Zubin Mehta

Zubin Mehta dirigirá a la Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks (Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera) el próximo 25 de noviembre, a las 19.30 h, en un concierto extraordinario en el Auditori del Palau de les Arts.

El respetado maestro de Bombay presenta a la prestigiosa formación alemana con un programa que incluye la ‘Sinfonía núm. 3 en Re mayor’ de Franz Schubert y la legendaria ‘Quinta sinfonía’ de Gustav Mahler, obra inédita en el repertorio sinfónico del Auditori. 

Esta actuación, que Les Arts programa en colaboración con Ibermúsica y Tritó SL, supone el reencuentro de Mehta con el público valenciano ocho años después de su última actuación. Figura imprescindible en la historia del teatro, el director hindú ha sido uno de los principales artífices de la consolidación de la Orquestra de la Comunitat Valenciana y también responsable de algunos de sus mayores éxitos artísticos durante su etapa como ‘president’ del Festival del Mediterrani. 

La Symphonierochester des Bayerischen Rundfunks está considerada como uno de los mejores conjuntos sinfónicos del mundo gracias a sus directores y a la flexibilidad y sólido nivel artístico de cada uno de sus músicos. Su visita marca el regreso de las grandes formaciones internacionales a València tras los años de pandemia.

Fundada en 1949 por Eugen Jochum, entre sus titulares figuran Rafael Kubelík, Colin Davis, Lorin Maazel y Mariss Jansons, además de haber trabajado con nombres legendarios como Leonard Bernstein, Clemens Krauss, Erich Kleiber, Carlos Kleiber, Charles Munch, Ferenc Fricsay, Otto Klemperer, Karl Böhm, Günter Wand, Georg Solti, Carlo Maria Giulini, Kurt Sanderling y Wolfgang Sawallisch.

En la actualidad Sir Simon Rattle dirige a la formación, que mantiene su colaboración con los más reputados directores del momento, como Riccardo Muti, Esa-Pekka Salonen, Franz Welser-Möst, Daniel Harding y el propio Zubin Mehta.

Entradas

Les Arts informa de que este concierto extraordinario está fuera de abono. No obstante, se establecerá a partir de hoy, lunes 20 de junio a las 17.00 h, un periodo de venta preferente destinado a abonados y miembros del círculo del mecenazgo de Les Arts. Además de las entradas para este espectáculo, se podrán adquirir también las localidades para el concierto de Cecilia Bartoli y el recital de Juan Diego Flórez.

La venta general de entradas para el concierto de Zubin Mehta con la Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks se activará junto con el resto de propuestas de Les Arts el próximo 11 de julio, a partir de las 18.00 h, en la web del teatro, y el día 12 a través del resto de canales de compra.

Montiel

María José Montiel inaugura el domingo la temporada del San Carlo de Nápoles protagonizando Carmen junto a Zubin Mehta. La diva madrileña, reciente ganadora del Premio Nacional de Música, interpretará a la protagonista de la ópera de Bizet debutando en el emblemático coliseo napolitano ante el Presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella.

Las entradas, agotadas, cuestan hasta 800 euros. La inauguración del Teatro San Carlo de Nápoles, conocido como «el más hermoso del mundo», vuelve a ser un evento social, político y cultural de primer orden. Y con una española como protagonista. Esta será la cuarta vez que Zubin Mehta dirija a María José Montiel en los últimos meses. El idilio artístico entre ambos intérpretes tendrá como culminación la inauguración, este domingo, de la temporada del mítico coliseo napolitano, el más grande y antiguo de Italia, una función de gala a la que asistirá incluso el presidente de la República italiana, Sergio Mattarella. Sobre el escenario, la mezzosoprano de Madrid se vestirá como la protagonista de la ópera Carmen, de Bizet, título que ha cantado dirigida por el maestro Mehta en Tel Aviv en diciembre de 2014 y en marzo pasado. «Trabajar con él es siempre enriquecedor», apunta Montiel, y «la colaboración que tenemos está llena de complicidad, con lo que conseguimos darle carácter y el mejor sentido musical a los personajes». En julio Mehta también dirigió a la cantante española en Un ballo in maschera. Después de cantar el Requiem de Verdi en Milán despidiendo la EXPO Milano 2015, María José Montiel vuelve a Italia para debutar en Nápoles y lo hace más feliz que nunca, ahora poseedora de la máxima distinción a la que puede aspirar un intérprete español: el Premio Nacional de Música que el Gobierno le otorgó el pasado mes de octubre. La cantante madrileña, que ha protagonizado Carmen en los escenarios más importantes de Suiza, Italia, Alemania, Francia, España, Japón, China y Estados Unidos, celebrará en Nápoles su Carmen número 100.

Más información: www.mariajosemontiel.com

María José Montiel

Esta será la cuarta vez que Zubin Mehta dirija a María José Montiel en los últimos meses. El idilio artístico entre ambos intérpretes tendrá como culminación la inauguración de la temporada del Teatro San Carlo de Nápoles, el más grande y antiguo de Italia, el próximo 13 de diciembre, con función de gala a la que asistirá incluso el presidente de la República y cuyos precios se disparan hasta los 500 euros. Sobre el escenario, la mezzosoprano de Madrid se vestirá como la protagonista de la ópera Carmen, de Bizet, título que ha cantado dirigida por el maestro Mehta en diciembre de 2014 y en marzo pasado en Tel Aviv. «Trabajar con él es siempre enriquecedor», apunta Montiel, «y la colaboración que tenemos está llena de complicidad, con lo que conseguimos darle carácter y el mejor sentido musical a los personajes». En julio Mehta también la dirigió en Un ballo in maschera y ahora vuelven a colaborar juntos en el emblemático coliseo napolitano, conocido como «el más bello de Italia».

Después de cantar el Requiem de Verdi en Milán despidiendo la EXPO Milano 2015, María José Montiel vuelve a Italia para debutar en Nápoles y lo hace más feliz que nunca, ahora poseedora de la máxima distinción a la que puede aspirar un intérprete español: el Premio Nacional de Música que el Gobierno le otorgó el pasado mes de octubre.

www.mariajosemontiel.com

Montiel

María José Montiel iniciará el mes de septiembre “con muchísima ilusión al asumir por primera vez el personaje de Dalila que siempre ha sido, por vocalidad y belleza, uno de mis sueños”, afirma la mezzosoprano madrileña, papel con el que debutará en México. “La verdad es que llega en el mejor momento”, continúa. “La música francesa, tanto en el repertorio operístico como en el de la canción, ha vivido siempre como algo natural en mi repertorio, y la heroína de Saint-Saëns, como es lógico, la sentía cada vez más cerca, así que ahora la afronto con gran entusiasmo; además, será la primera vez que cante una ópera en México, así que todo confluye para que me sienta muy feliz”, añade. Montiel debutará el sensual personaje en la Ópera de Nuevo León, en Monterrey, una institución que, con el apoyo del Consejo Estatal de Cultura de México, cuenta con el privilegio de haber sido testigo de carreras de artistas locales de gran carrera internacional, como es el caso del tenor Javier Camarena.

De la gran ópera de Saint-Säens la cantante española ofrecerá dos funciones, los días 18 y 20 de septiembre compartiendo escenario con Rodrigo Garciarroyo, Guillermo Ruiz, Oscar Martínez y Charles Oppenheim, el Coro de la Ópera de Nuevo León y la Orquesta Sinfónica de la UANL, todos dirigidos por Guido Maria Guida.

María José Montiel llegará a México tras haber debutado este mes de julio en Israel el rol de Ulrica de Un ballo in maschera, de Verdi, de la mano de Zubin Mehta. Tras las funciones de Samson et Dalila ofrecerá un recital en la Sociedad de Conciertos de Alicante (7 de octubre), cantará el Requiem de Verdi junto a La Verdi en Milán como parte de los actos que cierran la Expo Milano 2015 (29 y 30 de octubre y 1 de noviembre) y debutará en el Teatro San Carlo de Nápoles con uno de sus roles fetiche, el protagonista de Carmen, de Bizet, de nuevo bajo la dirección de Zubin Mehta.
www.mariajosemontiel.com

María José Montiel

La mezzosoprano María José Montiel sumará el próximo mes de julio un título más a su amplísimo repertorio operístico: se trata de Un ballo in maschera, de Verdi, obra en la que la diva madrileña encarnará el personaje de Ulrica los días 14, 16, 18 y 20 de julio junto a la Israel Philharmonic Orchestra y bajo la batuta de Zubin Mehta, un director con quien colabora desde hace varias temporadas y con quien ha cantado otros títulos como Medea, de Cherubini (Palau de les Arts de Valencia) o Carmen, de Bizet (con el conjunto israelí con sede en Tel Aviv y en dos ocasiones de la presente temporada). “Ulrica es un rol que me apasiona y para el cual me estoy preparando a conciencia desde que el maestro Mehta me lo propusiera”, apunta la cantante, quien además asegura que la colaboración que se ha establecido con el director indio “es de esas cosas maravillosas que le pasan a una en la vida y de las que procuro disfrutar de cada momento; es un músico excepcional y me siento realmente bendecida y entusiasmada de trabajar con él este nuevo rol verdiano de mi repertorio”.

Montiel llega al mes de julio tras un 2015 repleto de compromisos: después de cantar en Valencia (un recital en el Palau de la Música y el Stabat Mater rossiniano en el Palau de les Arts), Barcelona (Siete Canciones populares españolas, de Falla, en el Palau de la Música de la Ciudad Condal), Madrid (Requiem de Verdi y una Gala Lírica junto a la Orquesta y Coro de RTVE y un recital a beneficio del Centro para la Investigación Médica Aplicada de la Universidad de Navarra), Pamplona (recital en el Teatro Gayarre), Lisboa (Tercera Sinfonía de Mahler con la Sinfónica Portuguesa), Tel Aviv (Carmen junto a Mehta y la Israel Philharmonic) o Milán (Tercera Sinfonía de Mahler con LA VERDI).

Antes de su debut como Ulrica en Israel, la diva madrileña ofrecerá, el 15 de junio, un recital dentro del XXI Ciclo de Lied en el Teatro de La Zarzuela de Madrid y otro, el día 21, en Homenaje a la soprano Victoria de Los Ángeles en Barcelona.

Más información: María José Montiel

Otello

Mucha era la expectación que había generado el estreno del Otello de Zubin Mehta y Davide Livermore en el Palau de Les Arts. Y oportuno y merecido el éxito que ha cosechado.
Mientras otros miran hacia dentro, sin encontrar nada, Les Arts pone fin a su magnífica temporada con una demostración de fuerza. Ni las amenazas de la crisis, ni las dificultades para conseguir recursos han sido un obstáculo para que Valencia haya ofrecido una importante temporada de ópera, que culmina con la brillantez de esta obra de producción propia.
Otello, la perfecta tragedia tramada por Giuseppe Verdi y Arrigo Boito, es una obra heroica e intensa con la que Verdi logra continuidad musical y dramática a través de sus intensos monólogos y dúos, más declamados que cantados, y con una orquestación que acentúa el dramatismo y la sutileza a lo largo de toda la obra.
La ópera da comienzo y transcurre con un gran despliegue de efectos visuales. El director de escena y de iluminación, Davide Livermore, sorprendió con su planteamiento escénico formado por una plataforma en espiral, con un núcleo móvil.
Sobre el mismo escenario se suceden todas las escenas, cada una definida por unas efectistas proyecciones, desde un mar embravecido a las íntimas estancias donde se desarrolla la tragedia y muerte de Desdémona. Aunque fueron precisamente las imágenes que ilustraron el crimen las menos afortunadas por quedar fuera de contexto.
Una escenografía cargada de simbolismo. Los celos, el resentimiento, la traición… representados por un gran agujero negro que los actores recorrían acercándose o alejándose del núcleo.
Y como maestro de ceremonias, un Zubin Mehta que, a pesar de llevar la obra en un tempo tal vez demasiado lento, desplegó gran variedad de matices en una pulcrísima dirección, más brillante en los momentos explosivos que en los delicados.
La Orquesta de la Comunidad Valenciana, merecidamente ovacionada, respondió con flexibilidad y soltura a las órdenes de la batuta, consiguiendo momentos de gran belleza, sobre todo por parte de las cuerdas, y alcanzando los efectos sonoros tan determinantes en Otello.
El tenor estadounidense Gregory Kunde, que llegó al Palau sustituyendo a Aleksandrs Antonenko, fue otra agradable sorpresa de la noche. Aunque para la voz de Otello me gusta un timbre más oscuro y menos rossiniano, el de Kunde fue un Otello sobresaliente. Sin pretender buscar sonoridades graves, que definen mejor al personaje, pero que él no posee, lo mejor fue la variedad de armónicos, sobre todo en las notas altas que atacó sin miedo. Lástima que al apianar su voz pierda consistencia. Pero dotó a su personaje de un emocionante dramatismo, sobre todo en el último acto y en la escena, cargada de simbolismo, en la que Yago repite como una sombra todos sus movimientos.
María Agresta, como Desdemona, fue de menos a más. Posee un hermoso timbre y una hábil capacidad de regulación de su voz. Construyó una Desdemona delicada, inocente y de gran sentimiento, aunque debe trabajar más la dramatización.
Otro de los atractivos de la noche era poder escuchar de nuevo, esta vez como el maquiavélico y traidor Yago, al barítono Carlos Álvarez. Su regreso a los escenarios está siendo cuidadosamente pausado.
Su voz no es la de antes. El volumen ha disminuido y evidenció dificultades en los ascensos. Pero su fraseo, su nobleza sobre el escenario, su canto elegante y un primer y segundo actos en los que su instrumento sonó firme y lleno de musicalidad, dejan la puerta abierta a una evolución vocal innegable. Visiblemente emocionado recibió una gran ovación.
Marcelo Puente, como Cassio, y sobre todo Cristina Faus como Emilia, resolvieron con mucha dignidad sus papeles.
Muy bien el Coro de la Comunidad Valenciana. Potente y bien desenvuelto por el escenario. Más discreta fue la actuación del coro infantil, Escolania de la Mare de Déu dels Desemparats, manifiestamente mejorable.
Escelente la dirección de actores. Verdi tiene la dificultad de sus grandes cuadros escénicos, con multitudes sobre el escenario que no siempre son fáciles de gestionar. En esta ocasión Davide Livermore realiza una excelente dirección actoral. El equilibrio sobre el escenario es permanente, también cuando éste se llena de coro, soldados, cantantes, niños… No es fácil mover tanta gente en una superficie tan irregular, pero Livermore lo consigue.
El vestuario, del propio Livermore, redondea el empaque de los personajes, sobre todo de Otello y Yago. Aunque confieso que no entendí bien el peinado del coro de mujeres.
En definitiva, un Otello que, con toda su carga dramática, está lleno de frescura, de luz y de talento sobre y tras es escenario.

OTELLO
Giuseppe Verdi (1813-1901)
1 de junio de 2013
Ópera en cuatro actos
Libreto de Arrigo Boito. Basado en el drama homónimo de W. Shakespeare
D. musical: Zubin Mehta
D. escena iluminación: Davide Livermore
Videocreación: D-WOK
Nueva producción del Palau de Les Arts Reina Sofía.
Gregory Kunde, Carlos Álvarez, María Agresta, Marcelo Puente, Cristina Faus, Mario Cerdá

Críticas