquesta suena a Verdi. A veces, demasiado. El volumen de sonido fue a menudo excesivo y algo farragoso. Quizá por eso los mejores momentos de la orquesta fueron aquellos que requerían mayor expresividad. Fue de menos a más en su dirección y supo mantener el pulso hasta el final. Consigue un buen nivel de teatralidad y una continuidad narrativa que facilita el trabajo de los cantantes.

El coro fue un elemento importante en la dramaturgia. Figurines perfectos y ese sonido conjunto que hace vibrar el corazón de toda la sala.

Las voces estuvieron encabezadas por el Don Carlo de Andrea Caré. También su actuación fue de menos a más. Comenzó con un seseo algo grosero que fue despejando, dando lugar a un buen fraseo que realzaba un hermoso y homogéneo timbre. Su expresividad, tanto vocal como escénica, fue casi inexistente.

La Isabel de Valois de Ainhoa Arteta estuvo a una gran altura. Su voz, siempre audible y timbrada, delineó un personaje sufrido en lo más íntimo y lleno de dignidad y solemnidad en su parte institucional, gracias, sobre todo, a su extraordinaria presencia escénica. Interpretó su Elisabetta con elegancia y musicalidad y brilló en las medias voces.

La siempre solvente Silvia Tró, supo darle a su Princesa de Eboli la distante frialdad que se le supone. Su registro mantiene un amplio recorrido que le permitió hacer frente a una tesitura aguda por momentos, pero también a los exigentes graves que acomete el personaje en “O don fatale”.

El Filippo II de Michele Pertusi tuvo sus mayores cualidades en la interpretación y el intencionado fraseo. Pero el volumen de su voz y unos graves insuficientes, desdibujaron en parte un personaje, que pide más rotundidad vocal y más profundidad psicológica

Algo parecido ocurrió con El gran inquisidor de Rafal Siwek. Su presencia en escena viste al personaje, pero resulta muy escaso en términos vocales.

Simone Piazzola dio vida a un Rodrigo con todas sus cualidades de lealtad y camaradería hacia su amigo, el Infante. Tuvo momentos de inspiración y fraseo con gusto, sobre todo en los dúos y en el momento de su muerte.

El Tebaldo de Natalia Labourdette quedó casi inédito. Entre el volumen de la orquesta y el de su voz, apenas pudimos escucharla.

A muy buen nivel estuvo la interpretación del fraile de Fernando Radó. Y los diputados flamencos de Mateusz Hoedt, Cristian Díaz, David S´nachez, Francis Tójar, David Lagares y Luis López Navarro.

Un correcto inicio de temporada con más espectáculo en el patio de butacas que en escena.

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real
Vídeos: Teatro Real

Entre los días 18 de septiembre y 6 de octubre, el Teatro Real ofrecerá 14 funciones de Don Carlo, de Giuseppe Verdi, inaugurando su temporada nº 23 desde la reapertura.

Don Carlo, 23ª de las 26 óperas de Verdi, es la más larga de su catálogo y la que fue sometida a un mayor número de revisiones: en un lapso de casi 20 años, de 1867 a 1886,  el compositor escribió diferentes versiones intentando encontrar el equilibrio dramatúrgico y musical de la partitura, que se vio afectada, desde su génesis, por las imposiciones de los teatros.

Verdi retoma sus temas recurrentes ─la lucha entre los sentimientos íntimos y el deber político, el ansia de libertad frente al poder opresor, los ideales revolucionarios, los amores prohibidos, la relación paterno-filial, la amistad, etc.─ a través de la sensibilidad e ímpetu románticos de Friedrich Schiller, que ya había inspirado tres óperas anteriores: Giovanna D´Arco, I Masnadieri y Luisa Miller. Partiendo de su drama Dom Karlos, Infant von Spanien, el compositor vuelve a acercarse al universo español que, con mayor o menor fortuna, impregnó otros cuatro títulos de su catálogo: Ernani, Il trovatore, Simon Boccanegra y La forza del destino.

Escrita para la Ópera de París, donde triunfaba la grand opéra, con sus cánones grandilocuentes (temas históricos o mitológicos, grandes masas corales y sinfónicas, ballets, etc.), la primera versión de Don Carlo, con libreto original en francés de François Joseph Méry y Camille du Locle, se estrenó en 1867, con gran pompa y boato, incluyendo la presencia de la familia real francesa.

Contrariado con las imposiciones de la Ópera de París y disgustado con las diversas adaptaciones y versiones de la ópera en italiano, Verdi decide reducir la duración de la obra para facilitar su difusión y evitar que cada teatro cortase la partitura a su antojo: nace así la llamada ‘versión de Milán’, de 1884, en la que se suprimen el primer acto, el ballet, etc. Esta versión en cuatro actos, más corta, más ágil, pero más débil dramatúrgicamente, es la que se ha presentado en el Teatro Real en 2001 y en 2005, con puesta en escena de Hugo de Ana.

Dos años después del estreno de la versión de cuatro actos, Verdi vuelve a revisar la partitura restituyéndole el primer acto, llamado de Fontainebleau, para dar una mayor consistencia dramatúrgica a la obra, ya que en él se perfila el contexto histórico y el entramado de las relaciones entre los personajes que propician el devenir del drama. Nace así la llamada ‘versión de Módena’, de 1886, con cinco actos y sin ballet, que ahora se podrá ver en el Teatro Real, con puesta en escena de David McVicar, que ha dirigido en anteriores temporadas Otra vuelta de tuerca (2010), La traviata (2015), Rigoletto (2015) y Gloriana (2018).

En un decorado monumental, gélido, opresivo y simbólico de Robert Jones ─que ‘materializa’ el enorme peso del poder religioso y político que caracterizó el reinado de Felipe II─ se suceden con fluidez los distintos espacios en los que se desarrolla la trama, cuya época es evocada por los trajes suntuosos diseñados por Brigitte Reiffenstuel.

Como en la producción de Gloriana, de Benjamin Britten, aclamada en 2018, McVicar, Jones y Reiffenstuel logran crear la atmósfera idónea para la introspección psicológica de los personajes, que, en Don Carlo, reflejan, más que en otras óperas de Verdi, sentimientos contradictorios y complejos, con implicaciones éticas, morales y sentimentales que les alejan de la dicotomía entre buenos y malos de títulos anteriores.

Nicola Luisotti, que la pasada temporada dirigió Turandot, de Giacomo Puccini, en la alabada producción concebida por Bob Wilson, dirigirá su cuarto título verdiano al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, después de Il trovatore (2007), Rigoletto (2015) y Aida (2018).Estará al frente de tres repartos, cuyos cantantes, mayoritariamente conocidos por el público del Real, se alternarán en los papeles del sexteto protagonista: Marcelo Puente*, Andrea Carè, Alfred Kim y Sergio Escobar*(Don Carlo); Maria Agresta, Ainhoa Arteta y Roberta Mantegna (Elisabetta de Valois); Luca Salsi, Simone Piazzola y Juan Jesús Rodríguez (Rodrigo, marqués de Posa); Ekaterina Semenchuk, Silvia Tro Santafé y Ketevan Kemoklidze (La princesa de Éboli); Dmitry Belosselskiy, Michele Pertusi y  Dmitry Ulyanov (Filippo II); y Mika Kares y Rafał Siwek (El gran Inquisidor).

*Marcelo Puente y Sergio Escobar interpretarán el papel titular de Don Carlo en lugar de Francesco Meli, que ha cancelado su participación en la ópera por enfermedad debidamente acreditada.

ACTIVIDADES PARALELAS

Del 10 de septiembre al 6 de octubre | Teatro Real, Foyer

Exposición del facsímil del Libro de horas de Carlos V, recientemente restaurado, en el foyer del Teatro anticipando la exposición del espléndido manuscrito original en Biblioteca Nacional a partir del 10 de octubre.

11 de septiembre, a las 20.15 horas | Teatro Real, Sala Gayarre

Enfoques 19/20: encuentro con Nicola Luisotti y Axel Weidauer, director musical y responsable de la reposición escénica de Don Carlo y Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real.

19 de septiembre, a las 18.00 horas y 21 de septiembre, a las 12.00 horas | Museo Lázaro Galdiano

La moda española del Siglo de Oro: visita temática sobre los aspectos más llamativos de la estética de la moda española del siglo XVI, a través de pinturas, joyas y tejidos. 

A partir del 20 de septiembre | Museo Naval

Visita-taller: El universo de los Austrias desde el punto de vista del mundo naval de los siglos XVI y XVII.

21 de septiembre, a las 20.00 horas | Radio Clásica y UER Unión Europea de Radiodifusión

Retransmisión en directo de Don Carlo en Radio Clásica, de RNE, y en las emisoras que integran la UER, Unión Europea de Radiodifusión. 

21 de septiembre y 6 de octubre | Monasterio de Yuste y basílica

Ciclo de conciertos del Emperador: visita al monasterio de Yuste y un concierto en su basílica con música del siglo XVI en honor al Emperador Carlos V. 

22 de septiembre, a las 12.00 horas | Teatro Real, Sala Principal

Los domingos de cámara I: los Solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real ofrecerán un concierto para contextualizar la ópera Don Carlo y a su compositor, Giuseppe Verdi.

24 de septiembre, a las 19.00 horas | Casa Árabe

El Escorial, sueños de una biblioteca universal: María Jesús Viguera, numeraria de la Real Academia de la Historia, analizará los manuscritos árabes de El Escorial y las razones por las que Felipe II los recopiló.

26 de septiembre, a las 17.00 horas | Museo Arqueológico Nacional

España en tiempos de los Austrias: un recorrido por las salas de la Edad Moderna para descubrir la España de los Austrias y la realidad histórica detrás del argumento de Don Carlo.

29 de septiembre, a las 11.00 horas | Teatro Real, Sala Principal

Ópera en cine: proyección de Aida, de Giuseppe Verdi, con dirección musical de Nicola Luisotti y dirección de escena de Hugo de Ana. 

1 de octubre, a las 18.00 horas y 3 de octubre, a las 12.00 horas | Museo Arqueológico Nacional

Tocando la historia: Un príncipe de perfil: una visita a la cámara acorazada del museo a través de una famosa medalla con el retrato del príncipe don Carlos, punto de partida para adentrarnos en el contexto sociocultural de la corte de Felipe II.

6 de octubre, a las 12.00 y a las 17.00 horas | Teatro Real, Sala Gayarre

¡Todos a la Gayarre!: El jardín de las delicias: talleres musicales para toda la familia, con dirección y presentación de Fernando Palacios. En esta sesión, la familia del rey Felipe II nos explica el cuadro del Bosco.

Del 10 de octubre de 2019 al 4 de enero de 2020| Biblioteca Nacional de España

Un museo en miniatura: Libro de horas de Carlos V: realizado en un taller parisino hacia 1500, uno de los manuscritos más importantes de la Biblioteca Nacional estará expuesto por primera vez al público, acompañado de otras cuatro piezas de la propia BNE.


 

Il Trovatore arde en el Teatro Real
IL TROVATORE
Giuseppe Verdi (1813-1901)
Dramma en cuatro partes
Libreto de Salvadore Cammarano, basado en la obra de teatro
El trovador (1836) de Antonio García Gutiérrez
D. musical: Maurizio Benini
D. escena: Francisco Negrín
Escenógrafo y figurinista: Louis Désiré
Iluminación: Bruno Poet
D. coro: Andrés Máspero
Reparto: Hibla Gerzmava, Artur Rucinski, Marie-Nicole Lemieux, Piero Preti,
Roberto Tagliavini, Cassandre Berthon, Fabián Lara, Moisés Marín, Sophie Garagnon
El Teatro Real estrena Il Trovatore, una de las óperas verdianas más populares y emblemáticas desde el momento de su estreno, y lo hace en coproducción con la Opéra de Monte-Carlo y la Royal Danish Opera de Copenhague.Fue compuesto el mismo año que La traviata y Rigoletto, pero Trovatore contiene ya el dramatismo belcantista que fue evolucionando en óperas posteriores. Los cambios técnicos y vocales, inician este período del belcanto, ese tránsito de la juventud a la madurez del maestro italiano.Otra de las razones por las que Il Trovatore es una ópera fetiche es por el desafío vocal para los cantantes. En parte, por lo que está escrito en la partitura y en parte por lo que no está escrito, y que, por tradición, se canta. Muchas de las dificultades de la obra, en realidad, no están escritas por Verdi, pero son muchos los cantantes que las llevan a cabo. Uno de estos ejemplos está en la segunda cabaletta de Leonora en el cuarto acto. En la versión que se representa en el Teatro Real, se interpreta, lo que hace que este rol sea extremadamente difícil. Según el maestro Benini, antiguamente se omitía este fragmento a petición de la cantante por su dificultad. Benini considera que es necesario mantenerla “porque la propia forma del belcanto exige respetar esta estructura, el arco compuesto por recitativo – aria – cabaletta. Si cortamos la cabaletta, cortamos el arco melódico.”Otro de los elementos que pertenecen a la tradición es el famoso Do de Manrico en el aria de La pira. En realidad, este Do aparece escrito a lápiz en la partitura original, pero no fue escrito por Verdi, se añadido con posterioridad. Y es que el belcanto siempre ha exigido una evolución de la vocalidad. Había que ser fiel a estos principios belcantistas y demostrar el virtuosismo de los cantantes y, tal vez, debía quedar también reflejado por escrito, de ahí su incorporación, en forma de añadido, a las partituras. Pero originalmente no aparece.

La endiablada vocalidad de Trovatore requiere, según el propio Verdi, de la participación de cinco cantantes de primer orden. No solamente el tenor y la soprano, todos deben ser los mejores cantantes en ese momento para estos roles. En el caso de esta producción del Teatro Real, más concretamente, del segundo reparto, este requerimiento no se cumple.

También el libreto ha sido objeto de polémica por su enrevesada trama. Una sucesión de escenas imposibles y de difícil comprensión y seguimiento por parte del público. Todas las pasiones desatadas entre los cuatro personajes principales, una gitana y su maldición, un trovador, falso hijo de la gitana, un malvado conde y una dama, Leonora, a la que pretenden los dos protagonistas. El amor, le venganza y el hechizo, son los argumentos principales del libreto de Salvadore Cammarano que, a su muerte, Verdi quiso respetar sin efectuar en el ningún cambio.

El director de escena Francisco Negrín ha tomado el fuego como elemento conductor y protagonista de la escenografía. Tiene una gran presencia a lo largo de la obra y representa ese pasado que quema la posibilidad de tener presente y futuro. Para Negrín, todos tenemos una carga del pasado que nos afecta y condiciona nuestras vidas.

La atmósfera oscura y asfixiante que se consigue es el elemento perfecto donde se desenvuelven los fantasmas del pasado de los personajes que se mezclan con ellos. Una oscuridad que se mantiene a lo largo de toda la obra y que termina resultando incómoda para el espectador. Sobre todo en la primera parte, que se convirtió en soporífera. Una escenografía con poca o ninguna originalidad y con detalles que poco aportaban a la obra.

El gran acierto de esta producción vino del foso. La experiencia de Maurizio Benini con el repertorio verdiano son de esas que hacen crecer la confianza tanto en la orquesta como en los cantantes. Elemento importante, el coro, fue de menos a más para terminar de forma espectacular.

La Azucena de Marie-Nicole Lemieux estuvo correcta en la interpretación, con unos poderosos graves que acentuaban el carácter oscuro del personaje. Pero resultó por momentos un poco gritona y con una línea d canto algo tosca.

El Manrico de Piero Preti se fue empequeñeciendo según avanzaba la obra. Su timbre es agradable pero la sensación era de debilidad, también en lo interpretativo.

Roberto Tagliavini ofreció una imagen de Ferrando más consistente, al igual que el Conde de Luna de Artur Rucinski, que acompañó sus potentes graves con una buena presencia escénica.

La más aplaudida de la noche fue la Leonora de Hibla Gerzmava, con una línea de canto más que correcta, dotó a su personaje de sensibilidad y elegancia.

Con esta obra el Teatro Real celebra con otro gran éxito su semana de la ópera, acontecimiento que ya se ha convertido en tradicional.

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real
Vídeos: Teatro Real

El Teatro Real finalizará su temporada con tres funciones de Giovanna d’Arco, de Giuseppe Verdi, en versión de concierto, los días 14, 17 y 20 de julio, con dirección musical de James Conlon, que ya demostró su sensibilidad y hondura en la lectura de páginas verdianas con Las vísperas sicilianas (2014), Luisa Miller (2016) y Macbeth (2017).

Plácido Domingo, que viene interpretando en los últimos años algunos de los más grandes papeles para barítono de Giuseppe Verdi ─los roles titulares de Simon Boccanegra, Nabucco, Rigoletto y Macbeth; Miller, en Luisa Miller; Francesco Foscari, en I due Foscari; Conte di Luna, en Il trovatore; Giorgio Germont, en La traviata; o Rodrigo, en Don Carlo─, encarnará en esta ocasión a un personaje menos conocido por el público: Giacomo, de la ópera  Giovanna d’Arco, que se escuchará por primera vez en el Teatro Real.

Domingo actuará junto con la soprano Carmen Giannattasio (Giovanna), que debutará en el Real, el tenor Michael Fabiano (Carlos VII) -que ya actuó en Cyrano de Bergerac en 2012 e I due Foscari en 2016, también junto a Plácido Domingo-, el tenor Moisés Marín (Delil), el barítono Fernando Radó (Taldot) y el Coro Titular del Teatro Real, preparado, como siempre, por Andrés Máspero. Con excepción de Plácido Domingo, todos los solistas, James Conlon y el Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real interpretarán la partitura verdiana por primera vez.

LA ÓPERA

Giovanna d’Arco es la séptima ópera del catálogo verdiano y pertenece al corpus de su primera etapa como compositor, en la que afloran ya la fuerza dramática de su música y sus hermosas melodías, pese a las limitaciones del libreto de Temistocle Solera, con el que Verdi había trabajado previamente en Nabucco, I lombardi y Attila. Este poeta, compositor, promotor operístico, viajero y libretista de éxito fue el segundo director del Teatro Real, apenas un año después de su inauguración, en 1851, y uno de los primeros empresarios italianos en montar producciones en el Real. 

Partiendo de una adaptación libre del drama romántico La doncella de Orleans, de Friedrich Von Schiller -autor que ha inspirado también I masnadieri, Luisa Miller y Don Carlo-, la trama de la ópera se vertebra en torno a la indómita personalidad de Giovanna d’Arco, que se debate entre la defensa a ultranza de la patria y sus sentimientos y emociones personales.

En su libreto, Temistocle Solera dignifica la muerte de la heroína, que es asesinada en el campo de batalla, y libera a la iglesia del dedo acusador de la Inquisición, convirtiendo al padre de la protagonista en el gran impulsor de su tragedia.

Esta preponderancia de la figura paterna en la ópera, cuyo personaje, Giacomo, interpretado por Plácido Domingo, experimenta a lo largo del drama una profunda transformación interior, da lugar a algunas de las más bellas páginas de la partitura, que presagian ya los grandes y complejos ‘padres’ creados por Verdi a lo largo de su carrera: Rigoletto, Giorgio Germont, Amonasro, Simon Boccanegra, Felipe II, etc.

Estrenada con éxito en el Teatro alla Scala de Milán en 1845, la ópera está compuesta por un prólogo y tres actos, en los que se articulan los números tradicionales –arias, dúos, tercetos, romanzas, cabalettas- articulados de manera contrastante y con una gran participación del coro, dividido muchas veces en dos y tres grupos que actúan simultáneamente.

Con Giovanna d’Arco Giuseppe Verdi se encuentra todavía en una encrucijada entre la utilización de los convencionalismos estructurales, estilísticos y argumentales que imperaban en la pujante creación operística italiana a mediados del siglo XIX, y la búsqueda y exploración de nuevos caminos que florecerían en obras posteriores.

Con la presentación de esta ópera se incorpora un nuevo título del catálogo verdiano al repertorio del Teatro Real, haciendo justicia a uno de los compositores más queridos por el público de Madrid a lo largo de los 200 años de su historia.

Más de 150 municipios de toda España se han sumado ya a la retransmisión de Il trovatore,  en pantallas instaladas en plazas, auditorios, museos, teatros, centros culturales, ayuntamientos y, por primera vez, en cuatro aeropuertos -Valencia, Málaga, Fuerteventura y Menorca-, en el marco de colaboración con Aena. [Puntos de retransmisión en España]

Este año retransmiten la ópera instituciones como: Museo Guggenheim BilbaoMuseo Carmen Thyssen MálagaCentro NiemeyerMuseo Arqueológico Nacional,  Colegio Oficial de Arquitectos de MadridFundación Cajasol,Fundación CanalFundación Francisco Giner de los RíosMuseo Etnográfico de Castilla y LeónMuseo Histórico-Etnográfico de Villafranca de Los Barros, entre otros.

El Gran Teatre del Liceu, en su Foyer, y el Festival de Música y Danza de Granada, en el Paseo del Salón, también ofrecerán la retransmisión desde el Teatro Real.

El Palacio de la Alfajería de Zaragoza facilitará el acceso al público a la Torre del Trovador, escenario original del drama romántico de Antonio García Gutiérrez en el que está inspirado la ópera.

Fuera de España la ópera será retransmitida en distintos espacios en China, India y varios países latinoamericanos: Chile, Guatemala, Perú, República Dominicana y Uruguay.

Una vez más la ópera se retransmitirá para todo el mundo en Facebook, y en Palco Digital y en la plataforma Opera Vision (Opera Europa), en una coproducción audiovisual con RTVE.

También podrán disfrutar de la ópera hoy a las 21.00 horas, los usuarios de las smarts tv de Samsung, con la aplicación de Palco Digital, y los usuarios de Amazon Alexa.

Además de la retransmisión de Il trovatore,  el público podrá ver, gratuitamente, en la Sala Gayarre del Teatro Real, proyecciones de 5 óperas de Giuseppe Verdi –La traviata, Aida, Un ballo in maschera, Otello y Falstaff, del lunes a viernes a las 19.00 horas, hasta completar aforo.  Este ciclo Verdi estará disponible gratuitamente durante toda la Semana de la Ópera en el Palco Digital.

El sábado 13 de julio, entre las 10.00 y las 14.00 horas, el público podrá acceder a los espacios más emblemáticos del Teatro Real (incluyendo su impresionante caja escénica), durante su tradicional Jornada de puertas abiertas, este año con talleres de atrezzo para niños.

Durante toda la Semana de la Ópera habrá concursos y sorteos que invitarán a la participación ciudadana a través de las redes sociales del Teatro Real, que se irán nutriendo de contenidos audiovisuales centrados en el trágico enredo de Il trovatore (hashtag #TRovatoreOnFire).

También los niños y niñas más vulnerables tendrán su lugar en la Semana de la Ópera, con un concierto el domingo, 7 de julio, a las 17.00 horas en la Sala Gayarre, en el marco del Aula Social del Teatro Real, desarrollada en coordinación con Acción Social por la música. Acompañados por la Camerata Tetuán, interpretarán música coral e instrumental con divertidos ejercicios corporales.

La Semana de la Ópera está patrocinada por Endesa, Telefónica, Loterías y Apuestas del Estado, Mutua Madrileña, Redexis y ENIT (Organismo Oficial Italiano para el Turismo).

Se ofrecerán 14 funciones de Il trovatore, entre el 3 y el 25 de julio, en una nueva producción del Teatro Real, en coproducción con la Ópera de Montecarlo y la Royal Danish Opera de Copenhague.

El 6 de julio, sábado, a las 21.00 horas, Il trovatore será retransmitida en Facebook, en la página de vídeo del Teatro Real, en Opera Vision (Opera Europa) y en pantallas instaladas en rincones de toda España, iniciando la programación de la quinta edición de la Semana de la Ópera (6 al 14 de julio).

Inscripciones abiertas hasta el 30 de junio para todos los ayuntamientos e instituciones que quieran retransmitir la ópera con el apoyo técnico y promocional del Teatro Real: como unirse a la retransmisión.

Fuera de España la ópera será retransmitida en China, India y distintos países latinoamericanos: Chile, Guatemala, Perú, República Dominicana y Uruguay.

La puesta en escena de Francisco Negrín procura deslindar los hilos dramatúrgicos de la siniestra trama de Il trovatore, con sus constantes flashbacks, basada en el drama del español Antonio García Gutiérrez.

En el foso estará Maurizio Benini, veterano director musical italiano, que volverá al Real después de sus elogiadas interpretaciones de Tosca y L’elisir d’amore.

Tres repartos de grandes voces verdianas darán vida al cuarteto protagonista de Il trovatore, encabezados, en el estreno y en la retransmisión del 6 de julio, por el tenor Francesco Meli, la soprano Maria Agresta, la mezzosoprano Ekaterina Semenchuk, el barítono Ludovic Tézier y el bajo Roberto Tagliavini.

En torno a Il trovatore se ofrecen múltiples propuestas culturales en el Teatro Real. [Ver agenda al final.]

Las funciones de Il trovatore están patrocinadas por Endesa.

La retransmisión de la ópera, en coproducción con RTVE, integrada en la Semana de la Ópera, está patrocinada por Endesa, Telefónica, Loterías y Apuestas del Estado, Mutua Madrileña, Redexis y ENIT (Organismo Oficial Italiano para el Turismo).

Entre los días 3 y 25 de julio el Teatro Real ofrecerá 14 funciones de una nueva producción de Il trovatore, de Giuseppe Verdi, en coproducción con la Ópera de Montecarlo y la Royal Danish Opera, que han estrenado la producción el pasado año.

Diecisiete  años después del gran triunfo de Antonio García Gutiérrez (1813-1884) con su obra El trovador (1836), Giuseppe Verdi encargó al veterano libretista Salvatore Cammarano transformar el imbricado drama del poeta romántico español en un libreto que rehuyera los tradicionales números operísticos cerrados ─arias, cabaletas, cavatinas, dúos, tríos, coros, etc.─ y primara la continuidad y fluidez del discurso dramatúrgico. Cammarano ─que falleció sin llegar a concluir la ópera─ creó, sin embargo, un libreto que incorpora todos los clichés formales de la época, aunque estructuralmente equilibrado: cuatro actos divididos en dos escenas de duración desigual.

En la ópera se entrecruzan dos líneas argumentales: la sed de venganza de la gitana Azucena, cuya madre e hijo han muerto en la hoguera, y el triángulo amoroso en el que Leonora es disputada por dos pretendientes enemigos, que representan a familias, clases e idearios opuestos.

Con esos mimbres, Verdi compuso una ópera llena de nervio dramático, belleza melódica y geniales efectos teatrales, que fluye inagotable y vertiginosa, sorteando las incongruencias y excesos del libreto: música de alto voltaje que brota, arrolladora, arrastrando al público a una catarsis colectiva, impúdica e inevitable.

La producción de Il trovatore que se podrá ver en el Real, concebida por Francisco Negrín, pretende ayudar al espectador a deslindar los tenebrosos meandros del drama, resaltando sus pulsiones ocultas. Partiendo de los elementos metafóricos del libreto ─el tiempo, el fuego y la noche─ Negrín muestra los fantasmas y visiones de los protagonistas, atrapados en la herencia de un pasado truculento, que aflora en los constantes flashbacks de la trama.

La dirección musical de este popular título verdiano será de Maurizio Benini ─que anteriormente ha dirigido Tosca y L’elisir d’amore en el Real─ y la puesta en escena de Francisco Negrín, de quien se pudo ver en 2010  L’arbore di Diana, de Vicent Martín y Soler.

Tres repartos darán vida al popular ‘drama gótico’ de Verdi. Componen el cuarteto protagonista en el estreno y retransmisión mundial de la ópera el tenor Francesco Meli (Manrico, il trovatore), la soprano Maria Agresta (Leonora), la mezzosoprano Ekaterina Semenchuk (Azucena) y el barítono Ludovic Tézier (Conde de Luna). En los mismos papeles se alternarán con Piero Pretti, Hibla Gerzmava, Marie-Nicole Lemieux y Artur Rucinski (segundo reparto); y Piero Pretti, Lianna Haroutounian, Marina Prudenskaya y Dimitri Platanias (tercer reparto). Con todos ellos actúan el bajo italiano Roberto Tagliavini, la soprano Cassandre Berthon y los tenores Fabián Lara y Moisés Marín.

Será la tercera vez que Il trovatore se presenta en el reinaugurado Teatro Real ─en 2000, con García Navarro y Elijah Moshinsky; y en 2007, con Nicola Luisotti y la misma producción─, después de las más de 300 funciones de la ópera que han tenido lugar entre 1854 (fecha de su estreno en Madrid) y 1925. Entonces, como ahora, este título es uno de los más queridos del público español.

AGENDA | ACTIVIDADES PARALELAS

Hasta el 30 de junio | Teatro Real, Sala principal, talleres, salas de ensayo

Ópera al descubierto: Il trovatore: Un taller para descubrir todos los secretos del montaje de la ópera Il trovatore con las personas que lo hacen posible, mostrando desde el funcionamiento del escenario en sí, hasta la puesta en escena y los ensayos del coro, de la orquesta y de conjunto. El taller culminará con la asistencia al ensayo pregeneral de la ópera el domingo 30 de junio.

6 de julio a las 21.00 horas | Teatro Real, Plaza de Oriente, puntos internacionales y Palco Digital

Gran retransmisión internacional de Il trovatore: el Teatro Real llevará la ópera a la calle a través de tres pantallas gigantes en la Plaza de Oriente que retransmitirán Il Trovatore desde la Sala Principal del Teatro. Más de 150 centros culturales, plazas y teatros de España, del resto de Europa, América y Asia se unirán a dicha retransmisión; y adicionalmente, estará disponible a través de la plataforma online Palco Digital de forma gratuita.

Del 8 al 11 de julio a las 19.00 y 12 de julio las 18.30 horas | Teatro Real, Sala Gayarre y Palco Digital

Un Verdi de cine: con motivo del 155º aniversario del nacimiento de Giuseppe Verdi, se organizará un ciclo de cine en la Sala Gayarre, retransmitiendo cinco óperas del compositor italiano que el Teatro Real realizó en temporadas anteriores, siendo éstas: La traviata, Aida, Falstaff, Un ballo in maschera y Otello.

9 de julio a las 18.00 horas y 11 de julio a las 12.00 horas | Museo Arqueológico Nacional, Cámara acorazada

Tocando la historia. Las monedas de Il trovatore, las arras soñadas de Manrico y Leonora: El Museo Arqueológico Nacional realizará una visita exclusiva en su cámara acorazada de la mano de las conservadoras del Departamento de Numismática, que mostrarán una serie de monedas del siglo XV que pudieron utilizar los protagonistas de Il Trovatore. Actividad gratuita (aforo de 10 plazas), con reserva previa en visitasgrupos.man@cultura.gob.es

10 de julio a las 19.00 horas | Palacio de la Aljafería, Zaragoza

La Aljafería, de ópera y leyendas: El Palacio de la Aljafería de Zaragoza acogerá una conferencia con el escritor Miguel Ángel Yusta como ponente, seguida de una posterior visita de una hora a la Torre del Trovador, en la que Antonio García Gutiérrez desarrolló parte de la trama de El trovador, obra en la que se basa la ópera de Giuseppe Verdi. Entrada libre hasta completar el aforo.

Hasta el 31 de julio | Museo del Romanticismo, Salas del museo

Una obra, una ópera: Durante todo el mes de julio, y con motivo del estreno de Il trovatore, el Museo del Romanticismo mostrará un abanico de su colección con la imagen de Marietta Gazzaniga, soprano cuya interpretación del personaje de la gitana Azucena la encumbró a la fama al final de su carrera, en el siglo XIX.

Fotografía: Alain Hanel

El Teatro Real y el Gran Teatre del Liceu  participarán juntos de la una de las iniciativas que más éxito ha tenido en sus respectivas programaciones, la retransmisión de la ópera en pantallas instaladas en plazas, parques, museos, teatros, centros culturales, auditorios y ayuntamientos de toda España y en numerosos centros internacionales.

Así, el Teatro Real ofrecerá el viernes 28 de julio, a las 22.00 horas, la retransmisión de la ópera Tosca desde el Liceu, en su Sala Gayarre (acceso por la puerta de público de la calle Felipe V con entrada libre hasta completar aforo), y el Foyer del Liceu acogerá la retransmisión de Il trovatore, desde el Teatro Real, el  sábado 6 de julio a las 21.00 horas.

Una de las óperas italianas más célebres, Tosca, de Giacomo Puccini, será la protagonista del Liceu a la Fresca de este año. Esta producción del Gran Teatre del Liceu y el Teatro de la Maestranza de Sevilla que deleitó al público la temporada 2013/14 tiene una imponente puesta en escena de Paco Azorín, fiel al original. La batuta la llevará el maestro John Fiore y contará con las magníficas voces de la soprano Tatiana Serjan como Tosca, el tenor Roberto Aronica en el rol de Mario Cavaradossi, y el barítono Lucio Gallo como Barón Scarpia.

Il trovatore, ambientada en Aragón a principios del s. XV, es un apasionado melodrama que gira en torno a dos hermanos cuyas vidas siguen trayectorias opuestas y enfrentadas, relatando una historia de enconados odios y venganzas, amores frustrados, crueldades e intrigas, que avanza con intensidad y de forma imparable hacia la catástrofe final.

Los cuatro actos en los que se divide esta ópera romántica –titulados respectivamente El dueloLa gitanaEl hijo de la gitana y La ejecución– recogen las extremadas pasiones y complejidad argumental que planteaba la obra sobre la que se basa el libreto, el drama caballeresco El trovador, del español Antonio García Gutiérrez, al que Verdi, con la colaboración de su libretista Salvatore Cammarano, pone una música de gran inspiración.

El director de escena Francisco Negrín ha diseñado para la ópera un ambiente oscuro y simbólico, en el que los protagonistas transitan, entre el fuego y la muerte, hacia su inexorable final. Junto a él, las funciones contarán con la complicidad del director musical Maurizio Benini, especialista en repertorio italiano, al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real y de un reparto de grandes voces del panorama lírico internacional.

Darán vida a los protagonistas de este drama verdiano el tenor Francesco Meli, como el al atormentado Manrico, il trovatore; la soprano Maria Agresta será la  voz de Leonora;  el barítono Ludovic Tézier, será el papel del malvado Conde de Luna y la mezzosoprano Ekaterina Semenchuk encarnará a la apasionada y vengativa gitana Azucena.

Un año más, el cierre de la temporada de ópera del Teatro Real unirá ante el mismo escenario a aficionados de toda España, para disfrutar de una noche de música única y compartir juntos las pasiones de los atormentados personajes.

Fotografía: Camilla Winther

 

Casi retirado del mundo de la composición, Giuseppe Verdi disfrutaba de la compañía de su esposa Giuseppina Strepponi en su laugar de reposo, Sant´Agata. Hasta allí se acercaban algunos amigos, entre otros, los Boito. Arrigo Boito y Verdi no habían tenido muy buena relación hasta ese momento, fue a raíz del éxito  de Otello, otro acertado libreto de Boito, cuando iniciaron una amistad que se consolidó durante los últimos años del compositor, ambos compartían el amor por la música y la literatura.Boito hizo llegar a Verdi un boceto teatral de “Falstaff”, libreto basado en la obra de Shakespeare “Las alegres comadres de Windsor” y en “Enrique IV”. Quería animar al maestro a escribir una comedia, un género que Verdi no había vuelto a explorar desde hacía casi cincuenta años, tras el fracaso de “Un giorno di regno”, su primera incursión en la comedia que fue retirada al día siguiente de su estreno. Conocedora de la espinita que su esposo tenía clavada desde entonces, Giuseppina intentó, junto a Boito, animar al maestro en la aventura de componer una ópera buffa. Y así lo anunció durante una cena con el editor Ricordi, el maestro estaba escribiendo una nueva obra a sus 77 años. Al día siguiente, “Il Corriere della Sera” se hacía eco de la noticia, generando gran expectación entre sus seguidores.Verdi se enfrentaba así, junto a su amigo y libretista, sin prisas, sin presiones, con el sosiego de quien ya no tiene nada que demostrar, a la construcción de un personaje con el que llegó a empatizar lo largo de la composición.  “El panzón”, como llamaban Verdi y Giuseppina  a Falstaff, quedó terminado a mediados de 1892 y fue estrenada en el Teatro alla Scalla de Milan el 9 de febrero de 1893.Verdi acudía a todos los ensayos y no dejaba de dar indicaciones a músicos y cantantes, algo que sorprendía a todos, pues estaba próximo a cumplir los 80 años. El estreno fue todo un éxito y Verdi tuvo que salir a saludar en numerosas ocasiones. Pero Falstaff también había creado cierto desconcierto entre algunos seguidores del compositor. Su música no tenía nada que ver con las obras elaboradas hasta ese momento. Incluso se alejaba de Otello, que ya había supuesto una gran evolución musical. Después de Don Carlo, Verdi había hecho un gran esfuerzo para ser aceptado y responder a las críticas que le hacían sus detractores y ahora con Falstaff iba un paso más allá. Pero, a estas alturas, el maestro de Busseto era un personaje consagrado, no solo en el mundo de la ópera y en Italia, era admirado internacionalmente. Por lo que los reconocimientos a esta su última obra, fueron mayores que los desconciertos.

La principal novedad en la partitura de Falstaff reside en su estilo vocal y orquestal, y su nueva forma de recitar. Verdi abandonó por completo en esta obra el sistema de arias, no aparecen aquí las pasiones y dramas tan característicos de sus obras, representadas por esas arias de bravura. Tampoco aparecen las cabaletas, duetos y concertantes en una estructura llena de rigideces. El compositor elabora un sistema mucho más dinámico, donde la palabra tiene gran importancia a través de una escritura llena de riqueza y fuerza creativa. Se puede decir que da una vuelta de tuerca creando una ópera italiana brillante y llena de teatralidad, con una escritura orquestal compleja, con ensembles y conjuntos. Un personaje principal, dos más secundarios y un conjunto de comprimarios que van saliendo a escena con milimétrica exactitud. Se crea así una comedia donde el ritmo es fundamental y donde todos los personajes tienen un lugar insustituible en el engranaje de la obra.

El director de escena Laurent Pelly, ha sabido hacer una lectura muy adecuada del nivel teatral de esta ópera buffa. Ha diseñado dos espacios bien diferenciados, una tasca en la que Falstaff vive y prepara las intrigas junto a sus compinches Bardolfo y Pistola, y otro espacio, elegantemente favorecedor del enredo, donde vive y se desenvuelve la parte burguesa del reparto. El gran acierto de la escenografía de Laurent Pelly y Barbara de Limburg es su teatralidad, que faciliya las entradas y salidas de escena como si de un entremés se tratara, con una extraordinaria dirección de actores. La excesiva oscuridad de la escenografía estuvo a cargo de Joël Adam.

La dirección musical del joven Daniele Rustioni resultó muy eficaz y escrupulosa en su interpretación. Tal vez, a la vuelta de unos años, Rustioni se atreva a poner más intención y personalidad en esta obra. El entusiasmo que mostraba sobre el podio no se veía reflejado por la orquesta. Todo muy correcto, pero con poca chispa.

Falstaff es una obra coral. Sus numerosos personajes deben ser tan buenos cantantes como actores, y el elenco final, después de algunas bajas, es de un nivel extraordinario.

Roberto de Candia sustituía a Nicola Alaimo en el papel de Sir John Falstaff. De Candia defiende su personaje con bastante autoridad, un timbre homogéneo y una gran capacidad teatral. Su experiencia en el escenario y la intención que le da a su personaje, llenaron el escenario vacío en el que se encontraba en alguno de sus pasajes. Su Falstaff tiene el punto justo de comicidad, sin caer en lo caricaturesco. Es un Falstaff con su poquito de petulancia y fanfarronería, que se cree apuesto y gentil. Un Don Giovanni venido a menos que vive de sus recuerdos y con el que se acaba empatizando.

El Ford de Simone Piazzola tuvo una mayor carga histriónica. Su personaje no es vocalmente sencillo, pero Piazzola resolvió con fluidez los pasajes más complicados de su jocoso Ford.

Las alegres comadres de  Windsor no lo tuvieron fácil en la parte escénica. Pelly las puso a todas a subir y bajar escaleras mientras cantaban. Una dificultad a añadir a su interpretación. Rebecca Evans fue una Mrs. Alice Ford llena de comicidad y gracia. Su emisión es limpia y directa y fue la más destacada vocalmente del grupo de comadres.

Daniela Barcellona, como Mistress Quickly, fue la más elegante y sofisticada, también en la línea de canto. Echamos un poco de menos esos maravillosos graves que posee. Hizo muy buena pareja con Roberto de Candia en los duetos que comparten.

Más desapercibida pasó en escena Maite Beaumont con su Mrs. Meg Page. No ocurrió lo mismo con Ruth Iniesta y su Nannetta, con una voz limpia, fresca y voluminosa que acompañaron al apocado Fenton de Joel Prieto, al que le cuesta recuperar el buen nivel que mostró en La flauta mágica de hace una par de temporadas en este mismo teatro.

El Dr. Caius de Chritophe  Mortagne resultó algo esperpéntico, con una emisión algo forzada en su comicidad.

Mikeldi Atxalandabaso siempre es una garantía en lo vocal y, sobre todo, en la interpretación. Es un auténtico camaleón en el escenario. Su Bardolfo, un poco macarra de barrio, fue de lo más divertido de la noche. El mismo oficio demostró Valeriano Lanchas, compañero de correrías de Bardolfo y Falstaff. Con unos graves que resonaban con potencia y una muy buena interpretación.

Falstaff termina de manera magistralmente original, con una fuga interpretada por todos los protagonistas, incluido el coro (una vez más, magnífico), mientras un gran espejo refleja el patio de butacas a la vez que se escucha “Todo en el mundo es burla”. En este caso, no nos importa ser burlados.

El legendario barítono Leo Nucci debuta en el Palau de les Arts con ‘Rigoletto’, de Giuseppe Verdi, con dirección musical de Roberto Abbado, este sábado, 11 de mayo, en la Sala Principal.

El director artístico de Les Arts, Jesús Iglesias Noriega, ha presentado hoy este título en conferencia de prensa, acompañado por el propio Leo Nucci junto con Roberto Abbado y Emilio Sagi, responsable de la puesta en escena.

‘Rigoletto’, según ha señalado Iglesias Noriega, es una de las obras más apreciadas del compositor de Busseto, tan solo superada en número de representaciones por ‘La Traviata’, y Leo Nucci, su intérprete de referencia desde su debut en el papel en 1973.

El barítono boloñés atesora más de 500 representaciones en su carrera en los principales teatros del mundo, una cifra que, como apunta el artista nacido en Castiglione dei Pepoli, “suma junto con ensayos y pruebas más de 2.000 ocasiones en la piel del atormentado bufón. Y, a pesar de ello, cada noche, su representación es diferente, porque la transformación del personaje es la propia evolución del hombre”.

A sus 77 años, Nucci ha cimentado una de las carreras más longevas del panorama lírico mundial. Estrechamente vinculado a la Scala de Milán, el barítono es un caso único de presencia durante más de tres décadas en el templo milanés, donde, a fecha de hoy, ha intervenido en más de 200 funciones en más de veinte títulos, con compromisos también en la presente temporada.

En València, el cantante se reencuentra con Roberto Abbado, director musical de ‘Rigoletto’, con quien el intérprete ha trabajado en numerosas ocasiones.

Según explica Abbado, su relación se remonta a más de 40 años, cuando el director estudiaba en el conservatorio de Milán, pero su primera colaboración fue en Barcelona en 1982 con otra partitura de Verdi, ‘Don Carlo’.

“Se trata de nuestro segundo ‘Rigoletto’ juntos, y el tercero en mi carrera después de dirigirlo en el Teatro Real de Madrid y en el Metropolitan de Nueva York”, apunta el maestro milanés.

“‘Rigoletto’ es una ópera popular”, explica Abbado, no solo porque integra con ‘Il trovatore’ y ‘La Traviata’ la conocida como trilogía popular de Verdi, sino por la excelente respuesta que “ha recibido del público de València ante esta historia”.

“En primer lugar, la ópera cuenta con un libreto y una música perfectos. Estamos ante uno de los mejores exponentes de la colaboración de Giuseppe Verdi con el libretista Francesco Maria Piave. Cada palabra y cada nota son necesarias, la forma en que se representan las relaciones personales, el uso de la ‘mezzavoce’ y los duetos para plasmarlas, junto con la belleza de la música complementan una trama que podría suceder hoy en día”.

Emilio Sagi firma la puesta en escena de ‘Rigoletto’, que es una coproducción de la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera (ABAO) y el Teatro São Carlos de Lisboa, con escenografía de Ricardo Sánchez-Cuerda, vestuario de Miguel Crespí, iluminación de Eduardo Bravo y coreografía de Nuria Castejón.

El ‘regista’ ovetense es, siempre según Jesús Iglesias, un valor seguro en el panorama operístico, además de una de las figuras imprescindibles en la historia de Les Arts, donde ha dirigido títulos como ‘La bruja’, ‘El rey que rabió’, ‘El dúo de ‘La Africana’’, ‘Katiuska’, ‘Luisa Fernanda’, ‘Lucrezia Borgia’, ‘Tancredi’ o ‘Il mondo della luna’.

Su propuesta escénica, explica Sagi, transcurre en una atmósfera sombría, para destacar la teatralidad de la obra y la soledad en la que viven los personajes, “incomunicados y obsesionados”, describe.

La escenografía incluye una rampa que se transforma en virtud de los diferentes cuadros y un suelo que se va desmenuzando para simbolizar la corrupción, de manera que en el último acto ya solo queda un trozo de tierra bajo los pies de los cantantes.

Primeras voces

Además de Leo Nucci, la producción de ‘Rigoletto’ reúne un reparto de destacadas voces en el repertorio verdiano que han recibido anteriormente el aplauso del público valenciano en Les Arts.

Vladímir Stoyanov cantará el papel de Rigoletto en las tres últimas funciones. El barítono búlgaro regresa al teatro de ópera valenciano donde cantó en 2010 en ‘Lucia di Lammermoor’. Con actuaciones en las grandes capitales del circuito operístico (París, Viena, Londres, Milán y Nueva York), ha colaborado con las batutas de mayor prestigio en la actualidad: Myung-Whun Chung, Riccardo Muti, Zubin Mehta, Seiji Ozawa y Antonio Pappano.

Celso Albelo interpreta al Duca di Mantova, el papel que en más ocasiones ha cantado en su carrera. El tenor canario, una de las voces nacionales de mayor proyección, goza de especial ascendencia en la obra de Verdi, Bellini y Donizetti. Además, ha trabajado con directores como Antonio Pappano, Zubin Mehta, Daniel Harding, Alberto Zedda y Nello Santi, entre otros. En Les Arts debutó junto a Plácido Domingo en ‘Luisa Fernanda’ y clausuró la pasada temporada con ‘La damnation de Faust’ con Roberto Abbado.

La soprano Maria Grazia Schiavo (Gilda) regresa a Les Arts 13 años después convertida en una de las emergentes voces en los repertorios belcantista y romántico. Desde su debut en València con ‘Don Giovanni’ con Lorin Maazel, la diva napolitana es una presencia habitual en los principales teatros europeos.

Cierran el quinteto protagonista el bajo italiano Marco Spotti (Sparafucile) y la ‘mezzosoprano’ georgiana Nino Surguladze. El elenco se completa, además, con las voces de Gabriele Sagona (Monterone) y de los cantantes del Centre Plácido Domingo: Marta Di Stefano, Alberto Bonifazio, Mark Serdiuk, Arturo Espinosa, Olga Syniakova, Pau Armengol y Juliette Chauvet.

‘Rigoletto’, además de su estreno este sábado 11 de mayo, se representará en Les Arts los días 14, 17, 19 y 22.

José Miguel Pérez-Sierra

El director de orquesta español José Miguel Pérez-Sierra dirigirá en mayo la obra maestra verdiana Rigoletto, una de las obras más populares del compositor italiano. La cita es en la Opéra de Massy (Francia), en una elegante y aplaudida producción del director de la Opéra de Monte-Carlo, Jean-Louis Grinda que el director madrileño ya dirigiera anteriormente. Pérez-Sierra, uno de los más respetados especialistas en el bel canto romántico y en el repertorio operístico en general, vuelve a Verdi después de las exitosas funciones de El barberillo de Lavapiés que acaba de dirigir en el madrileño Teatro de La Zarzuela en el que celebró, precisamente con la obra de Vives, 100 funciones en el podio del coliseo de su ciudad natal.

Con este Rigoletto Pérez-Sierra regresa a un país, Francia, en el que ha desarrollado una parte considerable de su siempre ascendente carrera internacional. En Massy se pondrá al mando de gran un reparto internacional antes de continuar con su periplo musical que, posteriormente, ya en el mes de junio, le llevará una vez más a la Opéra de Metz (siempre en Francia) para dirigir Carmen de Bizet, la ópera más famosa del repertorio galo. Este verano también le esperan –un año más– en el Festival Rossini de Wildbad (Alemania), donde revisará Matilde di Shabran, ossia Bellezza e cuor di ferro, una de las óperas rossinianas menos difundidas en una nueva producción que firma la destacada soprano Stefania Bonfadelli.

Más información:

http://josemiguelperezsierra.com/

http://www.municipal.cl/m/437/entries/-el-barbero-de-sevilla-3

Fotografía: © Pedro Aijón

Celso Albelo

El tenor de Tenerife Celso Albelo, el más importante de los intérpretes españoles de su cuerda y de su generación, regresa en mayo al Palau de Les Arts de Valencia con una ópera que ha cantado en múltiples ocasiones alrededor del mundo, Rigoletto, de Giuseppe Verdi. Albelo vuelve al coliseo del Turia transformado ahora en el libertino Duque de Mantua, quien tiene a su cargo una de las arias más emblemáticas y populares de toda la literatura operística, “La donna è mobile”. “La verdad es que es un personaje fascinante”, afirma el tenor, “un hombre que mezcla el poder político con una especie de tiranía personal que lo convierte en un ser moralmente bastante despreciable. De todas maneras está claro que le interesa Gilda, quien, engañada, da la vida por él, pero lo más probable es que el Duque la quiera solo para un par de noches. Dudo que lo suyo sea amor”.

En las últimas temporadas Celso Albelo ha llevado el personaje verdiano a escenarios como los de la Wiener Staatsoper, el Teatro San Carlo de Nápoles, el Comunale de Bolonia, el Teatro de La Maestranza de Sevilla, la Opéra de Monte-Carlo, la Ópera de Oviedo, el Teatro Carlo Felice de Génova o el Festival de las Choregiés d’Orange, en Francia. El tenor español interpretará la obra en Valencia los días 11, 14, 17, 19 y 22 de mayo junto al Rigoletto de Leo Nucci alternándose con el de Vladimir Stoyanov y bajo la dirección de Roberto Abbado. Lo hará después de su Riccardo Percy de Anna Bolena de Donizetti en el Opéra Royal de Wallonie (Bélgica) y antes de interpretar el Stabat Mater de Rossini en París y de exhumar la ópera Il Paria en Londres, título que se editará en disco. Más tarde retomará el papel del Duque de Mantua en una gira por Japón con la compañía del Teatro Comunale de Bolonia.

Foto: Celso Albelo © Joan Tomàs / Fidelio Artist

Información:

www.celsoalbelo.com

Falstaff

El próximo 23 de abril el Teatro Real estrenará una nueva producción de Falstaff, de Giuseppe Verdi, en coproducción con el Théâtre Royal de la Monnaie de Bruselas, la Opéra National de Burdeos y la Tokyo Nikikai Opera Foundation ─teatros donde se presentará posteriormente─ y la empresa NEOescenografía SL.

La ópera, que estará en escena hasta el 8 de mayo ─11 funciones con doble reparto─, será retransmitida en directo el 2 de mayo por el canal de televisión Mezzo y en diferido por La 2, de RTVE. Asimismo, la grabación estará disponible en el Palco Digital del Teatro Real y será editada en DVD con distribución internacional.

Falstaff nace del fabuloso libreto de Arrigo Boito inspirado en pasajes de Las alegres comadres de Windsor, Enrique IV y Enrique V de William Shakespeare (en una edición traducida por Victor Hugo) y del genio de Giuseppe Verdi que, ya octogenario, escribe una partitura genial, despidiendo su carrera operística con un canto a la humanidad lleno humor, sabiduría, vitalidad, hondura y regocijo.

Arrigo Boito ─compositor, poeta y dramaturgo que ya había unido su nombre al de Shakespeare y de Verdi en Otello─, entrelaza y funde las escenas y personajes shakespearianos en un libreto todo en verso, que es en sí mismo una obra literaria. El autor utiliza la fonética e inflexiones de la lengua italiana arcaica al servicio de la comedia, bebiendo del teatro isabelino, de Goldoni o de Moliere, intercalando frases de Shakespeare o citas de Boccaccio y jugando profusamente con la métrica para las distintas situaciones: pentasílabos para los arrebatos amorosos, hexasílabos para las burlas de las comadres, octosílabos para las persecuciones a Falstaff, o duplos septisílabos para sus monólogos, todo combinado con enorme destreza y eficacia dramática.

La inmensa riqueza teatral, semántica y poética del libreto se ajusta minuciosamente a la partitura de Giuseppe Verdi, que se recrea articulando pequeñas células melódicas, tonalidades, detalles de instrumentación, timbres y armonías asociadas a personajes y situaciones dramáticas, con una fluidez, complejidad y frescura asombrosas. Una música vertiginosa nos lleva de la juventud a la vejez, de la realidad al sueño, de la dulzura a la ira, de la carcajada a la reflexión, burlándose o compadeciéndose de los personajes, o uniéndose a sus miedos, risas, penas o devaneos.

Laurent Pelly, reconocido maestro en la dirección de actores, que en el Teatro Real ha triunfado con tres divertidas comedias ─La hija del regimiento, de Gaetano Donizetti (2014), Hansel y Gretel, de Engelbert Humperdinck  (2015), y  El gallo de oro, de Nikolái Rimski-Kórsakov (2017)─, vuelve en esta ocasión para dirigir una nueva producción de la obra maestra de Verdi en la que, una vez más, es también el autor de los figurines.

En su concepción de la ópera, cuya acción traslada a nuestro tiempo en una escenografía esquemática, ‘orgánica’ y mutante diseñada por Barbara de Limburg, Laurent Pelly va profundizando en el interior de los personajes, en un viaje metafísico en el que se desvanecen los límites de la farsa y de la comedia, para entrar en el reino mágico del encantamiento y la fábula.

La endiablada partitura de Verdi estará dirigida por Daniele Rustioni, director musical de la Ópera de Lyon, de la Orchestra della Toscana y de la Ulster Orchestra (ésta, a partir de septiembre), con una fulgurante carrera internacional, que debutará en el Teatro Real después de haber triunfado en los más importantes teatros ópera de todo el mundo.

Estará al frente de un doble reparto, con 10 protagonistas españoles, encabezado por dos reconocidos barítonos en los papeles titulares ─Roberto de Candia y Misha Kiria─, secundados por Daniela Barcellona y Teresa Iervolino (Mistress Quickly), Maite Beaumont y Gemma Coma-Alabert (Mrs. Meg Page), Rebecca Evans y Raquel Lojendio (Mrs. Alice Ford), Ruth Iniesta y Rocío Pérez (Nannetta), Joel Prieto y Albert Casals (Fenton), Simone Piazzola y Àngel Òdena (Ford), Christophe Mortagne (Dr. Caius), Mikeldi Atxalandabaso (Bardolfo) y Valeriano Lanchas (Pistola).

Falstaff se presentará en el escenario del Teatro Real después de 17 años de ausencia: en 2002 se ofrecieron ocho funciones de la icónica producción de la Scala de Milán concebida por el director de escena Giorgio Strehler, ya entonces fallecido, como homenaje a su brillante carrera.

El gordo fanfarrón y vividor volverá para divertirnos con nuestras penas, redimirnos de nuestras miserias y llevarnos a un mundo mejor, más tolerante y risueño, donde “tutto è burla”. 

AGENDA | ACTIVIDADES PARALELAS 

16 de abril a las 20.15 horas | Teatro Real, Sala Gayarre

Enfoques: encuentro con Daniele Rustioni y Laurent Pelly ─directores musical y escénico de Fasltaff, el escritor y musicólogo Andrés Ibáñez y Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real.

Acceso libre hasta completar aforo.

27 de abril a las 18:00 horas | Museo del Romanticismo, Auditorio

Cuentacuentos en familia: los cuentos de Shakespeare, por Rosa Muñoz.

Con motivo del Día del Libro, el Museo recuperará las versiones que Charles y Mary Lamb hicieron en el siglo XIX de los cuentos de Shakespeare.

Actividad libre para mayores de 8 años. Reserva de plazas en el teléfono 914 483 647.

28 de abril a las 12.00 y a las 17.00 horas | Teatro Real, Sala Gayarre

¡Todos a la Gayarre!: talleres musicales para toda la familia, con dirección y presentación de Fernando Palacios.

El vividor que se reía del mundo: torpe, vanidoso, cobarde, gordinflón, pendenciero… pero muy simpático.

28 de abril a las 13.00 horas | Teatro Real, Sala principal

Ópera en cine: Otello, de Giuseppe Verdi, que, como Falstaff, tiene libreto de Arrigo Boito a partir de William Shakespeare. Dirección musical de Renato Palumbo y dirección de escena de David Alden, con Gregory Kunde, Ermonela Jaho, George Petean y Alexey Dolgov en los papeles protagonistas.

Hasta el 20 de abril | Teatro Real, Sala principal, talleres, salas de ensayo

Ópera al descubierto: El ingenioso y sarcástico Falstaff servirá de excusa para conocer con detalle todo lo que rodea una producción de ópera. Ensayos, vistas técnicas y vivir en primera persona los imprevistos de un estreno de ópera, son algunos de los alicientes de este singular taller.

2 de mayo a las 20.00 horas

El canal de televisión Mezzo retransmitirá Falstaff en directo para todo el mundo.

La 2, de TVE retransmitirá la ópera en diferido en fecha todavía por determinar, antes de su edición en DVD con distribución internacional.

Hasta el 17 de mayo a las 19 horas | Instituto Internacional, Salón de actos

Ciclo de cine: Orson Welles: Master Storyteller.
Con el apoyo de la Embajada de EE.UU. en Madrid
26 de abrilThe Stranger
3 de mayoMr. Arkadin
10 de mayoTouch of Evil
17 de mayoF for Fake

Fotografía: Javier del Real

Joel Prieto

El público del Teatro Real de Madrid conoce muy bien las virtudes artísticas y el talento escénico del tenor Joel Prieto. Allí ha interpretado óperas tan diversas como son La flauta mágica (Mozart) o Street Scene (Weill). Después de su primera incursión en una ópera barroca (Rodelinda, de Händel, en el Liceu de Barcelona), el próximo mes de abril el aclamado tenor puertorriqueño nacido en la capital de España y ganador del Concurso Operalia volverá a subirse al escenario del coliseo madrileño esta vez para interpretar el papel de Fenton de la ópera Falstaff, de Giuseppe Verdi. Se trata de una nueva producción que Laurent Pelly firmará para el Real, contando con Daniele Rustioni en la dirección musical, en la que Joel Prieto participará en las funciones del primer reparto los días 23, 25, 27, 28 y 30 de abril y 2 y 8 de mayo, creando el papel de Fenton en este nuevo montaje. Prieto debutó precisamente con este rol verdiano en el Liceu barcelonés en la temporada 2010-11. Posteriormente, y entre otros proyectos, regresará este verano al Festival de Salzburgo (Austria) como Orphée de Orphée aux enfers de Offenbach y al Teatro dell’Opera de Roma (Italia) como Idamante de Idomeneo, re di Creta, de Mozart.

Más información:

www.joelprieto.com

https://www.teatro-real.com/es/temporada-18-19/opera/falstaff/

Foto: Joel Prieto © Fernando Samalot

 

I Masnadieri

El Palau de les Arts se adentra en el repertorio menos conocido de Giuseppe Verdi con ‘I masnadieri’. Esta obra se estrena en la Sala Principal el próximo miércoles, 6 de febrero, y contará con más funciones los días 9, 12, 15 y 17 de febrero. Las entradas pueden adquirirse en la web del Palau de les Arts.

El director artístico de Les Arts, Jesús Iglesias Noriega, así lo ha destacado en la presentación de la producción ante los medios de comunicación, acompañado por el director musical, Roberto Abbado y los principales solistas: Stefano Secco (Carlo), Roberta Mantegna (Amalia), Michele Pertusi (Massimiliano) y Artur Ruciński (Francesco), junto con el director de escena de la reposición, Allex Aguilera.

‘I masnadieri’, según ha explicado el maestro Abbado, es el primer encargo internacional de Verdi, que iniciaba a la par su fructífera relación con uno de los pensadores más importantes del Siglo de las Luces: Friedrich von Schiller.

Se trata de una obra clave en el desarrollo musical y teatral del autor, escrita a caballo entre el Sturm und Drang -el ímpetu y la tempestad- y el Romanticismo primigenio, de los que toma y desarrolla un marcado sentido de la melancolía, un rítmico y vigoroso ímpetu, el idealismo del joven filósofo y el ansia de libertad del mismo Verdi del Risorgimento.

Estrenada en Her Majesty’s Theatre de Londres en 1847, el genio de Busseto contó con la colaboración de uno de los grandes intelectuales de su época, Andrea Maffei. Traductor de referencia al italiano de la obra del dramaturgo alemán, Maffei convirtió las cuatro horas de intenso drama ‘Die Räuber’ (‘Los bandidos’) en un libreto de dos horas y media condensado en bloques de acción.

Verdi compuso, tal y como explica Roberto Abbado, una partitura impresionante, de gran riqueza de sentimientos, que oscila desde la ternura hasta la violencia. Además, escribió una música extremadamente exigente tanto para los roles protagonistas como para los primarios, en la que, como novedad, sitúa al coro como personaje principal.

‘I masnadieri’ exige cuatro intérpretes de primer nivel, en el que según ha señalado Iglesias Noriega, figuran los debuts en València de Stefano Secco y Roberta Mantegna, así como el reencuentro de dos voces apreciadas por el público de Les Arts: Michele Pertusi y Artur Ruciński.

Los intérpretes de ‘I masnadieri’

Stefano Secco encarna a Carlo, bandido duro y violento y a su vez muy nostálgico, que refleja el prototipo del héroe romántico plegado en su interior, De difícil interpretación, según el propio tenor, en el pentagrama se reconocen momentos del Donizetti serio junto con cabalettas de compleja ejecución.

Artur Ruciński, barítono de referencia internacional, da vida al hermano de Carlo, Francesco, papel de oscura psicología, muy similar al Macbeth que Verdi musicó en el mismo año. El cantante polaco, que siempre descubre algo nuevo en el personaje, lo destaca por su singularidad frente al resto de roles verdianos para su tesitura.

El bajo Michele Pertusi, que el público valenciano recordará por ‘Don Pasquale’, debuta el papel de Massimiliano, padre de Carlo y Francesco. Se trata de un “rol vocativo”, de interpretación bastante concentrada y enérgica, cuyas demandas llevan del primer Verdi a la etapa madura del compositor.

Cierra el cuarteto, Roberta Mantegna (Amalia), la única mujer de la obra, un rol que Verdi escribió para una diva su época Jenny Lind, reputada soprano de coloratura; un papel que según Mantegna transita entre lo dramático y lo mágico, y que sólo a través de la muerte recibe el estatus de heroína.

Dominik Chenes, que cantará el papel de Carlo el día 15, Bum Joo Lee (Arminio) y Gabriele Sagona (Moser) completan un elenco, en el también participa el tenor ucranio Mark Serdiuk (Rolla) del Centre Plácido Domingo.

Allex Aguilera ha dirigido la reposición de la producción de Gabriele Lavia para los teatros San Carlo de Nápoles y La Fenice de Venecia, con escenografía de Alessandro Camera y vestuario de Andrea Viotti. Aguilera y Nadia García, del equipo de Les Arts, firman también la iluminación de la producción.

Allex Aguilera ha apuntado que se ha respetado la esencia del montaje, de corte posmoderno según Lavia, adaptándolo a los intérpretes y sus personalidades para crear un espectáculo completamente nuevo.

I Lombardi

ABAO-OLBE (Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera) arranca 2019 con I lombardi alla prima crociata de Verdi, ópera épica del genio de Busseto que conforma la decimotercera edición del proyecto TUTTO VERDI. Al término de la presente temporada serán sólo dos las óperas que faltan por representarse dentro de este emblemático proyecto. Los próximos días 19, 22, 25 y 28 de enero sube a escena este título, una joya única y una oportunidad excepcional puesto que en 2019 y 2020 sólo está programada en Bilbao. En ABAO sólo se ha representado anteriormente en una ocasión, fuera de abono, hace ya 43 años con motivo del 25 aniversario de la Asociación en 1976, con Cristina Deutekon y un joven José Carreras.

Cuarta ópera de Verdi

Este drama épico de cruzados y libertadores, perteneciente a los “años de galeras” del compositor italiano, cuenta una historia que combina lo religioso, lo político y lo amoroso llevando al espectador por un viaje de guerra y amor, crimen y expiación, fe y política. Su estreno constituyó un enorme éxito y su estilo heroico persigue continuar con la línea ya emprendida en su antecesora, Nabucco.

Una ópera para voces excepcionales

Para dar vida al trío protagonista de esta ópera en la que Verdi logra momentos de gran fuerza dramática e inspiración musical, ABAO-OLBE ha reunido un elenco encabezado por el tenor catalán Josep Bros, gran conocedor del estilo de canto verdiano y triunfador de la escena bilbaína, como ‘Oronte’. A su lado la soprano rusa Ekaterina Metlova se presenta en ABAO para debutar  ‘Giselda’, un rol de gran dificultad y la primera de las muchas figuras femeninas excepcionalmente complejas en la obra del compositor italiano. Cierra el trío protagonista el bajo italiano Roberto Tagliavini poniendo voz a ‘Pagano’, un rol importante que requiere gran expresividad vocal. Junto a ellos completan el cartel los debuts del tenor Sergio Escobar como ‘Arvino’, la soprano Jessica Starvos como ‘Viclinda/Sofía’, el bajo David Sánchez como ‘Acciano’, el también bajo Rubén Amoretti como ‘Pirro’ y el regreso del tenor Josep Fadó como ‘Un Prior de Milán’.

Riccardo Frizza dirige su cuarto título verdiano en Bilbao

En el apartado musical, vuelve a Bilbao el maestro Riccardo Frizza, gran conocedor del repertorio italiano y responsable musical del Festival Donizetti de Bérgamo, en el que será su cuarto título verdiano tras Don CarloLuisa Miller y Otello. Al frente de la Euskadiko Orkestra Sinfonikoa, Frizza se enfrenta a una partitura en la que según sus propias palabras “Verdi introduce elementos diferenciadores, como su orquestación y armonización de los anni di galera” y en la que “ya se revela el gran Verdi de madurez”. Completa este apartado el Coro de Ópera de Bilbao, dirigido por Boris Dujin, que tiene confiada una posición de privilegio a lo largo de este título, convirtiéndose en protagonista principal y asumiendo un papel exigente y extenso.

Producción estreno a nivel nacional

En el escenario una producción del Regio di Parma, de escenografía atractiva y clásica, que se podrá ver por primera vez en el país, ideada por Lamberto Puggelli y que en Bilbao dirige su viuda y colaboradora Grazia Pulvirenti. Los cuatro actos transcurren a la sombra del Muro de las Lamentaciones de Jerusalén con un gran telón de fondo que se cierne sobre la historia, para finalmente abrirse a una visión luminosa de la Ciudad Santa. Se utilizan pocos, pero efectivos elementos, como las brumas lombardas del primer acto, las proyecciones de conflictos bélicos o las representaciones pictóricas como el “Gernika” de Picasso.

El periodista Rubén Amón introduce I lombardi alla prima crociata

Rubén Amón, protagoniza la tercera conferencia del ciclo de introducción a la ópera que ABAO-OLBE organiza, previo al estreno y con carácter gratuito, en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, con el fin de conocer los aspectos más relevantes de cada título de la temporada.

Rubén Amón, periodista y escritor, trabaja en el diario El País y participa habitualmente en diferentes medios radiofónicos y audiovisuales, como Onda Cero, Antena3 y La Sexta. Ha publicado varios libros de diferentes temáticas, como  una investigación sobre Los secretos del Prado (Temas de Hoy 1997),  la biografía de Plácido Domingo, Un coloso en el teatro del mundo (Planeta 2012), El triunvirato: Carreras, Domingo y Pavarotti, cuando la ópera llena estadios (Temas de Hoy 1996), Sangre, poesía y pasión: Dos siglos de música, ruido y silencio en el Teatro Real (Alianza Editorial 2018).

La cita es el viernes 18 de enero  en el Auditorio del Museo de Bellas Artes (acceso por la puerta Chillida) a las 19.15 horas.  Entrada libre hasta completar aforo.

La ópera tras el telón. Sir Peter Jonas en el ciclo Opera Bihotzetik

El ciclo de conferencias de ABAO-OLBE en colaboración con DeustoForum, Opera Bihotzetik, acoge el próximo lunes 21 de enero la ponencia de Sir Peter Jonas, indiscutible referente cultural en el Reino Unido, titulada “La ópera tras el telón”.

En todo teatro de ópera, aparte de las numerosas personas que trabajan detrás del telón a las que el público nunca ve, en la cima de la pirámide hay una gran mente rectora encargada de diseñar las programaciones a varios años vista y de seleccionar a los artistas.

Sir Peter Jonas ha ocupado el puesto de máximo responsable artístico de la English National Opera en Londres y de la Ópera Estatal de Baviera en Múnich. Previamente había trabajado en la Orquesta Sinfónica de Chicago codo con codo con Sir Georg Solti. Pocas personas relacionadas con el mundo de la música y de la ópera tienen tantas y tan interesantes cosas que contar como Sir Peter Jonas, que ha conocido a muchos de los más importantes cantantes y directores de orquesta de las últimas décadas. Tras escucharle comprenderemos a buen seguro mucho mejor qué es un gran teatro de ópera y cómo funciona todo aquello que el público no ve. El encuentro estará dirigido y moderado por el conocido autor y editor, crítico musical de El País y¡ codirector del Festival de Música de Cámara de la Beethoven-Haus de Bonn, Luis Gago.

La conferencia tendrá lugar en el CRAI de la Universidad de Deusto a las 19:00h. Entrada libre hasta completar aforo, si bien se requiere acreditación previa que puede solicitarse en el teléfono: 944 355 100 o email: operabihotzetik@abao.org

Mariella Devia

Roberto Abbado dirige la Orquestra de la Comunitat Valenciana en este concierto que incluye piezas orquestales de Bellini, Rossini y Verdi.

La soprano italiana, que recientemente se ha despedido de la ópera escenificada, está considerada como una de las grandes divas del género.

Mariella Devia interpreta en el Palau de les Arts sus papeles más exitosos del repertorio belcantista el próximo sábado, 2 de junio, en el Auditori.

La soprano hará un repaso por algunas de las páginas que han cimentado sus 45 años de carrera como gran estrella del género, después de su apoteósica retirada de la ópera escenificada el pasado 19 de mayo en La Fenice de Venecia con tres funciones de ‘Norma’, de Bellini.

Acompañada por la Orquestra de la Comunitat Valenciana, y dirigida por Roberto Abbado, interpretará arias como ‘Di mia vita infelice’ de ‘Tancredi’, de Rossini; ‘Casta Diva’, de ‘Norma’, de Bellini, o ‘Merce dilette amiche’ de ‘I vespri siciliani’, de Verdi, que se intercalarán con pasajes como las oberturas de ‘Semiramide’, de Rossini, o ‘Luisa Miller’, de Verdi.

Mariella Devia ha sido aclamada por la crítica y el público como una de las grandes divas por su agilidad vocal, registro agudo y dominio absoluto de la técnica, que ha exhibido en los principales teatros del circuito internacional.

Su primer encuentro con el público de Les Arts tuvo lugar en 2008 con la ‘Gala Puccini’, que Plácido Domingo dirigió con motivo del 150 aniversario del nacimiento del compositor de Lucca. Su debut operístico, no obstante, llegaría siete años después.

En 2015, la soprano de Chiusavecchia protagonizó su primera ópera en escena en València, en una nueva producción de ‘Norma’, de Bellini, a la que seguiría en 2017 otra nueva producción de ‘Lucrezia Borgia’, de Donizetti, con la que Les Arts realizó su primera incursión en la emisión de ópera en ‘streaming’.

Reconocida por su trabajo con las nuevas generaciones de intérpretes, Mariella Devia ofreció el pasado mes de abril una serie de clases magistrales de canto a los artistas de la novena promoción del Centre Plácido Domingo.

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Il corsaro 9

Por Diego Manuel García Pérez.El Palau de Les Arts siempre ha mostrado interés por las óperas del joven Verdi, habiendo programado en pasadas temporadas títulos como: I due Foscari, Nabucco y Macbeth, a los que se ha añadido Il Corsaro, con cinco representaciones que tuvieron lugar los pasados 28 de marzo y 1, 5, 8 y 10 de abril. Curiosamente, a pesar de ser una de las óperas verdianas menos conocidas, la asistencia del público ha sido bastante masiva. Estas representaciones han supuesto un triunfo para el tenor norteamericano Michael Fabiano y la soprano rusa Kristina Mkhitaryan, junto a la siempre magnífica actuación del Coro de la Generalitat Valenciana y de una muy notable prestación de la Orquesta de la Comunidad Valenciana, bien dirigida por Fabio Biondi, quien tres días después de la última representación anunciaba su dimisión como director musical de Les Arts, ahondando aún más en la crisis que este teatro está sufriendo desde que también dimitiera el pasado diciembre el hasta entonces director artístico Davide Libermore.

Il Corsaro siempre ha sido considerado por la crítica uno de las peores trabajos verdianos. Ello resulta exagerado e injusto ya que se trata de una hermosa partitura, donde aún se observa una clara influencia belcantista (sobre todo, en las escenas protagonizadas por las dos sopranos que interpretan los personajes de Medora y Gulnara), aunque con momentos donde aflora el mejor estilo de canto verdiano y una cuidada orquestación, que anuncian futuras composiciones. Por ejemplo, la gran escena de Corrado (Il Corsaro) al comienzo de la ópera tiene ciertas similitudes con el aria-cabaletta “Ah si ben mio….De quella pira” de Il Trovatore, y también el aria inicial de Medora, puede considerarse un claro antecedente del aria de Leonora “D’amor sull’ali rosee” de esa misma ópera. Y, sin duda, ofrece una auténtica novedad ese trío final de dos sopranos y tenor (dos mujeres enamoradas del mismo hombre), único en toda la producción verdiana, donde pueden escucharse momentos musicales que recuerdan el primer dúo de Rigoletto y Gilda. Posiblemente, el fracaso de Il Corsaro, se debe al inconsistente libreto elaborado por Francisco María Piave, a instancias de Verdi, que adaptaba el famoso libro de poemas de Lord Byron, The Corsaire, editado con extraordinario éxito en 1814, y cuya lectura había impresionado a Verdi, animándole a componer una ópera. En 1846, el libreto estaba concluido, no siendo del agrado de Verdi, quien estuvo a punto de abandonar el proyecto, que finalmente realizó por intereses exclusivamente económicos para el editor Lucca, competidor de Riccordi. La composición de la partitura fue realizada por Verdi en París, entre finales de 1847 y febrero de 1848. La ópera estructurada es tres actos fue estrenada en el Teatro Grande de Trieste el 25 de octubre de 1848, con la ausencia del compositor, resultando un absoluto fracaso, sobre todo por su carencia de teatralidad. En años siguientes, la ópera tuvo cierto recorrido por teatros italianos, como el Carcano de Milán, donde fue representada en 1852. Desde entonces, cayó en el más absoluto de los olvidos. Tuvieron que pasar ciento diez años, para que Il Corsaro, volviera a ser interpretado, en forma de concierto, en el patio del Palacio Ducal de Venecia, en 1962. Su auténtica recuperación se produjo, en el transcurso de una serie de representaciones que tuvieron lugar en marzo de 1971, en el Teatro la Fenice de Venecia, algunas de ellas dirigidas por el recientemente desaparecido Jesús López Cobos, con un magnífico reparto que incluía a la soprano Katia Ricciarelli en el personaje de Medora, la gran soprano española Ángeles Gulín interpretando a Gulnara, el tenor Giorgio Casellato-Lamberti en el personaje de Corrado y el barítono Renato Bruson como el pachá Seid. En octubre de ese mismo año 1971, esta ópera, con los mismos interpretes, también dirigidos por López Cobos, ofrecieron representaciones en la Ópera de Frankfurt, existiendo una toma en directo comercializada en CD por el sello Opera d’Oro (disponible íntegramente en YouTube), en la que puede escucharse a una Katia Ricciarelli de veinticinco años, en posesión de una bella voz, con ciertas similitudes tímbricas a la de Renata Tebaldi, dominando todos los registros y con una buena resolución de las agilidades. La tristemente desaparecida Ángeles Gulín, con una voz de atractivo timbre y gran volumen, que no le suponía obstáculo para ofrecer un buen dominio de las medias voces y la coloratura. Renato Bruson muestra su gran estilo e impecable línea de canto. Muy notable la prestación de Giorgio Casellato-Lamberti. En 1976 fue editada por el sello PHILIPS, la única grabación de estudio (puede escucharse completa en YouTube) con una excelente toma sonora y la magnífica prestación de la New Philharmonia Orchestra, bien dirigida por el italo-sueco Lamberto Gardelli, con un magnífico conjunto de voces, que incluía al joven José Carreras en el papel de Corrado, mostrando su bellísimo timbre y gran temperamento verdiano, junto a la Gulnara de Monserrat Caballé, en magnífico estado vocal, exhibiendo sus preciosos filados y con un absoluto dominio de la coloratura. Las voces de Caballé y Carreras, brillan de sobremanera en su gran dúo del Acto III. En el papel de Medora, la soprano norteamericana Jessye Norman, muestra su excelente vocalidad y gran estilo interpretativo, con excelente dominio de las agilidades, muy bien conjuntada con Carreras en el dúo del Acto I. Los tres cantantes realizan una extraordinaria interpretación del trío conclusivo de la ópera ¡una verdadera maravilla de grabación! El estreno en España de Il Corsaro, se produjo en 2005 en el Liceu de Barcelona, en forma de concierto, y ya escenificado, en una serie de funciones ofrecidas en Bilbao, en 2010, con una producción del Teatro Regio de Parma, estrenada en 2004, dentro de ese ambicioso ciclo de ABAO, destinado a representar todas las óperas de Verdi.

Las representaciones de Il Corsaro, que han tenido lugar en el Palau de Les Arts, constituyen la tercera ocasión en que esta ópera se programa en España. Se trata de una coproducción del Palau de Les Arts y la Ópera de Montecarlo con dirección de la alemana Nicola Raab, en cuya propuesta escénica, identifica al personaje principal Corrado con el propio Lord Byron, inmerso en la creación de su obra The Corsair, convirtiéndola en una vivencia interior y donde todas las acciones externas se presentan como recuerdos o imaginaciones. Se trata de una idea interesante, aunque con una escenografía de George Souglides (también responsable del diseño de vestuario), en muchos momentos, bastante confusa, y en otros utilizando convencionales recursos visuales. Una gran sala de amplios ventanales laterales, domina el espacio escénico durante toda la representación, con una variante iluminación, en función del desarrollo dramático de la acción: en el Acto I, con sombríos tonos azulados, donde un gran telón formado por lamas de plástico transparente, separa dos planos escénicos; el más cercano, en el que Byron-Corrado trabaja en una pequeña y elegante mesita circular, en la creación de su obra, y el más lejano, donde puede verse, a través de la barrera de plástico, la figura difuminada y casi fantasmagórica de Medora, como una ensoñación del propio Byron ¡todo ello resulta bastante pretencioso! En el Acto II, la iluminación se torna anaranjada y cálida, para mostrar, el harén del pachá turco Seid, dominado por la presencia de su favorita Gulnara. Durante ese Acto II, la escenografía resulta cambiante, con la inserción de un panel, donde se proyectan pinturas de corte orientalista, y también, a modo de sombra chinesca, la figura en movimiento de Gulnara, que se conjunta, con la proyección de un gran incendio, con sombras que muestran el enfrentamiento de corsarios y turcos, de gran impacto visual. El comienzo del Acto III, se produce con otro incendio, donde se queman las pertenencias de Byron-Corrado, para pasar, a otro espacio muy convencional, recurriendo a un gran panel, donde se proyectan pinturas con motivos árabes, que sirve de fondo a la gran escena de Seid y su posterior dúo con Gulnara; y, sin solución de continuidad, pasamos a un espacio físico y dramático totalmente diferente, donde puede contemplarse un oscuro y ruinoso recinto carcelario, en el que Corrado está retenido, acudiendo Gulnara a liberarlo. La escena final de la ópera retoma el espacio inicial, con esa oscura iluminación y el telón de plástico, a través del que se puede ver de nuevo a la etérea Medora. Realidad y fantasía se entrelazan con la trágica presencia del trío formado por Corrado, su amante Medora y Gulnara, esta última situada en un diferente plano dramático. Sin duda, para entender este planteamiento escénico, los espectadores necesitan ciertas claves y conocer muy bien el argumento, cosa bastante complicada, tratándose de una ópera prácticamente desconocida. En cuanto al diseño de vestuario, fluctúa entre las sencillas y elegantes vestimentas de Medora, pasando por las adecuadas que portan Seid y Gulnara de estilo árabe, hasta la más absoluta ridiculez de un Corrado envuelto en una manta moruna y su cabeza cubierta por un fez, en el pequeño dúo con Seid del Acto II.

Se trata de una partitura, donde confluyen todas las características del joven Verdi: música fácil pero llena de atractivo, con momentos muy vibrantes, sobre todo puesta al servicio de las voces. Fabio Biondi alejado de los repertorios barroco y mozartiano que le son más afines, dirige con mucho brio y buen pulso, este título del joven Verdi, consiguiendo una excelente prestación de la Orquesta de la Comunitat Valenciana. Resulta curioso, que en estas representaciones, Biondi haya elevado el foso orquestal hasta situarlo casi al mismo nivel que el escenario, considerando que era lo habitual en los tiempos en que fue estrenada esta ópera y que facilitaba la conjunción de voces y orquesta. También cabe señalar una disposición de los atriles orquestales diferente a la habitual, colocando en el centro violonchelos y contrabajos, a la derecha maderas, metales y timbales, y a la izquierda violines, violas y arpa, con unos atractivos resultados sonoros. Se puede reprochar a Biondi, que, por momentos, eleve demasiado el sonido orquestal. Destacar la ejecución de la obertura, iniciada con unos poderosos acordes que muestran el sonido de una tempestad seguida de un bello tema magníficamente ejecutado por el clarinete. También brilló el sonido orquestal en la interpretación de esa música de carácter orientalista, en conjunción con el coro femenino, con la que arranca el Acto II, y en toda la escena final de ese acto, junto a voces solistas y coro, sobre todo en el magnífico concertante conclusivo. Excelentes interpretaciones de diferentes instrumentistas: arpa y flauta en la introducción del aria de Medora en el Acto I, con un tema musical que retomará el oboe cuando Medora vuelve a entrar en escena en el Acto III. Precioso sonido de los violonchelos en la introducción y coda conclusiva del aria de Corrado en el Acto III. También resultó de extrema delicadeza el sonido en pizzicato de la cuerda cuando se produce la muerte de Medora.

En el plano vocal, resaltar en primer lugar la gran interpretación de Medora, que realiza la soprano rusa Kristina Mkhitaryan, de voz mórbida, muy bello timbre y excelente fraseo, dominando todos los registros y con una excelente resolución de las agilidades. Capaz de alternar sonidos en forte con delicadas notas en pianissimi, incluso filando notas agudas. Domina con maestría los saltos del agudo al grave, y todo ello unido a una gran expresividad y bella presencia escénica. A pesar de su situación en el fondo del escenario y teniendo delante la citada barrera de plástico, la voz surge bellísima atravesando todo tipo de obstáculos para interpretar de manera muy brillante el recitativo-aria del Acto I “Egli non riede ancora….Non so le tetre immagini”, seguida del precioso dúo con Corrado, muy bien interpretado por el tenor norteamericano Michael Fabiano, en posesión de una voz de gran volumen, bien manejada, cuyo timbre recuerda al del joven Carreras. Domina el estilo verdiano y aunque tiene tendencia a cantar en forte, también es capaz de apianar la voz. Interpreta muy bien su gran escena del Acto I, recitativo-aria-cabaletta “Ah si, ben dite….Tutto parea sorridere…. Si, de’ corsari il fulmini”, con un contrastado fraseo, brillando de sobremanera en la vibrante cabaletta. Dota de patéticos acentos su gran aria del Acto III “Eccomi prigioniero” seguido del extenso dúo con Gulnara, discretamente interpretada por la soprano ucraniana Oksana Dyka, de voluminosa voz, no demasiado bien controlada y con un timbre agrio. Tiene auténticos problemas en su gran escena del Acto II, el recitativo-aria-cabaletta “Né sulla terra….Vola talor dal carcere….Ah, conforto è sol la speme”, con una irregular línea de canto y dificultades en las agilidades. Mejora su prestación en el Acto III, con un mayor control de la emisión, consiguiendo su mejores momentos en el precioso trío con Medora y Corrado, conclusivo de la ópera. Notable interpretación del barítono italiano Vito Priante, exhibiendo un buen estilo de canto verdiano, con un incisivo fraseo pleno de musicalidad, destacando la interpretación que realiza en su gran escena del Acto II, el recitativo-aria-cabaletta “Alfin questo corsaro è mio prigione!….Ma pria togliam dall’anima….S’avvicina il tuo momento”, con una vibrante ejecución de la cabaletta. En personajes comprimarios, buenas interpretaciones de Ignacio Giner (Selimo), Antonio Gómez (El eunuco) y Jesús Rita (El esclavo), todos pertenecientes al Coro de la Generalit Valenciana, cuya prestación –como siempre- resulta excelente, en sus muchas intervenciones, sobre todo en el largo trío con el comienza el final del Acto II (recuerdan momentos del Macbeth verdiano), seguido del gran concertante conclusivo. Y, sobre todo, resultan extraordinarias sus intervenciones en el trío de Medora, Corrado y Gulnara con el que concluye la ópera. La función del día 8 de abril fue tomada en video de alta definición, estando disponible en YouTube. Los lectores del presente comentario pueden contemplar el desarrollo de esta ópera, con gran profusión de primeros planos, que permiten observar muchos detalles; y, materialmente respirar junto a los cantantes.

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Algunas de las óperas más famosas y representadas del repertorio, no son precisamente las más fáciles de actualizar. Estamos acostumbrados a ver casi todas las grandes óperas situadas en distintos momentos, lugares y épocas. Todas menos una, Aida. Casi imposible situarla en una época distinta a la que hace referencia, mucho menos cambiar su ubicación y sacarla de las riveras del Nilo, donde Verdi situó alguna de sus más brillantes e íntimas escenas.Lejos y superados ya los tristes años de galeras, Aida (1871) es una de las óperas de madurez de Verdi anterior a sus dos ultimas composiciones, Otello y Falstaff. Habían pasado cuatro años desde Don Carlos y Verdi había reunido ya la fama y riqueza suficiente como para no componer sin motivos lo suficientemente estimulantes para él.

Ismael Pachá, virrey de Egipto, se disponía a celebrar por todo lo alto en 1869 la apertura del Canal de Suez. Encargó al arquitecto italiano Pietro Avoscani la construcción de un gran teatro de ópera en El Cairo. Y claro, para la inauguración de este teatro Pachá quiso contar con la participación del famoso compositor italiano. Verdi rechazaba una y otra vez la oferta de Pachá que piensa en probar suerte con otros compositores como Gounod o Wagner. En aquel momento, uno de los colaboradores contratados para este proyecto, el director de la Ópera Cómica de París, Camille Du Lucle, envió a Verdi parte del argumento de Aida. En ese momento Verdi acepta la oferta para componer esta obra y elige a Antonio Ghislanzoni como libretista. Una de las decisiones que se tomaron sobre el libreto fue sustituir la “t” de Aita, nombre original en egipcio, por la “d” de Aida, para facilitar la dicción de los cantantes. El 24 de diciembre de 1871 se estrena en El Cairo con un éxito extraordinario. Los intérpretes fueron Antonietta Pozzoni Anastasi como Aida, Eleonora Grossi, como Amneris, Pietro Mongini, como Radames, Francesco Steller, como Amonasro y Paolo Medini, como Ramfis. Los fastuosos decorados, que también contribuyeron al éxito, estuvieron a cargo de Philippe Chaperon, Edouard Despléchin, Jean Baptiste Lavastre y Auguste Rubé.

Verdi no viajó al estreno de su Aida en El Cairo, no soportaba los viajes en barco, pero disfrutó con el tremendo éxito (salió a saludar 32 veces) que dos meses después supuso su estreno en la Escala de Milán. En esta ocasión la protagonista fue Teresa Stolz, no en vano era en aquel momento amante del compositor.

Muchas Aidas ha habido desde entonces. Alguna, como la que se ha representado en el Teatro Real estos días, repiten. La producción que Hugo de Ana creó para el estreno de la segunda temporada del Teatro tras su reapertura, ha sido revisada para esta temporada de celebraciones. Quieren con ello, como dice su director Joan Mataboch, mirar al pasado para reivindicar su historia. En esta actualización se ha utilizado el vídeo tratando de dar un aspecto tridimensional a las imágenes. Para ello se ha colocado como siempre esa especie de velo en boca de escenario que, de alguna manera, amortigua la proyección de las voces. Los detalles de la escenografía han sido cuidados escrupulosamente, sobre todo en las reproducciones de algunos elementos como columnas o pirámides. Pero el resultado final es de un abigarramiento escénico que resulta agobiante por momentos. Hay un exceso en todo aquello que requiere delicadeza como el decorado, los adornos, el vestuario o el maquillaje. Todo esto envejece en lugar de actualizar la producción.

La escasa dirección de actores contribuye a la confusión que se aprecia en escena. No se por qué ese empeño en llenar el escenario de centenares de actores al mismo tiempo, sin razón o criterio evidente que lo justifique. Bailarines, coro, esclavos y cantantes intentaban moverse con el consiguiente ruido sobre un suelo lleno de trampas. Tampoco ayudaban a mantener el ritmo de la obra las pausas para los cambios de escena. Ni siquiera los momentos más íntimos consiguieron una atmósfera de recogimiento.

La dirección musical de Nicola Luisotti estuvo llena de teatralidad. Se nota su profundo conocimiento de la obra y del compositor. Es muy meritorio que mantuviera el equilibrio entre la orquesta y los cantantes con tantos elementos de distracción por medio.

Tres son los repartos que han afrontado estas 17 representaciones de Aida que, con alguna que otra sustitución, han generado multitud de combinaciones. La que nos tocó en suerte no se puede decir que tuviera su noche, pero salvaron con dignidad la situación, cosa que se agradece. Ana Lucrecia García, soprano hispano-venezolana que tuvo que sustituir como Aida a la armenia Lianna Haroutounian, no tuvo una fácil papeleta junto a su Radamès, Fabio Sartori. Ambos cumplieron, con dificultades, con sus respectivos papeles.

La Amneris de Daniela Barcelona nos supo a poco. Hacía mucho que no la escuchábamos en el Teatro Real. Dejó destellos de su poderoso centro y agudos vigorosos. Fue la más inspirada en el aspecto dramático, sobre todo en ese último acto lleno de intensidad dramática.

Resaltar el Amonasro de Ángel Ódena que estuvo a gran altura y fue, junto a Barcelona, lo más aplaudido por un frío público que, tal vez, tenía mayores expectativas puestas en esta Aida tan llena de excesos.

Il Corsaro

El Palau de les Arts Reina Sofía estrena el próximo 28 de marzo en la Sala Principal una nueva producción de ‘Il corsaro’, de Verdi, de matices poéticos e interpretación musical historicista.

Así lo han explicado hoy en la presentación de este título Fabio Biondi, director musical, y Nicola Raab, directora de escena. En la conferencia de prensa también han estado presentes el tenor Michael Fabiano, protagonista de la obra, junto con la soprano Oksana Dyka.

‘Il corsaro’ es el primer título que Les Arts transmitirá en ‘streaming’ esta temporada a través de la plataforma europea OperaVision, gracias a la colaboración de la Agencia Valenciana del Turismo.

Fabio Biondi pone en escena la partitura más enigmática y menos representada de Giuseppe Verdi con el Cor de la Generalitat y la Orquestra de la Comunitat Valenciana. Una obra marcada, según señala el maestro palermitano, por el desarrollo histórico y la motivación de la composición:

“Por primera vez, Verdi no da una obra a Ricordi sino que alcanza un ventajoso acuerdo con Lucca. La mala relación con el nuevo editor será determinante en el destino de esta ópera. Un hecho que se une al momento histórico de revolución (1848) en el que se escribe. El Verdi político y del Risorgimento, de óperas como ‘Nabucco’ o ‘La battaglia di Legnano’, escribe una composición profundamente romántica”.

El director titular de la Orquestra de la Comunitat Valenciana señala, no obstante, la gran belleza de las páginas de ‘Il corsaro’, en las que se escuchan momentos que rememoran ‘La traviata’ o ‘Rigoletto’, que se unen a una duración idónea, “una hora y media de música muy densa sin momentos carentes de interés”, apunta Biondi.

Para su interpretación, el director ha reproducido el tamaño y la disposición de la orquesta para la que Verdi pensó ‘Il corsaro’. “La ubicación del foso, bastante alto para la media de hoy en día, da ventaja a los cantantes, sobre todo en los recitativos, muy cerca del estilo belcantista”, añade el maestro.

Seis años después de su exitosa visión de ‘Thaïs’, de Massenet, en la que Plácido Domingo estrenó en València su papel número 139, Athanaël, Nicola Raab firma su primer montaje para Les Arts, que se realiza en coproducción con la Ópera de Montecarlo.

En esta ocasión, la ‘regista’ alemana se ha rodeado de un equipo creativo formado por George Souglides (escenografía y vestuario) David Debrinay (iluminación) y Ran Arthur Braun (coreógrafo de lucha y rodaje).

Producto de su entusiasmo por Lord Byron, gran poeta romántico en lengua inglesa, Giuseppe Verdi se encomendó a convertir la novela versificada ‘The Corsair’ en su decimotercera ópera, con Francesco Maria Piave como libretista.

‘Il corsaro’ narra la historia de Corrado, corsario del mar Egeo, que zarpa en misión secreta para atacar a los turcos, dejando a su amada Medora con los peores presentimientos.

Ya en la ciudad de Corone, los corsarios logran sorprender a los turcos quemando sus naves y asaltando el harén del pachá Seid, en el que Corrado salva a Gulnara, la esclava favorita, de morir entre las llamas. Sin embargo, la rápida reacción de los turcos les permite devolver el golpe y apresar a los invasores, condenando a Corrado a muerte.

Pero Gulnara consuma su venganza, liberando a los corsaros y poniendo fin a la vida de Seid. Ya en la isla corsaria, las funestas premoniciones de Medora le llevan a envenenarse. A su llegada, Corrado apenas tiene tiempo de despedirse de ella y, desesperado, se arroja al mar. Gulnara cae a tierra destrozada.

La propuesta de Raab imagina la historia de ‘Il corsaro’ en una acción interna que tiene lugar en la mente del protagonista, que ella reconvierte en el propio Lord Byron, autor del poema que inspiró a Verdi.

El espacio escénico es su pensamiento, una mente en blanco que se transforma en las diferentes ideas de Corrado mediante proyecciones, luces y movimientos, donde Medora es un recuerdo del pasado y Gulnara una invención que se convertirá en realidad.

Según ha subrayado Fabio Biondi, ‘Il corsaro’ es una “ópera concebida para un reparto de grandísimos cantantes”. El tenor Michael Fabiano encabeza el reparto en Les Arts, en el que le acompañan las sopranos Oksana Dyka y Kristina Mkhitaryan, el barítono Vito Priante, el bajo Evgeny Stavinsky y los tenores del Cor de la Generalitat Valenciana Ignacio Giner, Antonio Gómez y Jesús Rita.

Fabiano, una de las voces más codiciadas del momento, interpreta a Corrado, el papel protagonista, que ya debutó en 2014 en Washington, con una excelente acogida de la crítica especializada. El tenor de Nueva Jersey hace su debut en Valencia junto con la soprano ucraniana Oksana Dyka (Gulnara), a la que el público valenciano recuerda por sus memorables interpretaciones de ‘Madama Butterfly’ y ‘Tosca’.

Completan el cuarteto protagonista dos emergentes voces, que también se presentan por primera vez en Les Arts: la soprano rusa Kristina Mkhitaryan (Medora), ganadora del segundo premio de Operalia 2017, y el barítono italiano Vito Priante (Seid), que cuenta ya con destacados trabajos en Londres, Milán, París, Múnich, Chicago y Los Ángeles.

Les Arts presenta ‘Il corsaro’ los días 28 de marzo y 1, 5, 8 y 10 de abril en la Sala Principal.

‘Streaming’

El Palau de les Arts Reina Sofía ofrecerá en ‘streaming’ la representación del 8 de abril de ‘Il corsaro’ a través de www.OperaVision.eu, la nueva plataforma auspiciada por Opera Europa, que reúne a 30 compañías de ópera de 18 países del continente.

La transmisión de esta función es posible gracias a la colaboración de la Agencia Valenciana del Turismo y del canal de televisión especializado en música Mezzo.

Actividad didáctica

El domingo 25 de marzo, a las 12.00 h, Les Arts propone una actividad didáctica intergeneracional para comprender qué es y cómo se produce una ópera desde el corazón del teatro, el escenario de la Sala Principal. “Una mañana con ‘Il corsaro’” explicará a los asistentes el proceso de elaboración de esta nueva producción, desde los primeros bocetos hasta los trabajos técnicos o artísticos.

Les Arts informa de que el precio de la localidad es de 15 euros para adultos y de 7 euros para el público joven.

Michael Fabiano

Desde que la debutó en la Washington National Opera (Estados Unidos) no han dejado de pedírsela. Michael Fabiano viajará al Palau de Les Arts de Valencia en marzo para ser el protagonista de una nueva producción de la raramente programada ópera de Verdi Il Corsaro, “una obra que se inscribe en ese período en el que el compositor soñaba con la unificación italiana y trasladaba a sus óperas los deseos de libertad de su pueblo, todo dicho muy entrelíneas”, afirma el tenor estadounidense respecto de un título que ha venido madurando desde 2014, cuando lo cantó por primera vez. “Se trata de una obra que recoge la herencia del belcantismo, pero en la que Verdi ya apunta maneras y crea escenas de alto contenido dramático”, comenta Michael Fabiano.

El cantante norteamericano aterrizará en Valencia después de haber conseguido un gran triunfo en la temporada bilbaína con su inigualable Chevalier Des Grieux de Manon de Massenet, “un papel que me va muy bien tanto en lo vocal como en su temperamento, y que es muy romántico. En noviembre también lo canté en San Francisco, o sea que llevaba varios meses con el personaje. Junto al Corrado de Il Corsaro conformará un adecuado contraste, ya que este último además posee tintes heroicos, aunque su línea es casi puro bel canto”.

Michael Fabiano vuelve a España para debutar en Valencia después de haber comenzado la temporada como Rodolfo de La Bohème en una nueva producción en la Royal Opera House de Londres, de pasear su Des Grieux por San Francisco y Bilbao, de cantar el Duca de Rigoletto en la Royal Opera de Londres y de unas cuantas funciones de Lucia di Lammermoor en la Metropolitan Opera de Nueva York, título que después de su debut valenciano continuará cantando en mayo en ese mismo escenario.

Il corsaro

Nicola Raab dirige los ensayos de escena de la primera nueva producción de la temporada 2017-2018.

Fabio Biondi estrena esta ópera con el tenor Michael Fabiano y las sopranos Oksana Dyka y Kristina Mkhitaryan, y el barítono Vito Priante.

El Palau de les Arts Reina Sofía se adentra en la obra de Giuseppe Verdi más enigmática con la ópera ‘Il corsaro’, que se estrena el próximo 28 de marzo.

Fabio Biondi, director musical, y Nicola Raab, responsable de la puesta en escena, se encuentran inmersos en los ensayos de la primera nueva producción de la temporada 2017-2018.

El director titular de la Orquestra de la Comunitat Valenciana estrena esta obra con un reparto encabezado por el tenor Michael Fabiano, las sopranos Oksana Dyka y Kristina Mkhitaryan, y el barítono Vito Priante.

Fabiano, una de las voces más codiciadas del momento, interpreta a Corrado, el papel protagonista, que ya debutó en 2014 en Washington, con una excelente acogida de la crítica especializada. El tenor de Nueva Jersey hace su debut en Valencia junto con la soprano ucraniana Oksana Dyka (Gulnara), a la que el público valenciano recuerda por sus memorables interpretaciones de ‘Madama Butterfly’ y ‘Tosca’.

Completan el elenco protagonista dos emergentes voces, que también se presentan por primera vez en Les Arts: la soprano rusa Kristina Mkhitaryan (Medora), ganadora del segundo premio de Operalia 2017, y el bajo barítono italiano Vito Priante (Seid), que cuenta ya con destacados trabajos en Londres, Milán, París, Múnich, Chicago y Los Ángeles.

Seis años después de su exitosa visión de ‘Thaïs’, de Massenet, en la que Plácido Domingo estrenó en València su papel número 139, Athanaël, Nicola Raab firma su primer montaje para Les Arts, que se realiza en coproducción con la Ópera de Montecarlo.
En esta ocasión, la ‘regista’ alemana se ha rodeado de un equipo creativo formado por George Souglides (escenografía y vestuario) y Ran Arthur Braun (coreógrafo de lucha y rodaje).

La propuesta de Raab reconvierte la historia de ‘Il corsaro’ en una acción interna que tiene lugar en la mente del protagonista. La puesta en escena de su visión se materializa en un espacio escénico blanco, que se transforma a través de movimientos, formas, imágenes, colores y proyecciones en los diferentes ambientes e ideas por los que transita el corsario Corrado.

Producto de su entusiasmo por Lord Byron, gran poeta romántico en lengua inglesa, Giuseppe Verdi se encomendó a convertir la novela versificada ‘The Corsair’ en su decimotercera ópera.

Con Francesco Maria Piave como libretista, el compositor de Busseto exprime en la partitura las últimas gotas de su corazón romántico, que ya andaba fascinado por las cuestiones sociales.

Estrenada el 25 de octubre de 1848 en el Teatro Grande de Trieste, ‘Il corsaro’ se revela como una ópera de detalles magistrales y trazos vigorosos, que exhibe detalles proféticos de las obras maestras que encumbrarían la figura de Giuseppe Verdi.

‘Il corsaro’ narra la historia de Corrado, corsario del Mar Egeo, que zarpa en misión secreta para atacar a los turcos, dejando a su amada Medora con los peores presentimientos.

Ya en la ciudad de Corone, los corsarios logran sorprender a los turcos quemando sus naves y asaltando el harén del pachá Seid, en el que Corrado salva a Gulnara, la esclava favorita, de morir entre las llamas. Sin embargo, la rápida reacción de los turcos les permite devolver el golpe y apresar a los invasores, condenando a Corrado a muerte.

Pero Gulnara consuma su venganza, liberando a los corsaros y poniendo fin a la vida de Seid. Ya en la isla corsaria, las funestas premoniciones de Medora le llevan a envenenarse. A su llegada, Corrado apenas tiene tiempo de despedirse de ella y, desesperado, se arroja al mar. Gulnara cae a tierra destrozada.

Les Arts programará ‘Il corsaro’ los días 28 de marzo y 1, 5, 8 y 10 de abril en la Sala Principal.

Daniela Barcellona

En plena celebración del Bicentenario del Teatro Real y cuando se cumplen veinte años de su reapertura, la gran mezzosoprano Daniela Barcellona regresa al coliseo madrileño para interpretar Amneris en la ópera Aida, de Giuseppe Verdi.

Daniela Barcellona, considerada por las máximas autoridades en Rossini como la mejor mezzosoprano rossiniana de los últimos veinte años, que marcó un punto de inflexión en la historia interpretativa del rol de Tancredi, ha decidido extender su repertorio actual más allá del belcanto: “Estoy siguiendo el desarrollo natural de las demandas vocales y físicas que caracterizan este momento de mi vida”.

La famosa mezzo italiana, que emocionó al público valenciano por su poderío vocal y escénico en su debut del rol de Amneris, y con su memorable interpretación en la Arena di Verona, hizo exclamar a la crítica “Grandissima Daniela Barcellona! Abbiamo finalmente trovato l’Amneris areniana che aspettavamo da anni!”, regresa al Teatro Real, para interpretar, una vez más, a la princesa egipcia, tras su extraordinario éxito en el pasado Festival de Salzburgo junto a la Filarmónica de Viena y bajo la batuta del maestro Riccardo Muti, quien la llamó horas antes de su actuación como Amneris en el célebre escenario del Großes Festspielhaus, donde, tras un largo viaje en coche, brilló con luz propia.

Los próximos días 9, 15 y 20 de marzo, tendremos ocasión de disfrutar de la actuación de Daniela Barcellona en el Teatro Real de Madrid, bajo la dirección musical de Nicola Luisotti, compartiendo escenario con la soprano Lianna Haroutounian (Aida), el tenor Fabio Sartori (Radamés) y Ángel Ódena (Amonasro). Casi 300 artistas (entre solistas, coro, bailarines, actores y orquesta), en la revisada producción original de 1998, que firma el argentino Hugo de Ana.

Entre sus compromisos más inmediatos, cabe destacar el estreno de Falstaff, en la Staatsoper Unter den Linden, con dirección escénica de Mario Martone y dirección musical de Daniel Barenboim, Semiramide en la Bayerische Staatsoper, La Gioconda en la Deutsche Oper Berlin, la Petite messe solennelle en el Rossini Opera Festival y la Messa da Requiem de Verdi, con la Chicago Symphony Orchestra y Riccardo Muti. Además, este mes de marzo, saldrá al mercado su nuevo proyecto discográfico en el que interpreta el rol de Arsace, en una grabación íntegra de Semiramide de Rossini (Opera Rara), junto a Sir Mark Elder y la Orchestra of the Age of Enlightenment.

Daniela Barcellona

Aida

Entre los días 7 y 25 de marzo se ofrecerán 17 funciones de Aida, con la gran producción concebida por Hugo de Ana para la inauguración de la segunda temporada del ‘nuevo’ Teatro Real, en octubre de 1998, que desvelaba al público las enormes dimensiones y las excepcionales capacidades técnicas de su flamante escenario.

Las 8 funciones de entonces, dirigidas por Luis Antonio García Navarro (1941-2001), se unían a las 353 que tuvieron lugar en las temporadas anteriores al cierre del teatro, en 1925. Durante ese periodo el popular título verdiano fue el más representado en el Real, siendo Giuseppe Verdi (1813-1901) el compositor preferido del público madrileño.

En la presente temporada de conmemoraciones ─los 200 años del bicentenario y los 20 años de su reapertura─, el Teatro Real mira, pues, a su historia pasada y reciente a través de la reposición de Aida, uniendo a este auto-homenaje otro más simbólico a Pedro Lavirgen (1930). Este gran tenor no pudo interpretar en el Real a los personajes que lo distinguieron ─como Radamès, de Aida, con el que debutó en La Scala de Milán─ porque el apogeo de su brillante carrera trascurrió durante el período en que el coliseo de la Plaza de Oriente fue sala de conciertos y las óperas se representaban en el vecino Teatro de la Zarzuela.

Con el estreno de Aida en El Cairo, en 1871, Giuseppe Verdi, sexagenario y con 25 óperas en su haber, culminaba aparentemente una carrera prolífica (que luego duraría hasta los 80 años), con una partitura muy efusiva, pero también honda e intimista, en la que afloran los temas recurrentes en su obra: el triángulo amoroso, el trasfondo político y social, la prepotencia de los dictadores, la humillación de los oprimidos, los sentimientos paterno-filiales, los celos, los amores prohibidos, la traición, la soledad, la muerte…

Desde el punto de vista compositivo, Aida también refleja la veteranía de Verdi: su dominio de la escritura vocal, ─privilegiando los dúos y números de conjunto, en detrimento de las arias─; la genial utilización de la orquestación para obtener efectos dramatúrgicos; la yuxtaposición de momentos de recogimiento y de esplendor; y la pericia en la articulación de grandes números corales y coreográficos con inspiradas melodías solistas, de gran aliento y profundo dramatismo.

Es precisamente esta dualidad entre la espectacularidad de las escenas de masas ─con el imperio egipcio, ejércitos, faraones, esclavos, sacerdotisas, invasores, prisioneros, ritos religiosos, celebraciones, etc.─ y aquellas, recogidas, en las que afloran los conflictos y dramas de los protagonistas, donde radica la dificultad de la puesta en escena de Aida.

Hugo de Ana opta por una producción de fuerte poder simbólico, dominada por una colosal pirámide que sugiere la magnificencia del poder político y religioso, contrapuesta a paisajes desérticos que enfatizan la profunda soledad de los personajes, que se debaten entre sentimientos, dudas y contradicciones.

Para la actual reposición de Aida, Hugo de Ana ha revisado la producción original de 1998, actualizando elementos escenográficos y parte del vestuario e introduciendo algunas proyecciones.

 Tres repartos se alternarán en la interpretación de los papeles protagonistas de Aida, con Liudmyla Monastyrska, Anna Pirozzi y Lianna Haroutounian en el rol titular; Violeta Urmana, Ekaterina Semenchuk y Daniela Barcellona como Amneris; Gregory Kunde, Alfred Kim y Fabio Sartori como Radames; y Gabriele Viviani, George Gagnidze y Ángel Ódena, como Amonasro. Estarán secundados por el resto del elenco y por el Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, bajo la dirección de Nicola Luisotti, que dirigirá su tercer título verdiano en el Teatro Real, después de sus alabadas versiones de Il trovatore y Rigoletto.

Con casi 300 artistas ─entre solistas, coro, bailarines, actores y orquesta─ y una escenografía ya histórica, Aida vuelve a Madrid entre celebraciones y homenajes, pero, sobre todo, trayendo al escenario del Real a grandes intérpretes, capaces de dar a la obra de Verdi su verdadera dimensión universal.

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Hace justo diez años se represento por primera vez El Palau de Les Arts, el verdiano Don Carlo, entonces con la excelente dirección del ya desaparecido Lorin Maazel ¡eran aún buenos tiempos para El Palau! Esta ópera ha vuelto a programarse para inaugurar oficialmente, el pasado 9 de diciembre, la nueva temporada 2017-18, con la presencia en el reparto del incombustible Plácido Domingo como Rodrigo Marqués de Posa. El cantante madrileño a punto de cumplir setenta y siete años, sigue teniendo un auténtico tirón, hasta el punto que casi todas las entradas de las cinco representaciones programadas, se habían agotado con bastante antelación. El estreno estuvo marcado por la gran polémica surgida pocos días antes, con la dimisión Davide Livermore como Intendente y Director Artistico del Palau de Les Arts. Antes del comienzo de la representación una espectadora solicitó un aplauso para Livermore, que fue seguido de una fuerte ovación. Tras el descanso, cuando estaba a punto de comenzar el Acto III, una voz gritó “conceller cobarde”, secundado por numerosos aplausos y otras voces que decían “fuera políticos” o “no os carguéis la ópera”. Todas estas espontaneas manifestaciones, muestran el tremendo malestar de un público, que discrepa de unas decisiones políticas, que pueden perjudicar a este importante centro operístico. Esperemos que todo se resuelva, para que los aficionados al mundo de la lírica, podamos seguir disfrutando de las excelentes programaciones ofrecidas por este teatro. El complejo mundo de la ópera debe ser gestionado por auténticos expertos, que no estén mediatizados por los intereses políticos.

Don Carlos surge como un encargo a Giuseppe Verdi del gobierno francés, con motivo de la Exposición Universal que iba a tener lugar en París, en 1867. El tema elegido era una adaptación de la obra Don Carlos, Infant von Spain de Schiller. El magnífico drama del poeta alemán databa de 1787, y era una obra de intenso contenido político, donde Schiller, realizaba una dura crítica del autoritario Felipe II, fuertemente influido por la Inquisición, en contra del ansia de libertad de su hijo el Infante Don Carlos y su amigo Rodrigo Marqués de Posa. El dramaturgo se había inspirado para su obra, en un episodio de la “leyenda negra” que sobre Felipe II, que maquinaron Guillermo de Orange, responsable de rebelión contra el Imperio Español de los Países Bajos y Antonio Pérez, el desleal secretario de Felipe II. Ese episodio era el de la muerte en prisión de Don Carlos, heredero del trono, en circunstancias nunca aclaradas. Es una realidad histórica que cuando el Infante era un niño, se había pensado en casarlo con la hija de Enrique II de Francia, Isabel de Valois. Finalmente, ésta había sido destinada, cuando solo contaba trece años, a ser esposa de Felipe II, viudo ya dos veces. Lejos toda realidad histórica, la obra de Schiller planteaba que Isabel Valois, siendo una adolescente, había conocido en Francia a Don Carlos, que era de su misma edad, estableciéndose entre ambos una relación amorosa, finalmente truncada por el casamiento de Isabel con Felipe II. El reencuentro de Don Carlos e Isabel, es el detonante del drama escrito por Schiller, donde la detención y muerte de Don Carlos se había producido por los celos de Felipe II, al descubrir las antiguas relaciones de su hijo con Isabel y el apoyo que el Infante estaba dando a los rebeldes flamencos, duramente perseguidos por su padre. A partir de la obra de Schiller, Joseph Méry y Camille du Locle, prepararon un magnífico libreto. Con ese material Verdi consiguió poner música a un texto de largos diálogos morales y políticos, con una feroz crítica a La Inquisición, representada por ese tremendo y siniestro personaje del Gran Inquisidor, en la estremecedora escena de su dúo con Felipe II. Se trata de una historia sobre la amistad, el amor, los celos, los conflictos paterno-filiales, que siempre interesaron a Verdi; y, sobre todo, de la soledad del poder, plasmada en un impresionante monólogo de Felipe II. La obra seguía las convenciones de la Gran Ópera, con una estructura en cinco actos, y la inserción en el Acto III de un ballet de ciertas dimensiones, denominado La Peregrina.
El estreno de Don Carlos se produjo en el Teatro Imperial de la Ópera de París (posteriormente llamado Palais Garnier) el 11 de marzo de 1867, con asistencia del emperador Napoleón III y de su esposa Eugenia de Montijo, a quien molestó de sobremanera la forma en la que Verdi trataba a Felipe II. Paralelamente a la versión escrita en francés, Achile de Lauzières, preparó una traducción del libreto al italiano, que fue estrenada en el Teatro Comunale de Bolonia el 27 de octubre de 1867. Con el paso de los años, Verdi decidió reducir la ópera a cuatro actos, donde se eliminaba el Acto I de la versión francesa (Acto de Fontainebleau) y el ballet. Esta versión se estrenó en el Teatro alla Scala el 10 de enero de 1884, y es la que se representa más habitualmente.
Las representaciones de Don Carlo fueron muy escasas durante la primera mitad del Siglo XX. A partir de 1950 vuelve a ser programada con cierta asiduidad, siendo el personaje de Don Carlo interpretado por grandes tenores como Jussi Björling, Richard Tucker, Franco Corelli, John Vickers y Carlo Bergonzi, quien en 1965 realizó una extraordinaria interpretación, en una referencial grabación de estudio (versión italiana en cinco actos) del sello DECCA, junto a Renata Tebaldi como Isabel de Valois, la impresionante Princesa de Éboli de Grace Bumbry, el espléndido Felipe II de Nicolai Ghiaurov, el elegante y sutil Posa de Dietrich Fischer-Dieskau y el imponente Gran Inquisidor de Martti Talvela, dirigidos por Georg Solti al frente de la Orquesta del Covent Garden.
Cabe señalar las magníficas creaciones de Don Carlo realizadas por tenores españoles como José Carreras, Jaime Aragall, y sobre todo de Plácido Domingo, quien más veces lo interpretó, desde que lo debutase en la Ópera de Viena, en 1967, hasta unas últimas funciones, también en ese mismo teatro, en 1992. En el transcurso de esos veinticinco años, Domingo ha dejado un importante legado discográfico de esta ópera, con numerosas grabaciones en directo, entre ellas, dos tomas en video: en 1978 (Teatro alla Scala) junto al Posa del gran Renato Bruson, con dirección de Claudio Abbado y en 1983 (Metropolitan de New York) junto a la magnífica Isabel Valois interpretada por Mirella Freni, con dirección de James Levine. De todas sus interpretaciones, cabe destacar la que realizó en estudio (versión italiana en cinco actos) para EMI, en 1970, junto a Monserrat Caballé como Isabel de Valois, la extraordinaria Éboli de Shirley Verret, el Felipe II de Ruggero Raimondi y Sherrill Milnes como Posa, con la magnífica dirección de Carlo María Giulini al frente de la Orquesta del Covent Garden. Esta grabación resulta referencial junto a la de Solti, y en ella, Domingo realiza una de las mejores interpretaciones de toda su carrera. Curiosamente, ya pasados veinticinco años de su último Don Carlo, Domingo ha retomado esta ópera, interpretando el papel baritonal de Rodrigo Marqués de Posa, que debutó en la Ópera de Viena, en junio pasado y que ha vuelto a interpretar en el Palau de Les Arts.

El Don Carlo representado en Valencia es la versión en cuatro actos, siendo una producción de la Deutsche Oper de Berlín dirigida escénicamente por Marco Arturo Marelli, también responsable de la escenografía y el diseño de iluminación. Reconozco mi predilección por las producciones que reproduzcan, lo más fielmente posible, tanto en su escenografía como en el vestuario un período histórico concreto, y ello se hace aún más necesario en óperas como Don Carlo. Sin duda, estas producciones son sumamente costosas, pero resultan especialmente brillantes. Y, pueden servir de ejemplo los montajes de Franco Zeffirelli, John Dexter o Hugo de Ana. En este Don Carlo se ha optado por una escenografía de carácter minimalista con unos grandes paneles móviles que se van desplazando para acotar espacios escénicos, realzados, en diferentes momentos, por una acertada iluminación. Los huecos que se forman entre los paneles, durante gran parte de la representación, adoptan la forma de cruz, en un intento de mostrar la gran influencia religiosa sobre el poder político en la época de Felipe II. Los objetos escénicos son mínimos: un pequeño monolito coronado por numerosas velas que aparece al comienzo y final de la ópera, algunas banquetas o el lecho conyugal vacío, que Felipe II contempla con infinita tristeza en su gran escena del Acto III. El diseño de vestuario de Dagmar Niefind resulta atractivo, siendo de carácter histórico el que llevan las mujeres con predominio de tonos oscuros, excepto el personaje de Éboli, que luce un vestido de color verde. El vestuario masculino, es más intemporal, con detalles claramente modernos como esa cartera que lleva en bandolera el marqués de Posa. Los colores oscuros contrastan con el intenso rojo de las vestimentas eclesiásticas, sobre todo en la gran escena del Auto de Fé, uno de los momentos más conseguidos de esta producción. Aceptable dirección escénica de Marco Antonio Marelli, quien al final de la ópera se toma licencias con respecto al texto original, con el fusilamiento de Don Carlo y sus amigos flamencos, que recuerda el famoso cuadro de Goya, “Los fusilamientos de la Moncloa”.

Gran actuación de la Orquesta de la Comunidad Valenciana dirigida por Ramón Tebar, quien mostro gran conocimiento de esta partitura verdiana, ofreciendo una lectura meticulosa, intensa y contrastada, donde el sonido orquestal brilló de sobremanera en la “Canción del velo” en el Acto I, y sobre todo en la gran escena de la Coronación y Auto de Fé, conclusiva del Acto II, con una muy destacada intervención de los metales. También, el acompañamiento orquestal confirió un tremendo dramatismo al diálogo entre Felipe II y El gran Inquisidor en el Acto III. Cabe destacar la ejecución de la suave y delicada música que introduce el Acto II. Otros excelentes momentos orquestales se produjeron en el dúo de Felipe II e Isabel del Acto III, y en trío de ese mismo acto con Éboli, Posa y Felipe II, con excelente prestación de los violonchelos. De gran belleza el sonido de flauta y metales, cuando se produce la muerte de Posa. Precioso resulta el diálogo de cuerda grave y metales en el preludio del Acto IV. Mención especial merece la brillantísima intervención solista del violonchelo en la gran escena de Felipe II, al comienzo del Acto III. Magnífica prestación de oboe y corno inglés acompañando el aria de Isabel del Acto I “Non pianger mia compagna”. Muy brillante el sonido orquestal acompañando el “Dúo de la amistad” de Don Carlo y Posa, al final del Cuadro I del Acto I, que aparece reiteradamente en diferentes momentos de la ópera. Excelente labor de concertación de Ramón Tebar muy pendiente de las voces, en especial facilitando la labor de Plácido Domingo. En suma, la actuación orquestal fue el gran atractivo de este Don Carlo.

Plácido Domingo ha ampliado a su extensísimo repertorio, el papel de Rodrigo Marqués de Posa, que interpretó por primera vez el pasado mes de junio, en la Ópera de Viena, precisamente cuando se cumplía el cincuenta aniversario de su debut como Don Carlo en ese mismo teatro. Al escuchar la magnífica creación del infortunado Infante de España, realizada por un jovencísimo Domingo, de timbre bellísimo, con una espléndida línea de canto verdiano, y comprobar su lógico estado vocal actual, surge -al menos para mí- una gran pena y nostalgia. Posa es uno de los más bellos roles baritonales creados por Verdi. Se trata de un personaje de presencia y vigor juveniles, de la misma edad que Don Carlo. Por tanto, el primer problema, para Domingo es su absoluta falta de adecuación escénica, ya que con su aspecto físico actual, -propio de alguien a punto de cumplir setenta y siete años- en sus escenas con Don Carlo, parece su padre e incluso su abuelo. Otro problema es la falta de diferenciación tímbrica con Don Carlo, ya que Domingo canta papeles baritonales con voz de tenor. A todo ello se añade un corto fiato y perdida de volumen vocal que le hace casi inaudible en los concertantes. Sin embargo, aún tiene capacidad para ofrecer una línea de canto verdiano, mucho mejor que la de sus compañeros de reparto. Y, en su gran escena del Acto III, es capaz de superar carencias e interpretar de manera muy notable, ligando bien las notas, la bellísima aria “Per me giunto è il dì supremo”, dando una lección de canto verdiano. Cuando acudió a saludar, al final de la representación, el público le dedicó una estruendosa ovación, consciente de que estaban en presencia del último gran mito de la ópera.
Andrea Caré en el papel de Don Carlo, ofreció un atractivo timbre moviéndose bien en la zona aguda, aunque mostrando dificultades en la zona de paso. Se mostró poco expresivo, con un fraseo monótono y falto de intencionalidad. Sus mejores momentos fueron su dúo con Éboli del Acto I, y sobre todo el gran dúo final del Acto IV, con una Isabel de Valois, interpretada por María José Siri, quien mostró una buena vocalidad, con un seguro registro agudo, aunque con una muy limitada gama de graves y un canto, por momentos, poco expresivo. Realizó una notable interpretación vocal –peor en el plano expresivo- de su aria del Acto I “Non pianger mia compagna”. Estuvo bastante entonada en el Trío del Acto I, junto a Éboli y Posa. Su actuación fue ganando en intensidad en su dúo con Felipe II, del Acto III, consiguiendo ofrecer una magnífica interpretación de su gran aria del Acto IV “Tu che la vanita”, con excelentes regulaciones del sonido incluso ejecutando una meritoria “messa di voce” y emitiendo con seguridad un Si4.
Violeta Urmana ofreció un interpretación de Éboli, llena de expresividad, aunque en el plano vocal tuvo ciertas dificultades en la ejecución de las agilidades en su aria del Acto I “Nell giardin del bello” (La canción del velo), donde, curiosamente, quedó cortada la última parte de la repetición, con una serie de compases omitidos, que adelantan el momento orquestal que marca la presencia de la reina. Muy bien en su dúo con Isabel del Acto III, seguido de la muy difícil aria del “O don fatale” que interpretó con arte y auténtica valentía, aunque con carencias en el registro grave y unos agudos algo destemplados y tirantes.
El bajo Alenxander Vinogradov como Felipe II, ofreció una imponente vocalidad, aunque no muy metido en el estilo de canto verdiano, y ello se pone de manifiesto en su dúo con Posa del Acto I, donde Plácido Domingo, si muestra un buen dominio del fraseo verdiano. El bajo ruso realizó una muy notable y matizada interpretación de su gran escena en el arranque del Acto III, “Ella giammai m’amo….Dormiró sol nel manto” y está magnífico en el impresionante dúo con el gran Inquisidor interpretado por el bajo Marco Spotti, carente de la rotundidad de bajo profundo que requiere este rol, donde es superado claramente por Alexander Vinogradod, uno de los grandes triunfadores de este Don Carlo.
Bien el resto de los interpretes, destacando la soprano Karen Gardeazabal como el travestido Tebaldo, ridículamente caracterizado con bigote incluido, y la voz del Cielo interpretada Olga Zharikova, que aparece en escena con un bebe que le es arrebatado.
Como siempre, excelente prestación del Coro de la Generalitad Valenciana, en sus numerosas intervenciones, resultado sumamente meritoria su labor, en momentos donde las voces quedan encajadas en los huecos que dejan los paneles móviles, como en el caso de la escena del “Auto de Fé”.

Ramón Gener

El humanista y divulgador musical Ramon Gener desvela los secretos ‘Don Carlo’, de Verdi, al público del Palau de les Arts Reina Sofía, el miércoles, 29 de noviembre, a las 19.30 h en el Aula Magistral.

El centro de artes retoma así el ciclo de conferencias-espectáculo ‘Les Arts és òpera’ después de la excelente acogida la pasada temporada. Con su habitual lenguaje didáctico y materiales audiovisuales, el presentador del célebre programa “This is Opera” visitará Les Arts para analizar los títulos que conforman el abono operístico del teatro: ‘Don Carlo’, de Verdi; ‘Peter Grimes’, de Britten; ‘Il corsaro’, de Verdi; ‘Tosca’, de Puccini; y ‘La damnation de Faust’, de Berlioz.

Las conferencias tendrán lugar en el Aula Magistral, con una capacidad de 380 espectadores, y será necesario solicitar previamente localidad para su asistencia. A través del apartado de Venta de Entradas de www.lesarts.com y dentro de las fechas indicadas, se podrá retirar un máximo de 2 invitaciones por solicitante.

Mañana martes, 28 de noviembre, de 10.00 h a 23.59 h, o hasta completar el aforo disponible, el público general podrá adquirir sus entradas para la conferencia de ‘Don Carlo’.

Ramon Gener

Licenciado en Humanidades y en Ciencias Empresariales. Empezó su formación como músico estudiando piano en el Conservatorio del Liceo y la completó con Anna Maria Albors. Por recomendación de la soprano Victoria de los Ángeles empezó a estudiar canto bajo su supervisión. Completó sus estudios vocales en Varsovia con el barítono Jerzy Artysz y en Barcelona con el tenor Eduard Giménez. Después de una carrera de varios años como barítono dejó de cantar y empezó una nueva etapa como divulgador musical ofreciendo conferencias sobre música «clásica» y ópera.

El eco y la repercusión de estas conferencias lo llevaron hasta el mundo de la televisión. Primero a TV3 con el programa «Òpera en texans” y después a la escena internacional con «This is Opera», una coproducción española y alemana grabada en inglés y español que se puede ver en muchos países del mundo. En la radio colabora de forma habitual en el programa «Hoy por hoy» de la cadena SER y en el programa «Versió RAC1». También se ha introducido en el mundo literario con la publicación de «Si Beethoven pudiera escucharme» (2013) y «El amor te hará inmortal» (2016).

María José Montiel

La mezzosoprano madrileña María José Montiel debutará el próximo 19 de noviembre en Liverpool (Inglaterra) intepretando una de las obras que la ha hecho famosa en el mundo entero, la Messa da Requiem de Giuseppe Verdi. La diva española subirá al escenario del Liverpool Philharmonic Hall junto a la Royal Liverpool Philharmonic y al Royal Liverpool Philharmonic Choir, todos bajo la dirección de Vasily Petrenko, acompañada de la soprano Ainhoa Arteta, del tenor David Butt Philip y del barítono Bryn Terfel. Montiel ha interpretado esta obra maestra de Verdi en escenarios de todo el mundo colaborando con directores de la talla de Riccardo Chailly, con quien realizara varias giras interpretando este Requiem, sin duda una de sus obras favoritas.

Después de este nuevo debut, María José Montiel viajará a Valencia para ofrecer un concierto benéfico para la Fundación Columbus, de la que ella es embajadora y que recauda fondos para niños con patologías graves y enfermedades raras. Seguidamente realizará un recital en la Sociedad Filarmónica de Alicante y ya en enero de 2018 participará en el concierto DIVAS junto a las sopranos Ainhoa Arteta y Pilar Jurado en el MadWomanFest.

En próximos compromisos interpretará Shéhérazade de Ravel y las Siete Canciones populares españolas de Falla junto a la Orquesta Nacional de España (enero 2018), participará en el ciclo Opera Stars Concerts en la Naples Opera de Estados Unidos con un recital junto al maestro Ramón Tebar, regresará a Barcelona con el Requiem de Verdi con la Simfònica del del Liceu dirigida por Josep Pons (febrero), debutará como Princesa de Eboli de Don Carlo en la Ópera de Tenerife y también regresará al Teatro de La Zarzuela de Madrid con un recital junto al piano de Rubén Fernández Aguirre.

Andrea Caré

Andrea Carè, uno de los tenores más importantes de su generación, acaba de triunfar en el Teatro Real de Madrid interpretando a Pinkerton en Madama Butterfly y a Don José en Carmen. Ahora prepara su debut en el Palau de Les Arts de Valencia donde volverá a ser el protagonista de la ópera de Verdi Don Carlo, título que el interprete italiano ya ha cantado en Canadá, Francia y en el mítico Bolshoi de Moscú. “Se trata de un personaje fascinante por la complejidad psicológica que representa y por su dificultad vocal e interpretativa, aunque creo que se adapta muy bien a mi instrumento”, apunta el tenor, entusiasmado con cantar esta ópera en España, país en el que se ambienta la acción. Esta vez encarnará al infante nada menos que junto al Rodrigo de Plácido Domingo, artista con el que Andrea Carè ha coincidido en varias oca-siones y con quien tiene grabado Nabucco en DVD (Sony). Ganador de la Spoleto International Opera Competition (2005), ha perfeccionado su arte con la mítica soprano Raina Kabaivanska así como con el legendario Luciano Pavarotti. Y si en próximas temporadas debutará en el Metropolitan de Nueva York y en la Ópera de Viena, Carè ya ha actuado en algunos de los escenarios más importantes del mundo, como la Royal Opera House del Covent Garden de Londres, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, el Teatro Regio de Turín, la Ópera de Roma, la Deutsche Oper de Berlín, el China NCPA de Pequín o el Teatro alla Scala de Milán. Con esta producción valenciana, Carè consolida su presencia en el mercado operístico español después de sus debuts en Barcelona y Madrid.

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Aquiles Machado

ABAO-OLBE (Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera) inaugura su 66 Temporada con I Masnadieri de Verdi. Este título conforma la duodécima edición del proyecto TUTTO VERDI  de la Asociación que encara ya su recta final. Los próximos días 21, 24, 27 y 30 de octubre, con el patrocinio de IBERDROLA, sube a escena esta ópera estrenada en Londres, una de las más belcantistas del maestro italiano, que posee todas las características de movimiento romántico: pasión, idealismo, rebeldía…

En este drama, que se desarrolla en Alemania a principios del siglo XVIII, Verdi supo centrar las convenciones y condiciones de la Italia del ochocientos aunándolas con los gustos particulares del Londres victoriano. Para dar vida a los protagonistas de este título lleno de nuevos recursos musicales, donde se alternan los momentos dramáticos con los liricos y las frases de coloratura, ABAO-OLBE ha reunido a un elenco encabezado por Aquiles Machado, un tenor conocido por el público bilbaíno ya que nos ha visitado en siete ocasiones, y que está conquistando la escena europea con compromisos en Viena, Zurich, Moscú, Bologna, Bélgica… A su lado realiza su presentación en ABAO la joven soprano italiana  Marta Torbidoni en el papel de ‘Amalia’, rol que interpretó recientemente en esta misma producción en el Teatro Giuseppe Verdi de Busseto. El barítono búlgaro Vladimir Stoyanov como ‘Francesco’ y el bajo Mika Kares como ‘Massimiliano’ completan el cuarteto protagonista. Junto a ellos el tenor Juan Antonio Sanabria como ‘Arminio’, el bajo Petros Magoulas como ‘Moser’ y el tenor Alberto Nuñez como ‘Rolla’ cierran el cartel.

La parte musical está a cargo del maestro Miguel Ángel Gómez Martínez, director titular de la Orquesta Sinfónica de RTVE y gran conocedor de este repertorio, quien se pone al frente de la Bilboko Orkestra Sinfonikoa  para  dirigir un título que según sus propias palabras “ofrece una especial frescura y espontaneidad”. La parte coral es una vez más tarea del Coro de Ópera de Bilbao, con Boris Dujin al frente.

En el escenario una producción del Teatro Regio di Parma que se estrena por primera vez a nivel nacional, ideada por el debutante en ABAO, Leo Muscato. Se trata de un espectáculo con sentido histórico y contemporáneo donde los ladrones, en eterna búsqueda de la felicidad, son modernos pero revolucionarios. Entre el fuego y el hierro, Muscato apuesta por la madera con un anillo atormentado en una atmósfera brumosa y arbolada llena de tensión dramática, simbolismos y efectos de luz. Un hermoso vestuario de Silvia Aymonino desvela la parte gótica e intemporal de este drama.

Conferencia sobre “I Masnadieri”

Con el fin de analizar, con carácter previo al estreno, los aspectos más relevantes de esta ópera de Verdi, ABAO-OLBE ha organizado una conferencia, de entrada libre hasta completar aforo, para el viernes 20 de octubre en el Auditorio del Museo de Bellas Artes (entrada por la puerta Chillida) a las 19.15 horas. En esta ocasión será Andrea Merli, crítico musical, ensayista y conferenciante. Colaborador habitual de la revista L’Opera y corresponsal en Milán de la revista Ópera Actual. Su interés por la música y la ópera le ha llevado a publicar numerosos trabajos en teatros y medios especializados. Desde hace más de una década tiene un programa sobre ópera en la RAI Radio.

Riccardo Frizza

El maestro italiano Riccardo Frizza, que acaba de ser nombrado director musical del Donizetti Opera Festival de Bérgamo (Italia), no es solo una autoridad en el repertorio belcantista e italiano en general, sino también, y especialmente, del verdiano. Y si el curso pasado se puso al mando de más de medio centenar de funciones de obras de Verdi, Donizetti y Bellini en algunos de los teatros más importantes del mundo, en noviembre regresa a Japón para ponerse al mando de la producción de La Traviata de Verdi en el New National Theatre tokiota. La popular obra maestra verdiana, una de las más queridas del público japonés, contará con un reparto encabezado por la soprano rumana Irina Lungu, toda una estrella del firmamento lírico internacional.

Esta Traviata japonesa llega a la agenda del maestro Frizza después de haber conseguido un nuevo éxito en su carrera con el canto del cisne del genio verdiano, Falstaff, en el Teatro Regio de Parma, cuna del arte de Giuseppe Verdi. Y desde Tokio viajará después a la Opéra National de Paris para dirigir nueve funciones de Il barbiere di Siviglia de otro de los autores belcantistas más relevantes: Gioachino Rossini.

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Riccardo Frizza

Riccardo Frizza, uno de los directores musicales más importantes de su generación, continúa este curso concentrado en uno de sus compositores favoritos, Giuseppe Verdi. Como experto en el repertorio italiano que es, el maestro nacido en Brescia dirigió la pasada temporada más de cincuenta funciones de títulos como Otello, Lucia di Lammermoor, Attila, Norma, Rigoletto o I Puritani en teatros como la Opéra National de Paris, La Fenice de Venecia, la Lyric Opera de Chicago, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona o el Müpa de Budapest; este verano ha regresado al emblemático Sferisterio del Festival de Macerata para dirigir cuatro funciones de Aida y en octubre seguirá con más Verdi, en esta ocasión en el Teatro Regio de Parma (Italia) con la última ópera del genio de Busetto, Falstaff; será los días 1, 5, 15 y 22 de octubre en una nueva producción del coliseo parmesano cuya dirección de escena correrá a cargo de Jacopo Spirei. Antes, el 1 de septiembre, el maestro volará a Tenerife (Islas Canarias) para dirigir una gala lírica ante la Orquesta Sinfónica de Tenerife, el tenor tinerfeño Celso Albelo y a la soprano grancanaria Davinia Rodríguez.

Dirigir Falstaff, el canto del cisne de Verdi, es un reto para cualquier músico, según explica Riccardo Frizza. “Esta obra maestra está universalmente considerada como el ejemplo más ilustre de la estatura artística y de la genialidad compositiva de Giuseppe Verdi”, afirma. “Tal y como ha dejado escrito en su correspondencia, Verdi se divirtió escribiéndola y con ella corona un deseo acariciado por muchos años: volver a hacer comedia. Pero no solo eso: con Falstaff el compositor ofrece al mundo una nueva manera de poner en música un libreto cómico, un género que desde los años 40 del siglo XIX estaba en crisis tanto por la forma como por las ideas. Con esta obra de madurez Verdi se inventa un nuevo estilo abandonando las formas del melodramma decimonónico y haciendo desaparecer totalmente las formas cerradas y los recitativos. Es un paso de gigante en la historia de la música y por ello dirigir este título es un verdadero placer y toda una aventura”.

Tras estas funciones de Falstaff en Parma, el maestro Frizza viajará a Japón para dirigir cinco representaciones de La Traviata en el New National Theater de Tokio (noviembre) para después afrontar su esperada vuelta a la Opéra National de Paris, escenario en el que dirigirá nueve funciones de Il barbiere di Siviglia.

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Ángeles Blancas

Ángeles Blancas continúa abriendo caminos. Son muy pocas las sopranos latinas que se atreven con el repertorio centroeuropeo o con papeles veristas de alto riesgo, como Minnie, de la pucciniana La fanciulla del West, ópera que este mes debuta en el Palacio Bellas Artes de México. “Me interesan sobre todo las heroínas que tienen algo que decir”, afirma la cantante, “personajes con personalidad y que representan un buen canal para la expresividad”. De ahí su interés por Wagner, Janácek, Rhim o Richard Strauss, sin olvidar a otros autores que le apasionan, como Verdi, Puccini o Mozart.

Sus particulares características vocales y su vocación dramática la ha llevado a interesarse por papeles de gran complejidad musical y psicológica como Lady Macbeth (Macbeth, Verdi), Elisabetta de Valois (Don Carlo, Verdi), Emilia Marty (Vec Makropulos, Janácek), Kostelnicka (Jenufa, Janácek), Salome (Salome, Richard Strauss) o Katia (Katia Kabanová, Janácek). Después de inaugurar la temporada 2017/18 interpretando a Minnie de La fanciulla del West (Puccini) en el Palacio de Bellas Artes de México, entre sus próximos compromisos destacan Das Gehege, de Wolfgang Rihm para soprano, mimo y orquesta– y el papel de la Madre de Il Prigioniero de Dallapiccola en La Monnaie (Bruselas) y en la Ópera Stuttgart. Antes, en octubre, inaugurará la temporada de la Orquesta Sinfónica de Extremadura con los Vier letzte Lieder de Richard Strauss bajo la dirección del titular del conjunto extremeño, Álvaro Albiach, y ofrecerá un recital con obras de Verdi y Wagner para los Amigos de la Ópera de A Coruña, cuya programación 2017 está dedicada a la me-moria de la madre de la cantante, la también soprano Ángeles Gulín, en el 15º aniversario de su fallecimiento.

Celso Albelo

Después de triunfar con su Duque de Mantua del Rigoletto verdiano en su debut en la Ópera de Oviedo, el tenor Celso Albelo pondrá rumbo a Barcelona para regresar al escenario del Liceu, esta vez interpretando el papel de Nicias de Thaïs de Massenet. Con este personaje romántico del repertorio francés Albelo mostrará una faceta diferente al público liceísta que lo conocía solo por sus personajes belcantistas al haber cantado en el escenario de La Rambla La Sonnambula e I Capuleti e i Montecchi, ambas de Bellini. En marzo vuelve al Liceu para compartir escenario con Plácido Domingo; ambos cantantes ya han trabajado juntos con anterioridad, ocasión en la que el legendario artista madrileño definió al intérprete canario como «el número uno de los tenores españoles». A ambos les esperan dos funciones -en versión de concierto, días 1 y 4 de marzo- de esta poco representada obra maestra del repertorio francés que dirigirá Patrick Fournillier en un reparto que completan las sopranos Nino Machaidze y Sara Blanch.

Más tarde, Albelo será Arturo de I Puritani en una gira por tres teatros italianos: el Comunale de Módena (16, 19 / III), el Municipale di Piacenza (24, 26 / III) y el Municipale de Valli (Reggio Emilia, 30 / III y 2 / IV).

Más adelante, y entre otras actuaciones, le esperan Maria Stuarda en el Teatro Carlo Felice de Génova y Rigoletto en el Festival Chorégies d’Orange (Francia).

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www.celsoalbelo.com

Ricardo Frizza

El director musical Riccardo Frizza regresa en marzo y abril al podio del Gran Teatre del Liceu de Barcelona para dirigir 13 funciones de la ópera Rigoletto de Giuseppe Verdi. El laureado maestro es uno de los grandes directores del repertorio operístico italiano (la prensa le ha saludado como “el nuevo director de Verdi de su generación”) y del bel canto romántico.
Esto lo saben muy bien en el coliseo barcelonés, en el cual el maestro Frizza ha dirigido recientemente I Capuleti e i Montecchi, de Bellini, con un gran éxito personal de público y crítica. Otra de las obras más importantes de este compositor, Norma, la dirige durante el mes de febrero en la Lyric Opera de Chicago, justo antes de ponerse a la batuta del Rigoletto liceísta.

Invitado habitual de teatros como el Metropolitan de Nueva York, La Scala de Milán, La Fenice de Venecia, la Opéra National de París, la Bayerische Staatsoper de Múnich o el Rossini Opera Festival, el maestro Frizza también ha desarrollado una amplia carrera sinfónica ante la mayoría de las principales orquestas de Europa y América.

Después de estas funciones de Rigoletto en Barcelona –días 21, 22, 24, 25, 26, 28, 29 y 30 de marzo y 1, 2, 3, 5 y 6 de abril–, el director italiano afrontará un concierto sinfónico en el Teatro Grande de Brescia (Italia) junto a la Filarmónica de La Fenice y regresará a La Fenice de Venecia para dirigir nueve funciones de Lucia di Lammermoor.

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María Katzarava

Es una de las óperas menos representadas de Giuseppe Verdi, ya que exige unos intérpretes de extraordinarias cualidades. Stiffelio regresa el 1 de febrero a la cartelera berlinesa en la Konzerthaus de la capital alemana con un reparto de excepción y junto al Coro y la Orquesta del Berliner Operngruppe dirigidos por Felix Krieger, contando con la soprano mexicano-georgiana Maria Katzarava para el papel de Lina. “Es un rol muy exigente que da la réplica al tenor que canta el papel de Stiffelio”, afirma la joven cantante. “Se trata de una mujer con un pasado complicado, una heroína que se tiene que enfrentar a un mundo de hombres en un ambiente austero como es el del protestantismo”. Con este papel Maria Katzarava debuta por fin en Berlín. “Cantar en esta gran ciudad alemana es siempre un objetivo en la carrera de un cantante”, apunta entusiasmada ante este nuevo paso en su carrera que además coincide con la primera vez que asume el papel de Lina.

Thilo Reinhardt será el encargado de la propuesta teatral y completan el reparto Roberto De Biasio (Stiffelio), Alfredo Daza (Stankar) y Francesco Ellero D’Artegna (Jorg). Antes, el 22 de enero, regresará a México para cantar La voix humaine en el Festival de Álamos de Sonora, ópera de Poulenc que Katzarava ya ha paseado por varias ciudades mexicanas durante 2016.

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I Vespri Siciliani

El Palau de les Arst, ha iniciado su nueva temporada con I Vespri Siciliani, una ópera verdiana de auténtico atractivo, aunque poco conocida por el gran público, ya que se representa en contadas ocasiones. Solamente, su magnífica obertura suele incluirse como pieza de concierto. Por tanto, para el coliseo valenciano resultaba todo un reto representar una ópera como esta, sobre todo, por sus grandes demandas en el plano vocal.

Después del éxito de la llamada “Trilogía popular” constituida por Rigoletto de 1851, junto a Il Trovatore y La Traviata ambas estrenadas en 1853, Giuseppe Verdi comienza a replantearse su carrera, con la intención de ralentizar sus labores creativas que entre 1839 y 1953, habían producido dieciocho óperas, casi todas ellas marcadas por las premuras, al tener que componer a gran velocidad -en ocasiones dos óperas en un mismo año- para satisfacer las demandas de los teatros.

El compositor de Busetto decide ofrecer menos cantidad y más calidad, fruto de un trabajo más reposado, con la elección de atractivos textos, junto a una música más trabajada y una orquestación de mayor complejidad y sofisticación. Esta nueva etapa va a iniciarse con la composición de Les Vêpres Siciliennes (Las Vísperas Sicilianas) encargo de la Ópera de París.

Verdi llegó a la capital francesa en la primavera de 1854, comenzando la búsqueda de un texto que tuviera atractivo y auténtica fuerza dramática.

Sin embargo, temeroso de no acertar en los gustos del público francés, no eligió el tema, sino que se lo encargó a Eugene Scribe, famoso libretista muy relacionado con la ópera parisina, quien propuso a Verdi como argumento un hecho tuvo lugar en Sicilia, concretamente en su capital Palermo, en 1282, durante la ocupación francesa de la isla y en los prolegómenos de una sublevación del pueblo siciliano, apoyada militar y financieramente por Pedro III de Aragón, enfrentado abiertamente al rey francés Carlo I de Anjou.

Verdi dedicó casi un año a la composición de su nueva ópera, cuya estructura era la típica de “Grand Ópera” con sus cinco actos y un atractivo ballet de ciertas proporciones llamado “Las cuatro estaciones”, insertado en el Acto III. Finalmente, Les Vêpres Siciliennes se estreno en La Gran Ópera de París, en una “soirée de gala” el 13 de junio de 1855, coincidiendo con los festejos de la Exposición Universal que se estaba desarrollando en la capital francesa. El libreto original escrito en francés fue traducida al italiano por Arnaldo Fusinato, y esta nueva versión con el título I Vespri Siciliani, se estrenó en el Teatro alla Scala de Milán, el 4 de febrero de 1856. Durante años posteriores, la ópera en su versión italiana tuvo cierto recorrido a nivel internacional, para caer en el más absoluto de los olvidos.

Su recuperación se produjo en 1951, año del cincuenta aniversario de la muerte de Verdi, con una producción estrenada en el Maggio Musicale Fiorentino, dirigida musicalmente por el gran Erich Kleiber, que contaba con la imponente creación de María Callas como la Duquesa Elena, junto a otro extraordinario interprete, el bajo búlgaro Boris Christoff en papel de Giovanni da Procida, el cuarteto protagonista se completaba con el excelente Guido de Monforte interpretado por el barítono Enzo Mascherini, justo a la discreta prestación del tenor griego Giorgio Bardi Kokolios como Arrigo. El absoluto éxito de aquellas representaciones florentinas, propició que fuera el título elegido para la inauguración de la temporada del Teatro alla Scala de Milan el 7 de diciembre de 1951, con dirección musical a cargo de Victor de Sabata, con los mismos interpretes de Florencia y el Arrigo sensiblemente mejorado del tenor norteamericano Eugene Conley.

En tiempos más recientes se han producido importantes representaciones de esta ópera, como las que tuvieron lugar en el Teatro Comunale de Bolonia, en 1986, dirigidas por un joven Riccardo Chailly y un magnífico elenco que incluía el Monforte de Leo Nucci, junto al excelente tenor Veriano Luchetti como Arrigo, el muy solvente bajo Bonaldo Giaiotti como Procida y la magnífica interpretación de Elena, realizada por la soprano norteamericana Susan Dunn.

Destacar también, las funciones que supusieron la inauguración de la temporada scalígera de 1989-1990, con la extraordinaria dirección de Riccardo Muti, y un muy notable grupo de interpretes que contaba con la presencia de Cheryl Studer como Elena, Giorgio Zancanaro en una brillante interpretación de Monforte, Chris Merritt como Arrigo y Ferruccio Furlanetto en el papel de Procida. Señalar que en aquellas funciones milanesas se incluía el precioso ballet “Las cuatro estaciones”, que habitualmente suele omitirse. Existen sendas tomas en video, realizadas en el transcurso de las funciones en el Teatro Comunale de Bolonia y en la Scala de Milán, que posteriormente fueron editadas en DVD.

El Palau de les Arts ha elegido para estas representaciones de I Vespri Siciliani, una coproducción realizada por el Teatro Reggio di Torino y la bilbaína ABAO-OLBE, con una puesta en escena de Davide Livermore (actual director artístico de Les Arts) que fue estrenada en el Teatro Reggio di Torino en 2011, con ocasión del 150 aniversario de la unidad italiana. Livermore traslada la acción a la Sicilia de 1992, año en que se produjo el terrible atentado en el que fue asesinado por la Mafia el juez Giovanni Falcone, su esposa y tres de sus escoltas.

El funeral de Falcone tuvo lugar en la Catedral de Palermo y fue televisado en directo para todo el mundo. En el Acto I, la escenografía de Santi Centineo reproduce aquel funeral, esta vez dedicado a Federico el hermano de la Duquesa Elena, ajusticiado por los franceses, con el féretro portado a hombros y un cortejo fúnebre donde figura Elena y otras damas junto a eclesiásticos.

La seriedad y recogimiento del evento es frivolizado al máximo por las cámaras de video que lo están tomando como un auténtico “reality show” y cuyas imágenes pueden contemplarse en dos grandes pantallas. Sin duda, este planteamiento viene a constatar el poder que tienen los medios de comunicación para manipular la realidad, siempre al servicio de la clase política corrupta, en este caso dominada por La Mafia.

Mucho más idónea es la escenografía del Acto II, donde se muestra, en un ambiente penumbroso, dos coches destrozados, en alusión al atentado de Falcone y que marca el regreso a Palermo del patriota Giovanni da Procida, dispuesto a preparar un levantamiento popular contra los ocupantes franceses.

Sin embargo, esta dramática escenografía, se mantiene -totalmente fuera de lugar- durante el resto del acto, englobando la danza en forma de “tarantela” que bailan los jóvenes sicilianos con sus parejas, que les son arrebatadas por soldados franceses quienes abusan de ellas, todo ello aderezado con una profusa iluminación de fondo, que confiere a la escena un ambiente orgiástico nocturno. Y, finalmente, en ese mismo espacio escénico, se extiende una alfombra roja donde van pasando las parejas invitadas a la fiesta del gobernador Monforte. escuchándose como fondo una alegre “barcarola”.

En contraste, la escenografía en el Acto III, es un elegante edificio de arquitectura racionalista, que deriva a un hemiciclo parlamentario en el que se desarrolla el “Baile de mascaras”, donde los conjurados pretender asesinar al gobernador Guido de Monforte.

Ya, en el final del acto, en los grandes ventanales del hemiciclo, aparecen proyectadas imágenes de personajes de todos los ámbitos que han marcado la historia de la “Italia Unificada”: políticos como Cavour, De Gasperi, Aldo Moro, Giulio Andreotti, junto a deportistas como Fausto Coppi o actores como Marcello Mastroianni y dramaturgos como Darío Fo, imágenes que acaban fundiéndose con banderas de Italia.

Ya en el Acto IV, la cárcel donde se encuentran Elena y Procida, también tiene el estilo del edificio descrito al comienzo del acto anterior, con unos negros y simétricos elementos estructurales verticales y horizontales, realzado por una excelente iluminación de fondo a base de tonos anaranjados que van apagándose para mostrar un espacio escénico oscuro y opresivo, que deriva hacia un espacio abierto y alegre donde pueden verse sobre un atril a Elena y Arrigo junto a Monforte, quien anuncia el compromiso matrimonial de ambos. En el arranque del Acto V, se recupera el estilo de “reality show”, del Acto I, con la fiesta donde se realizan los preparativos de la boda el de Elena y Arrigo, aderezado con las intervenciones de bailarinas cuyas vestimentas y evoluciones sugieren un espectáculo de revista.

El trágico final de la historia, con la revuelta de los sicilianos contra los franceses y la masacre donde mueren los protagonistas, queda amortiguada mostrando solo sus cuerpos tendidos, en el recuperado espacio escénico del hemiciclo parlamentario, en cuyo fondo aparece proyectado el artículo primero de la constitución italiana “La soberanía reside en el pueblo, que la ejerce con arreglo a la forma y los límites que establece la constitución”. La puesta en escena de Livermore, resulta, por momentos, interesante y original, aunque excesivamente circunscrita al mundo italiano. La Orquesta de la Comunidad Valenciana volvió a demostrar su gran calidad, conducida de manera solvente por Roberto Abbado, actual director musical de Les Arts.

El sonido orquestal resultó de gran brillantez en la ejecución de la extensa obertura, una de las más bellas creaciones sinfónicas verdianas, donde destaca el vibrante y reiterado tema central, junto a otro de gran impulso melódico que reaparecerá en el gran dúo de Arrigo y Monforte del Acto III. Excelente resolución orquestal del Acto II, con páginas de gran intensidad dramática junto a otras de carácter folclórico como “La tarantela” y “La barcarola”. Magníficas interpretaciones de las introducciones orquestales de los restantes actos, donde se alternan la ligereza de esa música en forma de danza que preludia el Acto III, con la muy sombría y lúgubre que marca el comienzo del Acto IV, en comparación con la de carácter festivo y folclórico que introduce el Acto V.

Señalar también que la orquesta brilló de sobremanera en el imponente concertante que cierra el Acto III y en transcurso de los dos últimos actos, sobre todo, en el dramático final de la ópera. Dentro del excelente rendimiento de todas las secciones orquestales, cabe señalar que Roberto Abbado dio más preponderancia a metales y percusión realzando los momentos de mayor contundencia orquestal, aunque la cuerda tuvo momentos de calidad extrema en el acompañamiento del aria de Monforte del Acto III. Señalar el precioso sonido orquestal que acompaña la intervención de Procida “Addio, mia patria” del Acto IV. Abbado mostró capacidad concertadora cuidando al máximo el acompañamiento a los cantantes, en especial a la soprano.

Entre la voces solistas cabe destacar a Gregory Kunde, como Arrigo, quien, muestra su dominio del estilo de canto verdiano, con un incisivo fraseo, y un brillante registro agudo, junto a una matizada y expresiva interpretación. Destaca en su gran escena del Acto IV el recitativo-aria “È di Monforte il cenno….Giorno di pianto, di fier dolore”, seguida del largo e intenso dúo con Elena, lleno de intenso lirismo y dramáticos acentos, donde ofrece toda una lección interpretativa.

El tenor norteamericano está magnífico en los heroicos dúos con Monforte de los Actos I y III, y en su gran interpretación del terceto con Elena y Procida del final de la ópera, donde su canto, adquiere, por momentos, intensos tonos dramáticos. En contraposición, muestra ligereza en el festivo dúo con Elena del Acto V “La brezza aleggia intorno a carezzarmi il viso”, aunque, emitiendo el Re bemol conclusivo sobre la palabra “Addio” con una fea nota en falsete.

El barítono onuvense Juan Jesus Rodriguez realiza una buena interpretación de Guido de Monforte, mostrando los cambiantes estados anímicos del personaje y brillando de sobremanera en su intervención solista del Acto III, con una magnífica interpretación del aria “In braccio alle dovizie”, donde ofrece una excelente línea de canto en el mejor estilo verdiano.

Destacar también sus intervenciones en los dúos con Arrigo sobre todo el del Acto III, con esas preciosa frases “Mentre contemplo quel volto amato, balzar di goia me sento il cor…” donde se retoma uno de los temas musicales de la obertura.

El bajo Alexánder Vinogradov, ofreció una voz un tanto gutural en los registros grave y central, que al ascender hacia el agudo gana brillo e intensidad.

Realiza una matizada interpretación de la nostálgica aria “O tu Palermo, terra adorata” una de las más bellas páginas compuestas por Verdi para bajo. Destaca también, su interpretación de la bellísima página “Addio, mia patria” en el cuarteto con Monforte, Arrigo y Elena del Acto IV. Y, tiene vibrantes intervenciones en el dramático trío con Elena y Arrigo al final de la ópera.

El día del estreno le tocó a la joven soprano jerezana Maribel Ortega, cantar el dificilísimo papel de Elena, con unas exigencias vocales extremas. Grave responsabilidad que la cantante afrontó con alto grado de profesionalidad. Su actuación no pasó de discreta, en el Acto I, sobre todo en su interpretación de la cabaletta “Coraggio, su, coraggio”. No estuvo muy atinada en el “Bolero” del Acto V. Mejoró en los dúos con Arrigo, sobre todo en el largo e intensamente lírico del Acto IV. También en la gran escena con Monforte, Arrigo y Procida que cierra este acto. Tuvo su mejor momento en el terceto conclusivo de la ópera junto a Procida y Arrigo, donde colocó un par de imponentes agudos. Bien el resto de los interpretes casi todos procedentes de Centro de Perfeccionamiento Plácido Domingo.

De nuevo, el Coro de la Generalitat, volvió a demostrar su gran calidad en sus múltiples intervenciones a lo largo de la ópera. Muy destacada su actuación en el gran concertante del Acto III, en el sobrecogedor momento de Acto IV, entonando uno de los salmos “De profundis”, seguido del concertante “Ministro di morte arresta!” que cierra el acto: una muy bella página verdiana. Ya, al final de la ópera el coro se luce en la impresionante “Vendetta! Vendetta!».
Texto: Diego Manuel Pérez Espejo
Fotografías: Tato Baeza

I vespri siciliani
Giuseppe Verdi (1813-1901)
Dramma in cinque atti
Libreto de Augustin Eugène Scribe y Charles Duveyrier
D. musical: Roberto Abbado
D. escena: Davide Livermore
Escenografía: Santi Centineo
Vestuario: Giusi Giustino
Iluminación: Andrea Anfossi
Coreografía: Luisa Baldinetti
Cor de la Generalitat Valenciana
Francesc Perales, director
Orquestra de la Comunitat Valenciana
Reparto: Gregory Kunde, Maribel Ortega, Juan Jesús Rodríguez, Alexánder Vinogradov, Andrea Pellegrini, Cristian Díaz, Nozomi Kato, Moisés Marín, Andrés Sulbarán, Jorge Álvarez y Fabián Lara.

María Katzarava

El 10 de enero la soprano mexicana Maria Katzarava cantará de nuevo en la capital inglesa y lo hace en el ciclo de recitales Rosenblatt, en el Wigmore Hall.

Maria Katzarava viene de cantar Madama Butterfly y Micaëla (Carmen, Bizet) en Italia y de grabar la ópera en español Florencia en el Amazonas (Catán) en México. Le espera en febrero su debut en la Konzerthaus de Berlín (Alemania) con el difícil papel de Lina de Stiffelio (Verdi). Antes, en enero, regresará a Londres –donde ya debutó en el Royal Opera House con Roméo et Juliette en la temporada 2010-2011- con una velada en el marco de los Rosenblat Recitals del Wigmore Hall, una serie de conciertos por la que han pasado los más grandes intérpretes líricos del momento. El próximo 10 de enero es su turno y lo hará en un mano a mano con el tenor Stefano la Colla, con Simon Lepper al piano. En el amplio y atractivo programa figuran arias y dúos operísticos de obras tan populares como Madama Butterfly, Manon Lescaut, Tosca y La Bohème (Puccini), Roméo et Juliette (Gounod), Otello (Verdi) y Andrea Chénier (Giordano), un menú musical que promete alto voltaje.

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Andrea Mastroni acaba de conseguir un éxito personal como protagonista de Aquagranda, la ópera de Filippo Perocco que inauguró la temporada del Gran Teatro La Fenice de Venecia (Italia); ahora espera conseguir la misma complicidad con el público de Nueva York, cuando debute en el escenario de la mítica Metropolitan Opera House interpretando a Sparafucile, el temible mercenario que decide el destino de los protagonistas en la ópera de Verdi Rigoletto. Lo hará en la controvertida producción de Michael Mayer que tiene lugar no en la medieval corte del Duque de Mantua, sino en pleno corazón de Estados Unidos: Las Vegas, y en 1960. Andrea Mastroni interpretará la ópera verdiana en el Met los días 20, 26 y 30 de enero y 4 de febrero bajo la dirección del maestro Pier Giorgio Morandi.

En marzo cantará por primera vez el papel de Fiesco del verdiano Simon Boccanegra y lo hará en la Opéra de Monte-Carlo y posteriormente en el Théâtre du Chams Élysées de París. En mayo le espera otro gran debut internacional, cuando cante por primera vez en la Royal Opera House del Covent Garden de Londres: será en Don Carlo, bajo la dirección de Bertrand de Billy y en una producción de Nicholas Hytner.

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I vespri siciliani

El Palau de les Arts Reina Sofía estrena el próximo 10 de diciembre “I vespri siciliani”, de Verdi, en un montaje contemporáneo para reflexionar sobre el poder y la propaganda, como ha señalado el Intendente Davide Livermore en su presentación.

Roberto Abbado, titular de la Orquestra de la Comunitat Valenciana, asume la dirección de la primera ópera de la temporada de abono 2016-2017, que se presenta en una producción del Teatro Regio di Torino y la ABAO. La puesta en escena es de Davide Livermore y con ella Turín conmemoró el 150 aniversario de la unidad de Italia en 2011.

Según ha explicado el maestro Abbado, “I vespri siciliani”, es una partitura musicalmente compleja y exigente tanto para los solistas como para la Orquestra de la Comunitat Valenciana. La obra, un encargo de la Ópera de París al compositor de Busseto, mantiene la estructura de la ‘grand opéra’ francesa que Verdi –como recuerda Abbado- consigue solucionar musicalmente. “Para buscar sentido de grandeza, por ejemplo, recurre a una forma de variación continua de los mismos elementos”, ha apuntado el director musical.

Davide Livermore, como artífice de la puesta en escena, ha subrayado que “estamos ante una ópera compleja, en la que convergen las principales preocupaciones de Verdi: la patria, los conflictos paterno-filiales y el dilema interno entre la obligación y los sentimientos… una dificultad tanto escénica como musical que precisa de un reparto solvente”.

La producción, con escenografía de Santi Centineo, vestuario de Giusi Giustino, iluminación de Andrea Anfossi y coreografía de Luisa Baldinetti, fue elegida por la publicación Musical America como uno de los 10 mejores espectáculos de 2011.

Giuseppe Verdi, tal y como apunta Livermore, tomó un episodio histórico del S. XIII para hablar de su contemporaneidad, la invasión francesa de Sicilia como pretexto para evocar una Italia ocupada en el S. XIX y abordar la libertad, su búsqueda y la lucha contra la invasión enemiga.

El montaje que estrena el ‘regista’ turinés en Les Arts traslada el contexto histórico a los momentos más convulsos de la Italia más reciente, el atentado perpetrado por la Mafia en 1992 contra el juez Giovanni Falcone -máximo acicate contra la Cosa Nostra-, sus funerales en Palermo, o la berlusconización de la política italiana y el monopolio mediático de Il Cavaliere’, para denunciar la corrupción política y mediática de la sociedad actual.

Una puesta en escena, que según avanza el director de escena, “pese a su vinculación con la historia italiana más cercana es perfectamente universal, porque habla de hechos que se repiten en la sociedad hoy en día”.

Destacados intérpretes verdianos

Tres destacados cantantes, propios de los repartos del Metropolitan de Nueva York, en palabras de Livermore, asumen los papeles protagonistas: el tenor estadounidense Gregory Kunde como Arrigo, el barítono onubense Juan Jesús Rodríguez (Monforte) y el bajo ruso Alexánder Vinogradov (Procida).

En este sentido el Intendente ha anunciado que las sopranos Sofía Soloviy, los días 10, 16 y 18 y Maribel Ortega (13 y 21) cantarán el papel de Elena, ya que Anna Pirozzi ha cancelado su presencia por prescripción médica ante su estado de gestación.

Livermore ha subrayado que “estamos ante dos prometedoras voces, que a tenor de lo visto en los ensayos, continuarán con la tradición de este teatro, donde se ha escuchado por primera vez a muchas de las estrellas de la actualidad”.

Sofía Soloviy debuta en Les Arts respaldada por una intensa carrera en destacados teatros europeos, con un repertorio que abarca desde la obra de Mozart hasta la música contemporánea. La soprano ucraniana ha cantado este papel anteriormente en Piacenza, Modena y Reggio Emilia en esta misma producción, de una gran fuerza dramática y un fuerte vínculo con el mundo contemporáneo como la situación de su Ucrania natal.

Por su parte, se trata del segundo rol protagonista para Maribel Ortega en Valencia. La soprano jerezana, que ya encarnó a Soleá el pasado mes de octubre en “El Gato Montés”, de Manuel Penella, aborda la ocasión como “un reto muy personal”.

Gregory Kunde, que desde su mítico Otello en 2013 ha estado presente en todas las temporadas de Les Arts, ha recordado que el rol de Arrigo supuso en 2011 su primer papel

verdiano, además de la primera colaboración con Davide Livermore, y el inicio de una exitosa etapa que le ha consolidado como uno de los tenores más solicitados del momento.

Juan Jesús Rodríguez regresa a Les Arts, donde cantó por primera vez en “Il trovatore”, bajo la dirección de Zubin Mehta, y ya en 2012 protagonizó “Rigoletto”. Para el cantante onubense la partitura ha sido todo un descubrimiento, especialmente por un montaje con referentes a los últimos años de Italia “que tocan la fibra”.

Alexánder Vinogradov cierra la terna de protagonistas masculinos. El bajo ruso es uno de los intérpretes vinculados al centro de artes valenciano desde sus inicios. Debutó en 2006 con Lorin Maazel en “Don Giovanni”, repitió colaboración bajo la dirección de Zubin Mehta en “Carmen” y “Salome” y ya en 2015 regresó para cantar junto a Plácido Domingo en “Macbeth”.

El reparto de “I vespri siciliani” se completa con las voces de Cristian Díaz (Il Conte Vaudemont), los artistas del Centre Plácido Domingo Andrea Pellegrini (Il Sire di Bethune), Nozomi Kato (Ninetta), Moisés Marín (Danieli), Andrés Sulbarán (Tebaldo), Jorge Álvarez (Roberto), Fabián Lara (Manfredo) y el Cor de la Generalitat.

Además del estreno el sábado 10 de diciembre, las restantes funciones de esta ópera tendrán lugar los días 13, 16, 18 y 21 de este mismo mes.

Otello en TVE

El pasado 15 de septiembre el Teatro Real inauguraba la temporada 2016-2017 con una nueva producción de Otello, de Giuseppe Verdi (1813-1901), en una función presidida por Sus Majestades los Reyes, que contó con las voces de Gregory Kunde, Ermonela Jaho y George Petean en los papeles protagonistas.

En esta producción, coproducida por el Teatro Real, la English National Opera y la Ópera Real de Estocolmo, el director de escena estadounidense David Alden opta por enfatizar el conflicto interno de Otello, cuyo carácter guerrero enmascara la enorme inseguridad que lo hace vulnerable a la maquinación perversa de Iago. Una derruida y sombría ciudad mediterránea concebida por el escenógrafo Jon Morrell acentúa la atmósfera terrorífica del drama shakespeariano que Verdi engrandeció y universalizó.

Una genial orquestación perfila los personajes y alumbra el devenir del drama, con una densidad y una contención difícilmente igualables, en la que el canto fluye como una declamación, que entrelaza sutiles melodías, casi epigramáticas, de enorme fuerza dramática, con otras de largo aliento expresivo.

El maestro italiano Renato Palumbo, gran especialista en el repertorio verdiano, regresa al Teatro Real para colocarse, una vez más, al frente de la Orquesta y Coro Titulares del Teatro Real, a los que se suma, en esta ocasión, el coro Pequeños Cantores de la Comunidad de Madrid, dirigido por Ana González.

El Teatro Real y Televisión Española, coproductora de la producción audiovisual, llevaron Otello, el pasado 24 de septiembre, a más de 40.000 personas que pudieron disfrutar de este espectáculo en directo en ayuntamientos y auditorios, 15.500 de ellas al aire libre en plazas de Las Palmas de Gran Canaria, Madrid, Murcia, Sevilla, Valladolid y Zaragoza.

Davinia Rodríguez

El 13 de noviembre la carrera artística de la soprano española Davinia Rodríguez da un paso de gigante: la incorporación a su repertorio de Lady Macbeth, de la ópera Macbeth de Giuseppe Verdi, considerado como uno de los papeles más complejos y difíciles de todo el repertorio. La cantante española debutará el personaje en Viena, en el Theater an der Wien, nada menos que al lado de Plácido Domingo interpretando a Macbeth. «Sin duda que es un papel complejo, que he estado preparando más de un año con mi maestra, Silvia Sass, una de la grandes Ladies de las últimas décadas». Davinia Rodríguez, que en Viena ya había cantado «I due Foscari», se siente «encantada de regresar a esta capital de la música, ahora con esta fascinante ópera de Verdi. Mi papel, aparte de ser muy exigente  técnicamente, es también muy demandante en el plano actoral, ya que ella, Lady Macbeth, es una mujer cuya ambición no tiene límites, empujando a su marido incluso al asesinato para conseguir más poder político. Como todo personaje shakesperiano, es, en todo caso, fascinante, y un reto para cualquier intérprete». La cantante canaria ofrecerá del emblemático personaje 3 funciones los días 13, 17 y 20 de noviembre, con todas las entradas vendidas un mes y medio antes del estreno, y en una producción del teatro vienés que estará dirigida musicalmente por Bertrand de Billy y cuya dirección de escena firma Roland Geyer.

La carrera internacional de Davinia Rodríguez sigue imparable en un año en el que también destacan triunfos como su reciente debut en el Gran Teatre del Liceu con Simon Boccanegra, de Verdi, -coincidiendo con el 50 aniversario del debut en España de Plácido Domingo- o su participación el verano pasado en la inauguración del Festival de Spoleto interpretando a la Condesa de Almaviva en Le Nozze de Figaro, de Mozart. En la temporada 2016-2017 le esperan, entre otros compromisos, su regreso a la temporada de ABAO-OLBE en Bilbao, esta vez como Donna Anna en Don Giovanni, de Mozart, su regreso al Teatro San Carlo de Nápoles con su aclamada Amelia Grimaldi de Simon Boccanegra y su debut en el papel protagonista de Maria Stuarda en el Teatro Carlo Felice de Génova.

Luca Sasi

El cantante italiano, que hizo historia por cantar dos papeles principales el mismo día en el Metropolitan de Nueva York y el barítono favorito del maestro Muti,  será Macbeth en el escenario del coliseo barcelonés los días 8, 11, 14, 19 y 22 de octubre. Tras su extraordinario éxito en la gran sala de conciertos de Estocolmo (Stockholms konserthus) bajo la batuta de Riccardo Muti, con quien ya había cantado Macbeth en Chicago, el barítono que lleva la fidelidad en la interpretación de Verdi como bandera, con quien comparte tierra natal “Soy de Parma, llevo a Verdi en mi sangre”, vuelve a ponerse en la piel de Macbeth en cinco de las once  funciones programadas por el Gran Teatre del Liceu, en la inauguración de su temporada. “Macbeth -dice Luca Salsi– es mi rol favorito, y un verdadero desafío para el cantante que ha de saber dosificar y modular su voz para conseguir sonidos oscuros, strisciati, e incluso soffocati. Macbeth es una ópera fascinante, rica en colores y matices, en una partitura llena de indicaciones para el intérprete que hasta entonces no se habían visto en Verdi”.

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Otello en el Teatro Real de Madrid

Un acogedor y renovado Teatro Real recibía el 15 de septiembre el inicio de la temporada. Nuevos colores y señalización que le acercan, en apariencia al menos, a otros prestigiosos teatros. Y, como si de la Scala o el MET se tratara, los más famosos posaban en el forocool situado en el holl de entrada vestidos de etiqueta. Sin duda esta es una forma de publicitar el Teatro y la temporada que comienza, aunque produzca cierta desazón recurrir cada vez más al menudeo televisivo para conseguirlo.

Y la temporada se ha iniciado con Otello, la obra que muestra el lenguaje musical más evolucionado de su compositor, respecto al resto de su obra.

Verdi y su libretista, Arrigo Boito, crearon un relato lleno de intensidad y dramatismo partiendo del texto de Shakespeare Othello or The Moor of Venice (1603). Prescindiendo en el libreto de la parte veneciana, Verdi y Boito adaptan con maestría el texto original. Utilizan el tema del racismo, no para describir al personaje, sino para poner de manifiesto sus inseguridades. La normalización que Boito hizo de Otello, aligerando el aspecto racista, hizo extensible a cualquiera la posibilidad de cometer las mayores atrocidades como consecuencia de la inseguridad y los celos. Este efecto consigue que la ópera de Verdi sea aún más inquietante que la obra en la que está basada.

La escenografía es del director David Alden. El mismo que se encargó de Alcina la temporada pasada. Una escenografía, la de Alcina, difícil de olvidar. Las pesadillas no remiten. Y ahora llega este Otello que, tal vez sea respetuoso con la escenografía que imaginó su compositor, pero el resultado es de una modestia impropia de un Teatro Real. Demasiado oscuro y falto de un lugar para esos momentos de recogimiento que salpican la obra. Todo se desarrolla en el mismo lugar, a las puertas de un edificio casi en ruinas. Ahí Desdemona y Otello sellan su amor. Ahí lo discuten y dudan. Ahí Iago conspira. Ahí muere, con urgencia y frialdad, Desdemona.

Un único y desangelado decorado que resulta agobiante en la primera escena, en la que parece que en cualquier momento algún miembro del coro va a precipitarse al foso.

El hecho de compartir producción con teatros de dimensiones muy inferiores a las del Real, como la Ópera de Estocolmo, puede ser la explicación a una escenografía en la que se desprecian al menos dos tercios de fondo de escenario.

Lo único que mejora la escenografía es la iluminación de Adam Silverman que logra momentos de intensidad y suspense, que elevaron el tono interpretativo de algunas escenas. El momento en el que un amenazador Otello aparece en escena para matar a Desdemona, se convierte en inquietante gracias al juego de luces y sombras.

Desdémona es el personaje de esta obra que tiene un menor desarrollo psicológico. Es la representación de la feminidad sin más elaboraciones. El eterno femenino. Y si hay alguien capaz de demostrar sobre el escenario estos roles tan característicos de la época es, sin duda, Ermonela Jaho. Aún recordamos su traviata, sobre todo la del tercer acto. En esta ocasión, Alden no le ha dado la oportunidad de morir en escena con el dramatismo y dignidad que demostró siendo Violetta. Aquí recrea una Desdemona delicada y sensible. No posee un gran volumen de voz, pero tampoco lo necesita.

Brilló sobre todo en el cuarto acto, con unos pianísimos de gran belleza. Suerte que aquí la orquesta apiana también. Habría sido imposible escucharla con el estruendo del primer y segundo acto. Estuvo especialmente entregada y delicada en la canción del Salce y en el dúo de amor con Otello.

Gregory Kunde, regresaba al Teatro Real tras su extraordinario Roberto Devereux de la pasada temporada y con el cartel de ser uno de los mejores Otellos del momento. Confieso que me gustó más en el Otello del Palau de Les Arts de hace dos temporadas. Su voz rotunda y presencia, no menos rotunda, le hacen perfecto para este rol. En esta ocasión parecía algo desdibujado. Contagiado del empequeñecimiento de la escenografía. Sus agudos sonaron plenos y brillantes pero los graves parecían emitidos a media voz, sin pena ni gloria. Solo en el último acto mostró su poderío. La capacidad interpretativa ha mejorado, pero sigue siendo el suyo un Otello de bajo impacto dramático.
Tampoco anduvo sobrado de intensidad el Iago de George Petean. No puede decirse que su interpretación haya sido enternecedora, pero se quedó muy lejos de la vileza que plantea el personaje. Fue de menos a más, como todos, y se lució en “Credo en un Dio crudel”.

Alexey Dolgov resultó ser un excelente Cassio. Demostró carácter y una buena interpretación.

La dirección de Renato Palumbo no fue precisamente delicada. Durante el primer y segundo acto, la música llegaba del foso con exceso de volumen y agitación y transmitía un cierto desasosiego. No era agradable ver la frenética actividad de tanta gente sobre un pequeño decorado, con un fondo musical perturbador durante la escena de la tormenta. Si el propósito de Palumbo era generar esta pequeña histeria, ¡bravo!.

Pero su dirección no cambió con la intervención de los cantantes. No cuidó de ellos cuando sus arias requerían pulcritud. La falta de mesura en los forte se tragó la voz de los intérpretes en más de una ocasión. Por fortuna el tercer y cuarto acto no permiten el estruendo, y fue ahí donde esta producción lució más plena.

La temporada se ha iniciado con un Otello un poco decepcionante. Es lo que suele ocurrir cuando las expectativas se exageran. Pero tampoco debe cundir el pánico. Esto no ha hecho más que empezar.

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real
Vídeos: Teatro Real

OTELLO
Giuseppe Verdi (1813-1901)
Dramma lirico en cuatro actos
Libreto de Arrigo Boito, basado en la obra Othello, or The Moor of Venice (1603)
de William Shakespeare
Estrenada en el Teatro alla Scala de Milán el 5 de febrero de 1887
Estrenada en el Teatro Real el 9 de octubre de 1890
Nueva producción del Teatro Real
en coproducción con la English National Opera y la Kungliga Operan de Estocolmo
D. musical: Renato Palumbo
D. escena: David Alden
Escenografía y figurinista: Jon Morrell
Iluminador: Adam Silverman
Coreógrafa: Maxine Braham
Director del coro: Andrés Máspero
Directora del coro de niños: Ana González
Reparto: Gregory Kunde, George Petean, Alexey Dolgov, Ermonela Jaho, Vicenç Esteve, Fernando Radó, Isaac Galán y Gemma Coma-Alabert.
Coro y Orquestra Titulares del Teatro Real
Pequeños Cantores de la Comunidad de Madrid

Davinia Rodríguez

El 13 de noviembre la carrera artística de la soprano española Davinia Rodríguez da un paso de gigante: la incorporación a su repertorio de Lady Macbeth, de la ópera Macbeth de Giuseppe Verdi, considerado como uno de los papeles más complejos y difíciles de todo el repertorio. La cantante española debutará el personaje en Viena, en el Theater an der Wien, nada menos que al lado de Plácido Domingo interpretando a Macbeth. «Sin duda que es un papel complejo, que he estado preparando más de un año con mi maestra, Silvia Sass, una de la grandes Ladies de las últimas décadas». Davinia Rodríguez, que en Viena ya había cantado «I due Foscari», se siente «encantada de regresar a esta capital de la música, ahora con esta fascinante ópera de Verdi. Mi papel, aparte de ser muy exigente técnicamente, es también muy demandante en el plano actoral, ya que ella, Lady Macbeth, es una mujer cuya ambición no tiene límites, empujando a su marido incluso al asesinato para conseguir más poder político. Como todo personaje shakesperiano, es, en todo caso, fascinante, y un reto para cualquier intérprete». La cantante canaria ofrecerá del emblemático personaje 3 funciones los días 13, 17 y 20 de noviembre, con todas las entradas vendidas un mes y medio antes del estreno, y en una producción del teatro vienés que estará dirigida musicalmente por Bertrand de Billy y cuya dirección de escena firma Roland Geyer.

La carrera internacional de Davinia Rodríguez sigue imparable en un año en el que también destacan triunfos como su reciente debut en el Gran Teatre del Liceu con Simon Boccanegra, de Verdi, -coincidiendo con el 50 aniversario del debut en España de Plácido Domingo- o su participación el verano pasado en la inauguración del Festival de Spoleto interpretando a la Condesa de Almaviva en Le Nozze de Figaro, de Mozart. En la temporada 2016-2017 le esperan, entre otros compromisos, su regreso a la temporada de ABAO-OLBE en Bilbao, esta vez como Donna Anna en Don Giovanni, de Mozart, su regreso al Teatro San Carlo de Nápoles con su aclamada Amelia Grimaldi de Simon Boccanegra y su debut en el papel protagonista de Maria Stuarda en el Teatro Carlo Felice de Génova.

www.daviniarodriguez.com

Macbeth

Escocia. Macbeth escucha cómo enigmáticas brujas profetizan que será rey de Escocia. Al conocerlo, su esposa le incita a asesinar al actual rey para sustituirle. Los vaticinios de las brujas empujan a Macbeth a ser sanguinario con amigos y rivales, hasta que solo y furioso va a enfrentarse a la postrera batalla, en la que acaba muriendo.

Giuseppe Verdi sentía devoción por la obra de Shakespeare y esta es la primera ópera en que se basa en un texto del bardo. El entusiasmo de Verdi puede resumirse en su voluntad de lograr «algo extraordinario».

En esta versión, el director de escena Christof Loy sitúa la acción en un espacio clásico atemporal con toques surrealistas y dominado por blancos y negros, de gran intensidad dramática.

Melodrama en cuatro actos. Libreto de Francesco Maria Piave. Música de Giuseppe Verdi. Estreno absoluto de la primera versión: 14/03/1847, Teatro della Pergola de Florència. Estreno de la segunda versión (francesa): 21/04/1865, Théâtre Lyrique de París. Estreno en Barcelona: 01/07/1848, Liceu. Última representación en el Liceu: 05/04/2004. Total de representaciones en el Liceu: 106

DIRECCIÓN MUSICAL
Giampaolo Bisanti

DIRECCIÓN DE ESCENA
Christof Loy

DIRECTOR DE REPOSICIÓN
Jean-François Kessler

COREOGRAFÍA
Thomas Wilhelm

ESCENOGRAFÍA
Jonas Dahlberg

VESTUARIO
Ursula Renzenbrink

ILUMINACIÓN
Bernd Purkrabek

PRODUCCIÓN
Grand Théâtre de Genève

Orquesta Sinfónica y Coro del Gran Teatre del Liceu

DIRECTORA DEL CORO
Conxita Garcia

REPARTO: Ludovic Tézier, Luca Salsi, Vitalij Kowaljow, Alessandro Guerzoni, Martina Serafin, Tatiana Serjan, Anna Puche, Saimir Pirgu, Teodor Ilincai, Albert Casals, David Sánchez, Marc Canturri.

Otello

Más de 80 municipios ofrecerán Otello en directo, destacando la implicación activa y entusiasta de importantes museos y centros culturales e artísticos de todas las comunidades españolas. 

Se instalarán pantallas al aire libre en Sevilla, Murcia, Valladolid, Zaragoza, Chichón, Alcobendas, Getafe y Jumilla, llevando la ópera a la calle en un ambiente festivo y distendido.

Varias instituciones culturales amplían el aforo de sus espacios, animadas por el éxito de la retransmisión de I puritani la pasada temporada.

Para los que deseen ver la ópera en casa, Otello será retransmitida en directo, gratuitamente, y para todo el mundo, en Palco Digital del Teatro Real. También se podrá seguir en RTVE.es (coproductora de la producción audiovisual), The Opera Platform (Opera Europa), Shakespeare Lives (British Council) y ARTE Concert (canal ARTE).

Seguimiento de las todas las retransmisiones en el hashtag #OtelloEnDirectoTR

Shakespeare Lives, auspiciada por el British Council, llevará Otello en directo a 140 países, con una selección de cortometrajes y material sobre la ópera, que se podrá seguir en redes sociales con la etiqueta #ShakespeareLives.

En los países de América latina la ópera será retransmitida en diferido, el 30 de septiembre, en diferentes espacios de Chile, Colombia, México y Venezuela.

Las retransmisiones de Otello cuentan con la colaboración de HISPASAT.

Siguiendo la estela de la exitosa retransmisión de I Puritani, el pasado mes de julio, que ha llegado a casi 20 millones de personas en sus diversas ventanas —webs, museos, auditorios y plazas de España y América Latina, redes sociales, etc. —, el Teatro Real retransmitirá Otello el sábado, 24 de septiembre, a las 20 horas, en directo y gratuitamente para todo el mundo, con la participación activa de diferentes instituciones culturales, medios de comunicación y ayuntamientos.

En esta ocasión, además de la retransmisión en directo en museos, centros culturales, ayuntamientos, teatros y auditorios de toda España, se instalarán pantallas fuera de Madrid, en espacios emblemáticos de Sevilla (Plaza de España), Valladolid (Plaza Mayor), Murcia (Plaza de la Cruz Roja), Zaragoza (Plaza de San Bruno), Chinchón (Plaza Mayor), Alcobendas (Plaza de los juegos reunidos), Getafe (Plaza del Teatro Federico García Lorca) y Jumilla (Plaza de arriba), llevando la ópera al corazón de las ciudades e implicando a toda su ciudadanía.

Nuevamente, prestigiosos museos e instituciones culturales de toda España ofrecerán Otello, en directo, destacando el Museo del Prado, el Museo Thyssen-Bornemisza, el Círculo de Bellas Artes, la Fundación Giner de los Ríos, la Residencia de Estudiantes y la Fundación Canal de Isabel II, en Madrid; el Museo Guggenheim de Bilbao; el MARCO, Museo de Arte Contemporáneo de Vigo; el Museo de Belas Artes de A Coruña; el Centro Niemeyer de Avilés;  el Museo de las Ciencias de Castilla-La-Mancha, en Cuenca;  museo Carmen Thyssen y Museo Ruso de san Petersburgo en Málaga, la Alhambra de Granada, el Museo Diocesano de Barbastro-Monzón (Huesca), entre otros.

También se suman a esta gran fiesta de la ópera teatros y auditorios como el Palau de les Arts de Valencia, el Auditorio Baluarte de Pamplona, el Gran Teatro de Huelva, Teatro Cervantes de Málaga, la Fundación Auditorio y Teatro de las Palmas de Gran Canaria, entre otros.

Asimismo, varios ayuntamientos de toda España acogerán la ópera en sus instalaciones y centros culturales: Caudete (Albacete); Elda y Guardamar del Segura (Alicante); Cangas del Narcea, El Franco y Soto del Barco (Asturias); Ávila, El barco de Ávila y Piedrahita (Ávila); Herrera del Duque (Badajoz); Alaior y Sant Lluis (Menorca, Baleares); Sant Fost de Campsentelles (Barcelona); Almaraz y Miajadas (Cáceres); San Fernando (Cádiz); Morella, Torreblanca y Vilafranca (Castellón); Pedro Muñoz, Puertollano y Villanueva de los Infantes (Ciudad Real); Montilla (Córdoba); Garriguella (Girona); Diezma y Guadix (Granada); Huelva y Beas (Huelva); Alcalá de Henares, San Martín de Valdeiglesias, Tres Cantos, Torrelodones, Valdemoro y Daganzo (Madrid);  Unzué (Navarra; Monleras (Salamanca); Santander; Bormujos y Gines (Sevilla); Trevago (Soria); Calanda (Teruel); Illescas y Bargas (Todelo); Ayora, Benigànim y  Puçol (Valencia).

En los países Iberoamericanos la retransmisión del día 24 de septiembre se ofrecerá el 30 de septiembre, viernes, en auditorios de Chile, Colombia, México y Venezuela.

Asimismo, desde el Teatro Real se retransmitirá la ópera en directo, en abierto y para todo el mundo, en Palco Digital y en otras plataformas online, nacionales e internacionales, que ofrecerán Otello en streaming a un público cada vez más diversificado.

RTVE, coproductora de la producción audiovisual, ofrecerá la ópera en su página web RTVE.es. The Opera Platform, plataforma de ópera online tutelada por OPERA EUROPA, que inició su actividad con la retransmisión internacional de La traviata desde el Teatro Real, en 2014, emitirá la primera y la última óperas de la temporada: Otello y Madama Butterfly. También ARTE Concert, del canalARTE, y Shakespeare Lives, del British Council, se unirán a la retransmisión de Otello.

COLABORACIÓN CON EL BRITISH COUNCIL

En el marco de las conmemoraciones del Cuarto Centenario de la muerte de William Shakespeare y del Bicentenario de la fundación del Teatro Real, Otello, que une los nombres de Verdi y Shakespeare, se retransmitirá en directo para 140 países en la plataforma audiovisual Shakespeare Lives, en las webs de los centros de British Council en todo el mundo, y también en teatros como el Shakespeare Theatre de Gdansk (Polonia) o el Teatro Nacional de Rumanía.

Los espectadores podrán disfrutar además, durante el intermedio, de una selección de cortometrajes producidos por aclamados directores británicos actuales e inspirados en los clásicos de Shakespeare con una mirada rotundamente contemporánea. Asimismo se ofrecerán una serie de entrevistas con los artistas de Otello que se podrán seguir en las redes sociales con la etiqueta#ShakespeareLives, con el fin de ofrecer al público una mirada multiforme de la de esta obra maestra desde los distintos ámbitos de la creación.

La estrecha colaboración del British Council con el Teatro Real proseguirá en el futuro con una serie de proyectos que abarcan el emprendimiento digital, el sector audiovisual y la educación.

 

Otello2

RETRANSMISIONES DE OTELLO 

Entre las propuestas de acercamiento de la ópera a todos los ciudadanos, que impulsa el programa de actividades del Bicentenario del Teatro Real, la difusión de sus espectáculos con la ayuda de las nuevas tecnologías audiovisuales es una prioridad.

Así, siguiendo la estela de la exitosa retransmisión de I puritani, el pasado 4 de julio, que ha llegado a 20 millones de personasen sus diversas ventanas —webs, museos, auditorios y plazas de España y América Latina, redes sociales, etc.—, el Teatro Real vuelve a ofrecer la posibilidad de que Otello pueda ser seguida, en directo o diferido, gratuitamente, en todo el mundo, con la participación activa de diferentes instituciones culturales, medios de comunicación y ayuntamientos.

En esta ocasión, además de la retransmisión en directo en museos, centros culturales, ayuntamientos y auditorios de toda España, se instalarán pantallas fuera de Madrid, en espacios emblemáticos de Granada, Murcia, Sevilla y Valladolid, llevando la ópera a la calle en un ambiente festivo y distendido.

En los países Iberoamericanos la retransmisión del día 24 de septiembre se ofrecerá el 30 de septiembre, viernes, en auditorios de Chile, Colombia, México y Venezuela.

Asimismo, desde el Teatro Real se retransmitirá la ópera en directo, en abierto y para todo el mundo, en Palco Digital y en otras plataformas online, nacionales e internacionales, que ofrecerán Otello en streaming a un público cada vez más diversificado.

RTVE, coproductora de la producción audiovisual, ofrecerá la ópera en su página web RTVE.es. The Opera Platform, plataforma de ópera online tutelada por OPERA EUROPA, que inició su actividad con la retransmisión internacional de La traviata desde el Teatro Real, en 2014, emitirá la primera y la última óperas de la temporada: Otello y Madama Butterfly. También ARTE Concert, del canalARTE, y Shakespeare Lives, del British Council, se unirán a la retransmisión de Otello.

COLABORACIÓN CON EL BRITISH COUNCIL 

En el marco de las conmemoraciones del Cuarto Centenario de la muerte de William Shakespeare y del Bicentenario de la fundación del Teatro Real, Otello, que une los nombres de Verdi y Shakespeare, se retransmitirá en directo para 140 países en la plataforma audiovisual Shakespeare Lives, en las webs de los centros de British Council en todo el mundo, y también en teatros como el Shakespeare Theatre de Gdansk (Polonia) o el Teatro Nacional de Rumanía.

Los espectadores podrán disfrutar además, durante el intermedio, de una selección de cortometrajes producidos por aclamados directores británicos actuales e inspirados en los clásicos de Shakespeare con una mirada rotundamente contemporánea. Asimismo se ofrecerán una serie de entrevistas con los artistas de Otello que se podrán seguir en las redes sociales con la etiqueta #ShakespeareLives, con el fin de ofrecer al público una mirada multiforme de la de esta obra maestra desde los distintos ámbitos de la creación.

La estrecha colaboración del British Council con el Teatro Real proseguirá en el futuro con una serie de proyectos que abarcan el emprendimiento digital, el sector audiovisual y la educación.‘OTELLO’

ACTIVIDADES PARALELAS Y RETRANSMISIONES

Presentación al público de la exposición ‘Otello’ de Verdi: una mirada al Archivio Storico Ricordi

Coloquio con Pierluigi Ledda, director del Archivio Storico Ricordi, y Luis Gago, musicólogo y crítico.

Visita libre a la exposición al término del coloquio.

13 de septiembre, a las 20.00 h.

Teatro Real. Sala Gayarre y Café de Palacio

Acceso libre hasta completar aforo.

Curso monográfico: Sobre ‘Otello’ de Verdi

Por Gabriel Menéndez Torrellas

13, 20 y 22 de septiembre

Teatro Real. Sala Gayarre y sala de orquestaÓpera en cine

La Traviata, de Giuseppe Verdi

Dirección musical de Renato Palumbo y dirección de escena de David McVicar

18 de septiembre, a las 12.00 h.

Teatro Real. Sala principal

Conferencia: Shakespeare convertido en ópera romántica: el ‘Otello’ de Verdi

por Víctor Sánchez Sánchez

22 de septiembre, a las 19.00 h.

Museo del Romanticismo. Auditorio

Acceso libre hasta completar aforo.

Ópera en la calle. Retransmisión en directo de Otello

Retransmisión en directo de Otello para todo el mundo en Palco Digital y en museos, instituciones culturales, ayuntamientos y plazas de toda España.

24 de septiembre, a las 20.00 h.

Los domingos de cámara

Programa

Solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real

25 de septiembre, a las 12.00 h.

Teatro Real. Sala principal

Coloquio. Acto de clausura de las celebraciones del cuarto centenario de William Shakespeare

Noviembre y diciembre

British Council
Acceso libre hasta completar aforo.

Conferencia: La llegada de ‘Otello’ a España
Fecha por determinar

Instituto Cervantes

Otello

El próximo 15 de septiembre el Teatro Real inaugura la temporada 2016-2017 con una nueva producción de Otello, de Giuseppe Verdi (1813-1901), coproducción con la English National Opera —donde se estrenó, con excelente acogida, en septiembre de 2014— y la Ópera Real de Estocolmo, que presentó la ópera en marzo de 2015.

Como se podrá ver en la exposición El nacimiento del ‘Otello’ de Verdi: una mirada al Archivio Storico Ricordi, esta obra maestra nació gracias a la habilidad y perseverancia del gran editor Giulio Ricordi (1840-1912), que a lo largo de varios años fue persuadiendo a Verdi, ya discretamente retirado, de retomar la creación operística, que había abandonado después del estreno de Aida en El Cairo, en 1871.

Giuseppe Verdi era entonces un compositor consagrado internacionalmente, con una larga y fructífera carrera, buena posición económica, muy popular y querido por su implicación activa en la agitada vida política y social italiana. Decidió, pues, no volver a componer óperas, dando paso a una nueva generación de compositores que intentaba renovar los cánones de la ópera italiana, cuando la poderosa influencia de Wagner impregnaba la vida musical de su país.

Pero la arrebatadora fuerza dramática de William Shakespeare (1564-1616) despertó a Verdi de su letargo y, con el acicate de los excelentes libretos del compositor y poeta Arrigo Boito (1842-1918), compuso, ya septuagenario, sus dos últimas y mejores óperas: Otello y Falstaff. Con la primera, emprendió la más honda renovación de su lenguaje, con una suerte de síntesis y quintaesencia de la ópera italiana, que marcaría el final de un ciclo de casi dos siglos; con la segunda, llevó la ópera cómica a la cumbre del refinamiento y sutileza, despidiéndose con una deliciosa y nostálgica loa a la juventud y al amor.

Impulsado por la concisión del libreto de Boito, que simplifica la trama shakesperiana profundizando en la complejidad de los personajes y sus relaciones, Verdi utiliza todos sus recursos creativos al servicio de la dramaturgia, creando una partitura sin fisuras, en la que se funden y se disuelven arias, dúos, recitativos y ariosos, en un continuum en que la tensión no decae nunca, ni siquiera en los momentos de mayor intimidad y lirismo.

Una genial orquestación perfila los personajes y alumbra el devenir del drama, con una densidad y una contención difícilmente igualables, en la que el canto fluye como una declamación, que entrelaza sutiles melodías, casi epigramáticas, de enorme fuerza dramática, con otras de largo aliento expresivo.

Con esta obra, tan potente dramatúrgicamente, el director de escena estadounidense David Alden ha optado por enfatizar el conflicto interno de Otello, cuyo carácter guerrero enmascara la enorme inseguridad que lo hace vulnerable a la maquinación perversa de Iago. Una derruida y sombría ciudad mediterránea concebida por el escenógrafo Jon Morrell acentúa la atmósfera terrorífica del drama shakespeariano que Verdi engrandeció y universalizó.

Renato Palumbo, que en el Real ha dirigido Les Huguenots, Tosca y La traviata, vuelve con otro título verdiano, de nuevo con la soprano albanesa Ermonela Jaho, que triunfó con su interpretación de La traviata, en 2014. Estará acompañada por el tenor Gregory Kunde, uno de los más alabados intérpretes del exigente papel de Otello en la actualidad, que también inauguró la pasada temporada del Real con su aplaudido Roberto Devereux, y que protagonizará la Norma que se ofrecerá en octubre y noviembre. Junto a ellos, encarnando al sádico y sibilino Iago, estará el barítono George Petean, que acaba de participar en la ópera I puritani que puso fin a la pasada temporada.

Este trío protagonista se alternará con la soprano armenia Lianna Haroutounian, el tenor Alfred Kim y el barítono Àngel Òdena, que cantará su 13º papel protagonista en el Teatro Real (Das Rheingold, La conquista di Granata, La Dolores, I pagliacci, Luisa Fernanda, Madama Butterfly, Merlin, Margarita la tornera, Simon Boccanegra, Cyrano de Bergerac, La traviata y Roberto Devereux).

El coro Pequeños Cantores de la Comunidad de Madrid, dirigido por Ana González, y el Coro Titular del Teatro Real, preparado, como siempre, por su director titular, Andrés Máspero, actuarán una vez más junto a la Orquesta Titular del Teatro Real, bajo la batuta de Renato Palumbo.

Ricordi

Bertelsmann trae a España por primera vez el Archivo Ricordi, una de las colecciones musicales privadas más valiosas del mundo, a través de la exposición ‘El nacimiento del Otello de Verdi: una mirada al Archivio Storico Ricordi’. La muestra del Archivo Ricordi, esencial para entender la génesis del género de la ópera, se exhibirá en el Teatro Real de Madrid entre los días 15 de septiembre y 3 de octubre, y su inauguración coincide con el arranque de la temporada operística 2016-2017 con la representación de Otello.

Partituras manuscritas del célebre compositor, correspondencia seleccionada, bocetos de escenarios, diseños de vestuario que resucitan la cultura de la ópera del siglo XIX… El grupo de comunicación más grande de Europa y con una tradicional fuerte presencia en España quiere acercar al público español la herencia histórica del Archivio Storico Ricordi de Milán, propiedad de Bertelsmann desde 1994.

El objetivo de la exposición es mostrar la amplia variedad de documentos que alberga el archivo a través de la creación de Otello, una obra maestra clave que refleja el papel único que Ricordi tuvo en el proceso creativo de producción y concepción de la ópera. La colaboración creativa entre el editor Giulio Ricordi y el genio artístico Giuseppe Verdi se cuenta entre las grandes empresas culturales de la historia.

Bertelsmann adquirió la emblemática editora musical Casa Ricordi en 1994 y el inventario del archivo contiene a día de hoy 7.800 partituras originales de más de 600 óperas, incluyendo valiosos manuscritos originales de Giuseppe Verdi y Giacomo Puccini, así como unos 10.000 libretos, 6.000 fotografías históricas y la correspondencia completa del negocio de la compañía entre 1888 y 1962, que proporciona un conocimiento trascendental de cómo pensaba y trabajaba en aquella época la industria cultural. Además, la editorial Ricordi ha sido pionera fundamental en la industria de la música gestionando la creatividad, uno de los valores que impulsa a Bertelsmann como principal industria cultural de Europa.

Castell de Peralada

Ha sido un espectáculo muy emotivo con cinco grandes voces de la lírica internacional compartiendo el escenario del Auditori del Parc del Castell: Sondra Radvanovsky, Eva-Maria Westbroek, Marcelo Álvarez, Carlos Álvarez y Ambrogio Maestri. Los cinco son amigos y compañeros de profesión y menos Ambrogio Maestri, que ha debutado en Peralada, el resto son amigos del festival en el que han actuado en varias ediciones. Han mostrado una gran compenetración en sus actuaciones a dúo y sobre todo en el último bis La traviata, de Verdi, en la que han intervenido los cinco. Durante la Gala lírica se han escuchado piezas como la apertura Sois Immobile, de Rossini, Signore, v’assista il cielo!, de Verdi, Vissi d’arte, de Puccini o una pieza de autor que nunca se ha interpretado al festival: Ah! Tout est bien fini … Ô Souverian … de Massenet.

Los bises, que han tenido una duración de 30 minutos han sido: Falstaff / “El onore” «de Verdi, interpretada por Ambrogio Maestri. Carlos Álvarez ha cantado «La del soto del Parral / Romanza de Germán (Los cantos alegre… Ya mis horas felices») de Soutullo y Vert. En su turno, Marcelo Álvarez, ha cantado La taberna del puerto / Romanza de Leandro (No puede ser) de Sorozábal. I could have danced all night de My Fair Lady fue el bis de Sondra Radvanovsky y Eva Maria Westbroek ha cantado «Ebben, ne andro lontana» de La Wally, de Catalani.

Con la Traviatta, de Verdi y los cinco artistas ante el público, el escenario se ha iluminado de fiesta y ha bajado el confeti por todo el auditorio mientras se escuchaban bravos y repiques de pies desde las gradas dando una gran aprobación a la Gala.

Acompañados por una gran amiga del festival: la orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña (OBC), dirigida por Daniele Rustioni, la gala ha estado conducida por Ángel Llàcer. El director escénico ha sido, Albert Estany.

 

Plácido Domingo y Michael Fabiano en I Due Foscari en el Teatro Real

I due Foscari es una de las obras compuestas por Verdi en los llamados “años de galera”. Así se refería el propio compositor a los siete años en los que compuso nada menos que once óperas. No se trata, ni mucho menos, de una de sus mejores obras. Ni siquiera de las más conocidas. Pero hay algo en I due Foscari para que sea representada más veces de lo que su calidad y posición en el repertorio le otorgan.

Tal vez gracias al tiempo y la perspectiva, teniendo en cuanta los trabajos posteriores del maestro italiano, se esté posicionando mejor.

Los personajes de este drama “familiar» romántico (padre, hijo y nuera) poseen una marcada personalidad. Alguna de ellas, concretamente la de Jacopo Foscari, provocaron discrepancias entre Verdi y su libretista Francesco María Piave. La pusilanimidad del personaje, unido a su escasa presencia durante toda la obra, llevaron a Verdi a solicitar de Piave algunos cambios importantes. El resultado final fue un mayor peso de este personaje desde el inicio de la obra y su protagonismo en algunas de las páginas vocales más bellas.

La representaciones que estos días se pueden ver en el Teatro Real son en versión concierto. O, más concretamente, semiescenificada. Dada la capacidad de dramatización de un potentísimo cuadro de cantantes que demuestran que la ausencia de escenografía, no impide una magnífica representación operística.

La dirección musical de Pablo Heras-Casado tiene un efecto energético sobre la orquesta, los cantantes y la propia obra. Ya desde la obertura se evidencia el vigor con el que Heras-Casado interpreta la partitura. Con esta misma fuerza dirige a unos cantantes que llenan su interpretación de nervio y tensión. Existen momentos de peculiar belleza en los duetos y cuartetos de violín y violonchelos interpretados por los solistas.

Lucrecia Contarini, esposa de Jacopo Foscari, está interpretada por Angela Meade. Esta norteamericana de Washington se desenvuelve vocal y dramáticamente bajo los más estrictos cánones de la ópera tradicional aunque adolece de cierto automatismo. Pero lo realmente impresionante es el volumen estratosférico de su voz. Característica que no le impidió ofrecer unos filatos de muy buena factura. Las vibraciones que emite, al menos al escucharla desde la tercera fila, impresionan. Como demostró ya desde el arranque con Tu al cui sguardo onnipossente…

Michael Fabiano

Volvía al Teatro Real el tenor norteamericano Michael Fabiano, como Jacopo Foscari. Mucho ha evolucionado su voz desde aquel Cyrano de Bergerac de 2012.

Con un notable volumen de voz y una tesitura más de spinto que de tenor dramático, Fabiano ha construido un Jacopo Foscari dramático y desesperado. Fantástico en sus romanzas, sobre todo en la segunda, Notte, perpetua notte!. Muy exigente por tesitura y dramatismo y que Fabiano resuelve con gusto y elocuencia.

Antes de su intervención, tuvo la gentileza de contestar algunas preguntas para Brío Clásica.

No fue hasta que llegó a la universidad e inició sus estudios, cuando se dió cuenta del enorme potencial que tenía su voz. Fue en ese momento cuando inició su carrera.

Brío Clásica.: En su misma tesitura, ¿quiénes son los cantantes en los que se fija?

Michael Fabiano.: Aureliano Pertile, por la magnitud infranqueable de su técnica. Mario del Monaco, por su compromiso en la interpretación. Franco Corelli, por su heroísmo y Plácido Domingo, por su profunda pasión y maestría.

B. C.: ¿Cómo se siente cuando se le compara con un joven Pavarotti?

M.F.: Siento una profunda humildad.

B. C.: No es la primera vez que canta junto a Plácido Domingo, ¿cómo es esta experiencia?

M. F.: Es un honor para mi, teniendo en cuenta su enorme trayectoria y su inmenso legado.

B.C.: Sus roles como Rodolfo en La Bohéme y en Luisa Miller han tenido una gran aceptación por parte del público. ¿Qué otros papeles se ve interpretando en el futuro?

M. F.: Me veo en óperas como Un Ballo in Maschera, Simon Boccanegra , Attila, Ernani, La Battaglia di Legnano, Mefistofele , Manon, Werther, Romeo et Juliette o Carmen.

Pronto volveremos a disfrutar de él en España.

El baritenor, como él mismo se denomina, Placido Domingo, era uno de los mayores atractivos de la noche, interpretando a Francesco Foscari. La discusión sobre la tesitura de Plácido Domingo debe dejar de existir. Es un artista. Un artista grandioso, capaz de inventar una tesitura acorde con la evolución de sus características vocales y utilizarla, junto a sus habilidades sobre el escenario, con una finalidad única, el éxito en la interpretación. Cada una de sus intervenciones fue aplaudida hasta llegar a la ovación final. Increíble mérito tiene además el hecho de no dejarse tapar por la cascada de voz de Meade.

Otro que no anda escaso de volumen vocal es el bajo italiano Roberto Tagliavini en su papel del malvado Jacopo Lorendano. A la altura del reparto principal estuvieron la soprano Susana Cordón, como Pisana y el tenor Mikeldi Atxalandabaso, como Barbarigo.

Una fantástica noche de ópera, en la que el público disfrutó y lo demostró aplaudiendo en pie durante varios minutos. Un final de temporada que deja un excelente sabor de boca y la mejor tarjeta de presentación para la próxima.

Texto: Paloma Sanz
Imágenes: Javier del Real
Vídeos: Teatro Real

I due Foscari

I due Foscari (Los dos Foscari), de Giuseppe Verdi (1813-1901), traerá al Real, nuevamente, al arquetípico padre verdiano, sufridor y atormentado, después de los de Rigoletto y Luisa Miller, ambos protagonizados por Leo Nucci en la presente temporada.

En esta ocasión el papel del progenitor, escrito, como los mencionados, para la cuerda de barítono, será interpretado por Plácido Domingo, que ha triunfado en varios teatros encarnando al viejo Francesco Foscari, cuyo trágico final es de los más tristes y lacerantes de toda la producción verdiana.

A su lado estarán el tenor estadounidense Michael Fabiano, que volverá al Real, ya consagrado internacionalmente, después de haber actuado en Cyrano de Bergerac en la temporada 2011-2012, y la soprano, también norteamericana, Angela Meade, que debutará en Madrid precedida de grandes éxitos en Europa y América.

Basada en el drama histórico The Two Foscari, de Lord Byron, la partitura de Giuseppe Verdi, parte de las intrigas políticas y luchas de poder en la antigua república de Venecia, para ahondar en la psicología de los personajes protagonistas, anticipando sus óperas posteriores. La obra, una de las más oscuras partituras de Verdi, refleja, quizás, el estado de ánimo del compositor, que había perdido a su mujer e hijos en un breve período de tiempo.

En la música de I due Foscari podemos encontrar el uso casi embrionario de los leitmotiv wagnerianos y elementos precursores del estilo posterior de Verdi, especialmente en las páginas de Lucrecia, la abnegada y luchadora esposa, y en sus magníficos dúos con el Dux.

Esta obra asiste hoy a una revalorización impulsada por Plácido Domingo, que la ha interpretado en distintas producciones y en versión de concierto en Los Ángeles, Valencia, Viena, Londres, Barcelona y Milán.

Nit a Les Arts

El Palau de les Arts Reina Sofía celebra las noches del 1 y del 2 de julio una doble edición de su jornada de puertas abiertas nocturna ‘Nit a Les Arts’, con la que el enclave cultural se despide de la actividad abierta al público hasta el mes de septiembre.

‘Nit a Les Arts’ ofrece exhibiciones técnico-artísticas y actuaciones en vivo del Cor de la Generalitat Valenciana y de la Orquestra de la Comunitat Valenciana, además de una exposición con elementos de vestuario y utilería de la ópera “Aida” para todo aquel que se acerque al edificio de Santiago Calatrava. Como fin de fiesta, ambas noches, una sesión de música con DJ pondrá el punto final a la jornada.

La actividad al público comienza tanto el viernes 1 como el sábado 2 con el inicio de los seis pases de la exhibición técnico-artística que acoge el escenario de la Sala Principal en los siguientes horarios: 20.00 h, 20.50 h, 21.40 h, 23.00 h, 23.50 h y 0.40 h.

En grupos de hasta 240 personas, los asistentes tienen la ocasión de conocer in situ, mediante un espectáculo de unos 40 minutos de duración, el funcionamiento de la maquinaria escénica, iluminación, audiovisuales y todos los elementos necesarios para poner en marcha una función de ópera.

La parte artística de esta exhibición corre a cargo de los artistas del Centre Plácido Domingo y del Ballet de la Generalitat, que ofrecen una representación, dirigida por Emilio López, que combina elementos de lírica y danza.

Para poder disfrutar de esta actividad, los interesados deberán presentarse en las Taquillas de Les Arts en los 30 minutos previos al inicio del pase que mejor se acople a su agenda. Se hará entrega de un máximo de dos invitaciones por persona hasta completar el aforo de cada turno.

Asimismo, el centro de artes reserva un cupo de localidades para estos pases a sus abonados de Temporada, que podrán efectuar su reserva entre los días 29 y 30 de junio en el apartado de la página web que el coliseo dispondrá a tal efecto.

El vestuario de “Aida”

A partir de las 20.30 h de ambas veladas el Vestíbulo de la Sala Principal abrirá sus puertas para disfrutar de una exposición de vestuario y utilería de la ópera “Aida”, de Giuseppe Verdi.

El público, de manera libre, podrá disfrutar del vestuario diseñado por Moritz Junge para esta coproducción de Les Arts con el Covent Garden de Londres y la Ópera de Oslo, además de elementos de utilería empleados en este montaje.

Música en vivo y libre recorrido por las terrazas

A partir de las 20.30 h, el Palau de les Arts Reina Sofía abre sus terrazas y balcones para todo aquel que quiera conocer y disfrutar de los espacios al aire libre del enclave operístico.

Los cuerpos estables del centro de artes valenciano: El Cor de la Generalitat, que colabora por segunda ocasión en este evento, y la Orquestra de la Comunitat Valenciana ponen la nota musical a la noche en blanco de Les Arts.

El Restaurante Los Toros, ubicado en la undécima planta del teatro y conectado con las Terrasses de les Palmeres, es el marco donde, desde las 21.00 h hasta las 0.00 h, el Cor de la Generalitat y agrupaciones de Profesores de la OCV ofrecen diversas actuaciones.

El viernes, los protagonistas serán los músicos de la formación titular del Palau de les Arts con micro-conciertos de 25 minutos de duración a las 21.00 h, 21.55 h, 22.45 h y 23.40 h.

El sábado, los solistas de la OCV se turnarán con el Cor de la Generalitat Valenciana, que acompañado al piano por Francisco Hervás y dirigido por Francesc Perales, interpreta coros de títulos que integran la Temporada 2016-2017 de Les Arts como L’elisir d’amore, de Donizetti, I vespri siciliani y La traviata, de Verdi, Gloria, de Vivaldi, Israel in Egypt, de Händel, o Missa Papae Marcelli, de Palestrina.

Desde las 20.30 h hasta las 0.30 h de la madrugada, además, el Palau de les Arts ha dispuesto servicio de restauración en ambas terrazas de la planta undécima, en las que lucirá una espectacular escultura LED, cortesía del artista Nacho Ruiz.

A partir de las 0.30 h, en ese mismo piso, la terraza con vistas al Jardín del Turia se convertirá en una gran pista de baile con una sesión de música con DJ en vivo, que despedirá la actividad de ambas jornadas a ritmo ‘dance’.

El centro de artes cerrará sus puertas a las 2 de la madrugada tanto el sábado 2 como el domingo 3.

Don Carlo

El Festival de Verano de San Lorenzo de El Escorial arranca el próximo 24 de junio con una variada selección de espectáculos. Consolidado como uno de los principales festivales de nuestro país, la música, la lírica y la danza llenarán las noches de la sierra madrileña del 24 de junio al 6 de agosto. Albert Boadella con su versión de Don Carlo, de G. Verdi, la Compañía Nacional de Danza, el pianista inglés James Rhodes y la agrupación Capella Mediterranea serán algunos de los protagonistas de esta edición.

Aunque fue Vivaldi quien elevó la división de los meses del año a categoría de obra maestra, han sido muchos los compositores que han hecho su personal lectura de las cuatro estaciones o han querido interpretar musicalmente alguna de ellas. Las cuatro estaciones sirven de hilo conductor de gran parte de la programación de este festival. En esta ocasión se podrá disfrutar tanto de la versión clásica de la obra de Vivaldi como de su interpretación sinfónica, acompañada de un cuarteto de jazz latino. Además, el público podrá disfrutar de Las cuatro estaciones porteñas de Piazzola o Las estaciones de Tchaikovsky. Por su parte, Stravinsky escogió centrarse en La consagración de la primavera y Schubert, en su Viaje de invierno (Die Winterreise). Todas estas obras forman parte de la programación del Festival de Verano 2016.

Con motivo del centenario de su muerte, el festival ofrecerá distintos recitales con obras del compositor Enrique Granados, que incluyen su célebre suite Goyescas, obra maestra de inspiración madrileña, la Danza de los ojos verdes, La boyra o Doce tonadillas al estilo antiguo.

Don Carlo se consolida como la cita del verano y atrae a un elenco internacional.

Tras su estreno en el Festival de Verano de 2015 y repitiendo el éxito en los Teatros del Canal, Albert Boadella vuelve los días 28 y 30 de julio, al frente de Don Carlo de Verdi, con un montaje que presenta la versión más española de este personaje histórico en el lugar donde vivieron sus protagonistas y donde hoy reposan sus restos. Manuel Coves estará al frente de la dirección musical de esta producción para la que se ha contado con un elenco que reúne voces tan destacadas como Massimo Giordano, Ekaterina Metlova, Carlo Colombara, Juan Jesús Rodríguez, Nadia Krasteva, Eric Halfvarson junto con la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid.

El pianista londinense James Rhodes interpretará obras de Chopin, Bach y otros, el día 1 de julio. Su historia, publicada en un libro autobiográfico titulado Instrumental, se ha convertido en un fenómeno editorial que refleja cómo la música le ha ayudado a sobrevivir.

El día 15 de julio la Compañía Nacional de Danza interpretará un triple programa formado por Anhelos y tormentos, con música de Granados y Rosa Torres-Pardo al piano; In the night, con una obra de Chopin, y Don Quijote Suite, con una coreografía del propio director de la CND, José Carlos Martínez.

Boston Philarmonic Youth Orchestra, Luis Fernando Pérez o Raquel Andueza y La Galanía, entre otros.

El festival arranca el día 24 de junio con un concierto de la Boston Philarmonic Youth Orchestra, en el que se interpretará la Sinfonía nº5 de Chaikovsky y obras de Glinka, Dvorak, y Debussy, bajo la dirección de Benjamin Zander. Acompañada por un cuarteto de jazz latino, la Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid revoluciona las Cuatro estaciones de Vivaldi, el día 25 de junio.

Capella Mediterranea ofrecerá el 26 de junio Ángel y demonio, un recorrido por obras de Monteverdi y Piazzola, que plantea un diálogo entre instrumentos antiguos y modernos, entre el pasado y el presente, entre la danza y la música. Este concierto es el lazo de unión entre Las cuatro estaciones y Monteverdi.

El 2 de julio la JORCAM interpretará la Sinfonía nº5 de Beethoven, junto con obras de Astasio y Turina, y el día 3, Las cuatro estaciones de Vivaldi y Las cuatro estaciones porteñas de Piazzola. La consagración de la primavera de Stravinsky o la banda sonora de West Side Story, de Bernstein formarán el repertorio que el dúo de pianos Iberia & Klavier ofrecerá en un recital junto con el Tak-Nara Percusión Group.

El 16 de julio será el turno del pianista Luis Fernando Pérez, que interpretará piezas de Goyescas, la gran obra de Granados, junto con otras de Debussy o Chopin. El 22 de julio los profesores de los Cursos Internacionales Matisse ofrecerán su ya tradicional concierto y el 23, se podrá disfrutar de El último viaje. Granados en Nueva York, un espectáculo de cante lírico, danza y piano en el que se interpretarán también obras del compositor. El concierto de piano de Luis Fernando Pérez y El último viaje. Granados en Nueva York cuentan con la colaboración de Acción Cultural Española (AC/E).

El Trío Malats ofrece un programa con Viajes de Otoño de Zalba y Las estaciones de Tchaikovsky, el día 24 de julio; y el 29, el barítono Damián del Castillo, junto con el fortepiano David Aijón, interpretarán Die Winterreise, de Schubert.

El día 2 de agosto la Turkish National Youth Orchestra ofrecerá la Sinfonía nº8 ‘Incompleta’ de Schubert y el Concierto para orquesta de Bartok. El 3 será el turno de Raquel Andueza y La Galanía, que interpretan el programa Monteverdi & friends. Por último, el día 6 de agosto la compañía de danza De Sangre y Raza ofrece el espectáculo 400 años de flamenco.

Las entradas están a la venta en internet a precios populares desde 10 euros (http://www.teatroauditorioescorial.es/) y existen diferentes opciones de abonos y descuentos.

Mapping del Teatro Real de Madrid

El próximo fin de semana se celebrarán los Días Europeos de la Ópera. El Teatro Real ha querido sumarse este año a las conmemoraciones desde su lado más innovador,  el uso de las nuevas tecnologías para la difusión del arte, la cultura y, sobre todo, la música. Así, desde el viernes 6 y hasta el próximo domingo 8 de mayo,  la plataforma de retransmisión online del Teatro Real, Palco Digital (www.palcodigital.com) tendrá acceso gratuito y pondrá a disposición de todos los públicos los títulos de su videoteca.

El Teatro Real se ha convertido en una de las instituciones más destacadas del mundo de la lírica en el plano tecnológico gracias a un equipamiento audiovisual de alta calidad, su adhesión a los proyectos de grabación y transmisión de espectáculos musicales a través de todos los canales a su alcance (web, televisión, cine…) y una exigente política de producción audiovisual. El pasado mes de abril, el Teatro Real se convertía en uno de los primeros teatros de ópera de Europa en utilizar la realización 4K para la grabación y emisión de una ópera.

Hace justo un año, el 8 de mayo, nacía en el Teatro Real The Opera Platform, una plataforma completamente dedicada a la ópera de acceso libre, rico en información, con actuaciones completas y extractos de ópera, sinopsis y material histórico, entrevistas con artistas y documentales backstage, a través del enlace www.theoperaplatform.eu.

El Teatro Real, a través del Google Cultural Institute, cuenta también con una exposición online  que permite realizar un paseo virtual por las entrañas del Teatro y acceder tanto a las zonas públicas como a las técnicas, para conocer en detalle lo que sucede en los talleres, espacios escénicos y mucho más. Así, el público que visite este espacio puede acceder a exposiciones virtuales que permitirán conocer su historia, el edificio en detalle y su proyecto cultural y artístico www.google.com/culturalinstitute/u/0/collection/teatro-real?hl=es.

Uno de los principales atractivos para aficionados y curiosos es el de acceder, por primera vez y con un sólo clic, a un visita virtual que explora gran parte de los 65.000m cuadrados del edificio, gracias a la tecnología Street View de Google, que captura imágenes 360º de alta calidad y ofrece experiencias online como si fueran la realidad misma.

Adjuntamos imágenes de algunos de los títulos disponibles en Palco Digital, todas ellas de  @Javier del Real/Teatro Real

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COSÌ FAN TUTTE (W.A. Mozart)

Director musical: Sylvain Cambreling

Director de escena: Michael Haneke

Reparto: Fiordiligi, Anett Fritsch; Dorabella, Paola Gardina; Guglielmo, Andreas Wolf; Ferrando, Juan Francisco Gatell; Despina, Kerstin Avemo;Don Alfonso, William Shimell 

J36

LA TRAVIATA (G. Verdi)

Director musical: Jesús López Cobos

Director de escena: Pier Luigi Pizzi

Reparto: Violetta Valery, Norah Amsellem; Alfredo Germont, José Bros; Giorgio Germont, Renato Bruson

1563

IOLANTA (P.I. Tchaikovski)

Director musical: Teodor Currentzis

Director de escena: Peter Sellars

Reparto: Iolanta, Ekaterina Scherbachenko; Robert, Alexej Markov; Conde Vaudémont, Pavel Cernoch,; Ibn-Hakia, Willard White. 

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LUISA FERNANDA (F. Moreno Torroba)

Director musical: Jesús López Cobos

Director de escena y diseñador de elementos escénicos: Emilio Sagi

Reparto: Luisa Fernanda, Nancy Herrera; Vidal, Plácido Domingo; Javier Moreno, José Bros, y La duquesa Carolina, Mariola Cantarero

Luisa Miller

Dos representaciones había programado el Teatro Real de la Luisa Miller verdiana. Una obra considerada injustamente menor dentro del repertorio. Tal vez porque su composición, previa a la trilogía formada por Rigoletto, Il trovatore y La traviata  la situaron en un segundo plano. Verdi cuenta en esta ocasión con el libretista Friedrich von Schiller dando más importancia al drama amoroso y social de la obra original, Kabale und liebe (intriga y amor). Lo que el propio autor llamará “tragedia burguesa”. Estos nuevos “motivos” argumentales bien podían estar justificados para esquivar la acción de la censura. Muy activa en esos momentos de convulsión revolucionaria europea de 1848.

Ha sido esta una versión concierto. Pero no se puede decir que no haya sido escenificada. Cada vez son más las óperas en concierto que, prescindiendo de los siempre incómodos atriles, son semiescenificadas por los cantantes, creando una atmósfera lírica más cercana a una noche de ópera con toda su arboladura.

Al frente de la dirección se encontraba el norteamericano James Conlon. Un auténtico enamorado de Luisa Miller. Hasta el punto de llamar a su hija Luisa y evocar con ello la relación paterno filial de los protagonistas. Su conocimiento de la obra es total, apenas consultaba la partitura a la que imprimió desde la obertura un ritmo vivo y lleno de tensión. Sobre todo en los finales. Extrajo de la orquesta un puro sonido verdiano, principalmente de las cuerdas. El Coro, en su línea habitual, ¡magnífico!.

Al margen de la música, sin duda fueron las voces las protagonistas de la noche. Leo Nucci, que borda los dramáticos papeles de padre verdianos, conserva unas cualidades vocales extraordinarias a sus 74 años. La falta de aliento en algunos momentos y sus reservas, en otros, para poder acometer los finales, son compensados por una destreza en la dramatización que solo proporciona la experiencia.

La croata Lana Kos fue toda una sorpresa en su papel de Luisa. Su gran registro central es el apoyo ideal para moverse por una potente tesitura de soprano lírica. Voz vigorosa y homogénea con margen suficiente para refinar los agudos.

El malvado Wurn fue encarnado por el barítono canadiense John Relyea. Voz robusta y penumbrosa para componer un personaje interesante que se batió en poderoso duelo con Walter.

Dmitry Belosselskiy interpretó un magnífico Conde de Walter. Lució unos buenos agudos en su aria “Il mio sangue, la vita darei” y sus potentes y tersos graves en el dúo con Wurn “L’alto retaggio”.

La madrileña María José Montiel interpretó el siempre ingrato papel de Federica. Hace apenas unos días la escuchábamos en el Teatro de la Zarzuela en el rol de una María Moliner impecable y, de repente, aparece en el escenario del Teatro Real con un registro completamente diferente. Con una partitura verdiana de tonalidades abisales para una cuerda de mezzo, resuelve su personaje con una voz densa y compactada, demostrando que el radio de acción de su voz es amplio y que se encuentra en uno de los mejores momentos de su carrera.

Debutaba en el Real el joven tenor napolitano Vincenzo Costanzo. Llegaba para sustituir a los inicialmente elegidos para este Rodolfo. No es fácil abordar este rol con 24 años, cantando en proscenio y rodeado de voces muy consolidadas. Y Costanzo lo hace con gallardía y determinación. Su instrumento está en construcción, al igual que su capacidad para la interpretación, pero apunta un bonito timbre y en cuanto el fiato se prolongue y la técnica supere al esfuerzo físico, podrá abordar estos exigentes papeles con todas las garantías. Los aplausos del público tras la conocida aria «Quando le sere al placido» le otorgaron la confianza necesaria para abordar el resto de la obra con mayor seguridad. La próxima temporada tendremos ocasión de volver a escucharle en este Teatro en su rol de Pinkerton y observaremos su evolución. Mimbres tiene.

Marina Rodríguez-Cusí interpretó a Laura. Esta mezzosoprano valenciana siempre es una garantía. Su breve papel dejó constancia de su buen hacer. A pesar de estar situada detrás de la orquesta y del resto del reparto, su voz se escuchó plena.

Hay que destacar la acertada intervención de César de Frutos interpretando a un aldeano.

Esta Luisa Miller dejó muy buenas sensaciones en el público. De vez en cuando se agradece un título puramente operístico, y nadie mejor que Verdi para provocar este tipo de emociones.

LUISA MILLER

Giuseppe Verdi (1813-1901)

Melodramma trágico en tres actos

Libreto de libreto de Salvadore Cammarano basado en la obra Kabale und Liebe (Intriga y amor, 1783) de Friedrich von Schiller. Estrenada en el Teatro San Carlo de Nápoles el 8 de diciembre de 1849.

Ópera en versión de concierto.

D. musical: James Conlon

D. coro: Andrés Máspero

Reparto: Dmitry Belosselsky, Vincenzo Costanzo, María José Montiel, John Relyea, Leo Nucci, Lana Kos, Marina Rodríguez-Cusí, César de Frutos.

Coro y Orquesta titulares del Teatro Real.

Críticas