Pablo Heras-Casado 
Pablo Heras-Casado regresa a la Wiener Staatsoper donde, a partir del 11 de noviembre, dirigirá la ópera Le Grand Macabre de György Ligeti, una de las obras más destacadas del compositor húngaro. Una producción especial, ya que la obra será llevada al escenario de la Ópera Estatal de Viena por primera vez y a lo largo de 5 funciones; con una dirección de escena a cargo de Jan Lauwers. La función del día 19 de  noviembre será retransmitida en streaming a través de la aplicación de la Wiener Staatsoper.
Un reparto de lujo dará voz a los complejos personajes de la ópera, el barítono Georg Nigl (Nekrotzar), la soprano Sarah Aristidou (jefe de la Gepopo/ Venus), el contratenor Andrew Watts (príncipe Go-Go), la soprano Maria Nazarova (Amanda), la mezzosoprano Isabel Signoret (Amando), Wolfgang Bankl (Astradamors), Marina Prudenskaya (Mescalina), Gerhard Siegel (Piet el Pote), Daniel Jenz (Ministro blanco), Hans Peter Kammerer (Ministro negro), Jusung Gabriel Park (Ruffiack), Jack Lee (Schobiack) y Nikita Ivasechko (Schabernack).
2023 está siendo un año en el que el director granadino ha podido recorrer casi todos los períodos de la historia de la música: la pasada primavera concluyó el ciclo de Monteverdi con el Concentus Musicus Wien en el mismo foso de la Wiener Staatsoper en verano debutaba brillantemente en el Festival de Bayreuth con Parsifal; y – ya habiendo dirigido la temporada con La Clemenza die Tito de Mozart – regresa de nuevo a Viena, en esta ocasión con una obra clave del siglo XX musical. Le Grand Macabre es la única ópera que compuso Ligeti, del que se conmemora el centenario de su nacimiento. Una obra radical que decididamente el compositor concibió como “anti-antiópera”, que refleja el desarrollo de la historia de la música en sí misma y especialmente la del siglo XX con todas sus crisis y horrores en toda su amplitud.
Con una forma y un lenguaje únicos en forma de collage, esta ópera tematiza cuestiones centrales como la destrucción y la autodestrucción, la aniquilación apocalíptica, o la crisis de los valores, la moralidad y la ética con un toque de humor negro. Una extensa estratigrafía de capas de diversas formas, contenidos y sonidos que, bajo su apariencia espontánea e improvisada, oculta una partitura musical extremadamente minuciosa, detallista y precisa donde la sincronía entre el escenario y el foso de la orquesta debe ser absoluta.
Con 28 años de prolífica carrera artística y un extensísimo repertorio que va de la polifonía renacentista al siglo XXI (incluyendo una treintena de estrenos mundiales de compositores actuales), Pablo Heras-Casado sigue estrechando su vínculo con la Wiener Staatsoper con una consolidada carrera musical, en la que la ópera ocupa un lugar muy destacado. De Claudio Monteverdi a Péter Eötvös o Mauricio Sotelo, pasando por Gluck, Mozart, Donizetti, Verdi, Wagner, Músorgski, Falla, Ravel o Bizet. Ha dirigido más de 40 producciones escénicas en importantes teatros líricos de todo el mundo, desde el Teatro Real, La Scala de Milán, Staatsoper de Viena, Staatsoper Unter den Linden y Deutsche Oper de Berlín, Metropolitan de Nueva York y Teatro Mariinsky de San Petersburgo, hasta la English National Opera, la Monnaie de Bruselas, o las Óperas Burdeos, Frankfurt, Baden-Baden, Ámsterdam, Varsovia, Luxemburgo, Los Ángeles o Toronto. Pero fue sin duda el Teatro Real, donde es primer director invitado desde 2015, el que le ofreció los mayores retos en la dirección operística, con las producciones de Die Soldaten, de Bernd Alois Zimmermann, con Calixto Bieto, y la Tetralogía wagneriana, con Robert Carsen.
Fotografía © Javier Salas
Ópera Estatal de Viena

Parece que poco a poco van abriendo los teatros de ópera en Europa. El próximo en hacerlo será la Ópera Estatal de Viena tras seis meses cerrada por culpa de la pandemia. La reapertura al público será el próximo 19 de mayo. En estos momentos, la dirección del coliseo vienés trabaja para ofrecer a sus espectadores un nuevo calendario de representaciones, del que ofrecerá información detallada en cuanto sea posible.

Durante estos seis meses la Ópera de Viena, al igual que otros muchos teatros, ha ofrecido numerosas actuaciones en televisión y retransmisiones en streaming, la última de las cuales ha sido la nueva producción de Parsifal protagonizada por Jonas Kaufmann.

“Aunque a través de estas actividades hemos llegado a un total de más de 5 millones de conexiones en todo el mundo, todavía no es comparable con una sala llena, con unas representaciones delante de ustedes, querido público. Nada puede reemplazar la experiencia en el teatro”, ha comentado Bogdan Roščić, director de la Ópera de Viena.

Albelo

La temporada 2015-16 se presenta llena de nuevos retos para Celso Albelo. Los próximos 4, 7, 10 y 13 de septiembre el tenor canario volverá a subirse al escenario de la Wiener Staatsoper para inaugurar el curso del primer teatro austríaco con Rigoletto, uno de los títulos más representados de Giuseppe Verdi. Con su Duque de Mantua, un personaje que ha paseado por coliseos como el San Carlo de Nápoles, La Fenice de Venecia, la Opéra de Monté-Carlo, el Teatro Real de Madrid, la Ópera de A Coruña o el Teatro de La Maestranza de Sevilla, Albelo inicia una temporada brillante que incluye otros destacados compromisos como Anna Bolena de nuevo en Viena, Lucia di Lammermoor en la Opéra Royal de Wallonie (Bélgica), su esperado debut en la Metropolitan Opera de Nueva York con Maria Stuarda o su vuelta a teatros como la Deutsche Oper berlinesa y el Gran Teatre del Liceu de Barcelona con I Capuleti e i Montecchi o el Teatro Real de Madrid con I Puritani.

En las funciones de Rigoletto en Viena Albelo compartirá escenario con Ambrogio Maestri (Rigoletto), Aleksandra Kurzak (Gilda), Michele Pertusi (Sparafucile) y Elena Maximova (Maddalena), quienes estarán dirigidos musicalmente por Evelino Pidò; está previsto que la función inaugural, el 4 de septiembre, se pueda ver en directo en streaming en todo el mundo, además de ser retransmitida a una pantalla gigante en frente del Vienna City Hall (en la popular Rathausplatz).

Tras el reciente éxito en su debut australiano cantando I Puritani en la Victorian Opera, Albelo llegará a Viena en septiembre tras un verano en el que también se le podrá escuchar en Macerata con Rigoletto (17, 25, 31 de julio y 9 de agosto) y en la Quincena Musical de San Sebastián y el Festival Internacional de Santander (25 y 26 de agosto respectivamente) con el Stabat Mater, de Rossini, junto a la Orquesta de Cadaqués, dirigida por Alberto Zedda.

Celso Albelo

Celso Albelo debutará el papel de Percy, protagonista de la ópera Anna Bolena de Donizetti, en la Wiener Staatsoper en su regreso al principal escenario operístico de Austria en el que ya se le ha aplaudido en otras óperas del compositor italiano, como L’elisir d’amore y Roberto Devereux, además de en La Sonnambula, de Bellini. En este regreso vienés con debut incluido, los días 10, 13, 17 y 20 de abril, lo hará nada menos que al lado de la soprano Anna Netrebko, una de las grandes divas de la actualidad.

“Hacía mucho tiempo que le tenía ganas a este papel, ya que he cantado las otras dos óperas de la trilogía Tudor de Donizetti, Maria Stuarda y Roberto Devereux”, afirma el cantante. “Estuve a punto de interpretarlo por primera vez en el Teatro Verdi de Trieste, en 2012, pero entonces tuve que cancelarlo debido a que me afectó una infección bronquial. Fue muy frustrante, porque íbamos a hacerlo junto con mi admirada Mariella Devia, pero me sacaré la espinita en mayo, ya que después de cantarla en Viena la haré en mi tierra, en Tenerife, y precisamente junto a Mariella Devia”.

Celso Albelo llega a este personaje después de otro gran debut belcantista, aunque rossiniano: el de Arnold de Guillaume Tell (en la Ópera de Montecarlo y en el Théâtre des Champs-Élysées de París). Antes acababa de incorporar a su repertorio su segundo papel en el género de la zarzuela, Javier, de Luisa Fernanda y junto a Plácido Domingo, en el Palau de les Arts de Valencia.

Después de su última gira por Japón, comenzó la temporada en A Coruña con La Traviata, para viajar más tarde a Palermo, Viena y Berlín. En marzo interpreta de nuevo a Nemorino de L’elisir d’amore (Módena y Parma) y en los próximos meses le esperan compromisos en Bonn, Valencia o Macerata, todo ello antes de su esperado debut en el Metropolitan Opera House de Nueva York con Maria Stuarda en enero del próximo año.

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