Intermezzo

Ya está abierta la matrícula para el curso, que arrancará el próximo mes de octubre en la sede de Musikene en Donostia.

El Centro Superior de música del País Vasco Musikene e Intermezzo se unen para ofrecer un innovador posgrado dirigido a cantantes de coro que buscan hacer de su pasión su profesión. El curso de especialización se ofrecerá a partir de octubre en Donostia-San Sebastián, y persigue profundizar en la formación requerida a un cantante profesional de coro. En las 14 sesiones dobles previstas durante el curso y que se realizarán viernes y sábados, se trabajarán tanto la técnica vocal específica, como todos aquellos aspectos relacionados con la interpretación del repertorio coral y su puesta en escena.

Intermezzo, además, ofrecerá varias propuestas de trabajo para participar en producciones en las que colabora. La empresa, con una trayectoria de más de 15 años, gestiona el coro titular del Teatro Real de Madrid, refuerza el coro del Gran Teatre del Liceu de Barcelona y participa en temporadas de Ópera y Festivales.

El curso de 150 horas repartidas entre octubre y mayo, tiene como objetivo principal ofrecer las herramientas necesarias a los alumnos que quieran profesionalizarse como cantantes de coro, desarrollando todos los aspectos profesionales relacionados con su trabajo. El posgrado incluye asignaturas para trabajar la técnica vocal, el repertorio lírico y sinfónico coral, la correcta dicción de los diversos idiomas utilizados en dicho repertorio, o técnicas corporales y movimientos en escena, entre otras. La especialización se completará con diferentes conferencias sobre aspectos profesionales con las que el alumno conseguirá obtener una visión global de cómo funciona el sector, con ponentes expertos en diferentes disciplinas.

La matrícula ya está abierta para todos aquellos interesados que estén en posesión de una titulación superior de música (o equivalente). Se puede consultar toda la información y programa.

Teatro Real, Real Decreto

La iniciativa, que comienza hoy, tratará de paliar la difícil situación generada por el cierre del Teatro tras el comienzo del estado de alarma del pasado 13 de marzo.

Todas las donaciones podrán beneficiarse de un 80% de desgravación fiscal.

Los interesados en participar en la iniciativa pueden hacerlo a través de la página de la Fundación Amigos del Teatro Real.

La Fundación Amigos del Teatro Real ha iniciado una campaña de captación de fondos, a través de donaciones, con el fin de contribuir a la recuperación de la situación generada por el cese de su actividad, ayudar al mantenimiento de su estabilidad económica y formar parte del impulso de su proyecto cultural.

Gracias a la aprobación, el pasado 7 de mayo, del Real Decreto-ley que incluía la declaración del «Plan de Fomento de la Ópera del Teatro Real» como Acontecimiento de Excepcional Interés Público, todas las donaciones que se hagan a la Fundación Amigos del Teatro Real podrán beneficiarse de una desgravación fiscal cercana al 80% del importe.

Como reconocimiento a la colaboración de los donantes, el Teatro Real les concederá una mención especial en la lista de mecenas del Teatro Real, que tendrá visibilidad en sus diversos canales de difusión, como publicaciones, página web, etc.

MyOperaPlayer

l pasado mes de noviembre nacía la plataforma de video del Teatro Real, MyOperaPlayer, con la vocación de convertirse en un teatro de teatros en el que los amantes de la ópera, la danza y la música pudieran acceder al mayor número de títulos posibles, tanto de producción propia como de otras importantes instituciones nacionales e internacionales.

En esta primera etapa, el proyecto ha contado con la participación de grandes centros de ópera, como el Gran Teatre del Liceu, el Gran Teatro Nacional de China, el Colón de Buenos Aires, el Teatro Municipal de Santiago de Chile o el Teatro del Bicentenario (San Juan, Argentina) junto a Patrimonio Nacional, Fundación Albéniz y RTVE.

A partir de ahora, MyOperaPlayer crece con la incorporación de nuevas producciones procedentes de la Ópera de París, la Royal Opera House, el Teatro Bolshoi, la Staatsoper Berlin, la Ópera de Zúrich o la Ópera de Baviera, por citar sólo algunos, que aportarán algunas de sus espectaculares producciones en los próximos meses.

Entre los títulos que estarán disponibles en los próximos días figura Capriccio, en la espectacular producción del Teatro Real en la pasada temporada, Madama Butterfly, desde la Royal Opera House, y Elektra, procedente de la Ópera de París, en el plano lírico.

La danza verá reforzada su presencia con obras emblemáticas como La bella durmiente y El lago de los cisnes, interpretados por los bailarines del Teatro Boshoi, o Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas, a cargo del Royal Ballet londinense.

Esta nueva proyección internacional de MyOperaPlayer ha sido posible gracias al acuerdo suscrito con Naxos, uno de los sellos más importantes en la grabación y distribución de música clásica en el  mundo.

En los dos últimos meses, el Teatro Real ha dado acceso gratuito en España al catálogo completo de la plataforma, sin dejar de ampliar contenidos, acompañando a los aficionados y abriendo un nuevo horizonte cultural a otros públicos durante los largos días de confinamiento. Más de 52.000 personas formaron parte de la iniciativa con cerca de 4 millones de visitas.

A partir ahora, MyOperaPlayer recupera su formato por suscripción que, en los próximos días, desde el pasado domingo, 10 de mayo,  y hasta el próximo 17 de mayo, se ofrecerá una promoción especial del 50% de descuento que permitirá adquirir abonos de seis meses por 23€ o de un año, por 40€, lo que supone menos de 4 euros al mes.

MyOperaPlayer cuenta con el desarrollo tecnológico de Telefónica y Samsung, y el patrocinio de Endesa.

baila en MyOperaPlayer

El próximo 29 de abril se conmemora el Día Internacional de la Danza y el Teatro Real ha querido unirse a esta celebración con una presencia más destacada de este arte en MyOperaPlayer

Desde el Municipal de Santiago-Ópera Nacional de Chile nos llega la versión coreográfica que Marcia Haydée realiza del clásico El lago de los cisnes interpretado por el Ballet de Santiago, que ella dirige

Recuperamos otra obra emblemática de Antonio Gades, Bodas de sangre, inspirada en el drama homónimo de Federico García Lorca, en la que el bailarín y coreógrafo recoge la esencia de la tragedia, sustentada sobre el temperamento andaluz, interpretada magistralmente por su compañía

El coreógrafo norteamericano Mark Morris busca su inspiración en la música de Händel y en los cuadros de William Blake para crear una bellísima coreografía: L’Allegro, il Penseroso ed il Moderato

Fuenteovejuna, basada en el original de Lope de Vega, convierte el Siglo de Oro en ópera con la música de Jorge Muñiz y el libreto de Javier Almuzara, estreno mundial en una magnífica producción que inauguró la temporada de la Ópera de Oviedo en 2018

El gran drama romántico, Lucia de Lammermoor, llegará a la plataforma el fin de semana desde el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, con un reparto de lujo encabezado por Elena Mosuc y Juan Diego Flórez

Os recordamos que, para acceder gratuitamente a todos los contenidos de MyOperaPlayer sólo hay que registrarse en el enlace www.myoperaplayer.com e introducir el código OperaEnCasa.

Con la cercana celebración del Día Internacional de la Danza, el próximo miércoles, 29 de abril, MyOperaPlayer ha querido abrir una ventana especial a esta expresión artística con la presentación de tres espectáculos muy distintos que muestran desde la esbelta elegancia de la danza clásica, con El lago de cisnes, a la expresión y fuerza raciales del baile español, en Bodas de sangre, a la sutil ligereza de la forma contemporánea de L’Allegro, il Penseroso ed il Moderato.

La directora artística del Ballet de Santiago de Chile, la brasileña Marcia Haydée, nos ofrece una versión del famoso ballet El lago de los cisnes en la que el perverso hechicero Rothbart adquiere especial protagonismo, equiparando su presencia en escena a la de la “doble” pareja protagonista y consiguiendo una lectura novedosa de la historia que ha cautivado al mundo entero desde su aparición en 1895. El chileno César Morales en la interpretación de Sigfrido, la brasileña Andieza Randisek en el doble reto de Odette/Odile y el chileno Rodrigo Guzmán encarnando a Rothbart, componen un virtuoso trío protagonista arropado por una compañía que atraviesa un magnífico momento técnico y artístico.

En 1974 el escenario del Teatro Olímpico de Roma acogía el estreno mundial de la que sería una de las grandes coreografías del mítico Antonio Gades, Bodas de sangre, con la que el bailarín y coreógrafo quería rendir homenaje al poeta Federico García Lorca, al que le unían posturas éticas y políticas, y la utilización del folclore y de las tradiciones de la cultura popular española como fuente de inspiración artística.  El sentimiento trágico del pueblo andaluz, la fuerza de la danza española y la esencia flamenca se amalgaman en una obra que interpreta y engrandece aún más la obra del autor granadino. En su concepción Gades lo entrega todo componiendo una narración, casi fílmica, que no ha dejado de interpretarse por todo el mundo desde su nacimiento convirtiendo Bodas de sangre en el estandarte del baile español.

L’Allegro, il Penseroso ed il Moderato, del coreógrafo Mark Morris recrea 32 escenas inspiradas en pinturas de William Blake, sobre música de Georg Friedrich Händel. Morris dibuja una obra expresiva, con presencia predominante del grupo a través de una coreografía marcada por pasos vitales y espontáneos que caminan desde la melancolía inicial hacia la energía contagiosa, donde el colectivo predomina sobre el individuo, convenciendo a este de la alegría plena que el ser humano siente cuando es parte de algo.

En septiembre de 2018 la Ópera de Oviedo asumía, probablemente, uno de sus retos más valientes con el estreno mundial de la ópera Fuenteovejuna, primera producción propia del teatro asturiano, con música de Jorge Muñiz y libreto de Javier Almuzara basado en el original de Lope de Vega, cuya publicación celebraba entonces su 400 aniversario. Un equipo artístico íntegramente español en el que participaron nombres de lujo de la escena de nuestro país encabezados por Miguel de Arco en la dirección de escena, con la colaboración de Paco Azorín en los decorados y Sandra Espinosa en los decorados, por citar sólo algunos.

Las funciones de Lucia de Lammermoor, de Gaetano Donizetti, en el Gran Teatre del Liceu, fueron la ocasión perfecta para que el tenor Juan Diego Flórez debutara el difícil papel de Edgardo. Este gran melodrama tejido con amores imposibles, traiciones, enfrentamientos ancestrales y muerte, contiene una de las arias más conocidas de la historia de la lírica en el momento de la locura de su protagonista, interpretada en esta ocasión por Elena Mosuc.

La producción de Damiano Michieletto, dirigida musicalmente por Marco Armiliato, recrea un ambiente desnudo de excesos, dominado sólo por el vidrio cortante y frío de una torre, que es a la vez lugar de fiesta y de muerte.

My Opera Player fue puesta en marcha por el Teatro Real en noviembre de 2019 y ha contado con la participación tecnológica de Telefónica y Samsung y el patrocinio de Endesa.

#QuedateEnCasa, el Teatro Real se queda contigo.

 PROGRAMACIÓN 

EL LAGO DE LOS CISNES

Marcia Haydée

Municipal de Santiago-Ópera Nacional de Chile 

 Fundado en 1959 con el nombre de Ballet de Arte Moderno, el Ballet de Santiago es la única compañía de danza clásica profesional de Chile. Su domino del repertorio clásico, su cercana relación con coreógrafos contemporáneos, la calidad de sus artistas y la experiencia de sus maestros, el Ballet de Santiago es una de las compañías más importantes de Latinoamérica.

Desde 2004, la compañía está dirigida por Marcia Haydée, considerada una de las bailarinas más importantes del siglo XX. De ella es la versión coreográfica de esta producción que ofrece MyOperaPlayer, con escenografía y vestuario de Pablo Núñez e iluminación de Ricardo Castro.

Estrenado en 2009 por el Ballet Real de Flandes, El lago de los cisnes de Marcia Haydée da una lectura novedosa a la historia. en la que el personaje de Rothbart, tantas veces relegado a un lugar secundario, adquiere especial importancia, sumándose a la “doble” pareja de los enamorados como un protagonista más.

El chileno César Morales en la interpretación de Sigfrido, la brasileña Andieza Randisek en el doble reto de Odette/Odile y el también chileno Rodrigo Guzmán encarnando a Rothbart, componen un virtuoso trío protagonista arropado por una compañía que atraviesa un magnífico momento técnico y artístico.

La música está interpretada por la Orquesta Filarmónica de Santiago, bajo la dirección musical de Roberto Rizzi Brignoli.

BODAS DE SANGRE

Antonio Gades

Teatro Real 2011

En 1974 se estrena en el Teatro Olímpico de Roma Bodas de sangre, coreografía de Antonio Gades con la que quería rendir homenaje al poeta Federico García-Lorca, al que le unían  posturas éticas y políticas,y la fuente inagotable de inspiración que emana de la cultura popular española.

Gades, con la colaboración de Alfredo Mañas en la adaptación para el ballet de la obra literaria, estructura la obra en seis escenas a lo largo de las cuales se describe la tragedia con una expresividad y una plasticidad que señalan, de manera rotunda, la personalidad del bailarín. Desprovisto de artificio, combina los lenguajes de la danza, pero también de las otras artes, que explora y devora con curiosidad, y extrae la esencia.

Protagonizan esta representación los bailarines Cristina Carnero (Novia), Joaquín Mulero (Novio), Ángel Gil (Leonardo) y Vanesa Vento (Madre), junto a la Compañía Antonio Gades. Los decorados y el vestuario son diseño de Francisco Nieva.

L’ALLEGRO, IL PENSEROSO ED IL MODERATO

Mark Morris

Teatro Real 2014

L’Allegro, il Penseroso ed il Moderato, está considerada una de las coreografías más interesantes de Mark Morris. Inspirada en la oda pastoral de George Friedrich Händel (1685-1759) del mismo título, la obra está dividida en dos actos, en los que recrea 32 escenas inspiradas en pinturas de William Blake.

Predomina en esta creación la presencia del grupo, la estructura coral, marcada por pasos vitales y espontáneos en forma de trazados básicos que caminan desde la melancolía inicial hacia la energía contagiosa, donde el colectivo predomina sobre el individuo, convenciendo a este de la alegría plena que el ser humano siente cuando es parte de algo.

Morris cuenta en este espectáculo con la presencia de las sopranos Sarah-Jane Brandon y Elizabeth Watts, el tenor James Gilchrist y el bajo Andrew Foster-Williams, quienes, junto al Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, Händel bajo la dirección de la maestra Jane Glover.

FUENTEOVEJUNA

Jorge Muñiz

Opera de Oviedo 2018

En septiembre de 2018 tenía lugar en la Ópera de Oviedo el estreno absoluto de una ópera basada en una de las obras maestras del Siglo de Oro español, Fuenteovejuna, de Lope de Vega, que plantea interrogantes perfectamente trasladables a la sociedad actual: la fuerza solidaria de una masa social bajo la represión del poder establecido y la corrupción y sirve de homenaje a los 400 años de la primera publicación de esta obra maestra.

Con este punto de partida, el compositor Jorge Muñiz, con la colaboración en el libreto de Javier Almuzara, concibe una obra con música de ritmo muy activo, muestra muchas tradiciones y géneros diferentes pero conectados de una manera muy orgánica, con referencias a las corrientes populares de hoy, como el motown, el jazz o el hip hop.

La apuesta escénica está sustentada sobre algunos de los nombres más importantes del teatro de nuestro país, encabezados Miguel del Arco (por el Premio Nacional de Teatro) que contó con la colaboración de Paco Azorín en la concepción escenográfica, Sandra Espinosa en el diseño de vestuario, Juanjo Llorens en la iluminación y Pedro Chamizo en el diseño de proyecciones.

Santiago Serrate estuvo al frente de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias y el Coro de la ópera de Oviedo, junto a un reparto encabezado por Mariola Cantarero (Laurencia), Antonio Lozano (Frondoso), Felipe Bou (Esteban), Damián del Castillo (Fernán Gómez), Juan Antonio Sanabria (Mengo), Isabela Gaudí (Pascuala), Luis Cansino (Flores) y Pablo García-López (Juez).

LUCIA DE LAMMERMOOR

Gaetano Donizetti

Gran Teatre del Liceu 2015

 Juan Diego Flórez debutaba el rol de Edgardo en Lucia di Lammermoor en noviembre de 2015, en el Gran Teatre del Liceu, con esta producción de Damiano Michieletto dirigida musicalmente por Marco Armiliato y con la soprano  Elena Mosuc en el papel protagonista de la ópera.

Basada en la truculenta novela histórica de Walter Scott, The Bride of Lammermoor, que Salvatore Camarano transformó en libreto para Gaetano Donizetti, quien compuso la ópera en apenas un mes, Lucia di Lammemoor expresa el amor romántico que perdura más allá de la mentira, de la incomprensión, de la locura y de la muerte. Situada en Escocia, la rivalidad entre dos clanes enemigos es el escenario que ve nacer el amor entre Lucia y Edgardo, que se juran en secreto voto de matrimonio. La protagonista, Lucía, es uno de los grandes retos del repertorio operístico, tanto en el ámbito vocal como escénico, y que es conocido por uno de sus puntos álgidos, cuando el personaje se entrega a la locura.

La propuesta escénica que nos ofrece el Liceu, dirigida por Damiano Micheletto y estrenada en la Opernhaus Zürich, recrea un ambiente «desnudo de excesos, dominado sólo por el vidrio cortante y frío de una torre, que es a la vez lugar de fiesta y de muerte», en palabras del director de escena.

Fotografía: Javier del Real

María Llorens Cortés, con el relato titulado El descanso de Pélida, y Eva María Torrecilla, con la obra La fecha de Apolo, han obtenido ex aequo el primer premio de Relato Corto Teatro Real para Jóvenes convocado el pasado mes de febrero, con motivo del estreno de Aquiles en Esciros, de Francesco Corselli, cuyo tema era el mito de Aquiles.

En la misma convocatoria han resultado finalistas Javier Quevedo, con Fantasmas, y Miguel Reviriego Antón, con Última Misiva antes de salir a la batalla.

El jurado, formado por los periodistas y escritores, Concha Barrigós, redactora jefe de cultura de la Agencia EFE; Jesús García Calero, jefe de cultura del periódico ABC, y Juan Cruz, adjunto a la dirección de EL PAÍS, ha destacado la calidad de los treinta relatos presentados y ha valorado la creación literaria y artística que representan.

Sobre El descanso de Pélida, de María Llorens, el jurado ha señalado que “se trata de un relato vibrante y tierno, que presenta a Aquiles viviendo una historia de amor eterno con Patroclo. El relato premiado combina con eficacia una fuerza narrativa y una tensión poética que lo dotan de una sutil belleza. La magia y la tristeza esperanzada se unen en una historia llena de ternura”.

La flecha de Apolo, de Eva María Torrecilla, sitúa la historia en la época de la epopeya troyana y narra la muerte del hijo de la diosa y el mortal a manos de Paris “con una estructura poética y cinematográfica muy atractiva que recrea, en distintos planos y con verosimilitud, los últimos momentos del héroe”.

Ambos relatos serán publicados en la web del Teatro Real, y en futuras ediciones impresas de la institución, y sus autoras formarán parte de la Fundación Amigos sin cuotas durante un año y recibirán dos entradas para el estreno de la ópera Rusalka, de Antonín Dvořák, que tendrá lugar el próximo mes de noviembre, dentro de la Temporada 2020-2021 del Teatro Real.

Los dos  finalistas,  Javier Quevedo, y Miguel Reviriego Antón obtendrán un año de permanencia en la Fundación Amigos y dos entradas para alguna de las funciones de la mencionada ópera.

Aquiles en Escirosobra recuperada por el Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU) para el Real, no llegó a estrenarse debido a la declaración del estado de alarma que ha impedido el desarrollo normal de nuestra vida cotidiana.

La flecha de Apolo
por Eve Blakesley

Troya arde.
Sus templos, casas y palacios se consumen en una gigantesca pira; de su interior
se escapan los gritos ahogados de aquellos que jamás conseguirán huir con vida. En las
calles, los supervivientes son hostigados por las tropas griegas, que sedientas de sangre,
recorren lanza en mano las entrañas de la ciudad, acabando con la vida de hombres,
mujeres y niños por igual.
Y sin embargo, esas pobres almas que ya se apresuran a cruzar la laguna Estigia
no me importan. Los cadáveres que alfombran los bellos jardines de la familia real
troyana carecen de sentido para mí.
Igual que esta maldita guerra. Igual que mi propia vida. No son más que
ilusiones enviadas por los dioses para torturarme, para recordarme que, por mucho que
lo deseé, no puedo morir.
Aprieto la espada entre mis dedos ensangrentados. Es una realidad que creí
aceptar hace tiempo, pero tras la muerte de Patroclo, algo se desgarró dentro de mí, algo
oscuro y visceral.
Un deseo nacido del más profundo dolor.
Una necesidad de seguir a Patroclo hasta los mismísimos brazos de Hades solo
por contemplarle una última vez.
Sin embargo, no puedo morir. El gran héroe Aquiles, temido y amado al mismo
tiempo por los dioses, está condenado a llevar una vida maldita, añorando aquello que
jamás volverá a tener.
El dolor parece a punto de partirme en dos, y como único modo de liberarlo,
levanto la espada y atravieso el pecho de un soldado troyano demasiado joven,
demasiado crédulo, que se disponía a ensartarme con su lanza. En sus ojos veo la
esperanza de convertirse en un héroe para su ciudad; el sueño pueril de ser aquel que
venció a Aquiles. El muy necio no ha pasado de ser más que una mera marioneta de los
dioses, un peón en medio de una guerra absurda, y mientras arranco la espada de su
pecho aún palpitante, veo cómo la esperanza se diluye en sus ojos antes de que su
cuerpo caiga a plomo en la tierra.
Para esto nací. Para esto me eligieron los dioses: la muerte, la guerra, la gloria.

Las palabras de mi madre resuenan como un susurro frío en mis oídos, traídas
desde mis recuerdos más primarios: Si te quedas, vivirás largos años, pero sin gloria. Si
te vas, alcanzarás una inmensa fama entre los hombres, pero tu vida será fugaz.
Y heme aquí, con la gloria entre mis dedos, pero sin rastro de la muerte que tanto
ansío conseguir. Los dioses deben de estar burlándose de mí y de mi desdicha, y furioso,
alzo de nuevo la espada para cortar el cuello a otro troyano, tan joven y confiado como
el anterior.
Después, llega otro. Y otro. Los troyanos se arman con su desesperación y me
ofrecen su última defensa; sin embargo, sus lanzas resbalan sobre mi armadura y sus
espadas, demasiado lentas, parecen ser repelidas por la propia Atenea.
Los soldados más sensatos empiezan a retroceder, percatándose de que su guerra
estaba perdida incluso antes de comenzar. Me quedo de pie ante ellos, resollando. El
casco me oprime; el calor del fuego que se alza a mi espalda, lamiendo el cielo
nocturno, parece a punto de hacerme arder.
Me quito el casco con un gesto brusco de la mano, tirándolo sobre el montón de
cadáveres que me rodea. Después, levanto la espalda y apunto con ella a los soldados,
lanzándoles una sonrisa desafiante.
—¿Quién será el próximo que se enfrente a Aquiles? —grito—. ¿Quién osará
desafiar a los mismísimos dioses?
Casi me parece saborear el escalofrío de terror que recorre el cuerpo de los
soldados, cuyas armas tiemblan en sus manos. Noto cómo la sonrisa estira aún más mis
labios, pero entonces uno de los soldados levanta la mirada hacia el extremo de los
jardines. Sigo la dirección de sus ojos para encontrarme la figura de un hombre saliendo
del palacio. Lleva una espada al cinto y un arco en la mano, y por un momento, me
parece estar viendo al dios Apolo, preparado ya para cumplir mis más profundos deseos.
Sin embargo, cuando el hombre se separa de las sombras de palacio y el fuego
ilumina los atractivos rasgos de su rostro, compruebo que solo se trata del príncipe
Paris.
Ladeo la cabeza hacia él, midiéndole desde la distancia. Le recuerdo del día que
me enfrenté a su hermano, el príncipe Héctor, a los pies de las murallas troyanas. Paris,
lejos de mostrar el mismo valor que su hermano, se mantuvo escondido en lo alto de las
murallas, protegido tras la figura de su amante Helena, y no hizo un solo movimiento
cuando atravesé el pecho de Héctor con mi lanza. Tampoco cuando até su cadáver a un
carro y lo arrastré en torno a la ciudad.

Sin embargo, ahora, tras tanto tiempo, parece que el dolor ha anidado en su
alma, porque me observa de la misma manera en la que yo miraba a Héctor: con el odio
desmedido de aquel que ha perdido lo que más ama en este mundo de desgracias.
—¿Qué estás mirando, príncipe? ¿A qué esperas para vengar a tu hermano? —le
grito, alzando mi espada ante él.
Paris yergue la cabeza. Su rostro juvenil, de ojos dorados y rasgos afilados,
perfilados por bellos rizos castaños, se transforma en una máscara de ira. No desenvaina
la espada; en su lugar, levanta el arco, saca una flecha del carcaj a su espalda y me
apunta.

Ni siquiera tiene el coraje suficiente como para entablar un combate a espada
conmigo.
De mi boca se escapa un resoplido lleno de desprecio, y sacudiendo la cabeza, le
doy la espalda. Las flechas no pueden matarme; nada puede hacerlo. Comienzo a
caminar hacia los soldados, pero entonces escucho el murmullo que Paris dedica a los
cielos.
—Dioses, permitidme cumplir con mi venganza.
Hasta mí llega la forma en la que tensa su arco, el sonido de la cuerda
estirándose. Sonrío y sigo caminando.
—Apolo, guía la flecha hacia el corazón de mi enemigo. Que el disparo sea
certero, te lo ruego…
Levanto la espada hacia los soldados, dispuesto a ensartarlos, pero entonces un
rayo de dolor me paraliza la pierna. Bajo la mirada para contemplar la flecha que acaba
de atravesarme el talón: un charco de sangre negra empieza a manchar la tierra.
Ladeo la cabeza hacia Paris, que ha palidecido y que se apresura a cargar el arco
con una nueva flecha. Es un hombre tan débil que lo más piadoso para él sería que
acabara ya con su mísera existencia. Sin embargo, antes de que pueda agacharme para
arrancar la flecha de mi talón y me apresure a cortar el cuello de Paris, el dolor que me
sube por la pierna se me hace insoportable.
Una agonía intensa nace en algún punto de mi pecho. Jadeo y bajo la mirada
hacia el charco de sangre que me rodea. Es demasiada sangre, demasiado dolor, para
una simple herida de flecha. La debilidad se extiende por mi cuerpo como una
enfermedad, y no tardo en caer de rodillas a la tierra, empapándomelas de rojo.
¿Quizás sea esto la muerte? ¿Caeré aquí, a merced de la flecha de un mortal?

Suelto la espada, que se desploma con un agudo sonido metálico sobre el suelo;
apoyo las manos en la tierra y jadeo, con la respiración dificultosa y el corazón alegre
por primera vez en años.
Sí, aquí está la muerte del héroe Aquiles: la siento en los huesos, que se me
tornan quebradizos a cada segundo; la noto en el sabor acerado que me inunda la
lengua; la siento en las risas histriónicas de los dioses, que llegan desde el Olimpo como
un débil rumor.
Mi muerte, tan ansiada, tan querida… La abrazo como si estuviera fundiéndome
con el mismísimo Patroclo. Una sonrisa acude a mis labios sin que pueda evitarlo. Noto
la presencia del príncipe Paris tras de mí. Dice algo, no comprendo el qué, aunque
tampoco importa. Ya nada importa.
Me desplomo sobre mi propia sangre, tan negra como la noche que nos rodea.
Así rubrico mi final, yo, Aquiles, caído como el más patético de los mortales
ante el más débil de los hombres. Se me cierran los ojos de golpe, sin que un solo
recuerdo pueda acudir a mi mente, sin que pueda atarme a nada de lo que tuve en vida.
Cuando vuelvo a abrirlos, se extiende ante mí, eterna, gris y humeante, la laguna
Estigia.
Por fin.

Otello, Teatro Real

El próximo 23 de abril se conmemora el Día Internacional de Libro, en torno a esta celebración MyOperaPlayer ha seleccionado títulos de óperas inspirados en grandes obras literarias cuyas representaciones han tenido lugar en el Teatro Real

El Siglo de Oro inaugura esta propuesta cultural con Fuenteovejuna, versión de la obra teatral homónima de Lope de Vega (1562-1635) creada por Antonio Gades e interpretada por su compañía, con una muestra magistral de narración y expresividad a través de la danza española

Dedicamos el fin de semana a una ópera cuyo estreno tuvo lugar en el Teatro Real precisamente un 23 de abril, en 2019, Falstaff, de Giuseppe Verdi, cuya visualización estará disponible sólo estos dos días. El poeta Arrigo Boito busca la inspiración para el libreto en varias obras de William Shakespeare (1564-1516)

El año 2015 tiene lugar el estreno mundial de la ópera El Público, encargo del Teatro Real al compositor Mauricio Sotelo, con libreto del escritor y músico Andrés Ibáñez. La ópera rescata la esencia de la obra del mismo título de Federico García Lorca (1898-1936)

La arrebatadora fuerza dramática de W. Shakespeare, quien retrata como nadie las esencias del ser humano, está en la génesis de algunos de los grandes títulos de G. Verdi como es el caso de Otello. A. Boito fue el responsable de convertir en libreto la obra del inmortal inglés, El moro de Venecia

De la fructífera colaboración entre el compositor Richard Strauss y el poeta y dramaturgo Hugo von Hofmannsthal nace una obra indispensable en la historia de la ópera, Elektra, basada en la narración homónima de Sófocles (496 a.c.- 406 a.c.)

Os recordamos que, para acceder gratuitamente a todos los contenidos de MyOperaPlayer sólo hay que registrarse en el enlace www.myoperaplayer.com e introducir el código OperaEnCasa.

Muchos son los compositores de ópera que han bebido de fuentes literarias para la elaboración de sus libretos, combinando dos artes que en numerosas ocasiones han contribuido al engrandecimiento mutuo y otras han corrido suerte desigual. De la misma forma, el mundo de la danza, con su doble lenguaje musical y coreográfico, ha narrado historias y hermosos cuentos procedentes de la pluma de grandes autores.

Estimulado por esta eterna relación, y con la cercana celebración del Día Internacional del Libro, el próximo 23 de abril, el Teatro Real ha seleccionado una serie de óperas para su plataforma de vídeo MyOperaPlayer, cuyo argumento nace de títulos de la literatura universal a través de la reescritura de autores no menos celebrados como Arrigo Boito, en el caso de Giuseppe Verdi; Hugo von Hofmannsthal, en el de Richard Strauss, o Andrés Ibáñez, en el de Mauricio Sotelo.

Dos obras de Verdi: Falstaff (disponible sólo durante el fin de semana del sábado 18 y el domingo 19) y Otello, en grandes producciones protagonizadas por los mejores intérpretes del  momento.

El anterior director artístico del Teatro Real, Gerard Mortier, encargaba en 2010 al compositor español Mauricio Sotelo una nueva ópera. Cinco años más tarde el escenario madrileño acogería el estreno mundial de El Público, con libreto del escritor y músico Andrés Ibáñez sobre la obra homónima de Federico García Lorca. Compleja, simbólica y trascendental la ópera se apoya en recursos tan distantes como la música electrónica o el flamenco, cantado y bailado, recreando un universo turbio y, a veces desgarrador, cargado de imágenes de intensa belleza.

En otoño de 1998 el Teatro Real afrontaba la segunda temporada desde su reapertura. En su programación, el entonces director musical y artístico de la institución, Luis Antonio García Navarro, se ponía al frente de Elektra, de Richard Strauss, protagonizada por una de las intérpretes de referencia de este papel, Eva Marton. Televisión Española rescata ahora de su archivo histórico esta producción para ofrecerla en MyOperaPlayer.

Será sin embargo la danza la encargada de inaugurar esta semana especial de la mano de Antonio Gades y su compañía con una de las joyas de su repertorio, Fuenteovejuna. En esta coreografía, el talento del genial Gades se une al de Lope de Vega, con la colaboración de José Manuel Caballero Bonald, para contarnos la lucha solidaria de un pueblo contra la tiranía a través de la expresión de la mejor danza española y el folclore más genuino que dan como resultado un espectáculo mítico que ha sido exhibido por todo el mundo.

Como en la mejor Feria del libro, parece que esta semana nos acompañará la lluvia. Un motivo más para adentrarse en esta nueva propuesta musical.

#QuédateEnCasa, el Teatro Real se queda contigo.

PROGRAMACIÓN

FUENTEOVEJUNA

Antonio Gades

Compañía Antonio Gades. Teatro Real

Fuenteovejuna, obra culmen de Antonio Gades, es ante todo una obra hermosísima, el último fruto de una gran madurez artística y personal. La sutil y conmovedora calidad de su materia no reside ni en sus valores estético ni en su espectacularidad, sino en la sencillez apabullante con que muestra la esencia de las cosas que quiere contar.

Estrenada en la Ópera Carlo Fenice de Génova, el 20 de diciembre de 1994, está basada en la creación dramática homónima de Lope de Vega, a partir de un hecho histórico en el que un pueblo entero de la alta Andalucía, Fuente Ovejuna, se rebela contra los abusos perpetrados por un noble, el Comendador de la Orden de Calatrava Fernán Gómez de Guzmán, y acaba por ajusticiarlo. Cuando los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, envían a un juez para esclarecer el caso, ni aun sometiendo a las peores torturas a los aldeanos logra que éstos denuncien al culpable, pues todos, con una sola voz, asumen la muerte del noble “innoble” y la responsabilidad de su destino.

Dedicada a la memoria de Celia Sánchez Manduley, la adaptación de la obra corre a cargo del propio Gades con la colaboración de José Manuel Caballero Bonald. El espectáculo cuenta con un equipo artístico de lujo en el que participan en ambientación y vestuario Pedro Moreno; en iluminación, Dominique You  y en los arreglos y selección musical Faustino Núñez.

Los papeles protagonistas recaen sobre Cristina Carnero (Laurencia), Ángel Gil (Frondoso), Alberto Ferrero  (Alcalde) y Joaquín Mulero (Comendador). 

FALSTAFF

Giuseppe Verdi

Teatro Real 2019 

El estreno de esta producción tuvo lugar, precisamente, el 23 de abril de 2019, día internacional del libro, en el Teatro Real. Se trata de Falstaff, cuyo libreto, de Arrigo Boito, está inspirado en pasajes de Las alegres comadres de Windsor, Enrique IV y Enrique V de William Shakespeare, al servicio del genio de Giuseppe Verdi quien, ya octogenario, escribe una partitura genial, despidiendo su carrera operística con un canto a la humanidad lleno humor, sabiduría, vitalidad, hondura y regocijo.

Laurent Pelly, responsable de la dirección de escena y de los figurines de la ópera -muy querido en el Real por sus acertadas versiones de La hija del regimiento (2014), Hansel y Gretel (2015) y El gallo de oro (2017)-  traslada la acción de la obra a nuestro tiempo con una escenografía esquemática, ‘orgánica’ y mutante, diseñada por Barbara de Limburg, en la que va profundizando en el interior de los personajes a través de una narración en la que se desvanecen los límites de la farsa y de la comedia, para entrar en el reino mágico del encantamiento y la fábula.

La endiablada partitura de Verdi está dirigida por Daniele Rustioni al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real  y de un reparto encabezado por el barítono Roberto de Candia, en el papel titular, secundados por Daniela Barcellona (Mistress Quickly), Maite Beaumont (Mrs. Meg Page), Rebecca Evans (Mrs. Alice Ford), Ruth Iniesta (Nannetta), Joel Prieto (Fenton), Simone Piazzola (Ford), Christophe Mortagne (Dr. Caius), Mikeldi Atxalandabaso (Bardolfo) y Valeriano Lanchas (Pistola).

El gordo fanfarrón nos divierte con nuestras penas, nos redime de nuestras miserias y nos lleva  a un mundo mejor, más tolerante y risueño, donde “tutto è burla”.

EL PÚBLICO

Mauricio Sotelo

Teatro Real 2015

El Público, encargo del Teatro Real al compositor Mauricio Sotelo, con libreto del escritor y músico Andrés Ibáñez (1961), rescata la esencia de la obra homónima de Federico García Lorca (1898-1936) escrita en 1930 en Cuba, después del transcendente viaje que el poeta granadino realizó a Nueva York, en un período de profunda crisis emocional y efervescencia creativa.

Al escribir el libreto de El Público, Andrés Ibáñez ha intentado conservar todas las dimensiones de la obra, manteniendo sus dos temas fundamentales: “la homosexualidad y el teatro contemporáneo. Ambos se unen en un tema central que tiene que ver con la apariencia o la máscara. Máscara del ‘amor que no puede decir su nombre’ y, finalmente, máscara que se revela como esencia del ser humano. (…) La obscenidad, la crueldad y la irreverencia son elementos fundamentales del lenguaje poético de Lorca. No se han enfatizado ni se han evitado. El texto explora el deseo sexual con una franqueza y una complejidad que desafía las simplificaciones bienintencionadas o más o menos moralizantes.”

También para Mauricio Sotelo, “la inteligibilidad del texto cantado fue el faro que siempre guió el proceso de composición. Si se entiende el texto con claridad, entonces será posible que éste proyecte toda su luz en el espectador.

El compositor se inspira en el mundo simbólico del poeta. Partiendo de las letras del nombre L-O-R-C-A, Sotelo teje una fluida pero compleja partitura, en la que utiliza desde las texturas armónicas del microtonalismo a sofisticadas técnicas electrónicas,  y en la que esconde relaciones numéricas, esotéricas e icónicas, sin prescindir de la estructura de una ópera tradicional, con un prólogo y cinco cuadros, arias, dúos, interludios, etc…Para explorar el mundo ancestral y telúrico que subyace en el texto de Lorca, las fuerzas animales y sexuales, ha recurrido al flamenco, incorporando en la partitura su lenguaje y su duende.

Un variado y multicultural grupo de intérpretes dará vida al mundo simbólico de El Público: ocho cantantes encabezados por los barítonos José Antonio López y Thomas Tatzl, encarnarán, cada uno, a varios personajes; dos cantaores, Arcángel y Jesús Méndez,  junto con el bailaor Rubén Olmo, interpretan los tres caballos blancos que simbolizan las fuerzas incontrolables de la naturaleza; tres bailarines que representan los trajes de arlequín, de bailarín y el pijama y, finalmente, dos niños bailarines y actores. Junto a ellos estarán el Coro Titular del Teatro Real, la prestigiosa orquesta de música contemporánea Klangforum de Viena, el guitarrista Cañizares y el percusionista Agustín Diassera, todos bajo la dirección de Pablo Heras-Casado, Principal Director Musical Invitado del Teatro Real.

La escenografía está diseñada por el pintor y escultor Alexander Polzin y la dirección de escena está a cargo de Robert Castro.

OTELLO

Giuseppe Verdi

Teatro Real 2016

La arrebatadora fuerza dramática de William Shakespeare vuelve a convertirse en fuente de inspiración para Giuseppe Verdi y el poeta Arrigo Boito dando como fruto Otello. Boito construye para esta ópera un libreto en el que simplifica la trama profundizando en la complejidad de los personajes y sus relaciones, mientras Verdi utiliza todos sus recursos creativos al servicio de la dramaturgia, creando una partitura sin fisuras, con una orquestación genial en la que el canto fluye como una declamación, que entrelaza sutiles melodías, casi epigramáticas, de enorme fuerza dramática, con otras de largo aliento expresivo.

Cuenta esta producción con un trío protagonista de auténtico lujo encabezado por el tenor Gregory Kunde, uno de los más alabados intérpretes del exigente papel de Otello en la actualidad; la soprano albanesa Ermonela Jaho, conmovedora en su interpretación de Desdémona, y el barítono George Petean, encarnando al sádico y sibilino Iago. El coro Pequeños Cantores de la Comunidad de Madrid, dirigido por Ana González, y el Coro Titular del Teatro Real, preparado, como siempre, por su director titular, Andrés Máspero, actuarán una vez más junto a la Orquesta Titular del Teatro Real, bajo la batuta de Renato Palumbo

El director de escena estadounidense David Alden opta por enfatizar el conflicto interno de Otello, cuyo carácter guerrero enmascara la enorme inseguridad que lo hace vulnerable a la maquinación perversa de Iago. Una derruida y sombría ciudad mediterránea concebida por el escenógrafo Jon Morrell acentúa la atmósfera terrorífica del drama.

ELEKTRA

Richard Strauss

Teatro Real 1998

Del archivo histórico de RTVE rescatamos, en esta ocasión, Elektra, de Richard Strauss, cuya representación tuvo lugar en noviembre de 1998, cuando comenzaba a rodar la segunda temporada del Teatro Real, cuya reapertura había tenido lugar un año antes. Esta historia de odio y venganza, con libreto del poeta Hugo von Hofmannsthal, inspirado en la obra de Sófocles, de compleja orquestación y extrema dificultad interpretativa tuvo al frente del proyecto a García Navarro, director artístico y musical del coliseo madrileño en ese momento.

El 29 de enero de 1996 ardía el teatro de La Fenice de Venecia por segunda vez en su historia. Las ruinas de esa emblemática casa de la ópera servían de inspiración a Ezio Toffolutti para crear la escenografía de esta producción en la que trataba de renovar y actualizar el mito clásico que Strauss y Hofmannsthal habían situado en el patio interior del palacio de Agamenón.

En este espacio devastado, bajo la dirección de Henning Brockhaus, tomaba forma la desgarradora historia de Electra encarnada en la voz de la que ha sido considerada una de las mejores intérpretes de este papel, Eva Marton. Lideraba el reparto esta soprano dramática en el que estaba acompañada por la mezzosoprano noruega Anne Gjevang, como Clitemnestra, y la soprano española Ana María Sánchez, en el rol de Crisotemis, completando el trío protagonista. Junto a ellas, el tenor norteamericano Kenneth Riegel, Egisto, el bajo alemán Hans Tschammer, Orestes, y la Orquesta Sinfónica de Madrid.

Fotografía: Javier del Real

Pagliacci

Con la llegada de los días festivos de Semana Santa, en los que muchos hacen un alto en el trabajo y los más pequeños tienen un descanso escolar, la plataforma de vídeo del Teatro Real, MyOperaPlayer sigue con sus puertas abiertas, de forma gratuita, para ofrecer una opción de ocio on line de la que todos puedan participar.

El pasado fin de semana, el Teatro Real ponía en marcha la iniciativa Aprende y juega en casa con el Real Junior, destinada a familias con niños y unidades pediátricas de hospitales, con el catálogo en abierto de sus espectáculos infantiles y juveniles, complementado con guías didácticas y videos introductorios a cada uno de los títulos.

Para los próximos días, el Teatro Real propone una nueva selección de títulos de ópera, junto a conciertos sinfónicos, entre los que destacamos la emblemática producción de Billy Budd, de B. Britten, concebida por Deborah Warner, con dirección musical de Ivor Bolton, reconocida con el premio a la Mejor Nueva Producción en los International Opera Awards en 2017 y con el DIAPASON D’OR en la categoría de ópera, otorgado por la revista DIAPASON al DVD, coproducido con Bel Air Classiques. Billy Budd estará disponible sólo durante el sábado 11 de abril, sólo durante 12 horas, a partir de las 19.00 horas.

 #QuédateEnCasa, el Teatro Real se queda contigo.

PROGRAMACIÓN

TOSCA                 

Giacomo Puccini

Teatro Real 2004

El verano de 2016 nos dejaba la soprano Daniela Dessì. Los aficionados del Teatro Real guardan en su memoria la interpretación de papeles memorables, como el de esta Tosca en la que Dessì está acompañada por las magníficas interpretaciones del tenor Fabio Armiliato, en el papel de Mario Cavaradossi, el bajo barítono Ruggero Raimondi, considerado uno de los mejores Scarpiia, de la historia junto al Coro y la Orquesta Titulares del Teatro Real,  dirigidos por Mauricio Benini.

Bajo la mirada de Nuria Espert, el trágico drama de Puccini  adquiere una profundidad estremecedora. En su puesta en escena gana preponderancia el contexto social en el que se desencadena la historia, con los constantes crímenes y torturas inflingidos por un poder político y religioso que maquina, asesina y humilla bajo los auspicios de una iglesia hipócrita e inquisitorial.

Esta atmósfera opresiva y tenebrosa está magníficamente reflejada a través de los imponentes decorados del gran escenógrafo italiano Ezio Frigerio, referente de la escena mundial,  por  los figurines de la oscarizada  Franca Squarciapino y por la iluminación casi pictórica de Vinicio Cheli 

CAVALLERIA RUSTICANA

Pietro Mascagni

I PAGLIACCI

Ruggero Leoncavallo

Teatro Real 2007

Ambas obras, que habitualmente se ofrecen en una misma sesión, se representaron en el escenario del Real en 2007 con producciones concebidas por el director de escena italiano Giancarlo del Monaco, quien acentúa el desgarrado verismo de ambas historias con dos aplaudidas propuestas que dejan al descubierto la tortuosa psicología de los personajes.

Jesús López Cobos, al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, contó con dos repartos de conocidas voces encabezadas por Violeta Urmana, Vincenzo La Scola, Viorica Cortez, Marco Di Felice y Dragana Jugovic en la ópera Cavalleria rusticana; y Vladimir Galouzine, María Bayo, Carlo Guelfi, Antonio Gandía y Ángel Ódena, en Pagliacci.

Cavalleria Rusticana: Un pueblo de Sicilia. Es domingo de Pascua. Turiddu se ha prometido a Santuzza, pero sigue manteniendo relaciones a escondidas con Lola, su antigua amante. Santuzza, muy afectada, le confiesa a Mamma Lucia, la madre de Turiddu, que su hijo le está siendo infiel con Lola. Luego intenta convencer a Turiddu para que abandone a Lola y vuelva a su lado, pero éste la rechaza violentamente. Despechada, Santuzza se lo cuenta todo a Alfio, el marido de Lola. Herido en su honra, Alfio mata a Turiddu en una pelea a navajazos.

I Pagliacci: Tonio, Peppe, Canio y su mujer, Nedda, forman una compañía de cómicos ambulantes.

Una tarde, antes de la función, Tonio hace ver a Canio que su mujer se está viendo con Silvio, un lugareño que pretende huir con ella durante la noche.

Aprovechando la trama de la comedia que representan, un sainete de celos e infidelidades, Canio intenta que Nedda le revele el nombre de su amante. La actitud despectiva de ésta y las risas del público, que piensa que todo forma parte del espectáculo, encolerizan tanto a Canio que apuñala a su mujer sobre el escenario. Silvio, que se encontraba entre los espectadores, se acerca para ayudarla, pero Canio lo apuñala también.

SINFONÍA Nº 6 EN LA MENOR “TRÁGICA”

Gustav Mahler

RTVE 2018

La Orquesta Sinfónica RTVE, dirigida por Pablo Heras-Casado, principal director invitado del Teatro Real, interpreta la Sinfonía nº 6 en La menor “Trágica”, de Gustav Mahler, en un concierto grabado en el Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial en 2018.

Mahler compuso esta sinfonía entre 1903 y 1904, en su casa de verano en Maiernigg y se estrenaría el 27 de mayo de 1906 en Essen, durante el Festival del Allgemeiner deutsche Musikverein dirigida por el propio compositor. La obra, con el nombre de “La Trágica”, recorre en sus cuatro movimientos las deliberaciones más profundas del compositor, su lucha interior contra el destino, como un héroe trágico derrotado por el futuro irremediable.

Paradójicamente, la obra ve la luz en uno de los periodos personales y profesionales más florecientes del compositor y se comporta como un oráculo, como el vaticinio de los duros momentos que le aguardaban a la vuelta de la esquina.

MISA Nº 2 EN MI MENOR

Anton Bruckner

RTVE 2018

Este concierto fue grabado durante la celebración de la 57ª Semana de Música Religiosa de Cuenca, en 2018, en el Auditorio de la ciudad y contó con la participación del Coro de RTVE y el Conjunto de viento de la Orquesta Sinfónica RTVE. En él, bajo la dirección de Javier Corcuera, fue interpretada la Misa nº 2 en Mi menor de Anton Bruckner.

Vinculado desde niño a la tradición musical religiosa, ya que comienza su formación musical en la parroquia de su localidad natal, Ansfelde, y la completa en la abadía de San Froilán, donde aprende canto y órgano, Bruckner compone numerosas obras sacras y misas.

La Misa nº 2 en Mi menor fue escrita por encargo del arzobispo de Linz en 1866, aunque fue objeto de numerosas revisiones en los años posteriores, algo muy común en toda la obra del compositor austriaco.

BILLY BUDD

Benjamin Britten

Teatro Real 2017

Billy Budd, una de las mejores óperas de Benjamin Britten, se presentó por primera vez en Madrid el 31 de enero de 2017 en el Teatro Real con una nueva producción concebida por Deborah Warner, recibida con entusiasmo por el público y grandes elogios de la crítica, tanto por su mérito escénico como por la excelente interpretación musical de los solistas y el Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real bajo la dirección de su director titular, Ivor Bolton.

Respetando los espacios más velados e inescrutables del cuento de Melville que sirve de base a la ópera, tratados con pudor y rigor por Benjamin Britten y los libretistas de la ópera, Deborah Warner concibe la puesta en escena sin juzgar a los personajes y rehuyendo la separación más simplista entre buenos y malos. La directora británica contó con la colaboración escenógrafo canadiense Michael Levine, la premiada figurinista griega Chloe Obolensky y el magnífico iluminador Jean Kalman.

La fragata de guerra de Billy Budd es una terrible metáfora de tantos espacios donde la opresión y tiranía siembran los instintos más viles e irreprimibles, capaces de aflorar en cualquier momento. Este sentimiento de inestabilidad y tensión latente preside la concepción de la escenografía de Michael Levine, una inmensa jaula de cuerdas marinas, donde las escenas se suceden en balanceantes plataformas suspendidas, que sugieren el permanente peligro que se esconde en el seno del universo claustrofóbico de la armada británica, cuando los vientos revolucionarios de Francia alentaban a los marinos oprimidos al motín. En las fisuras de ese terrible microcosmos emergen sentimientos y pulsiones desconocidos.

IOLANTA

Piotr Ilich Chaikovski

PERSÉPHONE

Igor Stravinski  

Teatro Real 2012

Iolanta, de Piotr Ilich Chaikovski, y Perséphone, de Igor Stravinski, son dos obras poco habituales en los escenarios de ópera. Ambos títulos, protagonizados por sendos personajes femeninos, nos relatan historias transformadoras; dos melodramas cargados de simbología que navegan de la luz a la oscuridad, y a la inversa, en los que detrás de cada personaje está siempre su opuesto. 

Teodor Currentzis, al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, gran conocedor de la identidad musical rusa, nos acerca su esencia desde los extremos de ambos compositores, tanto en concepto como en expresión, pero también como un todo que evoluciona en ambas direcciones

El director de escena Peter Sellars utiliza para su narración un escenario único con “imágenes visuales muy intensas y abstractas”, en las que todo cambia, como en el drama simbolista ruso.

Es determinante, tanto en Iolanta como en Perséphone, la presencia del coro en escena. Al modo del teatro griego clásico, sus voces se alzan como narrador, interlocutor, vínculo entre la audiencia y la escena, guías en medio de las metáforas que tejen ambas historias. Si en Iolanta sus cantos nos conducen de la mentira a la dramática verdad, en Perséphone, reforzados por la voces blancas (en esta ocasión de los Pequeños Cantores de la JORCAM) son la puerta del regreso a la luz y a la esperanza.

Podremos escuchar aquí la voz de la soprano rusa Ekaterina Scherbachenko en el personaje de Iolanta, y en Perséphone, cuya protagonista no canta, sino recita, la declamación de la prestigiosa actriz francesa Dominique Blanc, arropada por la voz del tenor Paul Groves y el grupo de bailarines camboyanos procedentes de Amrita Performing Arts (Camboya).

Fotografía: Javier del Real

El pasado sábado, 28 de marzo, la plataforma de vídeo del Teatro Real, MyOperaPlayer congregaba a cerca de 13.000 personas en torno al estreno de Turandot, ópera G. Puccini cuya producción, dibujada por el inconfundible talento de Bob Wilson y la dirección musical de Nicola Luisotti, se ofrecía en primicia, y por un solo día, a los espectadores.

Para reforzar la iniciativa de acompañar y satisfacer a los melómanos, y a los que se están iniciando en estos días de encierro, MyOperaPlayer continúa incrementando su oferta audiovisual con sesiones únicas, conciertos históricos, espectáculos infantiles y documentales, que puedan satisfacer las expectativas de una comunidad que alcanza ya los 32.000 suscriptores.

La propuesta del Teatro Real para los próximos días contempla un amplio abanico en el que destacamos Parsifal, de Richard Wagner, producción grabada con tecnología 4k, que contó con la participación de un elenco de grandes voces wagnerianas, dirección musical de Semyon Bychkov y escénica de Claus Guth, cuya visualización sólo estará disponible el próximo sábado, 4 de abril, a partir de las 19.00 horas.

#QuédateEnCasa, el Teatro Real se queda contigo.

PROGRAMACIÓN

L’ITALIANA IN ALGERI                  

Gioachino Rossini

Teatro del Liceu 2019

 L’italiana in Algeri se representó en el Liceu la temporada 2018/19 en conmemoración de los 150 años de la muerte del compositor italiano Gioachino Rossini. El regista Vittorio Borrelli plantea un montaje vistoso y colorista, unido a la vibrante música rossiniana bajo la batuta del maestro Riccardo Frizza. El reparto está liderado por la mezzosoprano Varduhi Abrahamyan como Isabella, el bajo-barítono Luca Pisaroni como Mustafá y el tenor Maxim Mironov como Lindoro, tres voces muy cotizadas internacionalmente que confluyen en el escenario con Giorgio Caoduro como Taddeo; Sara Blanch, como Elvira; Lidia Viñas-Curtis, como Zulma, y Toni Marsol, como Haly.

L’ italiana in Algeri es una obra que juega la carta de la liberación de la mujer a través de su protagonista, Isabella, capaz de poner cada cosa en su lugar ante la rudeza de Mustafá. Rossini consiguió, a los 21 años, un triunfo total con esta farsa cómica en dos actos. A pesar de ser tan joven, el músico italiano consolidó su estilo personal, como legítimo heredero de la ópera buffa del siglo XVIII. Grandes arias como ‘Cruda sorte’ de Isabella y unos concertantes espléndidos —como por ejemplo el onomatopéyico final del primer acto— son algunos de los platos fuertes de este hilarante menú rossiniano.

ROBERTO DEVEREUX

Gaetano Donizetti

Teatro Real 2015

La soprano Mariella Devia y el tenor Gregory Kunde protagonizan este título del belcanto, cuya interpretación exige un gran virtuosismo vocal, que en septiembre de 2015 inauguraba la temporada del Teatro Real. Bajo la dirección musical de Bruno Campanella, gran especialista de este repertorio, completan el cuarteto protagonista la mezzosoprano Silvia Tro Santafé y el barítono Ángel Ódena, junto al Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real.

Creada en un período terriblemente doloroso de la desdichada vida de Gaetano Donizetti, la partitura de Roberto Devereux, cargada de rabia, pena y desesperación, ofrece un sobrecogedor retrato psicológico de la reina Isabel I de Inglaterra (Elisabetta), víctima de su propio despotismo en la corte claustrofóbica, endogámica y terrorífica de los Tudor.

Siguiendo la estela de Donizetti, y la dramaturgia de la ópera servida por el libreto de Salvatore Cammarano, el director de escena sudafricano Alessandro Talevi refuerza precisamente la expresión de las emociones desenfrenadas, las pulsiones lujuriosas y los tormentos corrosivos de la impetuosa reina, en una espiral destructiva que arrastra a los protagonistas a su trágico desenlace.

PARSIFAL

Richard Wagner

Teatro Real 2016

Parsifal, última, enigmática y genial ópera de Richard Wagner, que el compositor clasificó como “Festival escénico sacro en tres actos”, cuenta con un extraordinario reparto protagonizado por Klaus Florian Vogt, junto a otros veteranos cantantes wagnerianos como Anja Kampe (Kundry), Detlef Roth (Amfortas), los barítonos Franz-Josef Selig (Gurnemanz) y Evgeny Nikitin (Klingsor), y el bajo-barítono Ante Jerkunica (Titurel), además del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real.

La dirección musical cuenta con el prestigioso director de orquesta ruso Semyon Bychkov y escénica del alemán Claus Guth, quien traslada el desaliento y la orfandad de los caballeros del Grial en su castillo de Monsalvat a un sanatorio donde recalan los soldados destrozados por la guerra, en una Europa devastada, rota y sin rumbo.

Este monumental e inclasificable “oratorio místico-dramático”, concebido para ser representado únicamente en el revolucionario Teatro de Bayreuth, y sin aplausos, para no perturbar la atmósfera religiosa del rito músico-teatral, ha impulsado, desde su estreno en 1882, interpretaciones muy diversas y contradictorias, encendidos debates y un sinfín de obras inspiradas directa o indirectamente en la deriva existencial del misterioso héroe wagneriano.

EL MESÍAS

Georg Friedrich Händel

Coreografía de Mauricio Wainrot

Teatro del Bicentenario, San Juan (Argentina) 2019

El Teatro del Bicentenario se transforma en un glorioso y minimalista firmamento donde los cuerpos toman forma y confluyen desde la impronta contemporánea y neoclásica para celebrar las sublimes vibraciones de El Mesías, oratorio Georg Friedrich Händel, a través de la coreografía de Mauricio Wainrot.

Wainrot oma la esencia religiosa y emocional de la obra de Händel y construye un ballet que transforma los estados de ánimo en movimiento, invitando al público a embarcarse en un viaje espiritual e introspectivo. Las escenas, abstractas, pero de  sutil belleza, evocan por momentos escenas del Nuevo Testamento y guardan una íntima relación con el ánimo que inspira la música de Haendel.

El Mesías, está protagonizada protagonizada por Victoria Balanza y Gerardo Marturano, junto a un destacado elenco de artistas argentinos, quienes enfrentan este importante desafío técnico y artístico que propone la icónica obra de Wainrot.

CONCIERTO ALFREDO KRAUS

Archivo histórico de TVE

Concierto en el Teatro Real 1998

En una época marcada por las prisas y la necesidad de alcanzar inmediatamente las más rápidas metas, Alfredo Kraus supo instalar la prudencia y la mesura entre sus objetivos. La inteligencia comienza con el descubrimiento de su capacidad vocal, sigue con la elección del oportuno repertorio y termina con la controlada distribución de sus posibilidades. La coherencia de su trayecto profesional es determinante. De casi 40 roles operísticos, unos veinte bastan para cimentar su leyenda, todos cantados en italiano o francés y, por lo tanto, pertenecientes a estos repertorios. Personalidades juveniles, apasionadas y proclives al sentimiento amoroso, entidades que facilitan las mejores armas de su canto: la elegancia, la flexibilidad, la fluidez, la espontaneidad, la transparencia del sonido, la sutileza y la facilidad de ascensión al registro agudo, cualidades mantenidas impolutas, con los lógicos cambios aportados por la edad, a lo largo de su dilatada carrera.

Kraus nos impresiona por muchas razones, pero especialmente por la característica calidad tímbrica, la fantasía del fraseo, la exhibición de sus regulaciones, la naturalidad de su legato y la perfección de la línea.

Fragmento del texto del programa de mano del Teatro Real, por Fernando Fraga

IL BARBIERE DE SIVIGLIA

Gioachino Rossini

Teatro Real 2005 

Protagonizada por un excelente elenco, con Juan Diego Flórez, María Bayo, Pietro Spagnoli y Ruggero Raimondi, esta producción de Il barbiere de Siviglia estrenada en el Teatro Real Madrid, el mes de enero de 2005, contó con la dirección musical del gran experto rossiniano Gianluigi Gelmetti y la puesta en escena de Emilio Sagi, Director Artístico del Teatro Real entre 2001 y 2005.

En esta producción, concebida como una ingeniosa follie organizée, todo se mueve, nada es seguro, incluyendo el decorado (completamente blanco), que se forma y transforma permanentemente delante del público, dando cobijo a las diferentes escenas de la ópera.

La alegría, “el salero” y el carácter extrovertido de los sevillanos es evocado a lo largo de toda la obra a través de un minucioso trabajo dramático desarrollado por los protagonistas (todos ellos grandes cantantes y excelentes actores), el coro y los actores-bailarines que participan en la ópera, tratada como una inmensa coreografía en la que danzan también el decorado y el atrezzo.

Aunque la época de la trama no esté reflejada de manera explícita, toda la escenografía remite al siglo XVIII, reflejando sobre todo ese momento de inestabilidad en el que el oscurantismo del Ancien Régime da paso a la Ilustración, asomando ya el germen de la revolución burguesa que más tarde aflorará.

El color y la iluminación se convierten en elementos dramáticos, más que escenográficos: el espectáculo está todo él concebido en blanco y negro, y sólo las apariciones de Rosina, con su rebeldía y ganas de vivir, introducen en la escena una nota de color, que borran inmediatamente los criados de Bartolo.

Finalmente, en “la tempesta” una lluvia multicolor rompe la bicromía de la escena dando paso a una progresiva emergencia de los colores a medida que se desencadena el final de la trama.

La vitalidad, el bullicio y la espontaneidad de las “gentes de la calle” andaluzas, con sus sevillanas y su gestualidad de inspiración flamenca, son fundamentales en el diseño coreográfico de la ópera, llena de sorpresas, ironía y guiños cómplices al espectador.

Teatro Real

El Hospital Clínico San Carlos, el Hospital Universitario 12 de octubre y el Hospital IFEMA de emergencia reciben hoy lotes de material de prevención que el Teatro Real guardaba en sus almacenes.

El Teatro Real se une a la cadena de solidaridad que moviliza a instituciones, empresas y ciudadanos en estos tiempos difíciles, donando a tres hospitales madrileños material de prevención de riesgos laborales que guardaba en sus almacenes.

El Hospital Clínico San Carlos, el Hospital Universitario 12 de octubre y el Hospital IFEMA de emergencia están recibiendo, a lo lardo del día de hoy, lotes de material de prevención que incluyen las siguientes unidades para cada institución: 

HOSPITAL IFEMA DE EMERGENCIA | Entrega a las 18.00 horas de hoy

1187 prendas de ropa reutilizable: 142 monos blancos, 320 batas de laboratorio, 200 batas blancas y 525 camisas de pacientes.

HOSPITAL CLÍNICO SAN CARLOS | Entrega por la mañana

790 unidades de material desechable ─360 batas, 80 monos, 250 pares de zapatillas y 100 patucos─ y 1187 prendas de ropa reutilizable: 142 monos blancos, 320 batas de laboratorio, 200 batas blancas y 525 camisas de pacientes.

HOSPITAL UNIVERSITARIO 12 DE OCTUBRE | Entrega por la mañana

790 unidades de material desechable: 360 batas, 80 monos, 250 pares de zapatillas y 100 patucos.

La colaboración del Teatro Real con las instituciones madrileñas se enmarca en su proyecto global de solidaridad, normalmente adscrito a su Programa Social, cuya vocación primordial es atender a niños en situaciones desfavorecidas, ya sean físicas, psíquicas o sociales, en colaboración con distintas entidades y organizaciones no gubernamentales.

Fotografía: Javier del Real

El Teatro Real y sus trabajadores han consensuado un procedimiento por el que, una vez finalizado el actual Estado de Alarma por la emergencia sanitaria del COVID-19, los trabajadores que no hayan podido realizar sus funciones mediante sistemas alternativos de trabajo a distancia (teletrabajo), podrán devolver progresivamente parte de las horas pendientes de trabajar a través de la realización de servicios extraordinarios hasta el 31 de diciembre de 2021, para facilitar la continuidad de la programación artística y descartar así un posible ERTE.

El Teatro Real agradece a los trabajadores el esfuerzo que van a realizar con estas medidas que garantizan que la programación de la temporada 20/21 se pueda disfrutar con normalidad y se palian en parte algunas las graves consecuencias económicas del confinamiento.

Por último, el Teatro Real, ante el ERTE propuesto por Intermezzo y que afecta a los coristas que componen el Coro titular del Teatro Real, y por la Orquesta Sinfónica de Madrid que conforma la Orquesta Titular del Teatro Real, ha llegado a un acuerdo, tanto con Intermezzo como con la Orquesta Sinfónica de Madrid que permitirá paliar algunas de las consecuencias retributivas de sus coristas y músicos mientras dure el expediente de regulación de empleo al que se verán sometidos.

Más de 23.000 personas se han sumado a la iniciativa puesta en marcha por el Teatro Real el pasado 18 de marzo, que permite el acceso gratuito a su plataforma de vídeo “My Opera Player”, para poder disfrutar de todos los títulos de ópera, danza y conciertos que ya ofrece en su catálogo y de los que se están incorporando estos días.

Los vídeos de “My Opera Player” se han reproducido en 152.000 ocasiones, y las óperas más vistas han sido Madama Butterfly (Puccini) y Aida (Verdi), con 10.000 y 8.000 reproducciones, respectivamente. Estas dos forman parte de los últimos títulos que se han lanzado, además de La traviataUn ballo in maschera, de Verdi, y Roméo et Juliette, de Gounod.

Tras el anuncio, el pasado domingo, de la prórroga de alarma sanitaria, que obliga a los ciudadanos a permanecer recluidos en sus domicilios por dos semanas más, el Teatro Real ha decidido ampliar esta propuesta hasta el 11 de abril, acogida con entusiasmo por melómanos de todo el país.

A partir del viernes 27 de marzo, “My Opera Player”, que ofrece algunas producciones emblemáticas del Teatro Real junto a otras de importantes teatros internacionales de ópera, será escenario de nuevos títulos, retransmisiones especiales, eventos únicos y citas familiares. Además, el director artístico del Teatro Real, Joan Matabosch, ofrecerá diariamente una visión documental y didáctica de cada título para enriquecer la experiencia de los usuarios.

Las nuevas actividades se darán a conocer el jueves 26 de marzo en la página web del Teatro Real, en sus redes sociales y la página principal de la plataforma. Para acceder de manera totalmente gratuita a los contenidos, los usuarios sólo tienen que registrarse en el enlace www.myoperaplayer.com e introducir el código OperaEnCasa. 

 En el catálogo de “My Opera Player” encontrarán óperas como como La Bohème (Puccini ), El barbero de Sevilla (Rossini), Las bodas de Fígaro y Così fan tutte (Mozart), El holandés errante y El oro del Rin (Wagner)o Los cuentos de Hoffmann (Offenbach).

El apartado de danza incluye títulos que ya forman parte de la herencia cultural de nuestro país como Carmen, Fuenteovejuna Bodas de sangre, del inolvidable Antonio Gades, junto a la propuesta contemporánea del L’Allegro, il Penseroso ed il moderato, de Mark Morris, o la singular C(h)oeurs, con los bailarines de la compañía de Alain Platel y la participación inolvidable del Coro Titular del Teatro Real.

“My Opera Player” es un proyecto liderado por el Teatro Real del que forman parte grandes teatros de ópera como el Gran Teatre del Liceu, el Gran Teatro Nacional de China, el Colón de Buenos Aires o el Teatro del Bicentenario, San Juan (Argentina).

“My Opera Player” fue puesta en marcha por el Teatro Real en noviembre de 2019, y ha contado con la participación tecnológica de Telefónica y Samsung, y el patrocinio de Endesa.

Para cualquier información o aclaración sobre “My Opera Player”, existe un servicio de atención al espectador que está disponible a través del correo electrónico soporte@myoperaplayer.com

Fotografía: Javier del Real

Este sábado y domingo por la tarde, actuaciones en directo desde la cuenta de Instagram de cada cantante

Participan: Ruth Iniesta, Luis Cansino, Michael Fabiano, Ainhoa Arteta, Manel Esteve, Borja Quiza, Pablo García-López, Berna Perles, Rocío Pérez, Natalia Labourdette, Inés Ballesteros y Lisette Oropesa

Más información y seguimiento en la cuenta Instagram del Teatro Real.

Desde el inicio de la alerta sanitaria del pasado viernes, en que las autoridades han limitado el movimiento de los ciudadanos para evitar la propagación del coronavirus, el mundo del arte y la cultura se ha volcado con iniciativas para amenizar la reclusión y reforzar el mensaje #QuédaEnCasa.

El Teatro Real, que ha abierto las puertas de su plataforma de vídeo MyOperaPlayer de forma gratuita entre el 18 de marzo y el 1 de abril, construye ahora un escenario virtual sobre el que distintos cantantes ofrecerán una pequeña actuación a través de sus redes sociales con el título de #OperaFest, que tendrá lugar en las tardes de este fin de semana, 21 y 22 de marzo, a partir de las 17.00 horas.

Desde su propio perfil de Instagram cada cantante interpretará conocidas arias y canciones del repertorio lírico, en diálogo con el público.

El Teatro Real agradece a los intérpretes que se han unido a #OperaFest desde sus hogares e invita a todo el público a disfrutar de sus actuaciones.

SÁBADO, 21 DE MARZO
17.00 h. Ruth Iniesta, soprano (@ruth_iniesta)

17.30 h. Luis Cansino, barítono (@luiscansinobaritono)

18.00 h. Michael Fabiano, tenor (@tenorfabiano)

18.30 h. Ainhoa Arteta, soprano (@ainhoarteta)

19.00 h. Manel Esteve, barítono (@manelestevemadrid)

19.30 h. Borja Quiza, barítono (@borjaquiza)

20.00 h. Juan Francisco Gatell, tenor (@juanfranciscogatell)

 DOMINGO, 22 DE MARZO
17.30 h. Pablo García-López, tenor (@pablogarcialpez)

18.00 h. Rocío Pérez, soprano (@rocioperezsop)

18.30 h. Berna Perles, soprano (@bernaperles)

19.00 h. Natalia Labourdette, soprano (@labourdettesoprano)

19.30 h. Inés Ballesteros, soprano (@inesballesterossoprano)

20.00 h. Lisette Oropesa, soprano (@lisetteoropesa)

Ante la situación de alarma sanitaria que la sociedad española está viviendo y que obliga a los ciudadanos a permanecer recluidos en sus domicilios, el Teatro Real quiere contribuir a hacer más llevaderos estos difíciles días compartiendo con todos lo que mejor sabe hacer, música, teatro y ópera.

Para ello, pone a disposición de todo el público en España, a partir de mañana, miércoles 18 de marzo, de manera totalmente gratuita, su plataforma de video “My Opera Player”, en la que podrán disfrutar de todos los títulos de ópera, danza y conciertos que ya ofrece en su catálogo y a los que se irán incorporando en los próximos días, registrándose en el enlace www.myoperaplayer.com  e introducir código OperaEnCasa.

El Teatro Real incluye en “May Opera Player” algunas de sus producciones más emblemáticas como La Bohème (Puccini), La traviata (Verdi), El barbero de Sevilla (Rossini), Las bodas de Fígaro y Cosi fan tutte (Mozart), El holandés errante y El oro del Rin (Wagner), Los cuentos de Hoffman (Offenbach) o Werther (Massenet).

Todos los títulos, además de la representación, incluyen interesantes entrevistas con los directores y protagonistas, información de la obra y reportajes, todos ellos de acceso gratuito.

Por su parte, el Teatre del Liceu aporta óperas como Norma (Bellini), Rigoletto (Verdi) o Capuleti e Montecci (Bellini).

En los próximos días se subirán a la plataforma los siguientes títulos:

Jueves 19 : Aida (Verdi) Teatro Real (2018); viernes 20: Madama Butterfly (Puccini) Teatro Real (2017);  sábado 21: Romeo y Julieta (Gounod) Gran Teatre del Liceu (2018),  domingo 22: Un ballo in maschera (Verdi), Gran Teatre del Liceu (2017); lunes 23, La traviata (Verdi) Teatro Real (2015) y martes 24, Macbeth (Verdi), Gran Teatre del Liceu (2017).

“My Opera Player” es un proyecto liderado por el Teatro Real del que forman parte grandes teatros de ópera como el Gran Teatre del Liceu, el Gran Teatro Nacional de China,  el Colón de Buenos Aires o el Teatro San Juan Bicentenario de Buenos Aires.

Junto a ellos, destacados centros culturales de nuestro país como Patrimonio Nacional, que aporta grabaciones de los conciertos celebrados en el Salón de Columnas del Palacio Real;  Televisión Española, que ha seleccionado grandes momentos de su archivo histórico musical, y la Fundación Albéniz, con algunos de sus conciertos.

“May Opera Player” fue puesta en marcha por el Teatro Real en noviembre de 2019, y ha contado, con la participación tecnológica de Telefónica y Samsung, y el patrocinio de Endesa.

Para cualquier información o aclaración sobre “My Opera Player”, existe un servicio de atención al espectador que está disponible a través del correo electrónico soporte@myoperaplayer.com

El Teatro Real, con motivo de la declaración del estado de alarma, procedió el pasado viernes 13 de marzo a la suspensión efectiva de su actividad artística y laboral.  Como consecuencia de ello, las representaciones a puerta cerrada de Aquiles en Esciros no se van a llevar a cabo ni  se podrá grabar esta ópera como se había anunciado.

El Teatro Real también cancela las cinco representaciones de la ópera Lear, previstas para los días 16, 19, 22, 25 y 28 de abril al haberse suspendido los ensayos de esta semana, como estaba programada.

El Teatro Real se dirigirá a los abonados y compradores de la misma para informarles de los sistemas de devolución de entradas.

El Teatro Real lamenta profundamente estas cancelaciones e intentará, en la medida de lo posible, recuperar los títulos ahora anulados cuando la programación artística lo permita. El Teatro Real manifiesta, asimismo, su apoyo solidario a todas las personas afectadas, a sus familiares, a la ciudadanía en general y, en especial, a todos los trabajadores y trabajadoras de la sanidad y la seguridad que con su esfuerzo inmenso harán que superemos esta situación adversa.

Fotografía: Javier del Real

El Teatro Real, siguiendo las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros en relación con el Coronavirus COVID-19 y de acuerdo con el Gobierno de España y la Comunidad de Madrid, ha adoptado las siguientes medidas:  

  1. Las funciones de los días 17, 19, 20, 22, 23 y 25 de marzo la ópera Aquiles en Esciros, cuyo estreno estaba previsto para el próximo martes 17 de marzo, se realizarán a puerta cerrada, sin público, y se retransmitirán en directo a través de la plataforma de video del Teatro Real “My Opera Player.

Las funciones de los días 26 y 27 de marzo se mantienen a la espera de las próximas directrices de las Autoridades Sanitarias.

Todos los abonados y compradores de entradas de esta ópera podrán disfrutarla gratuitamente, en el mismo día y hora que tenían previsto asistir al Teatro Real, a través de la plataforma “My Opera Player”. También la podrán ver gratuitamente todos los trabajadores del Teatro Real.

  1. La función del día 27 de marzo se emitirá en directo para toda España por La 2 de TVE en un programa especial que dará comienzo a las 19.15 y para el resto de Europa por el canal ARTE.  

Igualmente, Aquiles en Esciros se podrá escuchar a través de Unión Europea de Radiodifusión (UER) el día 25 de marzo, y el día 28 de marzo, a las 20.00 horas, a través de Radio Nacional de España (RNE).

  1. Respecto al resto de la programación del Teatro Real, quedan suspendidos: Los Nibelungos (21 y 28 de marzo), el Concierto Francisco Viñas (22 de marzo), Flamenco Real (13, 20 y 27 de marzo), Jazz Real (19 de marzo), la visita guiada y libre al Teatro Real, así como las actividades paralelas previstas en otras instituciones culturales vinculadas a la ópera y los Enfoques de Aquiles en Esciros (consultar www.teatroreal.es) .
  2. Por su parte, las funciones infantiles del espectáculo Historia de Babar, previstas entre los días 14 a 22 de marzo, se posponen hasta el mes de mayo.
  1. Se mantiene la actividad interna del Teatro Real, con los ajustes de programación mencionados, siempre dentro de las directrices marcadas por el Gobierno de España y la Comunidad de Madrid.

Todas estas  medidas se han tomado para mitigar factores de posible contagio, tanto para el público como para los trabajadores. Se trata de medidas provisionales, proporcionadas y modificables en función de evolución de las circunstancias.

El Teatro Real lamenta las molestias que estas decisiones puedan ocasionar a los abonados y compradores. Damos las gracias a los trabajadores, a RTVE y al canal ARTE, así como al elenco artístico, al Coro Titular del Teatro Real y a la Orquesta Barroca de Sevilla por su valiosa colaboración en estas circunstancias.

Se ofrecerán 8 funciones de la ópera, entre el 17 y el 27 de marzo, en una nueva producción del Teatro Real, que reafirma su compromiso con la recuperación del patrimonio lírico español.

Aquiles en Esciros se estrenó en el Coliseo del Buen Retiro de Madrid en 1744 para festejar el enlace de la infanta María Teresa Rafaela de España, hija de Felipe V, con el delfín Luis de Francia, hijo de Luis XV.

En su puesta en escena de la ópera, Mariame Clément –que dirigió antes Platée, de Rameau, escrita para celebrar la misma boda- recrea el estreno de Aquiles en Esciros en Madrid a través de la infanta española, que adquiere un gran protagonismo dramatúrgico en la producción.

La escenografía y figurines de Julia Hansen evocan la libertad y fantasía del Barroco y la atmósfera de ensoñación del universo mitológico.

El director musical del Teatro Real, Ivor Bolton, estará al frente de dos elencos, del Coro Titular del Teatro Real y de la Orquesta Barroca de Sevilla, además de interpretar el clavecín.

La partitura original de la ópera, conservada en la Biblioteca Histórica Municipal Conde Duque de Madrid, fue recuperada por el Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU), en edición moderna a cargo del musicólogo Álvaro Torrente.

Aquiles en Esciros será retransmitida en directo por ARTE TV el 27 de marzo, a las 20.00 horas, en una coproducción audiovisual de François Roussillon, Arte TV, Mezzo y RTVE. Posteriormente la producción será editada en DVD y estará disponible en el catálogo de My Opera Player, plataforma audiovisual del Teatro Real.

El 25 de marzo a las 20.00 horas la ópera será retransmitida en diferido para los países de la UER, Unión Europea de Radiodifusión, y el 28 de marzo, a las 20.00 horas, para toda España por Radio Clásica, de RNE.

En torno a Aquiles en Esciros se han organizado un gran número de actividades paralelas en el Teatro Real, Fundación Juan March, Museo del Prado, Museo Arqueológico Nacional, Museo Nacional de Escultura de Valladolid, Biblioteca Nacional, Círculo de Bellas Artes, Institut Français de Madrid, Vila romana La Olmeda y Fundación SGAE.

Coincidiendo con las funciones de la ópera, el Teatro Real acogerá, del 25 al 27 de marzo, el Congreso Internacional de Musicología Parole del Metastasio, que reunirá a filólogos y musicólogos internacionales expertos en el legado del libretista.

Las funciones de Aquiles en Esciros cuentan con el patrocinio de la Junta de Amigos del Teatro Real.

AQUILES EN ESCIROS, DE FRANCESCO CORSELLI

Contexto histórico

En la Europa del siglo XVIII las guerras religiosas habían dado paso a las contiendas puramente territoriales, con constantes tratados, alianzas y pactos, muchos de ellos sellados con matrimonios reales. En este contexto se enmarca la boda de la infanta María Teresa Rafaela de España ─hija de Felipe V e Isabel de Farnesio─ con el delfín Luis de Francia, hijo de Luis XV, que se celebró por poderes en Madrid, el 18 de diciembre de 1744, y en persona en Versalles, el 23 de febrero de 1745, y con la que se pretendía apaciguar las tensas de relaciones entre ambos países.

Para celebrar el enlace de los futuros reyes de Francia ─que finalmente no reinarían por la prematura muerte de ambos─ se estrenaron dos obras: Achille in Sciro (Aquiles en Esciros), de Francesco Corselli el 8 de diciembre de 1744, en el Coliseo del Palacio del Buen Retiro de Madrid, abriendo los festejos de la boda, en presencia de la infanta y de los reyes de España, antes de que la joven partiera para Francia; y Platée (Platea), de Jean-Philippe Rameau, presentada en la Grand Écurie de Versalles un mes después del enlace ante la familia real francesa.

Un año después de los fastos de esta boda, fallecía en París la infanta española como consecuencia del parto de una niña que moriría a los 2 años. El delfín de Francia le sobreviviría casi 20 años, junto a su segunda esposa, aunque murió de tuberculosis antes de llegar a reinar.

Aquiles en Esciros se verá por segunda vez en Madrid, 275 años después de su estreno, pero hoy sabemos que el enlace que se celebraba no tuvo el final feliz que corona la ópera.

Francesco Corselli (1705-1778)

Francesco Corselli, natural de Piacenza e hijo de Charles Courcelle, maestro de baile francés de Isabel de Farnesio en Parma, se formó y consagró como compositor en Parma y Venecia, donde estrenó sus dos primeras óperas. En 1733 vino a España, desempeñando años más tarde el cargo de maestro de la Capilla Real durante cuatro décadas. Su notoria influencia italiana en la vida cortesana se vio reforzada por la presencia del célebre castrato Farinelli (1705-1782), excelso cantante y consejero musical de los reyes a lo largo de los más de 20 años que residió en Madrid.

La producción de Corselli, con un notable catálogo de obras mayoritariamente religiosas, acompaña la evolución del barroco musical europeo de mediados del siglo XVIII, ya tardío y sobrio, hasta entroncar con el clasicismo. De sus seis óperas conocidas, dos tienen, como Aquiles en Esciros, libreto de Pietro Metastasio (1698-1782), gran amigo de Farinelli que, según el musicólogo Álvaro Torrente, habría intervenido en los contactos con el libretista, la selección de intérpretes y otros detalles relativos a la producción de la ópera.

Pietro Metastasio escribió 27 libretos de ópera sobre los que se compusieron cerca de 900 partituras a lo largo del siglo XVIII. El de Aquiles en Esciros fue redactado en 1736, en apenas 18 días, para celebrar los esponsales de María Teresa de Austria, con música del compositor Antonio Caldara. El mismo libreto sería utilizado en otras 38 óperas, casi todas, como la de Francesco Corselli, caídas en el olvido.

Aquiles en Esciros, de Francesco Corselli

Entre paréntesis, las tesituras de los intérpretes en la producción del Teatro Real.

La ópera narra el jugoso episodio de la vida de Aquiles (Achile, contratenor, tesitura de soprano), en el que su madre, Tetis, decide enviarlo a la isla de Esciros para evitar que el valiente e impulsivo joven participe en la guerra de Troya, donde, según el oráculo, perderá la vida.

Con la complicidad y vigilancia del viejo Nearco (tenor) y la ayuda incauta del rey Licomedes (Licomede, bajo), Aquiles se oculta entre sus hijas disfrazado de mujer con el nombre de Pirra, lo que le permite conocer y disfrutar, incógnito, del encanto y placeres de la juventud femenina. En ese juego erótico y camaleónico de travestismo esconde su secreta relación amorosa con Deidamia (soprano), hija de Licomedes, destinada a desposar al joven Teagene (soprano), que a su vez está enamorado de Pirra / Aquiles.

En medio de estos hilarantes enredos, cuya ambigüedad sexual es acentuada por las tesituras, también travestidas, de los cantantes, llega a la isla el poderoso Ulises (Ulisse, contratenor, tesitura de mezzosoprano), advertido ya de la situación y decidido a rescatar a Aquiles para capitanear el ejército griego. Conociendo su ímpetu guerrero e intempestivo, utiliza todas las artimañas para seducirlo: pronuncia un elocuente discurso en el que apela a la heroica defensa de Grecia, ofrece regalos a las hijas del rey ocultando una espada para Aquiles y simula un falso ataque a la isla que despierta, finalmente, el brío del futuro héroe de la epopeya.

A partir de ese momento la ópera adquiere su carácter épico de opera seria y Aquiles deja la fogosidad juvenil y se debate, hasta el final de la obra, con las grandes cuestiones éticas que subyacen en el mito:

─ ¿Una vida corta con gloria o larga sin ella?

─ ¿El amor bienaventurado o la lucha por un ideal?

─ ¿La inmortalidad en el Edén o la muerte heroica como un hombre?

La nueva producción del Teatro Real

La directora de escena Mariame Clément indaga sobre estas y otras cuestiones en su original dramaturgia, presentando Aquiles en Esciros a la verdadera infanta María Teresa Rafaela como una especie de “éducation sentimentale”, en la que los personajes y las sucesivas escenas de la ópera le harán reflexionar sobre los sentimientos, los placeres, los ideales, los deberes, las dudas, los miedos y los atributos del hombre y de la mujer.

Con la complicidad de la escenógrafa y figurinista Julia Hansen, con quien trabaja regularmente, Clément sitúa la trama de la ópera en una “gruta encantada” de perfume rococó, que evoca las falsas ruinas de los jardines dieciochescos; o el vientre femenino, curvilíneo y libidinoso de una madre protectora; o la roca de una isla imaginaria. Ahí vive Aquiles disfrazado, imberbe y juguetón, en igualdad de circunstancias que las mujeres, y de ahí saldrá maduro y presto a luchar por su pueblo, investido de masculinidad y heroísmo, dispuesto a dejar a su amada después de la feliz boda que concluye la ópera. Un camino de iniciación y de nacimiento de un héroe y un viaje de la ópera del siglo XVIII desde la libertad sexual, abstracción y goce del barroco primigenio a los convencionalismos de género que se impondrían en los siglos siguientes.

Fotografía: © Javier del Real | Teatro Real

La Orquesta Titular del Teatro Real ha ofrecido esta tarde en la Sala Alfried Krupp de la Filarmónica de Essen  un concierto dedicado al compositor italiano Gioacchino Rossini, en el que ha contado con la participación de la soprano australiana Jessica Pratt y el tenor ruso Jessica Pratt, bajo la batuta de Ivor Bolton, director musical del Teatro Real y Artista en Residencia de la Filarmónica de Essen.

Ivor Bolton es uno de los grandes protagonistas de la actual temporada musical de la ciudad alemana con seis conciertos a su cargo, en los que ya ha dirigido a la Orquesta del Festival de Dresde, la Orquesta Sinfónica de Basilea y al Chowerk Ruhr y la orquesta de cámara Concerto  Köln. Tras la actuación de esta noche, junto a la Orquesta Titular del Teatro Real, regresará a Essen el próximo 29 de mayo con la Mozarteum Orchester Salzburg, de la que también fue director titular.

El público, que llenaba la sala, se ha puesto en pie para premiar a los músicos con una gran ovación, tras disfrutar de un programa en el que se interpretaron arias y duetos de las óperas más conocidas del compositor de Pesaro como Semiramide, Guillermo Tell,  Otello, Le Comte d’Ory, La Cenerentola o El barbero de Sevilla. La primera parte del programa también ha incluido la Simple Symphony, op 4 de Benjamin Britten.

Dos grandes voces han brillado con luz propia en la Gala: Jessica Pratt, reconocida como una de las grandes intérpretes rossinianas del momento, como lo demuestra su presencia habitual en el Festival de Pesaro, con doce papeles de Rossini en su repertorio, y Dmitry Korchak, ganador  del Concurso de Canto Francesc Viñas y del cuarto premio de Operalia, cuya voz ya es demandada por teatros de ópera de todo el mundo. Korchak ha actuado en sustitución de Xabier Anduaga, inicialmente previsto y que ha cancelado por enfermedad.

La pasada temporada, en marzo de 2019, la Orquesta Titular del Teatro Real participó en el Festival Internacional Rostropóvich de Moscú, bajo la dirección de Gustavo Gimeno, con la violinista Leticia Moreno como solista, y la anterior, el Teatro Real fue el principal invitado en el Festival de Savonlinna, en la celebración del centenario de la independencia de Finlandia, con una adaptación del montaje de I puritani, realizado por Emilio Sagi, con el Coro y la Orquesta Titulares del Teatro Real, con dirección musical de Evelino Pidó.

Fotografía: © Helena Poveda / Teatro Real

El Teatro Real ofrecerá dos apasionantes proyectos que parten de un formato similar, donde la música y la imagen son parte inseparable de un todo, pero cuyo planteamiento artístico se desarrolla desde dos perspectivas bien diferenciadas: Three Tales (1998-2002), creación contemporánea que se estrena en España, con música de Steve Reich y vídeo de Beryl Korot, y Los nibelungos (1924), mítica película de Fritz Lang con partitura de Gottfried Huppertz. Ambas propuestas, dirigidas por Nacho de Paz, contarán con la participación de la Orquesta Titular del Teatro Real.

THREE TALES

Coproducción del Teatro Real con las Naves Matadero, Three Tales es una “vídeo-ópera digital documental” en la que filmaciones históricas, entrevistas de vídeo, fotografías, textos e imágenes digitales son proyectadas en una pantalla de cine en interacción con sonidos electrónicos, música en directo y las voces de cinco solistas ─dos sopranos y tres tenores─ de la formación Synergy Vocals.

Articulada en tres actos, la obra de Beryl Korot y Steve Reich revisita tres sucesos clave de principios, mediados y finales del siglo XX. Cada uno de ellos reflexiona sobre las implicaciones del desarrollo de la ciencia en el pasado reciente. Así, desde los inicios del transporte aéreo hasta las pruebas nucleares o los experimentos genéticos, se plantea el debate sobre la naturaleza física, ética y religiosa de un entorno tecnológico que ha crecido de manera exponencial desde 1945.

La Sala Fernando Arrabal, en las Naves del Español en Matadero, será el escenario idóneo para la interpretación de Three Tales los días 5 y 6 de marzo a las 20.30 horas y el día 7 de marzo en sesión doble, a las 18.00 y a las 20.30 horas.

LOS NIBELUNGOS

En 1924 se presentaba en Berlín uno de los proyectos más ambiciosos del histórico cineasta Fritz Lang: Los nibelungos, inspirado en el poema épico El cantar de los nibelungos y compuesto por las películas La muerte de Sigfrido y La venganza de Krimilda. Para esta obra colosal del cine mudo alemán, Lang contó con la colaboración del compositor Gottfried Huppertz, quien creó una partitura de efectos narrativos que trascienden la imagen, subrayando las escenas y dotando de entidad a los personajes principales, a los que adjudica una serie leitmotiv, en la senda del legado wagneriano.

Casi cien años después de su estreno, y tras una cuidada restauración de ambas películas y de la recuperación de la partitura conservada en la Cinemateca Alemana, se nos brinda ahora la oportunidad de asistir a una proyección de Los nibelungos tal y como fue concebida en su día: en gran pantalla, con orquesta en vivo y en el marco más adecuado, la sala principal del Teatro Real.

En este ambicioso proyecto han participado la Fundación Friedrich-Wilhelm-Murnau (institución depositaria del legado de Lang), la Filmoteca Alemana, la British Film de Londres, el Archivo Nacional de la Imagen de Montevideo y la Filmoteca Española, entre otros.

El 21 de marzo a las 20.00 horas se ofrecerá La muerte de Sigfrido, primera parte de Los nibelungos, y el 28 de marzo a las 20.00 horas, La venganza de Krimilda, segunda parte de la película. Serán ambas proyectadas en gran pantalla, en la Sala principal del Teatro Real, con la interpretación de la Orquesta Titular del Teatro Real y bajo la dirección de Nacho de Paz.

Die Walküre
Die Walküre
Richard Wagner (1813 – 1883)
Primera jornada en tres actos del festival escénico
Der Ring des Nibelungen
Libreto de Richard Wagner
Teatro Real de Madrid 14 febrero de 2020
D. musical: Pablo Heras-Casado
Concepción: Robert Carsen, Patrick Klinmonth
D. escena: Robert Carsen
Escenógrafo y figurinista: Patrick Klinmonth
iluminador: Manfred Voss
Reparto: Christopher Ventris, Ain Agner, James Rutherford, Elisabet Strid, Ingela Brimberg, Daniela Sindram, Julie Davies, Samantha Crawford, Sandra Fernández, Bernadett Fodor, Daniela Köhler, Heike Grötzinger, Marifé Nogales y Rosie Aldridge
W agner empezó a trabajar en Die Walküre mientras daba los últimos retoques a la orquestación de Das Rheingol. Desde Zúrich, donde se había refugiado huyendo de la policía alemana por sus actividades revolucionarias, vivía tranquilo, dedicado a sus composiciones y a una de sus nuevas aficiones, las largas caminatas por los Alpes Suizos.Es precisamente este contacto con la naturaleza uno de los elementos inspiradores de la obra del compositor alemán. Y es la mitología escandinava y la complejidad de las relaciones entre dioses y humanos, el hilo conductor de su universo musical.

Roger Scruton dice en su libro El anillo de la verdad: “El combate entre Hunding y Siegmund nos devuelve con la máxima intensidad la antigua idea de que, cuando nosotros, los mortales, combatimos por aquello que realmente nos importa, los inmortales combaten junto a nosotros, persiguiendo sus propios objetivos”.

“Die Walküre”, La Valquiria, es la primera jornada de la tetralogía de “El anillo del Nibelungo” que se empezó a representar la temporada pasada con “Das Rheingol”, El oro del Rin, y que tendrá su continuidad las dos próximas temporadas con Sigfrido y El ocaso de los dioses. Una obra de dimensiones mastodónticas en la que Wagner invirtió 25 años de trabajo para crear 15 horas de música siempre contemporánea.

La Valquiria es quizá la obra más importante de esta tetralogía, teniendo en cuenta su estructura y su discurso musical, completamente distinto al de El oro del Rin y demostrando una clara evolución musical y dramática. Tardó 18 meses en terminar su composición. Puede parecer mucho tiempo, pero al escuchar esta obra puede tomarse la medida de su verdadera y descomunal dimensión artística. Un trabajo arquitectónico, lleno de complejidades para construir una orquestación de gran solidez que la aleja de cualquier fugacidad.

Había ideado una orquesta de unas dimensiones desconocidas hasta ese momento. Introduce instrumentos, como las tubas wagnerianas, y otros que apenas se utilizaban hasta entonces. Cambia la forma tradicional de trabajar con la orquesta, en lugar de hacerlo por familias de instrumentos, la transforma en una gran orquesta de cámara, donde cualquier instrumento puede combinarse con el siguiente, aunque no pertenezca a la misma familia. Crea así el sonido contemporáneo.

La Valquiria también aporta novedades en los aspectos dramáticos. Los personajes poseen una mayor profundidad psicológica y Wagner asocia a cada uno de ellos un motivo orquestal que le define, el leitmotiv, otra revolución. Es La Valquiria, la que posee la partitura más elaborada e interpretada de la tetralogía, donde los protagonistas muestran su parte más humana, aun siendo dioses, y se distancian de la mitología. Heras-Casado dice que “Lo que hace Wagner es transformar en música un momento emocionalmente complejo de un individuo, y para ello debe construir todo un edificio sonoro”.

Y la manera más perfecta con la que Wagner expresa estas profundidades psicológicas, con una orquesta de semejantes dimensiones, no es el volumen y la densidad de sonido, sino la delicadeza y la sofisticación de los momentos más íntimos de la obra. Los dúos entre Sieglinde y Siegmund o entre Wotan y Brünnhilde o, sobre todo, el final de la ópera, son de una sutileza extrema que parece interminable y que solo se puede conseguir con esa gran orquesta, con esas seis arpas, ni una menos.

Pablo Heras-Casado, junto a Robert Carsen, son los encargados de llevar a cabo toda la tetralogía. Puede apreciarse la evolución que la orquesta, de la mano de su director, ha tenido desde El oro del Rin de la pasada temporada. Ha decidido Heras-Casado centrarse en la parte más humana y psicológica de la descripción musical. Tras una tormenta inicial un tanto destemplada, fue trabajando con meticulosidad y extrayendo de la orquesta un sonido de gran calidad.

Los mejores momentos llegaron con las escenas de mayor intimidad y delicadeza. La meticulosidad del director granadino alcanzó su máxima expresión en los interludios y en la escena en que las Valquirias rescatan a los guerreros muertos para llevarles al Valhalla, auinque los vientos se tomaron alguna libertad. A partir de aquí todo fue ganando en intensidad, musicalidad y dramatismo, que culminaron con el seductor fuego mágico final. Después de casi cinco horas de ópera, te quedas con ganas de más. Si este es el primer Anillo del Pablo Heras-Casado, quiero volver a escucharle cuando ya lleve unos cuantos.

La escenografía de Robert Carsen comienza con la nieve, retomando así el final del Oro del Rin. Es elegante, pero desoladora. Tan solo la nieve adorna un primer acto que parece ser la guarida de unos traficantes de armas. Tal vez a Wagner le hubiera gustado este decorado inhóspito. Desde luego no distrae del elemento principal, que es la música.

El segundo acto está localizado en lo que se supone es el castillo de Wotan. Un amplio y lujoso salón custodiado por militares. Aparece un Wotan distinto al del Oro del Rin, donde parecía un militar de poco rango o venido a menos. En esta ocasión, tiene mayor rango y autoridad.

El tercer acto es el más logrado, continua siendo desolador pero con una atmósfera diferente y un evocador fuego final. Su potente inicio, la cabalgata de las Valquirias, y los soldados camino del Valhalla, conforman una hermosa escena llena de fuerza.

En esta fría escenografía, que resuelve bien algunas cuestiones y otras no tanto, hay que resaltar la iluminación de Manfred Voss, que genera ambientes de manera magistral sin apenas elementos escénicos.

En cuanto a las voces, me gustaron más ellas que ellos.

El Wotan de James Rutherford mostró su lado más humano, primero derrotado ante la autoridad de Fricka y después, ante sus hijas, las Valquirias. Lástima que su hermoso timbre no fuera suficiente para compensar la escasez de volumen de su voz.

Christopher Ventris cumplió como heroico Siegmund. Tuvo sus dificultades con los agudos pero el tenor británico tiene gran experiencia con los roles wagnerianos, sobre todo de Parsifal.

La Brünnhilde de Ingela Brimberg tiene un agudo penetrante y bien timbrado y un volumen más que notable. Puede presumir también de graves densos y compactos. Brilló en el apartado interpretativo, poniendo el acento en las debilidades humanas más que en las cualidades sobrenaturales que se le suponen a su personaje.

Sieglinde estuvo interpretada por Elisabet Strid, buena conocedora del rol para el que se precisa una lírico spinto. Strid, con un centro poderoso y unos agudos limpios y bien delineados, es una muy buena Sieglinde. Voz voluminosa que supo poner también al servicio de los dúos más liricos junto a su esposo y hermano . Demostró gran capacidad interpretativa.

Las Valquirias estuvieron interpretadas por Julie Davis (Gerhilde), Samantha Crawford (Ortlinde), Sandra Fernández (Waltraute), Bernadett Fodor (Schwertleite), Daniela Köhjer (Helmwgide), Heike Grötzinger (Siegrune), Marifé Nogales (Gimgerde) y Rosie Aldridge (Rossweise). Cumplieron muy bien con su papel, sin parar un momento sobre el escenario. Protagonizaron alguno de los mejores números, la Cabalgata de las Valquirias y la resurrección de los guerreros. Y todo, a pesar de haber sido uniformadas con una batita de andar por casa.

Muy bien la Fricka de Daniela Sindram, con sus matices interpretativos. Espléndida en su monólogo del segundo acto.

El bajo estonio Ain Anger perfiló un magnífico Hunding en lo vocal y de gran presencia escénica.

Parece que el esfuerzo que supone una producción como esta en temporadas sucesivas está cumpliendo objetivos. Lo mejor de todo es la expectación que genera. Ya estoy deseando ver el siguiente capítulo la temporada que viene.

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real
Vídeos: Teatro Real

La flauta mágica, ¡de cine!
La flauta mágica
W. A. Mozart (1756 – 1791)
Die Zauberflöte
Singspiel en dos actos
Libreto de Emanuel Schikaneder
Producción de la Komische Oper de Berlín
Teatro Real Madrid 17/02/20
D. musical: Ivor Bolton
D. escena: Suzane Andrade, Barrie Kosky
Concepto: 1927 (Suzane Andrade & Paul Barritt)Barrie Kosky
Escenografía y figurinista: Esther Bialas
Iluminador: Diego Leetz
Dramaturgo: Ulrich Lenz
D. coro: Andrés Máspero
D. coro JORCAM: Ana González
Reparto: Rafal Siwek, Paul Appleby, Rocío Pérez, Olga Peretyatko, Andreas Wolf, Ruth Rosique, Mikeldi Atxalandabaso, Elena Copons, Grmma Coma-Alabert, Marie-Luise Dreben, Catalina Peláez, Celia Martos, Patricia Ginés, Antonio Lozano, Felipe Bou
E l Teatro Real ha tirado de fondo de armario (lo hizo también esta temporada con su L´elissir d´amore) y ha programado La Flauta mágica que con tanto éxito estrenó la temporada 2016. Hay que decir que en esta ocasión el éxito no ha sido menor. Barrie Kosky y Suzanne Andrade firman una escenografía que hace las delicias de todo tipo de público en una de las obras más populares del repertorio.Le quedaban a Mozart apenas unos meses de vida cuando se estrenó La Flauta mágica, atendiendo un encargo que podría ayudar a sanear su maltrecha economía. El más influyente personaje de la vida cultural de Viena, Emanuel Schikaneder, libretista, empresario, cantante, actor, compositor y director de escena, había pedido a Mozart la composición de un Singspiel, lo que se entendía tradicionalmente por una comedia costumbrista, con personajes campesinos y muy populares en el que se alternaban partes cantadas con recitadas.El género fue evolucionando y empezó a incorporar otros personjes, como nobles y burgueses, sin abandonar nunca el costumbrismo y la humorada.
Mozart consiguió elevar el género del Singspiel introduciendo para ello personajes más propios de la ópera seria y elaborando partituras más complejas musicalmente para alguno de los roles. En La flauta mágica Mozart llena la partitura y el libreto de una serie de claves y referencias masónicas, logia a la que pertenecían tanto Mozart como Schikaneder, y que recorría Europa de la mano de las nuevas ideas de la ilustración. Todos estos elementos enriquecen el género más popular en esos momentos en Alemania y Austria.

Teniendo como eje principal la popularidad de la obra, Barrie Kosky y Suzanne Andrade han desarrollado una escenografía inspirada en el cine y la animación. Para ello han contado con la colaboración de la compañía de teatro 1927, que tiene ya cierta experiencia en trabajar vinculando la animación con personajes reales. El resultado no puede ser más espectacular y atractivo para el público. Pero también entraña algunos riesgos, sobre todo para unos cantantes que, de manera intuitiva, deben interactuar con unas proyecciones que no pueden ver. Otro problema que pueden presentar las proyecciones cinematográficas es que el público preste más atención al vídeo que a los cantantes y la partitura.

Se puede decir que esta producción no tiene escenografía, tan solo una enorme pantalla en boca de escenario sirve para que los cantantes, a través de pequeñas gestualizaciones que imitan el cine mudo, interpreten su papel junto a las imágenes que se proyectan.
En algunos momentos el volumen de imágenes y el movimiento constante puede resultar abrumador para el público. Pero lo cierto es que las nuevas tecnologías y la realidad virtual al servicio del teatro, abren unas posibilidades escénicas, casi infinitas.

La Flauta mágica es una ópera en la que a menudo se prescinde de los recitativos cuya presencia era tan importante en el momento de su composición. Esta producción no es una excepción. Se han eliminado dejando la parte más superficial e infantil, renunciando a la filosofía más profunda e instruida de la obra creada por Mozart. A cambio aparecen entre escenas los típicos carteles que acompañaban el cine mudo y que van narrando brevemente la historia. Todo muy bien encajado en la línea cinematográfica de la producción. En esta ocasión están acompañados del fortepiano de Ashok Gupta, interpretando fragmentos de la Fantasía en Do menor de Mozart.

La dirección musical ha estado a cargo del titular del teatro, Ivor Bolton. Su técnica y corrección a la hora de dirigir es absoluta, pero en esta ocasión la orquesta sonó plana, apagada, con escaso volumen de sonido y sin matizaciones. Faltó la chispa que acompaña las obras Mozart que en esta ocasión solo fue correcto.

Del cuadro de cantantes, que podía haber estado más equilibrado, hay que resaltar su esfuerzo para cantar en unas condiciones en las que habría que verse. Aparecían las más de las veces en pequeñas plataformas a varios metros del suelo. Aunque estaban bien amarrados, hay que valorar su disposición y buen trabajo.
La Pamina de Olga Peretyatko fue de lo mejor de la noche. Una muy buena línea de canto y fraseo para una voz con buen volumen y hermosos timbre.

El norteamericano Paul Appleby fue un Tamino irregular. Posee un bonito timbre, sobre todo en los agudos, a los que llega de un modo extraño en los apoyos.

Rocío Pérez fue la Reina de la noche, pero solo por reparto de roles. Abordó su personaje sin miedo, que no es poco, pero sus sobreagudos quedaros algo tirantes. Mejor su primer aria. Por lo visto en los tres repartos de este papel, hay cierta crisis de reinas.

Muy bien el Papageno de Andreas Wolf. Voz poderosa y excelente fraseo, ser alemán ayuda en estos casos.
Otro de los triunfadores fue Mikeldi Atxalandabaso, que interpretó un Monostratos evocador de Nosferatum lleno de matices vocales e interpretativos.

La Papagena de Ruth Rosique estuvo en su punto, divertida y chispeante. Muy bien también las tres damas Elena Compons, Marie-Luise Dreben y Gemma Coma-Alabert, a pesar de la indisposición de esta última.

Buena labor realizó Rafal Siwek, como Sarastro, posee un buen registro central, aunque sus graves eran casi inaudibles. Solvente la interpretación de Antonio Lozano y Felipe Bou, como dos hombres con armadura.

Los tres muchachos que interpretan los pequeños cantores de la JORCAM Catalina Peláez, Lucía Seriñán, Celia Martos, Chandra Henderson y Patricia Ginés, María Guzmán, son de esas voces que nunca fallan. Aunque estén casi colgadas a varios metros del suelo.

Un éxito más de esta reedición de una Flauta mágica que siempre es una garantía. Taquilla, espectáculo y público feliz. Misión cumplida.

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real

La emblemática Sala de Orquesta del Teatro Real, y su mágico piano, vuelven a ser los protagonistas de El Real Junior en esta temporada. Mientras el atardecer acaricia los tejados de Madrid, la pianista Isabel Dombriz y Fernando Palacios descubrirán “otros mundos” escondidos en un concierto enigmático.

Destinado a un público a partir de 12 años, las sesiones tendrán lugar los fines de semana del 21, 22 y 23 de febrero y del 28, 29 de febrero y 1 de marzo, a las 20.00 horas, salvo los domingos (23 de febrero y 1 de marzo) que dará comienzo a las 19.00 horas.

Además de pianos nocturnos, bajo la luz de la luna, y con caras ocultas y escondidas en penumbras, hemos encontrado pianos de otros mundos. Están en el Valhala de Wagner, en Los Planetas de Holst, en Visiones fugitivas de Prokófiev y en las profundidades de La Catedral sumergida de Debussy.

También los hemos localizado, flotando en los mundos circulares de Bach, en el cosmos vaporoso de Pink Floyd o en los universos paralelos de Scriabin. Todos se darán cita al atardecer en un universo único…

Fotografía © Javier del Real / Teatro Real

Into the little hill, inquietante fábula de George Benjamin

La actual temporada lírica en Madrid ofrecerá al público la oportunidad de disfrutar y conocer la ópera de George Benjamin Into the Little Hill, nueva coproducción del Teatro Real en colaboración con los Teatros del Canal y La Veronal, cuyas representaciones tendrán lugar en la Sala Verde de Canal, los días 11, 13, 14 y 15 de febrero.

El interés del público por esta obra, tan bella en lo musical como inquietante en lo dramatúrgico, ha llevado a ambas instituciones a añadir una función más de las programadas (14 de febrero a las 20.00 h) tras haberse agotado, semanas antes de su estreno, todas las localidades.

Al igual que en la desgarradora Written on Skin, que pudo escucharse en la Temporada 2015-2016 del Teatro Real, Into the Little Hill nace de la colaboración entre el dramaturgo Martin Crimp y el compositor George Benjamin, cuyo último trabajo, Lessons in Love and Violence, ha sido comisionado y coproducido por el Teatro Real, junto a otros teatros, y se presentará en Madrid en la próxima temporada.

Into the Little Hill es una adaptación del cuento El Flautista de Hamelin, de los hermanos Grimm, cuya acción se traslada a un escenario político contemporáneo dominado por el totalitarismo, con una sociedad frágil y manipulable, incapaz de prever o evitar su destrucción, anestesiada en el desastre, tal y como explica el coreógrafo y director de escena Marcos Morau (La Veronal), responsable de la producción que veremos estos días y para cuya dramaturgia ha contado con la participación de Roberto Fratini.

George Benjamin estrenó Into the Little Hill, su primera ópera, en 2006 en el Teatro de la Ópera de París; el color de su música, la tensión dramática y el reconocimiento y del público y de la prensa especializada la han convertido en una obra que no ha dejado de representarse desde entonces. Concebida para una formación de quince músicos y dos voces, una soprano y una mezzosoprano que dan vida a todos los personajes, contará para su representación en Madrid con la dirección musical de Tim Murray al frente de la Orquesta Titular del Teatro Real y de las voces de Jenny Daviet y Camille Merckx, junto a un elenco de bailarinas formado por Lorena Nogal, Marina Rodríguez, Angela Boix, Núria Navarra.

nominaciones a los Opera Awards

Los International Opera Awards hicieron públicos, en la tarde de ayer, los finalistas de su edición de 2020, en la que el Teatro Real ha conseguido cuatro nominaciones en las categorías de Mejor Compañía de Ópera, Mejor Orquesta, Mejor Estreno Absoluto (Je suis narcisiste) y Mejor Grabación en DVD (Street Scene).

En mayo de 2018 el Teatro Real obtuvo también cuatro nominaciones: Mejor Coro, Mejor Compañía de Ópera, Mejor Obra Recuperada (Bomarzo) y Mejor Nueva Producción por Billy Budd, consiguiendo el primer galardón para esta última, dirigida en escena por la británica Deborah Warner, con el reconocimiento internacional para la inolvidable ópera de Benjamin Britten, compositor talismán que el pasado año convirtió a Gloriana en una de las favoritas a los premios, con dirección musical de Ivor Bolton, y escénica de David McVicar.

Los International Opera Awards se crearon en 2012 por la revista británica Opera, y desde el principio fueron consideraros los Oscar del mundo de la ópera. Con ellos se quiere galardonar anualmente a los mejores en el mundo de la lírica (producciones, cantantes, directores, teatros, orquestas…), reconociendo así públicamente a sus protagonistas, y apoyando la formación de nuevos talentos a través de becas financiadas con los beneficios obtenidos en la gala.

La Orquesta Titular del Teatro Real es, en la actualidad, una de las formaciones mejor valoradas por los grandes directores de musicales del momento por su profesionalidad, versatilidad y entrega, cuyos valores musicales han conseguido el reconocimiento de la crítica y el aplauso del público, tras demostrar sus capacidades de interpretación en títulos de Mozart a Wagner, de Verdi a Janáček, de Britten a Zimmermann..

 Je suis narcissiste, ópera bufa de la compositora española Raquel García-Tomás, con libreto de Helena Tornero, en el que se denuncia, en clave de humor, el delirante narcisismo imperante en la sociedad actual, es una de las favoritas. Con dirección musical de Vinicius Kattah y escénica de Marta Pazos, la ópera contó con la interpretación de las sopranos Elena Copons y María Hinojosa, el barítono Toni Marsol, el tenor Joan Ribalta y la Orquesta Titular del Teatro Real. Un apasionante proyecto con equipo esencialmente joven y femenino, que puso en pie una historia llena de frescura y cargada de humor negro en un proyecto en el que, por primera vez, colaboraban el Teatro Real y el Teatro Español.

El DVD grabado en el Teatro Real de la ópera Street Scene, realizado en coproducción con Bel Air Classiques y ganador del prestigioso premio Diamant d’Opéra Magazine el pasado mes de diciembre, es uno de los nominados a la Mejor Grabación Audiovisual. Street Scene, de Kurt Weill, producción del Teatro Real en coproducción con las Óperas de Colonia y de Montecarlo, fue estrenada en Madrid con dirección musical de Tim Murray y con dirección de escena de John Fulljames, quien recreaba la atmósfera de los años 40 neoyorquinos, y musical de Tim Murray.

Los International Opera Awards reconocen también el trabajo de grandes voces de la lírica entre cuyas nominaciones figuran nombres que formaron parte de la pasada temporada, y también de la actual, como Maria Agresta, Lisette Oropesa, Javier Camarena, René Pape George Petean.

Fotografía: © Javier del Real / Teatro Real

La Valquiria en el Real

Entre los días 12 y 28 de febrero el Teatro Real ofrecerá 9 funciones de La valquiria, de Richard Wagner (1813-1883), segunda de las cuatro óperas que conforman el ciclo El anillo del Nibelungo, que se está presentando en cuatro temporadas sucesivas, con dirección musical de Pablo Heras-Casado y dirección de escena de Robert Carsen.

Estructurada como los antiguos dramas griegos, la monumental tetralogía wagneriana comienza con la ópera El oro del Rin, prólogo explicativo de la saga, presentado la pasada temporada. Le sigue ahora La valquiria, que narra la génesis del héroe Siegfried, fruto del amor incestuoso entre los gemelos Siegmund y Sieglinde ─hijos extramatrimoniales de Wotan, concebidos en una de sus múltiples aventuras amatorias con mortales, disfrazado de Wälse─, de quien el dios espera recibir ayuda en el futuro para la conquista del poder supremo, materializado en la posesión de El anillo del nibelungo.

La relación incestuosa de los dos hermanos, fruto a su vez del adulterio de la gemela Sieglinde, es maldecida y perseguida por la irascible mujer de Wotan, Fricka, y protegida por La valquiria Brunhilde, hija predilecta del dios, que a lo largo de la ópera descubre el amor, la compasión y vulnerabilidad de los mortales y experimenta una transformación interior que determinará el devenir de toda la epopeya.

En su concepción de El anillo del nibelungo, el director canadiense Robert Carsen, junto con el escenógrafo y figurinista Patrick Kinmonth y el iluminador Manfred Voss, trasladan el universo mitológico wagneriano a un mundo también metafórico, pero más cercano a nuestra realidad, en el que las luchas de poder, las pasiones y las relaciones entre los personajes son más fácilmente reconocibles por el espectador actual.

Siguiendo tangencialmente el pesimismo filosófico de Arthur Schopenhauer (1788-1860) y en la estela del dramaturgo y crítico Bernard Shaw (1950-1956), quien veía en la tetralogía wagneriana una alegoría de la sociedad estratificada en clases, Carsen deja patente en su puesta en escena el poder destructivo del capitalismo feroz, cuando la ambición desenfrenada de poder y de riqueza conduce inevitablemente a la destrucción de humanidad, de las relaciones interpersonales y de los lazos familiares.

Si en El oro del Rin el espectador era confrontado con un planeta destrozado, en el que los dioses (ricos y poderosos), los gigantes (proletarios insumisos) y los nibelungos (una especie de escoria social), luchaban por la posesión del anillo (dinero y poder); en La valquiria, el contexto es ya de una guerra explicita. Los dioses, aislados en un lujoso bunker (el Valhalla) ─con sus luchas, pactos, maquinaciones, traiciones y conflictos conyugales─ mueven con prepotencia y altanería los hilos del universo, hasta la irrupción del amor verdadero y pasional, con la vacilación de Brunhilde y su insumisión a los dictámenes del todo poderoso Wotan…

La nieve, con todo su poder metafórico y plástico, enlaza La valquiria con la ópera precedente, y enfatiza sus cuadros más intimistas, con una heladora capa, que el fuego del amor, que se divisa al final de esta primera jornada de la saga, derretirá…

Dos repartos wagnerianos darán vida a la partitura, bajo la dirección de Pablo Heras-Casado, encabezados por Stuart Skelton y Christopher Ventris (Siegmund); René Pape y Ain Anger (Hunding); Tomasz Konieczny y James Rutherford (Wotan); Adrianne Pieczonka y Elisabet Strid  (Sieglinde); Ricarda Merbeth y Ingela Brimberg (Brünnhilde), secundados por Daniela Sindram (Fricka) y las ocho valquirias.

La gran saga wagneriana proseguirá en las dos próximas temporadas, con SiegfriedEl ocaso de los dioses, en la que seguiremos los pasos del héroe de la tetralogía, desde su glorificación hasta el cataclismo final, en el marco de la misma producción creada por Carsen y Kinmonth, con su visión implacable e inquietante del mundo real, pero con un rayo de esperanza, porque “solo la consciencia de los problemas de la humanidad y de nosotros mismos, permite su solución.”

Las funciones de La valquiria están patrocinadas por la Fundación BBVA como parte de su programa de Música, que se concibe como un recorrido completo por las distintas formas en que la sociedad puede beneficiarse y disfrutar de esta manifestación artística.

MÚSICA EN BLANCO Y NEGRO

Como actividad paralela a La valquiria  se proyectarán en la sala principal del Teatro Real las dos películas de Fritz Lang (1890-1976) que conforman Los nibelungos: La muerte de Siegfried (21 de marzo a las 20.00 h.) y La venganza de Krimilda (28 de marzo a las 20.00 h.). Los filmes, con guion Thea von Harbou (1888-1954), esposa del director, están inspirados en el poema épico medieval El cantar de los cantares, una de las fuentes primordiales de Richard Wagner en su Tetralogía.

Para acompañar las películas, la Orquesta Titular del Teatro Real, bajo la dirección de Nacho de Paz, interpretará las partituras originales que el compositor Gottfried Huppertz (1887-1937) –colaborador de Fritz Lang en varios proyectos─ creó para acompañar ambos filmes. El mismo equipo –Lang, Harbou y Huppertz- dejaría su impronta en la historia del cine con Metropolis, la pionera película expresionista de ciencia ficción.

Pese a que la música de Huppertz acompaña a una película muda, la partitura se aleja de la descripción sonora de la acción y asume una capa más del subtexto fílmico, articulando escenas, comentando acciones y enfatizando el contenido épico de la trama.

AGENDA | ACTIVIDADES PARALELAS

 21 de marzo a las 20.00 horas | Teatro Real, sala principal

Música en blanco y negroI – Proyección de la película muda La muerte de Siegfried, primera parte de Los nibelungos, de Fritz Lang, en la que la Orquesta Titular del Teatro Real interpretará la partitura original de Gottfried Huppertz escrita para acompañar el film, bajo la dirección de Nacho de Paz.

 28 de marzo a las 20.00 horas | Teatro Real, sala principal

Música en blanco y negro II – Proyección de la película muda La venganza de Krimilda segunda parte de Los nibelungos, de Fritz Lang, en la que la Orquesta Titular del Teatro Real interpretará la partitura original de Gottfried Huppertz escrita para acompañar el film, bajo la dirección de Nacho de Paz.

16 de febrero a las 12.00 y a las 17.00 horas | Teatro Real, Sala Gayarre

¡Todos a la Gayarre! – Talleres para toda la familia, con dirección y presentación de Fernando Palacios.

Cabalgando por los aires: dioses, semidioses, humanos y sobrehumanos en un mundo mágico.

20 y 27 de febrero, a las 18.00 horas | Museo Lázaro Galdiano

Visita guiadaUn wagneriano coleccionista de arte. Recorrido único poel r el Palacio de Parque Florido.

Visita en la que se rastrearán los gustos musicales de José Lázaro Galdiano, sus vínculos con la Sociedad Wagneriana y las sorprendentes relaciones entre la Colección Lázaro y el mundo de la ópera.

15 de febrero a las 16.30 y a las 17.30 horas | Museo Naval

Visita teatralizada – Sigfrido, al igual que Elcano, fueron dos aventureros cuyas aventuras en el mar son dignas de una ópera.

Fotografía: © Klaus Lefebvre

Firma jóvenes talentos

La Fundación Amigos del Teatro Real, en colaboración con la Fundación Banco Sabadell, ha creado un ciclo de conciertos de cámara destinado a los Amigos Jóvenes del Teatro Real, que contará con la participación de los alumnos de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, creando así un espacio de cultura musical “de jóvenes para jóvenes”.

Este proyecto tiene el objetivo de ofrecer la oportunidad a jóvenes aficionados de compartir y disfrutar de la música de cámara interpretada por los estudiantes de la Escuela Superior de Música Reina Sofía.

El ciclo, de acceso gratuito para los Amigos Jóvenes del Teatro Real, dará comienzo el próximo 29 de enero en la Sala de Orquesta del Teatro Real. Continuará con sesiones el 19 de febrero, en el Auditorio Sony de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, y los días 18 de marzo y 17 de junio, en la Sala Gayarre del Teatro Real.

Tomando como referencia las óperas programadas en la temporada del Teatro Real, el ciclo se abrirá con Mozart, cuya ópera La flauta mágica se está representando estos días en el escenario madrileño. El segundo concierto contará con un repertorio romántico, en referencia a La Valquiria de Wagner y la tercera cita ofrecerá piezas de Boccherini y Haydn para enmarcar Aquiles en Esciros. Para el último concierto se ha diseñado un programa con obras de los compositores del siglo XX Arnold Schönberg y Mieczysław Weinberg, autor este último de La Pasajera, ópera cuyo estreno tendrá lugar el próximo mes de junio en el Teatro Real.

PROGRAMACIÓN

CONCIERTO I:

Fecha: 29 de enero a las 20 horas

Sala: Sala de Orquesta Teatro Real

Ópera en escena: La Flauta Mágica, de Wolfgang Amadeus Mozart

Wolfgang Amadeus Mozart

Cuarteto de cuerda en mi bemol mayor, KV.428 (30 min.) 

Cuarteto Albéniz de Prosegur (Javier Comesaña, violín; Diana Poghosyan, violín; Joaquín Arias, viola; Eva Arderíus, violonchelo)

Sinfonía Concertante para violín y viola en mi bemol mayor, KV.364 (35 min.)

Javier Comesaña, violín; Raquel de Benito, viola; y Antonia Valente, piano

CONCIERTO II:

Fecha: 19 de febrero a las  20 horas

Sala: Auditorio Sony de la Escuela Superior de Música Reina Sofía

Ópera en escena: La Valquiria, de Richard Wagner

Johannes Brahms

Cuarteto para piano y cuerdas No.3, Op.60 (35 min.)

Grupo Arriaga de Banco de España (Sara Valencia, violín; Noemí Fúnez, viola; Alejandro Gómez, violonchelo; Manuel Alonso-Bartol, piano)

Claude Debussy

Trio para violín, violonchelo y piano en sol mayor (25 min.)

Grupo Da Vinci de Google (Roman Kholmatov, violín; Alessandra Doninelli, violonchelo; Daniela Rodo, piano)

CONCIERTO III:

Fecha: 18 de marzo a las 20 horas

Sala: Sala Gayarre del Teatro Real

Ópera en escena: Aquiles en Esciros, Francesco Corselli

Luigi Boccherini

Quinteto de cuerdas “Música notturna delle strade di Madrid”, Op.30 No.6 (15 min)

Raquel Areal, violín; Patricia Cordero, violín; Raquel de Benito, viola; Montserrat Egea, violonchelo;  Alejandro Viana, violonchelo

Joseph Haydn

Cuarteto para cuerdas del Op.64 – No.5 (23 min.) 

Cuarteto Mendelssohn de BP (Eva Rabchevska, violín; Roman Kholmatov, violín; Bella Chich, viola; Hayk Sukiasyan, violonchelo)

 François Couperin

Les Nations: “L´Espagnole” Versión para flautas, oboes, fagot y continuo (30 min.)

Grupo Barroco (Ana Ferraz, Ekaterina Kornishina, flautas; Javier Ayala, Lucas Martínez, oboes; Miguel Carrillo, fagot; Jimena Rodríguez, contrabajo; Luis Arias, clave)

CONCIERTO IV:

Fecha: 17 de junio a las 20 horas

Ópera en escena: La Pasajera, Mieczysław Weinberg

Sala: Sala Gayarre

Mieczysław Weinberg

Concierto para violonchelo Op.43 – Versión para violonchelo y piano (30 min.)

Alejandro Viana, violonchelo;  Ofelia Montalván, piano

Arnold Schönberg

Sexteto para cuerdas “Noche transfigurada” Op.4 (30 min.) 

Grupo Schumann de Enagás (Anna Tanaka, violín; Desislava Vaskova, violín; Lara Albesano, viola; Samuel Palomino, viola; Willard Carter, violonchelo; Alejandro Gómez, violonchelo).

Fotografía: Javier del Real

 

Una flauta mágica de cine

El Teatro Real comenzará el nuevo año con la reposición de la deslumbrante producción de La flauta mágica, de Wolfgang Amadeus Mozart, concebida por Suzanne Andrade, Paul Barritt y Barrie Kosky, presentada con gran éxito en su escenario en enero de 2016.

En esta ocasión se ofrecerán 13 funciones, entre el 19 de enero y el 24 de febrero, nuevamente con el director musical de Teatro Real, Ivor Bolton, al frente de un doble reparto, del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real y de los Pequeños cantores de la JORCAM.

La creativa y trepidante puesta en escena del director australiano Barrie Kosky, estrenada en la Ópera Cómica de Berlín en 2012, devuelve a La flauta mágica su carácter de alegoría moral para todos los públicos, pero con múltiples capas interpretativas ─del cuento infantil a la reflexión filosófica─, referencias estéticas ─del cine surrealista al comic─, y guiños cómplices al espectador.

La producción carece de decorados y en ella los cantantes interactúan ─con muy escasa movilidad y un meticuloso y preciso trabajo actoral─, con las proyecciones de una película de animación llena de ritmo, humor e imaginación.  En las partes habladas de la ópera ─en realidad un singspiel, que mezcla texto hablado y cantado─ los diálogos aparecen proyectados en cartelas y acompañados al pianoforte por Ashok Gupta, que interpretará fragmentos de la Fantasía en Do menor de Mozart.

El éxito de esta propuesta escénica y dramatúrgica radica en su enorme facilidad para comunicar con el público, su humor, su derroche de creatividad y la complicidad con el espectador a través de un universo visual en el que los personajes mozartianos de hace dos siglos llegan al público convertidos con naturalidad en referentes tan cercanos para nosotros como un galán tipo Rodolfo Valentino (Tamino), una seductora pizpireta como Louise Brooks (Pamina), un malvado como el terrible Nosferatu (Monostatos), o un hilarante, torpe e ingenuo Buster Keaton (Papageno)…

La ausencia de un decorado tradicional, con una ‘escenografía virtual’ reducida a la presencia de una pantalla en el escenario, obliga a los cantantes a actuar con una enorme concentración, talento actoral y movimientos sincronizados, que deben tener la frescura del gag y una precisión de relojería en su coordinación con la proyección de los dibujos.

Un doble reparto se alternará en las representaciones dando vida a los personajes principales ─Andrea Mastroni y Rafal Siwek (Sarastro/Orador), Stanislas de Barbeyrac y Paul Appleby (Tamino), Albina Shagimuratova, Aleksandra Olczyk y Rocío Pérez (La Reina de la Noche), Anett Fritsch y Olga Peretyatko (Pamina), Ruth Rosique (Papagena), Andreas Wolf y Joan Martín-Royo (Papageno) y Mikeldi Atxalandabaso (Monostatos), que estarán secundados por las tres damas de  Elena Copons, Gemma Coma-AlabertMarie-Luise Dreßen y los dos hombres con armadura interpretados por Antonio Lozano y Felipe Bou.

En el foso estará el director musical del Teatro Real, Ivor Bolton, gran experto en la obra de Mozart y titular entre 2004 y 2014 de Orquesta del Mozarteum de Salzburgo, donde ha dedicado más de 10 años a la interpretación del repertorio clásico en la cuna del compositor.

Bolton volverá a dirigir al Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, en uno de los títulos operísticos más populares, que se presentará por cuarta vez en el reinaugurado Teatro Real después de haberlo hecho en enero de 2001 (Frans Brüggen / Marco Arturo Marelli), julio de 2005 (Marc Minkowski / La Fura dels Baus) y enero de 2016, con esta misma producción.

Coincidiendo con las funciones de La flauta mágica el Teatro Real ha organizado una serie de actividades paralelas relacionadas con la ópera de Mozart y el cine mudo de los años 20 que inspiró la dramaturgia y propuesta escénica de la producción que se verá en su escenario.

Las funciones de La flauta mágica están patrocinadas por la Fundación BBVA como parte de su programa de Música, que se concibe como un recorrido completo por las distintas formas en que la sociedad puede beneficiarse y disfrutar de esta manifestación artística.

Fotografía: Javier del Real

Il Pirata 1

 

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Il Pirata en el Teatro Real 192 años después
Estrenar una ópera en uno de los grandes templos operísticos 192 años después de haber sido escrita, tiene que tener una justificación. En el caso de Il Pirata hay una muy importante, la dificultad para interpretar sus roles principales hace que esta obra sea casi imposible. Estas exigencias vocales son las provocaron su ausencia durante décadas del repertorio y los grandes escenarios. Como bien dice el maestro Benini, “todo depende de que se cuente con buenos cantantes. Un buen tenor, una buena soprano y un buen barítono”.En definitiva, y a pesar del éxito con el que se estrenó, primero en La Scala de Milán, en 1827 y posteriormente en Nápoles, Bolonia, Trieste, Viena, Dresde, Lisboa, Barcelona, Cádiz (en 1834), Nueva York, México y Madrid (en 1830 en el Teatro de la Cruz), Il Pirata correría la misma suerte que tantas óperas románticas del momento que se ausentaron de los escenarios desde la segunda mitad del siglo XIX, hasta los años cincuenta del siglo XX. Es en este momento cuando aparece en 1958 con la figura de María Callas, que actualiza el personaje principal de Imogene, situando al Il Pirata nuevamente en el repertorio. Posteriormente sería Montserrat Caballé quien, asumiendo la dificultad del rol, lo incorporó a su repertorio llevándolo a los principales teatros del mundo.Un poco de historia
Il Pirata catapultó a un joven Bellini siempre atento a las corrientes e influencias que llegaban, sobre todo, de Alemania. Su búsqueda de un nuevo lenguaje musical y su gusto por la innovación, hacen que Il Pirata se sitúe a caballo entre la tragedia más clásica, de la época de la Ilustración, y el romanticismo y la música más sinfónica, que llegaba de la mano de Schubert y Beethoven.Esta transición del clasicismo al romanticismo se nota también en su libreto, escrito por Felice Romani, basada en la obra de Justin Séverin Taylor, Bertram, ou Le pirate. Romani sentía gran admiración por los poetas italianos del siglo XVIII, pero se sitúa ya en el romanticismo que en ese momento ya envolvía Europa.Pero, ¿por qué Il Pirata se representa tan pocas veces?
Javier Camarena y Celso Albelo, dos de los tenores que interpretan a Gualterio en esta nueva producción de Teatro Real, dicen: “prefiero cantar un Puritani a la mañana y otro a la tarde, antes que cantar Il Pirata”.Hay que tener en cuenta que estas óperas estaban escritas para determinados cantantes, con una vocalidad específica y en determinadas condiciones de interpretación, teatros pequeños y orquestas muy ajustadas en componentes y volumen de sonido. En aquella época los cantantes estaban acostumbrados a cantar en falsetone. La tesitura natural del tenor de la época les llevaba a cantar en falsete todo aquello que se encontrara por encima del La natural o el Si bemol. Hoy en día no se contempla el falsete como modo de emisión. Los teatros son más grandes y, no digamos las orquestas.Bellini escribió una partitura para tenor de grandes exigencias vocales y dramáticas. Quería un tenor que dominara los registros agudos y graves al mismo tiempo que el fiato y el legato. Quería además que fuera un virtuoso de la declamación y del fraseo. Todo ello acompañado, al igual que en el rol de Imogene, de la agilita heredada de Rossini y conseguir así la mayor expresividad en una obra con tanto exceso de sentimentalismo.Para llevar a cabo todas estas exigencias plasmadas en la partitura, Bellini recurrió al que por entonces era el tenor más aclamado, Giovanni Battista Rubini, al que exigió dos tipos de canto, el virtuoso y agudo del tenore contraltino y el baritenore, con graves más potentes, aunque igualmente virtuosos. Nace con Gualterio el mito del tenor.Escenografía fría, que no fea
El belcanto romántico es considerado por muchos directores de escena uno de los géneros más difíciles de llevar a un escenario. Piensan que las óperas románticas belcantistas no tienen una dramaturgia clara dentro del argumento de la obra. Emilio Sagi no es uno de estos directores. El hecho de que el argumento no esté totalmente cerrado le ofrece muchas posibilidades escénicas. El resultado es elegante y de una gran fuerza visual, con muchos elementos marca de la casa, como las sillas o la luna. La escenografía de Daniel Bianco es fría, para resaltar las enormes pasiones escénicas vividas por los personajes y con grandre espejos para potenciar los elementos y conseguir un efecto multiplicador. El escenario se convierte en una gran caja totalmente cerrada, casi asfixiante, pero que facilita enormemente el trabajo de los cantantes. Se mantienen siempre en boca de escenario, lo que permite una mejor proyección sin forzar demasido el instrumento.Los distintos escenarios no están definidos ni dan pistas del lugar donde se desarrollan los acontecimientos. El negro y los reflejos dominan una escena deliberadamente gótica, como lo es el género de la obra en la que se basa esta ópera. Los impecables figurines de Pepa Ojanguren, la iluminación de Albert Faura y las proyecciones de Yann-Loic Lambert ayudan a sumergirse en esa atmósfera llena de intensidad dramática de novela gótica.

Tres han sido los repartos que han subido al escenario del Real. Si ya es difícil encontrar uno bueno, imagínense tres. Sin duda el gran atractivo lo representaban la participación de Javier Camarena y Sonya Yoncheva en el primer reparto, y no defraudaron a un público entregado y agradecido al final de cada representación.
También recibió su premio al esfuerzo Celso Albelo que, aunque en un escaloncito por debajo de Camarena, ofreció una notable interpretación de Gualterio.

En otro escalón por debajo se puede situar al joven tenor ruso Dmitry Korchak, que se esforzó y cumplió con su rol. Junto al Korchak, el Ernesto de Simone Piazzila (que ya debe tener casa en Madrid). Su importante presencia escénica no estuvo en esta ocasión acompañada de todas las cualidades de su voz, sonó rotundo, pero sin brillo.

Yolanda Auyanet fue la más aplaudida de la noche. Lo cierto es que se echó la obra a la espalda y casi la sacó adelante ella solita. Aunque ha perdido cierta tersura de su voz, tal vez debido al cambio de repertorio que está llevando a cabo, mantiene su generoso volumen y un fiato suficiente, algo muy a tener en cuenta en un rol tan exigente.

Otra cosa fue la participación de la barcelonesa María Miró que, a pesar de ceder todo el protagonismo al rol de Imogene, lució su magnífica voz de soprano dramática, desenvolviéndose con soltura sobre el escenario.

Si hay un director conocedor de este repertorio, ese es sin duda Maurizio Benini. Su eficacia al frente de la orquesta Titular del Teatro Real ya quedó suficientemente demostrada en “Il trovatore” de hace unos meses en este mismo teatro. Impregna su dirección de italianismo, imprescindible en este tipo de obras. Pulso firme y fluido que acompañó a los intérpretes y al coro, excepcional una vez más, desde los primeros compases.

Mención aparte merece la participación de un desconocido Marin Yonchev, en el papel de Itulbo. No se entiende muy bien que hace ahí, hasta que te enteras que es hermano de Sonya Yoncheva, ¡no me digas más!

Un buen estreno de Il Pirata en el Teatro Real, aunque haya habido que esperar 192 años. Nunca es tarde, sobre todo en esta ocasión.

Il Pirata
Vincenzo Bellini (1801-1835)
Libreto de Felice Romani, basado en la obra Bertram, ou Le pirate (1822) de Justin Séverin Taylor, traducida al francés por Charles Maturin
Estreno en el Teatro Real en coproducción con el Teatro alla Scala de Milán
D. musical: Maurizio Benini
D. escena: Emilio Sagi
Escenógrafo: Daniel Bianco
Figurinista: Pepa Ojanguren
Iluminación: Albert Faura
Vídeo: Yann-Loïc Lambert
D. coro: Andrés Máspero
Reparto: Dmitry Korchak, Yolanda Auyandet, Simone Piazzola, María Miró, Felipe Bpu, Marin Yonchev
Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real

Texto: Paloma Sana
Fotografía: Javier del Real
Vídeos: Teatro Real

Capriccio

El jurado de los Premios Ópera XXI, convocados por la Asociación de Teatros, Festivales y Temporadas Estables de Ópera en España, ha dado a conocer ayer  los nombres de los ganadores de su segunda edición, en la que se reconoce el trabajo de los artistas, profesionales e instituciones del mundo de la lírica a lo largo de la temporada 2018-2019.

El Teatro Real se ha visto reconocido en dos categorías: Mejor Dirección Musical para Nicola Luisotti, por su labor en la ópera Turandot, de Giacomo Puccini, cuyo estreno tuvo lugar el 30 de noviembre de 2018, y Mejor Dirección de Escena para Cristof Loy, cuya visión de Capriccio recibió unánimes elogios de la crítica nacional e internacional situándola entre las mejores producciones del año.

También han visto reconocida su labor la soprano Sondra Radvanovsky; Premio a la Mejor Cantante; la soprano Leonor Bonilla, Mejor Joven Cantante, quien también formó parte del reparto de Capriccio en el Teatro Real[u1]  y tuvo una destacada participación en Lucia di Lammermoor, Donizetti que inauguró la temporada del Teatro de la Maestranza,  y  Mejor Nueva Producción es para el Teatro de la Zarzuela por la ópera española La casa de Bernarda Alba de Miquel Ortega.

El Premio Mejor Iniciativa de Fomento de la Lírica ha sido para Òpera de Butxaca i Nova Creació, en reconocimiento a su labor en el estreno absoluto, en marzo de 2019, de la ópera Je suis narcissiste, con música de Raquel García-Tomás y libreto de Helena Tornero, en un montaje de Marta Pazos con dirección musical de Vinicius Kattah, en coproducción con el Teatro Real de Madrid, el Teatro Español y el Teatre Lliure.

La Mejor Nueva Producción Latinoamericana es para el Gran Teatro de Lima por Alzira, de Verdi, una coproducción del Ministerio de Cultura de Perú con ABAO (Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera) y la Ópera Royal de Wallonie (Liége, Bélgica).

El jurado de la segunda edición de los Premios Ópera XXI está integrado por los periodistas especializados Eva Sandoval (RNE, Radio Clásica), Jesús Ruiz Mantilla (El País), Maricel Chavarría (La Vanguardia), Gonzalo Alonso (La Razón), José Luis Jiménez (ABC); por el crítico y codirector de la revista especializada Platea Magazine, Alejandro Martínez, y el director de la revista Ópera Actual, Fernando Sans Rivière, así como los críticos internacionales Richard Martet (Opéra Magazine) y Victoria Stapells (Opera Magazine UK), además de por Andrés Rodríguez (vicepresidente de OLA, Ópera Latinoamérica). Todos ellos son expertos de reconocido prestigio nacional e internacional y con un profundo conocimiento de la actividad lírica nacional actual. Estuvieron también presentes en las deliberaciones Oriol Aguilà, presidente de Ópera XXI y director del Festival Castell de Peralada; José Monforte, secretario de la Asociación y director general del Palau de les Arts Reina Sofía (Valencia), y Nieves Pascual, coordinadora de los premios.

Tratro Real

La peqeña cerillera en el Teatro Real

El Teatro Real quiere proponer a su público más joven y familiar un viaje de invierno inspirado en el cuento de Hans Christian Andersen La pequeña cerillera, cuya bella y emotiva historia ambientada en la última noche del año podrá verse en la Sala Gayarre entre el 23 y el 29 de diciembre.

Partiendo de la historia original, se construye un relato navideño en el que mientras todos compran regalos y manjares, una niña da rienda suelta a su imaginación emprendiendo un viaje en tren que le deparará hilarantes momentos con un torpe revisor y un mágico encuentro con un pasajero, que no es otro que  el propio Andersen.

Entre guiños cómplices y sonrisas, situaciones disparatadas, y algún momento conmovedor, La pequeña cerillera dejará un mensaje reivindicador del derecho de los niños a disfrutar de una infancia que no esté amenazada por el hambre, el maltrato o la indiferencia. Un mensaje de solidaridad que nos impulsará a mirar tras las deslumbrantes luces de la Navidad.

El espectáculo cuenta con la colaboración de los músicos Alexis Delgado, director musical y pianista, y Silvia Romero Ramos, violinista, para la interpretación de la música de César Franck, que acompaña el relato. Ellos serán la banda sonora de una historia protagonizada por Uxía González, la pequeña cerillera; Manu Rodríguez, el desbaratado revisor, y Joseba Pinela, el misterioso pasajero Andersen.

LA PEQUEÑA CERILLERA

Producción del Teatro Real

Inspirado en el cuento homónimo (1845) de H.C. Andersen

Música de César Franck (1822-1890)

Niños a partir de 4 años. Sala Gayarre

EQUIPO ARTÍSTICO

Guión y puesta en escena | Rita Cosentino

Director musical y pianista I Alexis Delgado

Violinista I Silvia Romero Ramos

Escenógrafo | Ricardo Sánchez Cuerda

Dibujante | Jorge Arranz

Figurinista | Tiziana Magris

Iluminadora I Lía Alves

Editor de las proyecciones I Iñaki García

La Niña | Uxía Gonzalvo

Andersen | Joseba Pinela

Revisor | Manu Rodríguez

Fotografía: Javier del Real

Electra en el Teatro Real

El Teatro Real despedirá los últimos días del año en compañía del Ballet Nacional de España, que ofrecerá cuatro únicas funciones, los días 28, 29 y 30 de diciembre, de su espectáculo Electra, creado por el coreógrafo Antonio Ruz, con la colaboración de Olga Pericet.

Este espectáculo conmovedor ahonda en diferentes lenguajes de la danza, dando vida a la tragedia clásica con una visión original y contemporánea inspirada en nuestro imaginario popular, que contará con la desgarradora voz de la cantaora Sandra Carrasco, arropada por la Orquesta Titular del Teatro Real dirigida por Manuel Coves.

Se alternarán en el papel protagonista las bailarinas Inmaculada Salomón y Miriam Mendoza, quienes, junto al resto del elenco, compartirán escenario con Antonio Najarro, director de la compañía hasta septiembre del presente año, que dará vida a Egisto en todas las funciones.

Electra, una de las apuestas más ambiciosas del BNE, tanto desde el punto de vista conceptual como artístico, ha contado con la participación de grandes nombres de la escena española como Alberto Conejero, responsable de la dramaturgia; Paco Azorín, en la concepción escénica;  Rosa García Andújar, en el diseño de vestuario, y Olga García, en la iluminación.

Antonio Ruz, uno de los grandes creadores coreográficos de nuestro país, ha profundizado en sus raíces para interpretar el mito griego. Partiendo de la identidad cultural mediterránea aúna disciplinas como el flamenco, la danza española y el baile contemporáneo, en una amalgama de movimientos que viven y conviven con la luz, el lenguaje de las telas que arropan a los bailarines, y el espacio, completando un espectáculo único donde todo es necesario.

En Electra, el cuerpo de baile se convierte en un personaje más, tratando de “devolver a la danza y al coro el lugar que imaginamos ocupaban en las tragedias clásicas”, explica Ruz. Por momentos, el baile y la palabra nos recuerdan el mundo lorquiano,  historias de destino y de venganza, enriquecidas por la música de Pablo Martín Caminero, Moisés P. Sánchez y Diego Losada.

 A lo largo de cuatro funciones, los días 28, 29 (dos funciones, a las 17.00 h y a las 20.30 h) y 30, el Ballet Nacional de España será el gran protagonista en el escenario del Teatro Real y con él despediremos el año y una década en la que hemos bailado juntos.

Ricardo Fernández

El próximo sábado, 14 de diciembre, en el salón de Baile del Teatro Real, el cantaor y guitarrista Ricardo Fernández del Moral rendirá homenaje a la historia y los artistas del flamenco a través de las distintas disciplinas de este arte universal, con un espectáculo que hará un recorrido desde la vertiente más clásica y tradicional hasta las adaptaciones de canciones actuales y la música popular.

En su paso por el Festival Internacional del Cante de Las Minas de La Unión en 2012, Ricardo Fernández del Moral logra alzarse con cinco primeros premios: Malagueña, Taranta, Soleá, Toná y Minera, incluida la “Lámpara Minera”. Su arte es música pura, un don innato al que se le añaden condiciones, compás, belleza tímbrica, sentido de la frase musical y conocimiento de los estilos.

Versión Flamenca contará con la participación especial de la bailaora Mónica Iglesias, premio “El Desplante” en el Concurso Internacional del Cante de las Minas 2018, cuya brillante trayectoria profesional comienza en las compañías de Joaquín Cortés, Aída Gómez, y Rafael Estévez & Nani Paños. Colabora con Carlos Saura en el proyecto “Flamenco Hoy”, ha formado parte del Ballet Flamenco de Andalucía bajo la dirección de Rubén Olmo y, posteriormente, se convierte en primera bailarina de la Fundación Antonio Gades, en la que interpreta el papel principal de la obra “Carmen”. Poco después se incorpora al Ballet Nacional de España bajo la dirección de Antonio Najarro.

Completan el elenco los palmeros José Jurado y Miguel Vallés, ambos con una amplia experiencia y cuya presencia es demandada por grandes artistas del mundo del flamenco.

A las 19:00 horas se abrirán las puertas de la Calle Felipe V y a las 19:30 horas los asistentes serán recibidos con la degustación de un vino español de la bodega Juan Gil, colaborador de Flamenco Real desde su lanzamiento. La actuación tendrá lugar a las 20.00 horas y al término de la misma, los espectadores que deseen podrán disfrutar de la compañía de los artistas y acercarse así, de manera personalizada, al mundo del flamenco.

El Teatro Real presentará, entre el 30 de noviembre y 20 de diciembre, 14 funciones de Il pirata, de Bellini, en una nueva coproducción del Teatro Real y el Teatro alla Scala de Milán.

Fue precisamente en este templo de la lírica milanés donde tuvo lugar el estreno de la partitura en 1827. Vincenzo Bellini (1801-1835), entonces con 26 años, tenía ya dos óperas en su haber, estrenadas ambas en Nápoles, pero el éxito de Il pirata le abrió las puertas a una prolija y genial carrera como compositor operístico, segada por su prematura muerte en París, con apenas 34 años.

Con Il pirata, Bellini inicia una fecunda comunión artística con Felice Romani (1788-1865), poeta y dramaturgo de gran notoriedad que firmaría el libreto de siete de sus diez óperas, incluyendo la célebre Norma.

Romani parte del drama gótico Bertram, or The Castle of Saint Aldobrand  del escritor irlandés Charles Maturin (1782-1824) y crea un libreto de oscura, tempestuosa y fatalista savia romántica, con un trío amoroso en el que suspiran por el amor de Imogene su antiguo amante Gualtiero ─un noble arruinado, impetuoso y apasionado transformado en pirata─; y su esposo y padre de su hijo, al que desposó para salvar la vida de su progenitor, y al que debe obediencia y fidelidad.

El trágico final, con el asesinato del marido, la expiación del amante y la catártica locura de la desventurada heroína, dejan antever el germen del gran melodrama romántico, que también esboza Bellini en su música, de profundo aliento melódico, fuertes contrastes expresivos y un afán por engarzar y articular los recitativos, arias, caballetas, dúos y coros, en pro de la fluidez dramatúrgica de la trama.

Esta misma preocupación traspasa toda la música, que intenta sublimar sentimientos y pasiones hiperbólicos a través de una escritura vocal endiablada, sobre todo para los dos protagonistas: Gualtiero, que posee ya las contradicciones de un héroe byroniano, debe aunar vocalmente un canto elegíaco, la valentía áulica y el virtuosismo intrépido; e Imogene, abnegada esposa y madre, debe sofocar su amor corrosivo hasta la explosión de la locura y la ensoñación, alternando largas y excelsas melodías con saltos interválicos que expresan permanentemente su lucha interior y contrastes anímicos.

Quizás la extrema dificultad de ambos papeles haya contribuido al letargo de esta ópera durante casi un siglo, hasta que en 1958 Maria Callas interpretara a Imogene en La Scala, al lado de Franco Corelli y Ettore Bastianini, que no estaban, sin embargo, a su altura. Algunos años después Montesarrat Caballé ha cogido el testigo, concediendo a la trágica y desquiciada heroína de Callas un canto cristalino y casi sobrenatural, poético y estilizado, con sus inconfundibles y larguísimos fiati.

En la esta nueva coproducción de Il pirata, Emilio Sagi rehúye cualquier aproximación realista al libreto, creando un marco pictórico y simbólico adaptado a la dramaturgia de cada escena, para que fluya musicalmente el devenir trágico de los personajes, desprovistos de todos los artificios.

La ópera se ofrecerá por primera vez en el Teatro Real con tres distintos tríos protagonistas: los tenores Javier Camarena, Celso Albelo y Dmitry Korchak en el rol titular de Gualtiero; las sopranos Sonya Yoncheva, Yolanda Auyanet y Maria Pia Piscitelli como Imogene; y los barítonos George Petean, Simone Piazzola y Vladimir Stoyanov como Ernesto. Estarán secundados por el tenor Marin Yonchev (Itulbo), el bajo Felipe Bou (Goffredo) y la soprano María Miró (Adele).

Maurizio Benini, gran experto en el repertorio lírico italiano, que en el Real ha dirigido Tosca (2004), L’elisir d’amore (2006) e Il trovatore (2019), volverá a colocarse al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real debutando una partitura que poco a poco recupera el lugar que le corresponde, más allá del virtuosismo y belleza de sus melodías.

Fotografía: Javier del Real

El Teatro Real amplia y diversifica la oferta nacional e internacional de producción audiovisual con la creación de una nueva plataforma digital que, bajo el nombre de My Opera Player, permitirá a los amantes de la ópera, la danza y la música clásica acceder a un mayor número de títulos tanto de producción propia como de otras instituciones asociadas.

Este proyecto cuenta con la participación de importantes teatros de ópera, como el Gran Teatre del Liceu, el Gran Teatro Nacional de China, el Colón de Buenos Aires o el Teatro del Bicentenario (San Juan, Argentina), que aportarán a la videoteca sus producciones más importantes, y a los que se sumarán más instituciones en los próximos meses.

La iniciativa contará también con la colaboración de Radiotelevisión Española, que dará acceso, a través de My Opera Player, a su extenso archivo histórico musical en el que estarán incluidas, además de las óperas del Teatro Real que fueron grabadas y retransmitidas desde su reapertura en 1997, inolvidables momentos únicos de la historia de la música.

Para esta nueva apuesta de divulgación cultural, el Teatro Real ha contado con el patrocinio y desarrollo tecnológico de Teléfonica, Endesa y Samsung, que han transformado el existente Palco Digital en un nuevo punto de encuentro con los artistas y creadores más importantes del momento en títulos de ópera, danza, conciertos y espectáculos infantiles y juveniles.

My Opera Player comienza ahora su camino con una amplia videoteca que ampliará su oferta en el futuro con lanzamientos mensuales de nuevos títulos, documentales y contenidos complementarios a las obras disponibles. La plataforma, a la que se accederá bajo demanda –para un solo título o en las diversas modalidades de suscripción- permitirá al usuario disfrutar de contenidos en la más alta calidad, con determinados títulos en 4k, seleccionar el idioma de los subtítulos o crear sus propias listas de favoritos.

La colaboración de Telefónica, como mecenas principal del Teatro Real, se ha focalizado en la creación de un nuevo ecosistema digital, en el que se ha optimizado la experiencia para los aficionados a la ópera en todos los canales digitales del Teatro.

En estos años, Telefónica ha ampliado el número de funcionalidades y servicios de la web, reforzando el carácter interactivo y la comunicación con los usuarios. De este modo ha permitido crear un catálogo de productos mucho más amplio- abarcando diferentes tipo de música-  y accesible,  con servicios más ajustados a las preferencias de los seguidores de esta institución.

Un paso más dentro de este proyecto global para dotar al Real de un novedoso ecosistema digital, es My Ópera Player, que permitirá acercar una nueva experiencia audiovisual a todos los aficionados.

El apoyo a la cultura y su desarrollo representan para Samsung un pilar fundamental dentro de su estrategia de Tecnología con Propósito. Samsung y el Teatro Real comienzan a colaborar en 2015, apostando por el desarrollo conjunto de proyectos digitales como la producción y distribución de contenidos bajo demanda a través de Smart TV, así como la divulgación de la ópera a nuevos públicos.

Dentro de su colaboración durante estos años, destaca la puesta en marcha de herramientas digitales como la aplicación Teatro Real Virtual, con contenidos 360º, Teatro Real Junior para acercar la opera a las nuevas generaciones o la digitalización de diferentes áreas del edificio del Teatro Real. Ahora, gracias a ‘My Opera Player’ disponible en exclusiva en Samsung Smart TV, personas de todo el mundo pueden acceder fácilmente a algunos de los contenidos artísticos más exclusivos de prestigiosos teatros internacionales. Entre estos contenidos se incluye la opera Street Scene en 4K que los usuarios de Samsung Smart TV podrán disfrutar de forma gratuita.

Endesa es uno de los principales mecenas del Teatro Real y, desde hace más de una década, colabora con la institución prestando especial apoyo a su plataforma audiovisual y a la retransmisión de grandes títulos de ópera, contribuyendo al fomento y divulgación de la cultura.

El próximo sábado, 16 de noviembre, se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Flamenco, una fecha que conmemora la declaración del Flamenco Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, al ser considerado una manifestación cultural de carácter universal, y a la que el Teatro Real se suma con sus actuaciones en el Salón de Baile.

Para celebrar este día, tendrá lugar este viernes, 15 de noviembre, a las 20.30 horas, en el Salón de Baile del Teatro Real, la actuación de la bailaora malagueña Luisa Palicio quien, con su espectáculo Mía, tercero de los que conforman el ciclo Flamenco Real, hará un recorrido por los principales palos del flamenco, con por Jesús Rodríguez a la guitarra y Manuel Romero y Ana Gómez, al cante.

Mía es un espectáculo flamenco cargado de elegancia y feminidad, un baile de raíz antigua, de ejecución clásica y en el que el cuerpo de la mujer se convierte en absoluto protagonista. Luisa Palicio pasea por los bailes acompañada de los diferentes complementos, a los que mantiene vivos con su estilo:  mantón, abanico, bata de cola…

Hace justo un año daba comienzo el ciclo Flamenco Real, una programación dedicada al cante y el baile para divulgar el patrimonio artístico español a través de artistas consagrados y jóvenes promesas, bajo la dirección artística y producción de SO-LA-NA. De los 18 espectáculos de la temporada anterior se ha pasado a 30 en la presente, con actuaciones los viernes, en una muestra del respeto e interés que el Teatro Real dedica a este arte.

Sobre el ciclo Flamenco Real

El público puede acceder al Salón de Baile del Teatro Real a partir de las 20.30 horas, horario en que se abre la puerta de la Calle Felipe V.

Entre las 20.30 y las 21.00 horas los asistentes son recibidos con la degustación de un vino español de la bodega Juan Gil, colaborador de Flamenco Real desde su lanzamiento. La actuación tendrá lugar a las 21.00 horas y al término de la misma, los espectadores que lo desean pueden disfrutar de la compañía de los artistas y acercase así, de manera personalizada, al mundo del flamenco. Las empresas patrocinadoras de Flamenco Real en su segunda edición son: Grupo Ership, Herbert Smith Freehills, Juan Gil, Leader Land y Grupo Index, junto a otras grandes empresas que se incorporarán como patrocinadores a lo largo de la temporada.

Sobre los intérpretes de Mía

Luisa Palicio. Licenciada en Coreografía e Interpretación de Danza Flamenca por el Conservatorio Superior de Danza de Málaga, ha sido discípula de Milagros Mengíbar desde los 13 años de edad. Sus dotes artísticas abarcan el baile clásico español, la danza clásica y el baile contemporáneo, pero sin duda su especialidad en el baile Flamenco es la bata de cola.

A lo largo de su trayectoria profesional ha sido Premio Nacional de Baile por Alegrías de La Perla de Cádiz. Fue Artista Revelación de la XIV Bienal de Flamenco de Sevilla (2006) y su baile se caracteriza por la fidelidad a la Escuela Sevillana. Ha sido galardonada también con el premio de la crítica otorgado por la Asociación Nacional de Críticos e Investigadores de Flamenco.

Entre sus espectáculos propios destaca ‘Sevilla’, por el que obtuvo el Premio Revelación del Festival de Jerez 2015. Ha colaborado como artista invitada del prestigioso bailaor y coreógrafo Rubén Olmo.

Jesús Rodriguez (Mairena de Alcor, 1993). Tranquilidad y madurez definen a este guitarrista de tan solo 26 años, hijo de Naranjito de Triana. Educado con grandes maestros como Eduardo Rebollar o Pedro Sánchez, el sonido y el toque clásico son las señas de identidad de su arte..

Ana Gómez (Arcos de la Frontera, 1982). Posee un gran dominio de los Cantes a Compás. Ha compartido escenario con artistas de la talla de Chano Lobato, Aurora Vargas, Pansequito, La Macanita o el Capullo de Jerez.

Manuel Romero (Sevilla 1980). Cantaor ganador del concurso Antonio Mairena, ha intervenido en la Bienal de Flamenco de Sevilla, y ha acompañado a renombrados bailaores como Javier Barón, Milagros Mengibar, Alberto Selles o Eli Parrilla.

Fotografía: Félix Vázquez

Desde su debut en el Teatro Real en 2014, Javier Camarena ha conquistado al público de Madrid interpretando tres óperas de Gaetano Donizetti de muy distinto perfil dramatúrgico y vocal ─La fille du régiment, La favorite y Lucia di Lammermoor─, y una de Vincenzo BelliniI puritani, los dos más grandes compositores belcantistas, que permiten al tenor mexicano exhibir las inmensas posibilidades de su arte: una voz de gran amplitud, belleza y plasticidad, un fraseo lleno de expresividad, un impresionante virtuosismo y agilidad vocales y una musicalidad innata y natural.

Vuelve ahora Camarena, una vez más, con sus dos compositores fetiche y dos papeles muy distintos: el ingenuo y enamorado Nemorino en la dinámica producción de L’elisir d’amore, de Donizetti, concebida por Damiano Michieletto; y el pasional, fogoso, irreverente y vengativo Gualtiero en el tenebroso drama Il pirata, de Bellini, que estará en escena en el Real entre los días 30 de noviembre y 20 de diciembre.

Entre estos universos dramatúrgicos antagónicos, Javier Camarena ofrecerá un programa de melodismo e intensidad mediterráneos en la Gran Gala 2019 del Teatro Real, el próximo 13 de noviembre, junto al pianista Ángel Rodríguez, dedicado a arias y canciones italianas y en la que no faltará, en la segunda parte, un guiño a la zarzuela española.

GRAN GALA 2019 DEL TEATRO REAL

PROGRAMA

Giacomo Carissimi (1605–1674)

Vittoria, mio core

Tommaso Giordani (C.1730–1806)

Caro mio ben

Giovanni Battista Bononcini (1670–1747)

Per la gloria d’adorarvi…

Vincenzo Bellini (1801–1835)

Malinconia, ninfa gentile

Gaetano Donizetti (1797-1848)

L’ora del ritrovo

Gioachino Rossini (1792–1868)

La danza

Ricciardo e Zoraide: ‘S’ella m’è ognor fedele… qual sarà mai la gioia’

Gaetano Donizetti (1797-1848)

L’elisir d’amore: ‘Una furtiva lagrima’

Vincenzo Bellini (1801–1835)

Il pirata: ‘Nel furor delle tempeste… per te di vane lagrime’

Gerónimo Giménez (1854-1923)

Las bodas de Luis Alonso: Intermezzo

Jacinto Guerrero (1895-1951)

El huésped del sevillano: ‘Mujer de los ojos negros’

BIOGRAFÍAS
Javier Camarena

Nacido en Xalapa, este tenor mexicano estudió con la mezzosoprano Cecilia Perfecto en la Universidad Veracruzana y se graduó con Hugo Barreiro y Maria Eugenia Sutti en la Universidad de Guanajuato. Premiado en los concursos Carlo Morelli 2004 y Francisco Viñas 2005, ingresó en el International Opera Studio de Zúrich antes de iniciar una carrera que le ha llevado a los principales escenarios del mundo y en la que ha trabajado con directores de orquesta como Claudio Abbado, Marco Armiliato, Maurizio Benini, Bruno Campanella, Daniele Gatti, Fabio Luisi, Zubin Mehta, Evelino Pido y Franz Welser-Möst. Recientemente ha cantado Ernesto de Don Pasquale en el Palais Garnier de París, Nadir de Les pêcheurs de perles en el Palacio Euskalduna de Bilbao, Edgardo de Lucia di Lammermoor en la Bayerische Staatsoper de Múnich, Tonio de La fille du régiment en la Royal Opera House de Londres y Arturo de I puritani en la Opéra Bastille de París. En el Teatro Real ha cantado en La fille du régiment (2014), I puritani (2016), La favorite (2017) y Lucia di Lammermoor (2018).

Ángel Rodríguez

De origen cubano y radicado en México, este pianista y compositor estudió piano con Gonzalo Gutiérrez, dirección de orquesta con Gonzalo Romeu y repertorio vocal con Enrique Jaso y Kamal Khan. A lo largo de sus más de tres décadas de carrera ha sido pianista de Ramón Vargas, Rolando Villazón, Javier Camarena, Nadine Sierra, Joseph Calleja, Pretty Yende, Verónica Villarroel, Ailyn Pérez, Alfredo Daza, Kate Lindsey, Arturo Chacón y José Bros, con quienes ha actuado en espacios como el Palacio de Bellas Artes de México, el Teatro Real de Madrid, las Termas de Caracalla en Roma, la Konzerthaus de Berlín, el Kennedy Center de Washington, el Harris Theater de Chicago, la Opernhaus de Zúrich y los Rosenblatt Recitals de Londres. Como pianista de la Ópera de Cuba y de la Ópera de Bellas Artes, ha trabajado con Plácido Domingo, Luciano Pavarotti y Anna Netrebko. Actualmente imparte clases magistrales y talleres en México, y preside el Colegio de Arte Vocal, institución especializada en el arte del canto de la cual es fundador.

GALA BENÉFICA

Toda donación procedente de la Gran Gala 2019 del Teatro Real irá destinada al Programa Social ─del que forma parte El Real Junior y que introduce a los más jóvenes a la ópera─, y también al Aula Social, que atiende a más de cien menores procedentes de la Fundación ANAR, Fundación de Síndrome de Down Madrid, Federación Autismo Madrid, Federación Española de Padres de Niños con Cáncer, Fundación Víctimas del Terrorismo (niños), Acción Social por la Música y Ayuda en Acción, asociaciones, todas ellas, sin ánimo de lucro.

EMBAJADORES DE LA GALA

José Bogas, Demetrio Carceller, Alfonso Cortina, Jesús Encinar, Juan Pedro Moreno, Juan Antonio Pérez Simón, Isabel Preysler, Helena Revoredo, Pilar Solís-Beaumont.

El próximo sábado, 9 de noviembre, la programación de El Real Junior llegará la sala principal del Teatro Real  para ofrecer el estreno de la premiada producción Acróbata y Arlequín, de la compañía granadina La Maquiné, inspirado en la etapa rosa de Pablo Picasso, durante la cual el pintor se sintió fascinado por el mundo del circo.

Se ofrecerán cuatro funciones los días 9 y 10 de noviembre en sesiones matinales, a las 11.00 h y a las 13.00 horas, de una hora de duración, para toda la familia.

La Maquiné regresa al Teatro Real con su inconfundible lenguaje plástico en el que actores, títeres, proyecciones audiovisuales, sombras  y objetos dan lugar a un espectáculo sencillo, diferente y mágico, en el que la música de los compositores franceses Erik Satie (1866-1925) y Francis Poulenc (1899-1963), con la interpretación al piano de Daniel Tarrida y el canto de Noé Lifona, acompañan la narración.

Acróbata y Arlequín, galardonado con el Premio Feria de Castilla y León al Mejor Espectáculo Infantil y Familiar y con el Premio al Mejor Concierto Pedagógico de FestClásica (Asociación Española de Festivales de Música Clásica),  tratará de transmitir a todos, grandes y pequeños,  el buen trato a los animales, el respeto, la honestidad y la solidaridad como normas fundamentales para la convivencia.

Un joven vagabundo llamado Pablo comienza a trabajar como ayudante en un circo que acaba de llegar a la ciudad. En la trastienda, mientras sueña en convertirse en uno de los artistas que brillan bajo la carpa, aprenderá a respetar y cuidar a los animales, a integrar las diferencias y descubrirá un mundo mágico donde todos viven en armonía.

Joaquín Casanova y Elisa Ramos, fundadores de La Maquiné, son los responsables de la dramaturgia y  la concepción escénica – escenografía, iluminación, proyecciones, títeres, máscaras y objetos- de esta historia para la que han contado con la colaboración de José López-Montes en la adaptación y arreglos musicales y la participación en escena de los actores Alejandro Conesa, Elisa Ramos y Natalia Calles.

El Real Junior, programa pedagógico del Teatro Real, se encuentra en su decimoctava temporada de divulgación de la música para públicos familiares. En esta ocasión, Acróbata y Arlequín constituye el segundo de siete espectáculos infantiles que se complementan con los talleres ¡Todos a la Gayarre!.

Fotografía: La Maquiné

El Teatro Real ofrecerá, entre los días 29 de octubre y 12 de noviembre, 12 funciones de su divertida producción de L’elisir d’amore presentada en 2013 con una entusiasta acogida del público.

En esta ocasión, la producción concebida por Damiano Michieletto -con algunas modificaciones introducidas en la escenografía de Paolo Fantin– tendrá dirección musical de Gianluca Capuano, que ofrecerá una lectura más historicista y cercana a los preceptos interpretativos decimonónicos.

Cuando, en 1832, Gaetano Donizetti (1797-1848) recibió el precipitado encargo de escribir una ópera en apenas 15 días para suplir un hueco en la programación del Teatro della Cannobiana de Milán, tenía 34 años y 36 óperas en su haber, incluyendo algunos grandes éxitos, como Anna Bolena.

Su trágica y azarosa vida ya le había dado muchos golpes –la muerte de su esposa y de sus tres hijos-, pero su ingente producción operística seguía creciendo a un ritmo abrumador, que solo la locura ralentizó, ya en el tramo final de su corta existencia, cegada por la sífilis.

Partiendo de la ópera Le Philtre, de Auber, el famoso libretista Felice Romani, con el que Donizetti ya había trabajado en varias obras, pergeñó velozmente un texto fluido y muy bien articulado, ideal para el ímpetu creativo del compositor.

Nace así una verdadera obra maestra, de portentosa inspiración, entre la comedia y el drama, la simplicidad y la hondura, la ópera buffa y la romántica, la parodia y la melancolía… y a medio camino entre Rossini y Bellini. Unos personajes arquetípicos inspirados en la commedia dell’arte, que crecen con el aliento melódico y dramatúrgico de la música de Donizetti, de grandísima eficacia en el desarrollo de la acción.

Damiano Michieletto traslada la trama de la ópera de la campiña vasca a la animada costa mediterránea, donde el ambiente estival propicia la seducción, la fiesta y el vicio. Ahí, la avispada Adina regenta un chiringuito donde merodea su torpe enamorado Nemorino. Dulcamara, ingenioso charlatán, trapichea con drogas y brebajes. Y en la entretenida vida costera no faltan los marineros en busca de diversión, capitaneados por Belcore, el típico “chulo playero”.

En la interpretación de estos peculiares personajes se alternarán Brenda Rae y Sabina Puértolas (Adina); Rame Lahaj y Juan Francisco Gatell (Nemorino); Alessandro Luongo y Borja Quiza (Belcore), Erwin Schrott y Adrian Sâmpetrean (Dulcamara). Javier Camarena interpretará el papel de Nemorino en la función del 9 de noviembre, antes de su actuación en la Gala del 13 de noviembre y del inicio de los ensayos de Il pirata, de Vincenzo Bellini.

L’elisir d’amore  ha sido una de las producciones más queridas del público del Real desde el siglo XIX. Subió a su escenario por primera vez en 1851, un año después de la inauguración del Teatro, y desde entonces se ha representado más de 80 veces, incluyendo esta coproducción del Teatro Real y del Palau de les Arts de Valencia, que ahora se repone, 6 años después de su estreno en Madrid.

Fotografía: Javier del Real

El próximo viernes, 25 de octubre, el Teatro Real inaugura la segunda temporada de Flamenco Real con el espectáculo Recital, protagonizado por el bailaor Marco Flores, el guitarrista Jesús Núñez y la cantaora Mercedes Cortés, que unen sus talentos individuales en una honda y sorprendente simbiosis artística que potencia el arte de cada uno de ellos.

Discípulo de Canales y Javier Latorre, con tan sólo 18 años Marco Flores (Arcos de la Frontera, 1981) ya trabajaba en la compañía de Sara Baras, hasta que en 2004 codirige y coproduce varios espectáculos junto a Manuel Liñán y Olga Perice.  Posteriormente crea su propia compañía, logrando grandes éxitos en todo el mundo. En 2007 es laureado con 4 grandes premios en el Concurso Nacional de Córdoba; en 2012 obtiene el Premio de la Crítica especializada del Festival de Jerez y este año de 2019 ha sido galardonado con el Premio Ojo Crítico de Danza, de RNE.

Jesús Núñez (Puerto de Santa María, 1980) inseparable de Pitingo y muy activo al lado de artistas como Sara Baras, Rancapino, María Toledo, Alejandro Sánz o El Barrio, logra con su guitarra una perfecta armonía con el cante personal y quejumbroso de Mercedes Cortés (Sant Adriá de Besos, 1976), de enorme plasticidad y hondura.

Esta segunda edición de FLAMENCO REAL es un homenaje a la gran bailaora, coreógrafa, actriz y maestra Cristina Hoyos, musa de la danza española en los últimos 50 años. Su influencia se podrá percibir en varios de los bailaores que participarán en la programación del ciclo.

El Salón de Baile volverá a acoger los espectáculos de Flamenco Real a lo largo de toda su temporada, enriqueciendo ese espacio mítico con el patrimonio artístico español, en el marco de la política de apertura del Teatro Real a estilos y lenguajes diversos, fomentando el diálogo entre diferentes formas de expresión.

El público podrá acceder al Salón de Baile del Teatro Real a partir de las 20.30 horas, horario en que se abrirá la puerta de la Calle Felipe V.

Entre las 20.30 y las 21.00 horas los asistentes serán recibidos con la degustación de un vino español de la bodega Juan Gil, colaborador de Flamenco Real desde su lanzamiento. La actuación tendrá lugar a las 21.00 horas y al término de la misma, los espectadores que deseen podrán disfrutar de la compañía de los artistas y acercase así, de manera personalizada, al mundo del flamenco. Las empresas patrocinadoras de Flamenco Real en su segunda edición son: Grupo Ership, Herbert Smith Freehills, Juan Gil, Leaderland y Grupo Index, junto a otras grandes empresas que se incorporarán como patrocinadores a lo largo de la temporada.

Fotografía: Paco Villalta

Tras las voces del Don Carlo y los pasos de Giselle, el Teatro Real inaugura ahora la programación de El Real Junior, dedicada al público infantil, juvenil y familiar, con la que quiere crear un camino de apertura o iniciación de los niños y niñas al mundo musical y artístico, despertando su curiosidad y propiciando momentos para compartir con su entorno.

El próximo 19 de octubre, un día antes en función escolar, abrirá la temporada Mi amigo el monstruo, una producción de la Compañía Clair de Lune, inspirado en la novela Frankenstein de Mary Shelley, que hace una adaptación para títeres de sombra y actores que interpretarán la trama delante y detrás de la pantalla.   En paralelo al estreno de este título, la Fundación SGAE realizará en la sala Berlanga dos sesiones cinematográficas sobre la figura de estos seres con la proyección de las películas Un monstruo viene  a verme, de José Antonio Bayona, el sábado 26 de octubre, y Handía, de Jon Garaño y Aitor Arregui, el sábado 2 de noviembre, ambas a las 17.00 h.

A través de diferentes expresiones artísticas -títeres, cuentos musicales, proyecciones, cine, ópera y circo- con  un enfoque lúdico, y con la música en el centro de cada historia, se contarán cuentos y fábulas cuyo contenido será vehículo transmisor de valores y conocimientos  con los que los pequeños pueden componer su propia visión del mundo.

La actividad de El Real Junior convertirá esta temporada la Sala Gayarre en el corazón de su actividad, proporcionando a los espectadores cercanía y complicidad con los artistas. En ella tendrán lugar cuatro de los siete espectáculos programados: Mi amigo el monstruo (títeres), La pequeña cerillera (cuento musical de novedad), Cine antiguo con músicas nuevas (cine mudo con música en vivo) e Historia de Babar, el pequeño elefante (cuento musical).

La Sala de Orquesta, uno de los lugares emblemáticos del Teatro, con vistas al hermoso atardecer de la ciudad, se dejará invadir por la noche y en su oscuridad un Piano de otros mundos será el hilo conductor de una historia que transitará de Wagner a Pink Floyd.

Tras el telón rojo de la sala principal se esconderán  Acróbata y arlequín (ópera y circo) y el último espectáculo de la temporada, en el mes de mayo, en el que la maestra Lucía Marín se colocará al frente de la Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid para interpretar obras del Beethoven más apasionado en un concierto didáctico conducido por el humor y el ingenio de Luis Piedrahita bajo el título ¡Alabín, alabán, a la Ludwig van! ¡Beethoven, Beethoven y nadie más!

El ciclo de  talleres familiares ¡Todos a la Gayarre! que, con periodicidad mensual, realiza una introducción musical, desenfadada y entretenida, en torno a los grandes títulos del escenario principal, continuará un año más con la dirección y presentación de Fernando Palacios, con dieciocho citas dominicales entre los meses de octubre a junio.

El Teatro Real prosigue con su programa de colaboración con centros escolares de toda España, más allá de las funciones pedagógicas que tienen lugar en el propio teatro, con la retransmisión de espectáculos de El Real Junior en colegios de toda España, gracias a los acuerdos de colaboración suscritos con las comunidades autónomas (Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid y Murcia).

El próximo mes de mayo, la producción del Teatro Real La pequeña cerillera, inspirada en el cuento homónimo de H.C. Andersen, con guion y dirección de escena de Rita Cosentino, viajará a Badajoz  como una de las actividades que forman parte del convenio suscrito entre la Diputación de Badajoz y el Teatro Real para el fomento de la ópera en Extremadura.

Todos los espectáculos contarán, como es habitual,  con una Guía didáctica, accesible de forma gratuita a través de la página web del Teatro (www.teatro-real.es) para padres y profesores, en la que se ofrece información detallada del espectáculo  y, fundamentalmente, ejercicios prácticos para que los profesores y los padres ayuden a los pequeños a obtener una mirada más amplia sobre el mundo que van a conocer.

REAL JUNIOR – programación

MI AMIGO EL MONSTRUO

Basada en la novela Frankenstein, de M. Shelley 

Directora de escena: Francy Begasse |Autores, actores y marionetistas: Paulo Ferreira, Amanda Kibble

y Elise Dethier

Nueva producción en el Teatro Real

16 representaciones entre el 18 y 27 de octubre de 2019, funciones del 18, 23 24 y 25 sólo para colegios 

ACRÓBATA Y ARLEQUÍN

Música de Erik Satie y Francis Poulenc

Producción de La Maquiné en coproducción con la junta de Andalucía y con la colaboración del Gran Teatre del Liceu de Barcelona y Laboral ciudad de la cultura

Nueva producción en el Teatro Real

10 representaciones entre el 8 y 12 de noviembre, el 8, 11 y 12 sólo para colegios

LA PEQUEÑA CERILLERA

Inspirado en el cuento homónimo de H.C. Andersen, música de César Franck

Guionista y puesta en escena Rita Consentino Director Musical Alexis Delgado Violinista Marta Morán Escenógrafo Ricardo Sánchez Cuerda

Producción del Teatro Real

12 representaciones entre el 23 y el 29 de diciembre de 2019

CINE ANTIGUO CON MÚSICAS NUEVAS II

Películas de Buster Keaton con música de piano

Pianista Jean Jadin | Actores: Guy Cohen y Aarón Martín

Producción del Teatro Real

16 representaciones entre el 17 y 26 de enero de 2020. Los días 17,22,23 y 24 sólo para colegios

PIANO DE OTROS MUNDOS

Música de Richard Wagner, Gustav Holst, Claude Debussy, Serguei Prokofiev y Pink Floyd entre otros

Guión y presentación: Fernando Palacios, Pianista: Isabel Dombriz

Nueva producción del Teatro Real

6 representaciones entre el 21 de febrero y el 1 de marzo de 2020

HISTORIA DE BABAR, EL PEQUEÑO ELEFANTE

Cuento de J. Brunhof al que F. Poulenc puso música

Dirección escénica y narradora Ana Hernández-Sanchiz Dirección musical::: Miguel Huertas

Producción del Teatro Real

16 representaciones entre el 12 y 22 de marzo de 2020, 12, 13, 19 y 20 sólo para colegios

¡ALABÍN, ALABÁN, A LA LUDWIG VAN! ¡BEETHOVEN, BEETHOVEN Y NADIE MÁS!

Música de Ludwig Van Beethoven

Guión y presentación: Luis Piedrahita | Director musical: Lucía Marín

Nueva producción del Teatro Real

7 representaciones el 17, 23 y 24 de mayo, y el 20 y 21 sólo para colegios

¡TODOS A LA GAYARRE!

Talleres infantiles con dirección y presentación de Fernando Palacios.

Don Carlo
Giuseppe Verdi (1813-1901)
Ópera en cinco actos
Libreto de Joseph Méry y Camile du Locle, basado en la obra Don Carlos, infant von Spanien (1787) de Friedrich Schiller, traducida al italiano por Achille de Lauzières y Angelo Zanardini.
2 de octubre, Teatro Real de Madrid
D. musical: Nicola Luisotti
D. escena: David McVicar
Escenógrafo: Robert Jones
Figurinista: Brigitte Reiffenstuel
Iluminador: Joachim Klein
Coreógrafo: Andrew George
Dramaturgo: Maite Krasting
D. coro: Andrés Máspero
Reparto: Michele Pertusi, Andrea Caré, Simone Piazzola, Rafal Siwek, Fernando Radó, Ainhoa Arteta, Silvia Tró Santafé, Natalia Labourdette,
Moisés Marín, Leonor Bonilla, Mateusz Hoedt, Cristian Díaz,
David Sánchez, Francis Tójar, David Lagares y Luis López NavarroLas intrigas palaciegas de la corte española han sido siempre fuente de inspiración para escritores y músicos. Sobre todo aquellas alimentadas por la “leyenda negra” que llegaba principalmente de Inglaterra, la potencia rival de la corte española en aquel momento. Y a Friedrich Schiller, autor de la obra en la que se basa el libreto de Joseph Méry y Camille du Locle le interesó más la fabulada leyenda que la historia real.Verdi no escapó a esta fascinación. Interesado por el tema tras una visita al Escorial durante su estancia en Madrid, pensó que con Don Carlo podía responder al encargo de la Ópera de París para la celebración de la Exposición Universal de 1867. Una temática como esta era perfecta para el público de París, amante de la gran opéra francesa, con escenografías espectaculares y de gran intensidad dramática.Pero, a pesar del despliegue de medios durante su composición, Verdi no estaba satisfecho con el resultado. Introducía constantes modificaciones. Hasta tal punto, que la primera versión de Don Carlo nunca llegó a estrenarse. Tras el primer ensayo general y antes del segundo, la gran cantidad de modificaciones realizadas en la partitura desembocaron en una segunda versión, que fue la que se estrenó en 1867, conocida como “la versión de París”.Había llegado el momento de estrenar la ópera en Italia y, ni el gusto del público italiano, poco acostumbrado a obras casi interminables, ni la capacidad de los teatros, respondían a las exigencias de la versión parisina de Don Carlo. Verdi decidió entonces realizar un drástico recorte a la obra, cediendo así al pragmatismo italiano. Nació entonces la “versión de Milán” de 1884, en la que se prescinde de los ballets y del primer acto, el de Fontainebleau. Esta ha sido hasta la fecha, la versión más representada en España.En 1886 Verdi revisa de nuevo la obra. La supresión del primer acto dejaba algunos vacíos en la narrativa. Decidió entonces volver a incluir Fontainebleau. No en vano es en este acto en el que se plantea el tema principal de la obra, los sentimientos más íntimos de los personajes, frente a sus responsabilidades públicas. Nace entonces, “la versión de Módena”. La que recupera el Teatro Real en esta temporada.

La escenografía es abstracta, muy típica de David McVicar, del que recordamos su Vuelta de tuerca y la más reciente Gloriana, ambas de Britten. La reposición escénica ha estado a cargo de Axel Weidauer, que justifica la escenografía citando al autor del libreto, Friedrich Schiller: “los más bellos sueños son los que se tienen en la cárcel”. Y sin duda esta frase ha inspirado la escena hasta conseguir una atmósfera opresiva y claustrofóbica. Compuesta únicamente por estructuras de ladrillo gris cuyo ligero movimiento crea nuevos espacios en los que nada cambia. Solo algunos elementos simbólicos nos trasladan de escenario.

McVicar utiliza siempre el vestuario como elemento fundamental de contextualización de la obra. Su rigor histórico y el de los extraordinarios figurines de Brigitte Reiffenstuel son absolutamente evocadores del momento histórico que viven los personajes. Es un vehículo perfecto entre la historia que narra la obra y la moderna y ecléctica escenografía.

La dirección musical estuvo a cargo de Nicola Luisotti. Con él la orquesta suena a Verdi. A veces, demasiado. El volumen de sonido fue a menudo excesivo y algo farragoso. Quizá por eso los mejores momentos de la orquesta fueron aquellos que requerían mayor expresividad. Fue de menos a más en su dirección y supo mantener el pulso hasta el final. Consigue un buen nivel de teatralidad y una continuidad narrativa que facilita el trabajo de los cantantes.

El coro fue un elemento importante en la dramaturgia. Figurines perfectos y ese sonido conjunto que hace vibrar el corazón de toda la sala.

Las voces estuvieron encabezadas por el Don Carlo de Andrea Caré. También su actuación fue de menos a más. Comenzó con un seseo algo grosero que fue despejando, dando lugar a un buen fraseo que realzaba un hermoso y homogéneo timbre. Su expresividad, tanto vocal como escénica, fue casi inexistente.

La Isabel de Valois de Ainhoa Arteta estuvo a una gran altura. Su voz, siempre audible y timbrada, delineó un personaje sufrido en lo más íntimo y lleno de dignidad y solemnidad en su parte institucional, gracias, sobre todo, a su extraordinaria presencia escénica. Interpretó su Elisabetta con elegancia y musicalidad y brilló en las medias voces.

La siempre solvente Silvia Tró, supo darle a su Princesa de Eboli la distante frialdad que se le supone. Su registro mantiene un amplio recorrido que le permitió hacer frente a una tesitura aguda por momentos, pero también a los exigentes graves que acomete el personaje en “O don fatale”.

El Filippo II de Michele Pertusi tuvo sus mayores cualidades en la interpretación y el intencionado fraseo. Pero el volumen de su voz y unos graves insuficientes, desdibujaron en parte un personaje, que pide más rotundidad vocal y más profundidad psicológica

Algo parecido ocurrió con El gran inquisidor de Rafal Siwek. Su presencia en escena viste al personaje, pero resulta muy escaso en términos vocales.

Simone Piazzola dio vida a un Rodrigo con todas sus cualidades de lealtad y camaradería hacia su amigo, el Infante. Tuvo momentos de inspiración y fraseo con gusto, sobre todo en los dúos y en el momento de su muerte.

El Tebaldo de Natalia Labourdette quedó casi inédito. Entre el volumen de la orquesta y el de su voz, apenas pudimos escucharla.

A muy buen nivel estuvo la interpretación del fraile de Fernando Radó. Y los diputados flamencos de Mateusz Hoedt, Cristian Díaz, David S´nachez, Francis Tójar, David Lagares y Luis López Navarro.

Un correcto inicio de temporada con más espectáculo en el patio de butacas que en escena.

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real
Vídeos: Teatro Real

El próximo 10 de octubre el Teatro Real inaugurará su temporada de danza de la mano del prestigioso English National Balletdirigido en la actualidad por Tamara Rojo, que ofrecerá uno de los espectáculos que más han emocionado al mundo de la danza en los últimos años, la revisión que el coreógrafo Akram Khan ha hecho del clásico Giselle.

Desde su llegada al ENB, en 2012, Tamara Rojo ha centrado gran parte de sus esfuerzos en revitalizar el repertorio, buscando otras lecturas y nuevas emociones en los clásicos para mantenerlos vivos y cercanos al público de hoy. De este empeño personal, para el que ha contado con la colaboración de nombres de referencia y prestigio indiscutible, ha nacido esta Giselle, cuya propuesta ha cautivado al público de medio mundo y  conquistado a la crítica que ya la ha convertido en un espectáculo imprescindible en los escenarios internacionales.

Akram Khan, el gran coreógrafo de la actualidad, traslada la acción a nuestros días, en una fábrica de tejidos; allí nos sumerge en la penumbra de la desigualdad social y el abuso de poder, en un entorno marginal donde Giselle es una mujer, más fuerte y menos ingenua que en la trama original, viviendo un drama de amor en un ambiente hostil.

El compositor Vincenzo Lamagna crea su primer trabajo para un ballet, partiendo de la obra original de Adolphe Adam, recreando un ambiente casi cinematográfico, con una fuerte carga dramática, que dibuja sobre el sonido ese espectro industrial en el que tiene lugar la acción pensada por el coreógrafo. Lamagna ha contado con la colaboración del maestro Gavin Sutherland, responsable de la orquestación de esta nueva partitura, quien en las funciones que se ofrecerán en Madrid estará al frente de la Orquesta Titular del Teatro Real.

Para este innovador trabajo, Khan se ha rodeado de un equipo de colaboradores de lujo, como el escenógrafo y figurinista chino Tim Ying -ganador de un Oscar a la Mejor dirección Artística y de un BAFTA al mejor vestuario, ambos por la película Tigre y dragón (2000), de Ang Lee- y el iluminador británico Mark Henderson -ganador de un Premio Tony por The history Boys (2006), de Alan Bennett- , por citar sólo algunos.

Se ofrecerán cuatro funciones de Giselle entre los días 10, 11 y 12 de octubre, este último en sesión doble a las 17.00 y a las 21.00 horas, con la participación de Tamara Rojo en el estreno y en la última representación, quien se alternará en la interpretación de papel protagonista con las primeras bailarinas Erina Takahashi (día 11) y Alina Cojocaru (día 12 a las 17.00).

Tamara Rojo ha descrito a esta nueva Giselle como una mujer real, alejada de la fragilidad adolescente del personaje clásico. Aquí es madura, fuerte, trabajadora y luchadora, como muchas mujeres de las factorías ubicadas en el extrarradio de las grandes ciudades, pero también llena de esperanza. Lo que la mueve, y también lo que ve, es identificable por el espectador como una realidad cotidiana, manteniendo a la vez  la esencia y la magia del personaje que todos conocemos.

Los roles principales masculinos, Albrecht e Hilarión, estarán a cargo de James Streeter Jeffrey Cirio (10 y 12 a las 21.00h), Aitor Arrieta Erik Woolhouse (día 11) e Isaac Hernández Ken Saruhashi (12 a las 17.00).

El Teatro Real, en colaboración con el British Council y con la participación del English National Ballet,  ha organizado una masterclass única impartida por Loipa Araujo, directora artística asociada del English National Ballet, que tendrá lugar el próximo viernes 11 de octubre en la sala de ballet del Teatro Real, y ofrecerá a 40 participantes la posibilidad de participar en esta exclusiva sesión como parte del programa de talentos desarrollado por el British Council.

Como complemento a estas importantes representaciones, hoy martes, 8 de octubre, a las 20.15 horas, tendrá lugar en la Sala Gayarre del Teatro Real, una nueva sesión de Enfoques, en esta ocasión, en torno a Giselle y el English National Ballet, a cargo del crítico y escritor Roger Salas.

Giselle, de Akram Khan, y la emblemática compañía británica, se presentarán en el Gran Teatre del Liceu los días 22, 23, 24 y 25 (este último en sesión doble) el próximo mes de abril.

Fotografía: Jason Bell

El próximo 25 de octubre el Teatro Real inaugura la segunda temporada de Flamenco Real, consolidando así la presencia del flamenco en su Salón de Baile, con una programación más amplia y diversificada.

Esta segunda edición es un homenaje a la gran bailaora, coreógrafa, actriz y maestra Cristina Hoyos, musa de la danza española en los últimos 50 años. Su influencia se podrá percibir en varios de los jóvenes bailaores que participarán en la programación del ciclo.

Otro gran nombre del baile español, Sara Baras, acompañará el ciclo en esta segunda temporada, así como Antonio Canales estuvo presente en la pasada edición, clausurándola con una actuación el pasado mes de julio.

De los 18 espectáculos de la temporada anterior se ha pasado a 30 en la presente, con actuaciones los viernes al anochecer, en lugar de los miércoles, que pasarán a figurar entre las propuestas de fin de semana en Madrid.

Esta segunda edición de Flamenco Real, con dirección artística y producción de SO-LA-NA, estará compuesta por 30 espectáculos de cante y baile protagonizados por reconocidos artistas, que representan distintas familias, escuelas y corrientes de un arte muy arraigado a la tradición, pero permeable a la personalidad de sus distintos intérpretes. Como ejemplo de esta diversidad podríamos citar a Eduardo Guerrero, Lucía Álvarez ‘La Piñona’, Marco Flores, Amador Rojas o Antonio Canales.

El Salón de Baile volverá a acoger los espectáculos de Flamenco Real a lo largo de toda su temporada, enriqueciendo ese espacio mítico con el patrimonio artístico español, en el marco de la política de apertura del Teatro Real a estilos y lenguajes diversos, fomentando el diálogo entre diferentes formas de expresión.

El público podrá acceder al Salón de Baile del Teatro Real a partir de las 20.30 horas, horario en que se abrirá la puerta de la Calle Felipe V.

Entre las 20.30 y las 21.00 horas los asistentes serán recibidos con la degustación de un vino español de la bodega Juan Gil, colaborador de Flamenco Real desde su lanzamiento. La actuación tendrá lugar a las 21.00 horas y al término de la misma, los espectadores que deseen podrán disfrutar de la compañía de los artistas y acercase así, de manera personalizada, al mundo del flamenco. Las empresas patrocinadoras de Flamenco Real en su segunda edición son: Grupo Ership, Herbert Smith Freehills, Juan Gil, Leader Land y Grupo Index, junto a otras grandes empresas que se incorporarán como patrocinadores a lo largo de la temporada. 

Fotografía: Javier del Real

Creado en 2004, el ciclo de conciertos de música de cámara protagonizado por solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real, Orquesta Sinfónica de Madrid, es hoy una referencia en la programación musical de los fines de semana de Madrid.

Su programación variada, amena y relacionada con los títulos operísticos que vertebran la temporada del Teatro Real, está concebida para un público ecléctico de todas las edades.

En la presente edición, que arranca este domingo 22 de septiembre, a las 12.00 horas, se incluirá en cada concierto una obra de Mieczyslaw Weinberg, como preludio a la presentación de su ópera La Pasajera, que el Teatro Real estrenará en España en junio del próximo año.

El Teatro Real la 15ª edición del ciclo de conciertos ‘Los domingos de Cámara’ – 2019-2020. El acto contó con la presencia de Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real, y los músicos Laure Mª Gaudron (viola) y Francisco Alonso (fagot), ambos miembros de la Junta Directiva de la Orquesta Sinfónica de Madrid, quienes compartieron la experiencia vivida a lo largo de estos años.

La rueda de prensa incluyó la interpretación de un fragmento de uno de los conciertos previstos para esta temporada, el primer movimiento del Cuarteto de cuerda nº 9 de Mieczystaw Weinberg (1919-1996) interpretado por Margarita Sikoeva y Laurentiu Grigorescu, violines; Olga Izsak, viola; y Dragos Balan, violonchelo.

Joan Matabosch destacó el éxito y la clara consolidación de esta iniciativa que después de tres lustros cuenta con una ocupación muy alta de público. “El Teatro Real,” señaló “está muy orgulloso de este tipo de actividades que enriquecen y complementan la oferta de nuestra programación operística y contribuyen así a acercar a otros públicos a la temporada de ópera.” Además, dijo, “desde la creación del ciclo, en 2010, se ha introducido en la programación de los conciertos de cámara un hilo conductor que los articula con la temporada operística. Este año, ese hilo es la presencia de obras del compositor Mieczyslaw Weinberg, autor de la ópera La pasajera.”

Asimismo, los miembros de la Orquesta Sinfónica señalaron que la acogida entre los músicos ha sido excepcional. Destacaron también que “los grupos de cámara que participan en el ciclo se componen expresamente para cada concierto y son sus integrantes los que hacen propuestas de programación, que luego se coordinan con la Dirección Artística del Teatro Real.

Todos los intervinientes destacaron que en la programación de los conciertos se ha buscado potenciar la variedad y la diversidad de formaciones instrumentales, épocas y estilos, muy valoradas por el público.

LOS DOMINGOS DE CÁMARA

Programación

DOMINGO, 22 DE SEPTIEMBRE

Claude Debussy: Sonata para flauta, viola y arpa

Mieczyslaw Weinberg: Cuarteto nº 9, Op. 80

Jan Koetsier: Quinteto de metales, Op. 65

Wolfgang Amadeus Mozart: Serenata en Do menor K388/384a para octeto de viento

 DOMINGO, 6 DE OCTUBRE

Mieczyslaw Weinberg: 12 miniaturas para flauta y piano, Op. 29

Antonin Dvorak: Trio nº4 para piano, violín y violonchelo, Op. 90

Wolfgang Amadeus Mozart: Dos dúos para violín y viola, K. 423-424

Antonio Pasculli: Gran concierto para oboe y piano sobre temas de la opera I vespri siciliani de Giuseppe Verdi

DOMINGO, 3 DE NOVIEMBRE

Mieczyslaw Weinberg: Cuarteto nº 5, Op. 27

Antonin Dvorak: Quinteto de cuerda, Op. 77

Kaspar Kummer: Duo, Op. 67, nº 1, “Fantasia brillante sobre un motivo de Bellini”, Op.67

Gaetano Donizetti: Cuarteto de cuerda nº 17 en Do mayor

DOMINGO, 1 DE DICIEMBRE

Mieczyslaw Weinberg: Trio de cuerda para violín, viola y violonchelo, Op. 48

Cristobal Halffter: Octeto de violonchelos

Wolfgang Amadeus Mozart: Cuarteto con flauta nº 1 en Re mayor, K. 285

Gabriel Fauré: Quinteto para piano y cuerdas nº 2, Op. 115

DOMINGO, 19 DE ABRIL

Mieczyslaw Weinberg: Cuarteto nº 8, Op. 66

George Benjamin: Octeto

Carlos Pellicer: Re-flect para cuatro percusionistas

Steve Reich: Triple Cuarteto

Malcolm Arnold: Quinteto de metales nº 1, Op. 73

DOMINGO, 14 DE JUNIO

Aribert Reimann: Adagio en memoria de Robert Schumann

Robert Schumann: Quinteto para piano, Op. 44

Mieczyslaw Weinberg: Trio para flauta, viola y arpa, Op. 127

Dohnanyi Erno: Sexteto en Do mayor, Op. 37

Entre los días 18 de septiembre y 6 de octubre, el Teatro Real ofrecerá 14 funciones de Don Carlo, de Giuseppe Verdi, inaugurando su temporada nº 23 desde la reapertura.

Don Carlo, 23ª de las 26 óperas de Verdi, es la más larga de su catálogo y la que fue sometida a un mayor número de revisiones: en un lapso de casi 20 años, de 1867 a 1886,  el compositor escribió diferentes versiones intentando encontrar el equilibrio dramatúrgico y musical de la partitura, que se vio afectada, desde su génesis, por las imposiciones de los teatros.

Verdi retoma sus temas recurrentes ─la lucha entre los sentimientos íntimos y el deber político, el ansia de libertad frente al poder opresor, los ideales revolucionarios, los amores prohibidos, la relación paterno-filial, la amistad, etc.─ a través de la sensibilidad e ímpetu románticos de Friedrich Schiller, que ya había inspirado tres óperas anteriores: Giovanna D´Arco, I Masnadieri y Luisa Miller. Partiendo de su drama Dom Karlos, Infant von Spanien, el compositor vuelve a acercarse al universo español que, con mayor o menor fortuna, impregnó otros cuatro títulos de su catálogo: Ernani, Il trovatore, Simon Boccanegra y La forza del destino.

Escrita para la Ópera de París, donde triunfaba la grand opéra, con sus cánones grandilocuentes (temas históricos o mitológicos, grandes masas corales y sinfónicas, ballets, etc.), la primera versión de Don Carlo, con libreto original en francés de François Joseph Méry y Camille du Locle, se estrenó en 1867, con gran pompa y boato, incluyendo la presencia de la familia real francesa.

Contrariado con las imposiciones de la Ópera de París y disgustado con las diversas adaptaciones y versiones de la ópera en italiano, Verdi decide reducir la duración de la obra para facilitar su difusión y evitar que cada teatro cortase la partitura a su antojo: nace así la llamada ‘versión de Milán’, de 1884, en la que se suprimen el primer acto, el ballet, etc. Esta versión en cuatro actos, más corta, más ágil, pero más débil dramatúrgicamente, es la que se ha presentado en el Teatro Real en 2001 y en 2005, con puesta en escena de Hugo de Ana.

Dos años después del estreno de la versión de cuatro actos, Verdi vuelve a revisar la partitura restituyéndole el primer acto, llamado de Fontainebleau, para dar una mayor consistencia dramatúrgica a la obra, ya que en él se perfila el contexto histórico y el entramado de las relaciones entre los personajes que propician el devenir del drama. Nace así la llamada ‘versión de Módena’, de 1886, con cinco actos y sin ballet, que ahora se podrá ver en el Teatro Real, con puesta en escena de David McVicar, que ha dirigido en anteriores temporadas Otra vuelta de tuerca (2010), La traviata (2015), Rigoletto (2015) y Gloriana (2018).

En un decorado monumental, gélido, opresivo y simbólico de Robert Jones ─que ‘materializa’ el enorme peso del poder religioso y político que caracterizó el reinado de Felipe II─ se suceden con fluidez los distintos espacios en los que se desarrolla la trama, cuya época es evocada por los trajes suntuosos diseñados por Brigitte Reiffenstuel.

Como en la producción de Gloriana, de Benjamin Britten, aclamada en 2018, McVicar, Jones y Reiffenstuel logran crear la atmósfera idónea para la introspección psicológica de los personajes, que, en Don Carlo, reflejan, más que en otras óperas de Verdi, sentimientos contradictorios y complejos, con implicaciones éticas, morales y sentimentales que les alejan de la dicotomía entre buenos y malos de títulos anteriores.

Nicola Luisotti, que la pasada temporada dirigió Turandot, de Giacomo Puccini, en la alabada producción concebida por Bob Wilson, dirigirá su cuarto título verdiano al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, después de Il trovatore (2007), Rigoletto (2015) y Aida (2018).Estará al frente de tres repartos, cuyos cantantes, mayoritariamente conocidos por el público del Real, se alternarán en los papeles del sexteto protagonista: Marcelo Puente*, Andrea Carè, Alfred Kim y Sergio Escobar*(Don Carlo); Maria Agresta, Ainhoa Arteta y Roberta Mantegna (Elisabetta de Valois); Luca Salsi, Simone Piazzola y Juan Jesús Rodríguez (Rodrigo, marqués de Posa); Ekaterina Semenchuk, Silvia Tro Santafé y Ketevan Kemoklidze (La princesa de Éboli); Dmitry Belosselskiy, Michele Pertusi y  Dmitry Ulyanov (Filippo II); y Mika Kares y Rafał Siwek (El gran Inquisidor).

*Marcelo Puente y Sergio Escobar interpretarán el papel titular de Don Carlo en lugar de Francesco Meli, que ha cancelado su participación en la ópera por enfermedad debidamente acreditada.

ACTIVIDADES PARALELAS

Del 10 de septiembre al 6 de octubre | Teatro Real, Foyer

Exposición del facsímil del Libro de horas de Carlos V, recientemente restaurado, en el foyer del Teatro anticipando la exposición del espléndido manuscrito original en Biblioteca Nacional a partir del 10 de octubre.

11 de septiembre, a las 20.15 horas | Teatro Real, Sala Gayarre

Enfoques 19/20: encuentro con Nicola Luisotti y Axel Weidauer, director musical y responsable de la reposición escénica de Don Carlo y Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real.

19 de septiembre, a las 18.00 horas y 21 de septiembre, a las 12.00 horas | Museo Lázaro Galdiano

La moda española del Siglo de Oro: visita temática sobre los aspectos más llamativos de la estética de la moda española del siglo XVI, a través de pinturas, joyas y tejidos. 

A partir del 20 de septiembre | Museo Naval

Visita-taller: El universo de los Austrias desde el punto de vista del mundo naval de los siglos XVI y XVII.

21 de septiembre, a las 20.00 horas | Radio Clásica y UER Unión Europea de Radiodifusión

Retransmisión en directo de Don Carlo en Radio Clásica, de RNE, y en las emisoras que integran la UER, Unión Europea de Radiodifusión. 

21 de septiembre y 6 de octubre | Monasterio de Yuste y basílica

Ciclo de conciertos del Emperador: visita al monasterio de Yuste y un concierto en su basílica con música del siglo XVI en honor al Emperador Carlos V. 

22 de septiembre, a las 12.00 horas | Teatro Real, Sala Principal

Los domingos de cámara I: los Solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real ofrecerán un concierto para contextualizar la ópera Don Carlo y a su compositor, Giuseppe Verdi.

24 de septiembre, a las 19.00 horas | Casa Árabe

El Escorial, sueños de una biblioteca universal: María Jesús Viguera, numeraria de la Real Academia de la Historia, analizará los manuscritos árabes de El Escorial y las razones por las que Felipe II los recopiló.

26 de septiembre, a las 17.00 horas | Museo Arqueológico Nacional

España en tiempos de los Austrias: un recorrido por las salas de la Edad Moderna para descubrir la España de los Austrias y la realidad histórica detrás del argumento de Don Carlo.

29 de septiembre, a las 11.00 horas | Teatro Real, Sala Principal

Ópera en cine: proyección de Aida, de Giuseppe Verdi, con dirección musical de Nicola Luisotti y dirección de escena de Hugo de Ana. 

1 de octubre, a las 18.00 horas y 3 de octubre, a las 12.00 horas | Museo Arqueológico Nacional

Tocando la historia: Un príncipe de perfil: una visita a la cámara acorazada del museo a través de una famosa medalla con el retrato del príncipe don Carlos, punto de partida para adentrarnos en el contexto sociocultural de la corte de Felipe II.

6 de octubre, a las 12.00 y a las 17.00 horas | Teatro Real, Sala Gayarre

¡Todos a la Gayarre!: El jardín de las delicias: talleres musicales para toda la familia, con dirección y presentación de Fernando Palacios. En esta sesión, la familia del rey Felipe II nos explica el cuadro del Bosco.

Del 10 de octubre de 2019 al 4 de enero de 2020| Biblioteca Nacional de España

Un museo en miniatura: Libro de horas de Carlos V: realizado en un taller parisino hacia 1500, uno de los manuscritos más importantes de la Biblioteca Nacional estará expuesto por primera vez al público, acompañado de otras cuatro piezas de la propia BNE.


 

Il Trovatore arde en el Teatro Real
IL TROVATORE
Giuseppe Verdi (1813-1901)
Dramma en cuatro partes
Libreto de Salvadore Cammarano, basado en la obra de teatro
El trovador (1836) de Antonio García Gutiérrez
D. musical: Maurizio Benini
D. escena: Francisco Negrín
Escenógrafo y figurinista: Louis Désiré
Iluminación: Bruno Poet
D. coro: Andrés Máspero
Reparto: Hibla Gerzmava, Artur Rucinski, Marie-Nicole Lemieux, Piero Preti,
Roberto Tagliavini, Cassandre Berthon, Fabián Lara, Moisés Marín, Sophie Garagnon
El Teatro Real estrena Il Trovatore, una de las óperas verdianas más populares y emblemáticas desde el momento de su estreno, y lo hace en coproducción con la Opéra de Monte-Carlo y la Royal Danish Opera de Copenhague.Fue compuesto el mismo año que La traviata y Rigoletto, pero Trovatore contiene ya el dramatismo belcantista que fue evolucionando en óperas posteriores. Los cambios técnicos y vocales, inician este período del belcanto, ese tránsito de la juventud a la madurez del maestro italiano.Otra de las razones por las que Il Trovatore es una ópera fetiche es por el desafío vocal para los cantantes. En parte, por lo que está escrito en la partitura y en parte por lo que no está escrito, y que, por tradición, se canta. Muchas de las dificultades de la obra, en realidad, no están escritas por Verdi, pero son muchos los cantantes que las llevan a cabo. Uno de estos ejemplos está en la segunda cabaletta de Leonora en el cuarto acto. En la versión que se representa en el Teatro Real, se interpreta, lo que hace que este rol sea extremadamente difícil. Según el maestro Benini, antiguamente se omitía este fragmento a petición de la cantante por su dificultad. Benini considera que es necesario mantenerla “porque la propia forma del belcanto exige respetar esta estructura, el arco compuesto por recitativo – aria – cabaletta. Si cortamos la cabaletta, cortamos el arco melódico.”Otro de los elementos que pertenecen a la tradición es el famoso Do de Manrico en el aria de La pira. En realidad, este Do aparece escrito a lápiz en la partitura original, pero no fue escrito por Verdi, se añadido con posterioridad. Y es que el belcanto siempre ha exigido una evolución de la vocalidad. Había que ser fiel a estos principios belcantistas y demostrar el virtuosismo de los cantantes y, tal vez, debía quedar también reflejado por escrito, de ahí su incorporación, en forma de añadido, a las partituras. Pero originalmente no aparece.

La endiablada vocalidad de Trovatore requiere, según el propio Verdi, de la participación de cinco cantantes de primer orden. No solamente el tenor y la soprano, todos deben ser los mejores cantantes en ese momento para estos roles. En el caso de esta producción del Teatro Real, más concretamente, del segundo reparto, este requerimiento no se cumple.

También el libreto ha sido objeto de polémica por su enrevesada trama. Una sucesión de escenas imposibles y de difícil comprensión y seguimiento por parte del público. Todas las pasiones desatadas entre los cuatro personajes principales, una gitana y su maldición, un trovador, falso hijo de la gitana, un malvado conde y una dama, Leonora, a la que pretenden los dos protagonistas. El amor, le venganza y el hechizo, son los argumentos principales del libreto de Salvadore Cammarano que, a su muerte, Verdi quiso respetar sin efectuar en el ningún cambio.

El director de escena Francisco Negrín ha tomado el fuego como elemento conductor y protagonista de la escenografía. Tiene una gran presencia a lo largo de la obra y representa ese pasado que quema la posibilidad de tener presente y futuro. Para Negrín, todos tenemos una carga del pasado que nos afecta y condiciona nuestras vidas.

La atmósfera oscura y asfixiante que se consigue es el elemento perfecto donde se desenvuelven los fantasmas del pasado de los personajes que se mezclan con ellos. Una oscuridad que se mantiene a lo largo de toda la obra y que termina resultando incómoda para el espectador. Sobre todo en la primera parte, que se convirtió en soporífera. Una escenografía con poca o ninguna originalidad y con detalles que poco aportaban a la obra.

El gran acierto de esta producción vino del foso. La experiencia de Maurizio Benini con el repertorio verdiano son de esas que hacen crecer la confianza tanto en la orquesta como en los cantantes. Elemento importante, el coro, fue de menos a más para terminar de forma espectacular.

La Azucena de Marie-Nicole Lemieux estuvo correcta en la interpretación, con unos poderosos graves que acentuaban el carácter oscuro del personaje. Pero resultó por momentos un poco gritona y con una línea d canto algo tosca.

El Manrico de Piero Preti se fue empequeñeciendo según avanzaba la obra. Su timbre es agradable pero la sensación era de debilidad, también en lo interpretativo.

Roberto Tagliavini ofreció una imagen de Ferrando más consistente, al igual que el Conde de Luna de Artur Rucinski, que acompañó sus potentes graves con una buena presencia escénica.

La más aplaudida de la noche fue la Leonora de Hibla Gerzmava, con una línea de canto más que correcta, dotó a su personaje de sensibilidad y elegancia.

Con esta obra el Teatro Real celebra con otro gran éxito su semana de la ópera, acontecimiento que ya se ha convertido en tradicional.

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real
Vídeos: Teatro Real

El Teatro Real finalizará su temporada con tres funciones de Giovanna d’Arco, de Giuseppe Verdi, en versión de concierto, los días 14, 17 y 20 de julio, con dirección musical de James Conlon, que ya demostró su sensibilidad y hondura en la lectura de páginas verdianas con Las vísperas sicilianas (2014), Luisa Miller (2016) y Macbeth (2017).

Plácido Domingo, que viene interpretando en los últimos años algunos de los más grandes papeles para barítono de Giuseppe Verdi ─los roles titulares de Simon Boccanegra, Nabucco, Rigoletto y Macbeth; Miller, en Luisa Miller; Francesco Foscari, en I due Foscari; Conte di Luna, en Il trovatore; Giorgio Germont, en La traviata; o Rodrigo, en Don Carlo─, encarnará en esta ocasión a un personaje menos conocido por el público: Giacomo, de la ópera  Giovanna d’Arco, que se escuchará por primera vez en el Teatro Real.

Domingo actuará junto con la soprano Carmen Giannattasio (Giovanna), que debutará en el Real, el tenor Michael Fabiano (Carlos VII) -que ya actuó en Cyrano de Bergerac en 2012 e I due Foscari en 2016, también junto a Plácido Domingo-, el tenor Moisés Marín (Delil), el barítono Fernando Radó (Taldot) y el Coro Titular del Teatro Real, preparado, como siempre, por Andrés Máspero. Con excepción de Plácido Domingo, todos los solistas, James Conlon y el Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real interpretarán la partitura verdiana por primera vez.

LA ÓPERA

Giovanna d’Arco es la séptima ópera del catálogo verdiano y pertenece al corpus de su primera etapa como compositor, en la que afloran ya la fuerza dramática de su música y sus hermosas melodías, pese a las limitaciones del libreto de Temistocle Solera, con el que Verdi había trabajado previamente en Nabucco, I lombardi y Attila. Este poeta, compositor, promotor operístico, viajero y libretista de éxito fue el segundo director del Teatro Real, apenas un año después de su inauguración, en 1851, y uno de los primeros empresarios italianos en montar producciones en el Real. 

Partiendo de una adaptación libre del drama romántico La doncella de Orleans, de Friedrich Von Schiller -autor que ha inspirado también I masnadieri, Luisa Miller y Don Carlo-, la trama de la ópera se vertebra en torno a la indómita personalidad de Giovanna d’Arco, que se debate entre la defensa a ultranza de la patria y sus sentimientos y emociones personales.

En su libreto, Temistocle Solera dignifica la muerte de la heroína, que es asesinada en el campo de batalla, y libera a la iglesia del dedo acusador de la Inquisición, convirtiendo al padre de la protagonista en el gran impulsor de su tragedia.

Esta preponderancia de la figura paterna en la ópera, cuyo personaje, Giacomo, interpretado por Plácido Domingo, experimenta a lo largo del drama una profunda transformación interior, da lugar a algunas de las más bellas páginas de la partitura, que presagian ya los grandes y complejos ‘padres’ creados por Verdi a lo largo de su carrera: Rigoletto, Giorgio Germont, Amonasro, Simon Boccanegra, Felipe II, etc.

Estrenada con éxito en el Teatro alla Scala de Milán en 1845, la ópera está compuesta por un prólogo y tres actos, en los que se articulan los números tradicionales –arias, dúos, tercetos, romanzas, cabalettas- articulados de manera contrastante y con una gran participación del coro, dividido muchas veces en dos y tres grupos que actúan simultáneamente.

Con Giovanna d’Arco Giuseppe Verdi se encuentra todavía en una encrucijada entre la utilización de los convencionalismos estructurales, estilísticos y argumentales que imperaban en la pujante creación operística italiana a mediados del siglo XIX, y la búsqueda y exploración de nuevos caminos que florecerían en obras posteriores.

Con la presentación de esta ópera se incorpora un nuevo título del catálogo verdiano al repertorio del Teatro Real, haciendo justicia a uno de los compositores más queridos por el público de Madrid a lo largo de los 200 años de su historia.


Puede ser la más dulce Mimí o la más furiosa Elettra, en una mágica dualidad producto de la seguridad en un instrumento impecable y una técnica consolidada. Reclamada por directores como Riccardo Muti, Eleonora Buratto se ha convertido en una de las intérpretes más sólidas de su cuerda.
Las musas siempre la visitan cuando está trabajando, lo que garantiza el mayor de los estímulos escucharla. Después de su exitosa Elettra en el Idomeneo mozartiano del Teatro Real, podemos volver a disfrutarla en el Liceu barcelonés con Luisa Miller. No se la pierdan.
Durante las últimas temporadas hemos tenido la fortuna de escucharle distintos roles en España, en el Teatro Real y también el El Liceu. ¿Qué le resulta más atractivo a la hora de interpretar, la maldad de Elettra o la candidez de Mimí?
La verdad es que yo creo que Elettra no es tan mala y que Mimí no es tan ingenua. Me explico mejor: ¿una mujer enamorada e ilusionada con poder vivir con el hombre que ama y con regresar a su tierra natal no tiene el derecho de sentir y exteriorizar su rabia? Elettra es una mujer con un carácter muy fuerte, pero como los demás personajes de la obra es esclava del destino, el verdadero deus ex machina de toda la trama. ¡Elettra no urde ninguna trampa sobre su rival para poder vencer en el amor!. En cuanto a Mimí, es una mujer débil de salud, pero yo diría que tiene las ideas muy claras con respecto a lo que quiere: es ella quien espera a que los amigos se vayan y Rodolfo quede solo, antes de llamar a la puerta; es ella quien apaga la vela para tener una excusa para hablar con Rodolfo y, al final, también es ella la que toma las riendas de la situación en el momento de crisis de Rodolfo, en el tercer acto. Bueno, la verdad es que ambas son dos personajes que amo y, ¡no soy capaz de elegir! A Mimí, la amo por esa dulzura de las frases que canta y a Elettra, por la fuerza de no aceptar con la cabeza baja su destino, por su carácter rebelde y porque es el rol que más me ha puesto a prueba sobre el escenario…porque coincidió con la muerte de mi madre. Elettra me ha salvado en el momento más doloroso de mi vida, y siempre tendrá un lugar especial en mi corazón.El propio Currentzis, un gran enamorado y estudioso de Mozart, la eligió para cantar Elettra el pasado mes de mayo en su Diaghilev Festival de Perm, ¿habían trabajado juntos alguna vez? ¿le sorprendió que la llamara? ¿cómo fue trabajar con el famoso y controvertido director Teodor Currentzis?Nunca antes había trabajado con el maestro Currentzis, aunque había hecho una audición en Madrid para una Traviata en 2013, y lo realmente bonito es que cuando volvimos a vernos se acordaba perfectamente de mí. Me hizo mucha ilusión saber que me había elegido para Elettra… esperaba desde hace tiempo la ocasión de trabajar con él y, ¡ha sido una experiencia que ha superado todas mis expectativas! Me quedé en schock en el primer ensayo con la orquesta (sin ningún ensayo musical antes), escuchando el tempo di mi primera aria… luego, esa misma tarde, el maestro Currentzis invitó a todo el cast al concierto de inauguración del festival y allí quedé enamorada de su dirección y de la maravillosa orquesta que ha formado. Al día siguiente, simplemente me dejé llevar… confié plenamente en sus tempi y en hacer música juntos, y ha sido una de las experiencias profesionales más bonitas de mi vida. ¡Gracias, Maestro!¿Qué es lo que más le atrae de las heroínas verdianas, su vocalidad, su carácter… y qué rol verdiano le gustaría interpretar en un futuro?
Cuando más abordo y estudio roles verdianos, me doy cuenta que es mi propia voz la que los demanda, así que seguramente me gusten por su vocalidad. Pero decir que solo sea por eso, sería demasiado simple … Probablemente, me gusten por el mero hecho de que Verdi sea el compositor. Su enorme capacidad para hacer creíbles a los personajes deriva de su escritura sincera, una escritura que viene del corazón. Me siento yo misma cuando interpreto ese carácter y temperamento que tienen las heroínas verdianas. Respetando siempre mi trayectoria vocal y ampliando el repertorio, espero tener ocasión de poder debutar Otello y Don Carlo, y luego, en un futuro, quizá, podrían llegar también Trovatore y Aida.
Ahora llega al Teatro del Liceu con Luisa Miller, un rol que aquí está muy ligado a Monserrat Caballé. Cuando se aborda un personaje tan ligado a una cantante de referencia, ¿se siente otra responsabilidad?Naturalmente la responsabilidad es grande, pero no creo que nadie espere escuchar otra Caballé, y ni mucho menos yo puedo pensar en serlo. La responsabilidad mayor la tengo conmigo misma, y en interpretar de la mejor manera un personaje maravilloso…Usted es gran aficionada a otras músicas, concretamente al rock. ¿Las sensaciones que tiene ahora al subir al escenario de un teatro son muy distintas a las que tenía cuando cantaba con su banda de rock?
Sí, cantaba en una cover band… ¡Cantaba canciones de rock de Anouk, Alanis Morrissette, Skunk Anansie, Tina Turner y los Toto! La emoción inicial es la misma, pero después la interacción con el público es muy distinta. Cuando se canta rock, el público es parte activa del concierto… puede cantar contigo y el mismo cantante puede involucrar al público en los estribillos y en los coros; además, entre una pieza y otra, se puede interactuar, presentando la pieza, contando una pequeña anécdota o haciendo preguntas. En cambio, durante la ejecución de una ópera, el público escucha atentamente en silencio, es decir, no hay esa interacción con el público sino que es algo distinto, más profundo… la interacción con el público es a través de las propias emociones, desnudando nuestra alma al interpretar un personaje. Y la emoción del público es el reflejo de esas emociones que se han conseguido transmitir.Los directores de escena tienen cada vez más protagonismo en una producción. ¿Se ha visto alguna vez en una situación comprometida por exigencia del director de escena?Digamos que no siempre estoy totalmente de acuerdo con los directores de escena, pero también, tengo que decir, que he sido afortunada en poder encontrar con ellos un término medio sobre la interpretación. Cuando hay movimientos escénicos incómodos, pido una solución que la mayoría de las veces encontramos juntos. Quizás no haya aceptado cosas que pudieran molestar mi canto, pero a veces sí he aceptado interpretaciones lejanas de mi visión.¿Cómo conoció a su maestra, Paola Leolini, y qué supone para su carrera?Me hablaron de Paola en un momento de crisis con el canto en el 2009… quería dejarlo… creía que no era capaz y que el canto lírico era un sueño inalcanzable. En enero de 2010, hice mi primera lección con Paola, e inmediatamente entendí que había encontrado, por fin, la maestra correcta. Los primeros años fueron principalmente de impostación técnica, pero enseguida comencé a preparar los roles con ella. Es una relación que ha evolucionado y crecido con el tiempo; no quiero decir, que ahora ya no estudie técnica, nunca se debe de dejar de estudiar, pero, obviamente, con los años, he consolidado la técnica y he podido dedicarme también al estudio de la técnica en el repertorio. Paola ha sido y es una figura de referencia importantísima… todo cantante tendría que tener una figura de este tipo y yo me siento muy afortunada.Tras su debut como Elettra en el Teatro Real y antes de volver a cantarlo en el Teatro Massimo de Palermo, obtuvo un gran éxito como Amelia (Simón Boccanegra) junto a Plácido Domingo y Francesco Meli en la Wiener Staatsoper, ¿está en un momento dorado de su carrera? ¿qué otros roles tienen en agenda y qué roles le gustaría debutar en un futuro próximo?Sí, la verdad es que estoy viviendo un momento bellísimo de mi carrera, fruto de mucho estudio, paciencia y elecciones correctas. Y espero que dure mucho tiempo, porque yo pondré todo de mi parte para hacer que dure. Los próximos debuts importantes serán Così fan tutte en Tokio, y Rusalka en Ámsterdam, en marzo y en junio de 2020, respectivamente. Pero en la temporada que está por llegar, habrá también otros proyectos muy bonitos: Turandot en el Met en octubre, el Requiem de Verdi con la Orchestra dell’Accademia Nazionale di Santa Cecilia, dirigida por Mikko Franck, Bohème en Berlín en diciembre/enero, y después en Londres en febrero. También grabaré algunas arias de Beethoven en Klagenfurt y finalmente, en el verano de 2020, voy a debutar en el Rossini Opera Festival cantando un recital y el Stabat Mater. Y, además, hay otros emocionantes debuts, el Met, la Scala…Ahora que menciona su debut en el Rof, acaba de recibir muy buenas críticas con su última grabación dedicada precisamente a Rossini: la Petite Messe Solennelle. Usted que ha cantado también el Stabat Mater, ¿cuáles diría que son las características del lenguaje rossiniano para soprano en estas dos obras sacras? ¿Le gusta el Rossini sacro?Cantar el Rossini sacro es, en mi opinión, un auténtico desafío. Efectivamente, he cantado tanto el Stabat mater como la Petite Messe Solennelle, y aunque no hayan sido muchas veces, sí han sido las suficientes para enamorarme de esa intensidad de la escritura de Rossini , de su capacidad para utilizar un lenguaje que nos exige a los cantantes un verdadero virtuosismo, y que implica sumergirse completamente en el texto, en su significado, y en dialogar noblemente con los otros solistas y los instrumentos. Yo canto Rossini completamente seducida por la música que escucho, que respalda de manera perfecta las partes dedicadas a la soprano. Pienso, por ejemplo, en el “Crucifixus” de la Petite Messe Solennelle, en ese clima musical tan serio y rico de pathos que da sentido al texto y que me seduce y me conmueve. El Rossini sacro, además, encaja muy bien con mi vocalidad y mi idea de belleza musical.Usted es una mujer comprometida, no solo con su profesión, también con causas ajenas que sabemos que existen, pero hacia las que no solemos mirar. Háblenos un poco de estas cuestiones y convénzanos para no ser meros espectadores.Sí, los “niños mariposa”, que al decirlo suena tan dulce, pero cuya enfermedad, la epidermólosis ampollosa, es terrible. Estos niños tienen una piel tan frágil que requieren de dolorosos tratamientos diarios. Están más expuestos que nadie a las infecciones, y para ellos, incluso las caricias de la mamá pueden ser dolorosas y peligrosas. Todo comenzó cuando conocí a “mi primera mariposa”, dulce y fortísima, un ejemplo para todos nosotros. Hoy, la investigación les ofrece alguna oportunidad más, pero todavía estamos lejos de haber encontrado la receta definitiva para combatir la epidermólosis ampollosa. Yo trato de dar a conocer esta horrible enfermedad, involucrándome con la Asociación Debra Sud Tirol – Alto Adige. Me gustaría sensibilizar a todo el mundo para recoger cada vez más fondos que se destinen a la investigación, poniendo a disposición mi voz para esa necesaria recogida de fondos.

¿Qué suele hacer Eleonora Buratto horas antes de subir al escenario? ¿sigue algún ritual? ¿Qué es lo que nunca falta en su maleta?

Antes de subir al escenario, el único ritual que sigo es rezar y repetir los pasajes más difíciles. En mi maleta, algo que no falta nunca es un buen libro y la partitura de la siguiente producción.

Más de 150 municipios de toda España se han sumado ya a la retransmisión de Il trovatore,  en pantallas instaladas en plazas, auditorios, museos, teatros, centros culturales, ayuntamientos y, por primera vez, en cuatro aeropuertos -Valencia, Málaga, Fuerteventura y Menorca-, en el marco de colaboración con Aena. [Puntos de retransmisión en España]

Este año retransmiten la ópera instituciones como: Museo Guggenheim BilbaoMuseo Carmen Thyssen MálagaCentro NiemeyerMuseo Arqueológico Nacional,  Colegio Oficial de Arquitectos de MadridFundación Cajasol,Fundación CanalFundación Francisco Giner de los RíosMuseo Etnográfico de Castilla y LeónMuseo Histórico-Etnográfico de Villafranca de Los Barros, entre otros.

El Gran Teatre del Liceu, en su Foyer, y el Festival de Música y Danza de Granada, en el Paseo del Salón, también ofrecerán la retransmisión desde el Teatro Real.

El Palacio de la Alfajería de Zaragoza facilitará el acceso al público a la Torre del Trovador, escenario original del drama romántico de Antonio García Gutiérrez en el que está inspirado la ópera.

Fuera de España la ópera será retransmitida en distintos espacios en China, India y varios países latinoamericanos: Chile, Guatemala, Perú, República Dominicana y Uruguay.

Una vez más la ópera se retransmitirá para todo el mundo en Facebook, y en Palco Digital y en la plataforma Opera Vision (Opera Europa), en una coproducción audiovisual con RTVE.

También podrán disfrutar de la ópera hoy a las 21.00 horas, los usuarios de las smarts tv de Samsung, con la aplicación de Palco Digital, y los usuarios de Amazon Alexa.

Además de la retransmisión de Il trovatore,  el público podrá ver, gratuitamente, en la Sala Gayarre del Teatro Real, proyecciones de 5 óperas de Giuseppe Verdi –La traviata, Aida, Un ballo in maschera, Otello y Falstaff, del lunes a viernes a las 19.00 horas, hasta completar aforo.  Este ciclo Verdi estará disponible gratuitamente durante toda la Semana de la Ópera en el Palco Digital.

El sábado 13 de julio, entre las 10.00 y las 14.00 horas, el público podrá acceder a los espacios más emblemáticos del Teatro Real (incluyendo su impresionante caja escénica), durante su tradicional Jornada de puertas abiertas, este año con talleres de atrezzo para niños.

Durante toda la Semana de la Ópera habrá concursos y sorteos que invitarán a la participación ciudadana a través de las redes sociales del Teatro Real, que se irán nutriendo de contenidos audiovisuales centrados en el trágico enredo de Il trovatore (hashtag #TRovatoreOnFire).

También los niños y niñas más vulnerables tendrán su lugar en la Semana de la Ópera, con un concierto el domingo, 7 de julio, a las 17.00 horas en la Sala Gayarre, en el marco del Aula Social del Teatro Real, desarrollada en coordinación con Acción Social por la música. Acompañados por la Camerata Tetuán, interpretarán música coral e instrumental con divertidos ejercicios corporales.

La Semana de la Ópera está patrocinada por Endesa, Telefónica, Loterías y Apuestas del Estado, Mutua Madrileña, Redexis y ENIT (Organismo Oficial Italiano para el Turismo).

Se ofrecerán 14 funciones de Il trovatore, entre el 3 y el 25 de julio, en una nueva producción del Teatro Real, en coproducción con la Ópera de Montecarlo y la Royal Danish Opera de Copenhague.

El 6 de julio, sábado, a las 21.00 horas, Il trovatore será retransmitida en Facebook, en la página de vídeo del Teatro Real, en Opera Vision (Opera Europa) y en pantallas instaladas en rincones de toda España, iniciando la programación de la quinta edición de la Semana de la Ópera (6 al 14 de julio).

Inscripciones abiertas hasta el 30 de junio para todos los ayuntamientos e instituciones que quieran retransmitir la ópera con el apoyo técnico y promocional del Teatro Real: como unirse a la retransmisión.

Fuera de España la ópera será retransmitida en China, India y distintos países latinoamericanos: Chile, Guatemala, Perú, República Dominicana y Uruguay.

La puesta en escena de Francisco Negrín procura deslindar los hilos dramatúrgicos de la siniestra trama de Il trovatore, con sus constantes flashbacks, basada en el drama del español Antonio García Gutiérrez.

En el foso estará Maurizio Benini, veterano director musical italiano, que volverá al Real después de sus elogiadas interpretaciones de Tosca y L’elisir d’amore.

Tres repartos de grandes voces verdianas darán vida al cuarteto protagonista de Il trovatore, encabezados, en el estreno y en la retransmisión del 6 de julio, por el tenor Francesco Meli, la soprano Maria Agresta, la mezzosoprano Ekaterina Semenchuk, el barítono Ludovic Tézier y el bajo Roberto Tagliavini.

En torno a Il trovatore se ofrecen múltiples propuestas culturales en el Teatro Real. [Ver agenda al final.]

Las funciones de Il trovatore están patrocinadas por Endesa.

La retransmisión de la ópera, en coproducción con RTVE, integrada en la Semana de la Ópera, está patrocinada por Endesa, Telefónica, Loterías y Apuestas del Estado, Mutua Madrileña, Redexis y ENIT (Organismo Oficial Italiano para el Turismo).

Entre los días 3 y 25 de julio el Teatro Real ofrecerá 14 funciones de una nueva producción de Il trovatore, de Giuseppe Verdi, en coproducción con la Ópera de Montecarlo y la Royal Danish Opera, que han estrenado la producción el pasado año.

Diecisiete  años después del gran triunfo de Antonio García Gutiérrez (1813-1884) con su obra El trovador (1836), Giuseppe Verdi encargó al veterano libretista Salvatore Cammarano transformar el imbricado drama del poeta romántico español en un libreto que rehuyera los tradicionales números operísticos cerrados ─arias, cabaletas, cavatinas, dúos, tríos, coros, etc.─ y primara la continuidad y fluidez del discurso dramatúrgico. Cammarano ─que falleció sin llegar a concluir la ópera─ creó, sin embargo, un libreto que incorpora todos los clichés formales de la época, aunque estructuralmente equilibrado: cuatro actos divididos en dos escenas de duración desigual.

En la ópera se entrecruzan dos líneas argumentales: la sed de venganza de la gitana Azucena, cuya madre e hijo han muerto en la hoguera, y el triángulo amoroso en el que Leonora es disputada por dos pretendientes enemigos, que representan a familias, clases e idearios opuestos.

Con esos mimbres, Verdi compuso una ópera llena de nervio dramático, belleza melódica y geniales efectos teatrales, que fluye inagotable y vertiginosa, sorteando las incongruencias y excesos del libreto: música de alto voltaje que brota, arrolladora, arrastrando al público a una catarsis colectiva, impúdica e inevitable.

La producción de Il trovatore que se podrá ver en el Real, concebida por Francisco Negrín, pretende ayudar al espectador a deslindar los tenebrosos meandros del drama, resaltando sus pulsiones ocultas. Partiendo de los elementos metafóricos del libreto ─el tiempo, el fuego y la noche─ Negrín muestra los fantasmas y visiones de los protagonistas, atrapados en la herencia de un pasado truculento, que aflora en los constantes flashbacks de la trama.

La dirección musical de este popular título verdiano será de Maurizio Benini ─que anteriormente ha dirigido Tosca y L’elisir d’amore en el Real─ y la puesta en escena de Francisco Negrín, de quien se pudo ver en 2010  L’arbore di Diana, de Vicent Martín y Soler.

Tres repartos darán vida al popular ‘drama gótico’ de Verdi. Componen el cuarteto protagonista en el estreno y retransmisión mundial de la ópera el tenor Francesco Meli (Manrico, il trovatore), la soprano Maria Agresta (Leonora), la mezzosoprano Ekaterina Semenchuk (Azucena) y el barítono Ludovic Tézier (Conde de Luna). En los mismos papeles se alternarán con Piero Pretti, Hibla Gerzmava, Marie-Nicole Lemieux y Artur Rucinski (segundo reparto); y Piero Pretti, Lianna Haroutounian, Marina Prudenskaya y Dimitri Platanias (tercer reparto). Con todos ellos actúan el bajo italiano Roberto Tagliavini, la soprano Cassandre Berthon y los tenores Fabián Lara y Moisés Marín.

Será la tercera vez que Il trovatore se presenta en el reinaugurado Teatro Real ─en 2000, con García Navarro y Elijah Moshinsky; y en 2007, con Nicola Luisotti y la misma producción─, después de las más de 300 funciones de la ópera que han tenido lugar entre 1854 (fecha de su estreno en Madrid) y 1925. Entonces, como ahora, este título es uno de los más queridos del público español.

AGENDA | ACTIVIDADES PARALELAS

Hasta el 30 de junio | Teatro Real, Sala principal, talleres, salas de ensayo

Ópera al descubierto: Il trovatore: Un taller para descubrir todos los secretos del montaje de la ópera Il trovatore con las personas que lo hacen posible, mostrando desde el funcionamiento del escenario en sí, hasta la puesta en escena y los ensayos del coro, de la orquesta y de conjunto. El taller culminará con la asistencia al ensayo pregeneral de la ópera el domingo 30 de junio.

6 de julio a las 21.00 horas | Teatro Real, Plaza de Oriente, puntos internacionales y Palco Digital

Gran retransmisión internacional de Il trovatore: el Teatro Real llevará la ópera a la calle a través de tres pantallas gigantes en la Plaza de Oriente que retransmitirán Il Trovatore desde la Sala Principal del Teatro. Más de 150 centros culturales, plazas y teatros de España, del resto de Europa, América y Asia se unirán a dicha retransmisión; y adicionalmente, estará disponible a través de la plataforma online Palco Digital de forma gratuita.

Del 8 al 11 de julio a las 19.00 y 12 de julio las 18.30 horas | Teatro Real, Sala Gayarre y Palco Digital

Un Verdi de cine: con motivo del 155º aniversario del nacimiento de Giuseppe Verdi, se organizará un ciclo de cine en la Sala Gayarre, retransmitiendo cinco óperas del compositor italiano que el Teatro Real realizó en temporadas anteriores, siendo éstas: La traviata, Aida, Falstaff, Un ballo in maschera y Otello.

9 de julio a las 18.00 horas y 11 de julio a las 12.00 horas | Museo Arqueológico Nacional, Cámara acorazada

Tocando la historia. Las monedas de Il trovatore, las arras soñadas de Manrico y Leonora: El Museo Arqueológico Nacional realizará una visita exclusiva en su cámara acorazada de la mano de las conservadoras del Departamento de Numismática, que mostrarán una serie de monedas del siglo XV que pudieron utilizar los protagonistas de Il Trovatore. Actividad gratuita (aforo de 10 plazas), con reserva previa en visitasgrupos.man@cultura.gob.es

10 de julio a las 19.00 horas | Palacio de la Aljafería, Zaragoza

La Aljafería, de ópera y leyendas: El Palacio de la Aljafería de Zaragoza acogerá una conferencia con el escritor Miguel Ángel Yusta como ponente, seguida de una posterior visita de una hora a la Torre del Trovador, en la que Antonio García Gutiérrez desarrolló parte de la trama de El trovador, obra en la que se basa la ópera de Giuseppe Verdi. Entrada libre hasta completar el aforo.

Hasta el 31 de julio | Museo del Romanticismo, Salas del museo

Una obra, una ópera: Durante todo el mes de julio, y con motivo del estreno de Il trovatore, el Museo del Romanticismo mostrará un abanico de su colección con la imagen de Marietta Gazzaniga, soprano cuya interpretación del personaje de la gitana Azucena la encumbró a la fama al final de su carrera, en el siglo XIX.

Fotografía: Alain Hanel

El Teatro Real y el Gran Teatre del Liceu  participarán juntos de la una de las iniciativas que más éxito ha tenido en sus respectivas programaciones, la retransmisión de la ópera en pantallas instaladas en plazas, parques, museos, teatros, centros culturales, auditorios y ayuntamientos de toda España y en numerosos centros internacionales.

Así, el Teatro Real ofrecerá el viernes 28 de julio, a las 22.00 horas, la retransmisión de la ópera Tosca desde el Liceu, en su Sala Gayarre (acceso por la puerta de público de la calle Felipe V con entrada libre hasta completar aforo), y el Foyer del Liceu acogerá la retransmisión de Il trovatore, desde el Teatro Real, el  sábado 6 de julio a las 21.00 horas.

Una de las óperas italianas más célebres, Tosca, de Giacomo Puccini, será la protagonista del Liceu a la Fresca de este año. Esta producción del Gran Teatre del Liceu y el Teatro de la Maestranza de Sevilla que deleitó al público la temporada 2013/14 tiene una imponente puesta en escena de Paco Azorín, fiel al original. La batuta la llevará el maestro John Fiore y contará con las magníficas voces de la soprano Tatiana Serjan como Tosca, el tenor Roberto Aronica en el rol de Mario Cavaradossi, y el barítono Lucio Gallo como Barón Scarpia.

Il trovatore, ambientada en Aragón a principios del s. XV, es un apasionado melodrama que gira en torno a dos hermanos cuyas vidas siguen trayectorias opuestas y enfrentadas, relatando una historia de enconados odios y venganzas, amores frustrados, crueldades e intrigas, que avanza con intensidad y de forma imparable hacia la catástrofe final.

Los cuatro actos en los que se divide esta ópera romántica –titulados respectivamente El dueloLa gitanaEl hijo de la gitana y La ejecución– recogen las extremadas pasiones y complejidad argumental que planteaba la obra sobre la que se basa el libreto, el drama caballeresco El trovador, del español Antonio García Gutiérrez, al que Verdi, con la colaboración de su libretista Salvatore Cammarano, pone una música de gran inspiración.

El director de escena Francisco Negrín ha diseñado para la ópera un ambiente oscuro y simbólico, en el que los protagonistas transitan, entre el fuego y la muerte, hacia su inexorable final. Junto a él, las funciones contarán con la complicidad del director musical Maurizio Benini, especialista en repertorio italiano, al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real y de un reparto de grandes voces del panorama lírico internacional.

Darán vida a los protagonistas de este drama verdiano el tenor Francesco Meli, como el al atormentado Manrico, il trovatore; la soprano Maria Agresta será la  voz de Leonora;  el barítono Ludovic Tézier, será el papel del malvado Conde de Luna y la mezzosoprano Ekaterina Semenchuk encarnará a la apasionada y vengativa gitana Azucena.

Un año más, el cierre de la temporada de ópera del Teatro Real unirá ante el mismo escenario a aficionados de toda España, para disfrutar de una noche de música única y compartir juntos las pasiones de los atormentados personajes.

Fotografía: Camilla Winther


 

Capriccio, de Strauss, un regalo insperado en el Teatro Real
CAPRICCIO
Richard Strauss (1865-1949)
Teatro Real de Madrid, 31 de Mayo de 2019
Konversationsstück für Musik en un acto
Libreto de Joseph Gregor, Richard Strauss y Clemens Krauss, basado en la idea original de Stefan Zweig
Estrenada en la Staatsoper de Múnich el 28 de octubre de 1942
Estreno en el Teatro Real, en coproducción con la
Opernhaus de Zúrich
D. musical: Asher Fisch
D. escena: Christof Loy
Escenógrafo: Raimund Orfeo Voigt
igurinista: Klaus Bruns
Iluminador: Franck Evin
Coreógrafo: Andreas Heise
Reparto: Marlin Byström, Josef Wagner, Norman Reinhardt, André Schuen, Christof Fischesser, Theresa Kronthaler, John Graham-Hall, Leonor Bonilla, Juan José de León, Torben Jüngens, Emmanuel Faraldo, Pablo García-López, Tomeu Bibiloni, David Oller, Sebastiá Peris, Davil Sánches, Elizabeth McGorian y Julia Ibáñez
Orquesta Titular del Teatro Real¿Quién, en medio de uno de los peores momentos por los que atravesaba el mundo, podía pararse a pensar y componer un refinamiento aristocrático como Capriccio? Richard Strauss y Stefan Zweig fueron capaces de elaborar un debate intelectual sobre la propia ópera, al modo de los diálogos de Platón. Y puede que lo hicieran, simplemente, como método de evasión.Una ópera sobre la ópera. Este fue el tema que eligió Richard Strauss para la última de sus composiciones, la eterna discusión sobre si debe prevalecer la música o el texto.
La historia había comenzado años atrás, cuando inicia la búsqueda de un nuevo libretista, tras la muerte de Hugo von Hofmannsthal, en 1929, el que hasta entonces había sido su principal colaborador y autor del libreto de todas sus composiciones. En su siguiente ópera, Die schweigsame (La mujer silenciosa), compuesta en 1934, se hace cargo del texto uno de los escritores más importantes del momento, el austríaco Stefan Zweig. Paralelamente, buceando en la Biblioteca del Museo Británico, Zweig encuentra el libreto que había escrito Gionavanni Batista Castri para la ópera Prima la música, dopo la parole, del compositor Antonio Salieri. A Strauss le gustó la idea, pero se vieron obligados a posponer el proyecto ante los problemas que el estreno de la mujer silenciosa había causado. Se había pedido la retirada del cartel del nombre del libretista, algo a lo que Strauss se negó. Se llegó a estrenar, pero se retiró a los pocos días.Para entonces ya se habían prohibido en Alemania los libros de Zweig. El judío Zweig, como era conocido por el régimen nazi, se vio obligado al exilio, como tantos otros intelectuales a partir de 1933. Pasó de ser un judío errante a extranjero distinguido en la ciudad brasileña de Petrópolis, donde se suicidó junto a su mujer en 1942, ante el temor de que el mundo que había conocido desapareciera.El boceto del libreto de Capriccio iniciado por Zweig fue retomado, primero por Joseph Gregor, y después por el propio Strauss y su amigo, el director de orquesta Clemens Krauss. Que sería después el director de Capriccio en su estreno. Y su mujer, la soprano ucraniana-austríaca Viorica Ursuleac, que sería la primera condesa Madeleine. En esta ocasión no hubo ningún problema en su estreno. El hecho de que Clemens Kraus fuese en ese momento el hombre más poderoso de la ópera alemana y amigo personal de Goebbels, ayudó bastante. Como también ayudó él mismo, a pesar de su buena relación con el régimen, a la huida de numerosos artistas judíos, principalmente a Estados Unidos.

En la elaboración de Capriccio participó también el director Hans Swarosky, quien aportó otro de los elementos fundamentales de la ópera, un soneto del poeta francés del siglo XVI Pierre Ronsard. Una declaración de amor que es declamada por Madeleine, sobre todo en la escena final:

Me haría falta buscar otras venas
Las mías están de vuestro amor tan llenas
Que otro amor no podrían soportar

El mismo año en que moría Zweig, 1942, se estrenaba Capriccio en la Staatsoper de Múnich el 28 de octubre. Ahora es el Teatro Real el que la estrena, en coproducción con la Opernhaus de Zúrich.

Cuando Strauss y Zweig comenzaron a pensar en Capriccio, no se ponían de acuerdo sobre si debía ser una ópera o una obra de teatro. Ciertamente, es la ópera más parecida a una obra de teatro que pueda verse. En ese, como en otros aspectos, Capriccio está llena de originalidad y peculiaridades.

Christof Loy, ayudado por el escenógrafo Raimund Orfeo Voigt, ha creado una escenografía brillante, llena de exquisitez, vacía de elementos superficiales y con referencias que llenan de profundidad esta ópera dialogada. Es una obra coral, compuesta por todos los personajes que intervienen en una producción, director, compositor, libretista, escenógrafo, cantantes… Está llena de escenas de conjunto en las que los actores/cantantes se mueven e interpretan de manera enteramente teatral, sin el exceso dramático de la ópera convencional. Lo que llena el desarrollo de las escenas de realismo y credibilidad. Nada en la escenografía es casual. Loy se ocupa de dirigir todos los detalles y logra que funcione con increíble precisión. Las escenas avanzan de manera fluida y natural, como si estuviera ocurriendo de verdad. Con muy pocos elementos recrea toda la minuciosidad que atesora la partitura. Y todo con una característica siempre presente, la elegancia.

El director musical Asher Fisch ha conseguido un resultado extraordinario de la Orquesta Titular del Teatro. El sexteto de cuerda inicial, una pieza camerística que pone de manifiesto la originalidad de la obra, demuestra la solvencia de la Orquesta. La escena y el foso caminan al unísono en fluidez y musicalidad. Fisch consigue la misma intensidad y calidad de sonido a lo largo de las más de dos horas que dura la representación, con una partitura llena de dificultades y cambios constantes. Todas las cuerdas sonaron de manera excepcional, pero, además del sexteto, sobresalió el solista de trompa Ramón Cueves, sobre todo en la interpretación de la serenata para trompa y orquesta de la última escena.

Los dos amantes que rivalizan por el amor de Madeleine estuvieron interpretados por André Schuen, como Olivier y Norman Reinhardt, como Flamand. El barítono italiano André Schuen ya nos sorprendió recientemente en el Ciclo de Lied en el Teatro de la Zarzuela. Recrea muy bien su papel de poeta con un perfecto fraseo y una voz de hermoso timbre y gran sonoridad y profundidad. Teatralmente impecable, como el resto del reparto.

Norman Reinhardt interpretó al músico Flamand. Su voz de tenor ligero sonó un poco forzada a veces, pero supo estar a la altura del conjunto. Elegante también en su desempeño escénico.

Josef Wagner interpretó al Conde, uno de los detalles de Christof Loy con el barroco, al hacerle aparecer en escena con vestuario de época. Perfecta actuación y timbre oscuro y rotundo, ideal para el personaje.

La soprano sueca Malin Byström dio vida a la condesa Madeleine. Y realmente la llenó de vida. Su porte elegante y aristocrático son perfectos para el personaje y su voz, de soprano lírica, perfecta para el fraseo cantado de sus numerosos diálogos apoyada en un potente y necesario fiato. Su momento cumbre, y el de la obra, fue su brillante final, ese canto romántico y delicado del soneto de amor de Pierre Ronsard. Se mimetizó absolutamente con su personaje, que no pudo resultar más creíble. Estuvo perfectamente acompañada por sus réplicas de niña, Julia Ibáñez y de casi anciana, Elizabeth McGorian.

Interesantes fueron también las intervenciones de Theresa Kronthaler, en el papel de Clairon. Mezzosoprano que, además de su buen hacer vocal, demostró su formación escénica.

Leonor Bonilla y Juan José de León interpretaron magníficamente a los ligeros cantantes italianos. Un guiño de Strauss a la ópera italiana perfectamente imbricado en la obra.

El octeto de la escena de los criados es otro de los elementos a destacar en esta ópera. Tanto el vestuario barroco, todos de blanco, como la disposición en escena. Perfectos los figurines de Klaus Bruns y la coreografía de Andreas Heise.
Para redondear este reparto tan equilibrado, tanto en lo vocal, como en lo interpretativo, citar a John Graham-Hall, como Monsieur Taupe y Torben Jüngens, que hizo de mayordomo.

El Teatro Real nos tiene acostumbrados, al menos, a una sorpresa por temporada. Algo excepcional que nadie espera. En esta ocasión, se puede decir que es la sorpresa del bicentenario, el del Real. Un regalo inesperado que justifica, por si solo, toda una temporada.

Texto: Paloma Sanz
Imágenes: Javier del Real
Vídeos: Teatro Real

El Teatro Real y el Palacio Real prosiguen su colaboración para el desarrollo y la promoción de actividades culturales, con la emisión en directo y gratuita, a través de Palco Digital del Teatro Real, del concierto que ofrecerá el Cuarteto Latinoamericano en el Salón de Columnas del Palacio mañana, martes 28 de mayo, a las 19.30 horas, y en el que los intérpretes utilizarán los Stradivarius de la Colección Real.

Esta iniciativa forma parte del acuerdo suscrito entre el Teatro Real y Patrimonio Nacional en abril de 2016, que facilita y fomenta la realización de acciones culturales conjuntas para hacer de ambas instituciones dos lugares más accesibles y cercanos al público.

El concierto forma parte del XXXV Ciclo de Música de Cámara organizado por Patrimonio Nacional y que conmemora el V Centenario del comienzo de la expedición Magallanes-Elcano. Con los Stradivarius en sus manos, el Cuarteto Latinoamericano interpretará el estreno absoluto de la partitura del compositor español Tomás Marco: Cuarteto núm 7 Primus circumdedisti me, obra encargada por Patrimonio Nacional.

Además de este estreno, el programa incluirá el Cuarteto nº 6, del compositor brasileño Heitor Villa-Lobos, y el Cuarteto nº 1 en sol mayor, del alicantino Ruperto Chapí.

Fundado en México en 1982, el Cuarteto Latinoamericano es una de las formaciones musicales más importantes de América Latina con una relevante proyección internacional que les ha hecho merecedores del Grammy Latino en dos ocasiones: en 2012, por su disco Brasileiro, works of Francisco Mignone, y en 2016 por El Hilo Invisible.

El próximo 27 de mayo el Teatro Real presentará, por primera vez en su escenario, Capriccio, última ópera de Richard Strauss, de la que se ofrecerán nueve funciones en una nueva producción concebida por el director de escena Christof Loy, realizada en coproducción con la Opernhaus de Zürich.

El director musical Asher Fisch, experta batuta en la música de Strauss, estará al frente de un reparto que contará en los papeles principales con las voces de la soprano Malin Byström (Condesa Madeleine), el barítono Josef Wagner (Conde), el tenor Norman Reinhardt (Flamand), el barítono André Schuen (Olivier) y el bajo Christof Fischesser (La Roche), entre otros, junto a la Orquesta Titular del Teatro Real.

Con este estreno, el Teatro Real prosigue con su proyecto de ampliación de repertorio y ofrece una obra maestra, cuya composición y contenido argumental trascienden el valor artístico para invitar al eterno debate en torno a la ópera: ¿qué es más importante, la palabra o la música?

Capriccio surge de una idea original del escritor Stefan Zweig, quien descubrió una ópera breve de Antonio Salieri y Battista Casti, Prima la musica e poi le parole, en torno a este tema, y sugiere al compositor la creación de una nueva obra inspirada en él.  Strauss, en colaboración con  Clemens Krauss, se adentra en esta aventura y elabora un libreto cargado de ironía, ingenio e inteligencia en el que, en clave de comedia, propone una reflexión, sobre la importancia que debe tener en la ópera la palabra en relación con la música.

Así, mientras el mundo occidental se sumergía en los horrores de la Segunda Guerra Mundial, en el corazón de la  Alemania nazi, Richard Strauss se aleja de la realidad –no en vano la ópera está ambientada en un castillo en París en 1775 para contarnos la historia de la condesa Madeleine, una culta y refinada aristócrata, incapaz de decidirse ante el amor de sus dos pretendientes, un poeta y un compositor. La celebración de su cumpleaños origina la creación de una pequeña obra de teatro, en la que participan ambos artistas, y que dará origen a un debate intelectual y filosófico, no exento de humor, alrededor de la cuestión fundamental de la predominancia de la música sobre la palabra en el teatro musical.

El director de escena alemán Christof Loy, gran conocedor de la obra de Strauss, se lanza por primera vez a la interpretación de esta compleja obra en la que, sin restar protagonismo al tema central, descubre múltiples capas que perfilan los secretos que se esconden en el alma de cada protagonista, las inquietudes y motivaciones del ser humano derivadas de sus emociones ante la percepción de la belleza.

El personaje central de Capriccio es la condesa, una mujer de enorme sensibilidad que refleja en esa indecisión ante la elección de uno de sus dos pretendientes, la necesidad de definir los valores y los afectos que determinarán el resto de su vida. En ese momento trascendental en el que transcurre la acción, su cumpleaños, Madeleine, ante el omnipresente espejo que preside su salón, mira el presente con la consciencia de que pronto será pasado, como la niña que fue, y que se encuentra en un tránsito hacia el futuro.

CAPRICCIO: ACTIVIDADES PARALELAS

TEATRO REAL

Miércoles 22 de mayo, 20:15h. Enfoques

Sala Gayarre. Acceso libre hasta completar aforo.

Encuentro con los artistas de la producción. Sala Gayarre.

 

Domingo 26 de mayo, 12.00 y 17.00 h. ¡Todos a la Gayarre!

Talleres musicales para toda la familia. Este mes: Hoy estamos de capricho.

 

Domingo 16 de junio. Domingos de Cámara

Sala Principal

Concierto a cargo de los solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real en torno a Richard Strauss y Roberto Gerhard.

 

Todos los días, 45 minutos antes del comienzo de la función.

Sala Gayarre. Aforo Limitado

José Luis Téllez desgrana al público interesado las claves de la ópera todos los días de función, 45 minutos antes de la misma.

 

FUNDACIÓN JUAN MARCH

22, 29 de mayo, 19.30 h. Conciertos

Música de cámara de Richard Strauss junto a creaciones de algunos de sus colegas contemporáneos: Korngold, Krenek, Zemlinsky, Pfitzner o Schreker.

Actividad gratuita

Calle Castelló 77

 

CASA DE AMÉRICA

Miércoles 29 de mayo. 19.00 h

Mesa redonda.

Memoria de un ‘Capriccio’: Stefan Zweig y el éxodo judío a América.

Actividad gratuita

Plaza de Cibeles s/n

  

MUSEO LÁZARO GALDIANO

Viernes 7 de junio, de 20.00 a 21.30 h

Velada literaria dedicada a la literatura española. Un recorrido por el Museo que mezcla piezas de la Colección Lázaro y fragmentos de textos y poemas de escritores como Lope de Vega y Gertrudis Gómez de Avellaneda.

Mínimo de 15 personas y máximo de 25. Inscripciones en info@museolazarogaldiano.es

Calle Serrano 122

Un reparto de lujo, con Joyce DiDonato, Elsa BenoitRenato DolciniXavier SabataFranco Fagioli y Andrea Mastroni, actuará junto con la orquesta Il Pomo d’oro, bajo la dirección del clavecinista Maxim Emelyanychev. [Reparto y biografías en el Programa de mano]

La presentación de Agrippina, de Georg Friedrich Händel (1685-1759), el próximo 16 de mayo, se sumará a los diez títulos de este compositor que se han ofrecido en el Teatro Real desde su reapertura: Giulio Cesare (2002), Ariodante (2007), Tamerlano (2008), Il trionfo del tempo e del disinganno (2008), Tolomeo, Re d’Egitto (2009), Theodora (2009), Agrippina (2009), Alcina (2015), Rodelinda (2017) y Ariodante (2018).

La ópera será interpretada en versión de concierto con un reparto de cantantes muy afines a este tipo de repertorio, como las sopranos Joyce DiDonato (Agrippina) y Elsa Benoit (Poppea), el bajo-barítono Renato Dolcini (Claudio), los contratenores Franco Fagioli (Nerone), Xavier Sabata (Ottone/Giunone) y Carlo Vistoli (Narciso), el bajo Andrea Mastroni (Pallante) y el barítono Biagio Pizzuti (Lesbo). Actuarán junto a la orquesta Il Pomo d’oro, que ha tocado en el Teatro Real dos veces en 2017 en sendos conciertos protagonizados por Joyce DiDonato Franco Fagioli, dirigidos, como en esta ocasión, por Maxim Emelyanychev.

La fecunda estancia del joven Georg Friedrich Händel en Italia durante cerca de 3 años y medio, de 1706 a 1710, sería determinante en el devenir de su carrera creativa y profesional, que culminaría en Londres, donde el compositor ‘reinaría’ durante más de cuatro décadas, con una actividad frenética como compositor y empresario, componiendo ahí sus páginas de más alto vuelo e inspiración, sin abandonar jamás la fuerte influencia de la ópera seria italiana, incluso cuando sus preceptos eran ya anacrónicos.

Agrippina, sexta de las 42 óperas de Händel, fue escrita como colofón a ese fecundo trienio italiano y estrenada con todos los honores en el fastuoso teatro San Giovanni Grisostomo de Venecia, bajo el auspicio de los hermanos Grimani -uno de los cuales, Vincenzo Grimani, está considerado el probable autor del libreto-. El reparto estelar, que reunía a algunos de los mejores cantantes de entonces, contribuyó sin duda al estruendoso éxito del estreno, en el que Händel fue ovacionado con sonoros ¡Viva il caro Sassone!, aludiendo a su origen sajón que dejaba su impronta sobre todo en la riqueza armónica de la partitura.

El libreto de la ópera, cuya trama, basada en personajes históricos, es típica del melodrama veneciano del siglo XVII, ha sido interpretado frecuentemente como una crítica al papa Clemente XI -asociado al personaje de Claudio -y a la depravación de la curia romana; o como una evocación de la Guerra de Sucesión española, con el enfrentamiento entre Felipe de Anjou y Carlos de Austria reflejado en la disputa entre Nerone y Ottone. En ambos casos el libretista, perteneciente a la poderosa familia veneciana de los Grimani, apoyaba abiertamente la causa finalmente perdedora, de los Habsburgo.

Pese a que Agrippina es una obra de juventud, conformada mayoritariamente con páginas musicales retiradas de obras anteriores de Händel-algunas extraídas también de obras de compositores coetáneos-, la partitura ostenta muchas de las cualidades ‘hendelianas’ que crecerán a lo largo de su carrera: articulación de recitativos, arias y números de conjunto con coherencia y continuidad dramatúrgica; personajes con entidad psicológica individualizada; rigor estructural de la partitura, maestría en el uso de la escritura armónica, cromatismo y modulación, etc.

De la valía de esta gran partitura dará cuenta el concierto del próximo 16 de mayo, que traerá al Teatro Real una nueva partitura de Händel, compositor cada vez más asiduo en el repertorio de los teatros líricos.

 

Casi retirado del mundo de la composición, Giuseppe Verdi disfrutaba de la compañía de su esposa Giuseppina Strepponi en su laugar de reposo, Sant´Agata. Hasta allí se acercaban algunos amigos, entre otros, los Boito. Arrigo Boito y Verdi no habían tenido muy buena relación hasta ese momento, fue a raíz del éxito  de Otello, otro acertado libreto de Boito, cuando iniciaron una amistad que se consolidó durante los últimos años del compositor, ambos compartían el amor por la música y la literatura.Boito hizo llegar a Verdi un boceto teatral de “Falstaff”, libreto basado en la obra de Shakespeare “Las alegres comadres de Windsor” y en “Enrique IV”. Quería animar al maestro a escribir una comedia, un género que Verdi no había vuelto a explorar desde hacía casi cincuenta años, tras el fracaso de “Un giorno di regno”, su primera incursión en la comedia que fue retirada al día siguiente de su estreno. Conocedora de la espinita que su esposo tenía clavada desde entonces, Giuseppina intentó, junto a Boito, animar al maestro en la aventura de componer una ópera buffa. Y así lo anunció durante una cena con el editor Ricordi, el maestro estaba escribiendo una nueva obra a sus 77 años. Al día siguiente, “Il Corriere della Sera” se hacía eco de la noticia, generando gran expectación entre sus seguidores.Verdi se enfrentaba así, junto a su amigo y libretista, sin prisas, sin presiones, con el sosiego de quien ya no tiene nada que demostrar, a la construcción de un personaje con el que llegó a empatizar lo largo de la composición.  “El panzón”, como llamaban Verdi y Giuseppina  a Falstaff, quedó terminado a mediados de 1892 y fue estrenada en el Teatro alla Scalla de Milan el 9 de febrero de 1893.Verdi acudía a todos los ensayos y no dejaba de dar indicaciones a músicos y cantantes, algo que sorprendía a todos, pues estaba próximo a cumplir los 80 años. El estreno fue todo un éxito y Verdi tuvo que salir a saludar en numerosas ocasiones. Pero Falstaff también había creado cierto desconcierto entre algunos seguidores del compositor. Su música no tenía nada que ver con las obras elaboradas hasta ese momento. Incluso se alejaba de Otello, que ya había supuesto una gran evolución musical. Después de Don Carlo, Verdi había hecho un gran esfuerzo para ser aceptado y responder a las críticas que le hacían sus detractores y ahora con Falstaff iba un paso más allá. Pero, a estas alturas, el maestro de Busseto era un personaje consagrado, no solo en el mundo de la ópera y en Italia, era admirado internacionalmente. Por lo que los reconocimientos a esta su última obra, fueron mayores que los desconciertos.

La principal novedad en la partitura de Falstaff reside en su estilo vocal y orquestal, y su nueva forma de recitar. Verdi abandonó por completo en esta obra el sistema de arias, no aparecen aquí las pasiones y dramas tan característicos de sus obras, representadas por esas arias de bravura. Tampoco aparecen las cabaletas, duetos y concertantes en una estructura llena de rigideces. El compositor elabora un sistema mucho más dinámico, donde la palabra tiene gran importancia a través de una escritura llena de riqueza y fuerza creativa. Se puede decir que da una vuelta de tuerca creando una ópera italiana brillante y llena de teatralidad, con una escritura orquestal compleja, con ensembles y conjuntos. Un personaje principal, dos más secundarios y un conjunto de comprimarios que van saliendo a escena con milimétrica exactitud. Se crea así una comedia donde el ritmo es fundamental y donde todos los personajes tienen un lugar insustituible en el engranaje de la obra.

El director de escena Laurent Pelly, ha sabido hacer una lectura muy adecuada del nivel teatral de esta ópera buffa. Ha diseñado dos espacios bien diferenciados, una tasca en la que Falstaff vive y prepara las intrigas junto a sus compinches Bardolfo y Pistola, y otro espacio, elegantemente favorecedor del enredo, donde vive y se desenvuelve la parte burguesa del reparto. El gran acierto de la escenografía de Laurent Pelly y Barbara de Limburg es su teatralidad, que faciliya las entradas y salidas de escena como si de un entremés se tratara, con una extraordinaria dirección de actores. La excesiva oscuridad de la escenografía estuvo a cargo de Joël Adam.

La dirección musical del joven Daniele Rustioni resultó muy eficaz y escrupulosa en su interpretación. Tal vez, a la vuelta de unos años, Rustioni se atreva a poner más intención y personalidad en esta obra. El entusiasmo que mostraba sobre el podio no se veía reflejado por la orquesta. Todo muy correcto, pero con poca chispa.

Falstaff es una obra coral. Sus numerosos personajes deben ser tan buenos cantantes como actores, y el elenco final, después de algunas bajas, es de un nivel extraordinario.

Roberto de Candia sustituía a Nicola Alaimo en el papel de Sir John Falstaff. De Candia defiende su personaje con bastante autoridad, un timbre homogéneo y una gran capacidad teatral. Su experiencia en el escenario y la intención que le da a su personaje, llenaron el escenario vacío en el que se encontraba en alguno de sus pasajes. Su Falstaff tiene el punto justo de comicidad, sin caer en lo caricaturesco. Es un Falstaff con su poquito de petulancia y fanfarronería, que se cree apuesto y gentil. Un Don Giovanni venido a menos que vive de sus recuerdos y con el que se acaba empatizando.

El Ford de Simone Piazzola tuvo una mayor carga histriónica. Su personaje no es vocalmente sencillo, pero Piazzola resolvió con fluidez los pasajes más complicados de su jocoso Ford.

Las alegres comadres de  Windsor no lo tuvieron fácil en la parte escénica. Pelly las puso a todas a subir y bajar escaleras mientras cantaban. Una dificultad a añadir a su interpretación. Rebecca Evans fue una Mrs. Alice Ford llena de comicidad y gracia. Su emisión es limpia y directa y fue la más destacada vocalmente del grupo de comadres.

Daniela Barcellona, como Mistress Quickly, fue la más elegante y sofisticada, también en la línea de canto. Echamos un poco de menos esos maravillosos graves que posee. Hizo muy buena pareja con Roberto de Candia en los duetos que comparten.

Más desapercibida pasó en escena Maite Beaumont con su Mrs. Meg Page. No ocurrió lo mismo con Ruth Iniesta y su Nannetta, con una voz limpia, fresca y voluminosa que acompañaron al apocado Fenton de Joel Prieto, al que le cuesta recuperar el buen nivel que mostró en La flauta mágica de hace una par de temporadas en este mismo teatro.

El Dr. Caius de Chritophe  Mortagne resultó algo esperpéntico, con una emisión algo forzada en su comicidad.

Mikeldi Atxalandabaso siempre es una garantía en lo vocal y, sobre todo, en la interpretación. Es un auténtico camaleón en el escenario. Su Bardolfo, un poco macarra de barrio, fue de lo más divertido de la noche. El mismo oficio demostró Valeriano Lanchas, compañero de correrías de Bardolfo y Falstaff. Con unos graves que resonaban con potencia y una muy buena interpretación.

Falstaff termina de manera magistralmente original, con una fuga interpretada por todos los protagonistas, incluido el coro (una vez más, magnífico), mientras un gran espejo refleja el patio de butacas a la vez que se escucha “Todo en el mundo es burla”. En este caso, no nos importa ser burlados.

Yolanda Osuna

El baile será el gran protagonista del mes de mayo en Flamenco Real, donde se darán cita destacados nombres de esta disciplina con la que, acompañados por importantes músicos y cantaores, harán un recorrido desde las raíces más profundas de la danza flamenca hasta las tendencias más actuales con la actuación de Yolanda OsunaBelén López, Eduardo Guerrero y Gema Moneo.

A través de estos cuatro espectáculos, el Teatro Real quiere convertir su Salón de Baile en un punto de encuentro para los grandes aficionados del flamenco y para aquellos que quieren empezar a conocer y disfrutar un arte que está en el centro de nuestra cultura y es reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

El 8 de mayo, la bailaora cordobesa Yolanda Osuna, una de las grandes maestras de la danza flamenca, desgranará todo su arte en una sesión que ha denominado Sueños, en la que, según sus propias palabras, estructura su propia  poesía en baile, volcando su alma en el aire, queriendo tocar el cielo.

Osuna estará acompañada por los premiados cantaores José Valencia y Bernardo Miranda, el guitarrista sevillano Pedro Sánchez y el violinista David Moñiz. Todos ellos colaboradores habituales de conocidos artistas como Merche Esmeralda, María Pagés, Antonio Canales o Farruquito.

El flautista y saxofonista Sergio de Lope y la bailaora Belén López, protagonizarán el encuentro del 15 de mayo, denominado Ser de Luz, un alegato a la memoria musical de los pueblos, a los maestros del flamenco que tanto han enseñado y que continúan, y ayudan a llevar al futuro, el legado de este arte y de las vidas que han luchado por él.

Cuatro músicos completan el elenco de esta jornada: el cantaor Matías López “el Mati”, el guitarrista David Caro, el bajista eléctrico JuanFe Pérez y el percusionista Javier Rabadán.

Las próximas citas serán el 22 de mayo, con Eduardo Guerrero como protagonista con su espectáculo Faro, y el 29 de mayo con Gema Moneo y su homenaje a Jerez.

El público podrá acceder al Salón de Baile del Teatro Real a partir de las 20.15 horas, horario en que se abrirá la puerta de la Calle Felipe V.

A las 20.30 horas se servirá un vino español como preludio a la actuación que tendrá lugar a las 21.00 horas. Al término de la misma, los espectadores que deseen, podrán disfrutar de la compañía de los artistas y acercase así, de manera personalizada, al mundo del flamenco.

PRÓXIMOS ESPECTÁCULOS

SUEÑOS  8 de mayo

Yolanda Osuna, baile

Artistas invitado: José Valencia, cante

Bernardo Miranda: cante

Pedro Sánchez, guitarra

David Moñiz, violín

SER DE LUZ 15 de mayo

Sergio de Lope, flauta y saxofón

Artista invitado: Belén López, baile

Matías López, ‘El Mati’, cante

David Caro, guitarra

JuanFe Pérez, bajo eléctrico

Javier Rabadán, percusión

FARO 22 de mayo

Eduardo Guerrero, baile

Anabel Rivera y Manuel Soto, cante

Javier Ibáñez, guitarra

JEREZ 29 de mayo

Gema Moneo, baile

Artista invitado: Pepe de Pura, cante

Yeray Cortés, guitarra

Fotografía: Juanlu Vela

Francisco Viñas

El Teatro Real acogerá, un año más, el concierto de los ganadores del Concurso Internacional de Canto Tenor Viñas, que el pasado mes de enero celebraba su 56 edición concediendo el  primer premio ex aequo a la soprano rusa Aigul Khismatullina y al tenor peruano Iván Ayón.

Junto a ellos, el público tendrá la oportunidad de escuchar las voces de  la soprano estadounidense Liv Redpath (Segundo Premio ofrecido por el grupo Amics del Concurs Tenor Viñas y el Teatro Real); el tenor chino Long Long (Tercer Premio ofrecido por la Associació de Liceístes, Bufet Bergós-Advocats y Reial Cercle Artístic de Barcelona y el Teatro Real) y el barítono esloveno Jaka Mihelač (Cuarto Premio Maria Esperança Salvans y el Teatro Real).

Les acompañará la Orquesta Titular del Teatro Real, bajo la dirección del maestro Santiago Serrate.

Fundado en 1963 en Barcelona, el Concurso Internacional de Canto Francisco Vinas ha querido mantener viva la memoria de uno de los tenores más importantes de nuestro país y, a la vez, ha sido trampolín de algunas de las voces más importantes del panorama lírico actual, convirtiéndose en una de las competiciones más prestigiosas del mundo.

En la actualidad forman parte de la organización, además del Gran Teatre del Liceu y del Teatro Real, grandes centros líricos de todo el mundo como el Bolshoi de Moscú, The Metropolitan Opera de Nueva York, el Centro Nacional de las Artes Escénicas de China de Pekín, la Opéra national de Paris, la Royal Opera House Covent Garden de Londres y el Teatro alla Scala de Milán. Además de contar con la colaboración de  la Deutsche Oper Berlin, Los Angeles Opera, la Ópera de San Francisco y la Staatsoper Berlín.

En palabras del director artístico del Teatro Real, Joan Matabosch, tanto la realización de este concierto como su participación en el jurado del concurso “permite visualizar la estrecha colaboración entre el Liceu y el Real, y contribuye a lanzar las carreras de algunos jóvenes que, sin duda, van a destacar entre los artistas más relevantes de los próximos años”.

Fotografía: Javier del Real

Entrevista Daniala Barcellona

 

El próximo lunes, 29 de abril, a las 20.00 horas, tendrá lugar el cuarto concierto del ciclo Voces del Real, protagonizado por el gran barítono alemán Matthias Goerne, que actuará con la Camerata Salzburg, bajo la dirección de Gregory Ahss.

Será el tercer concierto que ofrecerá el cantante en el Teatro Real, donde ha participado también en la ópera L’upupa, de Hans Werner Henze, en 2004; Parsifal, de Richard Wagner, en 2017; y Elías, de Felix  Mendelssohn, en 2018.

Si en el último concierto en el Teatro Real, en 2013, Matthias Goerne ha dejado su impronta y veteranía en la interpretación de Des Knaben Wundernhorn, de Gustav Mahler, junto a la Orquesta Titular del Teatro Real, bajo la dirección de Teodor Currentzis, en esta ocasión volverá a la hondura del lieder alemán, con una selección de canciones de Franz Schubert, que interpretará bajo las órdenes del violinista y director Gregory Ahss (ver programa y biografías adjuntas).

En la segunda parte del concierto se interpretará la deliciosa Serenata para cuerda, Op. 48, de Piotr Ilich Chaikovski, pequeña obra sin pretensiones, heredera de las serenatas dieciochescas y estrenada en San Petersburgo en 1881, cuyo célebre vals se ha hecho popular como una pequeña pieza independiente.

José Bros

El 26 de abril a las 20.00 horas, concierto con el tenor José Bros y la soprano Ruth Iniesta.

Entradas

La zarzuela vuelve al Teatro Real de la mano del tenor José Bros, que ha actuado en las dos únicas obras de este género que se presentaron en su escenario desde la reapertura, en 1997: El dúo de La africana, de Manuel Fernández Caballero (2004) y Luisa Fernanda, de Federico Moreno Tórroba (2007). Además de estos títulos, Bros ha interpretado en el Real los papeles protagonistas de otras dos óperas españolas presentadas en versión de concierto y grabadas en disco: La conquista di Granata, en 2003, e Ildegonda, en 2006, ambas de Emilio Arrieta.

Aunque las 77 funciones que ha protagonizado en el Real hayan sido mayoritariamente obras del repertorio belcantista  ─L’elisir d’amore, Lucia di Lammermoor, La Favorite, Roberto Devreux, La sonnambula, Werther, etc.─, o verdiano ─La traviata, Rigolleto─, José Bros celebrará sus 25 años de carrera y su vínculo con el coliseo madrileño con un concierto dedicado a la zarzuela. Actuará junto con Ruth Iniesta, a quien ya hemos visto en el Teatro Real en Muerte en Venecia, de Benjamin Britten, en 2014, y El emperador de la Atlántida, de Victor Ullmann, en 2016, y que ahora participa en Falstaff, cuyo estreno tendrá lugar mañana, ópera en la que interpreta el papel de Nannetta.

Los dos cantantes, junto con la Orquesta Titular del Teatro Real, bajo la dirección de José María Moreno, interpretarán preludios, arias y dúos de algunos de los títulos más populares de zarzuela: Luisa Fernanda y Monte Carmelo, de Federico Moreno Torroba; La Revoltosa y El tambor de granaderos, de Ruperto Chapí; Doña Francisquita, de Amadeo Vives; La tabernera del puerto, de Pablo Sorozábal; Jugar con fuego, de Francisco Asenjo Barbieri; Luces y sombras, de Federico Chueca; El huésped del sevillano, de Jacinto Guerrero; etc. (ver programa adjunto).

El director mallorquín José María Moreno, con gran experiencia en la interpretación del repertorio lírico español, debutará en el Teatro Real.

Fotografía: Javier del Real

Falstaff

El próximo 23 de abril el Teatro Real estrenará una nueva producción de Falstaff, de Giuseppe Verdi, en coproducción con el Théâtre Royal de la Monnaie de Bruselas, la Opéra National de Burdeos y la Tokyo Nikikai Opera Foundation ─teatros donde se presentará posteriormente─ y la empresa NEOescenografía SL.

La ópera, que estará en escena hasta el 8 de mayo ─11 funciones con doble reparto─, será retransmitida en directo el 2 de mayo por el canal de televisión Mezzo y en diferido por La 2, de RTVE. Asimismo, la grabación estará disponible en el Palco Digital del Teatro Real y será editada en DVD con distribución internacional.

Falstaff nace del fabuloso libreto de Arrigo Boito inspirado en pasajes de Las alegres comadres de Windsor, Enrique IV y Enrique V de William Shakespeare (en una edición traducida por Victor Hugo) y del genio de Giuseppe Verdi que, ya octogenario, escribe una partitura genial, despidiendo su carrera operística con un canto a la humanidad lleno humor, sabiduría, vitalidad, hondura y regocijo.

Arrigo Boito ─compositor, poeta y dramaturgo que ya había unido su nombre al de Shakespeare y de Verdi en Otello─, entrelaza y funde las escenas y personajes shakespearianos en un libreto todo en verso, que es en sí mismo una obra literaria. El autor utiliza la fonética e inflexiones de la lengua italiana arcaica al servicio de la comedia, bebiendo del teatro isabelino, de Goldoni o de Moliere, intercalando frases de Shakespeare o citas de Boccaccio y jugando profusamente con la métrica para las distintas situaciones: pentasílabos para los arrebatos amorosos, hexasílabos para las burlas de las comadres, octosílabos para las persecuciones a Falstaff, o duplos septisílabos para sus monólogos, todo combinado con enorme destreza y eficacia dramática.

La inmensa riqueza teatral, semántica y poética del libreto se ajusta minuciosamente a la partitura de Giuseppe Verdi, que se recrea articulando pequeñas células melódicas, tonalidades, detalles de instrumentación, timbres y armonías asociadas a personajes y situaciones dramáticas, con una fluidez, complejidad y frescura asombrosas. Una música vertiginosa nos lleva de la juventud a la vejez, de la realidad al sueño, de la dulzura a la ira, de la carcajada a la reflexión, burlándose o compadeciéndose de los personajes, o uniéndose a sus miedos, risas, penas o devaneos.

Laurent Pelly, reconocido maestro en la dirección de actores, que en el Teatro Real ha triunfado con tres divertidas comedias ─La hija del regimiento, de Gaetano Donizetti (2014), Hansel y Gretel, de Engelbert Humperdinck  (2015), y  El gallo de oro, de Nikolái Rimski-Kórsakov (2017)─, vuelve en esta ocasión para dirigir una nueva producción de la obra maestra de Verdi en la que, una vez más, es también el autor de los figurines.

En su concepción de la ópera, cuya acción traslada a nuestro tiempo en una escenografía esquemática, ‘orgánica’ y mutante diseñada por Barbara de Limburg, Laurent Pelly va profundizando en el interior de los personajes, en un viaje metafísico en el que se desvanecen los límites de la farsa y de la comedia, para entrar en el reino mágico del encantamiento y la fábula.

La endiablada partitura de Verdi estará dirigida por Daniele Rustioni, director musical de la Ópera de Lyon, de la Orchestra della Toscana y de la Ulster Orchestra (ésta, a partir de septiembre), con una fulgurante carrera internacional, que debutará en el Teatro Real después de haber triunfado en los más importantes teatros ópera de todo el mundo.

Estará al frente de un doble reparto, con 10 protagonistas españoles, encabezado por dos reconocidos barítonos en los papeles titulares ─Roberto de Candia y Misha Kiria─, secundados por Daniela Barcellona y Teresa Iervolino (Mistress Quickly), Maite Beaumont y Gemma Coma-Alabert (Mrs. Meg Page), Rebecca Evans y Raquel Lojendio (Mrs. Alice Ford), Ruth Iniesta y Rocío Pérez (Nannetta), Joel Prieto y Albert Casals (Fenton), Simone Piazzola y Àngel Òdena (Ford), Christophe Mortagne (Dr. Caius), Mikeldi Atxalandabaso (Bardolfo) y Valeriano Lanchas (Pistola).

Falstaff se presentará en el escenario del Teatro Real después de 17 años de ausencia: en 2002 se ofrecieron ocho funciones de la icónica producción de la Scala de Milán concebida por el director de escena Giorgio Strehler, ya entonces fallecido, como homenaje a su brillante carrera.

El gordo fanfarrón y vividor volverá para divertirnos con nuestras penas, redimirnos de nuestras miserias y llevarnos a un mundo mejor, más tolerante y risueño, donde “tutto è burla”. 

AGENDA | ACTIVIDADES PARALELAS 

16 de abril a las 20.15 horas | Teatro Real, Sala Gayarre

Enfoques: encuentro con Daniele Rustioni y Laurent Pelly ─directores musical y escénico de Fasltaff, el escritor y musicólogo Andrés Ibáñez y Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real.

Acceso libre hasta completar aforo.

27 de abril a las 18:00 horas | Museo del Romanticismo, Auditorio

Cuentacuentos en familia: los cuentos de Shakespeare, por Rosa Muñoz.

Con motivo del Día del Libro, el Museo recuperará las versiones que Charles y Mary Lamb hicieron en el siglo XIX de los cuentos de Shakespeare.

Actividad libre para mayores de 8 años. Reserva de plazas en el teléfono 914 483 647.

28 de abril a las 12.00 y a las 17.00 horas | Teatro Real, Sala Gayarre

¡Todos a la Gayarre!: talleres musicales para toda la familia, con dirección y presentación de Fernando Palacios.

El vividor que se reía del mundo: torpe, vanidoso, cobarde, gordinflón, pendenciero… pero muy simpático.

28 de abril a las 13.00 horas | Teatro Real, Sala principal

Ópera en cine: Otello, de Giuseppe Verdi, que, como Falstaff, tiene libreto de Arrigo Boito a partir de William Shakespeare. Dirección musical de Renato Palumbo y dirección de escena de David Alden, con Gregory Kunde, Ermonela Jaho, George Petean y Alexey Dolgov en los papeles protagonistas.

Hasta el 20 de abril | Teatro Real, Sala principal, talleres, salas de ensayo

Ópera al descubierto: El ingenioso y sarcástico Falstaff servirá de excusa para conocer con detalle todo lo que rodea una producción de ópera. Ensayos, vistas técnicas y vivir en primera persona los imprevistos de un estreno de ópera, son algunos de los alicientes de este singular taller.

2 de mayo a las 20.00 horas

El canal de televisión Mezzo retransmitirá Falstaff en directo para todo el mundo.

La 2, de TVE retransmitirá la ópera en diferido en fecha todavía por determinar, antes de su edición en DVD con distribución internacional.

Hasta el 17 de mayo a las 19 horas | Instituto Internacional, Salón de actos

Ciclo de cine: Orson Welles: Master Storyteller.
Con el apoyo de la Embajada de EE.UU. en Madrid
26 de abrilThe Stranger
3 de mayoMr. Arkadin
10 de mayoTouch of Evil
17 de mayoF for Fake

Fotografía: Javier del Real

19-20 Teatro Real

La nueva temporada articula títulos populares del repertorio lírico, óperas de importantes compositores actuales -Aribert Reimann, George Benjamin o Steve Reich-, obras desconocidas en España -como La Pasajera, de Mieczyslaw Weinberg-,títulos poco frecuentados -como Il pirata, de Vicenzo Bellini, o Iris, de Pietro Mascagni- y una joya desconocida del público actual, Achille in Sciro, de Francesco Corselli.

En el apartado de ÓPERA se ofrecerán 12 títulos: 6 producciones del Teatro Real ─incluyendo 2 óperas de cámara en las Naves Matadero y en los Teatros del Canal─, 5 producciones invitadas y 1 en versión de concierto. De estas óperas, 7 son nuevas incorporaciones al repertorio del Teatro Real.

Se estrenarán en España La Pasajera, de Mieczyslaw Weinberg; Lear, de Aribert Reimann; y Three Tales, de Steve Reich. La obra Into the Little Hill, de George Benjamin, se ofrecerá por primera vez en Madrid.

Se rescatará del olvido la obra maestra del barroco español Achille in Sciro, de Francesco Corselli, en una nueva producción del Teatro Real a partir de la edición del Instituto Complutense de Ciencias Musicales.

Prosigue la tetralogía El anillo del nibelungo, de Richard Wagner, con La valquiria, siempre con dirección musical de Pablo Heras-Casado y puesta en escena de Robert Carsen.

Se presentarán por primera vez en el Teatro Real Il Pirata, de Vincenzo Bellini, en una coproducción con La Scala de Milán, e Iris, de Pietro Mascagni, ésta en versión de concierto.

Los grandes títulos operísticos estarán muy presentes en la nueva temporada: La flauta mágica, de Wolfgang Amadeus Mozart; L’elisir d’amore, de Gaetano Donizetti; Don Carlo y La Traviata, de Giuseppe Verdi; y la mencionada La valquiria, de Richard Wagner.

La Orquesta Titular del Teatro Real, bajo la tutela de su director musical, Ivor Bolton ─junto a Pablo Heras-Casado, primer director invitado, y Nicola Luisotti, director asociado─, y el Coro Titular del Teatro Real, con dirección de Andrés Máspero, ampliarán notablemente su repertorio, consolidando el prestigio de los cuerpos estables del Teatro.

La programación de DANZA traerá al Teatro Real tres reconocidas compañías: el English National Ballet, con Giselle; el Ballet Nacional de España, con Electra; y la Nederlands Dans Theater, con Jubilee, programa con el que celebrará su 60 aniversario.

Tres conciertos líricos conforman el ciclo VOCES DEL REAL, protagonizados por Anna Netrebko y Yusif Eyvazov; Joyce DiDonato y Philippe Jaroussky.

Un año más el Real se une a los mejores teatros de ópera y festivales líricos de Europa: Opéra national de Paris, Teatro alla Scala de Milán, English National Opera de Londres, Komische Oper de Berlín, Nationale Opera & Ballet de Amsterdam, Ópera de Frankfurt, Ópera de Colonia,  Festival de Salzburg, Festival de Bregenz,  Teatr Wielki de Varsovia y, en España, el Palau de les Arts de Valencia, Teatros del Canal y Naves Matadero – Centro Internacional de Artes Vivas, en Madrid.

EL REAL JUNIOR ofrecerá 7 producciones de distintos formatos ─marionetas, circo, cuentos musicales, cine mudo, etc.─ para diferentes edades; 18 talleres familiares ¡Todos a la Gayarre! y talleres infantiles de ópera y vestuario, en verano. Todos los espectáculos se ofrecerán a centros escolares y muchos de ellos se retransmitirán en pantallas de toda España, reafirmando el compromiso del Teatro Real con la educación, formación y consolidación del público infantil y juvenil.

Además de los talleres para universitarios enmarcados en el proyecto de formación REALÍZATE del Teatro Real, y de todas las ventajas ofrecidas a los AMIGOS JÓVENES DEL TEATRO REAL, se refuerza la política de incentivos económicos a los menores de 30 y 35 años que les permite acceder a los espectáculos por precios muy asequibles.

También los niños en situaciones desfavorables, ya sean físicas, psíquicas o sociales, tienen su espacio en el AULA SOCIAL del Teatro Real, cuyo programa se desarrolla en sus salas utilizando la música como vehículo integrador y terapéutico, con el apoyo de la fundación Acción Social por la Música.

Se afianza el diálogo con otros tipos de música, con la sexta edición del UNIVERSAL MUSIC FESTIVAL, en julio de 2020, y la segunda edición del ciclo FLAMENCO REAL, con actuaciones a lo largo de toda la temporada.

El Teatro Real incrementará la difusión nacional e internacional de su programación a través del aumento de las retransmisiones y grabaciones audiovisuales y la renovación de su plataforma de ópera en streaming Palco Digital.

Coincidiendo con la presentación de la temporada 2019-2020, el teatro Real lanza una nueva página web desarrollada por TELEFÓNICA.

DATOS Y CIFRAS

El presupuesto de la producción artística de la temporada 2019-2020 del Teatro Real es de 28.064.000 €.

Se ofrecerán un total de 238 funciones: 110 funciones de ópera repartidas en 12 títulos; 12 funciones de danza con 3 diferentes compañías, 5 conciertos y recitales líricos; 101 funciones para el público infantil y juvenil; 7 conciertos de ‘Los domingos de cámara’ y 3 proyecciones de ‘Ópera en Cine’.

Entre las 12  óperas programadas, habrá 2 estrenos en España, 6 producciones del Teatro Real (5 coproducidas con otros teatros) y 7 nuevos títulos se incorporan a la lista de repertorio del Teatro Real en sus 201 años de historia.

Conforman la programación infantil y juvenil 7 espectáculos concebidos para diferentes edades y 18 talleres musicales ¡Todos a la Gayarre!

Se ofrecerán más de 30 actividades gratuitas que incluyen exposiciones, recitales, coloquios y conferencias en el Teatro Real y en instituciones culturales de Madrid, así como retransmisiones de ópera en directo en plazas, cines, auditorios y centros culturales y escolares de toda España.

Abonos y localidades

Están disponibles 25 categorías de abonos para todos los públicos: 15 abonos de ópera (compuestos por selecciones de entre 3 y 10 títulos de ópera por abono); 4 abonos de danza; 2 modalidades de abonos de conciertos y recitales; 3 tipos de abonos familiares para funciones infantiles y juveniles y 1 abono de Ópera en Cine.

Habrá abonos de ópera desde 45 €, de danza desde 75 €, y de conciertos desde 70 € y abonos para jóvenes con descuentos del 80% (menores de 30 años) y 60% (menores de 35 años) y entradas para funciones escolares, de 7 €.

Los menores de 30 años podrán disfrutar de una tarifa plana de 19 € en las localidades de ópera de ‘último minuto’, incluyendo las representaciones de estreno. En las funciones que no son de ópera (conciertos, ballet, etc.), los menores de 30 años tendrán un descuento del 90% en localidades de ‘último minuto’; y los menores de 35 años, un 60% de descuento.

ÓPERAS 

PRODUCCIONES DEL TEATRO REAL

L´ELISIR D´AMORE, de Gaetano Donizetti

Director musical: Stefano Montanari | Director de escena: Damiano Michieletto

Voces: Brenda Rae, Sabina Puértolas, Rame Lahaj, Francisco Gatell, Javier Camarena, Alessandro Luongo, Borja Quiza, Erwin Schrott, Adrian Sampetrean, Adriana González

Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real

Producción del Teatro Real, en coproducción con el Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia

12 representaciones entre el 29 de octubre y el 12 de noviembre de 2019

IL PIRATA, de Vincenzo Bellini

Director musical: Maurizio Benini | Director de escena: Emilio Sagi

Voces: George Petean, Simone Piazzola, Vladimir Stoyanov, Sonya Yoncheva, Yolanda Auyanet, Davinia Rodríguez, Javier Camarena, Celso Albelo, Dmitry Korchak …

Coro y orquesta Titular del Teatro Real

Nueva producción del Teatro Real, en coproducción con el Teatro Alla Scala de Milán.

Estreno en el Teatro Real

14 representaciones entre el 30 de noviembre y el 20 de diciembre de 2019

INTO THE LITTLE HILL, de George Benjamin

Director musical: Tim Murray | Director de escena: Marcos Morau | Escenografía: Max Glaenzel

Voces: Jenny Daviet y Julia Riley

Orquesta Titular del Teatro Real

Nueva producción del Teatro Real, en coproducción con los Teatros del Canal

3 representaciones entre el 11 y el 15 de febrero de 2020 

THREE TALES, de Steve Reich

Director musical: Nacho de Paz | Operador de sonido: Norbert Ommer | Operador de video: Johannes Bernstein  

Miembros del Coro Titular del Teatro Real

Solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real

Nueva producción del Teatro Real en coproducción con Naves Matadero – Centro Internacional

de Artes Vivas

Estreno en Madrid.

4 representaciones 5,6 y 7 de marzo de 2020

ACHILLE IN SCIRO, de Francesco Corselli

Director musical: Ivor Bolton | Director de escena: Mariame Clement

Voces: Andrea Mastroni, Grigory Shkarupa, Tim Mead, Christopher Lowrey, Francesca Aspromonte, Francesca Lombardi Mazzuli, Sabina Puértolas, Leonor Bonilla, Franco Fagioli, Jake Arditti,  Kenneth Tarver, David Alegret, Juan Sancho y Kryzstian Adam

Orquesta Barroca de Sevilla

Nueva producción del Teatro Real

Estreno en el Teatro Real

Obra recuperada por el Instituto Complutense de Ciencias Musicales

8 representaciones entre el 17 y el 27 de marzo de 2020        

LA PASAJERA, de Mieczyslaw Weinberg

Director musical: David Afkham | Director de escena: David Pountney

Voces: Amanda Majeski, Leigh Melrose, Anna Gorbachyova, Lidia Vinyes-Curtis, Marta Fontanals-Simmons,  Aigul Akhmetshina, Olivia Doray, Helen Field,  Liuba Sokolova, Daveda Karanas, Nikolai Schukoff…

Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real

Nueva producción del Teatro Real en coproducción con el festival de Bregenz, el Teatr Wielki de Varsovia y la English National Opera

Estreno en España

7 representaciones entre el 8 y el 22 de junio de 2020

PRODUCCIONES INVITADAS

DON CARLO, de Giuseppe Verdi

Directores musicales: Nicola Luisotti y Diego Rodríguez | Director de escena: David Mcvicar

Voces: Francesco Meli, Andrea Care, Dmitry Belosselskiy, Michele Pertusi, Dmitri Ulyanov, Luca Salsi, Simone Piazzola, Juan Jesús Rodríguez, María Agresta, Ainhoa Arteta, Roberta Mantegna, Ekaterina Semenchuk, Silvia Tro Santafé, Ketevan Kemoklidze…

Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real

Producción de la Ópera de Frankfurt

14 representaciones entre el 18 de septiembre y el 6 de octubre de 2019

LA FLAUTA MÁGICA, de Wolfgang Amadeus Mozart

Director musical: Ivor Bolton y Kornillos Michailidis | Director de escena: Barrie Kosky

Voces: Andrea Mastroni, Rafał Siwek, Stanislas de Barbeyrac, Paul Appleby, Sabine Devieilhe, Rocío Pérez,  Anett Fritsch, Olga Peretyatko, Elena Copons, Gemma Coma-Alabert, Marie-Luise Dreßen, Ruth Rosique, Andreas Wolf, Joan Martín-Royo, Mikeldi Atxalandabaso, Antonio Lozano y Felipe Bou

Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real y Pequeños cantores de la JORCAM

Producción de la Komische Oper de Berlín

13 representaciones entre el 19 de enero y el 24 de febrero de 2020

LA VALKIRIA, de Richard Wagner

Director musical: Pablo Heras-Casado | Director de escena: Robert Carsen

Voces: Stuart Skelton, Christopher Ventris, Günther Groissböck, Ain Anger, Tomasz Konieczny, J. Rutherford, Adrianne Pieczonka, Elisabet Strid, Ricarda Merbeth, Ingela Brimberg, Sarah Connolly, Daniela Sindram…

Orquesta Titular del Teatro Real

Producción de la Ópera de Colonia

9 representaciones entre el 12 y el 28 de febrero de 2020

LEAR, de Albert Reimann

Director musical: Simone Young | Director de escena: Calixto Bieito

Voces: Bo Skovhus, Torben Jürgens, Andreas Scheibner, Michael Colvin, Kor-Jan Dusseljee, José Antonio López, Andrew Watts, Andreas Conrad, Ángeles Blancas, Erika Sunnegårdh, Susanne Elmark, Ernst Alisch…

Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real

Producción de la Opéra national de París

Estreno en España

5 representaciones entre el 16 y el 28 de abril de 2020

LA TRAVIATA, de Giuseppe verdi

Director musical: Henrik Nanasi y Nicola Luisotti | Director de escena: Willy Decker

Voces: Nadine Sierra, Lisette Oropesa, Ekaterina Bakanova, Michael Fabiano, Ivan Magrì, Matthew Polenzani, Ismael Jordi, Giorgio Germont, Plácido Domingo, Artur Rucinski, Nicola Alaimo, Luis Cansino

Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real

Producción de la Nationale Ópera & Ballet de Amsterdam

19 representaciones entre el 9 de mayo y el 19 de julio de 2020

IRIS, de Pietro Mascagni

Versión de concierto

Director musical: Evelino Pidó Director del coro: Andrés Máspero

Voces: Ermonela Jaho, Leonardo Capalbo, Gabriele Viviani, Miren Urbieta-Vega, Fernando Radó y

Vicenç Esteve

Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real

Estreno en el Teatro Real.

2 representaciones el 18 y 22 de mayo de 2020

INCORPORACIONES AL REPERTORIO DEL TEATRO REAL

IL PIRATA, de Vincenzo Bellini

INTO THE LITTLE HILL, de George Benjamin

THREE TALES, de Steve Reich

ACHILLE IN SCIRO, de Francesco Corselli

LEAR, de Albert Reimann

IRIS, de Pietro Mascagni

LA PASAJERA, de Mieczyslaw Weinberg

DANZA

GISELLE

English National Ballet

Dirección artística: Tamara Rojo

Música: Vincenzo Lamagna | Director musical: Gavin Shutherland  

Director y coreógrafo: Akram Khan | Escenógrafo y figurinista: Tim Yip

Orquesta Titular del Teatro Real

Coproducción del Manchester International Festival y el Sadlers Wells de Londres con el apoyo del Giselle Production Syndicate y Arts Council England.

4 representaciones el 10, 11 y 12 de octubre de 2019

ELECTRA

Ballet Nacional de España

Dirección artística: Antonio Najarro

Música: Moisés P. Sánchez

Director y coreógrafo: Antonio Ruiz  Colaboradora coreógrafa: Olga Pericet

Director musical: Manuel Coves

Orquesta Titular del Teatro Real

4 representaciones el 28, 29 y 30 de diciembre de 2019

JUBILEE

Nederlands Dans Theater

Dirección artística: Paul Lightfoot

Coreógrafos: Sol León y Paul Lightfoot

4 representaciones el 12, 13 y 15 de junio de 2020

LAS VOCES DEL REAL

Anna Netrebko & Yusif Eyvazov

Director musical, Dennis Vlasenko

Orquesta titular del Teatro Real

1 de noviembre de 2019

Joyce Didonato, My favorite things

Director musical, Maxim Emelyaychev

Il pomo d´oro

15 de mayo de 2020

Philippe Jarousky, Tesoros del barroco

Ensemble Artaserse

25 de mayo de 2020

REAL JUNIOR

MI AMIGO EL MONSTRUO

Basada en la novela Frankenstein, de M. Shelley 

Directora de escena: Francy Begasse |Autores, actores y marionetistas: Paulo Ferreira, Amanda Kibble

y Elise Dethier

Nueva producción en el Teatro Real

16 representaciones entre el 18 y 27 de octubre de 2019, funciones del 18, 23 24 y 25 sólo para colegios

ACRÓBATA Y ARLEQUÍN

Música de Erik Satie y Francis Poulenc

Producción de La Maquiné en coproducción con la junta de Andalucía y con la colaboración del Gran Teatre del Liceu de Barcelona y Laboral ciudad de la cultura

10 representaciones entre el 8 y 12 de noviembre, el 8, 11 y 12 sólo para colegios

LA PEQUEÑA CERILLERA

Inspirado en el cuento homónimo de H.C. Andersen, música de César Franck

Guionista y puesta en escena Rita Consentino Director Musical Alexis Delgado Violinista Marta Morán Escenógrafo Ricardo Sánchez Cuerda

Producción del Teatro Real

12 representaciones entre el 23 y el 29 de diciembre de 2019

CINE ANTIGUO CON MÚSICAS NUEVAS II

Películas de Buster Keaton con música de piano

Pianista Jean Jadin | Actores: Guy Cohen y Aarón Martín

16 representaciones entre el 17 y 26 de enero de 2020. Los días 17,22,23 y 24 sólo para colegios

PIANO DE OTROS MUNDOS

Música de Richard Wagner, Gustav Holst, Claude Debussy, Serguei Prokofiev y Pink Floyd entre otros

Guión y presentación: Fernando Palacios, Pianista: Isabel Dombriz

Nueva producción en el Teatro Real

6 representaciones entre el 21 de febrero y el 1 de marzo de 2020

HISTORIA DE BABAR, EL PEQUEÑO ELEFANTE

Cuento de J. Brunhof al que F. Poulenc puso música

Dirección escénica y narradora Ana Hernández-Sanchiz Dirección musical::: Miguel Huertas

Producción del Teatro Real

16 representaciones entre el 12 y 22 de marzo de 2020, 12, 13, 19 y 20 sólo para colegios

¡ALABÍN, ALABÁN, A LA LUDWIG VAN! BEETHOVEN, BEETHOVEN Y NADIE MÁS!

Música de Ludwig Van Beethoven

Guión y presentación: Luis Piedrahita | Director musical: Lucía Marín

Nueva producción del Teatro Real

7 representaciones el 17, 23 y 24 de mayo, y el 20 y 21 sólo para colegios

¡TODOS A LA GAYARRE!

Talleres infantiles con dirección y presentación de Fernando Palacios.

La Calisto 1

La Calisto 2

La Calisto 3

La Calisto 4

La Calisto 5

La Calisto 6

La Calisto 7

 

La Calisto, efervescencia venecianaLA CALISTO
Francesco Cavalli (1602-1676)
Dramma per musica en un prólogo y tres años
Libreto de Giovanni Faustini, basado en el libro II de
Las Metamorfosis (8 d.C.) de Ovidio
Estrenado en el Teatro San Apollinare de Venecia el
28 de noviembre de 1651
Estreno en el Teatro Real
Producción de la Bayerische Staatsoper de Múnich
Madrid 25 de marzo, 2019
D. musical: Ivor Bolton
D. de escena: David Alden
Escenógrafo: Paul Steinberg
Figurinista: Buki Shiff
Iluminadora: Pat Collins
Coreógrafa: Beate Vollack
Reparto: Dominique Visse, Karina Gauvin, Monica Bacelli,
Luca Tittoto, Nikolay Borchev, Louise Alder, Tim Mead,
Guy de Mey, Ed Lyon, Andrea MastroniLa Venecia del siglo XVII es un lugar propicio para el divertimento, llena de vida, carnavalesca y burlona. Siempre recelosa de una Roma que llegó a excomulgar a las autoridades venecianas por considerar a la ciudad un tugurio de sodomización. Es en este contexto en el que nace La Calisto, obra del que era el gran dominador de la ópera veneciana, Francesco Cavalli. Con gran sentido dramático y acierto en la elección de los libretos, supo poner en esta obra toda su artillería satírica para ejercer una descarnada crítica a los clérigos, políticos y artistas romanos. Esta era su peculiar forma de ajustar cuentas con ellos.Cavalli trabajaba como maestro de Capilla de San Marcos sin olvidar su verdadera pasión, la composición de óperas. Escribió más de 40 de las que se han perdido casi un tercio. De las 27 que se conservan, La Calisto es la más popular desde que fuera rescatada en los años 70 por el director Raymond Leppard.Cavalli debería ser tan conocido como Monteverdi o Haendel, cuyas obras forman parte del repertorio habitual de todos los teatros.Esta inquieta sociedad italiana tiene su reflejo en las expresiones artísticas y musicales a través de una evidente evolución. Aparecen los primeros solistas, se abandonan los madrigales de 5 partes, los textos ganan en importancia y deben ser entendidos por un público que, por primera vez, asiste a este tipo de espectáculos pagando su entrada. Se necesitan nuevos instrumentos que doten a las obras de una base continua más potente que la del laúd tradicional. Aparece entonces un nuevo instrumento con base mitológica griega, El chitarrone, que empieza a escucharse en las óperas tempranas y venecianas.

La Calisto, como buena representante de la ópera veneciana, está compuesta por escenas breves y gran variedad de personajes y tramas que se suceden con gran fluidez.

Este estilo consigue transmitir, de forma eficaz y dinámica, una historia mediante transiciones de escenas y conjuntos que hace que estas obras tengan un especial atractivo para nuevos públicos, acostumbrados a los movimientos rápidos de la televisión y medios de comunicación.
Los directores de escena siempre han tenido cierto reparo a la hora de abordar obras barrocas. No resulta fácil escenificar los largos recitativos ni el estatismo de sus personajes. Puede que sea esta la razón por la que algunos directores se enredan en planteamientos imposibles y/o surrealistas, creando escenografía no siempre acertadas.

David Alden ha ideado una especie de pasacalle psicodélico por el que van desfilando un nutrido grupo de personajes que siempre resultan muy atractivos para un escenógrafo, dioses, seres humanos y animales mitológicos se suceden en divertidas escenas cargadas de sexualidad y lascivia. Alden ha reflejado muy bien a través de personajes satíricos, la burla de Cavalli hacia las autoridades romanas.

Pero la escenografía también está cargada de elementos escénicos prescindibles, que no hacen ninguna aportación al drama y que a veces distrae de las escenas que no necesitan tanto adorno estéril para ser entendidas.

Ivor Bolton se pone en esta ocasión al frente de dos conjuntos barrocos excelentes, por un lado, la Orquesta Barroca de Sevilla, con alguno de sus destacados miembros, Sylvan James y Elisabeth Bataller, violines; Kepa Artetxe y Elena Borderías, violas; Mercedes Ruiz, violonchelo; Ventura Rico, contrabajo; Simone Nill y Katja Schönwitz, flautas de pico; Bork-Frithjof Smith y David Gebhard, cornetos y Philip Tarr estuvo al frente de una percusión que resultó excesiva y hasta molesta en algunos momentos.

Y por otro lado, el Monteverdi Continuo Ensemble, un grupo liderado por el propio Ivor Bolton, especializado en óperas barrocas e improvisación y creado para estas ocasiones. En La Calisto participan con 4 claves tocadas por el propio Bolton, Luke Green, Roderick Shaw y Bernard Robertson; Mark Lawson, órgano; Fred Jacobs, Michael Freimuth y Joachim Held, a los chitarrones, instrumentos que en el siglo XVII apenas dejaban ver el escenario a un público que protestaba por la longitud de su caña; Friederike Heumann, lirona y viola de gamba; Joy Smith, Violonchelo (continuo) y Frank Coppieters, contrabajo (continuo).

También se han introducido algunos instrumentos de viento, como las trompetas naturales, interpretadas por los miembros de la Orquesta Titular del Teatro Real Ricardo García y Marcos García Vaquero, que no figuran en el manuscrito original de Cavalli y que forma parte de la actualización de esta nueva edición crítica elaborada por Álvaro Torrente, que ha proporcionado una base sólida y fiel del texto a partir del cual se ha podido realizar este trabajo de recomposición en una obra con gran capacidad para introducir el elemento de la improvisación.

La dirección de Bolton al frente de estos conjuntos es extraordinaria. Ante una partitura como esta, sobre la que ha trabajado en profundidad, instrumentando algunos pasajes, demuestra su gran conocimiento y dominio del repertorio barroco. Realiza una gran labor de conexión entre los distintos grupos musicales que consiguen una perfecta afinación. Su acierto en la dirección quedó demostrado con la ovación del público antes del inicio de la segunda parte.

Hay que resaltar el equilibrio del conjunto vocal. El bajo Luca Tittoto, como Giove, demostró sus dotes interpretativas, sobre todo disfrazado de Diana y utilizando el falsete. Demostró un registro central muy interesante. Hizo buena pareja con el Mercurio de Nikola Borchev.

Calisto estuvo interpretada por la británica Louise Alder. Un hermoso timbre bien y potentemente proyectado fue suficiente para dar vida a su personaje, algo ñoño y simplón.

El Endimione de Tim Mead estuvo cargado de ternura en la parte interpretativa, regaló al público momento llenos de lirismo y gusto en el canto. Hizo muy buena pareja teatral y vocal con la Diana de Monica Bacelli, que demostró su dominio del barroco.

Sin duda el triunfador de la noche fue Dominique Visse. Este discípulo de Alfred Deller es un experto en su cuerda y en el repertorio de contratenor. Su voz no es la misma que cuando fundó en el 78 el Ensemble Clément Janequi, pero su capacidad interpretativa suple cualquier dificultad vocal y hace las delicias del público.

El resto del reparto estuvo a gran altura, eso que alguno no lo tenía fácil desde sus plataformas, como es el caso de Ed Lyon, interpretando a Pane.

Una producción interesante que nos permite ser optimistas a quienes pensamos que existe un déficit de obras barrocas en nuestros teatros. Esperemos que cunda el ejemplo y la buena aceptación del público sea tenida en cuenta.

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real
Vídeos: Teatro Real

Joel Prieto

El público del Teatro Real de Madrid conoce muy bien las virtudes artísticas y el talento escénico del tenor Joel Prieto. Allí ha interpretado óperas tan diversas como son La flauta mágica (Mozart) o Street Scene (Weill). Después de su primera incursión en una ópera barroca (Rodelinda, de Händel, en el Liceu de Barcelona), el próximo mes de abril el aclamado tenor puertorriqueño nacido en la capital de España y ganador del Concurso Operalia volverá a subirse al escenario del coliseo madrileño esta vez para interpretar el papel de Fenton de la ópera Falstaff, de Giuseppe Verdi. Se trata de una nueva producción que Laurent Pelly firmará para el Real, contando con Daniele Rustioni en la dirección musical, en la que Joel Prieto participará en las funciones del primer reparto los días 23, 25, 27, 28 y 30 de abril y 2 y 8 de mayo, creando el papel de Fenton en este nuevo montaje. Prieto debutó precisamente con este rol verdiano en el Liceu barcelonés en la temporada 2010-11. Posteriormente, y entre otros proyectos, regresará este verano al Festival de Salzburgo (Austria) como Orphée de Orphée aux enfers de Offenbach y al Teatro dell’Opera de Roma (Italia) como Idamante de Idomeneo, re di Creta, de Mozart.

Más información:

www.joelprieto.com

https://www.teatro-real.com/es/temporada-18-19/opera/falstaff/

Foto: Joel Prieto © Fernando Samalot

 

El Real Junior

La mirada más joven del Teatro Real se fija ahora en la divertida ópera de Gian Carlo Menotti: El teléfono, o el amor a tres, nueva producción de El Real Junior, concebida por el director de escena Tomás Muñoz, responsable también de la escenografía y la iluminación, que podrá disfrutarse en la Sala Principal del coliseo madrileño los días 23 y 24 de marzo, en sesión doble a las 11.00 y a las 13.00 horas.

Muñoz ha contado con las voces y la simpatía de la soprano Sonia de Munck y el barítono Gerardo Bullón para dar vida a la pareja protagonista, cuya historia de amor necesitará de la complicidad de un excepcional maestro de ceremonias, encarnado por el polifacético artista Pepe Viyuela -recién galardonado con el Premio  de la Unión de Actores al Mejor Actor Secundario- quien guiará a los amantes, a través de absurdas situaciones, hasta conseguir un final feliz.

Estrenada en Nueva York en 1947, El teléfono, o el amor a tres, cuenta la historia de Lucy y Ben, dos enamorados cuya relación se complica, cada minuto, por la adicción que ella tiene al teléfono. Esta original ópera cómica, cuya temática está más de actualidad que nunca en nuestras vidas y, sobre todo, en las de los  jóvenes, consigue arrancar más de una sonrisa (y risa sin complejos) haciéndonos también reflexionar sobre la posesión y el dominio que las nuevas tecnologías (el teléfono, en este caso) tienen sobre nosotros.

La música de Menotti, ecléctica y libre, tan alegre y desenfadada como el planteamiento argumental de la obra, nos traslada a los musicales de Broadway y a los espectáculos de la televisión americana de los años cuarenta y fija en la mente del espectador hermosas melodías. La versión que se ofrecerá en el Teatro Real, en castellano y en inglés, estará interpretada por el Solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real y dirigida por el maestro Jordi Navarro.

Buscando la complicidad de todos los presentes en la sala, Tomás Muñoz invita a desconectar los teléfonos móviles durante la representación. Antes de comenzar, los teléfonos se apagan y sólo se vuelven a encender tras el epílogo, donde asistimos a la boda de los protagonistas y el público podrá fotografiar la escena, hacer ‘selfies’ y enviar tuits de felicitación a los recién casados, con comentarios sobre la ópera.

Como en cada espectáculo de la programación de El Real Junior, el Teatro Real pone a disposición de los centros escolares y de los espectadores que acuden a las funciones familiares, una Guía Didáctica con interesante contenido sobre la ópera. De forma lúdica, los más jóvenes pueden ampliar sus conocimientos antes de asistir a la representación o divertirse explorando el mundo Menotti.

EL TELÉFONO, o el amor a tres

Gian Carlo Menotti (1911-2007)

Ópera cómica en un acto

Libreto de Gian Carlo Menotti

Nueva producción del Teatro Real

EQUIPO ARTÍSTICO

Dirección de escena, adaptación       Tomás Muñoz

diseño de espacio e iluminación

Dirección musical       Jordi Navarro 

Diseño de vestuario       Gabriela Salaverri

       iseño gráfico y audiovisual       Strategies for Drama

             Realización transmedia       Carmen González

                                 Coreografía       Rafael Hervis

Asistencia de dirección

e iluminación      Cristina Martín

Asistencia de producción       Amaya Frías Hernández

        Grabación de vídeo y fotos       Tomás Muñoz y Luis Pimentel

de los intérpretes      

REPARTO

Actor       Pepe Viyuela

Lucy (soprano)     Sonia de Munck         

Ben (barítono)     Gerardo Bullón          

 

                                   Figuración     Aycha Nafaa, Victoria Lucena, Sara Wünsch,

                                                           Joseba Gómez, Ángel Fernández, Víctor Ramos.

                                                           Solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real

                                                           Teatro Real, Sala Principal

                                                           23 y 24 de marzo

                                                           11.00 h y 13.00 horas 

                                             Con la participación de la Fundación Bancaria La Caixa

                                             y el apoyo de Banco de España

La Calisto

Entre los días 17 y 26 de marzo el Teatro Real ofrecerá 9 funciones de La Calisto, de Francesco Cavalli, una insolente, lasciva e hiperbólica ópera barroca, que se presentará por primera vez en Madrid, en una producción estrenada en la Ópera Estatal de Baviera en 2005, repuesta tres veces más en ese teatro y presentada en la Royal Opera House en 2008, siempre con gran éxito.

Al prolífico compositor y empresario teatral Francesco Cavalli (1602-1676) se le atribuye el nacimiento de la ópera en Venecia y su consolidación como género artístico popular, que llegó a llenar, a mediados del siglo XVII, seis teatros distintos en la ciudad de los canales. Un público ávido de espectáculo, diversión y transgresión acudía a la ópera para disfrutar de las historias truculentas de sus protagonistas, del ingenio de la maquinaria escénica y de la fantasía de los disfraces, en un mundo de ilusión sin censuras.

La Calisto es el epítome de todo esto: una trama llena de humor, maquinaciones, sexo, crítica social y subrepticias resonancias morales; una música inventiva y melodiosa que permite el lucimiento e improvisación de los cantantes; abundantes escenas para estimular el cambio de telones, trampillas, y trucos escénicos; imprescindibles juegos de transformismo ─ Calisto es convertida en oso y luego asciende a los cielos en forma de constelación…─ y un elenco de personajes fantásticos ─dioses, semidioses, ninfas, sátiros…─ para exhibición de disfraces exóticos.

El libretista de la ópera, Giovanni Faustini (1615-1651), fiel y prolífico colaborador de Cavalli, que murió prematuramente después del estreno de la ópera, articula con ingenio dos episodios de la mitología greco-romana extraídos de Las Metamorfosis de Ovidio: la seducción de la joven Calisto por el lujurioso Júpiter y la aventura amorosa prohibida entre la diosa Diana y el bello pastor efebo, Endimione.

La ópera es una parodia en la que se enfrentan dioses y humanos, hombres y mujeres, libertinos y castos, ninfas y sátiros, movidos por el deseo, la pasión, el sexo, los celos y la venganza: pulsiones demasiado humanas que padecen igualmente las divinidades de la Arcadia. Sin embargo, más allá de esta sátira descarada y luminosa, hay críticas a la censura impuesta a Galileo Galilei y a la depravación moral de la sociedad veneciana de entonces, con un mensaje subliminal agridulce: “el imperio de los sentidos, que favorece la libidinosidad de los dioses, lleva a la infelicidad” (Joan Matabosch, artículo del programa de mano).

David Alden ─que dirige su cuarto título en el Teatro Real, después de Alcina (2015), Otello (2016) y Lucia di Lammermoor (2018)─ presenta el mundo delirante de La Calisto, con guiños cómplices al espectador de hoy, en un decorado de evocaciones psicodélicas de Paul Steinberg, con figurines inspirados en el comic diseñados por Buki Shiff e iluminación de Pat Collins.

El director musical del Teatro Real, Ivor Bolton, que ya dirigió esta producción en el Covent Garden de Londres y en la Ópera Estatal de Baviera, volverá a hacerlo en el Teatro Real, en esta ocasión al frente del Monteverdi Continuo Ensemble y de la Orquesta Barroca de Sevilla.

Tal como ha sucedido en la ópera Idomeneo, recientemente presentada en el Real, Ivor Bolton acompañará los recitativos en uno de los tres claves que se utilizarán en la ópera.

Un doble reparto de cantantes muy afines al repertorio barroco dará vida a los personajes de La Calisto: Karina Gauvin y Rachel Kelly (L’Eternità / Giunone), Monica Bacelli y Teresa Iervolino (Il Destino / Diana / Le furie),  Luca Tittoto y Wolfgang Schwaiger (Giove), Nikolay Borchev y Borja Quiza (Mercurio), Louise Alder y Anna Devin (Calisto), Tim Mead y Xavier Sabata (Endimione), Guy de Mey y Francisco Vas (Linfea, Dominique Visse (La Natura / Satirino / Le furie), Ed Lyon y Juan Sancho (Pane) y Andrea Mastroni (Silvano).

 

Idomeneo 1

Idomeneo 3

Idomeneo 4

Idomeneo 5

Idomeneo 6

 

Idomeneo, Rè di Creta
Idomeneo, Rè di Creta
Wolfgang Amadeus Mozart
Ópera seria en tres actos, K. 36
Teatro Real, 20 de febrero de 2019
Libreto de Giovanni Battista Varesco, basado en la obra Idoménée (1712) de Antoine Danchet, inspirada en la obra teatral homónima (1705) de Prosper de Crébillon
Versión revisada por Mozart para el estreno en el palacio de
Auersperg de Viena el 10 de marzo de 1786
Nueva producción del Teatro Real, en coproducción con
la Canadian Opera Company de Toronto y el Teatro dell’Opera di Roma
D. musical: Ivor Bolton
D. escena: Robert Carsen
Escenógrafos: Robert Carsen y Luis F. Carvalho
Figurinista: Luis F. Carvalho
Iluminadores: Robert Carsen y Peter van Praet
Director de movimiento: Marco Berriel
Diseñador de vídeo: Will Duke
D. del coro: Ándres Máspero
Reparto: Jeremy Ovenden, Anicio Zorzi Giustiniani, Sabina Puertolas,
Hulkar Sabirova, Krystian Adam, Oliver Johnston, Alexander Tsymbalyuk
Coro y Orquesta Titulares del Teatro RealLas guerras entre griegos y troyanos, descritas por Prosper Jolyoy de Crébillon en 1705, inspiraron el Idoménée de Antoine Danchet en el que se basa el libreto de Giovanni Battista Varesco. En la obra de Mozart son los descendientes de los protagonistas de la Ilíada los que se enfrentan, pero en esta ocasión no termina con la destrucción de Troya, este Idomeneo mozartiano se resuelve con la reconciliación de los pueblos a través del matrimonio de la troyana Ilia y el griego Idamante.La composición de Idomeneo, Rè di Creta constituye un enorme salto creativo. Mozart se implicó de lleno en la elaboración del libreto, lo que le supuso no pocas disputas con Varesco. Quería que la dramaturgia tuviera un gran protagonismo y fuera lo más convincente posible.Su influencia en el libreto le llevó a elaborar varias versiones. Entre la primera, estrenada en el Resodenztheater de Múnich el 29 de enero de 1781, y la segunda, estrenada en Viena cinco años después, Mozart realizó numerosos cambios hasta justo antes del estreno.Aunque los coros y las marchas siguen el estilo francés de la Tragédie lyrique, Mozart, con su empeño de actualizar permanentemente la obra y consciente del declive del Teatro Barroco de corte italiano, decide acortar los largos y secos recitativos, que aligeró con acompañamientos musicales, elaboró una línea vocal más amplia, utilizó cantantes italianos y una orquesta mucho más rica en instrumentos y timbres. Todos estos elementos otorgaron a la partitura mucha más profundidad y frescura.Mozart contaba en Múnich con el famoso y virtuoso tenor Anton Raaff, conocido por su coloratura, para el que compuso dos arias cargadas de pirotecnia vocal. Estas arias desaparecieron en la versión de Viena, no sabemos si porque el cantante en esta ocasión no era tan brillante. Otro cambio importante fue la sustitución, del rol de Idamante, que inicialmente escribió para contratenor y que pasó a ser tenor.

A Mozart le hubiera gustado estrenar su Idomeneo en Viena en lugar de en Munich, pero el peso de Gluck en esos momentos era demasiado importante. En Viena se representaba Iphigenia in Tauride primero y Alceste después, impidiendo que se programaran a la vez las obras de un consagrado Gluck y las de un joven de 25 años aún desconocido, como Mozart.

La versión que ofrece el Teatro Real está inspirada en la revisión de Viena. Prescindiendo de las dos largas arias de Arbace, como ya hizo Mozart. Lo hace en coproducción con los teatros de Toronto, Roma y Copenhague. La escenografía corre a cargo de Robert Carsen y, como es habitual en él, el escenario está despejado. Una playa y el mar son los únicos elementos donde unos actualizados griegos y troyanos, vencedores y vencidos, aparecen como militares y refugiados evidenciando que la tragedia continua siendo actual.

Un mar de chalecos naranjas y la proyección de una ciudad destruida, completan la escena. Un alegato pacifista un tanto forzado y que, de tan manido, resulta cansino y carente de originalidad.

Lo que si hace muy bien Carsen es gestionar las multitudes que coloca sobre el escenario. Más de 60 miembros del coro y unos 100 figurantes llenaban el escenario perfectamente sincronizados. Reservando la intimidad escénica más absoluta para los protagonistas, sobre todo los dúos de Idomeneo con Idamante, o las arias de Elettra.

Una escenografía oscura, donde destaca la sutil iluminación de Carsen y Peter van Praet, que proyectan la enorme sombra de un afligido Idomeneo. Una iluminación llena de detalles e información que amplifica los espacios abiertos y ayuda a crear las atmósferas más reservadas.

Extraordinaria es la labor que al frente de la Orquesta Titular del Teatro Real realiza su director Ivor Bolton. La inclusión de algunos instrumentos de época, como las trompas con sordina, ideadas por Leopoldo Mozart, o las flautas de madera, consiguen un sonido auténticamente mozartiano. Bolton realiza una lectura llena de detalles y refinamiento que, junto a su peculiar y entusiasta manera de dirigir, a la vez que acompaña al clave, hace que la música quede por encima del resto de elementos de la producción, como no podía ser de otra manera.

Otro de los protagonistas de estas representaciones a destacar, es el coro. Cada vez más inspirado, tanto en la parte vocal, como en la interpretativa. Este coro, de la mano de su director Andrés Máspero, parece no tener límites. No hay partitura ni escenografía que se les resista. ¡Brillante!

Idomeneo, personaje que requiere de cierta agilidad y refinamiento, estuvo interpretado por Jeremy Ovenden. Su voz es demasiado ligera para un rey. Su escaso volumen se notaba en las arias de conjunto, en las que apenas se le escuchaba.

Elettra ha sido interpretada por Hulkar Sabirova. Este personaje precisa de una soprano dramática de agilidad. Vigorosa, para esos momentos di forza, en los que lucha por el amor de Idamante. La soprano uzbeka, que fue la más aplaudida por el público, consiguió dotar a su personaje de fuerza y de lirismo, con un gran volumen de voz e intensidad dramática.
El personaje de Ilia estuvo interpretado por la soprano española Sabina Puértolas. La mayor dificultad de este rol, para una soprano lírica como Puértolas, se encuentra en sus coloraturas. Supo abordar el personaje con valentía y con esa línea vocal fresca y elegante de la que siempre hace gala. Su voz se está ensanchando, ganando en cuerpo y sonoridad. Solo le faltó un poquito de volumen.

El papel de Idamante, que Mozart compuso inicialmente para castrato, en la versión de Viena lo modificó y pasó a ser tenor. En El Real ha sido interpretado por el italiano Anicio Zorzi Giustiniani con bastante discreción. Posee un hermoso timbre pero lo llena de sonidos extraños y, como el resto del reparto, que en esto si es equilibrado, el volumen es muy escaso.

Una buena lectura del Idomeno mozartiano, musiclamente hablando, que es lo importante.

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real

Idomeneo

El próximo 19 de febrero el Teatro Real estrenará una nueva producción de Idomeneo, Rè di Creta, coproducción con la Canadian Opera Company de Toronto y el Teatro dell’Opera di Roma, donde se presentará posteriormente. La ópera, que estará en escena hasta el 1 de marzo ─9 funciones con doble reparto─, será grabada para su edición en DVD, retransmitida en directo para toda Europa (Radio Clásica y UER) y en diferido por el canal de televisión Mezzo.

La dirección de escena de Robert Carsen ─que firma también la escenografía, junto con Luis F. Carvalho, y la iluminación, compartida con Peter van Praet─, traslada las luchas homéricas entre griegos y troyanos, trasfondo original de la ópera, a una isla del Mediterráneo en la actualidad, donde cerca de 170 intérpretes ─miembros del coro y actores─ representan al ejército, deportados, refugiados y víctimas de guerra. Personajes que, según Carsen, “han perdido sus puntos de referencia: desnortados por la guerra y el dolor, no saben hacia dónde dirigirse…”

El mar, tan genialmente evocado en la instrumentación de Mozart, está omnipresente en la producción, reforzando la sensación de desarraigo, soledad, inseguridad o temor de los personajes.  A sus orillas se desarrollan los grandes temas de la ópera, articulada a partir de una versión ilustrada y afrancesada del canto XXIV de la Iliada en el que Idomeneo, de regreso a Creta después de vencer a los troyanos, para salvar su vida amenazada por la furia del mar, promete a Neptuno sacrificar a la primera persona que encuentre en la orilla, que resultará ser su propio hijo Idamante.

La compleja, dolorosa y tensa relación entre padre e hijo, que late a lo largo de toda la ópera, se suele comparar con la que vivía entonces el propio Mozart, que a sus 25 años había dejado Salzburgo y la casa paterna, componiendo gran parte de la partitura en Munich, lejos del yugo y la protección de su progenitor.

En la partitura late esa libertad y frescura, con una invención melódica desbordante y una orquestación llena de hallazgos y osadías armónicas, pese a encontrase encorsetada entre dos modelos de ópera ─la italiana y la francesa─ que convivían en la Europa convulsa de entonces.

Mozart enlaza magistralmente los recitativos, con las arias, números de conjunto y partes corales en una partitura bisagra entre dos estilos que Ivor Bolton conoce con profundidad y veteranía. El director musical del Teatro Real, que dirigirá su cuarto título mozartiano al frente de la Orquesta Titular del Teatro Real ─después de Las bodas de Figaro, La flauta mágica y Lucio Silla─ interpretó también Alceste, de Christoph Gluck, en 2014, con la que Idomeneo encuentra muchas afinidades, sobre todo en los maravillosos números para coro, marchas e interludios orquestales.

Encarnan el doble cuarteto protagonista los tenores Eric Cutler y Jeremy Ovenden (Idomeneo), y David Portillo y Anicio Zorzi Giustiniani (Idamante); y las sopranos Anett Fritsch y Sabina Puértolas (Ilia), y Eleonora Buratto y Hulkar Sabirova (Elettra), que estarán acompañados por Benjamin Hulett Y Krystian Adam (Arbace), Oliver Johnston (El gran sacerdote de Neptuno) Y Alexander Tsymbalyuk (La voz de Neptuno).

El Coro Titular del Teatro Real preparado, como siempre, por su director Andrés Máspero, tiene en Idomeneo un papel de gran importancia dramatúrgica y musical, interpretando algunas de las más bellas páginas mozartianas.

Idomeneo, Rè di Creta se ofreció en el Teatro Real en julio de 2008, en una coproducción del Teatro Real con La Scala de Milán y la Ópera Nacional de París, con dirección musical de Jesús López Cobos y dirección de escena de Luc Bondy. Entonces se interpretó la versión de Munich, de 1781, con el papel de Idamante, escrito originalmente para castrato, interpretado por las mezzosopranos Bernarda Fink y Joyce DiDonato. En esta ocasión se ofrecerá una versión basada en la que Mozart reescribió, con sustanciales modificaciones, para Viena, en 1786, con el rol de Idamante destinado a un tenor, pero prescindiendo de las arias de Arbace y del ballet, en beneficio de la coherencia dramatúrgica de la ópera.

Idomeneo vuelve al Real en la concepción de Robert Carsen, como una “declaración anti-belicista potente, con un final lleno de esperanza: la posibilidad de que una nueva generación traiga el amor y la paz y pueda transformar un mundo herido por el poder, la guerra y la destrucción”.

Fotografía: Javier del Real

Eleonora Buratto

La soprano Eleonora Buratto, una de las cantantes favoritas del maestro Riccardo Muti, con quien desde hace una década trabaja habitualmente en los más célebres escenarios internacionales, será Elettra en el próximo estreno del Teatro Real: Idomeneo, re di Creta de Mozart, con dirección musical de Ivor Bolton y firma escénica de Robert Carsen. Tras su extraordinario éxito en su debut en la Royal Opera House como Micaëla (Carmen), y antes de su actuación en Simón Boccanegra de Verdi junto a Plácido Domingo en la Wiener Staatsoper, Eleonora Buratto regresa al escenario del coliseo madrileño para interpretar, por primera vez, a la princesa de Argos, enamorada de Idamante; rol mozartiano que interpretará de nuevo en abril en el Teatro Massimo de Palermo. Tres años después de su aplaudida Mimì (La bohéme) en el Gran Teatre del Liceu, el próximo mes de julio, la soprano de Mantua volverá al coliseo barcelonés, para debutar el rol de Luisa Miller de Verdi.

Considerada por público y crítica como una cantante de extraordinario talento,  la joven soprano italiana cuenta con un amplio currículum de actuaciones en los más célebres  festivales y teatros de ópera de reconocido prestigio internacional como el Festival de Salzburgo, el Festival Aix-en-Provence, el Festival de Ravenna, la Arena di Verona, el Teatro alla Scala de Milán, la Metropolitan Opera de Nueva York, la Lyric Opera de Chicago, la Wiener Staatsoper, la Royal Opera House de Londres, la Opernhaus de Zurich, el Teatro San Carlo de Nápoles, el Teatro all’Opera di Roma, el Teatro Real de Madrid, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, la Semperoper de Dresde o la Dutsch National Opera de Ámsterdam, entre otros. Muy activa también en el campo concertístico, ha cantado Stabat Mater de Rossini con la Orquesta y Coro del Teatro Real en la Catedral de Toledo, en Roma junto a la Accademia Nazionale de Santa Cecilia, y en el Teatro Comunale de Módena, en un homenaje a su maestro Luciano Pavarotti; la Petite Messe Solennelle de Rossini en el Wiener Konzerthaus y en la Philharmonie de Luxemburgo; la Sinfonía nº 4 de Mahler, los Vier letzte Lieder y el Requiem de Verdi en el Teatro San Carlo de Nápoles; la Sinfonía nº 2 de Mahler en la Ópera de Florencia, y la Misa en si menor de Bach en Chicago, acompañada por la Chicago Symphony Orchestra.

Eleonora Buratto ha colaborado con destacados directores como Zubin Mehta, Riccardo Muti, Daniele Gatti, Gianandrea Noseda, Ivor Bolton, Daniel Harding, Fabio Luisi, Ottavio Dantone, Michele Mariotti o Juraj Valcuha, entre otros.

Sus próximos compromisos incluyen su regreso al Metropolitan Opera de Nueva York y el debut en la Staatsoper de Berlín, además de actuaciones en Londres, Tokio y Ámsterdam.

http://www.eleonoraburatto.com/

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Das Rheingold, de Richard Wagner, llega la tetralogía al Teatro RealEl oro del Rin (Das Rheingold)
Prólogo en cuatro escenas del festival escénico Der Ring des Nibelungen
Música y libreto de Richard Wagner (1813-1883)
Estrenada en el Königlichen Hof- und Nationaltheater de Múnich, el 22 de septiembre de 1869
Estrenada en el Teatro Real el 2 de marzo de 1910
Producción de la Oper Köln
D. musical: Pablo Heras-Casado
Concepción: Robert Carsen, Patrick Kinmonth
D. de escena: Robert Carsen
Escenógrafo y figurinista: Patrick Kinmonth
Iluminador: Manfred Voss
Reparto: Greer Grimsley, Raimund Nolte, David Butt Philip, Joseph Kaiser,
Ain Anger, Alexander Tsymbalyuk, Samuel Youn, Mikeldi Atxalandabaso, Sarah Connolly, Sophie Bevan, Ronnita Miller, Isabella Gaudi, María Miró, Claudia Huckle
Orquesta Titular del Teatro RealWagner había fracasado como revolucionario político, pero estaba dispuesto a tener más éxito revolucionando las artes”. Así describe Chris Walton en el programa de mano a un Wagner que buscaba ya en la épica de los mitos nórdicos lo que no había encontrado en la supuesta épica revolucionaria del Alzamiento de mayo de Dresde.Se propuso entonces acabar con gran parte de los convencionalismos de la ópera construyendo una nueva forma de drama musical. Eliminó todos los adornos de lucimiento vocal, la división entre arias y recitativos, la forma de escritura de los libretos, en definitiva, prescindió de todos los elementos que, en su opinión, no servían para profundizar en el drama.

Inició la construcción de una forma de lenguaje musical mucho más complejo. Con una orquesta de unas dimensiones no conocidas hasta ese momento. Pero no se trataba solo de aumentar el volumen de sonido, Wagner buscaba nuevos colores y texturas musicales en las que apoyar su discurso dramático. Creó nuevos instrumentos, como las tubas wagnerianas, cuyo nuevo timbre pasó a ser una seña de identidad de sus óperas. Todo en aras de la construcción de su proyecto de ”Arte total” y llevar a la orquesta a la mayor evolución que ha tenido.

El Wagner de la época no solo estaba interesado por alguno de los movimientos sociales y revolucionarios del momento. La naturaleza y su deterioro eran ya una preocupación para el compositor alemán y el agua, su elemento más inspirador. Se sabe que eran frecuentes sus estancias en balnearios para calmar sus numerosas dolencias. Y era bajo esta influencia de las aguas cuando desarrollaba su mayor poder creativo.

El Teatro Real inicia con El oro del Rin la tetralogía del anillo que pone en escena durante cuatro temporadas consecutivas. Wagner llevó a cabo esta obra, casi hercúlea, durante 25 años. El resultado fueron 16 horas de música que se inician con esta obertura que presenta una naturaleza destruida por la ambición de poder.

La producción de Robert Carsen y Patrick Kinmonth pone el acento, precisamente, en esta degradación de la naturaleza. No puedo decir que la escenografía de Carsen me haya gustado, más bien al contrario, pero el listón estaba muy alto tras su Dialogues de carmélites (2006), su inolvidable Katia Kabanovà (2008), incluso Salome (2010). Solo el principio de la obra, en el que van apareciendo personajes que arrojan botellas de plástico a un Rin bajo los efectos de la bruma y que se descubre después como un vertedero, hacen que el discurso planteado por Carsen resulte creíble. Estamos acostumbrados a ver las óperas de Wagner con escenografías gigantescas, grandes aparatajes y efectos que intentan ponerse a la altura del volumen sonoro. En esta ocasión, Carsen y Kinmonth no han querido que los decorados fuesen los protagonistas de la producción y han puesto el peso de la dramaturgia en los personajes y el Río. La escenografía está envuelta en un pesimismo absoluto ante la destrucción de la naturaleza. Un río contaminado y devastado por la acción del ser humano es el principal elemento de tensión de esta obra.

El resto de escenas están compuestas por bloques de edificios en construcción y grúas que no aportan demasiada información argumental y algunos elementos poco comprensibles, como la nieve que cae al final o el palo de golf que sustituye el martillo de Donner. Una muy buena iluminación de Manfred Voss completa esta escenografía austera y fría que, sin embargo, tiene una cualidad extraordinaria, permite que el foco principal recaiga sobre los verdaderos protagonistas, la orquesta y la partitura.

Es la primera vez que Pablo Heras-Casado se enfrenta a la tetralogía del Anillo y ha resultado ser una extraordinaria sorpresa. Se toma unos segundos de introspección desde su estrado, con los ojos cerrados, antes de lanzarse a los primeros acordes que, en poco más de sus cuatro minutos iniciales avanza lo que será una de las más grandes revoluciones de la música, una nueva concepción de la orquesta y de la composición.

Un foso enorme, al que se ha añadido el espacio de las dos primeras filas y que es donde realmente se desarrolla el espectáculo. Formada por 110 maestros, un grupo de cuerdas con 21 violines I, 20 II, 17 violas, 15 violonchelos y 8 contrabajos que se dividen, a su vez, en subgrupos para conseguir esos efectos de profundidad y distancia polifónica y sonora que crean un sonido lleno de sofisticación. 5 de las 6 arpas requeridas por Wagner y un conjunto de metales que casi construyen, por si solos, el discurso dramático.

La dirección de Heras-Casado es muy eficiente. Se nota la buena conexión con la orquesta, producto de un profundo trabajo. Atento siempre a cada elemento del foso y del escenario. Quizá faltó potencia y espectacularidad en algunos momentos, como el crescendo de la obertura o la entrada de los dioses en el Walhalla, pero su entusiasmo en la dirección ofreció como resultado un sonido homogéneo y sólido, que no es poca cosa ante el desafío de esta obra. Con este comienzo de la tetralogía, los próximos títulos del ciclo se aventuran más que interesantes.

En cuanto al elenco de voces el resultado ha sido desigual. El mejor de la noche ha sido, sin duda, el Alberich de Samuel Youn. Un muy buen volumen y bello timbre para una magnífica interpretación del miserable y mezquino enano nibelungo. Esperemos que siga siendo de la partida en las próximas entregas del anillo.

Greer Grimsley ha interpretado un Wotan un tanto decepcionante. Parecía un personaje pequeño e inconsistente en medio de esa desnuda escenografía. Su vestuario, de oficial de segunda, tampoco ayudó mucho. El personaje estaba falto de presencia y su voz, con evidente vibrato, no tenía la entidad que el personaje requiere, sobre todo en las notas más altas.

Sarah Connolly dotó de gran presencia escénica su Fricka, pero debo confesar que esperaba mucho más de ella en lo vocal, no en vano era uno de los nombres más importantes del reparto. Quizá Wagner no sea el repertorio más adecuado a sus cualidades.

Muy buenos también los gigantes de Ain Anger y Alexander Tsymbalyuk, llenaron el escenario con su voz y su presencia.

Sophie Bevan despachó con solvencia a su personaje de Freia, uno de los más inquietos sobre el escenario. Muy bien, y así lo premió el público, la Erda de Ronnita Miller.

Excelentes también las tres hijas del Rin Isabella Gaudí, María Miró, soprano de hermosa voz, y Claudia Huckle, que para la ocasión fueron vestidas de pordioseras.

Joseph Kaiser tiene una voz más bien pequeña, pero suficiente para su dios del fuego Loge. Un tenor wagneriano de timbre, aunque no de volumen.

Una de las mejores actuaciones de la noche fue el Mime de Mikeldi Atxalandabaso. Debutaba en el personaje y sobresalió, tanto en lo vocal, como en la interpretación.

Cuatro años parece demasiado tiempo para ver completa esta tetralogía del anillo. Esperemos que merezca la pena y la próxima vez podamos verlo en una misma temporada.

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real
Vídeos: Teatro Real

Gloriana

 El Teatro Real ha sido nominado a los International Opera Awards 2019 en la categoría de Mejor Nueva Producción por Glorianade Benjamin Britten, cuya dirección de escena estuvo a cargo de David McVicar, quien contó con la colaboración del escenógrafo Robert Jones y el diseño de vestuario de Brigitte Reiffenstuel.

En la pasada edición, el Teatro Real fue ganador del premio en esta misma categoría con Billy Budd, también del compositor británico, con dirección de escena de Deborah Warner, y obtuvo otras tres nominaciones a Mejor Coro, Mejor Recuperación de una Obra (Bomarzo, de Alberto Ginastera) y Mejor Compañía de Ópera.

El Teatro Real tendrá que competir por hacerse con el prestigioso galardón con la Royal Opera House (Desde la casa de los muertos, de L. Janáček, con dirección de escena de Krzysztof Warlikowski), la Dutch National Opera (Jenůfa, de L. Janáček, dirigida por Katie Mitchell) el Théâtre des Champs-Elysées (La traviata, de G. Verdi, con dirección de Deborah Warner), la Staatsoper Berlin (Tristan und Isolde, de R. Wagner, por Dmitri Tcherniakov) y Glyndebourne (Vanessa, de S. Barber, dirigida por Keith Warner).

Gloriana, se estrenó en el Teatro Real el 12 de abril de 2018 en coproducción con la English National Opera y la Vlaamse Opera (Ópera Flamenca) de Amberes, con dirección musical de Ivor Bolton, y escénica de David McVicar. La producción contó con la participación de un extraordinario doble reparto encabezado por Anna Caterina Antonacci y Alexandra Deshorties, en el papel de la reina Elisabeth I, y Leonardo Capalbo y David Butt Philip, como Robert Devereux. Junto a ellos estuvieron el Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real y los Pequeños Cantores de la JORCAM.

McVicar sitúa a la Reina en el centro de un mundo palaciego corrompido e hipócrita, que ella controla con mano de hierro, en la misma medida en que es atentamente vigilada por súbditos y cortesanos, en una Europa inmersa en luchas religiosas y territoriales. Isabel I se mueve en la escenografía depurada y conceptual de Robert Jones, que enfatiza el trabajo actoral de los intérpretes, y el rico vestuario isabelino concebido por Brigitte Reiffenstuel, inspirado en pinturas de la National Gallery de Londres, que asume un carácter casi escenográfico.

Hace tan sólo unos días el Teatro Real conseguía dos grandes premios en la primera edición de los Premios Ópera XXI con Goriana, en la categoría de nueva producción operística, y Die Soldaten, por la dirección de escena realizada por Calixto Bieito.

Fotografía: Javier del Real

Ballet de la Ópera de París

En el año que acaba de empezar la Ópera de París vivirá inmersa en las celebraciones de su 350 aniversario. En este momento, cuando la memoria rescata la trayectoria de una de instituciones más emblemáticas de la cultura europea, el Teatro Real será el primer escenario que el Ballet de la Ópera de París visitará en 2019, para ofrecer cinco funciones, entre el 21 y el 26 de enero, con la participación de algunos de sus bailarines estrella.

El programa de reencuentro con el público de Madrid estará formado por coreografías de George Balanchine, Jerome Robbins y Hans Van Manen, sin atender a un orden cronológico. Gracias a la mirada e inspiración de estos creadores, encontraremos algunos de los símbolos de identidad de una escuela que, siendo una de las más brillantes de la tradición clásica, y sin dejar de ser fiel a la misma, ha incorporado nuevos lenguajes, técnica y carácter.

El espectáculo contará con la interpretación musical de la Orquesta Titular del Teatro Real, bajo la dirección del maestro Maxime Pascal, y la participación de la pianista Elena Bonnay en Sonatine y Trois Gnossiennes, el violonchelista Aurélien Sabouret, en A suite of Dances, y la pianista Vesela Pelovska, en Rubis.

De George Balanchine, uno de los nombres más influyentes en el mundo de la danza, pionero del ballet moderno y fundador, junto a Lincoln Kirstein, del New York City Ballet, se interpretarán dos obras: Sonatine y Rubis, ambas creadas para la compañía americana e incorporadas al repertorio del Ballet de la Ópera de París.

La primera de ellas fue estrenada en la primavera de 1975 para conmemorar el centenario del nacimiento de Maurice Ravel, de cuya obra, Sonatine para piano en fa mayor, toma su nombre. Rubís, situada entre la escuela francesa y la escuela rusa, coreografiada sobre el Capriccio para piano y orquesta de Igor Stravinsky, representa América a los ojos de Balanchine, deslumbrado por los musicales de los años 30 y las improvisaciones del jazz. Esta coreografía forma parte del ballet Jewels, que pudo verse completa en 2004 en la primera visita del Ballet de París al Teatro Real.

Conocido por el gran público por sus creaciones para el musical americano con títulos como West Side Story (1957) o El Rey y yoJerome Robbins es uno de los más reputados coreógrafos de danza del siglo XX por ballets como los que forman parte de este programa: Afternoon of a Faun A suite of Dances.

Su histórica coreografía Afternoon of a Faun – estrenada por el New York City Ballet en 1953- será la encargada de abrir el programa. Concebida como un encuentro casual entre dos jóvenes bailarines, envueltos por el Prélude à l’après-midi d’un faune de Claude Debussy, y con una clara mirada a la obra de Nijinsky, sigue siendo hoy en día uno de los pax de deux más apreciados por su expresividad, sensualidad y originalidad, que convierte la “cuarta pared” en un espejo donde los bailarines se miran.

El mismo carácter innovador de Robbins se encuentra en A suite of Dances, donde un violoncelista –Aurélien Sabouret en las funciones del Teatro Real-, interpreta algunos extractos de la Suite para violonchelo solo de Johan Sebastian Bach, mientras un bailarín escucha la música y se mueve de forma intuitiva. Ambos artistas interactúan comenzando con la indiferencia de una improvisación, avanzando de manera lúdica, desde la relajación hasta el estilo académico, para alcanzar una infinidad de pasos y variaciones de trayectoria, cuya la velocidad de ejecución, la hace extraordinariamente más compleja. Fue estrenada por Mihail Barysnikov en 1994 en el Teatro del Estado de Nueva York.

La producción artística de Hans Van Manen cuenta con más de 120 ballets, cada uno con una factura y una firma de trazado que los hacen inconfundibles. La claridad en la estructura y una refinada simplicidad son los elementos de una forma de creación que le han valido el nombre popular del «Mondriaan de la danza». La forma en que Van Manen retrata al hombre y a la mujer, las relaciones humanas y la sexualidad, resultan liberadores en todos los aspectos, algo que queda patente tanto en sus coreografías como en sus trabajos fotográficos.

Trois Gnossiennes, llamada así por la partitura de Erik Satie, es la más reciente de las coreografías que componen el programa y, curiosamente, la que se interpreta en la parte central del mismo. Estrenada en 1982, incorporó al repertorio del ballet parisino en 2017, con la llegada de Aurélie Dupont a la dirección. Se trata de la creación más abstracta de la noche, austera, moderna, pero poseedora de un afinado sentido del ritmo y un fraseo elocuente que recuerda la estética neoclásica de los dos maestros que le acompañan en Madrid, George Balanchine y Jerome Robbins.

Como complemento a estas importantes representaciones, el próximo viernes, 22 de enero, a las 20.30 horas, tendrá lugar en la Sala Gayarre del Teatro Real, una nueva sesión de Enfoques, en esta ocasión, en torno al Ballet de la Ópera de París, a cargo del crítico y escritor Roger Salas.

Fotografía: Julien Benhamou

El oro del Rin

Entre los días 17 de enero y 1 de febrero el Teatro Real ofrecerá 7 funciones de El oro del Rin (Das Rheingold), de Richard Wagner (1813-1883), primera de las cuatro óperas que conforman el ciclo El anillo del Nibelungo, que se presentará a lo largo de cuatro temporadas sucesivas, con dirección musical de Pablo Heras-Casado y dirección de escena de Robert Carsen.

La producción, estrenada en 2000 en la Ópera de Colonia y repuesta en diversas ocasiones, traslada al mundo real la visionaria y desoladora alegoría wagneriana, en la que la degeneración moral conduce a la devastación del planeta y a la extinción de la humanidad.

Wagner trabajó 25 años para plasmar en su Tetralogía la expresión más completa y compleja de los sentimientos, pasiones e instintos del ser humano a través de un enredo alegórico inspirado en la mitología nórdica, germánica y en relatos medievales. Para la consecución de esta magna empresa ─4 óperas y casi 16 horas de música escénica─ escribió el libreto, compuso la partitura e hizo erigir un teatro en Bayreuth para que su ‘obra de arte total’ llegara en condiciones óptimas al espectador.

Dejó además una ingente cantidad de acotaciones, opúsculos y cartas que nutren desde entonces los miles de estudios, interpretaciones y exégesis de la Tetralogía que mantienen vivo su inagotable manantial dialéctico.

Estructurada como los antiguos dramas griegos ─tres tragedias y una sátira─, El oro del Rin ocupa un lugar singular como prólogo explicativo de la saga que se desarrollará en La Valquiria ─el origen del héroe─, Siegfried ─su glorificación─ y El ocaso de los dioses, su muerte y cataclismo final.

Aunque el libreto de El oro del Rin nació después de las otras tres óperas, su partitura fue la primera, y en ella Wagner presenta magistralmente las decenas de leitmotiv (motivos conductores) que aparecerán con todo tipo de metamorfosis en las jornadas posteriores, creciendo en complejidad y depuración. A lo largo de casi dos horas y media, la música fluye sin interrupciones a través de una densa red de texturas armónicas y de temas entrelazados en los que la orquesta, con más de 110 músicos, tiene una parte activa en el discurso conceptual y narrativo de la epopeya.

El oro del Rin se distingue también del corpus de las otras tres óperas por su ritmo dramático acelerado, su humor, cinismo y su contenido más alegórico que humano. En él se rompe la relación idílica del hombre con la naturaleza, cuando el oro que iluminaba las aguas del Rin se convierte, bajo la fría mirada de la razón, en un objeto valioso y codiciado, desencadenando las luchas de poder que alejarán al hombre del amor, de la naturaleza y de la armonía primigenia.

Robert Carsen, que en el Teatro Real ha dirigido Dialogues des carmélites (2006), Katia Kabanová (2008), Salome (2010) e Iphigénie en Tauride (2011), coloca al espectador frente a un mundo contaminado, que estamos destruyendo entre todos, protegidos por una perversa pirámide de poder estratificado, dominada por la ambición desmesurada de los más fuertes, ricos y poderosos.

Pablo Heras-Casado, primer director invitado del Teatro Real, dirigirá su segundo título wagneriano, después del éxito de su lectura de El holandés errante, con dirección de escena de Alex Ollè (La Fura dels Baus), en 2017. Será su octava ópera al frente de la Orquesta Titular del Teatro Real.

Las siete funciones de El oro del Rin se ofrecerán entre los días 17 de enero y 1 de febrero con un reparto coral encabezado por Greer Grimsley (Wotan) y Samuel Youn (Alberich), secundados por Ain Anger (Fasolt), Alexander Tsymbalyuk (Fafner), Raimund Nolte (Donner), David Butt Philip (Froh), Joseph Kaiser (Loge), Mikeldi Atxalandabaso (Mime), Sarah Connolly (Fricka), Sophie Bevan (Freia), Ronnita Miller (Erda), Isabella Gaudí (Woglinde), Maria Miró (Wellgunde) y  Claudia Huckle (Flosshilde).

El anillo del Nibelungo se ofrecerá en el Teatro Real por segunda vez desde su reinauguración en 1997. Los cuatro títulos se han presentado entre 2001 y 2004 en una coproducción del Teatro Real con la Semperoper de Dresde, con dirección musical de Peter Schneider y dirección de escena de Willy Decker. Después de la lectura conceptual y simbólica del director alemán, llegará, 15 años después, el enfoque directo e implacable de Robert Carsen y Patrick Kinmonth, de inquietante actualidad.

Turandot 1

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Turandor, lucen y sombras Giacomo Puccini (1858-1924) Drama lírico en tres actos Libreto de Giuseppe Adami y Renato Simoni, basado en la fábula homónima de Carlo Gozzi D. musical: Nicola Luisotti D. escena e iluminación: Robert Wilson Figurinista: Jacques Reynaud Maquillaje y peluquería: Manu Halligan Videocreador: Tomek Jeziorski Dramaturgo: José Enrique Macián D. coro: Andrés Máspero D. coro de niños: Ana González Reparto: Oksana Dyka, Raúl Giménez, Giorgi Kirof, Roberto Aronica, Miren Urbieta-Vega, Joan Martín Royo, Vicenç Esteve, Juan ANtonio Sanabria, Gerardo Bullón Coro y Orquesta titulares del Teatro Real Noviembre de 1924, Puccini se traslada al Bruselas, el Doctor Ledoux es el único que puede abordar con éxito el cáncer de garganta que le ha sido diagnosticado. Lleva con él parte de la partitura de Turandot, pretende acabar el dúo final y a su regreso terminar la que sería su última ópera. La muerte le sorprende el 29 de noviembre y sus planes y el final de Turandot quedan inacabados. Turandot es una ópera que no sigue las mismas coordenadas de las obras escritas hasta ese momento por Puccini. Contiene demasiadas incógnitas, a parte de su inacabado dúo final. Para responder algunas de estas cuestiones, debemos remontarnos unos 15 años atrás… En 1909, Doria Manfredi es una joven de 24 años que trabaja en casa de Puccini. Elvira, la mujer del maestro, acusa a Doria de haber intentado seducir a su marido y dice haberles descubierto juntos. Las habladurías y la vergüenza de la familia llevan a la joven Doria al suicidio. Tras 5 días de sufrimiento y dolores atroces que le había producido el veneno que había tomado, Doria Manfredi muere. El informe de defunción desvela que Doria había muerto virgen. Quedando evidenciado que las acusaciones lanzadas por Elvira eran falsas, llegando incluso a ser detenida durante las pesquisas policiales por incitación al suicidio. Pero Puccini paga una importante suma de dinero a la familia Manfredi y las acusaciones no van más allá. Durante los 15 años siguientes, Puccini padece este acontecimiento de manera tormentosa, como queda reflejado en numerosas de sus cartas en las que afirma no poder soportar la muerte de esta inocente. Cuando Puccini conoce el alcance de su enfermedad es cuando decide cambiar la suerte de Liu. Los últimos versos de Kalaf y Timur con motivo del suicidio de Liu, son la justificación del compositor, las disculpas que lanza al mundo en su nombre y en el de su mujer por ese suicidio del que se siente culpable. Esta fue una petición pública de perdón por un acontecimiento que marcó la vida de Puccini y que lamentó justo antes de su muerte. El 25 de abril de 1926 se estrena Turandot en el Teatro alla Scalla de Milán con el final escrito por Franco Alfano, siguiendo las indicaciones que Puccini había dejado escritas. 20 años después de su estreno, vuelve el cuento fantástico de Turandot al Teatro Real. Robert Wilson es el encargado de vestir, o no, este cuento y llenarlo, o no, de magia y elemento fantásticos. Robert Wilson dice que cuando se dispone a crear una escenografía se pregunta qué no debería hacer, para, precisamente, hacerlo. Considera que el corpus de la obra de un artista es siempre el mismo y éste debe reconocerse a lo largo de toda su trayectoria. Y la obra de Wilson es siempre perfectamente reconocible. En unas producciones con más acierto que en otras, pero siempre es Bob Wilson. Este Turandot tiene la voluntad de estar más o menos vacío, escenográficamente hablando, desnudo de elementos escénicos pero con su inconfundible y exquisita iluminación que sostiene, a veces casi exclusivamente, el drama escénico. Otro elemento importante en la escenografía de Wilson es la ausencia de movimiento. Los personajes ni se miran ni se tocan en ningún momento y apenas dan pequeños y mecánicos pasos. Lo que deja huérfana de pasión y romanticismo alguna de las escenas principales, como el suicidio de Liu, que pasa casi desapercibido. Pero todas estas ausencias producen también otras sensaciones. El estatismo de los personajes sobre la extraordinaria iluminación de Wilson, crean una verdadera atmósfera mágica, llena de sombras que parecen dibujadas y que te arrastran al interior del relato proyectando toda la atención sobre la música. Los figurines diseñados por Jacques Reynaud proporcionan, a falta de expresión en los personajes, la dramaturgia y teatralidad de la obra. El resultado de conjunto es de una extrema sofisticación, tanto de los personajes, como de la escenografía, permitiendo, como quiere Wilson, que haya grandes espacios, aparentemente vacíos, para que el espectador recree su propio cuento. Nicola Luisotti obtiene un magnífico rendimiento de la Orquesta y del Coro, que tiene un papel primordial en esta obra y lo ejerce con gran acierto. Luisotti extrae de la partitura toda su riqueza orquestal y consigue recrear el exotismo oriental imaginado por Puccini. Su dirección, siempre elegante, está llena de detalles y colorido, sobre todo en el tratamiento de las cuerdas. La música llena los espacios escénicos que aparecen viudos de dramatismo y pone el sentimiento reflejado por el compositor en la partitura. La princesa Turandot de la ucraniana Oksana Dyka resulta bastante gritona, con agudos tirantes y un color de voz un tanto amarillento. Gran volumen de voz, como requiere el personaje para no ser engullida por la orquesta. Consigue transmitir la actitud hierática y llena de crueldad de la protagonista, a pesar de no mover ni un pelo. El Calaf de Roberto Aronica fue digno, sin más. También resultó un poco gritón y falto de delicadeza y romanticismo. Había que elegir entre volumen o matiz y se decantó por el primero. No le favoreció ni el estatismo ni el vestuario de su personaje. Giorgi Kirof ofreció un Timur algo flojo y de voz apagada. Algo mejor estuvo el Emperador Altoum de Raúl Giménez, que estuvo creíble en su personaje y no hay que despreciar el mérito que tiene cantar a unos 10 metros de altura. La más aplaudida de la noche fue la soprano donostiarra Miren Urbieta-Vega como Liu. Llenó su personaje de pasión y sentimiento con una potente voz, buen fraseo y abundante fiato. Lástima que su vestuario tampoco le favoreció. Los ministros Ping Pang y Pong, dado su carácter bufo y casi grotesco, fueron los únicos personajes que se movían sobre el escenario casi compulsiva y exageradamente, si tenemos en cuenta que el resto no movían ni las cejas. Muy bien interpretados en lo vocal y, sobre todo, en lo teatral por Joan Martín Royo, Vicenc Esteve y Juan Antonio Sanabria. Texto: Paloma Sanz Fotografías: Javier del Real Vídeos: Teatro Real
Teatro Real+CRUE

El director general del Teatro Real, Ignacio García–Belenguer, y el presidente de Crue Universidades Españolas, Roberto Fernández, han suscrito un convenio de colaboración por el que ambas instituciones se comprometen a realizar proyectos conjuntos en los ámbitos de extensión universitaria, investigación, docencia, formación y fomento de las artes. La colaboración entre ambas entidades podrá contemplar, entre otros, la organización de actividades culturales (seminarios, conferencias o cursos) y actividades formativas que den lugar al reconocimiento de créditos universitarios.

El presidente de Crue Universidades Españolas ha subrayado que las universidades tienen “una misión de actividad cultural enorme” y que, por este motivo, “es muy simbólico que el Teatro Real se interese en colaborar con ellas”. Roberto Fernández ha recordado que la universidad española tiene 1.200.000 estudiantes y 200.000 profesores, “una franja culta que, además, se regenera constantemente”, subrayó el presidente de Crue Universidades Españolas. Por su parte, el director general del Teatro Real, Ignacio García–Belenguer, ha remarcado que “gran parte del público del futuro de la institución está en las universidades y en los universitarios”. “Contar con este colectivo es un elemento clave para nuestra evolución, porque nueve de cada diez asistentes al Teatro Real tienen formación universitaria”, señaló García–Belenguer.

Mediante este convenio, Crue Universidades Españolas se compromete a fomentar y divulgar las actividades que realice el Teatro Real entre las 76 universidades asociadas e incentivará la participación en el programa “La Universidad a Escena”. La iniciativa, lanzada en el año 2010, ha permitido que más de 14.000 estudiantes de 20 universidades y escuelas de enseñanzas artísticas hayan descubierto por dentro el Teatro Real a través de visitas técnicas, encuentros y debates con artistas y profesionales, así como la asistencia a ensayos. “Contar con el apoyo de las universidades y rectores supone un gran apoyo de difusión y altavoz de la actividad del Teatro Real para llegar a los universitarios de toda España, e involucrar a todos en esta experiencia”, concluyó García-Belenguer.

Flamenco Real

Como ha dicho Antonio Canales en la presentación del ciclo FLAMENCO REAL, tener actuaciones regulares de flamenco en el corazón del Teatro Real, en su sala más antigua y singular, “dignifica al Teatro Real y también al flamenco”.

Después del primer espectáculo, hace dos semanas, con una actuación de baile muy actual e innovadora protagonizada por Amador Rojas, llega el turno del mejor cante, con Bernardo Miranda, que traerá al Teatro Real varios temas de su último disco De cante vengo, que reúne tangos, fandangos, seguiriyas, bulerías, etc.

Bernardo Miranda, que lleva el flamenco en la sangre ­–su padre y dos hermanos son cantaores, y uno de ellos también guitarrista­-, ha comenzado muy pronto su andadura por los tablaos, sobre todo en la célebre Peña Flamenca El Mirabás. Su camino se ha labrado en la rica tradición del cante cordobés y la ortodoxia del flamenco más clásico, pero su juventud lo abre a las influencias actuales y a las nuevas tendencias.

De eso dará cuenta su actuación en el Teatro Real, en la que contará con la participación de Rocío Márquez,  una de las cantaoras más dúctiles, versátiles y extraordinarias del flamenco actual, capaz de explorar con un estilo siempre personal varios universos sonoros, sin traicionar nunca la autenticidad de su arte labrada en las peñas de Huelva.

De Huelva viene también el refinado guitarrista Manuel de la Luz, muy curtido en tocar con algunos de los más importantes cantaores y bailaores actuales, además de profundizar en su carrera como concertista. Actuará con el flautista Francisco Roca Los Mellis, los hermanos Antonio Manuel Montes Saavedra, también onubenses, reconocidos por su forma pausada y precisa de marcar el compás, lejos del efectismo que padecen muchos palmeros.

De cante vengo llenará de magia el antiguo Salón de Baile del Teatro Real, un espacio lleno de historia, que nació en 1835 para celebrar fiestas y bailes de máscaras, acogiendo entre 1841 y 1850 las sesiones de las Cortes -mientras se construía el Congreso de los Diputados-, y que fue durante más de cuatro décadas el salón de actos del conservatorio.

 El salón de Baile se convertirá en un cálido rincón flamenco, enriqueciendo ese espacio con el patrimonio artístico español, en el marco de la política de apertura del Teatro Real a estilos y lenguajes diversos, fomentando el diálogo entre diferentes formas de expresión.

El público podrá acceder al Salón de Baile del Teatro Real a partir de las 20.15 horas, horario en que se abrirá la puerta de la Calle Felipe V.

A las 20.30 horas se servirá un vino español como preludio a la actuación que tendrá lugar a las 21.00 horas. Al término de la misma, los espectadores que deseen, podrán disfrutar de la compañía de los artistas y acercase así, de manera personalizada, al mundo del flamenco.

12 de diciembre | Bernardo Miranda

Con la participación de Rocío Márquez, artista invitada

De cante vengo

Bernardo Miranda, cante

Rocío Márquez, cante

Francisco Roca, flauta travesera

Manuel de la Luz, guitarra

Los Mellis, coro y palmas

Yolanda Osuna, baile

 

16 de enero | Úrsula López

Las pequeñas cosas

Úrsula López, baile

Javier Patino, guitarra

Jeromo Segura, cante

Raúl Botella, percusión

 

 30 de enero | Ricardo Fernández del Moral

Con la participación de Karime Amaya, artista invitada

Las Minas Flamenco Tour

Ricardo Fernández del Moral, cante y guitarra

Karime Amaya, baile

El Tati, guitarra

Rocío Díaz, cante y palmas

José Jurado, palmas y baile

 

13 de febrero | Carmen, ‘La Talegona’

Talegoneando

Carmen, ‘La Talegona’, baile
Mario Montoya, guitarra

Roberto Lorente, cante

Juan José Amador, ‘El Perre’, cante

Lucky Losada, percusión

 

27 de febrero| Joselito Maya y Diego del Morao

A mi tiempo

Joselito Maya, baile

Diego del Morao, guitarra

José del Calli, cante

Rafa del Calli, cante

El Perla, guitarra

Josué Ronkio, bajo eléctrico

Lolo Plantón, percusión y dirección

 

13 de marzo | Manuel de la Luz

Con la participación de Antonio Molina, ‘El Choro’, artista invitado

Mi clave

Manuel de la Luz, guitarra

Antonio Molina, ‘El Choro’, baile

Olivia Molina, cante

Fran Roca, flauta y guitarra

Cristian de Moret, piano y bajo

Diego Amador, percusión

 

27 de marzo| José Tomás Jiménez

Con la participación de Claudia Cruz y Gema Caballero, artistas invitadas

5 reales

José Tomás, guitarra

Claudia Cruz, baile

Gema Caballero, cante

Manu Soto, cante

Lolo Plantón, percusión

 

10 de abril | Leonor Leal

Con la participación de Jeromo Segura, artista invitado

Se prohíbe el cante

Leonor Leal, baile

Jeromo Segura, cante

Alfredo Lagos, guitarra

 

24 de abril | Isaac Tovar

Con la participación de Cancanillo de Málaga, artista invitado

Generaciones

Isaac Tovar, baile

Cancanillo de Málaga, cante

Gaspar Rodríguez, guitarra

Pedro Obregón, cante

Raúl Botella, percusión

 

8 de mayo | Yolanda Osuna

Con la participación de José Valencia, artista invitado

Sueños

Yolanda Osuna, baile

José Valencia, cante

Pedro Sánchez, guitarra

Luis de Mateo, cante

Jesús Corbacho, cante

 

15 de mayo | Sergio de Lope

Con la participación de Juan de Juan, artista invitado

Ser de luz

Sergio de Lope, flauta y saxofón

Juan de Juan, baile

Matías López, ‘El Mati’, cante

David Caro, guitarra

JuanFe Pérez, bajo eléctrico

Javier Rabadán, percusión

 

22 de mayo | Eduardo Guerrero

Faro

Eduardo Guerrero, baile

Anabel Rivera, cante

Manuel Soto, cante

Javier Ibáñez, guitarra

 

29 de mayo | Gema Moneo

Con la participación de Pepe de Pura, artista invitado

Jerez

Gema Moneo, baile

Pepe de Pura, cante

Ismael de la Rosa, cante

Yeray Cortés, guitarra 

 

5 de junio | José Carmona, ‘Rapico’

Con laa participación de Alfonso Losa, artista invitado

Rapikeando

José Carmona, ‘Rapico’, baile

Alfonso Losa, baile

May Fernández, cante

Ismael de la Rosa, El Bola, cante

Joni Jiménez, guitarra

Antonio Losada, percusión

 

19 de junio | Oscar de Manuel

Con cierto Duende

Oscar de Manuel, flauta

Verónica Pulido, baile

Ricardo Bustamante, guitarra

José Ramón Martín Díaz, canto y piano

David Gadea, percusión y ambientación

 

3 de julio | David Palomar

Con la participación de María Moreno, artista invitada

Cádiz es Real

David Palomar, cante

María Moreno, baile

Rafael Rodríguez, guitarra

Roberto Jaén, palmas

 

 17 de julio | Antonio Canales

Salitre

Antonio Canales, baile

David El Galli, cante

Manuel Tañé, cante

Iván Losada, guitarra

Lucky Losada, percusión

Turandot

El Teatro Real ofrecerá, entre los días 30 de noviembre y 30 de diciembre, 18 funciones de una nueva producción de Turandot, de Giacomo Puccini, en coproducción con la Canadian Opera Company, el Teatro Nacional de Lituania y la Houston Grand Opera, que se estrenará en Madrid antes de recalar en los demás teatros.

Turandot, que se presentó en la primera temporada del reinaugurado Teatro Real ─con dirección musical de Wladimir Jurówski y escénica de Jeremy Sutcliffe; y con Jane Eaglen, Vladimir Galouzine y Verónica Villaroel en los papeles principales─, vuelve, 20 años después, con dirección de escena, escenografía e iluminación de Bob Wilson, cuyo personalísimo universo teatral concede a la ópera un aura espectral muy ajustada al universo sonoro de la partitura, que evoca un mundo ancestral de reminiscencias orientales, muy alejado de la aproximación realista de las óperas anteriores de Puccini: Manon Lescaut, La Bohème, Tosca, Madama Butterfly, La fanciulla del West, La rondine, Il trittico, etc.

El carismático lenguaje visual y dramatúrgico de Wilson, con siluetas a contraluz, máscaras y movimientos casi rituales, es el ideal para contar la leyenda de la sanguinaria princesa China, enmarcada en su espacio escenográfico ‘natural’, que entronca directamente con el milenario teatro de sombras oriental.

Los personajes se convierten así en arquetipos legendarios e hieráticos, y la sutil paleta lumínica de Wilson se recrea con los colores orquestales de Puccini y con poéticas sinestesias que van de los tonos glaciales de la despiadada protagonista a las tonalidades cálidas del recogimiento de Liù, cuya muerte, en la partitura, coincide con la del propio compositor, que deja la obra inacabada.

Giacomo Puccini falleció en Bruselas en 1924, cuando se sometía a un tratamiento del cáncer de garganta que padecía. Se encontraba entonces en una encrucijada para concluir el tercer acto de Turandot, con un sorprendente final feliz en el que el amor triunfa sobre la perfidia. Su discípulo, Franco Alfano, se encargó de concluir la partitura partiendo de los esbozos y notas dejados por su maestro y bajo la atenta supervisión de Arturo Toscanini, quien dirigió el estreno póstumo de la ópera en La Scala de Milán, en 1926, en una célebre representación en la que el director italiano cortó abruptamente la interpretación ─después del adagio que entona el coro tras la muerte de Liù─ y se dirigió al público diciendo: ‘Qui il Maestro finí’ (Aquí terminó el maestro). En las sucesivas funciones se ha utilizado el final de Alfano, que es el que desde entonces se emplea normalmente, pese a que Luciano Berio escribió otra versión estrenada en 2002 en Salzburgo.

En Turandot Giacomo Puccini da un enorme salto hacia delante en su escritura compositiva: se aleja del realismo y de su genial maniqueísmo de las emociones y explora un nuevo universo dramatúrgico apertrechado con su eximia arte de orquestar, su eclecticismo y su portentoso olfato teatral. La ópera entrelaza motivos epigramáticos con una impresionante eficacia dramatúrgica, otorgando al coro una relevancia dramática desconocida en sus óperas anteriores. Explora universos armónicos más audaces con pasajes bitonales y disonantes articulados con su proverbial melodismo, abriéndose un floreciente camino truncado por su repentina muerte.

Dos repartos se alternan en la interpretación de las 18 funciones de Turandot, que traen al Real, una vez más, a Nicola Luisotti, su director musical asociado, cuya relación con el Teatro comenzó hace 10 años con Il trovatore, y al que hemos visto en recientes temporadas con Rigoletto y Aida. Después de sus triunfos con Verdi, Luisotti se pondrá nuevamente al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real ─y también de los Pequeños cantores de la ORCAM─ para dar vida a la genial partitura de Puccini.

Encabezan los elencos de Turandot dos sopranos que debutan en el Teatro Real: la sueca Irene Theorin y la ucraniana Oksana Dyka, ambas aclamadas intérpretes del rol titular de la ópera. Estarán secundadas por las sopranos españolas Yolanda Auyanet y Miren Urbieta-Vega, como Liù; los tenores Gregory Kunde, Roberto Aronica y Jae-Hyoeung Kim ─que se alternarán en papel de Calaf─, y por los bajos Andrea Mastroni y Giorgi Kirof, que interpretarán a Timur.

 Turandot despide la riquísima tradición operística italiana que, como ave fénix, abriría nuevos rumbos en el devenir de la música dramatúrgica, que daba sus primeros pasos en el inmenso mundo del cine, hoy, tan cercano a la ópera.

AGENDA | ACTIVIDADES PARALELAS

22 de noviembre, a las 20.15 horas | Teatro Real, Sala Gayarre

Enfoques: encuentro con Nicola Luisotti, director musical asociado del Teatro Real y de Turandot, Bob Wilson, director de escena, escenógrafo y figurinista de la ópera, y Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real.

 2 de diciembre, a las 12.00 horas | Teatro Real, Sala principal

Domingos de cámara: concierto con obras de Wolfgang Amadeus Mozart, Francis Poulenc, Leos Janacek, Russell Peck, Luis Fonseca y Consuelo Díez.

Ver Programa

Solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real

 2 de diciembre, a las 12.00 y a las 17.00 horas | Teatro Real, Sala Gayarre

¡Todos a la Gayarre! El nombre secreto: el tenor no nos dejará dormir hasta adivinar los tres acertijos inspirados en la ópera Turandot.

Con el tenor Pancho Corujo y el pianista Miguel Huertas

 9 de diciembre, a las 11.00 horas | Teatro Real, Sala principal

Ópera en cine: proyección de La bohème, de Giacomo Pucinni, producción del Teatro Real en coproducción con la Royal Opera House de Londres y la Lyric Opera de Chicago, con dirección musical de Paolo Carignani y puesta en escena de Richard Jones, con Anita Hartig y Stephen Costello en los papeles protagonistas.

1 y 15 de diciembre, a las 19.30 horas | Casa Árabe, Madrid

Turandot y otros nombres secretos: espectáculo de narración oral para adultos, a cargo de Héctor Urién, basado en algunos de los relatos más célebres de la tradición cuentística árabe y persa.

 14 de diciembre, a las 20.00 horas | Museo Lázaro Galdiano

Visita literaria: velada literaria dedicada al amor, recorriendo diversas salas del museo.

Inscripciones en info@museolazarogaldiano.es (Máximo 25 personas)

 14 de diciembre, a las 19.30 horas | Casa Árabe, Córdoba

Turandot y otros nombres secretos: espectáculo de narración oral para adultos, a cargo de Héctor Urién, basado en algunos de los relatos más célebres de la tradición cuentística árabe y persa.

Gato con botas

El Teatro Real realizará el próximo jueves, 22 de noviembre, Día de la Música, la primera retransmisión de la temporada a centros escolares, con el espectáculo El gato con botas, ópera infantil del compositor de Xavier Montsalvatge.

Cerca de 500 centros escolares de más de 300 localidades de 20 provincias españolas (ver lista adjunta) se han sumado a la iniciativa, y el próximo jueves compartirán la experiencia de ‘convertir’ sus aulas en la sala principal del Teatro Real con la proyección de esta ingeniosa y divertida producción de Emilio Sagi y Agatha Ruiz de la Prada.

El Teatro Real, en coordinación con las Consejerías de Educación de las Comunidades Autónomas con las que ha firmado convenios de colaboración ─Andalucía, Aragón, Asturias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid y Murcia─, posibilitará que cada centro educativo ofrezca el espectáculo en sus instalaciones en el horario que más se adapte a sus necesidades, dejando su grabación disponible para descargar y proyectar durante todo el día.

Se trata de una actividad concebida y enmarcada en el proyecto pedagógico del Teatro Real, El Real Junior, con el que pretende acercar la música y las artes escénicas a los más jóvenes.

A través de este programa, el Teatro Real acoge cada año a más de 30.000 niños en las funciones escolares y familiares de sus espectáculos concebidos para diferentes edades (de bebés a adolescentes), y ha programado, desde 2016, una serie de retransmisiones en centros escolares, cuya participación sigue creciendo, con la cifra récord, el próximo 22 de noviembre, de 500 colegios. El Teatro Real crece así gracias a su apuesta por las nuevas tecnologías y al proyecto de difusión audiovisual, además de su firme vocación de acercar la ópera a todos los rincones de la geografía española más allá de su sede.

SOBRE EL GATO CON BOTAS

El gato con botas, ópera infantil del compositor catalán Xavier Montsalvatge (1912-2002), basada en el cuento homónimo de Charles Perrault (1628-1703), es una exitosa coproducción del Teatro Real con el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, la ABAO y la Asociación Asturiana de Amigos de la Ópera, que ha triunfado en todos los teatros desde su estreno en 2005.

Montsalvatge, con la complicidad de Néstor Lujan, autor del libreto, creó en el verano de 1947 una ópera de verdad, “mitad ópera bufa y mitad ballet”, para los más pequeños, en la que no falta de nada: cinco cantantes solistas, una nutrida orquesta en el foso, obertura, arias, dúos, recitativos y ballet.

Inspirándose en los personajes travestidos de la ópera italiana del siglo XVIII, Montsalvatge destina el papel protagonista del gato a una mezzosoprano, lo que dio pie a que Emilio Sagi ─en la dirección de escena─, y Agatha Ruiz de la Prada ─en la escenografía y figurines─, para trasnformar al gato en una gata seductora y avispada, que sorprende al público desde su primera aparición, llevándolo, con su gracia y guiños cómplices, hasta el esperado final feliz con boda, festejos y mucha algarabía.

Esta «ópera de magia en un acto y cinco escenas», como la designó su compositor, se verá ahora en toda España, con todo su color y humor, mostrando el vigor y vigencia de esta deliciosa partitura, cuya riqueza musical y dramatúrgica es capaz de seducir tanto a los más pequeños, como a toda la familia.

UNA APUESTA PERMANENTE POR LA FORMACIÓN Y LAS NUEVAS AUDIENCIAS

Junto con El Real Junior, el Teatro Real cuenta con diversos proyectos dirigidos a incrementar la formación y a facilitar el acceso de los jóvenes universitarios y menores de 30 años a su programación con el fin de crear una comunidad de espectadores que conforme el público de hoy y del futuro.

El programa Universidad a Escena, creado en 2010, permite que cada año cerca de 1000 estudiantes de 20 universidades y escuelas de enseñanzas artísticas descubran las múltiples disciplinas artísticas y técnicas que se desarrollan en el interior del Teatro Real. Visitas técnicas, encuentros y debates con los artistas y los profesionales del Teatro, y asistencia excepcional a los ensayos constituyen los momentos clave de cada curso. Los estudiantes –que perciben créditos universitarios en sus respectivos estudios– participan de manera activa con trabajos de análisis y evaluación de las producciones del Teatro Real, y realizan un trabajo académico en grupo, seguido de una presentación oral y un debate.

Asimismo, el Teatro Real reafirma su responsabilidad con la educación, integración y formación de los niños y jóvenes con el apoyo a proyectos como LOVA (La ópera, un vehículo de aprendizaje) —que se desarrolla en los centros escolares con docentes formados en talleres del propio Teatro—, y con iniciativas muy atractivas para jóvenes mayores de 16 años.

Los menores de 30 años continúan beneficiándose de una tarifa especial de 19 euros en las entradas de Último Minuto, así como de abonos con descuentos especiales.

También los niños en situaciones desfavorables, ya sean físicas, psíquicas o sociales, tienen su espacio en el Aula Social del Teatro Real, cuyo programa se desarrolla en sus salas del Teatro utilizando la música como vehículo integrador y terapéutico, con el apoyo de la fundación Acción Social por la Música y con la participación de la Fundación ANAR, Fundación de Síndrome de Down Madrid, Federación Autismo Madrid, Ayuda en Acción, Federación Española de Padres de Niños con Cáncer y Fundación Víctimas del Terrorismo (niños).

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Only the sound remains

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Only the sound remains
Kaija Saariaho (1952)
Opera en dos partes
Libreto de Ezra Pound y Ernest Fenollosa, basado en Tsunemasa
y Hagaromo, dos piezas del clásoco teatro noh japonés.
Nueva producción del Teatro Real, en coproducción con De Nationale Opera & Ballet de Ámsterdam, la Finnish National Opera de Helsinki, la Opéra National de Paris y la Canadian Opera Company de Toronto.
D. musical: Ivor Bolton
D. escena: Peter Sellars
Escenógrafa: Julie Mahretu
Figurinista: Robby Dulveman
Iluminador: James F. Ingalls
Diseñador de sonido: Christophe Lebreton
Ingenieros de sonido: Timo Kurkikangas, David Poissonnier
Reparto: Philippe Jaroussky, Davone Tines,
y la bailarina Nora Kimball-MentzosNho quiere decir acción o talento. Es la forma más tradicional de teatro japonés. Nho integra el canto la danza y la poesía de forma sutil y elegante en unas escenografías extremadamente sencillas, donde nada cambia y solo aparece la figura de un pino como único elemento escénico. Nada debe distraer de lo verdaderamente importante, la expresión de las emociones humanas.

Ernest Fenollosa, uno de los japonólogos más importantes, dejó tras su muerte en 1908, algunas traducciones inéditas de piezas tradicionales del teatro noh japonés. El poeta estadounidense Ezra Pound, perteneciente a la Lost Generation, y firme defensor de poner la poesía antigua al servicio de una concepción más moderna y conceptual, adaptó dos de esas obras traducidas por Fenollosa, Tsunemasa y Hagaromo, que han sido la base inspiradora de la obra de la compositora finlandesa Kaija Saariaho.

Only the sound remains no es una ópera al uso. Se encuentra en la vanguardia de la música contemporánea, con todo lo que esto supone en cuanto a la experimentación con el sonido. Un tratamiento conceptual donde Saariaho emulsiona elementos tradicionales, como el Kantele, instrumento tradicional finlandés, y elementos electrónicos para modificar o amplificar el sonido. Saariaho crea una música atmosférica, un experimento sonoro y filosófico en el que hay que abandonarse, algo que no siempre es fácil o posible.

Como en el teatro noh, la escenografía de Peter Sellars, buen conocedor y admirador de las corrientes minimalistas orientales, ha dibujado un escenario extremadamente sencillo. El pino como único elemente escenográfico del noh, ha sido sustituido aquí por dos lienzos de la artista de origen etíope, Julie Mehretu.

El encargo para esta producción consiste en dos lienzos de gran tamaño en los que ella ha trazado una serie de marcas de tinta a distintos niveles que nos dan rápidamente una impresión de caligrafía china o japonesa. Realiza sus obras durante varios meses pintando capa sobre capa. En Only the sound remains puede verse la evolución de esas capas al tiempo que avanza la obra, lo que profundiza en su espiritualidad.

Las dos historias que componen esta ópera son muy sencillas, pero también profundas. Nos hablan de pérdidas, de renuncias y de reencuentros. Del rastro (el sonido) que deja en nuestras vidas aquello que un día amamos. En la primera, “Always Strong”, un guerrero muerto en batalla regresa como fantasma para intentar volver a tocar su laud.

La segunda historia, “Feather Mantle”, trata de un pescador que encuentra una hermosa capa de plumas propiedad de un ángel que la necesita para regresar al cielo. El pescador la devolverá a cambio de contemplar una danza celestial.

La primera es una historia sombría, angustiosa. La segunda es una historia luminosa y cautivadora. Ambas están interpretadas por el contratenor Philippe Jaroussky, el joven espíritu y el ángel, y por el bajo barítono Davone Tines, sacerdote y pescador. Para ambos intérpretes escribió Kaija Saariaho estos personajes. La voz de de Jaroussky, que ha perdido parte de la pirotécnia de sus inicios pero ha ganado en matices y intensidad, es perfecta para los personajes sobrenaturales que interpreta. En algunos momentos su voz es distorsionada por ordenador lo que proporciona un efecto tímbrico sorprendente.

Más discretas son las prestaciones vocales del barítono Davone Tines, pero abordó sus dos protagonistas con solvencia. En el aspecto teatral, no hay que achacarle a él el estatismo de sus personajes, esa falta de movimiento es muy del gusto del genial Sellars.

La bailarina Nora Kimball-Mentzos, musa y colaboradora en numerosas producciones de Peter Sellars, llenó el escenario en la segunda historia con una danza llena de sensibilidad y delicadeza. Durante el tiempo que está en escena, no puedes dejar de observarla.

En una parte elevada del foso se encuentran los siete músicos, un cuarteto de cuerda, Meta 4 Quartet, formado por Antti Tikkanen y Minna Pensola, violín, Atte Kilpelänen, alto, Tomas Djupsjöbacka, violonchelo, Heikki Parviainen, percusión, Eija Kankaanranta, kantele y Camila Hoitenga, flauta. Junto a ellos el cuarteto vocal Theatre of Voices, formado por Else Trop, soprano, Iris Oja, alto, Paul Bentley-Angell. Tenor y Steffen Brunn, bajo. Ambos ensembles llevan tiempo colaborando con Kaija Saariaho. Este conocimiento mutuo y el virtuosismo de todos ellos consiguen unos resultados sonoros sorprendentes. Emiten todo tipo de sonidos con una precisión milimétrica a las órdenes de un Ivor Bolton exacto y riguroso en cada una de sus indicaciones, creando una textura atmosférica envolvente.

Quizá estas formas de expresión artística requieran de un espacio más recogido, más íntimo. En cualquier caso, siempre es un acierto programar nuevas experiencias que no serían posibles de otro modo.

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real

Flamenco Real

El próximo 28 de noviembre el Teatro Real inaugura un nuevo espacio dedicado al flamenco en su Salón de Baile, con actuaciones regulares los miércoles alternos a las 20.30 horas hasta el 17 de julio de 2019, con dirección artística de Aurelio Solana.

En esta primera temporada, FLAMENCO REAL estará compuesto por 18 espectáculos de cante y baile protagonizados por reconocidos artistas, que representan distintas familias, escuelas y corrientes de un arte muy arraigado a la tradición, pero permeable a la personalidad y estilos personales de sus distintos intérpretes. Como  ejemplo de esta diversidad podríamos citar a  José Carmona “Rapico”, Carmen “La Talegona”, Yolanda Osuna o Antonio Canales.

El antiguo Salón de Baile del Teatro Real, terminado en 1835, fue inicialmente destinado a fiestas y bailes de máscaras que se prolongaban noche adentro. Posteriormente, entre 1841 y 1850, esta sala tuvo una función de enorme transcendencia, dando cobijo a las reuniones periódicas de las cortes generales de España, mientras se construía el congreso de los diputados.

Sus 500 metros cuadrados, con fachada a la Plaza de Isabel II, constituyen hoy espacio versátil y polivalente, heredero del salón de actos del conservatorio, que también se alojó en el edificio del Real durante casi cuatro décadas.

El salón de Baile se convertirá a partir de ahora también en un cálido tablao flamenco, enriqueciendo ese espacio mítico con el patrimonio artístico español, en el marco de la política de apertura del Teatro Real a estilos y lenguajes diversos, fomentando el diálogo entre diferentes formas de expresión.

El público podrá acceder al Salón de Baile del Teatro Real a partir de las 20.15 horas, horario en que se abrirá la puerta de la Calle Felipe V.

A las 20.30 horas una degustación de productos ‘marca España’ servirá de preludio a la actuación que tendrá lugar a las 21.00 horas. Al término de la misma, los espectadores que deseen podrán disfrutar de la compañía de los artistas y acercase así, de manera personalizada, al mundo del flamenco.

FLAMENCO REAL

28 de noviembre | Amador Rojas

Poseidón y el Hombre

Amador Rojas, baile

José Amador, cante

Triana Heredia, cante

Jesús del Rosario, guitarra

Bat´o Hangonyi, violonchelo

Luis Amador, percusión

 

12 de diciembre | Bernardo Miranda

Con la participación de Rocío Márquez, artista invitada

De cante vengo

Bernardo Miranda, cante

Rocío Márquez, cante

Francisco Roca, flauta travesera

Manuel de la Luz, guitarra

Los Mellis, coro y palmas

 

16 de enero | Úrsula López

Las pequeñas cosas

Úrsula López, baile

Javier Patino, guitarra

Jeromo Segura, cante

Raúl Botella, percusión

 

30 de enero | Ricardo Fernández del Moral

Con la participación de Karime Amaya, artista invitada

Las Minas Flamenco Tour

Ricardo Fernández del Moral, cante y guitarra

Karime Amaya, baile

El Tati, guitarra

Rocío Díaz, cante y palmas

José Jurado, palmas y baile

 

13 de febrero | Carmen, ‘La Talegona’

Talegoneando

Carmen, ‘La Talegona’, baile

Mario Montoya, guitarra

Roberto Lorente, cante

Juan José Amador, ‘El Perre’, cante

Lucky Losada, percusión

 

27 de febrero| Joselito Maya y Diego del Morao

A mi tiempo

Joselito Maya, baile

Diego del Morao, guitarra

José del Calli, cante

Rafa del Calli, cante

El Perla, guitarra

Josué Ronkio, bajo eléctrico

Lolo Plantón, percusión y dirección

 

13 de marzo | Manuel de la Luz

Con la participación de Antonio Molina, ‘El Choro’, artista invitado

Mi clave

Manuel de la Luz, guitarra

Antonio Molina, ‘El Choro’, baile

Olivia Molina, cante

Fran Roca, flauta y guitarra

Cristian de Moret, piano y bajo

Diego Amador, percusión 

 

27 de marzo| José Tomás Jiménez

Con la participación de Claudia Cruz y Gema Caballero, artistas invitadas

5 reales

José Tomás, guitarra

Claudia Cruz, baile

Gema Caballero, cante

Manu Soto, cante

Lolo Plantón, percusión

 

10 de abril | Leonor Leal

Con la participación de Jeromo Segura, artista invitado

Se prohíbe el cante

Leonor Leal, baile

Jeromo Segura, cante

Alfredo Lagos, guitarra

 

24 de abril | Isaac Tovar

Con la participación de Cancanillo de Málaga, artista invitado

Generaciones

Isaac Tovar, baile

Cancanillo de Málaga, cante

Gaspar Rodríguez, guitarra

Pedro Obregón, cante

Raúl Botella, percusión

 

8 de mayo | Yolanda Osuna

Con la participación de José Valencia, artista invitado

Sueños

Yolanda Osuna, baile

José Valencia, cante

Pedro Sánchez, guitarra

Luis de Mateo, cante

Jesús Corbacho, cante

 

15 de mayo | Sergio de Lope

Con la participación de Juan de Juan, artista invitado

Ser de luz

Sergio de Lope, flauta y saxofón

Juan de Juan, baile

Matías López, ‘El Mati’, cante

David Caro, guitarra

JuanFe Pérez, bajo eléctrico

Javier Rabadán, percusión

 

22 de mayo | Eduardo Guerrero

Faro

Eduardo Guerrero, baile

Anabel Rivera, cante

Manuel Soto, cante

Javier Ibáñez, guitarra

 

29 de mayo | Gema Moneo

Con la participación de Pepe de Pura, artista invitado

Jerez

Gema Moneo, baile

Pepe de Pura, cante

Ismael de la Rosa, cante

Yeray Cortés, guitarra

 

5 de junio | José Carmona, ‘Rapico’

Con laa participación de Alfonso Losa, artista invitado

Rapikeando

José Carmona, ‘Rapico’, baile

Alfonso Losa, baile

May Fernández, cante

Ismael de la Rosa, El Bola, cante

Joni Jiménez, guitarra

Antonio Losada, percusión

 

19 de junio | Oscar de Manuel

Con cierto Duende

Oscar de Manuel, flauta

Verónica Pulido, baile

Ricardo Bustamante, guitarra

José Ramón Martín Díaz, canto y piano

David Gadea, percusión y ambientación

 

3 de julio | David Palomar

Con la participación de María Moreno, artista invitada

Cádiz es Real

David Palomar, cante

María Moreno, baile

Rafael Rodríguez, guitarra

Roberto Jaén, palmas

 

17 de julio | Antonio Canales

Salitre

Antonio Canales, baile

David El Galli, cante

Manuel Tañé, cante

Iván Losada, guitarra

Lucky Losada, percusión

Mariella Devia

Llegaba Mariella Devia al Teatro Real con la intención de despedirse, aunque apenas se aprecien en ella indicios del menor declive vocal. No volveremos a verla en producciones operísticas, esas que le obligan a pasar largas temporadas fuera de su casa de Roma, pero si podremos escucharla hasta finales del 2019 en algunos recitales. Y nos dice adiós con las escenas finales de belcanto de dos óperas que fueron rescatadas durante las últimas décadas para el repertorio, en lo que se conoce como trilogía Tudor. En el caso de Anna Bolena, fue María Callas quien la resucitó. A María Stuarda le dieron brillo Monserrat Caballé o Joan Sutherland. Ambas obras y reinas acabaron formando parte del repertorio de una Mariella Devia que también ha reinado y como tal se despide.

Dice que no le gusta hablar de si misma, que prefiere expresar cantando y, a pesar de su sobriedad interpretativa, siempre refleja maravillosamente la intensidad del personaje que representa mediante una técnica impecable. Ha cuidado su voz y su carrera con inteligencia, sin prisa, sin forzar el instrumento, interpretando siempre aquellos roles que encajaban en su tesitura vocal como un guante. Ella misma nos decía: “La elección del repertorio es fundamental. He tenido una evolución en mi carrera, pero siempre manteniéndome en el ámbito del repertorio que yo manejaba. He evolucionado, pero siempre en el mismo ámbito”.

Siempre contenida, sin exhibiciones ni extravagancias, no las necesita. Su depurada técnica y su facilidad para la coloratura y el legato han sido marca de la casa a lo largo de su carrera. Pudimos verla hace un par de temporadas en Norma. Un papel que la mayoría de las sopranos a su edad han dejado de interpretar hace tiempo, pero que ella ha abordado hasta el final de su carrera de manera magistral.

Esta soprano, ligera en sus inicios, que fue ampliando el repertorio a la vez que su voz, hasta llegar a darle el cuerpo que hoy tiene, nos ha dejado una extraordinaria muestra de roles belcantistas, “Me hubiera gustado cantar Verdi entero, Don Carlo, que es una ópera estupenda, Otello, que me ofrecieron una vez, pero después de haberlo considerado, escuchado y leído, soy consciente de cuales son mis medios y no se si iba a ser fiel a lo que estaba escrito o sería capaz de satisfacer al público”.

Muy bien acompañada en el escenario del Teatro Real por el bajo Javier Franco como Lord Rochefort en Anna Bolena y Giorgio Talbot, en María Stuarda. El tenor Alejandro del Cerro como Lord Riccardo Percy y Conde de Leicester. El tenor Enmanuel Faraldo, como Sir Hervey. El barítono Gerardo Bullón, como Lord Guglielmo Cecil y la mezzosoprano Sandra Fernández, como Smeton y Anna Kennedy. La dirección estuvo a cargo de José Miguel Pérez-Sierra, que supo llevar a la Orquesta y Coro Titulares del Teatro, a pesar de los pocos ensayos que se realizan para estos recitales.

Se marcha una de las últimas divas, aunque es el ejemplo más claro de anti-diva, entre largas ovaciones de un público consciente y agradecido. Solo podemos sentirnos afortunados por haber podido disfrutar de su arte.

Fotografía: Javier del Real

El Teatro Real adelanta su espíritu navideño para sumergirse en la fantasía de El cascanueces, uno de los grandes títulos del repertorio de la danza clásica, y  uno de los más conocidos de Chaikovski, con la nueva producción de la Compañía Nacional de Danza, concebida y dirigida por su director, José Carlos Martínez.

Las representaciones, que tendrán lugar los días 3, 4, 6, 8 y 10 de noviembre, este último con dos sesiones, a las 17.00 y a las 18.00 horas, contarán con la música en vivo interpretada por la Orquesta Titular del Teatro Real y la participación de los Pequeños Cantores de la ORCAM, todos ellos bajo la dirección del maestro Manuel Coves.

Este es el segundo gran título clásico que la Compañía pone en escena y en él han volcado esfuerzo, ilusión y un intenso trabajo cuyo resultado es la producción más grande y espectacular desde que José Carlos Martínez, responsable de la coreografía y la dirección de escena, asumió la dirección de la CND. En este ambicioso proyecto ha contado con la colaboración de Mónica Boromello, en la escenografía; Iñaki Cobos, en el diseño de vestuario; y Olga García Sánchez, para la iluminación, además de la participación especial de Antonio Pérez Rodríguez, en la coreografía adicional de la Danza española del II acto, y de Manu Vera en la creación y asesoramiento de magia.

La nueva producción de la CND sitúa la acción en 1910, en el seno de una familia burguesa, donde la realidad y los sueños de la joven protagonista conviven y se enfrentan, mostrando las imágenes más hermosas en contraste con otras más inquietantes o fantásticas, siempre a caballo entre dos mundos. José Carlos Martínez ha querido dibujar, en su concepción de El cascanueces,  “la estrecha frontera entre el mundo real y el de la fantasía para transportar al espectador a un universo mágico por el que viajar a través de los recuerdos de su propia historia.»

Tres dobles parejas se alternarán en la interpretación de los papeles protagonistas. Los días 3, 6 y 10 (17.00 horas) Clara y Cascanueces serán bailados por Cristina Casa y Alessandro Riga y Haruhi Otani y Ángel García Molinero darán vida al Hada de Azúcar y al Príncipe. El día 4 defenderán sus respectivos roles Giulia Paris y Yanier Gómez Noda junto a Cristina Casa y Alessandro Riga. Y los días 8 y 10 (21.00 horas) la responsabilidad caerá sobre Lucie Barthélémy y Anthony Pina y Giada Rossi y Yanier Gómez Noda.

El cascanueces fue estrenado en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo en 1892,  con coreografía original de Lev Ivanov y libreto de Marius Petipa, basándose en la adaptación que Alejandro Dumas hizo del cuento clásico de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, El cascanueces y el rey de los ratones. La historia comienza en la fiesta de Navidad de la familia Stahlbaum, donde niños y mayores intercambian regalos y en la que la pequeña Clara recibe como presente un precioso cascanueces con forma de soldadito de madera. A partir de la media noche, la imaginación de la joven protagonista desata una colorida aventura en la que juguetes, animales y personas recrearán sus anhelos y sus pesadillas.

La partitura de El cascanueces es, posiblemente, una de las más conocidas de Chaikovski, quien ya era un compositor consagrado cuando se estrenó el ballet. Contiene algunas de las melodías más memorables del repertorio romántico y la Suite El cascanueces, concebida con ocho números del ballet para ser interpretada en concierto, es obra habitual del repertorio orquestal en todo el mundo, lo que pone de manifiesto que es una de las mejores músicas creadas para la danza.

Foto: Carlos Quezada

Mariella Devia

El próximo domingo, 28 de octubre, a las 18:00 horas, el Teatro Real vivirá una cita inolvidable junto a una de las intérpretes más queridas y admiradas por los grandes teatros líricos del mundo, Mariella Devia. La gran soprano italiana, tras su despedida de la ópera escenificada, ofrecerá un concierto especial en el que dirá adiós al público de Madrid antes de su retirada definitiva.

Para su última aparición en el escenario de la plaza de Oriente, Mariella Devia ha elegido un programa dedicado a Donizetti y a dos personajes de referencia en su repertorio: Maria Stuarda y Anna Bolena, dos reinas inglesas con vidas perseguidas por la intriga, de historia controvertida, cuyo cruento final ha sido dibujado con magistral dramatismo por el compositor de Bérgamo.

Estará acompañada en este emotivo concierto, que dará comienzo al ciclo Voces del Real, por el Coro y la Orquesta Titulares del Teatro Real, bajo la dirección musical del maestro José Miguel Pérez Sierra. Junto a ellos, darán réplica a la gran diva, en diferentes escenas de las mencionadas óperas, las voces de los tenores Alejandro del Cerro y Emmanuel Faraldo, los barítonos Javier Franco y Gerardo Bullón y la soprano Sandra Ferrández.

Mariella Devia es una cantante excepcional. Su perfecta línea de canto, su fraseo delicado, su dominio de la coloratura y el control de los recursos, han hecho de ella una de las intérpretes de referencia para las nuevas generaciones. Con una carrera construida sobre el trabajo constante, afianzada sobre la técnica y la cuidadosa elección de los papeles que la han cimentado, Devia ha destacado especialmente en la interpretación de personajes con importantes exigencias dramáticas como Norma, Lucia de Lammermoor, Violetta Valery (La traviata), Maria Stuarda o Anna Bolena.

Con la sabiduría de los grandes, que saben decir adiós antes de ser desplazados por la crudeza del presente, Mariela Devia ofrece su despedida ante un público que todavía guarda en su memoria la extraordinaria reina Isabel I de Inglaterra, en la inauguración de la Temporada 2015-2016 del Teatro Real con Roberto Devereux, y su última invocación a la Luna, en Norma, otro mes de octubre, de 2016, en este mismo escenario.

Un Requiem Alemán

En el marco del convenio de colaboración entre el Teatro Real y el Festival de Música El Greco en Toledo, el Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real volverán a la catedral de la capital manchega el próximo sábado, 27 de octubre, a las 20 horas, para interpretar Un réquiem alemán, de Johannes Brahms (1833-1897).

La génesis de esta partitura remonta a los años de juventud de Brahms, cuando el músico tenía ya una estrecha y entrañable relación con el matrimonio Schumann. De hecho, uno de los temas esbozados en su Sonata para dos pianos en Re menor, que compuso impresionado por el intento de suicidio de Robert Schumann en 1854, sería utilizado 15 años más tarde en la marcha fúnebre de su famoso Réquiem, estrenado en la catedral de Bremen el 10 de abril de 1868. El compositor vivía entonces el duelo por el fallecimiento de su madre, acontecimiento que había motivado la consecución de la obra y que impulsaría también la escritura del quinto número de la partitura, un bellísimo solo para soprano añadido posteriormente, que concluye con las palabras de Isaías: “os consolaré como una madre consuela a su hijo.”

La segunda versión de Un réquiem alemán, estrenada en 1869, con dos números más que la primera, concede a la partitura inicial un mayor equilibrio y cohesión: los números 1 y 7 se relacionan por contenidos e, incluso, por sus idénticos finales; los números 2 y 6 realzan la maestría de Brahms en el arte del contrapunto, que nunca abandonaría; los números 3 y 5 evocan la tradición de los oratorios, con los conmovedores solos para barítono y soprano, respectivamente. Finalmente, el número 4 funciona como eje de la obra, que articula con gran fluidez textos del Antiguo y Nuevo Testamentos, utilizados en ámbito del luteranismo que profesaba el compositor. Las frases minuciosamente elegidas por Brahms, más humanista que religioso, despojan la muerte de su aspecto heroico y glorioso, encontrando en ella un lugar de refugio y liberación: la paz eterna.

Dos reconocidos cantantes interpretarán los números 2 y 5 de la partitura: la soprano Elena Copons y el barítono Michael Kupfer-Radecky, junto al Coro Titular del Teatro Real, dirigido por Andrés Máspero, que tiene en esta obra un gran protagonismo.

Actuarán junto a la Orquesta Titular del Teatro Real, bajo la dirección de Ivor Bolton, que volverá a la Catedral de Toledo, donde ya dirigió, con gran éxito, el Réquiem de Wolfgang Amadeus Mozart, en 2014 y el Stabat Mater de Gioacchino Rossini, el pasado año.

Ballet del Rin

Poco a poco Madrid se va aficionando más al ballet y la danza, y cada vez son más los espectáculos de este tipo que se programan. El Teatro Real, que ha iniciado el pasado día 12 su temporada de ballet, marca la diferencia de calidad. No son muchas, de momento, las producciones que ofrece a lo largo de la temporada, pero si son extraordinariamente sobresalientes. En esta ocasión se ha tratado de una de las mejores compañías de danza, el Ballett am Thein Süsseldorf Duisbrg, con el coreógrafo Martin Schläpfer a la cabeza.

Presentaban “Un réquiem alemán”, de Johannes Brahms, una de las obras más conocidas del compositor y compuesta tras la muerte de su madre en 1865 y de su gran amigo Robert Schumann. Pero, ¿cómo se baila un réquiem?. Sin duda, como lo hace el Ballet del Rin en una de sus coreografías más aclamadas y premiadas.

 

Esta peculiar composición de Brahms profundiza en aspectos más filosóficos que religiosos, reflexiona sobre la vida y la muerte desde un punto de vista más humano que divino. Como dice su director, Marc Piollet, no es un réquiem convencional, es una obra de consuelo, porque no está escrito para los muertos sino para los vivos, para los que se quedan. No se puede esperar menos de un romántico como Brahms.

Tomando esta cercanía con el dolor del ser humano como punto de partida para la creación de esta coreografía, se ha querido reflejar en ella la fragilidad del ser humano presentando a los bailarines descalzos, en contacto permanente con la tierra. También en su creación, Schläpfer ha querido huir de cualquier planteamiento religioso y se ha centrado en las dudas, los miedos y preocupaciones del ser humano, lejos de cualquier dogmatismo y más próximo a la reflexión y la emoción. Con ese hermoso y alegórico final, en el que se representan los lazos que nos unen a los que ya se han ido. Quien haya tenido la oportunidad de asistir a alguna de las cuatro representaciones, habrá podido comprobar que ambos planos, el reflexivo y el emocional, quedan perfectamente estimulados.

Interpretar esta obra tiene su dificultad, para la orquesta, para los solistas y, sobre todo, para el coro. Un coro acostumbrado a la lírica operística, no tiene nada fácil abordar una obra religiosa como este réquiem que desborda de delicadeza y sensibilidad. Pero el coro Intermezzo, titular del Teatro Real, solo sorprendería si fallase, y eso tampoco ocurre en esta ocasión. Cantan con exquisita sutileza e intensidad dramática. Y, además, en alemán. ¡Extraordinario!. Muy bien también los solistas Adela Zaharia y Richard Sveda.

Si no se han acercado aún a esta expresión artística que es la danza, no se pierdan cualquiera de las cuatro propuestas que el Teatro Real ofrece esta temporada. Del 3 al 10 de noviembre, El cascanueces, un clásico. Del 21 al 26 de enero Ballet de l’Opéra national de Paris, con coreografías de Jerome Robbins, Hans van Manen y George Balanchine y músicas de Claude Debussy, Maurice Ravel, Johann Sebastian Bach e Ígor Stravinsky. Del 31 de marzo al 4 de abril, Dido & Aeneas, de Purcell, en un espectáculo de ópera y danza, con coreografía de Sasha Waltz. La temporada de danza concluye el 4 de mayo con el Víctor Ullate Ballet.

Only the Sound Remains

Se ofrecerán 7 funciones de la ópera, entre el 23 de octubre y el 9 de noviembre, en una coproducción del Teatro Real con la Nationale Opera & Ballet de Ámsterdam, la Opéra national de Paris y la Canadian Opera Company.

Peter Sellars, responsable, junto a Kaija Saariaho, de la génesis de la ópera, ha concebido una puesta en escena estilizada, hipnótica y poética, que invita a la participación ritual del público.

La escenografía es de la gran pintora etíope Julie Mehretu, conocida por sus murales abstractos y estratificados, de la que el Centro Botín ha ofrecido recientemente, con gran éxito, la más completa retrospectiva europea.

Only the Sound Remains será interpretada por el mismo trío protagonista que estrenó la partitura en 2016: el contratenor Philippe Jaroussky, el bajo-barítono Davone Tines y la bailarina Nora Kimball-Mentzos.

Junto a ellos actúan el cuarteto vocal Theatre of Voices, el cuarteto de cuerdas Meta4 Quartet, tres músicos finlandeses -Camila Hoitenga (flauta), Eija Kankaanranta (Kantele, instrumento tradicional finlandés) y Heikki Parviainen (percusión)-, conChristophe Lebreton y Timo Kurkikangas en el diseño y tratamiento del sonido.

Al frente de este conjunto camerístico estará Ivor Bolton, director musical del Teatro Real, al que veremos explorar un nuevo registro dentro de su amplísimo repertorio.

En torno a Only the Sound Remains se están ofreciendo, desde el pasado 10 de octubre, múltiples propuestas culturales en el Teatro Real, Instituto Internacional, Residencia de Estudiantes y Museo de Artes Decorativas.

Radio Clásica, de RNE, retransmitirá en diferido Only the Sound Remains, en fecha todavia por determinar.

Las funciones de Only the Sound Remains están patrocinadas por la Fundación BBVA.

El próximo 23 de octubre se estrena en España Only the Sound Remains, de la compositora finlandesa Kaija Saariaho (Helsinki, 1955), encargada y coproducida por el Teatro Real junto con la Nationale Opera & Ballet de Ámsterdam, la Ópera Nacional Finlandesa, la Opéra national de Paris y la Canadian Opera Company.

El estreno mundial de la ópera ─con dirección de escena de Peter Sellars, y protagonizada por el contratenor Philippe Jaroussky, el bajo-barítono Davone Tines y la bailarina Nora Kimball-Mentzos tuvo lugar en Ámsterdam el 15 de marzo de 2016. Posteriormente se presentó en Helsinki (abril de 2017) y en París (enero 2018), siempre con una excelente acogida por parte del público y de la crítica internacional.

La ópera se basa en dos evocadores cuentos que tradujo Ezra Pound (1885-1972), extraídos de la recopilación de relatos orientales que escribió el poeta y japonólogo de ascendencia española Ernest Francisco Fenollosa (1853-1908) partiendo del teatro noh japonés.

En el primer cuento, Always Strong (Siempre fuerte), un joven guerrero y virtuoso laudista, muerto heroicamente en el campo de batalla, reaparece convertido en un atormentado fantasma, incapaz de tañer su bello instrumento como otrora; en el segundo, Feather Mantle (El manto de plumas), un pescador encuentra una deslumbrante capa de plumas que solamente está dispuesto a devolver al ángel que la posee, si éste le baila su danza celestial.

La riquísima paleta sonora de Kaija Sariaaho, de sorprendentes texturas tímbricas, armonías flotantes y una depurada utilización del tratamiento electrónico del sonido, concede a ambos relatos una atmósfera cósmica y misteriosa, en los que la trama, como una alegoría, se diluye en una especie de celebración metafísica.

Las dos historias, de temas independientes, pero de simétrico andamiaje, indagan sobre nuestra relación con lo sobrenatural, con seres y universos intangibles, con un mundo espiritual cada vez más alejado de la realidad física, material y veloz que nos atrapa. En esta huida hacia delante Peter Sellars reivindica la ópera como un puente simbólico hacía ese ‘otro lado’, una travesía mágica con la participación, casi ritual, del público.

Philippe Jaroussky, protagonista de los dos cuentos que conforman la ópera, vuelve al Teatro Real después de sus actuaciones en Celos aún del aire matan de Juan Hidalgo (2000), L’incoronazione di Poppea de Claudio Monteverdi (2010), y dos conciertos: uno dedicado a Händel ─Fuegos de artificio de un castrato (2011)─ y otro, a Vivaldi (2014).

En Only the Sound Remains su voz alcanza registros y timbres casi sobrehumanos, debido al tratamiento electroacústico concebido por Kaija Saariaho, que escribió los papeles especialmente para él. A su lado, dos artistas afroamericanos: la bailarina Nora Kimball-Mentzos, que desdobla su personaje, y el bajo-barítono Davone Tines, habitual colaborador de la compositora.

Junto a ellos el cuarteto vocal Theatre of Voices ­–Else Torp, Iris Oja, Paul Bentley-Angell y Steffen Bruun─, el cuarteto de cuerdas Meta4 Quartet ─Antti Tikkanen, Minna Pensola, Atte Kilpeläinen y Tomas Djupsjöbacka─ y tres instrumentistas finlandeses: Heikki Parviainen (percusión), Camila Hoitenga (flauta) y Eija Kankaanranta (Kantele, instrumento tradicional finlandés semejante a la cítara).

Al frente de este conjunto camerístico estará Ivor Bolton, director musical del Teatro Real, al que veremos explorar un nuevo registro dentro de su amplísimo repertorio, con la sensibilidad y musicalidad que exige la partitura.

En Only the Sound Remains el coro, orquesta y solistas que conforman una ópera tradicional se reducen a un pequeño conjunto vocal e instrumental acrisolado y orgánico, que actúa en un espacio espectral enmarcado por los murales abstractos de Julie Mehretu ─una de las más brillantes artistas plásticas actuales─, a los que da vida la iluminación mutante y evocadora de James F. Ingalls: una obra para dejarse llevar cuando baja el telón y el mundo se para.

Real Junior

Con las primeras hojas del otoño, el Teatro Real está a punto de levantar el telón de la programación dedicada al público infantil, juvenil y familiar de su Temporada 2018-2019, El Real Junior, con el fin de acercar y estimular la curiosidad por el arte y la cultura a los más jóvenes, tanto desde una vertiente lúdica, como formativa.

El compromiso y la responsabilidad del Teatro Real como centro creador y divulgador de cultura, toma especial relevancia en el diseño de esta nueva temporada, con espectáculos y actividades que buscan la apertura o iniciación de los niños y niñas al mundo musical y artístico, así como la transmisión de valores y conocimientos  a través de cuentos, fábulas e historias,  con los que ellos pueden componer su propia visión del mundo.

El alto valor artístico de la programación infantil-juvenil, contará esta temporada con la presencia de conocidos nombres del mundo del espectáculo como Luis Piedrahita y Pepe Viyuela, del ámbito escénico como Tomás Muñoz o la compañía de títeres La Maquiné, del panorama musical con Sonia de Munck, Cristina Toledo  y Laurel Dougall, o de la danza, con Fernando Lázaro, por citar sólo a algunos de ellos.

Como en años anteriores, El Real Junior ofrecerá su programación en dos escenarios: la Sala Principal y la  Sala Gayarre, y se ofrecerán siete espectáculos, cinco de los cuales son nuevas producciones: La historia de babar, Chispas y ritmos de un huracán, Piano en penumbras, El teléfono y El carnaval de los animales. Se presenta en el Real el espectáculo de títeres Historia de una semilla  y se repone el espectáculo de danza Pulcinella, uno de los más queridos por el público infantil en la pasadaedición.

El ciclo de  talleres familiares ¡Todos a la Gayarre! que, con periodicidad mensual realiza una introducción musical, desenfadada y entretenida, en torno a los grandes títulos del escenario principal, continuará un año más con la dirección y presentación de Fernando Palacios, con nueve citas dominicales entre los meses de octubre a junio.

El Real va al colegio

Junto a las funciones familiares, el Teatro Real prosigue con su programa de acercamiento a los centros escolares; por un lado, con las funciones pedagógicas, que tienen lugar en sus dos escenarios, y, por otro, con la retransmisión de espectáculos de El Real Junior en colegios de toda España, gracias a los acuerdos de colaboración suscritos con las comunidades autónomas (Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid y Murcia), a través de Palco Digital, plataforma online del Teatro Real.

Para reforzar la experiencia, el Real pone a disposición de padres y profesores la Guía didáctica, accesible de forma gratuita a través de la página web del Teatro (www.teatro-real.es) en su nuevo formato digital, en la que se ofrece información detallada del espectáculo  y, fundamentalmente, ejercicios prácticos para que los profesores y los padres ayuden a los pequeños a obtener una mirada más amplia sobre el mundo que van a conocer.

Tras la gran acogida en la pasada temporada, ‘Los campamentos de verano’ volverán a estar activos durante el mes de julio con actividades en torno a la ópera, la danza y el vestuario, donde los más pequeños podrán desarrollar su creatividad sumergiéndose en la creación de un espectáculo.

LÓVA (La Ópera, un Vehículo de Aprendizaje) el proyecto educativo que se realiza en el Teatro Real desde 2009, destinado a centros de primaria donde la tutora o tutor convierte su aula en una compañía de ópera, es ya parte imprescindible de la colaboración que realiza el coliseo madrileño en este proyecto. Gracias a él la clase dedica un curso completo a formar una compañía en la que alumnas y alumnos se organizan por equipos profesionales: dramaturgia, caracterización, vestuario, interpretación, relaciones públicas, producción, iluminación, regiduría, escenografía, coreografía y música. Con esta actividad se multiplica el aprendizaje de las materias que forman el curso escolar y se fomenta la integración e inclusión.

La Unión Europea ha elegido LÓVA como proyecto educativo español de referencia para desarrollar la conciencia y expresión cultural (Cultural Awareness and Expression Handbook).

Programa de formación

El programa de formación del Teatro Real, Realízate, incluirá una nueva serie de cursos de introducción a la ópera, además de los ya consolidados en su programa, como ‘La ópera al descubierto’, los ‘Cursos monográficos’ o ‘La Universidad a escena’. A través de estos cursos, talleres y conferencias se quiere ofrecer un nuevo espacio de desarrollo cultural y profesional tanto a apasionados de la ópera como a quienes se acercan a ella por primera vez.

Bajo el nombre Conceptos fundamentales de la ópera, los nuevos cursos, impartidos por el profesor Gabriel Menéndez, se propone explicar, a través de ejemplos audiovisuales, los conceptos fundamentales que nos permiten penetrar en la esencia de las óperas: los elementos de la dramaturgia musical, los tipos de voces, las formas vocales e instrumentales, la interacción entre solistas, conjuntos y coros, la puesta en escena, etc. Destinado a todos los públicos, cada sesión incide sobre un aspecto medular de la composición operística y sigue su evolución y desarrollo desde el inicio de la ópera hasta finales del siglo XIX.

En la presente temporada, La ópera al descubierto profundizará en los detalles técnicos y artísticos en torno a tres títulos de ópera: Das Rheingold, Falstaff e Il tovatore, contado en primera persona por sus protagonistas.

Los Cursos monográficos indagarán sobre distintos aspectos del mundo musical. Las citas de esta edición serán, además de los mencionados Conceptos fundamentales de la ópera, Tres musicales shakesperianos (analizará la influencia de William Shakespeare en el mundo teatral actual a través de las The Boys From Syracuse, Kiss Me Kate y West Side Story) y Jerome Robbins y la coreografía en el musical de Broadway (centrada en la faceta de Jerome Robbins como coreógrafo en el musical de Broadway, en sus influencias y en su impacto). Con ellos el Teatro Real quiere seguir abriendo horizontes hacia nuevos conceptos formativos.

La Universidad a escena, proyecto pionero en Europa, inscrito en el Espacio Europeo de Educación Superior, permite a los universitarios obtener créditos académicos tras su participación en encuentros y debates con los artistas y la elaboración posterior de un trabajo académico sobre las producciones del Teatro Real, analizadas desde la perspectiva de sus respectivas especialidades.

EL REAL JUNIOR

HISTORIA DE UNA SEMILLA

Títeres

Recomendado para niños desde 4 años

20, 21, 27 y 28 de octubre

12.00 y 17.00 horas

Compañía LA MAQUINÉ

Creadores: Joaquín Casanova y Elisa Ramos

El espectáculo que es una reflexión sobre los abusos que sufre el medio ambiente a manos del ser humano, contado a modo de fábula poética, con una sensibilidad y un sentido del humor que hace que esta obra sea más eficaz que muchísimas campañas ecológicas.

HISTORIA DE BABAR

Cuento musical

Recomendado para niños desde 4 años

17, 18, 24 y 25 de noviembre

12.00 y 17.00 h

Música de Francis Poulenc y libro de Jean Brunhoff

Director musical y pianista: Miguel Huertas

Dramaturgia y directora de escena: Ana Hernández

Entre 1940-46 Francis Poulenc le puso música a este cuento de Brunhoff convirtiendo la pieza en un verdadero cuento musical para piano y narrador.  Babar cuenta la historia de un elefantito que huyendo de la selva termina convirtiéndose en un rey en la gran ciudad.

CHISPAS Y RITMOS DE UN HURACÁN

Concierto homenaje a Leonard Bernstein en el centenario de su nacimiento.

Recomendado para todos los públicos

15, 26, 27, 29 y 30 de diciembre

12.00 h

Director Musical: Luis Miguel Méndez

Presentador y guión: Fernando Palacios

Un concierto con algunas de las más chispeantes y divertidas piezas del músico del siglo XX, cuya faceta pedagoga nos acercó los secretos de la música de manera sencilla y clara con sus conciertos divulgativos en los años setenta

PULCINELLA

Danza

Recomendado para niños desde 4 años

19, 20, 26 y 27 de enero

12.00 y 17.00 h                                                                

Música de Stravinsky, Giovanni Battista Pergolesi y Vivaldi

Pianista: Borja Mariño y Ricardo Francia

Coreografía: Fernando Lázaro

Esta divertida farsa nos acercará a algunos de los personajes de la commedia dell’arte que, valiéndose de máscaras y coloridos vestuarios, representa ciertos arquetipos que no son más que un reflejo grotesco de las actitudes humanas. La danza y el gesto se suman para contar esta maravillosa historia que enamorará a los más pequeños y será la delicia de los más grandes

PIANO EN PENUMBRAS

Músicas espectrales a contraluz

Concierto

Recomendado para niños desde 12 años

15, 16, 22 y 23 de febrero, 20.00 h

17 y 24 de febrero, 19.00h

Pianista: Marta Espinós

Presentación: Fernando Palacios

La hora y el lugar perfectos para detenernos a escuchar músicas calladas junto al crepitar de la chimenea: nocturnos olvidados, piezas visionarias, variaciones para insomnes, valses macabros, boleros sentimentales, armonías de las esferas, antiguos tangos… Con obras de Bach, Liszt, Grieg, Mussorgski, Granados, Mompou, Falla, Consuelo Velázquez, Aníbal Troilo…

EL TELÉFONO o EL AMOR A TRES

Ópera para jóvenes

Recomendado para niños desde 10 años

 23 y 24 de marzo

11.00 y 13.00 h

De Gian Carlo Menotti

Director Musical: Jordi Navarro

Director de escena: Tomás Muñoz

Intérpretes: Pepe Viyuela, Sonia de Munck y Gerardo Bullón.

The Telephone or l’Amour à trois,  estrenada en Nueva York en 1947 nos cuenta, en clave de parodia, la historia de Lucy y Ben, una pareja de enamorados cuya relación se ve mediatizada por la adicción que Lucy tiene al teléfono.

EL CARNAVAL DE LOS ANIMALES

Concierto didáctico

Recomendado para niños desde 8 años 

27 de abril y 2 de junio

11.00 y 13.00 h 

Música de Camille Saint -Säens

Director Musical: Ignacio García Vidal

Guión y presentador: Luis Piedrahita

Luis Piedrahita nos cuenta las aventuras de una pulga enana de pata corta que quiere irse a esquiar a Baqueira Beret. Música, humor y pulgas. Una obra para todos los públicos en la que grandes y pequeños disfrutan de la grandiosidad de la música de Saint Säens y la “pequeñosidad” de los sifonápteros.

TODOS A LA GAYARRE

I_ EL DIABLO ACECHA

7 de octubre. 12.00, 17.00 h

Mefistófeles intentará seducirnos, pero se lo pondremos difícil.

Actividad paralela a Faust

II_ LOS VIAJES DEL MUÑECO DE MADERA

11 de noviembre. 12.00, 17.00 h

El célebre cascador de nueces combate su aburrimiento viajando.

Actividad paralela a El cascanueces de la Compañía Nacional De Danza 

III_ EL NOMBRE SECRETO

2 de diciembre. 12.00, 17.00 h

Un tenor no nos dejará dormir hasta adivinar los tres acertijos.

Actividad paralela a Turandot

IV_ AVENTURA BAJO EL AGUA

13 de enero. 12.00, 17.00 h

El nibelungo Alberico fabrica un anillo mágico con el oro de las ninfas.

Actividad paralela a Das Rheingold

V_ TROYANOS Y CRETENSES

10 de febrero. 12.00, 17.00 h

El príncipe mata a la serpiente marina de Neptuno y termina convirtiéndose en rey.

Actividad paralela a Idomeneo

VI_ DIOSES Y NINFAS

10 de marzo. 12.00, 17.00 h

De muchacha a osa, y de osa a Osa Mayor.

Actividad paralela a La Calisto

VII_ EL VIVIDOR QUE SE REÍA DEL MUNDO

28 de abril. 12.00, 17.00 h

Torpe, vanidoso, cobarde, gordinflón, pendenciero… pero muy simpático.

Actividad paralela a Falstaff

VIII_ HOY ESTAMOS DE CAPRICHO

26 de mayo. 12.00, 17.00 h

La condesa tiene dudas: no sabe si quedarse con el poeta o con el músico.

Actividad paralela a Capriccio

IX_ ¿QUIÉN RONDA EN LA NOCHE?

23 de junio. 12.00, 17.00

Un misterioso trovador entona siempre la misma canción.

Actividad paralela a Il trovatore

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Faust
Charles Gounod (1818-1893)
Ópera en cinco actos
Libreto de Jules Barbier y Michel Carré, basado en la obra Faust et Marguerite (1850)
de Michel Carré y en la obra homónima (1808) de Johann Wolfgang von Goethe.
Nueva producción del Teatro Real , en coproducción con De Nationale Opera & Ballet de Amsterdam
D. musical: Dan Ettinger
D. escena: Álex Ollé (La Fura dels Baus)
Colabora en dirección escena: Valentina Carrasco
Escenografía y vídeo: Alfons Flores
Iluminador: Urs Schönebaumm
D. coro: Andrés máspero
Reparto: Ismael Jordi, Erwin Schrott, Irina Lungu, John Chest, Isaac Galán,
Annalisa Stroppa, Diana Montague.
Coro y Orquesta titulares del Teatro RealHomúnculo se define como un ser con características humanas, generalmente deforme y creado artificialmente. Parece que fue el alquimista Paracelso quien primero utilizó este término para denominar a una criatura creada al intentar buscar la piedra filosofal. La teoría del homúnculo se aceptó hasta 1827, año en el que se descubrió la existencia del óvulo. Hasta ese momento, se pensaba que el esperma escondía un homúnculo u hombrecillo en miniatura para el que el óvulo solo servía de alimento.El homúnculo es también el elemento que ha servido de inspiración a La Fura del Baus, concretamente a su director Alex Ollé, para desarrollar la escenografía del Faust que nos presenta el Teatro Real en el estreno de su nueva temporada.Son varias las óperas de repertorio que se estrenaron con fracaso. Pero si hay una que se lleva la palma, sin duda, esa es Faust, de Charles Gounod. Su estreno en el Thèátre Lyrique de París el 19 de marzo 1859 resultó un estrepitoso fracaso. El público francés había tachado la obra de “poco vistosa”y, sobre todo, poco francesa. Todo ello a pesar de la enorme popularidad que en aquellos momentos despertaba la cultura alemana, siendo Goethe uno de sus emblemas. Donde sí triunfó desde el principio fue en Alemania. Como la adaptación de los libretistas Jules Barbier y Michel Carré, no profundizaba en los aspectos más filosóficos de una obra de culto para los alemanes, y se permitieron además el lujo de alterar el orden de importancia de algunos personajes, la obra se representó, hasta no hace demasiado tiempo, con el título de “Marguerite”. Fue a partir de su estreno en Alemania cuando comenzaron los éxitos de Faust. Se representó hasta la saciedad, todas las temporadas y en casi todos los teatros europeos. Tal era su popularidad que, un 22 de octubre de 1883, una nueva compañía de teatro quiso estrenar su primera temporada de ópera representando a Faust. Se trataba del Metropolitan Opera House.Faust es dual. Es una gran ópera de estilo francés que también tiene características de gran ópera alemana, como un importante coro, varios números de ballet, la épica de alguno de sus personajes o el tiempo que Gounod dejaba entre números para que el público pudiera aplaudir. Detalle éste, muy wagneriano.

Pero volvamos a la escenografía. Cuando se trata de La Fura dels Baus, sabemos de ante mano que el resto de elementos operísticos como voces, teatralidad, incluso la música, van a quedar en un segundo plano. A veces esto puede ser para bien o, como en el caso que nos ocupa, para mal.

Bajo el proyecto homúnculo se ha situado la escena en un gran laboratorio donde Faust persigue la idea de inventar un ordenador capaz de gestionar emociones. Frustrado e insatisfecho, acepta la oferta de su alter-ego, Mèphistophélès, que se presenta así como el mal necesario, el espoleador que rescata a Faust de su aburrimiento y le convence para vivir todo aquello a lo que cree haber renunciado hasta ese momento. Mèphisto, que aparece primero como estrella de rock, va evolucionando de manera camaleónica hasta convertirse en un cristo crucificado. Junto a ellos, un ejército de postmodernos soldados, barbies plastificadas que parecen desnudas, mujeres maduras con exagerados pechos y hooligans con sus uniformes de aficionados al fútbol. En definitiva, multitud de elementos conceptuales e ideas complejas que apenas tienen desarrollo o encaje a lo largo de la obra. Una escenografía que está llena de lugares comunes, los mismos de siempre.

La Fura ya no sorprende y solo es capaz de generar polémica cuando termina la función y empieza su bochornoso espectáculo de contaminación, ajeno por completo a cuestiones artísticas.

La dirección musical corría a cargo del debutante en el Teatro Real Dan Ettinger. El joven director israelí hizo valer su formación musical germánica y consiguió que desapareciera cualquier vestigio de ópera francesa. El volumen de sonido fue excesivo, perfecto para Wagner, pero no para Gounod. Faltó delicadeza, sobre todo en la obertura y en las arias de conjunto, donde se generó un cierto caos. Eso si, es un extraordinario director para los cantantes.

Este segundo reparto resultó equilibrado. Faust no es un papel fácil para un tenor. Tiene dos partes muy diferenciadas que parecen haber sido escritas para dos tenores de características diferentes. La primera corresponde a un Faust maduro y dramático y la segunda a uno joven y más ligero Faust. Ismael Jordi aborda el personaje con sumo cuidado en la primera parte, por su dramatismo y por precisar de una voz de mayor envergadura. Es en la obertura donde el tenor jerezano tiene más dificultades. El resto de la obra transcurre en una tesitura mucho más cómoda para él. Tiene momentos de tensión que solventa con acierto, como la cavatina o el hermoso dúo con Marguerite. Jordi se encuentra en un extraordinario momento vocal, siempre elegante y con una notable presencia escénica.

El Mèphisto de Erwin Schrott fue de una gran teatralidad, algo imprescindible en este personaje y esta producción. Siempre que estuvo en escena fue el protagonista. Su voz no llega a la tesitura requerida para este rol, pero no son fáciles de encontrar voces baritonales avisales. Su volumen es muy apreciable y su timbre agradable, pero algunos sonidos nasales afearon un poco su participación.

La Marguerite de Irina Lungu, personaje algo desdibujado en la ópera con respecto al texto de Goethe, es una joven delicada e inocente. Desde este punto de vista estuvo bien interpretada por Lungu. Su voz no es muy grande, pero si suficiente y bien timbrada.

John Chest, como Valentin, fue uno de los grandes afectados por el volumen de sonido de la orquesta. Apenas se le escuchó.

Siébel, personaje juvenil y romántico, estuvo muy bien interpretado por la italiana Annalisa Stroppa. Hermoso timbre y una voz esmaltada y tersa que gustó mucho al público, sobre todo en su aria “Faites-lui mes aveux”.

La veterana diana Montague construyó una Marthe simpática y con carácter. El complemento perfecto para un Faust con aspiraciones cómicas.

El coro tuvo una actuación estelar. Si empieza así la temporada, no se que va a dejar para el anillo. ¡Fantástico!.

Un inicio de temporada un tanto irregular. Pero esto no ha hecho más que empezar.

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real
Vídeos: Teatro Real

Caballé

El Teatro Real lamenta profundamente el fallecimiento de Montserrat Caballé, sin duda una de las más grandes sopranos de todos los tiempos, a la que dedicará la función de Faust de esta noche como homenaje simbólico a su grandeza.

La asombrosa carrera artística de Montserrat Caballé es una de las más brillantes de la historia de la interpretación lírica universal. La singular belleza de su voz, de gran extensión, la riquísima paleta de colores de su timbre, su técnica prodigiosa, la expresividad de su depurada línea de canto, la increíble plasticidad dramática de sus interpretaciones vocales, aliada a su afán por explorar obras desconocidas u olvidadas, han colocado su nombre en la exclusiva galería de los más grandes cantantes de la segunda mitad del siglo XX.

La última gran Gala de homenaje a Montserrat Caballé tuvo lugar en el Teatro Real el 9 de diciembre de 2014, en la que reconocidas sopranos vinculadas, de alguna manera, con la insigne cantante barcelonesa, interpretaron piezas que recordarán sus triunfos en Madrid y sus incomparables interpretaciones del repertorio belcantista romántico.

Montserrat Caballé es un gran referente en la historia del Teatro Real desde que fuera sala de conciertos, con actuaciones memorables de compositores como Vivaldi, Granados o Bellini. En esta última etapa del Real, después de su reinauguración, Montserrat Caballé ha ofrecido un concierto el 2 de julio de 1998 y ha protagonizado dos funciones de la ópera Cléopàtre, de Jules Massenet, en versión de concierto, en diciembre de 2004.

APUNTES BIOGRÁFICOS

Después de sus primeros pasos, en los años 50, en el Teatro Fortuny de Reus, de sus actuaciones en la compañía del Teatro Municipal de Basilea entre 1956 y 1960, y del contrato con la Ópera de Bremen a partir de ese año, la fulgurante carrera internacional de Montserrat Caballé despegó en Nueva York, cuando en 1965 sustituyó a Marilyn Horne en el papel titular de Lucrecia Borgia, de Donizetti, en el Carnegie Hall. Al término de la primera aria el público le dedicó una ovación de veinte minutos y al final de la función comenzaba su meteórica trayectoria artística por los más importantes teatros de ópera de Europa y América: La Scala de Milán, Metropolitan de Nueva York, Staatsoper de Viena, Royal Opera House de Londres, Ópera de París, Liceu de Barcelona, Teatro de la Zarzuela de Madrid, Bolshoi de Moscú, Teatro Colón de Buenos Aires, Óperas de San Francisco, Hamburgo y Munich, etc., y por los festivales de Salzburgo, Aix-en-Provence, Orange, Glyndebourne, Pesaro o Verona.

El repertorio de Montserrat Caballé es inmenso. Con cerca de 90 diferentes papeles operísticos, no tiene rival en su tesitura, en el mundo de la lírica. Es igualmente prolijo su catálogo discográfico, con más de 80 títulos, la mitad de los cuales son óperas completas.

Antes de su eclosión internacional, Caballé interpretó diferentes roles en los teatros de Basilea y Bremen, desde las heroínas de Verdi y Puccini hasta Arabella o Salomé, de Richard Strauss. Con el paso de los años su carrera se fue conformando en torno a una pequeña nómina de compositores cuyo repertorio fue profundizando y perfeccionando hasta lograr sus indelebles interpretaciones de Gioachino Rossini, Luigi Cherubini, Vicenzo Bellini, Gaetano Donizetti, Giuseppe Verdi, Giacomo Puccini, Francesco Cilea o Jules Massenet.

En Madrid debutó en 1967 con La traviata y Manon, esta última compartiendo escenario con Alfredo Kraus. Posteriormente vendrían, en el Teatro de la Zarzuela, las interpretaciones de tantos de sus grandes roles: Elisabetta (de Robert Devereux), Cio-Cio-San, Norma, Adriana Lecouvreur, Maria Stuarda, Leonora, Semiramide, Ermione, Maddalena (de Andrea Chénier), Silvana (de La fiamma, de Ottorino Respighi), Elisabetta (de Don Carlo) o la reina protagonista de Sancia di Castiglia, de Donizetti, uno de los compositores al que dedicó una devota atención como intérprete, investigadora y divulgadora. El público de Madrid también ha sido testigo de sus raras y emocionantes incursiones en el repertorio germánico, dando vida a Salome, de Richard Strauss, o a Isolde y Sieglinde, de Richard Wagner.

Como solista ha cantado con las más grandes orquestas y los directores más reputados de la segunda mitad del pasado siglo, como Herbert von Karajan, Leonard Bernstein, Carlos Kleiber, Sir John Barbirolli, Zubin Mehta, James Levine, Claudio Abbado, Seiji Ozawa, Riccardo Muti, Sir Georg Solti, Sir Colin Davis, Carlo Maria Giulini, etc.

Además de su excelencia como intérprete, Montserrat Caballé ha hecho una meticulosa y entusiasta investigación deL repertorio lírico olvidado o casi desconocido, como Armide de Gluck, Les Danaïdes de Salieri, Saffo de Pacini, La Vestale y Agnese di Hohenstaufen de Spontini, Hérodiade de Massenet, Medea y Démophon de Cherubini, Ermione e Il viaggio a Reims de Rossini, Sancia di Castiglia de Donizetti y La Fiamma de Respighi. Algunos de estos títulos son hoy frecuentes en los escenarios operísticos merced a su curiosidad y su trabajo pionero como divulgadora de nuevas partituras. Es igualmente conocida su predilección por estudiar las obras con ediciones facsímiles, para poder apreciar todas las notas del compositor.

Además de su ingente repertorio en el dominio de la música clásica, la curiosidad de Montserrat Caballé le ha llevado a explorar otros tipos de universos sonoros, de la mano de algunos importantes artistas como Freddie Mercury o Vangelis.

Caballé fue reconocida con numerosos premios y condecoraciones internacionales, incluyendo la Orden de Isabel la Católica, Commandeur des Arts et des Lettres de Francia, Académica de Honor y Medalla de Oro de la Academia de las Letras, Ciencias y Artes de Italia. Fue, desde 1974, Embajadora de Buena Voluntad de las Naciones Unidas.

Vídeo: Teatro Real de Madrid

Ballett am Rhein

La compañía Ballet del Rin de Düsseldorf (Ballett am Rhein), proclamada en cuatro ediciones consecutivas Compañía del Año por la revista de danza alemana Tanz, debuta en el Real con una emotiva coreografía sobre el gran oratorio de Johannes Brahms: Un réquiem alemán, que será interpretado por el Coro y Orquesta Titulares del Real, con Marc Piollet a la batuta.

La composición de Brahms, una gran pieza coral y orquestal con dos solistas, fue escrita inmediatamente después de la muerte de su madre. En e sta ocasión la obra estará coreografiada por el director de la compañía, Martin Schläpfer.

Los 45 bailarines del Ballet del Rin convertirán la meditación de Brahms en una poderosa representación física de la ansiedad antes de que la muerte se transforme en una victoria sobre la desesperación.

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Vive entusiasmada por una profesión para la que se ha preparado respetando los tiempos. Sin prisa, como hacen quienes conocen y aman la lírica. Su voz tersa y esmaltada y su expresividad sobre el escenario, han conseguido que sea cada vez más reclamada en los escenarios y por los directores más importantes del mundo. Extraordinariamente cercana, Annalisa Stroppa hechiza con su encanto y energía, dentro y fuera de escena.Brío Clásica: Cuéntenos un poco cómo fueron sus inicios en el mundo de la lírica.

Annalisa Stroppa: La verdad es que desde que era una niña tenía las ideas bastante claras: de mayor quería ser cantante!!

Pero en realidad ha sido un camino gradual y un objetivo que nunca había imaginado conseguir; lo soñaba, lo deseaba, lo esperaba, pero finalmente llegó!!! Entré en el mundo de la lírica pasito a pasito, tras conseguir primero mi diploma en el conservatorio y después ganar diversos concursos de canto en Italia e internacionales, que para mí eran muy importantes porque confirmaban que iba en la dirección correcta y a su vez me animaban a seguir por el mismo camino. Empecé cantando recitales de cámara, después pequeños roles operísticos y poco a poco personajes más protagonistas y en contextos, teatros y producciones cada vez más importantes. También empecé a hacer mis primeras audiciones en teatros, pero el verdadero trampolín fue indudablemente mi primer rol protagonista a nivel internacional, que fue Cherubino en I due Figaro, de Mercadante, bajo la dirección del maestro Muti… Muy pronto me ofrecieron la gran oportunidad de debutar la Rosina de Il Barbiere di Siviglia en la Ópera de Roma con la dirección del maestro Bruno Campanella, y de ahí me vi en los mejores teatros del mundo ¡Un sueño hecho realidad!

B.C: ¿Cómo fue el momento en el que descubrió que tenía un instrumento propio?

A.S: Empecé a acercarme a la lírica gracias a mis abuelos, con quienes pasaba muchas tardes al salir del colegio; ellos escuchaban a los tres tenores (Domingo, Pavarotti y Carreras) y también a Mario del Monaco. ¡Sí, todos tenores! Gracias a ellos empecé a descubrir las grandes arias de ópera y trataba de imitarlos. Así descubrí que tenía una voz importante, especial, y de ahí nació el deseo y la voluntad de ser cantante. Recuerdo que a la edad de 8 y 9 años cantaba “ Nessun dorma”, “O sole mio”,” Parlami d’amore Mariù”, “Un’amore così grande”!!! Ahí descubrí que la naturaleza había sido generosa conmigo y me había dado una voz especial; tenía dentro de mí un tesoro que no podía estropear sino aprender a utilizarlo de la mejor manera. De mi abuela paterna heredé la voz y de la abuela materna, la pasión por la lírica. No tuve que construir mi voz; la voz estaba ya ahí de forma natural, puesta y colocada, obviamente para desarrollarse; por eso estudié mucho y trabajé la voz muchísimo hasta hoy mismo, porque nunca se finaliza de estudiar, pero tengo que decir que tuve la suerte de tener voz, que siempre he considerado como un gran don.

Al principio, siendo casi adolescente, me dijeron que para estudiar canto era todavía muy joven, que mi voz no estaba totalmente cambiada a la voz adulta, y por eso empecé a estudiar música; me admitieron en el Conservatorio para estudiar piano y después, alrededor de los 20 años la voz estaba finalmente lista y madura para afrontar el estudio de canto, además tenía ya a mis espaldas una buena preparación musical en la que pude apoyarme y empecé a estudiar canto en el Conservatorio de Brescia, mi ciudad natal (cerca de Milán).

Estudiaba en el Conservatorio y al mismo tiempo preparaba los exámenes de la universidad y trabajaba unas horas enseñando música en una escuela de primaria. Cuando pienso en ello aun no entiendo como pude con todo; creo que fue porque tuve una gran fuerza de voluntad para sacar energía para afrontar todo. Tengo que decir que siempre he tenido el buen ejemplo de mi familia; ellos me enseñaron el espíritu del sacrificio y del trabajo para conseguir lo que quería. Aunque era duro y muy cansado amaba todo lo que hacía, la docencia a niños, mis estudios en la universidad y sobre todo cantar!!!

Adoro esta profesión; cantar no es solo parte de mí, sino que envuelve mi vida en 360 grados y es maravilloso haber podido realizar mi sueño. No podía imaginarlo porque no se puede entender una cosa hasta que no la vives en primera persona; aún con todas las dificultades y la lejanía de mis seres queridos (esta carrera te obliga a estar muchos meses fuera de tu casa), cuando salgo al escenario y sé que he dado lo mejor de mí, el aplauso del público recompensa todo el esfuerzo. Después de años de estudio me veo en los carteles de los mejores teatros del mundo y eso es una gran satisfacción. Me siento de verdad muy afortunada porque he conseguido hacer, de mi pasión, mi trabajo, y doy gracias por ello. Me siento realizada, soy muy feliz y espero seguir adelante así por muchos años.

B.C: ¿Cómo se produjo su selección a cargo de Muti para debutar en el Festival de Salzburgo? ¿Fue este un momento de inflexión en su carrera?

A.S: Sí. Tuve la magnífica oportunidad de que me escuchara en una audición la señora Cristina Muti y el director del Teatro de Ravenna Angelo Nicastro. Hasta aquel momento había cantado solo conciertos y algunos roles pequeños. La audición fue bien y me propusieron hacer de “cover” en la producción de la Betulia Liberata di Mozart (Carmi) dirigida por el maestro Muti en Salzburgo. Justo después me propusieron estudiar el rol de Cherubino en I due Figaro para presentarme a las audiciones de ese personaje específico en las que estuvieron presentes también el maestro Muti y el regista Emilio Sagi, y me adjudicaron el rol!!

Así, I due Figaro de Mercadante coincide con mi primer rol protagonista a nivel internacional. Un maravilloso rol en travesti. El estreno en escena tuvo lugar en Austria, en el prestigioso escenario de la Haus für Mozart de Salzburgo en 2011; después el espectáculo se repuso en el Teatro Alighieri de Ravena, en 2012 en el Teatro Real de Madrid y en el Colon de Buenos Aires.

Formaba parte de un estreno absoluto de una ópera redescubierta y nunca representada hasta ese momento en el prestigioso Festival de Salzburgo, un evento del que estaban pendientes todo el mundo de la ópera!!

Naturalmente estaba muy emocionada porque sentía que aquel momento representaba mi punto de partida; era absolutamente desconocida y me presentaba de golpe en el panorama internacional. La verdad es que me siento muy agradecida al maestro Muti y a todos los que contribuyeron en ser elegida porque esto me dio la oportunidad de aprender y crecer muchísimo como artista. Tengo un recuerdo muy bonito del final de la primera función, con una enorme satisfacción ¡Lo había conseguido! Digamos que fui capaz de romper el hielo con fuerza y firmeza.

Después de años de estudio y de mucho sacrificio aquí estoy, en teatros importantes, como en la maravillosa inauguración de la Scala dirigida por Riccardo Chailly o ahora en el Teatro Real; en España también he tenido la suerte de cantar en el Liceu de Barcelona, en Bilbao, en Valladolid, en Manorca y en Las Palmas de Gran Canaria.

B.C: ¿Cómo describiría las características de su voz?

A.S: Soy una mezzosoprano lírica. Afronto principalmente roles de bel canto y de repertorio francés. Creo que este repertorio se adapta perfectamente a mi vocalidad y a mi carácter. Me gusta espaciar entre los diversos autores para que mi voz se adapte bien a la vocalidad y a la escritura de cada compositor.

B.C: Su repertorio es muy amplio. Va desde Rossini a Verdi, pasando por Mozart. Rossini requiere agilidad, Verdi, dramatismo y Mozart, un poco de todo. ¿Con cuál de ellos se siente más cómoda en la interpretación?

A.S: Autores del siglo XVIII, como Mozart, o como Rossini que es posterior, han sido un bálsamo para mi voz, sobre todo durante el periodo de estudios y en los primeros años de carrera. Se aprende a cantar “sul fiato”, a reconocer la importancia de la palabra en los recitativos, el fraseo, el “legato”; todos estos elementos también forman parte de los estilos que siguieron más tarde y por eso volver de tanto en tanto a Mozart y Rossini es siempre un placer. En cuanto a Verdi por el momento me he acercado solo con la Meg de “Falstaff” y Fenena de “Nabucco”. Me siento muy cómoda con los personajes que he ido incorporando, como comentaba antes respecto del repertorio francés del siglo XIX.

Pero si tuviera que escoger un compositor en este momento me inclinaría por Bellini porque su música exprime algo superlativo combinando pocas notas en un modo magistral. Bellini amaba y conocía las voces y tenía una capacidad inimitable para apelar a los grandes sentimientos: es pura poesía que toma forma gracias al “legato”, la pureza del sonido, el arte del declamado, permitiendo al intérprete utilizar una vasta gama de colores vocales. Roles como Adalgisa o Romeo vocalmente cubren una extensión muy amplia, requiriendo uniformidad en la voz desde las notas graves a las extremadamente agudas; además, un excelente “legato” exigiendo mucho dominio de las agilidades. Me encanta la pureza de su línea melódica y la riqueza de sentimientos que traspasa cada una de las notas de sus obras. Intento atesorar esta escritura valorizándola con el fraseo, el “legato” y la “messa di voce”.

B.C: ¿Qué características técnicas resaltaría de cada uno de los compositores citados a la hora de abordar su música?

A.S: Todo tipo de repertorio se afronta con la misma técnica de base, pero aparte de eso hay en cada caso hay que utilizar de manera diversa nuestro instrumento. Verdi exige decididamente mayor “pulpa” –o peso específico– y hay que traspasar una orquestación muy diferente de un Mozart o un Rossini, por ejemplo. El mismo discurso es válido para el bel canto o para el “verismo”. La voz es como un guante que se adapta a diversas exigencias. Rossini, Bellini y Donizetti, con tipos de escritura y estilos diversos, tienen en común el hecho de que aman y valorizan las voces y que dejan al intérprete una gran libertad para acomodarse al acompañamiento orquestal que los sostiene. Los cantantes son como atletas en este repertorio en el cual se debe asumir todo con la pureza del sonido, aspecto que no es tan evidente en otros compositores. Todo está en el fraseo, en el “legato”, en la “messa di voce”, en la importancia de la palabra: Rossini se distingue por los declamados y la coloratura, Bellini per su inigualable pureza de su línea melódica y Donizetti per el corte dramático, la profundidad psicológica –y patética– de sus personajes actuando con una nueva sensibilidad romántica. Donizetti fue el precursor directo de Verdi.

B.C: ¿Cómo prepara Annalisa Stroppa un nuevo rol y cuáles son los criterios de selección?

A.S: Creo que para escoger nuevos roles o autores solo hace falta escuchar tu propia voz y respetar las posibilidades de la voz en cada momento: la voz te guía y te indica el repertorio más correcto y más sano para afrontar.
Nunca he tenido la pretensión de poder cantar todo porque creo que conociendo bien tu voz es cuando puedes exigirle un esfuerzo y dar el máximo de ti.
Cuando estudio un nuevo rol me meto de lleno en el estudio del libretto y de la partitura encontrando mi forma personal de interpretar el personaje.

En cuanto a las tramas basadas en temas históricos, como Anna Bolena por ejemplo, me documento todo lo que puedo para hacerme una idea precisa de cómo fue el personaje histórico y qué carácter tenía con el fin de dar mi propia caracterización, ya sea interpretativa que vocal.
Creo que este es un aspecto maravilloso de mi trabajo, es decir, dejar mi huella y parte de mi haciendo mío cada personaje que afronto.

B.C:- Está en Madrid para participar en Faust, de Gounod, en el estreno de temporada del Teatro Real. Háblenos de esta obra y de su personaje, Siébel, que tiene momentos de gran belleza y lirismo.

A.S: Gounod te captura y te enamora con una melodía extraordinaria, hipnótica, sensual, irresistible; pone en música la prosodia francesa en un modo sublime. Fausto es una ópera de una extraordinaria belleza, muy rica en distintos aspectos: en ella encontramos una mezcla de canto narrativo (casi declamado), valses corales, momentos conmovedores, una gran intensidad expresiva e intimismo lírico; por eso tantos compositores de la segunda mitad del “Ottocento” se inspiraron en él: entre ellos Massenet, Bizet, Debussy o Ravel.

Gounod se basa en una historia que desde hace siglos ha inspirado no solo a músicos y libretistas, sino también a poetas, novelistas y pintores. La fascinación de esta historia está ligada probablemente a los temas universales que trata, como la lucha entre el bien y el mal, la fe, el amor, la fugacidad de la vida terrenal; en definitiva, verdaderos motivos, propios de nuestra cultura y que son magistralmente tratados por el compositor.

En la ópera Sièbel, el personaje que yo interpreto, es bellísimo y positivo, leal, con una presencia constante y sensible junto a Marguerite; ha prometido a su hermano, que tuvo que irse a la guerra, de velar por los suyos y Sièbel es efectivamente el único que la apoya hasta el final. Seducida y abandonada por Faust, despreciada por todos, y maldecida por su hermano Valentine, solo Sièbel le sigue siendo fiel y solo le reconforta la fe. Sièbel por su parte prueba un amor puro por Marguerite, de hecho le dedica la primera aria, que es preciosa: “Faites-lui mes aveux”, en la que le traspasa su carácter romántico y juvenil con el entusiasmo y la alegría de un joven que derrotó la maldición de Mefistófeles, quien después de haber mojado su mano en agua bendita, puede recoger flores para su amada sin que estas se marchiten.

Entre los roles que he afrontado, he tenido la suerte de interpretar varios en travesti.

Para una mujer interpretar un rol masculino es todo un reto como actriz. Procuro siempre observar lo más posible las actitudes y movimientos de los hombres, desde los niños (pienso en Hänsel) hasta los adolescentes (por ejemplo Cherubino o Romeo), o hombres más maduros (como Ascanio o Orfeo), y trato de encontrar el modo de sumergirme lo más posible en el rol que debo interpretar. ¡No es fácil pero es posible! Lo importante es conseguir identificarte con el personaje y todo lo demás, el movimiento, la voz y las indicaciones del director de escena, viene un poco solo.

Mi primer rol en travesti fue Cherubino en I due Figaro de Mercadante, y después he podido meterme en la piel del Cherubino mozartiano, de Orfeo en Orfeo ed Euridice,de Gluck, de Stéphano en Roméo et Juliette de Gounod, y también Hänsel en la encantadora fábula de los hermanos Grimm Hänsel y Gretel con música de Humperdinck. La pasada temporada interpreté Ascanio en Benvenuto Cellini de Berlioz y Roméo en I Capuleti e i Montecchi.

En el Teatro Real cantaré Sièbel de Faust, así que podríamos decir que tengo ya ocho roles en travesti en mi repertorio.

Estoy muy emocionada porque en la próxima temporada debutaré Nicklausse de Los Cuentos de Hoffman en el San Carlo de Napoli.

B.C: La escenografía de Faust está a cargo de Alex Ollé, al frente de La fura dels Baus. Las escenografías de Ollé suelen ser muy potentes, ¿Qué le parece y cómo se desenvuelve en ella? En general, ¿qué tal se lleva con los directores de escena?

A.S: Se trata de una puesta en escena no tradicional, sino moderna, innovadora y muy interesante. Fausto no es un doctor en la búsqueda de la juventud eterna, sino un científico que trabaja en un centro de investigación. La primera escena representa un laboratorio con una cámara estéril detrás de un vidrio en la que se ven científicos con trajes herméticos que están flotando entre tanques y contenedores en los que se vislumbran figuras humanas. Los médicos y las enfermeras cruzan constantemente el escenario. Sièbel es un joven médico en prácticas. Cuando el proyecto llega a un punto muerto y frustrante, Fausto recurre a Mefistofele y en la siguiente escena la vida del científico cede el paso a sus aventuras con la contrafigura demoníaca.

La lectura de Faust de La Fura dels Baus te hace reflexionar sobre la comprensión de la época contemporánea y pone de manifiesto el reflejo de los deseos interiores del individuo, equilibrado entre el deseo y la frustración, entre el autocontrol y la unidad; no es solo la lucha entre el bien y el mal como realidades externas, sino también entre estos impulsos inherentes dentro de una misma persona. En Fausto, de hecho, convive el mismo Mefistofele. Al final de la ópera, Mefistofele vestirá la misma ropa de Fausto, revelando así su naturaleza de alter ego del protagonista.
Hay que subrayar la importancia determinante de las proyecciones en vídeo y de la iluminación; el color dominante es el rojo, que representa la pasión, la sangre, el vino, la transformación milagrosa del agua en vino, que aquí se invierte sacrílegamente, etc…

Hoy en día la dirección de escena tiene cada vez más importancia; tengo la suerte de trabajar siempre con directores de escena fantásticos.

En general estoy siempre bien dispuesta porque pienso que de los directores de escena pueden llegar indicaciones útiles para mejor tu propia expresividad. Para mí un buen director de escena es aquel que sabe que la música y el canto tienen que respetarse y adaptará su dirección al servicio de la música y del canto, poniendo a los intérpretes en las mejores condiciones para cantar.

Hoy en día ya no existe la idea de una dirección de escena estática; hay que mantener la ópera viva y actual para capturar la atención del público, y creo que esta es la fórmula ganadora.

B.C: ¿Hacia dónde se dirige su repertorio?

A.S: Por el momento querría seguir en mi terreno, que es el bel canto y el repertorio francés del “Ottocento”. Siento que mi voz se está ampliando y está adquiriendo cada vez más peso y quizá en el futuro podré afrontar también las grandes obras maestras de Verdi. ¡Veremos! Tiempo al tiempo. No quiero quemar etapas si no saborear todo el bellísimo repertorio de mi vocalidad para dar lo mejor de mí en este momento.

Por otro lado hago siempre la comparación con el vestirse, es decir, si tengo una talla “M” no puedo ponerme una “S” ni una “L”. Lo mismo vale para la elección del repertorio. Hace falta saber esperar y cambiar de talla solo cuando la voz te lo sugiere.

B.C: Aunque ésta es una carrera muy exigente y absorbente, una no se dedica solo a ella, ¿qué le gusta hacer cuando no está trabajando?

A.S: Mi pasión coincide con mi trabajo y eso es impagable!
Mi tiempo libre para dedicarlo a otras actividades es un poco limitado, pero cuando tengo, me gusta pasarlo con mis seres queridos.

Viajo mucho y durante las producciones estoy mucho tiempo lejos de casa, por eso aprovecho los momentos de pausa para gozar de la belleza de las ciudades que visito, apreciar las diferencias culturales, saborear la cocina local… me lo paso bien también en la cocina, así que experimento con nuevas recetas.

B.C: Usted tiene muy buenas dotes dramáticas sobre el escenario, ¿qué importancia tiene para usted la parte dramática de una obra y cómo canaliza toda esa energía hacia el público?

A.S: Para mi es fundamental que un artista dé su sello personal cuando interpreta un personaje para tratar de hacérselo suyo; es decir, estudiar el personaje en profundidad hasta llegar a los detalles y matices más profundos. Así se puede ofrecer una lectura que refleje nuestra personalidad y sensibilidad como artistas. Cuando interpreto a un personaje trato de interiorizarlo y meterme en él lo más posible para sentir en el escenario sus mismas emociones. Es maravilloso meterse en distintos personajes, cada uno con su personalidad y carácter, y hacértelos tuyos.

Mis estudios me han ayudado a no pararme en una visión superficial del rol que interpreto, si no meterme hasta el fondo para entender toda su complejidad y carácter, su psicología, su relación con los demás personajes de la ópera; trato de ofrecer un “alma” más que un cuerpo al personaje que interpreto. Es solo con un análisis escrupuloso cuando conseguimos que este tome forma. Además, me entusiasma entender la ópera que interpreto de una forma tridimensional, a partir del libreto, de los textos, de su contextualización histórica y de la ambientación. Solo así el rol te lo haces tuyo.

También pienso en la gente y en el público. Los intérpretes tenemos un rol importante en esto, ya que debemos emocionar, entusiasmar y hacer entender a quien nos escucha lo que el personaje dice, su estado de ánimo, etc…

Entre otras cosas tenemos el deber de acercar la ópera a un público cada vez más amplio; la educación y la sensibilización del público de hoy y sobre todo al del mañana es fundamental. ¡De hecho, es vital!

Es también importante enfatizar en la educación musical en las escuelas; hay que sensibilizar a los niños para que aprecien y conozcan nuestro patrimonio musical y operístico; deben aprender a gozarlo y quererlo.

Por otro lado, amo el contacto con el público porque es el que te da la fuerza, la energía, el calor que necesito cuando estoy en el escenario. El público es mi motor, una parte viva e integrante del espectáculo.

Entrevista: Paloma Sanz

Faust

Mañana, a las 20 horas, retransmisión en directo de Faust en la cadena de televisión Mezzo y en Radio Clásica, de RNE, que ofrecerá la ópera a los países de la UER (Unión Europea de Radiodifusión).

En el marco de su política de expansión internacional y de su decidida apuesta por llevar la ópera a todos los rincones de España, el Teatro Real incrementa notablemente su oferta audiovisual en los más distintos soportes: proyecciones en salas de cine comerciales, edición DVD y Blu-Ray, retransmisiones en cadenas de televisión y radio, plataformas online, pantallas al aire libre, auditorios, museos, polideportivos, centros escolares, etc.

Después del éxito de la película documental El corazón del Teatro Real, estrenada el pasado 23 de septiembre en 95 salas, octubre arranca con la proyección de Aida en más de 50 salas de cine comerciales de España, Europa y Estados Unidos, gracias a un acuerdo con la distribuidora Rising alternative, que pondrá en su red nacional e internacional también otras dos aclamadas producciones del Teatro Real: Madama Butterfly, en marzo de 2019, y  La Traviata en mayo del mismo año. Estas óperas se podrán ver en Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Eslovaquia, Estonia, Holanda, Italia, Republica Checa, Suiza y, en Norteamérica, Canadá y Estados Unidos. (ver lista adjunta).

La Traviata y Madama Butterfly llegarán también a China -40 importantes salas de cine de 10 grandes ciudades- en el marco del convenio del Teatro Real con la National Centre for the Performing Arts (NCPA) de Pekín, que también proyectará las producciones en sus auditorios.

A lo largo de la temporada están previstas también otras proyecciones en cines nacionales e internaciones de producciones que triunfaron en el Teatro Real, como Billy Budd, de Benjamin Britten ─Opera Award 2018─, Street Scene, de Kurt Weill y Faust, de Charles Gounod, actualmente en escena.

Se incrementa la distribución nacional e internacional de DVDs del Teatro Real: en septiembre ha salido al mercado el DVD y Blu-Ray de Billy Budd, ganadora del Opera Award 2018. Le seguirán, en los próximos meses, Muerte en Venecia y Gloriana, también de Benjamin Britten, y Rodelinda, de Händel.

Asimismo, prosigue la retransmisión de las producciones del Teatro Real, en directo y en diferido, en cadenas de televisión y plataformas digitales de todo el mundo, gracias a los convenios firmados con importantes canales, como ARTE Concert,  Mezzo, Classica Stingray.

ARTE Concert incluirá producciones del Teatro Real en su selecta oferta de ópera y Mezzo sigue ofreciendo en directo y on demand producciones del Teatro Real.

En el ámbito de su colaboración con el Teatro Real Radio Clásica, de RNE, retransmitirá en directo Faust, de Charles Gounod, e Idomeneo, re di Creta, de Wolfgang Amadeus Mozart, y ofrecerá en diferido Only the sound remains, de Kajia Saariaho; Turandot, de Giacomo Puccini; Das Rheingold, de Richard Wagner; La Calisto, de Francesco Cavalli; Agrippina, de Georg Friedrich Händel; La peste, de Robert Gerhard, y Giovanna d’Arco, de Giuseppe Verdi.  Asimismo, Faust, Idomeneo y La Calisto se retransmitirán a los países miembros de la UER (Unión Europea de Radiodifusión). Los conciertos líricos serán emitidos en diferido.

Con esta activa y ambiciosa política de producción audiovisual se incrementa notablemente el catálogo de óperas disponibles en Palco Digital, la plataforma online del Teatro Real.

José Miguel Pérez-Sierra

El director madrileño José Miguel Pérez-Sierra acaba de triunfar en Chile al mando de Il Barbiere di Siviglia, de Gioachino Rossini, un compositor que conoce como pocos desde su temprano debut hace ya una década en el Festival de Pésaro (Italia) dedicado a la obra del célebre autor. El 19 de octubre se pondrá al mando de su ópera Tancredi en una producción de Pier Luigi Pizzi en el Teatro Petruzzelli de Bari, conocido como “La Scala del sur de Italia”. Serán seis funciones al mando de dos repartos alternativos que se extenderán hasta el 25 de octubre (días 19, 20, 21, 23, 24, 25/X) para regresar inmediatamente a Madrid donde el día 28 le espera su vuelta al Teatro Real. Allí subirá al podio para acompañar a la legendaria soprano italiana Mariella Devia en un programa que se adentra en lo más granado del repertorio belcantista romántico, en el que ambos se mueven como pez en el agua. Se trata de revisar las escenas finales de las óperas Maria Stuarda y Anna Bolena, ambas de Donizetti, contando para ello con el Coro y Orquesta Titulares del coliseo lírico madrileño.

Más adelante se apuntan en la agenda del maestro Pérez-Sierra La donna del lago (Rossini) en la Opéra de Marseille (Francia), Tosca (Puccini) en el Opéra-Théâtre de Metz (Francia) y la zarzuela El barberillo de Lavapiés (Barbieri) en el madrileño Teatro de La Zarzuela.

http://josemiguelperezsierra.com/

Naves de Matadero

Debido a ajustes de producción, el espectáculo Com que voz, previsto para los días 26, 27 y 28 de octubre en las Naves Matadero será pospuesto para futuras temporadas, en fechas todavía por determinar.

En su lugar se ofrecerán cuatro funciones del espectáculo La consagración de la primavera – una ilustración incidental, de Igor Stravinski, con ilustraciones de Sagar, los días19, 20 (dos funciones) y 21 de octubre, con la participación de la Orquesta Titular del Teatro Real, bajo la dirección de Nacho de Paz.

En 1913, durante el ya mítico estreno de La consagración de la Primavera, de Igor Stravinski, interpretada por Vaslav Nijinsky y los Ballets Rusos de Serguéi Diáguilev, hubo un sonado alboroto en el Théâtre des Champs-Élysées de París. El público, desencajado ante un espectáculo tan brutal, y abrumado por su temática, no dudó en protestar con violencia.

Un siglo después, la Orchestre National de France y el director musical Daniele Gatti se reunieron en el mismo teatro para homenajear a Stravinski, interpretando su obra maestra acompañada de ilustraciones del dibujante aragonés Sagar. Es esta la versión que se ofrecerá a las Naves Matadero – Centro Internacional de Artes Vivas (Nave 11), con la Orquesta Titular del Teatro Real, bajo la dirección de Nacho de Paz.

LA CONSAGRACIÓN DE LA PRIMAVERA – Una ilustración incidental

Música: Igor Stravinsky
Orquesta Titular del Teatro Real
Director de orquesta: Nacho de Paz
Ilustración incidental: Sagar
Guión: Sagar y Jordi Gastó
Animación: Sílvia Ortega
Iluminación: Óscar G. Villegas
Post producción y mezclas: Alberto Sansalvador
Vídeo: Xevi Gibert

Editores: Boosey and Hawkes Ltd. (U.K.)

DÍAS: 19 (20:30 h.), 20 (18:30.h. y 20:30.h.) y 21 (20:30h.) de octubre

LUGAR: Las Naves del Matadero, Nave 11

PRECIO: 15 euros

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Con su voz profunda y soleada y una eterna sonrisa, regresa a España la mezzosoprano Marianna Pizzolato para interpretar el rol protagonista de L’Italiana in Algeri de Rossini, en el Festival de Verano de El Escorial, y en la Quincena Musical de San Sebastián. Apasionada del belcanto, nos va a sorprender con su Mistress Quickly del Falstaff verdiano, la próxima temporada en el  Teatro Real.Brío Clásica: Usted es una mujer muy decidida. En su vida profesional, ¿Cuáles han sido esas decisiones que han hecho que hoy esté donde está?

Marianna Pizzolato: Más que de decisiones, me gustaría hablar de la elección que la música ha hecho por mí porque, realmente, tengo que decir que ha sido la música la que me ha elegido y no al revés, y poco a poco, llegó mi amor por ella; es decir, que llegó de forma gradual. Así que ha sido una elección de vida que, en cierto sentido, se ha ido produciendo, de forma recíproca y conjunta; por supuesto, desde que ha surgido este amor, ya no se ha parado nunca…

B.C: ¿Qué diferencia una voz mediterránea de otra que no lo es?

M.P: Me parece una pregunta muy bonita (risas). Yo diría que lo que diferencia a una voz mediterránea de todas las demás es el factor climático y geográfico. Como siciliana, digamos que me encuentro en medio de un cruce de culturas, y por tanto lo que podría caracterizar a una voz mediterránea, podría ser seguramente esa mezcla de culturas; sin duda, la tierra y el sol que caracterizan nuestra zona, influyen mucho, porque ambos dan vida a todos esos minerales y todos esos factores climáticos que seguramente sirven para conseguir una proyección vocal de sonidos y de vibraciones propiamente mediterráneas.

B.C: Usted afirma que, “para cantar belcanto no hay que forzar la voz, sino acompañar el fiato”. ¿Puede desarrollar un poco más esta interesante cuestión técnica?

M.P: Digamos que en estos años me he hecho una idea de lo que, de algún modo, significa el belcanto, y he intentado experimentarla en mí misma. Creo que en cualquier forma operística, ya sea belcanto, ya sea verismo o barroco, no se tiene que forzar nunca la voz; esta es la base que puede acompañar cualquier estilo y cualquier época operística. ¿Qué quiero decir? Pues acompañar la voz con el fiato significa poner al fiato como prerrogativa absoluta para que salga un sonido correcto, proyectado y limpio, porque es importante cantar sano y bonito. Y para cantar sano hay que apoyar la voz en el fiato. El fiato que atraviesa todo nuestro cuerpo y la columna torácica; en mi opinión, no existen las voces grandes o pequeñas, sino que existen voces proyectadas, y es precisamente el fiato el que determina la frecuencia de una voz. Si el fiato se utiliza bien, el sonido vibrará de la forma más natural y caminará el mayor tiempo posible. En definitiva, la voz tiene que correr a través de fiato, como decimos en nuestro argot; y esto es lo que permite que incluso en salas muy grandes, la voz pueda también “viajar”.

B.C: Es usted una gran intérprete rossiniana, ¿cree que el canto rossiniano requiere de una técnica concreta?

M.P: A mí, la verdad es que no me gustan mucho las clasificaciones y no me importa decirlo, aunque en estos años haya hecho muchísimo Rossini, pero yo defiendo que solo hay una técnica. Más que una técnica, para afrontar el repertorio rossiniano, yo hablaría de que es necesaria una cierta característica innata; me refiero a que se tiene que nacer con una cierta predisposición a las coloraturas, a la elasticidad y a la velocidad; y como decía antes, a través del fiato y la técnica, se pueden resaltar todas estas características, que son típicas del canto rossiniano.

B.C: Muchos de los personajes de Rossini para Mezzo son travestidos, ¿Cómo prepara escénicamente estos roles?

M.P: Cantar un rol en travesti es una cosa muy interesante, porque una cambia un poco con ese tipo de rol. No es que se tenga que cambiar el cuerpo, aunque haya que adoptar ciertas actitudes, sino que se trata de un cambio de mentalidad. Puede parecer una broma, pero cuando se canta un rol en travesti en una producción, uno se esfuerza en pensar como un hombre, y en moverse como un hombre; creo que aquí reside el éxito de un rol en travesti. En cualquier caso, es necesario dejarse llevar, porque sobre todo en Rossini, en lo que respecta a la música, está todo escrito. Así que dejándose llevar por la música y pensando un poco no es una tarea demasiado difícil sino más bien al contrario, es muy emocionante.

B.C: Algunos planteamientos escénicos actuales pueden ser peculiares o, incluso, excéntricos, ¿ha dicho alguna vez que no a un papel por su escenografía? ¿lo haría?

M.P: Sí, efectivamente se trata de una cuestión muy espinosa. Hoy en día, los directores de escena hacen un poco de padroni de la ópera. Y sí, una vez tuve que renunciar a un rol, incluso me fui en el curso de una producción. Se puede hacer todo, y todo puede ser bonito; a mí me gustan las producciones modernas, adoro los directores modernos, sobre todo cuando me enseñan cosas nuevas, pero cuando la idea del director de escena sobrepasa la del compositor y no pone de relieve al compositor sino a sí mismo, poniendo a los cantantes en segundo o en tercer plano como vemos muy a menudo en algunas producciones, me parece una falta de respeto. Me ha sucedido, he dicho no y lo volvería hacer si fuera necesario, porque en mi opinión, la música y la voz se tienen que defender más allá de todo esto, y tienen que ocupar el primer lugar; de lo contrario, la ópera misma no tendría ninguna razón para existir.

B.C: Su repertorio es claramente belcantista pero su voz es muy versátil. ¿Hacia que roles o repertorios puede ir evolucionando su voz?

M.P: Afortunadamente, el mundo no se para con Rossini y estoy muy contenta de ello. Me estoy preparando para afrontar el rol de Mrs Quickly, en el Falstaff de Verdi en el Teatro Real de Madrid; haré también muchos Requiems de Verdi, repertorio francés, sin olvidar por supuesto el repertorio sinfónico para mezzosoprano, que es enorme, y me gusta mucho porque me permite expresarme de otra forma. El mundo del concierto es un mundo que te pone en contacto con el compositor y el público de forma diferente a la ópera, y tengo que decir que esta forma de expresión y de contacto con la música y el público me interesa mucho.

B.C: Entre su repertorio se encuentra también el Lied alemán. ¿Cómo es ese momento de introspección que requiere este género, en una sala pequeña, con el público tan cerca y acompañada únicamente de un piano?

M.P: Hace poco que estoy abordando el repertorio liederístico y de recital, pero como decía anteriormente, el contacto con el público es completamente distinto porque se da un contacto más directo, y no hay otros filtros como pueden ser la escenografía, o una orquesta, o el lenguaje propio de la ópera. En este caso, hablamos de otro lenguaje, y de otro lenguaje del cuerpo también. Es muy interesante y tal vez más difícil porque te ofrece la posibilidad de expresarte de manera más directa pero como todas las relaciones de amor, cuando son cercanas son peligrosas.

B.C: La próxima temporada podremos escucharla en el Falstaff del Teatro Real…

M.P: Sí, ¿qué puedo decir de Quickly? Pues que Quickly es un personaje maravilloso. Lo estoy preparando ahora, y me estoy divirtiendo mucho mientras lo estudio. Como en todas las óperas de Verdi, hay siempre un contraste entre lo dulce y lo amargo. Quickly es un personaje de matices irónicos pero con un cierto toque de acidez, así que espero hacerlo bien y divertirme.

B.C: De todas las anécdotas o sucesos que le han ocurrido en su profesión, ¿Hay alguna que recuerde especialmente?

M.P: Le cuento algo divertido que me ocurrió hace años en Pésaro, que fue firmar autógrafos en lugar de mi colega porque los fans estaban convencidos de que era yo la que había interpretado aquel rol en el escenario, y que mi colega había interpretado otro rol. En realidad, los fans nos intercambiaron y nosotras continuamos así durante toda la velada hasta que desvelamos el secreto y todos se pusieron a reír. Fue uno de los momentos más divertidos. Me acuerdo también cuando, por ejemplo, una vez en el escenario me cayó la espada haciendo un rol en travesti y quedé solo con la vaina de la espada, así que comencé a luchar solo con la vaina, y el público lógicamente empezó a reírse durante una ópera seria (risas).

Entrevista: Paloma Sanz
Fotografías: Como Isabella en L’Italiana in Algeri en el MET
(c) Ken Howard/Metropolitan Opera
Como Isabella en L’Italiana in Algeri en el Maggio Musicale Fiorentino (c) Simone Donati

Jonas Kaufmann

Jonas Kaufmann ofrecerá su primer concierto en el Teatro Real, aunque el debut de este gran tenor en su escenario fue el 14 de marzo de 1999, cuando reemplazó a Zoltan Todorovich, al que una afección vocal impidió interpretar el papel titular de La clemenza di Tito, de Wolfgang Amadeus Mozart.

El concierto de Jonas Kaufmann que tendrá lugar mañana estuvo inicialmente previsto para el 10 de enero de 2017 y, posteriormente, para el 22 de noviembre del mismo año, pero en ambas ocasiones el tenor tuvo que cancelar su actuación debido a problemas de salud.

En esta ocasión vendrá con un programa compuesto por arias de ópera de compositores franceses ─Camille Saint-Saëns, Charles Gounod, Georges Bizet, Jacques F. Halévy y Jules Massenet─ en la primera parte, y arias wagnerianas de La Valquiria, Los maestros cantores de Núremberg y Lohengrin, en la segunda. Un programa en el que exhibirá su reconocido talento y versatilidad, que concilia excelentes dotes vocales y dramáticas para los más exigentes papeles wagnerianos, con una gran hondura y sensibilidad en la interpretación del repertorio francés, que está explorando y ampliando cada vez más en los últimos años.

PARTE I
CAMILE SAINT-SAËNS (1835-1921)
Samson et Dalila
«Bacchanale»
CHARLES GOUNOD (1818-1893)
Roméo et Juliette
«Ah, lève-toi, soleil!»
GEORGES BIZET (1838-1875)
Carmen Suite nº 2
«Danse bohème»
Carmen
«La fleur que tu m’avais jetée»
EMMANUEL CHABRIER (1841-1894)
Habanera
JACQUES-FRANÇOIS HALÉVY (1799-1862)
La Juive
«Rachel quand du Seigneur»
JULES MASSENET (1842-1912)
La vierge
«Le dernier sommeil de la vierge»
Le Cid
«Ô souverain»
PARTE II
RICHARD WAGNER (1813-1883)
Die Walküre
«Cabalgata de las valkirias»
«Ein Schwert verhiess mir der Vater»
Die Meistersinger von Nürnberg
Preludio del acto I
«Morgenlich leuchtend im rosigen Schein»
Lohengrin
Preludio
«In fernem Land»
JONAS KAUFMANN, TENOR
JOCHEN RIEDER, DIRECTOR
ORQUESTA TITULAR DEL TEATRO REAL
MIÉRCOLES 25 DE JULIO DE 2018. 20:00 HORAS
The Royal Ballet

Entre el 18 y el 22 de julio el Teatro Real recibirá la visita de The Royal Ballet, que regresa al escenario madrileño tras veinte años de ausencia, para presentar su nueva producción de El lago de los cisnes, firmada por Liam Scarlett, sobre el original de Marius Petipa y Lev Ivanov, cuyo estreno tuvo lugar en Londres el pasado 17 de mayo  y hará de Madrid el primer lugar del mundo, después de Covent Garden, donde podrá verse esta nueva versión.

Las funciones contarán con la participación de la Orquesta Titular del Teatro Real dirigida por Koen Kessels, y con las grandes estrellas de la compañía británica para encarnar los papeles principales, Odette/Odile y el príncipe Siegfried, interpretados por: Marianela Núñez y Vadim Muntagirov (18, 22 de Julio), Yasmine Naghdi y Matthew Ball (19 de julio), Sarah Lamb y Ryoichi Hirano (20 de Julio), Akane Takada y  William Bracewell (21 de julio, 17.00 h) y Yasmine Naghdi y Federico Bonelli (21 de julio, 22.00).

Liam Scarlett sitúa la acción a finales del siglo XIX, y para su ambientación ha escogido al prestigioso diseñador británico, John Macfarlane, responsable del vestuario y la escenografía, quien, sin dejar de ser fiel a la tradición, aporta el imprescindible halo de cuento de hadas y la intimidad o exhibición necesarias cuando la narración lo requiere. Su espectacular tercer acto, derroche de riqueza y pomposidad, despertó gran admiración en su estreno londinense arrancando los aplausos del público nada más alzarse el telón.

Destaca, de esta esperada nueva producción, el perfil de las personalidades de cada personaje, que Scarlett define e incluso humaniza, haciendo más comprensible la historia y ofreciendo nuevos puntos de vista, especialmente sobre el rol de Von Rothbart. Con igual intención rescata pasajes de la partitura, que habitualmente son suprimidos, y reestructura el cuarto acto para poner en valor su potencia narrativa.

La coreografía de Liam Scarlett mantiene íntegra la danza napolitana de Frederick Ashton en el tercer acto, momento que también cosechó ovaciones el día del estreno

The Royal Ballet fue la primera compañía de danza que actuó en el recién inaugurado Teatro Real, en noviembre de 1997, interpretando una inolvidable versión de La bella durmiente. Ahora regresa con esta brillante propuesta, para compartir con el Real las celebraciones del Bicentenario y del 20 aniversario de su reapertura.

Kevin O’Hare, actual director de The Royal Ballet, ha declarado: «Es un honor para nosotros volver al Teatro Real después de más de veinte años, presentando esta nueva y emocionante producción de El lago de los cisnes. Todo el mundo en la compañía tiene muchas ganas de actuar en Madrid, y estoy encantado de poder compartir esta producción con el público español después de su estreno en Londres».

Hoy martes, a las 20.15 horas, tendrá lugar una nueva sesión de Enfoques, en la Sala Gayarre, en torno a El lago del cisnes, que contará con la participación de ex bailarina, directora y profesora de danza Arantxa Argüelles, el crítico y escritor Roger Salas y Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real.

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En la segunda mitad del siglo XVIII Benjamin Franklin, tan aficionado a la música como a la ciencia o la política, pulió y sofisticó un instrumento formado por copas de cristal que unió a una base de madera y que emitía un peculiar sonido al rozar el borde de las copas con las yemas de los dedos. Había creado la armónica de cristal. Rápidamente se extendió el uso de este nuevo instrumento por los salones europeo interpretado, principalmente, por mujeres.La melodía y las atmósferas que creaba, hacían volar la imaginación de muchos de los que la escuchaban. Para algunos era calmante y para otros, excitante, hasta tal punto que algunos intérpretes y aficionados empezaban a sentir afectado su sistema nervioso, llegándose incluso a prohibir el uso de la armónica de cristal en algunas localidades alemanas.

Durante uno de sus viajes a Nápoles, Donizetti había descubierto este nuevo artefacto musical, quedando fascinado por su sonido. Unos años después, cuando inició la composición de Lucia di Lammermoor, pensó que éste sería el único instrumento que podría reflejar la angustia de la protagonista en la escena de la locura. Se decía entonces que algunos espectadores, especialmente susceptibles o sensibles, podían llegar a volverse locos al escuchar su sonido.

A tenor de lo ocurrido estos días en el Teatro Real, bien podría decirse que la influencia de la armónica de cristal ha tenido sus efectos. Pero más bien ha sido el efecto de las voces, dos repartos de altísimo nivel, los que han desatado la locura o, al menos, un especial entusiasmo entre el público. 17 años después de la última Lucia que interpretó Edita Gruberova en este mismo Teatro.

En esta producción de la English National Opera hemos podido disfrutar de la partitura casi en su íntegridad. Se han incluida el aria de la torre y el hermoso final en solitario de Edgardo. Las óperas de esta época fueron mutiladas en muchas ocasiones a la hora de ser representadas. Según Daniel Oren, por culpa de la genialidad de Verdi, “que llegó con esos efectos fulminantes en sus partituras que hicieron que el resto de compositores fueran relegados”. Lucia fue una de las pocas obras de Donizetti que no dejaron nunca de estar en el repertorio.

La escenografía de David Alden está situada en la época victoriana, cuando fue escrita la obra. En una sociedad paternalista y fuertemente dominada por el hombre. Donde la figura femenina apenas tiene presencia. Lord Enrico Ashton tiene una desesperación económica tal, que es capaz de vender a su propia hermana entregándola en matrimonio y salvar así la herencia familiar.

Alden ha presentado una escenografía excesivamente oscura, muy fría y tenebrosa. Demasiado minimalista en ocasiones. Alden es un hombre de teatro y ha recurrido al efecto de situar un escenario dentro del escenario. En él se representan algunos de los momentos más importantes de la obra, como la escena de la locura, que ocurre en medio de una representación. Tan solo el juego de luces de Adam Silverman rescata al espectador de la gama de grises que dominan la obra, creando un ambiente opresivo, junto a las pequeñas dimensiones de la escenografía. El vestuario de Brigitte Reiffenstuel pone el punto romántico y elegante en una escenografía pesada y agobiante.

Dos han sido los repartos encargados de esta producción. En el primero, una sorprendente Lisette Oropesa ha dado vida y brillo a Lucia. Un rol nada fácil, no solo por la dificultad de una partitura de gran exigencia vocal, también por el peso que arrastra un papel representado por las más grandes divas de la ópera. Oropesa maneja de manera impecable los tiempos, el vibrato, los trinos, el legato, el piano… Si hay algo en lo que debe profundizar es la teatralidad, pues el rol de Lucia es de un dramatismo extremo.

El Edgardo de Javier Camarena tuvo un acertado plus de romanticismo. Brilló en los agudos, que es su punto fuerte, y en los bellísimos legatos. El último acto, en el que es el protagonista, ya muerta Lucia, fue de un lirismo conmovedor. Mantiene una permanente luna de miel con el público de Madrid y la ovación final fue más que merecida.

El segundo reparto estuvo a cargo de Venera Gimadieva como Lucia. Tiene una técnica impecable, un bello timbre y un centro poderoso. No así los sobreagudos, que resultaron forzados. Bastante bien en el aria de la locura. Fue de menos a más en una muy buena interpretación. Le sobró un poco de frildad que impidió conectar con su Edgardo.

El mejor de la noche fue Ismael Jordi, como Edagardo. Su voz ha evolucionado en volumen y musicalidad. Domina el belcanto, emocionó con la delicadeza de sus pianos y su romántico fraseo. Un poco estirado y estático en escena.

El Enrico de Simone Piazzola sonó un poco tirante y leñoso. Bien en la interpretación de hermano autoritario y egoísta.
El coro, en su línea de brillantez. También en la interpretación en la que siempre es un personaje imprescindible.

La dirección de Daniel Oren, gran conocedor de repertorio italiano, resultó un poco pesada en algunos momentos, a pesar de sus enérgicos movimientos en el atril. Se le podía escuchar tarareando mientras saltaba en los finales de acto. Muy bien en los concertantes como quedó demostrado en un magnífico sexteto. Dirige excepcionalmente a los cantantes, de los que está pendiente sin agobiarles.

Un excelente final de temporada que deja en el público un muy buen sabor de boca. Tras una temporada en que las triunfadoras han sido las óperas menos conocidas, esta Lucia ha sido, sin duda, la mejor dentro del repertorio clásico, muy por encima de la preciosista La boheme y la torpe Aida.

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real
Vídeos: Teatro Real

LuciaLammermoor

Lucia di Lammermoor llegará a 42 provincias españolas en plazas, centros culturales y recreativos, teatros, ayuntamientos, auditorios e importantes museos en las diferentes comunidades [Ver lista completa].

En la presente edición se han incrementado las pantallas al aire libre, instaladas en cerca de 30 espacios muy distintos, desde parques y jardines hasta plazas de toros.

En la Plaza de Oriente, delante de la fachada del Teatro Real, se instalarán 3 pantallas y se colocarán 2400 sillas.

Como en ediciones anteriores, Lucia di Lammermoor se retransmitirá gratuitamente para todo el mundo en Facebook Live, Palco Digital y Opera Vision. El youtuber Jaime Altozano comentará la retransmisión en tiempo real en Twitter con el hashtag #LocuraConLucia.

El sábado 7 de julio, entre las 10.00 y las 14.30 horas, el público podrá acceder a los espacios más emblemáticos del Teatro Real durante su tradicional Jornada de puertas abiertas.

En la misma mañana del sábado, a partir de las 11.30 horas, tendrá lugar en la Plaza de Oriente un flashmob de danza inspirado en El lago de los cisnes, en colaboración con el British Council y el Royal Ballet de Londres.

Todos los que deseen participar en la coreografía pueden practicar con el tutorial Dance in the City o venir a la Plaza de Oriente el sábado y seguir libremente a los bailarines.

Asimismo, hasta el próximo viernes a las 18.30 horas prosiguen, en la Sala Gayarre del Teatro Real, proyecciones de óperas y ballets con entrada gratuita hasta completar aforo.

El 8 de julio, domingo, a las 11.30 horas, se clausurará la gran fiesta de la ópera con la proyección gratuita, en la sala principal del Teatro Real, de una producción de Madama Butterfly procedente del Nuevo Teatro Nacional de Tokio, reafirmando la apuesta del Teatro Real por la unión de culturas, tras sus recientes convenios con Japón, China y los Emiratos Árabes Unidos.

Durante toda la Semana de la Ópera se están desarrollando concursos y sorteos para impulsar la participación ciudadana a través de la web y redes sociales del Teatro Real.

La Semana de la Ópera, enmarcada en la celebración del Bicentenario del Teatro Real, cuenta con el patrocinio de Telefónica, Endesa, Mutua Madrileña, Redexis Gas y la colaboración de RTVE e Hispasat.

La ópera Lucia di Lammermoor cuenta con el patrocinio de Telefónica.

Mientras se desarrollan las actividades la Semana de la Ópera y Lucia di Lammermoor triunfa cada noche en el Teatro Real, pueblos y ciudades de 42 provincias españolas se preparan para la retransmisión de la ópera, el próximo sábado, 7 de julio, a las 21.30 horas, que podrá ser seguida en Facebook Live a través de la url www.locuraconlucia.com. El youtuber Jaime Altozano comentará la retransmisión en tiempo real en Twitter con el hashtag #LocuraConLucia y se sortearán entradas entre los usuarios que cuenten su experiencia durante la retransmisión.

En esta cuarta edición de la Semana de la Ópera se han incrementado las retransmisiones al aire libre, con cerca de 30 pantallas instaladas en espacios tan diversos como la pista polideportiva de Alcampell, en Huesca (700 personas) o la Plaza de toros de Villanueva de Córdoba, con capacidad para 2500 personas; el Parque de las Almadabillas en Almería (400 personas) o los Jardines de Can Trobat de Garriguella, en Gerona (100 personas).

Importantes espacios como las plazas mayores de Segovia y Valladolid, la Plaza San Bruno en Zaragoza, la Plaza de la Iglesia en Alicante, el Paseo del Espolón en Logroño, o el Paseo de la Concha en Murcia, se unen a pequeños patios de centros culturales y ayuntamientos, o plazuelas de pueblos como Parcent (Alicante), Huetor Vega (Granada), O Grove (Pontevedra), Usagre (Badajós), Gilena (Sevilla), Villatobas (Toledo) o Las Pedrosas (Zaragoza). Algunas ciudades, como Orihuela, tienen dos puntos de retransmisión al aire libre, como la Plaza Ramón Sijé, en el casco histórico, y la Explanada Orihuela, en la costa.

Además de las pantallas al aire libre, una vez más se han unido a la retransmisión, auditorios, teatros, salas de cines y casas de cultura, con aforos muy variados. Pueblos tan pequeños como Labajos (Segovia), o Gotarredura (Ávila), con menos de 150 habitantes censados, ofrecerán Lucia di Lammermoor junto con museos como el Prado, el Thyssen, el Arqueológico Nacional, el Guggenheim de Bilbao o el Centro Niemeyer de Avilés.

Pero la Semana de la ópera ofrecerá el próximo sábado otras atractivas propuestas que comenzarán a las 10.30 horas, con una nueva Jornada de puertas abiertas y proseguirán, a las 11.30 horas, con el flashmob Dance in the City, organizado en colaboración con el British Council y el Royal Ballet de Londres ─que ofrecerá 6 funciones de El lago de los cisnes en el Teatro Real entre los días 18 y 22 de julio.

La programación refleja también los lazos de colaboración del Teatro Real con instituciones y eventos culturales a través de una activa política de convenios nacionales e internacionales, como los recientemente firmados con China, los Emiratos Árabes Unidos y Japón, este último en el marco del 150 aniversario de la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre España y Japón.

En el ámbito de estos acuerdos se ofrecerán en el Teatro Real las proyecciones de tres producciones procedentes de Japón: los ballets El cascanueces y El lago de los cisnes en la Sala Gayarre, y el domingo a las 11.30 horas, clausurando la Semana de la ópera, Madama Butterfly, de Giacomo Puccini  en la Sala Principal, con entrada gratuita (convenio con el Nuevo Teatro Nacional de Tokio).

Esta cuarta edición de la Semana de la ópera cuenta con el apoyo de Telefónica (mecenas principal del Bicentenario), Endesa (mecenas energético del Bicentenario) y con el patrocino principal de Mutua Madrileña. Redexis Gas es patrocinador de la retransmisión, con la colaboración de RTVE. Telefónica es, además, el patrocinador de la ópera Lucia di Lammermoor.

‘LUCIA DI LAMMERMOOR’

Basada en la truculenta novela histórica de Walter Scott, The bride of Lammermoor, que Salvatore Camarano transformó en libreto, la ópera es el paradigma del melodrama romántico: emociones exacerbadas, amores imposibles, conflictos ancestrales, espacios espectrales, duelos, traiciones, locura, muerte…

Lucia es una joven huérfana, desequilibrada y soñadora, enamorada de Edgardo, enemigo de la familia, odiado por su hermano, que la incita a casarse con un noble adinerado para salvarlos de la ruina. Para ello, con la complicidad del capellán y las malas artes de su guardián, hace creer a Lucia que su enamorado la ha traicionado. Empujada a firmar el acta matrimonial, la joven, rota por el dolor y presa de la locura, asesina a su esposo en la noche de nupcias, enajenada en una especie de ensoñación angelical que culmina con su muerte y el posterior suicidio de su amado.

Con esta historia truculenta y el oficio y fecundidad característicos de Gaetano Donizetti ─que escribió la ópera en poco más de un mes─, la partitura fluye, arrolladora, alternando el trepidante ritmo del drama con largas suspensiones de la acción teatral, en las que los protagonistas expresan sus sentimientos con gran aliento expresivo y una escritura vocal llena de artificios, muchas veces en beneficio de la caracterización psicológica de los personajes. Así, la extrema dificultad de la coloratura y los registros agudos y endemoniados del papel de Lucia dan a su carácter un aura irreal y onírico, que inmortalizaron cantantes como María Callas, Leyla Gencer, Joan Sutherland o Edita Gruberova.

Para dar consistencia dramatúrgica a esta trama hiperbólica, el director de escena David Alden sitúa la ópera en un decadente sanatorio victoriano diseñado por el escenógrafo Charles Edward, que se inspiró en la antigua residencia del médico británico John Langdon Down, descubridor del síndrome de Down. En una atmosfera siniestra y claustrofóbica los dos hermanos mantienen una relación enfermiza, en la que todo parece suceder en un ambiente espectral, con reminiscencias de la literatura fantástica de Allan Poe.

El director de orquesta israelí Daniel Oren, gran especialista en obras belcantistas, estará al frente de un fantástico reparto encabezado por la soprano Lisette Oropesa, el tenor Javier Camarena, el barítono Artur Rucinski y el bajo Roberto Tagliavini y del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real.

Toda España podrá suspirar con la desdicha de Lucia di Lammermoor, dejarse llevar por sus quimeras y disfrutar de una noche del mejor belcanto, compartiendo sus experiencias con el hashtag #LocuraConLucia.

Annalisa Stroppa

Después de inaugurar dos temporadas consecutivas el curso del Teatro alla Scala de Milán con Madama Butterfly y Andrea Chénier, la mezzosoprano italiana Annalisa Stroppa participará en septiembre en la inauguración del Teatro Real de Madrid como Siebel en el Faust de Gounod que levanta el telón del coliseo lírico español en un montaje de La Fura dels Baus (días 20, 23, 27 y 30 de septiembre y 3 y 6 de octubre). Antes, el próximo 1 de septiembre, el ciclo Música para Noches de Verano que organiza en Zaragoza el Gobierno de Aragón y que produce la asociación Ópera Aragón, vuelve a dar un impulso a la lírica internacional en la región con un recital con el que Stroppa debutará en la ciudad. Reciente triunfadora en el papel protagonista de la ópera Carmen en la temporada de Las Palmas de Gran Canaria -personaje que este verano retomará en el Festival de Bregenz (Austria) en la producción de Kasper Holten que ella misma estrenara el pasado verano-, Annalisa Stroppa interpretará en el Museo de Zaragoza, junto al piano de Aurelio Viribay, arias de ópera y canciones de Ravel, Massenet, Bizet, Granados, Rossini, Donizetti y Luna. De este último la cantante italiana ha querido incluir una romanza de zarzuela, “De España vengo”, de El niño judío.

En próximos compromisos, la consagrada mezzo italiana será Adalgisa de Norma en el Teatro Colón de Buenos Aires, Rosina de Il barbiere di Siviglia en la Staatsoper Unter den Linden de Berlín, Suzuki de Madama Butterfly en la Bayerische Staatsoper de Múnich y Nicklausse de Les contes d’Hoffmann en el San Carlo de Nápoles.

http://www.annalisastroppa.it

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